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Paper Hearts por Aftermath_

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Notas del capitulo:

Hoooola. No tardé tanto en actualizar como creí que sería.

Nos vemos abajo.

Hoy era su día. Se levantó más temprano que de costumbre, al punto en el que alcanzó a prepararse un desayuno sofisticado; como el que no había tenido en varias semanas. Aunque antes de eso se dio una ducha caliente, para asegurarse de no estar tenso antes de que el gran momento llegara, sin embargo, el agua helada le dio una gran sorpresa, haciéndole liberar un quejido ¿Otra vez estaba fallando el regulador o era que ya se había agotado su agua caliente? No le dio grandes vueltas, pues ahora tendría con qué pagarlo cuando llegara la posible quincena. Aunque quizá no debería soñar tan alto ni pensar todavía en dinero inexistente.

Se vistió con la ropa que meticulosamente había seleccionado y se miró al espejo. Anoche parecía ser perfecta pero hoy sentía que algo faltaba, quizá más distinción. Estuvo a punto de quitarse todo, pero sabía que si lo hacía corría el riesgo de no llegar a tiempo. Fue a la cocina y eligió lo que comería, sorprendiéndose de sí mismo. Quizás sus habilidades para la cocina estaban saliendo a la luz al fin; de haberlo sabido antes podría haber ido a trabajar con su madre y haberse ahorrado todo lo que tuvo que pasar para llegar al día de hoy. 

El enorme reloj que colgaba en la pared marcaba las ocho de la mañana, tenía dos horas todavía y ya estaba casi listo. Decidió tomarlo con calma, por lo que cargando con la pequeña bandeja en la que había dejado su desayuno caminó hasta el sofá y encendió la televisión. Tomaba de su café al tiempo en que comía del sándwich, mirando hacia la pantalla; sin ver nada realmente. Pasaba por los canales, en algunos se detenía por más de cinco segundos, en otros simplemente veía de lo que se trataba y ya daba a cambiar. Dejó puesto uno de música, no había nada más que ver y ese hacía gran función a modo de música ambiente. Lo cierto es que sus pensamientos comenzaron a volar, se preguntaba cómo sería su primer día, si haría amigos o al menos buenas migas con el resto de los empleados. Se preguntaba cómo serían sus compañeros de sector ¿Lo tratarían bien? ¿Cómo se supondría que debería tratarlos él?

Su estómago comenzó a doler de pronto, sabía que no era una buena idea desayunar. Dejó todo de lado antes de suspirar. Estaba nervioso, ansioso, preocupado. Tenía miedo.

Una imagen vino a su mente de un momento a otro.

“Puedes llamarme Baekhyun”

 

Esa voz tan profunda, esos ojos tan fríos, seguramente él tenía más cosas que hacer y sólo había interrumpido sin ser capaz ni de decirle su nombre con fluidez. No podía negar lo feliz que se sentía debido a que hubiese aprobado aquella prueba, no era algo que pensaba que iba a ocurrir, no cuando pensaba en salir corriendo a cada segundo que transcurría.

Aquella situación parecía haber acontecido hace mucho tiempo, cuando en realidad solo fue hace menos de un día; día del que no había podido dormir.

Para cuando se dio cuenta ya había pasado una hora y él ni siquiera lo había advertido. Alarmado se levantó y, casi corriendo, comenzó a llevar las cosas a la cocina. Tomó su bolso y lo cruzó por sobre sus hombros. Echó una mirada panorámica por todo el departamento, regañándose mentalmente al notarlo tan desordenado. Pero ya no había tiempo, así que simplemente cerró la puerta fingiendo que de esa manera el desorden se esfumaría, al igual que su nerviosismo.

Bajó por las escaleras. Conocía su suerte; sabía que podía quedar atrapado en el elevador y no, no podía permitir que eso pasara, al menos no hoy. Ya sano y salvo, se montó en su bicicleta y realizó el mismo trayecto que apenas veinticuatro horas atrás había recorrido.

Cuando llegó al aparcamiento se ocupó de dejar su bicicleta en el espacio que había destinado a ellas, extrañándose al ver que la suya era la única; no era posible que todos estuvieran tarde ¿O sí? Entonces supo cuál era la verdadera razón de ello.

Sus labios se separaron y sus ojos se abrieron más de lo normal cuando vio, no solo uno, sino al menos diez autos que si hubieran sido sacado de un catálogo este se llamaría “Los autos más caros de Corea del Sur” ¿Cómo era posible que una persona como él estuviese tan cerca de tanta fineza? Miró su bicicleta casi con vergüenza ajena, quizá mañana se vendría caminando únicamente para no tener que hacer aquella comparación tan deprimente entre ambos mundos. Pero no, se sentía orgulloso, pues esa bicicleta se la había comprado él mismo con mucho esfuerzo; él no era menos por no tener un auto de mil millones…. Eso se estaba obligando a creer.

Cuando salió de la zozobra que le generó el ver tanta exclusividad en un mismo estacionamiento fue entonces cuando lo vio. Parecía un verdadero modelo. No era tan alto como él, pero sus proporciones podrían ser envidiables para cualquier persona, incluyéndole. Su piel morena no era un impedimento al momento de destacar esos ojos tan penetrantes que por el momento ignoraban su presencia. El cabello lo traía peinado hacia atrás, y con unos mechones por sobre la frente que le daban una personalidad todavía más fuerte de lo que ya parecía emanar. Al ver su ropa no pudo evitar pensar en Baekhyun, su jefe. No había una sola arruga en aquella chaqueta, el nudo de su corbata estaba tan perfectamente hecho que no pudo evitar pensar en que él tardaría horas en lograr un resultado como tal. Se reprendió mentalmente. Él simplemente vestía un suéter de cuello alto en un tono azul marino y unos pantalones negros, quizá se vería demasiado informal para la ocasión, pero nadie le dijo como tenía que haber ido ¿Verdad? Técnicamente no sería su culpa en ningún caso, para nada lo sería.

Sin saber por qué, se quedó intimado al momento en que el chico de tez morena comenzaba a caminar. Pero todo aquello se fue a la basura cuando este le dirigió la mirada. Iba a alzar la mano para saludar, acompañado de una sonrisa amistosa, pero fue entonces una mirada despectiva tanto a él como a su “transporte”, acompañada de una risa burlona la que lo detuvo en el acto ¿Se había reído de él en su cara?

Sería un día largo.

Cuando la humillación hubo pasado al menos un poco no demoró más en subir a la planta en la que estaría esperándole Baekhyun. Tomó aire, por alguna razón cuando estaba frente a esa puerta sentía como sus nervios comenzaban a desbordarse, y eso que sólo había estado dos veces en esa situación, contando que estaba justo ahora pasando por lo mismo. Comprobó la hora una vez más antes de, tras asegurarse de estar puntual, llamar.

—Adelante. —Contestó una voz desde adentro. Aquella voz fría.

Entró.

—Buenos días, señor.

Por alguna razón, decirle “Baekhyun” podría sonar muy confianzudo ¿Y si solo era una trampa para saber qué tan rápido comenzaría a tomar libertades, llamándole de esa manera? No podía arriesgarse a nada, por exagerado que sonara.

—Buenos días, Chanyeol ¿Cómo estás? —Baekhyun sonaba bastante amable hoy, lo cual le pareció raro. —Espero que hayas descansado porque hoy habrá bastante trabajo para ti, aunque tranquilo, tengo en cuenta que tienes que adaptarte y todo eso. No seré tan exigente en ese aspecto. —añadió guiñando uno de sus ojos, dejando a Chanyeol todavía más confundido.

—No se preocupe, entiendo bien. Daré lo mejor de mí para hacer las cosas bien.

Atinó a contestar y en los labios de Baekhyun se distinguió como fue elevada la comisura de sus labios, dándole un poco más de confianza. Quizá lo había juzgado mal y no era tan frío como en un primer momento le pareció. De todos modos, era muy pronto como para apresurarse a afirmar algo de tal magnitud.

—Entonces creo que estamos entendidos. Ven, te llevaré a tu sector.

Chanyeol asintió y lo observó levantarse. No había tenido oportunidad de verlo de pie, y ahora que o hacía se había sentido muy enternecido al notar que era tan bajo. Mordió su labio inferior para que no fuera una sonrisa la que escapara. En silencio lo siguió por ahora otros pasillos que resultaban nuevos para él. Mentalmente iba tomando nota de todas las indicaciones que Baekhyun le daba; la sala del copiado, la de los portátiles comunes, archivos. Sin embargo, luego de tantos nombres se distrajo mirando al más bajo caminar frente a sí. Su voz parecía mucho más suave a como la había escuchado el día anterior ¿Acaso había alucinado con todo lo que anteriormente le había parecido? Quizá Baekhyun era completamente diferente a como él lo creía, a como se había comportado en su entrevista. Aunque, nuevamente esa voz se encargó de sacarlo de sus pensamientos y, asimismo, derrumbar la teoría que recién había comenzado a elaborar.

—¿Estás escuchándome, Chanyeol? —inquirió con el ceño ligeramente fruncido acompañado nuevamente esa voz autoritaria, tal como si lo regañara.

—Sí, sí. Estaba escuchándolo.

—¿Qué dije?

Chanyeol se llevó una de sus manos a la nuca y le miró casi pidiéndole ayuda antes de recibir una cruzada de brazos por parte del más bajo.

—Tienes que prestar atención, sino serás inútil al momento de tomar decisiones, Chanyeol. —suspiró el más bajo para posteriormente llevarse la mano a la sien y así masajear esta. Avanzó unos pasos más y Chanyeol lo siguió con la mirada puesta en sus pies; no quería que su jefe se quedara con esa impresión propia, pero ya era tarde para arreglarlo por ahora. Baekhyun se detuvo y lo miró. —Ahora pon mucha atención, que no lo repetiré. Tu primera tarea será ser el ayudante de Jongin, pero no te preocupes, no estarás solo…

Baekhyun iba a seguir hablando hasta que se vio interrumpido por el estrepitoso ruido de la puerta. La figura delgada y la tez morena hicieron que Chanyeol apretara sus labios, pues aquel era el hombre que minutos antes se había reído de él. Sin embargo, fueron las siguientes palabras las que causaron que su estómago se revolviera:

—Justo estábamos hablando de ti, Jongin. 

Notas finales:

He estado anotando muchas ideas para este fic, tantas que ni lo imaginan. 

Pero me gustaría leer más opiniones <3

Nos leemos pronto. 

 

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