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Espiral de Mentiras por Silvia_Riffie

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Notas del capitulo:

Holas, lo prometido es deuda. Aquí lo prometido, espero que les guste como siempre os digo.


Disfruten el capítulo...

Itachi miró el techo blanco de su habitación en el hospital, como si en el estuvieran todas las respuestas del universo. Sujetaba un libro en la mano que no había sido capaz de leer. Pasaba de medianoche  y no existía forma de conciliar el sueño.

Escuchó como su padre se removió en el sofá que había en la habitación, tratando de encontrar una buena posición para dormir. Su familia se negó a dejarlo solo, mientras estuviera hospitalizado, todos se turnarían en cuidarle, preocupados de que Shisui se acercara a él. Su teléfono fue confiscado por su abuelo fue a verle horas antes, caída ya la tarde, Itachi pensó que estaría decepcionado de él, o que lo iba a retar, mas no, Tajima Uchiha, lo tranquilizó, entregándole palabras de aliento y todo su apoyo para superar ese difícil momento. Un gestó que exorcizó varias de las preocupaciones del detective.

Agradecía tener una familia metiche en momentos como esos, trataba de pensar, cómo llegó a una cama de hospital con hematomas internos, soltó un suspiró de cansancio de lo más adentro de su ser. Cómo demonios iba seguir viviendo, toda su vida era una caída libre, sin frenos, ni nada en donde tomarse para evitar el inevitable choque contra el suelo.

Recordaba las preguntas de su mamá, ¿Cómo pasó? - ¿Cómo pudo vivir padeciendo eso, sin decir nada? - ¿Cómo ella no se dio cuenta lo que estaba pasando? - Trató de decirle que ni él mismo se dio cuenta de lo que había pasado hasta que ya fue muy tarde.

Shisui hizo un trabajo de cirugía mental con él. ¡Por Dios! Era un policía, un Detective de hecho, ¡Un maldito Detective! Cuántas veces les dijo a víctimas de maltrato que tenían que alegarse de sus parejas, aún si los amaban con locura porque el fin de ese amor sería ellas bajo dos metros bajo tierra.

Sabía los signos, el modus operandi, el lavado de cerebro, la manipulación, usar el método pasivo y agresivo, cálido y frío. Conocía todo eso y aún así cayó como un idiota.

Shisui jugó con su mente, con su poca autoestima como Bivacel, con sus inseguridades, su corazón roto, todo lo que era él, sentía asco por ser como una marioneta de otra persona.

Deidara le dijo a Itachi que fue Shisui que reveló su género a él, por qué se había  enterado solamente ese día cuando Orochimaru y Deidara lo dijeron. Estaba harto de ser el último de enterarse cosas sobre su vida, algo tan importante como eso,  si hubiera sabido eso antes, quizás no habría caído en esa tórrida relación con Shisui.

- ¿No puedes dormir? – Fugaku se incorporó acercándose a la cama de su hijo, sentándose en ella.

- No –

- No te castigues, nada de esto es tu culpa –

- No lo sé –

- Tu madre y hermano lo saben, yo lo sé, esto es algo que a cualquiera le pasaría –

- Qué se supone que voy hacer –

- Salir adelante Itachi. Eres una buena persona, quizás la persona más sabia que conozco, tienes un alma de anciano y lo digo como un cumplido – Le sonrió a su hijo – Saldrás adelante, ni siquiera tienes que buscar la felicidad o sueños, solo vivir tu vida de la manera que desees – Acarició el vientre de Itachi – Sea como sea es un regalo de Dios, ¿no lo crees? –

- No lo sé – Llevó sus manos a su vientre donde estaba la mano de su padre – Dejé que su progenitor me diera una paliza, ni siquiera sé cómo es que estoy en gravidez – La razón de su insomnio. Recordó el momento exacto cuando lo descubrió.

Orochimaru le hizo una ecografía en busca de daño interno,  lanzó el taco más grande que Itachi en su vida había escuchado.

- Qué pasó – Se preocupó de inmediato asustado que algo estuviera muy mal en su interior, sentía dolores desde hacía semanas, temió de tener algo que peligrará su vida.

- … - Orochimaru miró al Uchiha asustado y luego la pantalla del ecógrafo – No sé ni siquiera cómo decirte esto Itachi –

- ¿Estoy enfermo? –

- Sí, pero tu enfermedad no se curará en la vida, pero aliviara en unos meses –

- ¿Qué tan grave es? – Mierda, eso lo único que le faltaba.

- No sé si  es grave, todo depende de ti –

- Deja de jugar y dime qué sucede – Exigió molestándose por los rodeos del Tocólogo.

- No estoy jugando, solo estoy tratando de ver cómo te digo que estás en gravidez – Reveló Orochimaru.

- … –  Fue su turno de quedar en silencio completamente en blanco. Alucinó con la noticia por varios segundos sin saber qué decir o hacer.

- Sí, lo sé, me pasó lo mismo con Mitsuki, a pesar de buscar su concepción, cuando lo supe no sabía cómo actuar –

- ¿Cómo está vivo? – Fue lo único que pudo decir, Shisui lo golpeó tanto, pensó en todos los momentos que estuvo en peligro.

- Es un Uchiha, es un cabezota como todos ustedes – Le sonrió con cierta ternura ante la preocupación del menor.

- No…no puede ser posible – Lágrimas se abultaron en sus ojos – ¡¡No!! – Exclamó pensando en tantas cosas, sus manos fueron a su vientre – Cuánto tengo –

- Por la longitud y diámetro, al menos veinte semanas –

- ¡Cinco meses! – Pasó su mano por todo su torso – No puede ser, no puedo tener cinco meses de gravidez, porque mi vientre, mi panza está plano, no, no, no y no –

- Itachi tranquilízate – Orochimaru se sacó sus guantes, levantándose para tomar por los hombros al Uchiha que obviamente estaba por tener una crisis nerviosa – Tranquilo –

- No puedo, Orochimaru no puedo – Se desesperó – No entiendes, he sido golpeado, no solo por Shisui, también en mi trabajo, me han disparado con chaleco antibalas, ¡Pero me han Disparado! He bebido. Shisui me drogó hace solo unos días, he fumado, ¡He usado drogas! – Chilló alterado.

Orochimaru suspiró comprendiendo que estuviese perdiendo la cabeza, en lo que conocía al Uchiha jamás le vio de esa manera, completamente quebrado y vulnerable, afectado por ataque de culpa, no es que Itachi no quisiera a su bebé, estaba preocupado por todos los daños que podría tener a causa de sus acciones.

- A quién llamó –

- Sasuke – Fue la respuesta inmediata, Itachi no podía pensar en nadie más que su hermano.

Orochimaru le habló a la enfermera que estaba a su lado junto a otro médico que estaba escribiendo el reporte de lesiones, que fuese a buscar al hermano del paciente.

Sasuke llegó en cosa de minutos visiblemente preocupado – Itachi – Fue a su lado preocupado por el rostro pálidos pero su expresión de desesperación – Qué pasó – Preguntó a Orochimaru.

- Serás tío – Le dijo el Tocólogo lacónicamente.

Sasuke abrió sus ojos sorprendido, su hermano era un Bivacel, tenía cero coma cero, coma cero, coma cero, cinco por ciento de probabilidades quedará en gravidez. Al parecer Itachi era una de las pocas excepciones a la regla de todo Bivacel, ni siquiera sabía si podía alegrar por la noticia, o enfurecerse, porque Itachi en ese momento era un caos, y  para él, Sasuke,  lo más importante era su hermano sobre todas las cosas.

- ¿Quieres abortar? – Preguntó tratando de pasar por alto su propia moral respecto a la vida.

- No puedo, tengo cinco meses –

- ¡Cinco Meses! – Sasuke vio el vientre amoratado de su hermano y luego a Orochimaru.

- Algunas veces pasa, no siempre, pero hay embarazos que no son evidentes, hay casos de personas que se presentan con tanto dolor en urgencia, pensando que se están muriendo y la verdad es que están teniendo un parto y nunca se dieron cuenta que estaban embarazadas – Explicó a los hermanos – Seguramente por la vida tan tensa que lleva Itachi, el bebé se escondió –

- Ni siquiera sé cómo vivió a esto – Sasuke señaló todos los golpes evidentes en el cuerpo de Itachi.

- Ya le dije a tu hermano, es un bebito cabezota como su papi –

- ¿Quieres tenerlo? –

- ¡¡Debo hacerlo!! –

- No, Itachi piénsalo bien, tú quieres ser parte de esa pequeña vida o quieres darlo en adopción – Tenía que ser el impávido en la habitación con respecto a la  situación que estaban viviendo, tenía que hacerle ver a su hermano que tenía todas opciones disponibles a su disposición.

- Es mío – Sus manos apretaron su vientre como protegiéndolo de todo.

- Entonces está decidido, tendrás a tu bebé, llamaras a tu superior y le dirás que necesitas una licencia médica, en tu estado no puedes estar en un trabajo tan peligroso – Indicó Sasuke.

- ¿Y si ya le he hecho daño? He hecho tantas cosas malas e ingerido tantas cosas peligrosas –

- Hermano, en este momento tenemos que avanzar con lo que tenemos – Le expresó acariciando su rostro para darle paz  – Cómo ves al bebé Orochimaru –

- Miren – El médico mostró el monitor volviendo a colocar más gel en el vientre del mayor, de los Uchiha, para volver a tener imagen – El pequeño tiene alrededor de 20 semanas, puede tener más o menos, pero mide casi dieciséis centímetros, aquí están sus manitas y piececitos – Apuntó en la pantalla, claramente ambos hermanos podían ver un pequeño bebé formado – No veo malformaciones, solo que está bajo los gramos deseados pero es algo que podemos solucionar a corto plazo – Calmo las inseguridades del padre – Su pulmones, corazón, espalda, cerebro están insólita pero grafíticamente bien – Sonrió a los hermanos – Escuchemos su corazón – En la sala se escuchó el sonido de un pequeño corazoncito latir.

Itachi al escucharlo dejó caer su cabeza sobre la cabecera de la camilla, superado por las emociones que estaba sintiendo, unas lágrimas caían por su rostro.

- Lo escuchas – Sasuke le habló con emoción a su hermano – Ese es el sonido de un pequeñísimo ser humano que ha estado luchando por su vida desde el momento de su concepción, es tu inspiración para vivir. Él con todas las cosas en contra ha estado viviendo dentro de ti por cinco meses Itachi, si él puede, tú puedes hacerlo, debes hacerlo, no es solo tu vida ahora –

Orochimaru envidiaba ese trato tan hermoso que tenían los hermanos Uchiha, algo que al parecer era de familia, solo tenía que recordar cómo era la relación de los hijos de Tajima entre ellos. Estaba seguro que cualquiera recibiría una bala por el otro, como también el cómplice perfecto para cometer homicidio.

Amaría haber tenido otro bebé para que Mitsuki tuviese un hermano, lamentablemente no pudo quedar en gravidez nuevamente, pero quizás podría adoptar un hermoso bebe, sonrió le apetecía tener uno, ahora que veía que Minato e Itachi iban a tener uno, él también quería.

- ¡Oh! ¡Miren! ¡¡Es un niño!! – Reveló a los hermanos, justo él bebé se movió como si supiera que estaba siendo observado…

Le dio indicaciones de cuidado y como proceder en su delicado estado de salud y además embarazados. Tabletas de ácido fólico, tabletas de hierro y otras cosas más. Una consulta con una nutricionista, porque dijo que debía cambiar su forma de comer, que café y onigiris no era manera de alimentarse. Que estaba en momentos claves de su gravidez, con veinte semanas ya el pequeño podía percibir la voz de Itachi como el latido de su corazón, y percibir sus estados de ánimos.

Por supuesto después tuvo que darles la noticia a sus padres, Mikoto lo tomó extasiada a pesar del panorama y la concepción del pequeño, tener un nieto era un regalo del cielo, Fugaku lo tomó más calmado hasta que Itachi le aseguró que estaba contento con la noticia.

No quisieron decirle a nadie más sobre su estado para que no se filtrase, lo último que quería era que Shisui lo supiese, así que los cuatro como familia optaron por el silencio, algo que sería titánico.

Volviendo al presente sonrió, estaba más calmado, Orochimaru le aseguró que seguiría su gestación de forma regular y cercana para su tranquilidad, que haría exámenes para descartar cualquier complejidad.

- Itachi, no sabías que estabas embarazado, no puedes culparte por algo que no sabías – Consoló el mayor – Ahora lo sabes, del minuto que lo supiste ya no puedes hacer cosas irresponsables, debes cuidarte y cuidar de mi nieto – Sonrió con solo decir esa palabra – De hoy para atrás, está en el pasado, solo importa de hoy hacia adelante –

-Papá –Itachi pensaba mucho en su carrera como policía y detective ahora – No sé si seré capaz de seguir siendo Detective –

- ¿Estás seguro? – Desde que era un crío su hijo siempre quiso ser un señor de la ley como decía de pequeño, jugando hacer un sheriff.

- Este pequeño, tiene un solo padre – Señaló con dolor – Solo me tiene a mí, obviamente estarán todos ustedes, pero tú sabes que no es lo mismo – Su padre asintió con la cabeza – Shisui no sé si podrá cambiar, y francamente tengo miedo, no se trata de mí, si fuera solo yo podría soportarlo, pero me golpeó estando embarazado de su hijo, aún si no lo sabía, no debió hacerlo – Podía recordar vívidamente el golpe que le dio en el estacionamiento del departamento de policía, ese que pudo quitarle la vida a su bebito –Tengo mucho miedo de exponerme a cosas peligrosas –

- Está bien, no tienes que tomar ninguna decisión apresurada, estarás con licencia médica hasta finalizar tu embarazo y luego tienes el fuero por maternidad, serán casi dos años fuera de tu trabajo – Dijo con suavidad – Si luego de ese periodo no quieres volver, te das la baja, nadie puede inmiscuirse en tus decisiones –

- Gracias por estar aquí –

- Siempre Itachi, siempre – Tomo la mano de su hijo mayor con fuerza – Tú y Sasuke son siempre mi prioridad, y quiero que ahora que vas a tener un pequeñito y cuando Sasuke tenga los suyo, ellos sean la vuestra –

- Ya lo es – Dijo emocionado.

- Lo sé, por lo mismo debes tratar de dormir y descansar – Peino el cabello de Itachi, quitándole el libro que su hijo sostenía en la mano, y luego volvió al sofá.

                  Minato no podía dormir sonriendo bobamente, Madara a su lado también sonreía de la misma forma, le dijo que estaban esperando un bebito o bebita. Era un secreto aún no se lo decían a sus hijos, buscaban ideas entretenidas de decirle a ellos que serían hermanos mayores.

- Veo que no puedes estar más contento –

- Es como si la vida me estuviese devolviendo todo – Minato aún pensaba que no lo merecía – Naruto es mi pequeño que pensé que había muerto, esté pequeño milagro – Acarició su vientre – Mi hermoso Sai y tú en mi vida de nuevo. Estoy tan lleno de dicha, tanta una que jamás pensé tener, cómo sucedió  –

- Eso es simple, Naruto nos unió – Contestó Madara sobando la panza de su amado – Él es nuestro zorrito de la suerte –

- Sí – Pensó en su hijo que estaba durmiendo o eso esperaba junto a Sai, ninguno quería dormir solo, por lo cual decidieron dormir juntos en la habitación de Naruto, ya que la de Sai estaba llena de cosas y Naruto como era un despistado se golpeaba con todo.

- Deseas algún género en especial – Madara sabía lo que quería, pero si no era daba igual lo iba amar de todos modos.

- Niñita – Susurró con sus mejillas sonrosadas y voz soñadora – Da igual si no lo es, pero me gustaría una pequeñita rodeada de príncipes y reyes para ella sola – Sonrió pensando en el futuro, jugando a las tacitas junto a una hermosa pequeña.

- También me gustaría, ves rubio siempre estamos en sintonía – Le dijo antes de besarlo, estaban tan felices, que si Kurama los vieras se volvería loco de ira.

Hablando de él, estaba muerto de la risa viendo como en la celda de al lado (aún estaba en la celda del centro policial) Encerraban a Shisui  con una cara de furia como si fuera poseído por un demonio.

- Vaya, vaya, vaya – Kurama se levantó del asiento/cama – Mira nada más lo que arrojó la tormenta –

- Cállate imbécil – Pateó la reja que dividía las celdas furioso.

- ¡Oh! – El mayor hizo una pantomima como si estuviese asustado - ¡Qué agresivo! – Molestó con sordidez, muy divertido con ver a ese idiota tras las rejas igual que él – Qué hiciste – Preguntó divertido.

- No te importa –

- ¡¡NO!! – Berreó extasiado de diversión – No me digas que le hiciste algo a ese compañero tuyo, el otro maldito Uchiha – Comenzó a carcajearse de la risa - ¡¡Dios!! – Limpió las lágrimas que salían por la risa, encontraba tan divertido todo eso – No me digas que tu pareja te mando a la cárcel – Continuó riéndose.

- … – Shisui furioso se preguntaba cómo demonios Kurama había deducido eso.

- Sabes, Uchiha, Generalmente el silencio otorgar – Expuso cuando pudo controlar su risa. Lo sabía porque había sido un revuelo horas antes, todo el departamento cotilleaba sobre la denuncia de abuso domestico en contra de Shisui colocada por la familia Uchiha por los ataques reiterados a Itachi. Unos compañeros dijeron que lo habían visto golpear a Itachi en varias oportunidades, pero debido al carácter peligroso de Shisui, además de ser su superior, no dijeron nada, la olla se había destapado.

- Cierra el hocico de una vez por todas zorro de mierda – Vociferó acostándose en la dura cama.

- Qué me vas a pegar como lo hacías con tu noviecito – Lo ínsito – Claro ahora ya no eres tan macho, como cuando me interrogaste –

- Quién viene hablar de macho, un sádico de mierda que torturo por años a un niño doncel –

- No me saques en cara, algo que tú mismo hiciste, haces y harás, también – Se acercó a la reja cerca de la cabeza del Uchiha – No crees que es sexy y erótico ver a nuestra pareja contornearse de dolor debajo de uno – Susurró con malicia – No es divertido verlos llorar y escucharlos suplicar para que paremos. Ese Bivacel tuyo es bastante lindo para jugar, por eso te gusta, me imagino que es muy estrecho – Comentó con fingida bobería, para sacar de quicios al Uchiha.

- No hables de Itachi – Pasó sus manos por los espacios que dejaban los listones de hierros Tomando por la solapa a Kurama – No hables de él, asqueroso viejo –

Kurama también lo tomó del cuello – No me puedes mandar maldito Uchiha – Dijo tranquilo – Yo voy a salir de esta ¿Sabes? podré salir a la calle, y haré lo que sea para estar con mi hijo y Minato, deberías entender lo que siento, porque lo vives en tus propias carnes – Se dibujó una siniestra sonrisa en su rostro – La diferencia entre nosotros, es que yo tengo poder y tú no. Te pudrirás en la cárcel, qué Uchiha te va a ayudar – Ante el silencio del detective, señaló casi riendo – Sí, eso pensaba. Nadie te va a salvar y te secarás en este lugar, seguramente Itachi y Deidara volverán a ser novios, se casaran tendrán hijos y tú te harás anciano. En cambio yo estaré en alguna isla del mundo con Minato encadenado a mi cama, mientras que lo vuelvo adiestrar y con mi Naruto saliendo a hacer cosas de padre e hijo –

- Eres un maniático – Murmuró dolido y molesto por saber que mucho de lo que decía era verdad, no iba a salir de esa fácilmente – Crees que Madara lo permitirá, cómo podrías entrar al complejo Uchiha, es imposible –

- Sabes Uchiha, tengo muchos recursos. Mi isla es grande y espaciosa, donde caben tres, perfectamente caben cinco – Dijo soltando al hombre, el menor lo imitó haciendo lo mismo.

- Qué estás diciendo –

- Ayúdame para recuperar a Minato y yo te ayudaré a salir de este entuerto, y te daré un nidito de amor para ti e Itachi, asegurándome que nadie os moleste jamás, lejos de cualquier Uchiha metiche, Piénsalo – Ofreció con seducción casi hipnotizando a Shisui como si fuese un ratón cayendo en la trampa de una serpiente cobra.

- …  – Volvió a quedarse callado pensando en ese ofrecimiento – Estás loco, ya duérmete – Apuntó, después de mucho pensarlo, volviendo acostarse.

Kurama se rió, también acostándose. Había ganado una pequeña batalla ese día, insertó la semilla del deseo en Shisui, qué no haría ese varón por tener a Itachi todo para él, lejos de los Uchiha, el único escudo que separaba el varón del Bivacel. Podía demorar en llegar, pero definitivamente en algún momento Shisui iría a él aceptando el trato.

No mentía, le daba igual darle un espacio para que tuviese su nidito de amor con Itachi, cualquier cosa, era un pequeño sacrificio, algo insignificante, si eso garantizaba estar en medio de las piernas de Minato, de solo pensar en el Namikaze se ponía duro como roca. Minato era su debilidad, siempre lo amo, desde que era un niño pequeño, puro e inocente, recordaba como lo tomaba en brazo para “Jugar con él” era casi diez años mayor que él.

El Namikaze lo hechizó, lo quería para él, pero el mocoso le dio en la cara mil desplantes, primero con el Uchiha luego con su propia y estúpida hermana menor, para luego escaparse. Kushina fue lo bastante tonta para llamarlo y pedir su ayuda, claro que se la dio.

Tomó lo que era suyo, nadie, ni siquiera Madara había puesto sus ojos en Minato antes que él, marcó a Minato como suyo cuando solo era un niño. Así que lo tomó y lo llevó a su villa personal, los mejores dos años de su vida, mientras cogía como conejo con Minato y volvía loca a su hermana, diciéndole que había matado al amor de su vida y luego quitándole y dando en adopción al bastardo de ambos.

Sí, lo aceptaba su único error, fue haber dado a ese niño en adopción, lo único bueno que hizo fue impedir que le pusieran la marca de Doncel, si la hubiera tenido, seguramente esa pareja que asesinó, habrían vendido al mocoso a un prostíbulo o ellos se hubieran vuelto proxenetas del menor. Como fuese no debió haberse desquitado con él, cuando lo vio en el los establos se dio cuenta de su tonto error. Naruto era la viva imagen de Minato y Kushina, pero igualmente se parecía a él, podía pasar por su propio hijo. Él quería que ese jovencito fuese su hijo.

Si no hubiese estado tan furioso y enojado por la traición de su hermana, que sabía desde siempre su amor por Minato. No, Kushina la caprichosa de mierda tenía que ir mover su asqueroso culo al tonto omega rebelde, cuando vio el resultado de ambos, simplemente estuvo a punto  de matarlo pero esa gente el matrimonio Rumikawa pidió su adopción, lo hizo sin pensar. Un error, siempre que pensaba en caliente las cosas salían mal, por eso está vez iba a pensar bien todo antes de actuar y así quedarse con su premio, ambos rubios.

Naruto pasó una pésima noche, no porque estuviese incomodo al lado de Sai, todo lo contrario agradecía estar al lado de su hermano, había tenido continuas pesadillas, eran violentas,  se mezclaban cosas vividas, cosas ficticias, perdiendo la noción de que era un maldito sueño, se veía a sí mismo correr sobre arena suelta, cosa que dificultaba su labor de escapar de Kurama que en sus sueño lo perseguía mientras le gritaba cosas, corría sin mirar atrás pero cuando lo hizo el varón no estaba solo, consigo iba su padre Minato a la rastra, Kurama lo tenía agarrado de los cabellos y los jalaba para que caminase a su lado y en la otra mano llevaba un revolver.

Una visión aterradora, lo peor era que con todo lo que sabía de ese sujeto, era muy posible que en un escenario real él hiciese algo como eso. Temía que fuese peor y la pesadilla fuera una advertencia de  un futuro aterrador.

- Tan callado está mañana – Sai preguntó sacándolo de su fuero interno, el moreno, veía las sonrisas tontas de sus padres, radiaban felicidad. A diferencia Naruto estaba apagado, como si la misma oscuridad lo estuviese absorbiendo.

- Nada, son los pesadillas – Naruto le quitó importancia – Creo que se debe a consecuencia de todas las cosas que he vivido estos días –

- No es para menos, pero tranquilo, las pesadilla son solo eso –

- Sí, pero igual no deja de inquietarme – Dijo en tono afligido el rubio.

- Qué soñaste – Madara escuchaba atentamente la conversación de sus hijos, mientras le servía hotcake al dúo.

Naruto le pegó una mirada nerviosa a Minato – Soñaste conmigo – El mayor se dio cuenta de la mirada de su hijo – Qué pasaba en la pesadilla –

- No, papá, en serio solo fue una tontería –

- Si fuese eso no trataría de hacerle el quite a la pregunta –

- Bien – Naruto cedió ante la presión evidente de Madara – Solo soñé que era perseguido por Kurama y arrastraba a papi por los pelos –

Los otros tres se miraron en la habitación, con preocupación. Minato dejó el café sobre la isla de la cocina y acarició la espalda rígida de Naruto con amor.

- Es una proyección de tu preocupación por mí – Besó el cabello rubio de su hijo – En todo caso, vamos a reforzar la seguridad de todos, para que estemos todos tranquilos – Calmó.

- No quiero vivir toda la vida con miedo a que nos pase algo –

- Solo es por el tiempo que se tramite el juicio Naruto, veras que después no habrá de qué tener miedo – Sai lo consoló.

Madara tomó su propia taza de té negro y se la llevo a la boca, no creía en sueños, pero últimamente estaba supersticioso. Mejor haría caso de su sexto sentido y pondría más vigilancia.

Sasuke llego antes de que terminasen de tomar desayuno, se sentó al lado de Naruto, dándole un beso al menor.

Sai debía ir a clases y los padres de Naruto a sus respectivos trabajos, por lo tanto su rubio quedaría solo, así que como él, Sasuke, había terminado los asuntos en la universidad por ese año, estaba libre para estar/cuidar a su prometido.

Los demás se despidieron de la pareja saliendo en el automóvil de Madara que pasaba a dejar a los otros dos a sus respectivos destinos, detrás de ellos otro vehículo con escolta de seguridad para los tres.

- Entonces cuáles son los planes para hoy – Naruto se abrazó al mayor como un gatito posesivo, de hecho lo era.

Naruto era muy tierno, lindo, pero increíblemente tenía una vena posesiva para con Sasuke. No era psicótico y locamente celoso, pero si lo  suficiente para tener cortito a todos los que quisieran acercarse al Uchiha con cualquier tonta intención y también a Sasuke lo tenía a ralla, nada de sonrisas  o trato que pudiese hacer pensar a otra persona que tenía algún tipo de interés en ella. El Zorrito era toda una cajita de sorpresa, un pequeño pero poderoso petardito que explotaba ante la mínima incitación.

Sasuke en realidad amaba esa posesividad y esa gotita celosita que tenía el rubio para con él, lo hacía sentirse amado. Diferente ha como se sentía con sus antiguas parejas, no eran grandes peleas o ataques de celos, tampoco es que Naruto lo acosara el día entero. No, a su lado a pesar de esas cosas no se sentía ahogado o atrapado en una enferma relación.

Suponía el Uchiha que tenían una relación normal, sana y divertida, como momentos de felicidad, enojo y tristeza como todos.

- Me vas a contestar – Naruto lo miraba hace rato.

- Voy con Itachi, puede ser una lata para ti ir conmigo ya que has pasado mucho de tu tiempo en el hospital últimamente, pero no me apetece dejarlo solo –

- Vamos entonces, tú papá ya debe haber salido a su trabajo, puede que esté solo – Naruto se levantó para ir al baño a lavarse los dientes.

- No hay apuro, Kakashi me dijo que estaría con él mientras llego –

Igualmente el rubio prefirió apurarse en arreglarse para salir. Un chofer y tres guardias de seguridad estaban esperando afuera por ellos. Tajima Uchiha había triplicado la seguridad para toda la familia Uchiha, de hecho Itachi tenía seguridad privada en el hospital, el patriarca de la familia se tomó muy en serio el proteger a su familia.

Naruto pensó en que ya estaban blindados hasta los dientes, y sus padres habían dicho que iban a doblar aún más la seguridad, pensó en la película de los Simpson ridículamente recordando  esa gran cúpula que separó a la cuidad de Springfield del resto del país norteamericano. Su abuelo, padre y tíos serían muy capaces de hacer algo así con el complejo Uchiha para la seguridad de todos.

- Buenos días – Sasuke entró en la habitación de su hermano con unos paquetes con desayuno rico y nutritivo para su hermano – Traje tu desayuno –

- No debiste molestarte, ya me alimenté – Dijo Itachi, tenía parte de la cama reclinada para él estuviese casi sentado pero cómodamente. Sasuke le pegó una mirada a Kakashi.

- Solo se tomó la mitad de una  taza de leche y apenas le dio una cucharada a su cereal – Informó el Hatake.

- Traidor –

- Nada de traidor, es un médico su función es cuidar de sus pacientes, sobre todo de los remilgosos como tú – Sasuke le pasó un jugo verde, que Itachi vio asustado – Te lo tomas, mamá hizo todo esto para ti –

- Te estás pasando de mandón –

- Siempre lo he sido – Se acercó a su hermano y llevo dos de sus dedos a la frente del más grande con amor le dio un golpecito, haciendo que su hermano lo viese sorprendido – Ahora me toca a mí cuidar de mi hermano – Le sonrió como rara vez lo hacía el menor – Siempre me protegiste de todo, es lo menos que puedo hacer por ti –

- Gracias – Las hormonas lo tenían revolucionado, ni siquiera se conocía a sí mismo, ahora entendía sus drásticos cambios de humor, pasaba de las lágrimas a las risas y al enfado en cosa de segundos.

- Nada de gracias, aliméntate –

Naruto en silencio se sentó al lado de un cansado Kakashi que había tenido turno de noche, y luego se pasó a la habitación del detective para hacerle compañía. El rubio sacó su laptop  para hacer los deberes que Nagato Uzumaki (quién probablemente era su tío) también el mejor amigo de su tío Yahiko y profesor de preparatoria, éste  le envió varios ejercicios, Naruto se estaba preparando para dar exámenes libres para pasar la preparatoria.

Había terminado semanas antes toda la primaria y secundaria, costó pero cuando tuvo sus certificados fue muy feliz, y ahora faltaba colocarse al corriente de la preparatoria, había tenido la opción de ingresar a un dos por uno, pero prefirió seguir estudiando en casa, sentía que avanzaba mucho más rápido y aprendía de manera más divertida con ayuda de todos. El rubio se tomaba muy en serio sus estudios.

Kakashi abrió uno de sus ojos al ver sentir como el menor tecleaba con rapidez el teclado, mientras escribía respuestas de literatura.

- Kakashi, si quieres puedes ir a casa a descansar, puede ir a dejarte al chofer –

- Tranquilo Sasuke, vivo a menos de dos cuadras de aquí – Sonrió porque ahora que Minato vivía con Madara, su amigo le había dado las llaves de su departamento para que viviese ahí lo mejor  no tenía que pagar renta. Se desperezó para levantarse  - Bien, Itachi te veré más tarde, todos cuídense –

Salió del hospital dando un gran bostezo, demasiado cansando, había sido una de aquellas noches en urgencias, algunos accidentes, varias cirugías y procedimientos. Se había dado una ducha en el hospital y desayunado, así que solo llegaría a dormir a su hogar.

- Te ves muy demacrado – La voz de Obito lo hizo girarse. Frente a él estaba su mejor amigo, Obito Uchiha, su único y gran amor, pero éste estaba locamente enamorado de Rin, una chica fantástica y amiga de ambos, también doctora, pero trabajaba otro hospital.

- Gracias por el cumplido – Sonrió – Qué haces aquí, no deberías estar trabajando – Obito trabajaba en publicidad, era muy bueno dándole a sus clientes lo que soñaban.

- Necesito hablar contigo, desde hace semanas, pero todo lo que ha pasado no había podido antes – Informó.

- Quieres ir a mi departamento – Ofreció volviendo a bostezar.

- Sí –

Caminaron sin hablar entre ellos, compartiendo un agradable silencio, mientras Obito fumaba, llegaron en cosa de minutos al departamento del galeno. El Uchiha vio el lugar, todo muy ordenado y bien cuidado, parecía que nadie vivía ahí y debía ser, ya que Kakashi se pasaba más tiempo en el hospital que ahí.

El Hatake colocó la cafetera eléctrica, colocando café en la maquina, en cosa de segundos comenzó a preparar café tostado negro, llenando el pequeño lugar con el aroma de la bebida.

- Dime qué necesitas tratar conmigo – Kakashi miró a su amigo desde la cocina americana, era un departamento pequeño, de sola una habitación, cuarto de baño, living comedor y cocina abierta en el mismo lugar.

- Has visto a Rin –

Kakashi lo miró extrañado – No – Contestó

- Estás seguro –

- Obito por supuesto que sí, apenas tengo vida, me la paso en el trabajo, ni siquiera he quedado contigo en meses porqué vería a tu mujer –

- Por lo mismo, como no nos hemos visto en meses pensé que era porque estabas con ella –

- No te sigo, qué pasa con Rin –

- No te hagas el tonto conmigo, sabes perfectamente lo que pasa –

- Insisto no sé de qué me estás hablando, por qué yo sabría de ella, es tu mujer tú deberías saber si me ha visto o no –

- Kakashi, eres realmente un excelente actor, me dirás que no sabes que Rin me dejó porque estaba enamorada de ti –

-¡¿Qué?! – El médico se ofuscó con las palabras de Obito.

- Dónde está mi mujer – Se acercó peligrosamente al que fue por mucho tiempo su mejor amigo.

- Te digo que no sé – Respondió harto – Si lo que dices es cierto, no tenía idea, hace meses que no sé nada de ella, un día fue a visitarme al hospital, pero estaba en cirugía así que no la vi, de ahí no tengo idea de Rin – Lo último que se esperaba era ser la causa del rompimiento de la pareja.

- No te creo, siempre estuviste celoso de mí, sé que estás enamorada de ella, por eso te alejaste de mí – Lo culpó – De qué te ríes – Molesto tomó los brazos de Kakashi quien se carcajeaba como si hubiera escuchado una mala broma.

- Eres un imbécil despistado – Kakashi masculló casi desolado por lo tonto que era su amigo – No tenía celos por ella, ni me alejé de ti por ella, lo hice porque estoy desde siempre enamorado de ti…

 

Notas finales:

Sí hace mucho quería hacer un Obito x Kakashi  cómo va a terminar su historia no lo sé.


Espero sus comentarios, mil gracias a todas las personitas bonitas que me apoyan, lo agrezco con todo mi kokoro ?


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