Jimin
A través de las ventanas de la sala podía verse una ciudad palpitante de luces amarillentas, bañada por una lluvia demasiado fría.
El ambiente era perfecto para que todo el grupo se sentara frente al televisor a ver películas. Suga buscaba alguna que fuera lo suficientemente sangrienta y macabra como para conseguir gritos de terror por parte de Jimin y J-Hope. Aunque verlos aterrorizados era demasiado fácil. Y sin embargo, pese a las quejas de ambos chicos, no recibieron la aprobación de Rap Monster, de ver cualquier otra cosa. En primer lugar porque a la mayoría le apetecía ver vísceras y sangre al por mayor, y en segundo porque sin importar si la película era mala, las exclamaciones y los rostros pálidos de los susodichos siempre conseguían asustarlos a ellos.
Así fue como todos terminaron acomodando la sala para una noche de terror.
JungKook se dirigió a la cocina para ayudar a Jin con las bebidas. El olor a chocolate inundaba el cálido lugar. Jin se movía con soltura por el reducido espacio, casi parecía danzar de estante en estante, especialmente frente a la estufa. Ignorando la repentina llegada del menor.
El menor se acercó silenciosamente, abrazandolo repentinamente, haciendo que Jin diera un brinco. En la mano tenía una taza y la boca repleta de bombones. Con las mejillas hinchadas y rosas.
—¿Te asuste hyung? — preguntó inocentemente el menor. Tragándose la carcajada que estaba por salir de su boca.
—No — negó Jin, pasando con trabajo los bombones. JungKook estaba por rebatir las palabras de su superior cuando este volvió a hablar —. En realidad casi me matas del susto.
JungKook le sonrió a modo de disculpa, sabiendo que sin importar que hiciera el mayor jamás se enojaría con él. Jin le devolvió el gesto, acariciando sus mofletes y besándole la frente. El menor siempre conseguía alegrarlo. Ciertamente lo adoraba.
En silencio sirvieron las tazas y luego procedieron a llevarlas en una charola. Kookie llevaba una canastita de mimbre con galletas de avena y arándanos.
En la sala ya estaban todos más o menos acomodados. Rap Monster estaba tirado sobre unos cojines, envuelto en una frazada roja; V y J-Hope se acurrucaban en una de las esquinas del sofá; Suga estaba despatarrado en la esquina opuesta, negándose a hacerle un huequito a un tembloroso Jimin. Jin repartió las respectivas tazas. Las galletas fueron dejadas en la mesita de centro.
—¡Jin-hyung! ¿Me puedo sentar contigo? — gimoteó Jimin. Haciéndole señas con la mano para que accediera.
El aludido miro a JungKook, indicándole que pasara primero y se sentara junto a Suga. Dejando el sofá más pequeño para Jin y Jimin. Pero Jin prefirió sentarse en suelo, Jimin gateó hasta el mayor con su manta. Siendo recibido por los brazos del mayor, sentándose entre sus piernas y recargándose en el pecho ajeno.
JungKook miró a ambos chicos con el ceño fruncido, aunque no fue él quien se percató de ese sutil gesto, sino Suga. Más que nada porque su cara era la misma que la del menor. Viendo a los dos chicos acurrucarse juntos, muy abrazados, casi de manera intima repetía su cerebro. Y en ese momento se arrepentía de haberle negado sus brazos a Jimin, solo que esperaba que el menor le rogara un poco más. No que de buenas a primeras se fuera corriendo a los brazos de Jin. Chasqueó la lengua. Lo único peor que ver a Jimin abrazado a otro, sería ver a Jimin durmiendo con Jin. Lo que no esperaba que sucediera, pero que tenía una posibilidad.
Y JungKookie tuvo que conformarse con subir sus piernas al sillón, comer galletas como un caníbal y quemarse con el chocolate. Sintiendo una creciente molestia al ver a Jimin, su hyung más cercano, abrazarse y esconder su rostro en el pecho de Jin. Vamos, ni que un asesino serial, psicópata, diera tanto miedo. Solo se comía a sus presas, las torturaba, los desquiciaba y luego los mataba. Eso no era tan horroroso. Y no importaba que J-Hope estuviera del mismo modo, abrazado y temblando cual gelatina en los brazos de un pálido V.
Cuando la película terminó, y Jin pudo desembarazarse, pues la postura y los fuertes agarres del menor lo habían dejado adolorido, fue él quien recogió la sala con ayuda de un apenado (y medio histérico) Jimin y JungKook. Dejando a Suga y Rap Monster acomodando los cojines y las frazadas. J-Hope parecía un koala colgado de V, así que por su sanidad mental TaeHyung se llevó a dormir al rapero.
—Jinnie — la aguda voz de Jimin sacó de su enojo a JungKook, incluso cuando no le hablaban a él.
—¿Si?
—¿Puedo dormir contigo esta noche? — el color que Jimin perdió en la película regresó escandalosamente a su rostro. Pero le importaba muy poco lo que pensaran los demás, ya sabía que Suga se burlaría, ¡Y qué! Bien podía llegar ese asesino y darle a Yoongi, por malnacido insensible. O por no dejarlo dormir con él, mejor dicho: por no ofrecerse a dormir con él. Lo cual venía a ser lo mismo.
—¡No puedes dormir con él! — se quejó JungKook, tapándose inmediatamente la boca al darse cuenta de que se expresó en voz alta. Jin lo miró siendo todo sonrisas conciliadoras. Sin embargo Jimin lucía como un niño regañado.
Jin dejó los trastes sucios en el fregadero, diciéndose que los lavaría en la mañana. Tomó el rostro de Jimin y le besó la frente (igual y como hizo con JungKook horas atrás). JungKook se sorprendió de no escuchar sus dientes rechinando del coraje.
—Claro que puedes Jimin, es más, ve a la cama. Yo ahorita voy.
El chico asintió, incomodo. Alejándose corriendo, con el temor de que en el trayecto de la cocina y la recamara de Jin se fuera a parecer algún monstruo, o demonio, o asesino, quizás todo junto.
—JungKook, ¿Hay algo que quieras decir? Asustaste a Jimin… — Jin se cruzó de brazos. No era como si lo estuviera regañando, más bien era que él se encargaba de evitar malos entendidos, de hacer que se reconciliaran cuando peleaban. Era él quien mantenía al grupo en equilibrio.
—No hyung… — admitió apenado.
—¿O tú querías dormir conmigo? ¿Te dio mucho miedo la película?
Jin se acercó a JungKook, a veces pensaba que se preocupaba demasiado por sus menores, pero era demasiado natural para él protegerlos. Kookie negó suavemente. No es que tuviera miedo, o que no quisiera dormir solo. Era que no quería que Jimin durmiera con Jin, pero no podía decirle eso a su hyung. Sonaba muy egoísta, él sabía que Jimin probablemente tendría pesadillas, y que era mejor que durmiera con alguien, incluso si ese alguien tenía que ser Jin.
—No hyung — repitió —…pero sí quería dormir contigo.
Jin suspiró, más relajado. Quizás debería hacer caso a Rap Monster y dejar de consentir tanto a Kookie. Acaba de hacerle una pequeña escena de celos, y aunque era adorable, Jin sabía que eso no estaba bien.
—Puedes dormir conmigo mañana.
JungKook asintió, no muy convencido.
—Es que no quiero que duermas con él — terminó murmurando muy bajito.
Pero eso fue algo que Jin no escuchó. Kookie tuvo que conformarse con ver a su superior dirigirse a su habitación. Donde dormiría abrazando a Jimin. Y cuantos celos tuvo al saber que su compañero despertaría envuelto por esos brazos y el dulce aroma del mayor.
—Estoy mal. No debería sentir celos. Jin-hyung es de todos…
Sus propias palabras no fueron consoladoras.