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Espiral de Mentiras por Silvia_Riffie

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Notas del capitulo:

Holas, cómo van, espero que geniales, me atrasé sí, pero este Cap., está recién horneado, y huele delicioso, ajjaaj, me divertí mucho, me salió en cosa de minutos.

 

Espero que le disfruten, y nos vemos abajo

 

Enjoy!!!

Capitulo Cuatro…..WhatsApp

 

Tres meses transcurrieron desde la intervención de Minato, habían sacado de su cuerpo el cabestrillo quirúrgico, el rubio se sentía extraño sin la molestia constante con la cual convivió durante años, también  su pene se sentía extraño, sentir la tela de sus interiores, el cabestrillo había causado horrores en sus partes intimas, una de ella era la extrema sensibilidad en su pene y testículos por el constante dolor, Orochimaru le dijo que necesitaría terapia para poder volver hacer su vida normal, estaba con un sicólogo para ayudarlo a pasar su fobia al sexo, temía excitarse ya que el dolor que padecía era desalmado.

 

Madara ayudaba, y de qué manera, quizás no tenían sexo como tal, pero Madara hacía tanto por él, tenían encuentros muy fogosos, llevaban dos meses viviendo juntos, pronto se casarían y ya estaban avanzando en el tema de la adopción de ambos chicos. Naruto en cuanto le dieron el alta se fue vivir con ellos, llevaban un vida cotidiana bien rara, Sai con sus palabras sinceras y sin filtro, Naruto con su ingenuidad, Madara con su sobre protección para con los tres.

 

Naruto recibía clases particulares, para tomar exámenes libres, Minato palpaba la ilusión en Naruto en ser más, ponía mucho empeño, Madara le dijo que si se aplicaba le regalaría un celular, le costó al menos un mes  aprender a leer, pero cuando comenzó hacerlo, no soltó los libros, era bueno en casi todas las asignaturas excepto en matemáticas, decía que le estaban hablando en español porque no entendía nada, Itachi se preocupó entonces de hacerle reforzamiento de matemáticas, pasaba después de su trabajo a la casa de Madara a ayudar a Naruto con sus estudios, Sai también, Minato cuando tenía tiempo le ayuda también en ciencias sobre todo, pero la parte pesada la tenía Iruka Umino, el sensei de todos los Uchiha menores, era un doncel de treinta y tantos, sus padres servían a la familia Uchiha,  Iruka le comentó a Minato que pensaba que él también iba a ser un sirviente de la familia, pero Tajima había visto todo el amor que Iruka colocaba siendo un niño cuidando a los más pequeños de la casa, por lo cual le pregunto si le gustaría ser profesor, así que gracias a él fue a buenos colegios y luego a la universidad, ahora tenía un buen trabajo como director de un colegio  de niños con cuidados especiales, y eso le daba tiempo de poder seguir ayudando a la familia Uchiha.

 

Naruto con Iruka se llevaban súper bien, peleaban sí, el zorrito tenía el don de sacar de quicios a Iruka, pero luego  el pequeño decía algo y el Umino sonreía y perdonaba la falta anterior.

 

Sai por su lado buscaba a Minato, éste veía al chico con miedos, trataba de ocultar todo con su sonrisa, pero él sabía escavar en el fondo de las personas, trataba de ayudar al menor de sus hijos, sonaba hermoso decir eso, en lo que pudiese, Sai siempre le preguntaba sobre el amor, y los varones, al parecer alguien le gustaba pero no tenía la valentía suficiente para lanzarse en busca del amor.

 

Madara, merecía muchos más pensamientos, lo amaba mucho, al comienzo temía de él, cuando el señor Tajima fue a ofrecerle trabajo, siempre supo que más tarde o más temprano su novio lo iba a encontrar, le daba mucho miedo, porque conocía lo implacable que podían ser los Uchiha a la hora de cobrarse una venganza, pero Madara  dijo que estaba furioso y que quería cobrarse todo, pero luego que supo lo que el rubio había vivido, solo quería estar a su lado para estar con él protegerlo y amarlo.

 

Madara cada día lo tapaba de mensajes, Minato trataba de contestar todos sus mensajes, se reía con algunos mensajes picantes, nunca antes le encontró sentido al famoso WhatsApp hasta ahora, tenía un grupo con Sai, Naruto y Madara, tenían muy buena comunicación entre ellos, sus cenas, cuando él no tenía turno, eran divertidas.

 

Estaba tratando de dormir pero igual estaba preocupado por uno de sus pacientes, Madara sintió como su novio se removía en la cama – Qué te preocupa rubio- Madara se giro para abrazarlo y besar el cremoso cuello de su amor, haciendo suspirar al doncel.

 

-Tengo un paciente es un niño con tumores en el intestino delgado, lo operé, pero igual hay que monitorearlo- Soltó un suspiro al sentir una nueva caricia, se giró para quedar frente al Uchiha, se sonrieron con amor, se besaron, Minato soltó una carcajada Madara se había colocado sobre él en un solo movimiento-Madara contrólate- Pidió.

 

-Orochimaru me odia, estoy seguro que te dio más semanas de recuperación de los que necesitabas- Gruñó,  mientras besaba el torso de su rubio-Me dejas comprobar-  Pidió sensualmente al tiempo que su boca se posicionaba en uno de los rosados y suaves pezones del Namikaze, lo chupeteo y mordió gentilmente haciendo delirar al menor.

 

-Está bien, pero sé gentil-Advirtió cuando tuvo aliento para hablar.

 

Madara buscó algo debajo de su almohada, cuando encontró el lubricante le sonrió socarronamente al Namikaze, colocó un poco del gel en sus dedos,  mientras tanto Minato se acomodó, Madara con mucha suavidad se internó en la parte más intima del Doncel, inmediatamente sintió como se tensaba, eso lo enfurecía, odiaba a Kurama por todo lo que le había hecho a su amor, Minato temía mucho del sexo.

 

Lo primero que hizo fue buscar a Kurama, pero este estaba en viajes de negocios, averiguó el día de su llegada a Japón, le estaba preparando una hermosa sorpresa, dejó de pensar en él, para volver toda su atención a su hermoso rubio.

 

Sentía pánico cuando alguien le tocaba tan íntimamente, si bien ese lugar estaba destinado a entregarle mucho placer, además claro que la primera función era la de procrear, pero también era la parte más importante donde realmente se sentiría conectado físicamente con su pareja, pero para él, solo significada dolor desde los quince años solo sintió dolor, crudo, palpitante, ardiente, Kurama lo mancillaba de maneras salvajes, de solo recordarlo su respiración se volvía errática, a pesar de sentir miedo, se negaba a cerrar los ojos, a pesar de ser una cosa por inercia, si lo hacía se volvería loco, pensando que era Kurama imaginándolo a él sobre su cuerpo, a pesar del toque gentil de Madara, de la suavidad de su dedo en su entrada, realmente quería entregarse a él, pero temía que le doliera, no estaba preparado, pero también se dijo que si no se arriesgaba nunca podría superar su trauma, su psicólogo ya se lo había dicho.

 

-Aaaah- Jadeo al sentir la mano de Madara sobre su pene comenzándolo a estimular-mmmm- sus manos estrujaban las sabanas por el placer que comenzaba a embargarlo, pero necesitaba más contacto, sin detenerse a pensar, porque ese era su gran problema,  pensar, soltó sus manos fueron a parar al cuello de Madara, buscó la boca del varón para devorarla.

 

Madara se sorprendió gratamente, en esos mas de tres meses Minato se cortaba demasiado, nunca podía ser espontaneo y dejarse llevar por sus instintos pero quizás está vez sería diferente, se dejó llevar también, colocó otro digito en el interior de su amor y comenzó a simular estocadas, los suspiros y jadeos de Minato le dijeron que estaba bien, unió un tercero a los otros dos, le gustaba tener al Namikaze así suspirando por su caricias, sintiendo placer gracia  su mano, el doncel se vino en su mano, su respiración era errática y le balbuceo algo.

 

-Minato te haré mío-Susurró con la voz ronca por el placer, como respuesta solo tuvo un pequeño movimiento de cabeza, volvió acomodar a su rubio en la cama para tener un mejor acceso a su intimidad, su miembro estaba duro, hace mucho deseaba poseerlo pero en las veces anteriores Minato terminaba en llanto, temía que esta vez fuese igual, por eso cada movimiento, cada caricia era suave, había tomado muchas precauciones antes, Minato sabía que podía decir Basta y él Madara se iba a detener, tenía todas la vías de escape disponibles, que siempre sintiera que tenía el poder ahí.

 

Utilizó más lubricante tanto en miembro como en la entrada de Minato, no quiso avisarle cuando entraría, las veces pasadas lo hacía y Minato se predisponía, así que se posicionó y entró de una sola vez.

 

Minato perdió el aliento, Dios, Madara siempre le avisaba, pero supuso hacer esto era lo mejor, simplemente estaba dentro de él, eso era más de las veces anteriores en ese mes, Orochimaru les había aconsejado que intimaran para ver como se comportaba su cuerpo ahora que no estaba el cinturón, pero les advirtió que no constantemente, para evitar que algo aún no cicatrice en un cien por ciento. Se sentía extraño, el estar siendo poseído por Madara, sentía su entrada dolor un poco, pero nunca como lo sintió con Kurama, odiaba comparar pero lo hacía demasiado en el sexo, más que nada porque casi toda su experiencia se basaba en el abuso. Sentía a Madara dentro de él, y pronto gimió, el Uchiha se había movido lentamente en su interior, y así comenzaron a danzar al son del otro. Se amaron con devoción, en un momento Madara se giró para quedar abajo y Minato arriba, sus manos fueron a las caderas del doncel para ayudarle a guiar los compas de sus envestidas.

 

Nunca había estado arriba, le gustó estar sobre Madara, ver su rostro contraído por placer, placer que él le propinaba al varón, contempló el  cuerpo maravilloso debajo de él, sentía que lo estaba poseyendo, le gustaba estar así, sonrió mientras suspiraba de placer y sus ojos se llenaban de lágrimas sobre todo cuando sintió un fruición que lo ahogo de emoción, un goce que se atoraba en su garganta.

 

Madara sonrió al verle así, había sido buena idea hablar con Orochimaru, si bien no era su persona favorita en el mundo, siempre sabía lo que necesitaba, le dio algunos consejos para que probara con Minato, una de esas fue que lo dejara probar arriba, muchos donceles que temían al sexo les gustaba estar sobre el varón le hacía sentir que era él quien dominaba el asunto se sentían más libre, como siempre la serpiente no se equivocó.

 

Minato se arrojó la los brazos de Madara, necesitaba abrazar, toquetearlo, el Uchiha lo recibió gustoso, luego se incorporó con el rubio ambos quedaron sentados ambos a punto de llegar al orgasmo.

 

-Aaah, mmmm, Madara, me voy a venir-

 

-Yo también-

 

Minato se ahogo en jubilo, su gemido murió en la boca del Uchiha, terminaron juntos abrazados, y todos enredados, se besaron  nuevamente  reafirmando su amor. Minato lloró de felicidad en brazos de su amado, estaba visiblemente tocado, pensó que nunca más iba a poder disfrutar del sexo y menos estar nuevamente con el amor de su vida, lástima que lo supo muy tarde, no quería decirle  a Madara, cuan arrepentido estaba de todas las decisiones de su pasado. El Uchiha lo apapachó con mucho cariño.

 

-Te amo- Dijeron al mismo tiempo. Madara tuvo la tarea de limpiarlos a ambos y arreglar la cama, se durmieron abrazados.

 

A la mañana siguiente estaban todos tomando su desayuno, Sai y Naruto observaban a sus padres, sonreír y coquetear, ambos se imaginaba que había pasado, sonrieron cómplices, Naruto le envió un mensaje a Sai, donde le advertía de que no dijera nada, Sai le respondió que era una aguafiestas, pero le hizo caso.

 

Naruto estaba terminado su desayuno cuando el sonido de su celular, llamó su atención. Era un mensaje de un número que no tenía registrado.

 

Buenos días Naruto, cómo estás.

 

Frunció el ceño al ver el número desconocido, tenía pocos números guardados, de su familia y algunos Uchiha y la familia de Minato, pero era extraño que alguien le hablara y no tuviera guardado el nombre de la persona, era raro.

 

Buenos días, quién eres??

 

 

 

Bendito fuera el auto corrector que Sai le había colocado en el teléfono, ya que aún le costaba mucho escribir bien y rápido.

 

 

 

Bien hecho, siempre debes preguntar quién es la persona que te escribe, pero  te gustaría jugar a las 50 preguntas conmigo para que adivines quién soy.

 

 

 

Naruto leyó intrigado, no le gustaba que alguien desconocido le hablara pero le picaba la curiosidad.

 

Bueno, pero tengo clases sabes, 50 preguntas son muchas…

 

Así inicio una conversación con un desconocido, le preguntó a Sai como podría llamar a una persona que parecía ser pesado y amargado, su hermano le dijo Bastardo, así que le colocó asía su nuevo contacto.

 

Llevaban días hablando, al final nunca supo de quien se trataba, le agradaba hablar con él, era divertido y molesto a la vez, le decía palabras que no comprendía y tenía que usar el diccionario, siempre tenía que preguntarle a los demás sobre algunas palabras que aún teniendo el significado no entendía tan bien, Iruka estaba muy contento porque Naruto  hacía muchas preguntas y ponía más empeño en las asignaturas, nadie sabía  el porqué de tanto ahínco que el rubio colocaba, Minato y Madara estaban bastante sorprendidos de las cosas que tímidamente pedía, títulos de libros, cómics, series y películas. Sai estaba contento  ya que su hermano mayor le preguntaba sobre artistas, en sus tiempos libres iban a galerías y museos.

 

Todos habían notado algo sí, Naruto no se despegaba de su teléfono móvil, siempre estaba escribiendo en él, se reía, otras veces gruñía y balbuceaba, cuando le preguntaban decía que estaba viendo cosas por internet.

 

Itachi sonreía sin parar, sentía estaba haciendo una travesura como un crío, él sabía perfectamente que pasaba con Naruto, él le había dado el número de teléfono a Sasuke, éste insistentemente le pidió el número del rubio, así que se lo dio, luego de la amenaza de su querido hermano varón donde le decía que iba a darle su número de teléfono a todos los acosadores que  Itachi tenía.

 

Ambos, Itachi y Sasuke, conversaban mucho, tenían una muy buena relación de hermanos, se molestaban y peleaban pero se querían mucho, Sasuke le hablaba mucho de Naruto, le pedía idea y le preguntaba como andaba, Itachi le respondía y además le enviaba fotos y vídeos, estaban casi siendo unos acosadores como Madara se enterara serían carne para los tiburones.

 

Lo que ambos no podían creer, y fue su propio padre quien les contó la noticia que los hizo alucinar, Mikoto hizo un grupo en la aplicación de mensajería para que estuvieran los cuatro conectados, ella les obligó  a tener conversaciones familiares ya que siempre estaban dispersos y lejos, Fugaku en viajes en el extranjero, Itachi quien trabajaba en la policía siempre estaba ocupado, Sasuke en Inglaterra, ella necesitaba tener conexión con ellos, así que ella, una mujer pequeña de dulce semblante podía ser temible y sus tres hombres lo sabían, fue ahí donde su padre les contó que su abuelo Tajima, cayó rendido a los pies de Naruto, hablada a todos sus conocidos de lo dulce y lindo que era el rubio su nieto, cosa que le dejaba en claro a todos, también de Minato, estaba encantado con los rubios.

 

Eso les dejó helado ya que su abuelo era seriote y nunca se emocionaba mucho, menos compartía sus alegrías con la gente, su madre agregó que Tajima siempre es escapaba para ir a casa de Madara, invitaba a salir a Naruto y Sai, al parecer también ayudó que el viejito se acercara más a su nieto  menor. Mikoto habló maravillas de Naruto, de curiosa y aburrida, lo había admitido, fue a casa de Madara para conocer a su futuro yerno, y cuñado, ambos le pidieron ayuda con la cocina, ya que los Uchiha no eran buenos en el arte culinario, la familia no  estaba muy a gusto con las personas de servicio, arruinaban el ambiente familiar según Sai, más a los rubios les hacía ilusión cocinar para sus seres queridos, Mikoto feliz les enseñó las artes culinarias, ella era una prestigiosa chef tenía ya una cadena de restaurantes, tenía un programa de televisión por cable, escribía libros y hasta tenía un blog, les contó que Naruto tenía mucha pasta de chef, mostró pasión en la cocina, por lo cual muy contenta comenzó a enseñarle de todo.

 

Al parecer a nadie le importaba si el chico era un varón todos le querían y todos habían hablando maravillas a Sasuke de Naruto, por supuesto que todos le amenazaron de mil manera, le hacía gracia que todos fueran así, ya ni se enojaba, lo divertido es que él ya hablaba con Naruto y les comprendía, el rubio era un Dobe de primera siempre salía con alguna tontera, de alguna manera se las arreglaba para discutir con él, eso le divertía mucho.

 

Sasuke estaba contento, antes detestaba su teléfono, solo lo usaba porque si no contestaba los mensajes de su familia especialmente de su madre él podría conocer la parte más aterradora de Mikoto, pero desde que hablaba con Naruto le encontró su gracia, siempre estaban hablando a pesar de la diferencia de horarios, Sasuke le recomendaba autores, series, películas, y artistas, hasta música, luego ambos se enfrascaban en debates sobre el artista en cuestión, su Dobe, sí ya era de él, había comenzado a buscar cosas por su lado, y se las recomendaba a Sasuke, podía ver la mano de Sai detrás de algunos títulos, también se intercambiaban música.

 

El Uchiha había cortado con Sakura no quería saber nada de ella, es más pasada de ella porque ésta le armo una escenita cuando le dio la cortada que hizo que saliera todo lo obscuro que un Uchiha pudiese ser, habló con su hermano mayor sobre la chica, tenía ciertas reticencias para con ella, Itachi encontraba que estaba bien tenerlas, generalmente ellos tenían una suerte de perro a  la hora de estar con parejas siempre eran unos locos y locas de mierda, por lo que si Sasuke sentía que ella podría ser una amenaza lo mejor era tener planes de contingencias, todos los Uchiha estaban al tanto de esto, Sasuke les dijo la verdad, se llevó un serio reto de parte de sus padres, todos siempre estaban muy predispuestos a retarle por cualquier cosa, pero vamos ellos eran así, cuando Itachi metía la pata todos se lo hacían saber, con Izuna y Tobi quienes eran los que más se mentían en problemas era igual a ellos les llovían quejas y reprimendas. Su familia era un caso, pero lo bueno es que siempre podrían contar los unos a los otros, su abuelo siempre les dijo que la clave de la familia era la comunicación y la confianza.

 

Tenían problemas como todas las familias, todos tenían sus secretos y todos eran muy tránsfugas, todos eran conscientes de ello, pero también tenían un olfato único a la hora de encontrar las frutas podridas que trataban de inmiscuirse entre ellos, todos odiaban a la difunta esposa de Madara por eso, se pasó años tratando de sembrar cizaña e intriga  entre ellos, pero todos se confrontaban de frente llegando a la raíz del problema que era ella, Madara sufrió en silencio durante años por las mil y una vergüenza que su mujer le hacía pasar, Minato era una brisa fresca, era liviano de sangre, muy respetuoso, amable a decir basta, recibía a todos con una sonrisa, recatado y educado, se preocupaba mucho de Sai y Naruto, cariñoso con Madara.

 

Eso le hacía gracia a Sasuke, la última conversación con su abuelo le dijo que siempre supo que Minato era para Madera, de la misma manera sabía que Naruto era para él, cuando Sasuke le hizo ver que Naruto era un varón su abuelo le contestó:

 

“A quién le importa Sasuke, pueden adoptar, ni siquiera paceré un varón, si a ti no te hace problema ni a él, qué importa lo demás, ya hace mucho que pasamos por eso de mostrar una imagen que no somos, eso murió con mis padres, no cometeré los errores del pasado, mi familia merece ser feliz como quiera, lo único que pido es que ustedes sean personas de bien y respeten a sus parejas”

 

El viejo, como Sasuke le llamaba, era único, sabía que muchas familias de la crema  y nata de la socialite le despreciaban por no aparentar como ellos, ni seguirles el juego. Lo peor de todo es que tenía toda una descendencia que seguía firmemente sus pasos y para el dolor de todos ellos eran los más ricos de Japón, luego los Uzumaki, y en tercer lugar los Namikaze y los Senju, y ahora iban a ser familias, eso los posicionaba en la punta de la pirámide, Sasuke gozaba de lo lindo con eso, no por el poder, o el dinero, ni nada de eso, sino porque detestaba a la gente estirada sobre todo porque los odiaban y ni les conocían.

 

Bastardo, llevamos más de dos meses en esto, dime quién eres.

 

El mensaje de Naruto lo distrajo.

 

Lo sabrás pronto Dobe.

 

Necesito saber quién eres, estoy un poco complicado sabes

 

Porqué tan complicado, tienes algún problema

 

Necesitas ayuda??

 

Sabes estoy comprometido con un chico que no conozco…

 

Hasta hace un tiempo no era un problema pero ahora, no sé cómo decirles a mis padres que no podré cumplir con eso. Estoy angustiado T_T

 

Sasuke frunció el ceño, eso no le gustaba nada, porque no podía casarse con él, habría conocido a alguien, pero Naruto le decía todo.

 

Por qué no te puedes casar, tienes miedo, o qué

 

No…espera…

 

Conociste a alguien, por qué no me habías cantado.

 

(•l8;o•l9;)

 

Bastardo, claro que conocí a alguien, creo que me enamoré de él

 

Pero no sé qué hacer, mis padres han hecho mucho por mí, quiero cumplir, pero no sé nada sobre él, todos me dan tantas opiniones de él, pero no sé cómo es en realidad, sé que llegará en estos días desde Inglaterra, me aterra conocerle.

 

Aterrarte?? Le temes?? Qué te han dicho

 

No mucho…

 

Por supuesto que me aterra, porque me gusta alguien más, y todos dicen que ese chico se lanzara sobre mí.

 

Sasuke soltó una carcajada, eso era algo seguro, le gustaba Naruto, no podía asegurar que lo amara, pero lo conocía bastante a través de los mensajes, el rubio incluso le enviaba mensajes de voz y él se divertía mucho con Naruto, pero el hecho que le gustara alguien lo pillaba desprevenido,  pero el rubio no le habló de nadie… No, Sasuke espera, se dijo a sí mismo, el Dobe si conoció a alguien

 

Naruto la persona que te gusta…

 

Soy yo????

 

???????

 

Estás ahí???

 

Sabes que el silencio otorga verdad?

 

Naruto…

 

Dobe...

 

Sí, me gustas mucho Bastardo…

 

Qué hago ahora???

 

( ..•h8;___h8;• .. )

 

 

 

Naruto estaba de muerto de miedo, muy nervioso, temía a que Sasuke llegara, de algún modo se había enamorado de ese chico con el que hablaba, le había ayudado un montón, había aprendido mucho, se divertía hablaban mucho, hasta de idioteces, cómo se suponía que iba a estar con otra persona si lo quería, lo peor era que tendría que estar dos años casado con otro hombre, lo peor de todo  es que no le había dicho al bastardo que él era un varón, Orochimaru trató de hacerle una series de pruebas  pero salían alterados por los medicamentos que ingería en el tratamiento nutricional que llevaba, luego trato de hacerle una ecografía, pero justo hubo una emergencia y ahora estaba de gira en el extranjero haciendo una serie de presentaciones de sus nuevos métodos y ayudando a otros médicos de su área  con el tema de los Doncel y los Bivacel.

 

Así que aún no lo sabía, le pidió a Minato, pero este le dijo que lo mejor era esperar a Orochimaru. Miró su teléfono esperaba que su bastardo hiciera algún tipo de comentario pero aún no pasaba nada, sus nervios iban a colapsar sino tenía una respuesta.

 

Dobe, tengo una pregunta más para ti, nos faltó una en el juego

 

El rubio soltó un suspiro y luego rasco su nuca,  nervioso, quería decirle al bastardo que se dejase de tonterías, pero mejor era seguirle el juego…

 

Está bien, pregunta

 

Quién crees que Soy mi nombre tiene una S y U, te daré unas pistas

 

Tengo un idiota por hermano mayor, y un primo bien desubicado

 

Dicen que tengo la tenacidad de mil toros

 

Dicen que soy una bestia

 

Además mi plato preferido es rubio de ojos azules a la carta

 

Creo que es algo de familia

 

Todos tenemos cierta tendencia a caer por los rubios…

 

Ya sabes quién soy???

 

 

 

Naruto leyó muchas veces eso, hasta que algo le hizo sentido, un hermano mayor, un primo, tendencia por los rubios, una bestia, la resistencia de mil toros, él había escuchado todos esos adjetivos para cierta persona, le costó mucho digitar el nombre…

 

Sasuke???

 

Al leer su nombre el Uchiha sonrió divertido, Naruto quizás no era tan Dobe, sonriendo escribió

 

Porque no volteas mejor Dobe…

 

Naruto leyó el mensaje y casi sintió su corazón salir, se encontraba en los jardines de la familia Uchiha, estaba sentado bajo un arce, muy nervioso se levantó para luego girarse, frente a él, estaba Sasuke, sintió un remesón en todo su ser, Mikoto le había mostrado una foto del varón, cabello y ojos color ébano, piel pálida, cierta mueca cínica en sus labios, la foto parecía expeler soberbia y mucha seguridad, la imagen del varón le llamó profundamente la atención pero no le encandiló, pero ahora viéndolo  en vivo y en directo era bastante diferente, Naruto vio lo alto que era el varón un metro ochenta y algo, hombros y espalda ancha, caderas estrechas y piernas largas, un torso amplio, iba vestido con jeans negro, una camisa azul marina y una chaqueta de cuero negro, se vía terriblemente sexy, ese varón sería su esposo, eran increíble, ahora entendía todo, era guapo, muy guapo.

 

-Al fin puedo ver a mi novio de mentiritas en vivo y en directo- Habló el Uchiha acercándose hacia Naruto, el rubio era más de lo que pensó, mejillas sonrojadas, labios carnosos, de cuerpo delgado con discretas curvas, Naruto era un doncel, a sus ojos lo era, no tenía pinta de ser un varón. Era terriblemente hermoso, sus añiles ojos azules grandes y expresivos, el rubio le miraba examinando cada parte de su ser, eso le gustaba.

 

-Hola Bastardo novio de mentiritas-Ttebayo-Susurró el rubio, estaban a pocos centímetros de distancias, cuando Sasuke sonrió, Naruto simplemente se guío por un impulso terminó la distancia entre ellos y besó al Uchiha.

 

Sasuke se sorprendió, él iba a besar a Naruto pero el menor se le adelantó, sonrió quedo mientras respondía el beso y lo abrazaba.

 

La escena era vista por Madara y Minato, ambos se quedaron de una pieza viéndolos.

 

-Bueno ya sabemos con quien se comunicaba  Naruto- Dijo el Namikaze.

 

-Itachi se las verá conmigo- Juró Madara aún observando cómo los jóvenes seguían besándose con delicadeza mientras se abrazaban y afianzaban la unión.

 

Minato sonrió dulcemente antes de imitar a su hijo y tomar por sorpresa al mayor besándolo.

 

 

Notas finales:

Oh, Oh, me encanta el SasuNaru vivo por y para ellos, jajja, ojala les haya gustado. 

 

Quise mostrar otro tipo de familia, casi siempre siento que a los Uchiha los colocan como una familia bien disfuncional, y yo creo que no lo son, sino que son muy preocupados y cariñosos entre ellos.

 

Bien gracias por leer y por sus comentarios, trataré de responder en cuanto tenga un poco de tiempo.

 

Muchos cariños, nos vemos, linda semana.

 

Silvia


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