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Decisión por RawiyaHoshi

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La mañana llego más rápido de lo que pudieron imaginar, D vio el reloj en la pared de su cuarto era casi hora de abrir la tienda, se sentó rápido en la cama y un sonido lo hizo voltear: eran los ronquidos bajos de Leon, el joven azabache se sorprendió por una milésima de segundo hasta que recordó lo que paso anoche, el beso, sus labios, las carisias que no cesaron hasta llegar a la habitación, entonces al estar sobre la cama y volver a unir sus labios Leon cerro los ojos mientras lentamente se quedaba dormido, el conde al acordarse eso resoplo haciendo volar las hebras de lacio cabello que caían en su cara, frunció el ceño y con un gesto inmaduro pero elegante volteo su cara y se levanto

-¡DETECTIVE!- llamo en voz alta al rubio aun acostado a sus anchas en la cama del conde

Al instante Leon se levantó dando un grito de sobresalto abriendo sus ojos azules todo lo que podía respiro profundo varias veces y cuando aclaro su vista vio a D acomodando su cabello y pararse en el lumbral de la puerta de su habitación

-estoy  a punto de abrir la tienda así que le agradecería que se fuera de una vez- dijo con esa mueca de molestia y falsos modales que le hacían sentir escalofríos al rubio

-vamos D, no puedes estar hablando enserio – dijo el detective mientras sonreía acomodando la maraña dorada que era su cabello, pero al ver la mirada fría del asiático supo que si era enserio

-¿después de lo de anoche vas a echarme así?- pregunto incrédulo

-no sé a qué se refiere, ahora salga o llegara tarde a su trabajo y yo al mío- sentencio mientras salía de la habitación a la parte delantera de la tienda seguido segundos después por el confundido rubio que al casi alcanzar al azabache fue mordido por tet-chan, Leon peleaba con la maldita cabra que jalaba de su pierna mientras caminaba con dificultad a la parte delantera, al llegar vio como D ya había abierto las puertas y para su sorpresa ya estaba un cliente que hablaba tranquilamente con el conde

-oh señor detective veo que ya se va, espero que haya encontrado todo lo que necesitaba, que le vaya bien- dijo mientras ponía esa sonrisa artificial en su cara de porcelana, si Orcot hubiera puesto más atención notaria la obvia tristeza en los ojos impares del joven, solo entendió la indirecta y se fue sin querer comenzar una pelea, lo que sea que le pasara a D podía hablarlo por la noche tal vez estaría más calmado.

-ey  Orcot llegas tarde, ¿vienes de la tienda de mascotas?- la voz femenina de Jill lo recibió al entrar

-¿que? No, ¿Cómo lo sabes?- la pregunta lo tomo por sorpresa

-intuición femenina- dijo Jill guiñando un ojo y sonriendo divertida –por cierto, tienes mucho papeleo que hacer.

Ese definitivamente era un mal día.

 

Mientras seguía entre esa montaña de papeles su mente no dejaba de repasar lo vivido la noche anterior, todo parecía ir tan bien, el cansancio le gano es cierto, pero ¿acaso eso era tan malo? Paso semanas torturándose hasta que encontró el valor de declararse poniendo esas flores y sobre todo ese beso, D era bastante extraño, cuando pensaba que al fin lo estaba entendiendo descubría algo nuevo, el chico es sin duda un ser lleno de misterios pero ya había tomado la decisión de arriesgarse no iba a dejarlo así, si el conde pensaba que el no haber tenido intimidad esa noche le estaba dando una oportunidad de volver atrás estaba muy equivocado.

Toda la mañana el conde estuvo molesto, ¿Cómo podía ser ese hombre tan bruto e insensible?, los animales lo veian ir y venir haciendo limpieza para mantener su mente ocupada, ya no se preguntaban la razón de su enojo sabían que solo Leon podía ponerlo asi, él era el único humano con ese poder, al tranquilizarse un poco medito sobre que pasaría ahora que los sentimientos de ambos quedaron expuestos, tal vez se estaban equivocando y hacer como si nada paso era la mejor opción, cerró los ojos y suspiro, -no- era imposible ignorar lo que sentían, la única elección para escapar de su sentir que le quedaba era huir y buscar un nuevo lugar donde instalarse, lo había pensado muchas veces pero no podía dejar el pequeño Chris solo, jamás se  imaginó llegar a encariñarse tanto con un humano, o amar a alguno… no podía negar que aun lo conflictuaba el haberse enamorado de uno, en su interior lo amaba y odiaba al mismo tiempo, lo amaba por ser el, ser tan intenso, descuidado, su sentido de la justicia, su valor, incluso le hacia gracia cuando se portaba como idiota, entonces recordaba su especie y el resentimiento implantado por su abuelo y padre lo hacían depreciarlo y tratarlo mal. Ya no quería hacerlo.

Leon al fin podía irse a casa, bueno a la tienda, se emocionó un poco, podía ser que el enojo de D ya hubiera pasado, cuando bajo las escaleras pudo olfatear un incienso diferente al habitual de la tienda, además de un delicioso aroma a comida, no sabia que era pero su estómago gruño al pasar por la puerta, podía acostumbrarse a eso, tener un lugar a donde llegar cada pesado dia de trabajo sin tener que volver a su pequeño y desordenado apartamento pero sobre todo

-buenas noches detective, ¿Cómo estuvo su día?

eso definitivamente  era algo que quería tener para toda la vida, el joven asiático lo recibió con una sonrisa a primera vista cálida, era algo extraña, posiblemente esa era su verdadera cara alegre, intento acercarse y darle un beso en la mejilla pero no sabía que tan seguro era hacerlo su compañero parecía haberse dado cuenta de su intención y le gano con el gesto, los suaves labios granate tocaron delicadamente la mejilla del americano, cenaron los tres en la mesa dentro de una atmosfera de tranquilidad nunca antes pensada por los dos hombres cuando un sonido rompió su burbuja, era el teléfono, se preguntaban quien podría ser a esa hora, D suponía que era un cliente pidiendo ayuda, seguramente alegando que su mascota se transformó en algún tipo de abominación le fastidiaban esas llamadas, él les indicaba las normas a seguir, incluso les hacia firmar un documento explicándoselos “la tienda no se hace responsable si rompe alguna de las reglas”

-tienda de mascotas del conde D-dijo al levantar la bocina

-me da tanto gusto oír tu voz otra vez, hijo.

 

Notas finales:

Nota: la verdad no se si continuarlo, o tal vez si, e leído pocos fics que me he encontrado de PSoH con una temática asi, pero están incompletos, siempre en la parte donde nuestra pareja se va a enfrentar a su familia las autoras dejan el fic XD como yo ahora aunque no creo dejarlo asi la verdad,me conozco, tengo muchos otros fics pendientes lo que mas quiero es terminarlos todos, ya veremos que pasa. 


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