Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cool Kids por Clawiss

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Haikyuu!  no me pertenece. 

Akiyama, por qué se me antojó. sin segundas lecturas, posibles errores ortográficos. 

Notas del capitulo:

Haikyuu!! no me  pertenece. 

 

NSFW!! 

"Cool Kids"

 

 

La primera  vez que  Tadashi    dejó de   ver  a Akiteru como el “hermano mayor de  Kei” fue a  finales de su segundo año de  secundaria, se habían quedado  dormidos  en la sala de  la familia  Tsukishima, a  mitad de un maratón de  películas  de  hombres  lobos, Yamaguchi era  flacucho y  pequeño en aquél  entonces, recuerda las manos  tibias de  Aki una en sus hombros  y la otra en sus  muslos,  recuerda  con claridad el  palpitar tranquilo del  corazón del  joven mientras lo cargaba  contra su pecho  llevándolo a  la cama de Kei   y esas mismas  manos  tibias  acomodándole  el cabello  mientras  lo  recostaba.

 

 

 Tal  vez  Yamaguchi fue el que comenzó  el coqueteo con el  adulto, tal vez  sus hormonas  le pedían urgentemente contacto, tal vez  él era  irresistible  a los ojos de Akiteru, tal vez  y sólo tal vez  Yamaguchi llevaba  el  control en esa  extraña  relación que  había  forjado en el último  año con el mayor de los rubios, aún en tercer año de la  escuela  media casi media  un metro con ochenta  y seguía siendo muy delgado, pero  había  aprendido que su cuerpo podía  sentir  cosas que nunca  había podido sentir con una  chica, el  tocar a Akiteru desnudo no se  compara siquiera  a  esa vez  que tocó los  senos de  una  chica  linda en el cine o cuando tocó dentro  de las pantys de la delegada de la clase, Akiteru era fuego  y hacía  crecer en él una calentura casi obscena. Esperaba  pacientemente las  visitas de Akiteru y aunque no lo mencionara  a nadie, el deseo lo mataba, así se  había mantenido en su último año de escuela media y  ahora en la preparatoria sus  deseos  carnales crecían  y  poco le  bastaban las  fotos  privadas que le  enviaba el  rubio  a su móvil.

 

-¿Qué me has dado  Yamaguchi, que no puedo dejar de  pensarte?-  dijo Aki mientras lo cargaba  contra la pared siendo rodeado de los muslos del menor. Sintiendo la erección rozar  su  abdomen.  

 

-Esa  debería de ser mi línea – dijo mientras  desabotonaba  la camisa del mayor.  -A que horas  viene  Tsukki –

 

-No hablemos de él ahora querido -  agregó antes de probar los  suaves labios de Yamaguchi, peleando con el  cinturón del pantalón, toqueteándolo lascivamente por encima de la  ropa -Sientes lo mucho que te necesito Tadashi-  dijo el rubio frotando aún más  su miembro contra  el menos, deseando que  la  delgada  capa de tela desapareciera  en ese momento.

 

-Mnhh Aki,, no muerdas   … ngh  tan fuerte – gimió al sentir  los afilados  dientes del otro hundirse  en su clavícula. Akiteru lo dejó caer con suavidad  en la cama. Contempló a  su objeto de  deseo, el adolescente  tenía los labios hinchados  y una mirada  desafiante en el rostro, sus  rasgos poco  a poco dejaban de  ser infantiles  y sus piernas parecían un camino largo  e inexplorado que Akiteru se encarga  de recorrer con dientes y lengua.

 

 La  piel de Tadashi  ardía, Akiteru deslizó la yema de sus  dedos  desde  su cadera  hasta las rodillas, con calma, con toda la parsimonia del  mundo, sintiendo  como la piel se  erizaba  y los ojos de  Yamaguchi se  cerraban en un arrebato de placer. Retiró la parte superior del  uniforme  del  menor y sonrió al notar los pezones un poco  erectos  sobre la piel morena y esas pecas que  decoraban con sutileza  los  hombros  difuminándose  hasta la mitad  de la espalda.

 

El rostro de  Akiteru era de urgencia.

 

No dieron nada, el rubio atendió esos  labios que se  le antojaban eróticos, recorrió hasta  el último rincón de  la pequeña cavidad del moreno, el sabor de su saliva era  suave, Yamaguchi lo rodeaba  por el cuello y lo abrazaba con sus piernas, esas piernas  flexibles  y largas.

 

-Te  voy a  morder  completo-  sentenció el  rubio relamiéndose  los labios, guardando la imagen que Tadashi ofrecía  para sus momentos de necesidad  en Tokio. No era  un secreto entre ambos que el rubio se tocaba  pensando en él, sólo en el.

 

 

-Te estás  tardando Akiteru -  dijo una  sonrisa segura que derrumbó  el  temple del adulto.

 

 

 El recorrido en el cuerpo de  Yamaguchi comenzó con un par de mordidas de lóbulo, provocando un arco perfecto en su espalda,  Akiteru remarcó  con sus dientes  el cuello, mientras  los  dedos  del moreno rasguñaban con desespero la pálida  espalda del mayor de  los Tsukishima.

 

-Ahh.. Aki.. Aki..-

 

Deslizó su lengua  desde  la clavícula  hasta los  pezones.

 

-Muérdelos  Aki – ordenó Tadashi.  El rubio atendió obediente la solicitud de Guchi, delineando con su lengua la aureola, humedeciéndolos  y succionando.

 

-Que los muerdas – increpó el menor.  Kei dibujo una sonrisa  retorcida  en el rostro, mordió con suavidad  la delicada zona, el  gemido que  salió de la pequeña  boca de Yamaguchi fue agudo, continuó mordiendo mientras una de sus manos presionaba  el pezón libre  y la otra  recorría  los  muslos. Los  gemidos  hacían eco en la vacía habitación  y los dedos del menor jalaban las  rubias hebras con fuerza.  -Aki … Aki -  gemía  una y otra vez …  Las  manos de  Guchi empujaron la  cabeza del rubio hacia  abajo, besó el  abdomen,  mordió los  huesos de la cadera, esos  huesos que  sobresalían del uniforme  y que le resultaban fascinantes, a Aki le gustaba la  forma en la que se  hacía una curva desde el final de  las  costillas  hasta  las  caderas, esa  curva casi imperceptible producto de la  transformación del cuerpo adolescente de  Yamaguchi.

 

-Estás precioso-  dijo de manera  casi involuntaria  sintiendo la  virilidad  del  menor cerca de su rostro.. continuó besando el vientre mientras apretaba con fuerza  el duro trasero de  Tadashi.

 

-¿Cómo lo quieres  Tadashi?- preguntó sonriendo

 

 -Nngh   Lento pero  profundo.. –  gimió - Aki date prisa -  dijo moviendo las  caderas, golpeando con su sexo el rostro del rubio.

 

-Si Tadashi – sonrió con satisfacción el rubio mientras  tomaba  y  admiraba  el  miembro erecto frente  a él,  lamió los  testículos y los succionó  con violencia ocasionado  que un rayo atravesara  la espalda del  moreno, arqueándose majestuosamente ante sus ojos, tomo por la base  la  virilidad  y dio una  pequeña  lamida  desde el glande  a la zona  inferior del falo dejando un camino  de  saliva  a su paso, repartió besos  y succionó los  costados como el menor se lo habia ordenado, lento deleitándose con el peculiar  sabor y con los “Aki” que salían de la boca del pecoso, ingresó la  virilidad en su boca, moviendo la lengua   y haciendo presión con las  mejillas, abrió la  garganta lo suficiente como para  engullirlo completo hasta que su fina  nariz  rozó con la piel del moreno,

 

-A.. Aki – gimió el moreno al  sentir  la garganta de rubio contraerse, sintió un calor  enervante en su  vientre, sintió sus  huesos desaparecer por un momento, sentía que  todo el placer del universo recaía  en su miembro y que  la  boca experta del rubio lo extasiaba. Sujetó la  rubia  cabellera con fuerza jalándolo contra sí, “más profundo” era  lo único en lo que pensaba, poco le importó que  Aki tuviera los ojos  rojos  y llorosos. Aki continuó moviendo la lengua y mejillas, haciendo preso el miembro erecto mientras sus uñas  se  enterraban en las nalgas de Tadashi. El vaivén que  había iniciado era  delirante, deslizando su boca  desde el glande  hasta  la  base, la calentura de  ambos  se  hacía una misma  y los gemidos  inundaban el lugar.

 

-Ya casi Aki-   resonó aguda la voz de  Tadashi en la habitación.

 El movimiento continuó, la piel del moreno se  erizaba y  las  lágrimas placenteras  abandonaban los  ojos almendrados…. Cerró los  muslos abrazando con ellos el erótico rostro de  Akiteru.

 

-Aki .. aki -  gimió el moreno cuando el orgasmo recorrió su cuerpo, sentía que  algo de él se iba en ese  orgasmo  y solo podía acreditar semejante reacción a  su  rubio amante, sus piernas, sus ojos, sus muslos, sus  dedos de los pies  contrayéndose de manera  perfecta por  el placer, todo era la prueba  fidedigna del glorioso orgasmo que embargaba al moreno.  llenó la garganta del rubio con su líquido, quien la degustó como si del  manjar  más  apetecible se  tratara. El moreno cerró los ojos mientras sonreía  con satisfacción, mientras  Akiteru se limpiaba las lágrimas.

 

-Estás  delicioso como siempre Tadashi –

 

 

-hmmmm- Tadashi seguía  retorciéndose  en la  cama con los ojos  cerrados, aferrándose  a las  sábanas. Cuando Tadashi abrió los ojos, las gemas  ambarinas del rubio lo miraban directamente, sus labios se unieron en un cálido beso.

 

 

-Tengo que prepararte- sujetó las  caderas del moreno y lo colocó en cuatro. Contempló la  tan anhelada  entrada del moreno, casi intacta, estrecha  y perfecta.  -Al parecer no te has  estado tocando aquí -  dijo con malicia.

 

-mhh no, no puedo hacerlo si no es contigo -  dijo Tadashi quien se encontraba con el rostro sobre  el colchón. Akiteru tomaría  el control a partir de ahí, se  acercó al perfecto trasero del moreno,  hundió sus  dientes sobre  la morena piel, dejando una  marca roja y brillante, succionó  con devoción hasta el último centímetro especialmente la curva que se formaba entre la unión del  muslo con los  glúteos,  -Estás incluso más  firme  Tadashi, ¿Hasta estado practicando más? – preguntó curioso, Tadashi no contestó, el  aliento del  rubio contra  esa  piel  tan sensible lo enloquecía. Incluso acercó más  su trasero al rostro del otro. Aki se  aferró a las  caderas y comenzó  a  delinear  la entrada del menor  con su lengua, provocando más   un gemido en él. Su lengua traviesa  continuó acercándose, ingreso con cautela un poco su lengua, humectado la zona, moviéndola  un poco en el interior...

 

 

-Aki.. aki..  justo así –

 

Cuando consideró que estaba lo suficientemente  lubricado el menor ingresó el primer  dedo el cual se deslizó sin problema  alguno en  su interior, 

 

-Te gusta eso Tadashi? –

 

 

-Te necesito  a ti –

 

-Te un poco de  paciencia, no quiero lastimarte cariño- ingresó entonces  el segundo moviéndolo con más  fuerza, tocó un punto bueno que ocasionó que el moreno prácticamente  gritara su nombre, ingresó el  tercer y su pacienci  ya se  había  desvanecido.

 

-Voy a ingresar  ahora – colocó su palpitante virilidad en la entrada del menor, movió sus caderas  abriéndose  paso en la estrecha entrada.. -Tadashi estás tan estrecho -  dijo cuando tenia la mitad  de su pene en el interior del otro, el interior de Tadashi era sofocante y caliente hacía que su sangre bombeara  rápido y que su  vista se  nublara, acarició la espalda con sus largas manos, hasta que ingresó completamente  comenzó con el movimiento de  sus  caderas, con suavidad  por que  Tadashi era  delicado  y frágil ante sus ojos, pero  con profundidad  por que  la  calentura de Tadashi a ratos era insaciable, Akiteru sentía morirse, el erótico sonido que provocaba sus pieles al chocar  y los  gemidos que emitía el más  joven lo perdían.

 

-Mas  fuerte – ordenó Tadashi mientras  se  aferraba  a las sábanas

 

El  ritmo de las  embestidas se aceleró y con ello  las  sensaciones  aumentaron exponencialmente, más  caliente y más  fuerte, Akiteru pensó que podía  morir  justo en ese momento, sentía que el placer  al que  le sometía el pecoso no lo compararía con nada más, esos gemiditos que abandonaban la pequeña  boca y la manera en la que su interior  se contraía eran el paraíso mismo.  Tadashi sintió de nuevo ese  rayo  atravesar  su cuerpo, una simple corriente  eléctrica no le  hacia justicia  a las  sensaciones que su cuerpo experimentaba, Akiteru era un rayo, era un  tifón que hacía de él un caos. Sintió las punzadas  debajo de su  estómago avisando lo inevitable, la  sensación ardiente que  comenzaba en su ombligo se expandía  hasta su vientre, sus piernas, sus glúteos y su esfínter se contraía en un segundo orgasmo, ocasionando que el miembro de Akiteru se  sofocara en ese ardiente interior  suyo.

 

-Aki ya..  ya..  –

 

 Akiteru sintió el  ardiente interior contraerse dando pauta  a su propio orgasmo,  el líquido  caliente del rubio llenó el interior del menor y el orgasmo fue tan profundo que sus rodillas  fallaron y se  desplomó en la espalda del moreno, sintiendo como  cada vez se hacía más  flácida la erección.

 

Respiraciones entrecortadas, palabras  quebradas,  no podían articular frases coherentes después de  tan sublime acto. Envolvió con sus pálidos  brazos a  Tadashi, besó la espalda  con agradecimiento y pensó que  Tadashi era  lo mejor que le podría  pasar jamás, sus respiraciones se  normalizaron y la  temperatura corporal bajó. Se acomodaron en cucharitas sin decir nada, los dedos de  Akiteru  acariciaban la castaña cabellera  y  sus labios repartían besos en el otro.

 

-¿Entonces a que hora llega Tsukki?- Preguntó Tadashi con una  sonrisa  en el rostro.

 

-No arruines  el momento Tadashi- contestó Aki mientras  hundía sus dientes  en el hombro de Yamaguchi.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por  leer!!! :D agradeceré todo  tipo de comentarios. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).