Itachi miró a Shisui muy asustado, sus manos instintivamente fueron a su vientre, tratando vanamente de proteger a su pequeño Shin. Su vientre estaba muy abultado con treinta semanas de embarazo, una gravidez riesgosa, trataba de hallar una lógica de cómo había llegado frente a Shisui.
- Itachi has sido un chico muy malo – Shisui se acercó al amor de su vida, completamente loco – De quién es el bastardo que cargas – Siseo con fiereza.
- … – Itachi abrió la boca anonadado por la sorpresa, cómo podía preguntar una cosa así.
- ¡¡DIME!! – Rugió furioso, trataba de controlarse para no golpearlo, pero verlo con su abultado vientre, no entendía cómo podía estar en gravidez y tan abultado no lo había visto en casi tres meses.
- Qué – Itachi aún no comprendía la pregunta, estaba tan asustado, él que nunca antes tuvo miedo de nada porque era el gran Uchiha Itachi, nunca temió por su vida, su vida daba igual, aún recordaba que a su corta edad quiso suicidarse porque no le encontraba sentido a vivir, hasta que nació Sasuke, su hermanito era su gran tesoro, su móvil por vivir, más que Deidara en el pasado.
Pero en esos momentos su vida ya no era solo suya, incluso más importante que Sasuke, su hijo lo era todo para él, en el momento que lo supo, no hubo vuelta atrás, Shin era su mayor preocupación.
- Mierda Itachi con quién mierda te revolcaste – El Varón lanzó lejos un vaso que sostenía en la mano, para acercarse al menor levantando la mano con la clara intención de golpearlo.
- Con Nadie – Contestó – Tengo siete meses y medio, solo he estado contigo, de quién crees que es el niño que cargo, nunca te he engañado, en el fondo de tu ser lo sabes, sabes que este niño es tuyo – Reveló con angustia, lo que más miedo tenía era que su ex supiese de su paternidad.
Shisui se detuvo en el acto, viendo directamente los ojos de Itachi, se veía nervioso, pero al mismo tiempo sus ojos no mentían, con esa calma que solo él podría tener en esos momentos tan estresantes.
- De verdad es mío – Apuntó el vientre del menor
- Claro que es tuyo –
- Por qué no te ves feliz – Enarcó una ceja – Desearías que fuese de otro y no mío –
- Por qué iba a desear que fuese de otro, cuántos años estuvimos juntos, me conoces –
- Claro que lo hago por eso me doy cuenta que no estás contento –
- Shisui me tendiste una trampa, me tienes retenido contra mi voluntad en este maldito hotel, tengo casi ocho meses de gravidez es de alto riesgo, golpeaste a mi hermano, eres violento, y perdón pero temo por nuestra seguridad – Acarició su vientre dando énfasis a sus palabras
- ¡¡Mierda Itachi!! – Se sentó a lado del Bivacel, haciendo que inmediatamente Itachi se tensara, pero lo dejó pasar, llevo su mano al vientre de su amor para acariciarlo – ¿No quieres que seamos una familia? –
- No soy yo quien no quiere, eres tú – Trató de calmarse a pesar de lo corrosivo que sentía esa caricia, trataba de calmarse, de hacer acopio a todo su entrenamiento policiaco para lidiar en ese momento – Cómo no voy a querer que nuestro hijo tenga a sus padres, pero chocaste nuestro auto, disparaste a los de seguridad y golpeaste a Sasuke, no quiero que te cacen – Con toda su valentía tomó la mano de Shisui – Tengo miedo, de muchas cosas –
- ¿De mí? –
- Qué crees tú – Itachi lo miró directamente a los ojos - ¿Debo temer de ti? ¿Cómo sé que no me golpearas? ¿Nuestro bebito puede estar seguro contigo? – Apretó su agarre – ¿Podemos estar seguro contigo? –
- Si te portas bien – Susurró atrayendo al menor con su otra mano hacia él, besándolo con una necesidad loca.
Itachi ahogo un suspiro de nerviosismo, tratando de seguirle el paso a ese beso, tratando de fingir deseo por ese hombre que tanto daño le hizo.
- Es verdad lo que dicen – Susurro al oído del menor – Qué los embarazados siempre están cachondos – Mordió el lóbulo de Itachi mientras su mano bajaba para acariciarlo en su dormido miembro.
- … – Por un momento se perturbó, dio gracias al cielo que Shisui no podía verlo, sabía que cara debía tener, una frenética llena de miedo, pero tragó su miedo, su hijo era primero - No lo sé –
- ¿Ah No? ¿Qué pasa con Deidara? –
- Solo somos amigos, si antes me odió por ser un Bivacel, ahora que cree que soy un doncel, qué crees tú –
- ¿Te duele? –
- Por qué me iba a dolor, Deidara fue malo conmigo en el pasado, por qué iba a volver a caer con él –
- ¿Y yo? –
- Es diferente –
- Por qué – Shisui se alejo para mirarlo a los ojos.
- ¿Por qué? Es qué no lo sabes Shisui – Itachi le sonrió con melancolía – Te amo, eres el padre de nuestro hijo, esto – Tomó la mano del varón y la llevo a su vientre – Es nuestro milagro, nunca pensé poder tener familia contigo, sabes cuánto sufría por eso. ¡¡Dios!! Shisui te amo, pero te tengo miedo, me golpeaste estando embarazado ni siquiera sé cómo nuestro Shin se aferró tanto a la vida, para aguatar tus golpes, estoy embarazado, soy frágil y estoy a tu merced, si me juras no abusar de mí, te seguiré hasta el fin del mundo – Lo besó para dar énfasis a sus palabras.
- Si te portas bien – Le dijo en su susurro mordiendo su labio con suavidad.
- Si me tratas con cariño –
- Es un trato entonces – Con delicadeza recostó a Itachi en la cama para hacerlo suyo.
Itachi simplemente se dejó hacer, lo había soportado en el pasado, podía soportarlo una vez más, solo esperaba que lo encontraran luego y que Sasuke estuviese bien.
Naruto tenía el estomago tenso, ya había vomitado del miedo, cuando se enteró del choque que tuvo su novio junto a su cuñado. Todo el mundo estaba frenético, su padre Madara estaba fuera de sí gritándole a todos junto a su suegro Fugaku, en tanto su papi Minato, y él, estaban rodeados de seguridad con una sola orden tirar a matar.
Quería saber cómo estaba Sasuke, pero nadie le decía nada, su abuela Tsunade gritaba ordenes, su tío Kakashi seguía sus ordenes, y él no sabía qué hacer, estuvo un tiempo con Mikoto tratando de consolarla hasta que la tensión pudo con ella y terminó desmayándose.
Su Abuelo Tajima junto a su abuelo Dan y su padrino Jiraiya hablaban frenéticos por teléfono, al igual que su tío Yahiko.
Pegó un salto al sentir que alguien le tomaba de la mano, cuando se dio cuenta de quién era se abrazó a él, con la misma angustia que su tío Deidara debía estar sintiendo.
- Tranquilo el idiota de Sasuke es muy fuerte - Susurró el rubio mayor, quién estaba igual o más angustiado que Naruto, pero claro que era más por Itachi que por Sasuke, al menos el menor de los hermanos estaba ahí, a diferencia de Itachi que estaba desaparecido obviamente Shisui estaba detrás de ello.
Madara observó a su familia toda en pánico por los acontecimientos ocurridos horas antes, cómo mierda Shisui podía haber hecho eso, mocoso del demonio, le dijo que se quedara tranquilo que evitara meterse en problemas pero no, tenía que hacer movimientos tontos.
Su teléfono sonó con muchas notificaciones, era una empresa de detectives privados que tenía contratada para seguir a Kurama y a todos sus posibles secuaces, no podía permitir perder a Minato, quién estaba bajo estricta vigilancia, y eso significada que a su lado o no más de tres metros lejos de él.
Minato estaba junto a Sai y Gaara en la habitación de Mikoto, parecía que la familia Uchiha tendría que comprar en un propio hospital unas dos habitaciones para uso propio, porque pasaban mucho tiempo ahí. El mismo tiempo que él, Minato pasaba trabajando en el hospital.
Escuchó pasos apresurados y el nombre de su madre de la boca de su Marido, se levantó para saber la condición de Sasuke.
- Sasuke está bien, tenía una hemorragia en el abdomen que pudimos parar, y liberar el goagulo que estaba produciendo el derrame cerebral – Escuchó como su nieto sollozaba – Tranquilo Naruto, Sasuke está bien, solo necesitará unos días aquí, el neurocirujano vendrá hablar con ustedes para informarles más –
- Gracias – Fugaku pudo soltar un poco de alivio, pero aún era muy luego para eso su otro hijo estaba aún desaparecido, dónde demonios podía haberlo llevado.
Las horas pasaron lentamente para la familia Uchiha, pareció un largo tiempo para ellos el post operatorio, habían subido a Sasuke recién a su habitación privada, al lado de la que estaba ocupando Mikoto. Naruto estaba esperando que despertase junto a Sai, ambos tomados de la mano, los demás estaban volcados en saber de Itachi, muchos habían salido a buscarlo, Tobi, Izuna, Obito, muchos amigos de Itachi y casi todo el cuerpo policial, su compañero era alguien preciado para ellos.
Sasuke sentía mucha sed, despertó por la sensación de sequedad en ella, quiso incorporarse pero una mano lo detuvo de hacer, con mucha pesadez abrió sus ojos, lo primero que vio fue a Naruto con una cara de alivio y ojos rojos e hinchados.
- Teme – Susurró el rubio aliviado y dando gracias al cielo que su novio estuviese consciente – Sai ve a decirle a los demás –
- Qué pasó – No era tonto, sabía que algo había pasado para que él estuviese en una habitación de hospital.
- ¿No lo recuerdas? – Naruto preguntó –Tranquilo ¿Sí?, tuviste un accidente de auto, chocaron tu auto frente – Informó, vio como Sasuke trataba de hacer memoria, siempre que el Uchiha recordaba sus ojos se movía de derecha a izquierda y viceversa – Mi amor, no te fuerces por favor, estuviste mucho tiempo en cirugía, tuviste una abdominal y una cerebral, tuviste derrame por un coagulo –
- ¿Itachi está bien? – De pronto el Uchiha recordó todo lo sucedido.
Naruto cerró los ojos desesperado no sabía cómo se iba a tomar la noticia, justo llegó el neurólogo, Hiashi Hyoga, comenzó a revisar al Uchiha sin darle el tiempo necesario para que hablase, porque le hacía pregunta y le daba indicaciones que siguiera sus dedos, que apretara su mano, que la levantase y la dejase caer, etcétera.
- Itachi – Volvió a decir Sasuke desesperado.
- ¿Recuerdas qué pasó? – Yahiko entró junto a su compañera Konan.
- Más o menos – Respondió, sabiendo desde ya que algo estaba muy mal, quería levantarse pero así como estaba a nadie le iba a servir, y Naruto parecía histérico, nunca, ni cuando Kurama lo atacó el rubio parecía tan mal – Shisui se llevó a mi hermano ¿verdad? –
- Lamento confirmar que sí – Yahiko pensó en su propio hermano Deidara o Minato, podía comprender la frustración en Sasuke – Haremos lo posible –
- Itachi se va a sacrificar por su bebé – Sasuke miró el techo tratando de explicar – No es idiota, hará lo que sea por sobrevivir, hará cualquier cosa para que ese hijo de puta no le haga daño a su bebé – Soltó un suspiro el dolor no le hacía pensar bien – Una cuatro por cuatro nos choco de frente, Itachi iba por precaución del asiento trasero, gracias a Dios, apareció con una pistola, baleó alguno de los chicos, recuerdo que traté de evitar que se lo llevara pero me golpeo antes de poder hacer algo, solo recuerdo que Itachi le pedía que no le hiciera daño –
- Tienes alguna idea de dónde podría ir –
- Muchos lugares, ninguno muy rebuscado, Shisui es similar a Itachi en pensar, él simplemente haría lo más obvio porque nadie pensaría que lo buscarían ahí, ninguna bodega, o lugar donde Itachi estuviese mal menos en su estada, es un enfermo pero en su retorcida forma no le haría pasar una incomodidad –
- Gracias, trata de descansar cualquier cosa te informaremos – Se fueron de ahí dejando a los novios a solas.
- Tu padre anda en busca de Itachi junto a tus tíos, Papá está aquí cuidándonos a todos junto a nuestro abuelo, y tu mamá está sedada no pudo con la presión, ¿quieres que llame a alguien? –
- No, la persona que necesito está aquí – Sonrió débilmente a su novio, levantó su mano para que Naruto la tomase.
- Nunca más un susto de estos Teme, no lo soportaré-ttebayo – Dijo Acongojado tomando la manos de su novio y besándola – Te amo demasiado –
- También te amo – Sonrió con dolor.
-Descansa, sé que lo encontraremos –
- Eso espero…
Itachi se levantó con rapidez, colocándose la ropa como podía, había golpeado a Shisui en la cabeza con el teléfono de la mesa de noche, y cuando calló como sacó de patatas sobre él, volvió a golpearlo más fuerte. Hizo girones una de las sábanas para atar los tobillos y muñeca con fuerza a cada esquina de la cama, tenía que salir de ahí, dejó su celular ahí porque entendió que la manera tan rápida de encontrarlo fue porque el muy maldito tenía un GPS en su móvil.
Rebuscó entre las ropas de Shisui la tarjeta para desbloquear la puerta de acceso, el muy maldito lo había llevado a un hotel de la familia Sabaku No, salió de ahí corriendo, desesperado, la adrenalina estaba yéndose de su cuerpo a cada paso que daba por sentirse a salvo.
- Aah – Grito de susto pero fue ahogado por una mano, se vio arrastrado a una habitación con rapidez trató de patalear pero ni siquiera fue capaz de eso porque se sintió que era depositado en una cama, aterrado no podía ser posible que Shisui se hubiese desatado, no podía ser posible.
-Itachi – Llamó el hombre que lo había arrastrado a la habitación – Hey estás a salvo, tranquilo – El Uchiha miró al varón sin comprender nada – Estás a salvo, me entiendes, estás bien –
- No – Susurró – Cómo es que... estás aquí –
- Uchiha es mi Hotel –
Itachi se sintió un imbécil claro que su hotel – Sasori no me refiero a eso cómo supiste –
- Mi hermano está de novio con tu primo, supe de inmediato lo que había ocurrido, tu hermano está bien, Sasuke le dijo a Yahiko que Shisui te llevaría a un lugar tan obvio que nadie lo iba a pensar – Sasori le sonrió a su “Enemigo” en el amor – No sé por qué pensé que podrías estar en uno de mis hoteles, así que pedí revisar las cámaras –
- Gracias –
- No aún Uchiha – Sasori marcó a su hermano – Dame con tu suegro - Ordenó – Madara Itachi está conmigo…No, no creo que esté muy bien, si…pero….Dios por qué los Uchiha son tan insufrible, déjame hablar -Ladró el pelirrojo – Hay más personas junto a Shisui, tengo a Itachi en una habitación segura, lo sacaré de aquí, pero creo que en tus filas tienes a un espía. No te preocupes por tu sobrino, lo cuidaré pero creo que debes mantener en secreto dónde está –
Itachi no le importó la conversación, él había llegado a la misma conclusión que Sasori, había más que un GPS en su móvil. Quería bañarse, necesitaba sacarse el aroma de Shisui sobre la piel.
Madara miró a Sasuke al colgar el teléfono, en la habitación estaban Gaara, Naruto, Sai junto al padre de estos, cuando Sasori llamó.
- Nadie dentro de este lugar dirá algo sobre la conversación llevada a cabo, y Sasuke trata de parecer ansioso y ustedes dos piensen en lo que más miedo les da porque ese será su castigo si abren su bocota – Amenazó a sus hijos sabiendo que eran muy malos para mentir.
- Lo haré, todo por su seguridad – Acepto Sasuke cerrando los ojos, demasiado aliviado de saber que estaba bien.
- Vamos chicos, dejemos dormir a Sasuke –
- Yo me quedo papá – Naruto informó.
- Claro – Salieron dejando a la pareja a solas – Obito – Llamó a su hermano que hablaba con Kakashi – Iré a dejar a Gaara, Sai se quedará con él hoy, cuida de Naruto –
Minato escuchó a su marido, no le apetecía dejar a Naruto solo, estaba muy aprensivo pero tenía claro que donde Madara fuese, él iba estar a su lado. Sonrió al ver cómo le hacía una señal con la mano para que fuese junto a él, caminó en busca de su encuentro tomando su mano, se dio cuenta que eran seguidos por la seguridad.
Itachi se permitió respirar cuando estuvo fuera de ese hotel camino a la casa de Sasori, su cabeza era un caos, sus piernas temblaban cuando bajó del auto tuvo que ser ayudado por el pelirrojo, que lo guío hasta una habitación de invitados.
- Tu tío vendrá pronto, quieres algo de comer, o dormir –
- Un baño –
- Claro, ve, tendrás ropa limpia al salir e igual para comer, hay algo que no puedas tolerar – Sasori estaba visiblemente incomodo ayudando al enemigo de toda una vida.
- puedo comer cualquier cosa, pero creo que algo ligero, gelatina ¿tendrás? –
- Tienes suerte Gaara adora las gelatinas – Sasori fue camino a la puerta para dar las indicaciones y dejar al Uchiha.
-Sasori muchas gracias –
- No hay nada que agradecer, cualquier persona decente haría lo mismo – Vio como el chico sonría, a pesar de su rostro de desolación. Increíblemente encontró que Itachi se veía hermoso, así con el cabello suelto, con esa jardinera de denim negra y con su abultado vientre.
Se marchó dejando al Uchiha en intimidad, quien rápidamente fue a tomar un baño, no quería oler más a Shisui, aún podía sentir sus manos paseando por su cuerpo, forzándolo para que se abriera a él.
- Estamos a salvo Shin – Susurró a su bebé quien se movió como si entendiese que ya no había peligro, se había asustado tanto porque que su pequeño no se movía, en todas las horas que estuvo con Shisui.
No lloró, no quería hacerlo, tampoco gritar, solo quería no sentir ese hormigueo en su cuerpo, quitarse la desesperación de sentirse sucio, al tocar su vientre lo sintió peor, a pesar que lo hizo por Shin, odio sentir placer de esa relación forzada.
Kurama no dejaba de reírse, al ver Shisui, sus hombres lo habían encontrado desnudo y amarrado en la cama de la habitación de hotel. El Uchiha estaba furioso con una bolsa de hielo en la cabeza Itachi le había dado duro aún recordaba sus palabras.
“ – Realmente te amo Shisui, más de lo que alguna vez amé a Deidara, pero ahora amo más a mi hijo que a ti, y a tu lado no puedo estar, casi matas a nuestro hijo, eso jamás te lo perdonaré – ”
- Podrías dejar de reírte - Odiaba la risa del maldito zorro.
- Te di todo para obtuvieras a tu preciado Itachi y lo perdiste, eres acaso imbécil –
- A ti no te pasó lo mismo, que yo sepa Minato se te ha escapado no una ni dos, si no cuatro veces, así que no tienes moral para recriminarme –
- Arruinas mi diversión, pero una vez que lo atrape no se volverá a escapar –
- Lo que tu digas – Shisui se levantó – Mi iré mantendremos el contacto –
Kurama sonrió, nunca pensó que un Uchiha lo haría reír tanto, era alguien entretenido, a diferencia del maldito de Madara que solo le hacía pasar dolores de cabeza únicos. Se levantó para ir a su cuarto, sonrió al ver al hermoso joven de cabellos rubios cenizas y ojos grandes grises.
El Uzumaki tocó la piel clara y desnuda del joven quien gimió ante el tacto – Veo que la droga te hizo efecto, tranquilo, esta noche solo será placentera para ti –
Era un muchacho que ayudaba en su casa, era huérfano y nadie lo iba extrañar, la policía no podía hacer mucho, porque estaban en las afueras de su casa resguardando, lo que pasaba dentro de ella, era solo cuestión de él.
Sonrió alegremente, el mocoso serviría para apagar su deseo por Minato.
Minato revisaba a Itachi, había pedido a su madre un bolso con instrumento para revisar a Itachi, un escáner portátil, quería saber cómo estaba el bebito del menor.
Se tomó su tiempo para esculcarlo bien, trataba de evitar mirar donde estaban los chupetones que el detective tenía repartidos por todo su cuerpo, al menos no había sido lo golpeado. Claro que volver a tener sexo agresivo era lo mismo.
- Todo está bien con el pequeño Shin – Dijo sonriéndole con cariño a su sobrino – Tú eres un caso aparte – Sacó un teléfono de su maletín – Ten, llama a tu hermano para que estén ambos tranquilo es seguro solo puede llamar a un solo numero y ese lo tiene Naruto – Salió de ahí para dejarlo hablar con su hermano.
Madara conversaba con Sasori viendo como continuar, quería llevarse a Itachi pero podía ponerlo en riesgo una vez más. Dejarlo ahí y no contarle a nadie más en su familia se le hacía cruel, pero si no veían que el gallinero estaba patas para arriba nadie les iba a creer que realmente no sabían dónde estaba Itachi.
- Nadie en absoluto, pensará siquiera que Itachi está aquí, cuando digo nadie, es nadie, todos saben cuan mal nos llevamos por Deidara. No soy pretencioso en decir que este lugar es el más tranquilo y seguro para Itachi, acá solo vivimos Gaara, mi abuela Chiyo y mi abuelo Ebizo y yo, puedes estar tranquilo que no habrá problemas. Sai se puede quedar aquí y así acompañar a Itachi –
- No sé cómo agradecerte –
- Solo has que sufra un poco Deidara y estaremos a mano – Lo dijo medio en broma, medio en serio.
- Aún resentido por el quiebre – Minato ingresó al lugar escuchando – Realmente lo siento por mi hermano, debe estar angustiado por Itachi, pero quizás le ayude a reflexionar – Comentó – Todo está en orden con el pequeño Shin e Itachi – Dijo más para Madara que para Sasori.
- Iré a ver cómo está – Madara se fue dejándolo a su marido con Sasori.
- Sasori, lamento todos los problemas ocasionados –
- No cosas que pasan Minato-San, me alegra saber que usted está bien y por lo que veo en dulce espera – Apuntó al pequeño vientre del rubio – Me alegró saber que se encuentra bien y también por cuidar de Gaara que se la pasa en su casa –
- No es ninguna incomodidad, Gaara es un chico muy bueno y agradable, me gusta que esté cerca de mis hijos –
Madara entró con cuidado a la habitación de Itachi, estaba sentado en la orilla de la cama mirando hacia nada en particular ido completamente, con el celular en la mano.
- Hablaste con tu hermano –
- Sí – Itachi ni se giró para mirar a su tío – Al menos está bien –
- Cómo estás tú –
- Shin está bien –
- Pregunté por ti, no por tu bebito – Se sentó al lado del menor para abrazarlo – Itachi sé que esto es muy difícil, pero creo que lo mejor es que te quedes aquí, nadie pensarás que estás en casa de Sasori, además Shisui se escapó, alguien está de espía en nuestra familia, no sé quién es, y Shisui tiene conexiones con Kurama – Soltó un suspiro de cansancio – Me contactó hace unas semanas, para hacer un trato, Kurama le dije que si le ayudaba atrapar a Minato, él le ayudaría para capturarte, quería que hiciéramos un trato en donde te entregase y a cambio mataría a Kurama –
- Gracias por decir que no – Dejó caer su cabeza sobre el hombro de su tío.
- Jamás te entregaría ese hijo de putas – Le dijo con cariños – Mis sobrinos, los hijos de mi querido hermano, son muy importantes para mí –
- No le dirás a mis padres que estoy aquí –
- No aún – Su voz detonaba culpabilidad – Lo siento por eso pero es lo más seguro para ti y Shin –
- Haré lo que digas, pero dile a mamá en algún momento –
- Sí, tranquilo – Aseguró – Ahora hablemos de ti…
Dejó su moto estacionada en un mirador de Tokio, bufó molesto, por qué lo habían citado ahí, pero bueno, lo mejor era moverse rápido.
- Es verdad que tienes algo para mí –
- Sí lo tengo – Dijo una persona que apenas podía ver afirmada en la baranda.
- Qué es – Escuchó cómo le lanzaban algo a piso, con extrañeza lo levantó - ¿Lirios rojos? –
- Para tu tumba, maldito desgraciado – El sonido de un arma descargándose con furia sobre un cuerpo moribundo destruyó el silencio de la noche.