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Matrimonio concertado por aiakafuri

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Notas del capitulo:

Gracias por sus review.

Dedicado a : Eizbeth722, anakzanamu, marysun, himitsu akira y almaschmetterlingg

 

Final~ 

Espero les guste :)

Retrocedió alejándose del pelirrojo —No... Esto es mentiraa— Akashi no podía ser con quien se casaría.

 

—¿Furihata-kun?— Era imposible. Kōki era un beta... ¿Un omega? ¿Era un omega?

 

—Cálmense— dijo Masaomi.

 

Seijūrō volteó y miró a su padre —¿Por qué no me dijiste que era Furihata-kun?— gritó.

 

—Lo siento— se disculpó apenado —Cuando te encontré llorando y me dijiste su nombre decidí no decirte nada. Para mí fue una sorpresa saber que el beta del que estabas enamorado era Furihata-kun— explicó.

 

—Lo amo y  rompí el corazón ¿Por qué no me dijiste? Sabias todo y no dijiste nada— grito Seijūrō.

 

Kōki miraba y escuchaba la discusión de ambos ¿Akashi Seijūrō lo amaba? ¿Entonces por qué? Se preguntó recordando el rechazo y le dijo que tenía a alguien.

 

—¿Alguien me puede decir que está pasando?— cuestionó una enfadada Mei.

 

—Desde que conocí a su hijo, me enamore de él. Hace un mes mi padre llegó con que ya  me había concertado un matrimonio y  yo... tuve que rechazar los sentimientos  de su hijo y los míos— dijo Seijūrō avergonzado.

 

—Kōki él es...— trato de decir.

 

—Sí— respondió llorando y sin saber qué hacer.

 

—Pedí el matrimonio sin consultar a mi hijo. Después me enteré de que estaba enamorado de un beta y 15 días después Furihata-kun aceptó la propuesta. Llegue a ver  Seijūrō para informarle y lo encontré deprimido por rechazar al beta que ama. Fue cuando me enteré de que era Furihata-kun— explicó a los presentes.

 

No se movieron ni dijeron nada. Kōki lloraba confundido por lo que estaba sucediendo y Seijūrō estaba observando a Kōki.

 

—¿Ya podemos comenzar?— cuestionó el sacerdote.

 

—¿Qué no está viendo lo que está pasando?— cuestionó Mei.

 

—Lo único que veo es que ambos jóvenes, a pesar de lo que sucedió, se aman— los Furihata y Akashi se miraron —Al parecer olvidaron que Akashi-kun es un alfa en extinción y que Furihata-kun aceptó el matrimonio. Además ya firmaron el contrato pre—nupcial— dijo serió pero internamente está feliz por ambos.

 

—Yo... No sé— tartamudeo Kōki nervioso. No sabía ni que pensar. Su corazón latía rápidamente, durante los últimos 15 días se hizo a la idea de casarse con un alfa desconocido y no con Akashi Seijūrō.

 

—Tranquilízate— dijo Kōta  tomando a su hijo por los hombros. Kōki se abrazó a su padre y comenzó a temblar.

 

—Hablemos, Furihata-kun— dijo Seijūrō. Kōki lo miró, pero no dijo nada —Por favor.

 

Kōki asintió y soltó a su padre. Se aproximó al pelirrojo y éste lo guió hacia la casa.

 

—Sé que te herí y eso jamás me lo voy a perdonar. Desde que te conocí te he amado y nunca me atreví a decírtelo. Furihata-kun no mal interpretó nada, estaba cortejándote sin importar que fueses un beta—comenzó a explicar.

 

—¿De verdad parezco un beta?— dijo con el orgullo herido.

 

—No sé cuántas veces libere mi aroma y tú nunca reaccionaste— respondió también con el orgullo herido —Cuando dijiste que querías bebés, supuse que te referías a casarte con una mujer. Por esa razón y por una promesa que hice a mi madre, rechace tus sentimientos y los míos, termine aceptando este matrimonio. Yo te amo, Furihata Kōki.

 

Sus mejillas se tornaron rojas y el ritmo cardíaco se elevó por las nubes. ¡Akashi Seijūrō lo ama! Comenzó a llorar y limpio sus lágrimas —¿De verdad?

 

—Sí. Te amo, Kōki— dijo tomándolo de las mejillas y con su pulgar limpió las mejillas para luego besarle. El cálido roce hizo que el castaño se estremeciera —Cásate conmigo.

 

—Sí— respondió y besó al pelirrojo —De todos modos tenemos que casarnos— dijo con una sonrisa.

 

—Kōki— sonrió por las palabras del castaño —Vamos— tomó la mano de Kōki y regresaron al lago, donde sus padres y el sacerdote les sonreían —Es hora.

 

Masaomi sonrió complacido y se colocó en el lugar que le tocaba. Los Furihata vieron feliz a su hijo.

 

—Nos encontramos  reunidos en este maravilloso día, para la unión de Akashi Seijūrō — Kōki observó atónito al pelirrojo, quien aferró el agarré en la mano que mantenían — y  a Furihata Kōki— comenzó a decir el sacerdote.

  Los novios escuchaban atentamente al hombre, después de su discurso matrimonial bebieron el sake de la misma copa según las tradiciones. Acto seguido por la firma del acta legal y el intercambio de anillos.  —Puede besar a su omega.

 

Seijūrō acarició la mejilla de Kōki y le besó. Sus labios se unieron en un beso lleno de amor, transmitiendo el amor que se tenían. Se separaron y Seijūrō beso la frente de Kōki.

 

Los padres aplaudían felices a la unión de sus hijos. —Les falta el otro— acató el sacerdote.

 

Las mejillas de ambos adquirieron un fuerte rojo remolacha. Seijūrō volvió a capturar los labios de su esposo, cuando liberó sus labios esparció pequeños besos hasta llegar al cuello y liberó parte de su instinto animal para cambiar a  sus orejas y colmillos de felino. El aroma viril junto con el aroma de fresas hizo qué Kōki se estremeciera y también cambiará  a sus pequeñas orejas  y brotaran sus colmillos. Seijūrō al sentir el aroma a chocolate y vainilla, olfateó y lamió el cuello para luego morderle y enterrar sus colmillos en la suave y tersa piel. Kōki se estremeció y gimió por  la acción de su esposo, se aferró a ropa que vestía y, con el corazón latiendo como loco, esperó a que lo liberará y mordió entre la clavícula y cuello, cuando Kōki liberó a Seijūrō de su pequeña mordida, el pelirrojo buscó sus labios y le proporcionó un demandante beso. 

 

Al separarse,  estaban completamente sonrojados y Kōki, por la intensa mirada y lo mareado que se sentía,  cambio de forma y quedo entre las telas del kimono que lo envolvían.

 

—¿Qué sucedió?— gruñó sin darse cuenta de que su cola se movía impaciente.

 

—Está nervioso. Posiblemente se desmayó— aseguró Mei.

 

Y tal como dijo su suegra, un pequeño cachorro de chihuahua se encontraba profundamente dormido entre la tela del kimono. Lo tomó con cuidado y cargo protectora mente.

 

—Despertara en un par de horas— afirmó Kōta, mientras Mei levantaba el kimono.

 

—Vamos a celebrar la unión de las familias. En casa nos espera un banquete— decía mientras observaba que su hijo sonreía y acariciaba al pequeño chihuahua entre sus brazos.

 

—————————————————

 

En todo el camino no soltó a Kōki.  El pequeño chihuahua aún seguía dormido en su regazo.

 

—¿Cuándo piensas cambiar tus orejas?— cuestionó en un tono burlón Masaomi. Kōta y Mei rieron discretamente.

 

Llevó sus manos a sus orejas y sintió la forma de ellas, inmediatamente las suprimió.

 

—Comprendo que estés impaciente, lo mismo me sucedió con Shiori. Pero será mejor que esperes a que este en su etapa de celo— comentó con nostalgia.

 

Se avergonzó y desvío la mirada. En cuanto percibió el aroma de Kōki quería poseerlo allí mismo pero tenía testigos. Inhaló y exhaló varias veces para controlarse.

 

 

 

Llegaron a la mansión y Seijūrō se sorprendió al entrar. Sus amigos y familiares estaban esperándolos –Chicos.

 

—Felicidades Akashi-kun/Akashi/Akashicchi/Akachin— dijeron al unísono Kuroko Tetsuya, Kagami Taiga, Aomine Daiki, Kise Ryōta, Murasakibara Atsushi, Himuro Tatsuya, Takao Kazunari y Midorima Shintarō.

 

—¿Cómo se enteraron?— preguntó incrédulo.

 

—Akashi—sama nos avisó hoy en la mañana… ¿Por qué no nos dijiste que te casarías con Furihata-kun?— cuestionó Tetsuya.

 

—Yo tampoco lo sabía— respondió sonriendo.

 

—¿Qué?...

 

Un pequeño gruñido se escuchó. Seijūrō y los demás vieron que el chihuahua comenzaba a removerse.

 

Abrió los ojos y vio las grandes cabezas que lo miraba —¿Kuroko-kun?

 

Los demás escucharon un ladrido, a excepción kise y del mencionado, ya que era un alfa y peli celeste un omega de perro —Sí. Felicidades por tú boda— respondió inexpresivo.

 

Comenzó a temblar nuevamente. Mei tomó a su hijo. —Ahora regresamos— dijo y  siguió al mayordomo.

 

—Ahora regresan— dijo Masaomi sonriendo.

 

————————————

 

—Gracias, Fumi-san— dijo Mei con una sonrisa.

 

—No fue nada— respondió y pasó a retirarse.

 

 

—Ya cariño... Regresa— dijo Mei dejando a su hijo en la cama.

 

El chihuahua fue transformándose hasta que dar un humano como Dios lo trajo al mundo –Mamá.

 

—Akashi-san dijo que el dado izquierdo de las cosas eran tuyas— dijo dejando el kimono en una silla.

 

Kōki avergonzado por su desnudes, se levantó cuando su madre dejaba el kimono, buscó entre los muebles  y encontró ropa interior de su talla, al igual que un traje negro con una camisa blanca y una corbata roja. En ella tenía una nota, indicándole que tenía que usarlo. Lo tomó y se dirigió al baño para poder vestirse.

 

—Estás muy  guapo— dijo Mei observando a su hijo.

 

—¿De verdad?— preguntó.

 

—Sí. Vamos, tú esposo y los invitados te esperan— dijo sonriendo.

 

—¿Mamá... Sabías que era Akashi-kun?— preguntó.

 

—No. Tú padre no me quiso decir, sabía que te iba a terminar informado, supongo que por eso no me lo dijo— respondió.

 

—Ya veo— respondió mordiéndose el labio.

 

—Entiendo tú inseguridad pero por lo que dijo, él solo quería que te casarías con una mujer y tuvieras los hijos que querías. Debiste decirle que eras un omega— acusó al castaño.

 

—Vale, fue mi culpa. Pero era tan notorio que soy omega, liberé en unas ocasiones mi aroma y no hizo nada— dijo con sus mejillas sonrojadas.

 

—Tal vez creyó que era otra persona y no tú. Vamos— dijo Mei saliendo de la habitación.

 

Kōki siguió a su madre y llegaron al jardín, donde habían montado unas mesas y una pequeña pista de baile; y lado de la gran mesa, un gran pastel esperaba ser cortado.

 

—Felicidades, Furihata-kun— dijo Tetsuya.

 

—Gracias— dijo apenado y comenzaron a felicitarlos.

 

—————————

—¿Cómo es que no nos avisaron que se casarías?— cuestiono enfadado Kise Ryōta.

 

—No lo sabía…

 

—¿Es lo único que saben decir?— Aomine Daiki resoplo.

 

—¿Eh?

 

—Lo que pasa es que… es un matrimonio concertado— confeso Seijūrō y Kōki bajo la mirada.

 

—eh…. ¡EH!— en un resumen rápido Seijūrō les explico la situación.

 

—Akashi-kun eres un idiota— determino Tetsuya.

 

—¿Eh?— frunció el ceño.

 

—Era obvio que Furihata-kun es un omega. Hasta Kagami-kun lo noto.

 

—¡Hey!— el tono que uso Kuroko no le gustó nada al tigre. Sus compañeros rieron.

 

La fiesta continuó hasta altas horas de la noche, Seijūrō despidió al último de los invitados  y luego se dirigió a su habitación. Cuando entro a su recamara noto que Kōki estaba haciéndose el dormido; se dirigió al baño, no sin antes tomar ropa para dormir, y se dio una corta ducha. Al terminar, apago las luces y se acostó al lado de su esposo.

 

Sintió su corazón latir rápidamente al sentir el calor que emanaba el pelirrojo.

 

—Sé qué estas despierto—  susurro en el oído —¿Qué pasa, Kōki?

 

—Tengo miedo de que sea un sueño… Miedo  que al despertar este un desconocido a mi lado— confesó entre sollozos.

 

—Lo siento— respondió acercando más el cuerpo de Kōki.

 

—Tengo miedo a que sea mentira todo esto.

 

—Es verdad. Te amo… Debí decírtelo desde un principio pero tenía miedo  a que me rechazaras y luego llegó la noticia del matrimonio. Perdóname, Kōki.

 

—Sei— se giró y se abrazó a su esposo. Estuvo llorando hasta que se resultó profundamente dormido.

 

—Te amo, Kōki.

 

————————————————————————

—Ese baka— dijo viendo el periódico. Kise había compartido una foto de ellos en una red social y no se percató de  que foto decía público y ahora la foto de su boda estaba en primera plana.

 

—No preví eso, pero no importa— Masaomi le restó  importancia.

 

—N-no cr-creo que en la escuela nos vaya bien— susurró Kōki.

 

—No te  preocupes por eso, Kōki. El director ya sabe, además, muchos de tus compañeros ya están casado o por casarse.

 

—Un ejemplo es Daiki y Ryō. Se casan en unos meses— informo Seijūrō.

 

—¿De verdad?— el pelirrojo asintió.

 

—Ni una palabra. Hasta ahora nada más lo sabemos nosotros.

 

—Entiendo….

 

———————— Al siguiente día ——————————

Tal y como lo pensó, sus compañeros se le quedaban mirando. No solo por el hecho de estar casado con Akashi Seijūrō, sino por ser omega. Algunos de los alfas habían intentado acercársele pero una vez que lo hacían retrocedían rápidamente.

 

—Vaya que Akashi sabe impregnar su aroma— comento Daiki cuando el castaño llegó a la cafetería.

 

—Apuesto que lo mordió esta mañana— dijo Taiga sonriendo.

 

—Un mes, la comida de la cafetería.

 

—Vale.

 

Kōki como de costumbre llegó a la cafetería, compro su desayuno y se dirigió a la mesa de siempre o eso intentaba.

 

—Kōki— el castaño lo miró —¿A dónde vas? Ven.

 

Asintió y camino hacia su esposo, luego se sentó a su lado. Todos lo saludaron como de costumbre

 

–Hey Furi… Akashi— corrigió al ver la mirada del pelirrojo —¿También te marcaron hoy? —El rostro de los esposo Akashi cambió de colores –Joder. A partir de mañana te pago el desayuno Bakagami.

 

Ambos Akashi miraron indignados a Aomine y Kagami —¿Qué?— dijo taiga  —No tengo la culpa. Lo percibí a kilómetros.

 

Kōki se sonrojo aún más. Los felinos y perros tenían un gran olfato, por eso, se le quedaban mirando.

 

—¿Algún problema?— cuestiono Seijūrō y todos negaron.

 

——————————— Meses después ———————————

 

—¿Seguro?

 

—Sí, ve solo. Me duele la cabeza, me hizo daño acostarme con el cabello mojado.

 

—Está bien. Nos vemos en unas horas— le dio un beso, el cual fue intensificándose hasta que se quedaron sin aire.

 

Kōki vio salir a su esposo y se descubrió, se sentía muy caliente. Se dirigió al baño y uso la bañara para tratar de bajarse la temperatura, pero aun así se sentía extraño.

 

——————————

Se dirigía a la casa de Ryōta cuando llego un mensaje de que todo se cancelaba y lo pasaban para la siguiente semana –Regrese a la casa.

Nash asintió y dio la vuelta.

 

Al entrar a la casa, percibió un pequeño rastro del aroma de Kōki, sin duda alguna estaba en el jardín. A Kōki le encantaba cambiar de forma y jugar en el jardín. Se dirigió al jardín y nada. –A lo mejor acaba de pasar a nuestra habitación.

 

Abrió la puerta de su habitación y todas las feromonas de Kōki lo golpearon. Mareado y excitado, cerró la puerta y busco a su esposo. Lo que vio cuando lo encontró, hiso que su cuerpo se estremeciera, sus orejas y cola salieron.

 

—Aghh no veas— dijo entre gemidos.

 

Kōki yacía desnudo y con las piernas abiertas mientras se tocaba sus pezones y masturbaba su erguido miembro –Kōki…

 

—Sei…mnghh No sé qué aghh me pasa mghh— dijo jadeando y sin dejar de tocarse.

 

Seijūrō se desvistió, se acercó a la cama y mientras lo hacía libero su aroma haciendo que Kōki se estremeciera.  En un rápido movimiento, digno de un león, acorralo a Kōki y comenzó a devorar sus labios.

 

Kōki se dejó llevar por las sensaciones y supo lo que estaba pasando… Era su primer celo –aghhh sei.

 

Cuando menos lo pensó, Kōki yacía a boca abajo mientras era penetrado por unos dedos –mghh sei.

 

—Mira cuando mojado estas— gruño mientras su cola iba de un lado al otro.

 

—N-No digas eso— jadeo avergonzado.

 

—Ya quiero entrar— susurró besándole la espalda.

 

—Hazlo.

 

Hiso que Kōki quedara boca arriba y luego se colocó entre sus piernas –Te amo— le susurro después de haber liberado los labios de su esposo de un demandante beso.

 

Sintió como Seijūrō se frotaba en su entrada y luego lo penetro de una estocada  —AAAGGHH.

 

Esperó a que Kōki se acostumbrara a la intromisión y comenzó a moverse. Primero lentamente y luego aumento el ritmo –Dios… me estas apretando gruñó mientras mordisqueaba el pecho de su esposo, y éste se aferraba a su espalda. 

 

—aghh… sei… me corro— gimió arqueando su espalda y ensució sus vientres.  Seijūrō no lo dejo descansar, seguí embistiendo su interior de forma desesperada hasta que sintió caliente su interior.

 

—Kōki— jadeo mientras se vaciaba en el interior de su esposo.

 

—Sei…— se sentía cansado. Seijūrō abandono su interior pero no lo dejo dormir.

 

—Apenas estamos comenzado— gruño volviendo a penetrarlo.

 

——————————————————

Masaomi llegó a la mansión y sintió el aroma de Kōki y su hijo. Frunció el ceño y se dirigió a la habitación de su hijo; abrió la puerta y se encontró con que los dos estaban desnudos y dormidos.

 

Seijūrō sintió una presencia y gruño en dirección a la puerta –Papá…

 

—Celo. Supongo. Mañana serán trasladados al sótano hasta que pase la etapa. Espero haya usado los condones. Nos vemos mañana.

 

Se quedó petrificado.  Su parte racional le decía que estaba olvidando algo y ahora sabía que era. Miro a su esposo y se acomodó a su lado. Los condones eran lo de menos, lo que quería era seguir haciendo el amor con Kōki.   Amaba a su esposo desde la primera vez que lo vio entrar a Teiko, lo demás no importaba, solo quería estar a su lado y tener muchos hijos.

 

—Te amo, Kōki.

 

—Sei…

 

 

Notas finales:

¡GRacias por leer!
Espero les haya gustado el final

 

Ai


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