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¿QUIERES APOSTAR? por Kuroyami Mirai

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Notas del capitulo:

Después de tanto tiempo y tanta tempestad ~ Hahahaha… cada vez que demoro en actualizar, me acuerdo de esa canción. No me hagan caso, saben que me falta un tornillo ¬¬U

Aquí está la conti, espero que la disfruten, aunque sinceramente, no creo que lo hagan. Ya me entenderán cuando lean el capítulo, que está lleno de… cosas raras. Nos vemos en las notas del final n_n/

 

Aturdido, Naruto se meció en el sillón reclinable con el semblante apesadumbrado. Todo lo que había sucedido en la semana, se reprodujo en su cabeza como una película antigua. Sin sonido, sin voces. Solo imágenes y el silencio de una confusión venidera.

Kiba estaba enojado con él, Hinata estaba decepcionada por algo que no entendía, y Sasuke…, pasó de ser la persona más feliz del planeta, a estar tan ofendido que no quería ni hablar. Suspiró, dejando escapar todo el aire de los pulmones. Estaba tan nervioso que no se atrevía a subirse en la cama con él.

Se quedó mirando el reloj, cambiando minuto a minuto.

Cerca de una hora más tarde, Sasuke salió de su habitación y caminó al final del pasillo. Cuando dobló en la esquina, encontrándose con la figura alicaída de Naruto, su mirada se ensombreció. El rubio también lo observó, esperando que en cualquier momento le pidiera ir a la cama. Pero Sasuke iba vestido y tenía las llaves de su motocicleta en la mano. Bajando los lentes de sol de su cabeza, ocultó tras los oscuros cristales la expresión de su mirada. Encendió un cigarrillo y lo metió en su boca antes de agarrar el pomo de la puerta.

-¿Vas a salir?- no pudo evitar la pregunta, quedándose sentado en el sillón- ¿a dónde vas?

-Fuera- fue la escueta respuesta. Abrió la puerta y luego la azotó tras su espalda cuando salió del departamento.

Naruto miró la puerta cerrada por unos minutos, descansando su espalda en el respaldo del sillón, resopló con todo el desaire que llevaba contenido. De alguna manera se había convertido en el villano y no tenía ni idea de cómo había sucedido.

Cuando el reloj de pared marcó las dos de la mañana, finalmente renunció y se fue a la cama. Era lo mejor. El colchón se sentía frío y solitario sin él, y la idea de marcar a su celular, se mantuvo arrastrándose por su mente. Era desalentador y agobiante. Algo sin explicación.

Casi había quedado dormido cuando la motocicleta de Sasuke entró en el aparcamiento. Dos puertas de automóviles se escucharon después y luego un montón de pasos subieron por las escaleras. Naruto escuchó atentamente, pero estaba confundido. Escuchó a Sasuke luchar con la cerradura y luego abrir la puerta. Escuchó su risa, lo escuchó decir algo entre dientes y luego un puñado de voces femeninas, también masculina. No dos, sino tres. Dos chicas, un chico.

Naruto apretó las mantas en sus puños, sus dientes rechinaron cuando las voces fueron interrumpidas por risas y gemidos. Lo sintió, sintió abiertamente cómo su corazón se hundía e instintivamente se sintió cabreado por sentirse de esa manera. Apretó los párpados, reteniendo un descontrol de lágrimas cuando una de las chicas chilló. No se permitió llorar a pesar de esto, se mantuvo firme, sentado en la cama y con los puños apretados hasta que los gemidos fueron sustituidos por el de cuerpos desplomándose en el sofá.

Abrió la boca, aspiró aire y lo soltó con fuerza. Consideró pedirle a Hinata las llaves de Kiba, desparecer lo más rápido posible. Pero la puerta de su habitación quedaba a la vista del sofá, al igual que la salida del departamento y su estómago no era lo suficientemente fuerte como para vislumbrar la imagen que había provocado tales sonidos.

Enterró la cabeza bajo la almohada y luego cerró los ojos fuertemente cuando la puerta se abrió. Sasuke caminó a través de la habitación, abrió el cajón superior de la mesilla de noche, tomó sus condones, y luego, cerró el cajón. Naruto suprimió un sollozo cuando lo escuchó caminar por el pasillo. Los invitados se rieron por lo que pareció ser una hora y luego todo fue silencio.

Segundos más tarde, gemidos y gritos llenaron el departamento. Sonaba como si una película pornográfica estuviera siendo filmada en la sala de estar. Naruto gimoteó cuando mordió su labio con rabia, cubriendo el rostro húmedo de lágrimas con sus manos temblorosas. Sacudió la cabeza, limpiando la humedad de sus ojos.

Dónde quiera que estuvieran esas líneas borrosas, que habían estado desapareciendo en la última semana, se había levantado un impenetrable muro de piedra en su lugar. De nuevo mordió su labio, sacudiendo las ridículas emociones de angustia, obligándose a relajar su mente. Sasuke era Sasuke, y eran, sin lugar a dudas… sólo amigos.

El griterío y demás sonidos nauseabundos, terminaron después de una hora, seguido de murmullos y quejas por parte de los invitados. Sasuke se dio una ducha y luego se desplomó en su lado de la cama, dándole la espalda a Naruto. Incluso después de su ducha, olía como si hubiese bebido suficiente Whisky para sedar a un caballo. Naruto se sintió lívido de saber que había manejado en su motocicleta a casa, estando en ese estado.

Después de que los sentimientos de incomodidad, ira y decepción se debilitaron, aún no podía dormir. Incluso cuando las respiraciones de Sasuke se volvieron profundas, Naruto se limitó a sentarse y mirar fijamente el reloj. El sol iba a salir en menos de una hora y Naruto no se había movido ni un ápice. Retiró las mantas en silencio, caminó por el pasillo y sacó algunas mantas del gabinete de la sala. La única evidencia de la orgía de Sasuke, eran los paquetes vacíos de preservativos en el suelo.

Naruto caminó sobre ellos, haciendo lo posible por no mirarlos. Se dejó caer en el sillón reclinable. Cerró los ojos.

 

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Cuando los volvió a abrir, Kiba y Hinata estaban sentados tranquilamente en el sofá, viendo algún programa de televisión. El sol ya iluminaba el departamento y Naruto no pudo evitar un sollozo cuando su espalda se quejó debido a la incómoda posición en que durmió.

La atención de Hinata viajó rápidamente hacia él- ¿Naruto?- dijo, corriendo a su lado. Los ojos perlados, evaluaron cautelosos las ojeras bajo los ojos cerúleos. Estaba expectante, esperando encontrar en su amigo algún rastro de enojo, lágrimas o algún arrebato de carga emocional tipo catarsis.

Kiba lucía decaído y miserable- lamento lo de anoche, Naruto. Esto es mi culpa.

El rubio sonrió- está bien Kiba, no tienes que disculparte.

Hinata y Kiba compartieron una mirada lánguida y luego ella agarró la mano de Naruto- Sasuke fue a la tienda. Él está… ehm…, no importa cómo está- frunció el ceño con irritación- no te preocupes, Naruto. Empaqué tus cosas, te llevaré a los dormitorios antes de que él esté en casa. Así no tendrás que lidiar con…

Hinata no terminó de hablar. Los ojos de Naruto estaban en su límite, el azul luchando contra la humedad salina y cruel. No fue hasta ese momento que a Naruto le dieron tantas ganas de llorar. Se sentía aplastado. Luchó con su propia voz antes de hablar- ¿tengo tiempo para tomar una ducha?

Hinata sacudió su cabeza- sólo vámonos. Naruto, no quiero que tengas que verlo. Él no merece que…

La puerta se abrió de golpe, y Sasuke entró caminando, con los brazos llenos de bolsas de comestibles. Caminó directamente a la cocina, trabajando frenéticamente para meter las latas y cajas en los gabinetes.

-Avísenme cuando Hiyo despierte, ¿vale?- dijo, usando una voz suave- traje espaguetis, mezcla para panqueques, fresas, la avena de mierda de chocolate que tanto le gusta y su ramen instantáneo favorito. Él prefiere el cereal de frutillas, ¿no es así, Hinata?- preguntó, dándose la vuelta.

Los ojos brunos, manchados de matices escarlatas, se quedaron congelados en cuanto vieron dos pozos de mar, empañados con las lágrimas. Después de una pausa incómoda, su expresión congelada se derritió y su sonrisa era dulce- …Hiyo.

Naruto no podía estar más confundido si hubiese despertado en un país extranjero. Nada tenía sentido. Creyó que estaba siendo echado y de repente entra Sasuke con bolsas llenas de su comida favorita.

Uchiha dio unos pasos hacia la sala, metiendo nerviosamente sus manos en los bolsillos- ¿tienes hambre, polluelo? Voy a hacerte algunos panqueques. Y hay…ugh… avena, la que te gusta.- parecía nervioso y sin saber qué decir realmente- también he conseguido esa espuma rosa que usas para afeitarte y te compré otro pijama de sapitos para el invierno. Y ah…- removió una de las bolsas- está aquí, ¿te gusta?- sacó un pantalón de algodón de color amarillo con un patrón de sapitos naranjas.- También te compré una camiseta de esos dibujos animados que ves por las tardes, está en la habitación- caminó por el pasillo a paso veloz, perdiéndose tras su puerta.

De nuevo se escucharon sus pasos, dando la vuelta en la esquina para volver a la sala, el color había abandonado su rostro viril. Tomó una respiración profunda y juntó sus cejas.

-Tus cosas han sido empacadas.

-Lo sé- respondió el blondo, tratando de respirar como se debe.

-Te vas- dijo Sasuke, frunciendo más las cejas.

Naruto miró a Hinata, quien estaba mirando a Sasuke con ira, como si se estuviera conteniendo para no matarlo allí mismo- ¿realmente esperabas que él permaneciera aquí?

-Hina- susurró Kiba.

-No me provoques, Kiba. Mantente en silencio- apretó los puños- no te atrevas a defenderlo de mí.

Sasuke parecía desesperado, su mandíbula tembló mientras trataba de hablar- perdóname, Naruto. Ni siquiera sé que decir- tartamudeó. Nunca pensó que llamar a Naruto por su nombre, le dolería tanto. Sentirse sin el derecho de llamarlo por el mote que le inventó, le provocaba una fuerte agitación en el pecho.

-Vamos, Naruto- Hinata lo tomó de la mano, arrastrándolo de allí. Sasuke dio un paso, pero Hinata lo apuntó con su dedo, deteniéndolo- Joder Uchiha, ayúdame, ¿quieres? ¡Si intentas detenerlo, te empaparé de gasolina y te prenderé fuego mientras duermes!

-Hinata- la voz de Kiba retumbó. Naruto pudo ver que estaba dividido entre su primo y la mujer que amaba y se sintió terrible por él. La situación era exactamente como él lo había predicho, lo que había tratado de evitar todo ese tiempo.

-Estoy… bien- su voz fue un susurro que dejó en silencio cualquier discusión.

-¿A qué te refieres con que estás bien?- preguntó Kiba, casi esperanzado.

El rubio rodó los ojos- Sasuke trajo a sus ligues del bar anoche, ¿y qué?

Hinata parecía preocupada- Uhg…, ¿Naruto? ¿Estás diciendo que estás bien con lo que pasó?

Los miró a todos, tratando de sonar despreocupado- Sasuke puede traerse a quien quiera, es su departamento.

Hinata lo miró como si hubiese perdido la cabeza, Kiba estaba al borde de una sonrisa y Sasuke…, Sasuke estaba peor que antes.

-¿Tú no empacaste tus cosas?- preguntó sorprendido.

Naruto sacudió la cabeza y miró el reloj de pared; ya pasaban de las dos de la tarde- No- suspiró- y ahora voy a tener que desempacar todo. Todavía tengo que comer, ducharme y vestirme…- canturreó en forma de itinerario, caminando ligero hacia la ducha.

Una vez que cerró la puerta tras su espalda, se recostó en ella y se deslizó hasta el suelo, abrazando sus rodillas dobladas. Estaba seguro que había hecho enojar a Hinata más allá de poder reconciliarse, pero le había hecho una promesa a Kiba y tenía la intención de mantener su palabra cueste lo que cueste. Así era él, así seguiría siendo.

Un suave golpe en la puerta se escuchó encima de su cabeza- ¿Hiyo?- llamó Sasuke.

-¿Qué pasa, teme?- respondió, tratando de sonar normal.

-¿Te vas a quedar?

Naruto cerró los ojos antes de seguir- puedo irme si quieres que lo haga. Pero… una apuesta es una apuesta.

La puerta vibraba en su espalda, sabiendo que se debía a los golpes que Sasuke le daba con su frente desde el otro lado- no quiero que te vayas, pero no te culparía si lo hicieras.

-¿Estás diciendo que estoy… liberado de la apuesta?

Hubo una larga pausa, Sasuke parecía estar meditando- si digo que sí, ¿te irás?

-Bueno, supongo que sí. Yo no vivo aquí, tonto- Naruto logró sacar una pequeña sonrisa.

-Entonces no, la apuesta sigue en pie- fue la rápida respuesta del moreno.

Naruto miró hacia arriba y sacudió la cabeza, sintiendo como las lágrimas hacían que le ardieran los ojos. No tenía idea de por qué estaba llorando en el suelo del baño, pero tampoco podía detenerlo.- ¿Puedo tomar una ducha ahora?

Hubo otra larga pausa y después un suspiro lánguido- …puedes.

Naruto se puso de pie, escuchando los zapatos de Hinata pasando fuerte por la sala y pasando de largo a Sasuke- eres un bastardo egoísta- gruñó cuando pasó por su lado, azotando la puerta de Kiba a su espalda.

Naruto trató de no pensar en el humor de perros que debería tener su amiga en ese instante, se metió en la ducha después de desnudarse y empujó la puerta corrediza del cristal nevado. Después de otro golpe en la puerta, Sasuke aclaró su garganta- ¿Hiyo? Traje algunas de tus cosas.

-Sólo déjalas en el lavamanos. Yo me encargo.

Sasuke entró y cerró la puerta en silencio- Estaba enojado- comenzó a decir, susurrando a través del arrullo de las tuberías- te escuché escupirle todo lo que está mal conmigo a Hinata y me enfureció- hizo una pausa, luego continuó- sólo quería salir, despejar, tomar algunas copas, entender algunas cosas- su voz se escuchaba agitada y atropellaba las palabras una detrás de la otra- pero ante de que me diera cuenta, estaba borracho y…- de nuevo se detuvo, respirando pesadamente- Me desperté esta mañana y no estabas en la cama, y cuando te vi en el sillón reclinable y tus cosas recogidas en el suelo… me sentí enfermo.

-Simplemente podrías haberme preguntado en lugar de gastar todo ese dinero en el supermercado para sobornarme.

Sasuke respondió una octava más alto- no me importa el dinero, Hiyo.               Tenía miedo de que te fueras y nunca me hablaras de nuevo.

Naruto se estremeció ante su explicación. No se había detenido a pensar en cuanto había herido a Sasuke, escucharlo hablar sobre lo mal que estaba como para tener una relación con él y ahora la situación estaba demasiado ahogada como para salvarla.

-Lo… siento- susurró- no quise herir tus sentimientos, teme- dijo, quedándose quieto debajo del agua.

-Lo sé, y sé también que no importa lo que diga, no valdrá nada, porque lo jodí…, igual que hago siempre.

-Sasuke…

-¿Si?

-No vuelvas a conducir ebrio en tu moto, ¿de acuerdo?

Naruto esperó un minuto completo, hasta que finalmente Sasuke tomó una respiración profunda y habló- de acuerdo- dijo, cerrando la puerta tras de sí.

 

 

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-Adelante- dijo Naruto después de escuchar un golpe en la puerta.

Sasuke entró, quedándose inmóvil cuando lo vio- estás…- ni siquiera sabía que cumplido decir para expresar lo muy vislumbrado que lo había dejado el rubio. Naruto estaba hermoso, vestido con un short de mezclilla negra, muy, pero muy ajustado a sus glúteos, una playera negra con mangas interrumpidas, abiertas en los hombros para mostrar su piel, pero cubriendo sus muñecas con dos puños de tela. El cabello, adornado con pequeñas piedras azabaches y alrededor de sus ojos había un poco de maquillaje negro, acentuando los rasgos felinos de sus facciones. Un conjunto fiestero de colores negros, terminando en sus pies con unas botas de cuero y hebillas.

Naruto sonrió, mirándose en el espejo con algo de orgullo. No era de los que se vestía como un doncel provocador, ni de los que se untaban maquillaje para parecer mayor. Pero ahora estaba rompiendo sus propias reglas, tratando de verse atrevido a toda costa. Sasori estaría en esa fiesta y él tenía toda la intención de que le notara a través del gentío.

-Te ves increíble, polluelo- logró decir al final, recostándose en el umbral de la puerta con los brazos cruzados.

Naruto le dio un gesto de aprobación a sus pantalones vaqueros y su camisa blanca ajustada, remangada hasta los codos y mostrando los intrincados tatuajes de sus brazos, con los botones abiertos hasta mostrar su pecho fuerte. Se dio cuenta de que su brazalete de cuero favorito estaba en su muñeca cuando se descruzó para meter las manos en los bolsillos- tú también te ves bien.

Kiba y Hinata los estaban esperando en la sala.

-Sasori tendrá una eyaculación cuando te vea- sonrió Hinata a pesar de su vocabulario nada educado, ignorando la mirada reprobatoria de Kiba mientras se dirigían al aparcamiento.

Sasuke abrió la puerta y Naruto se deslizó en el asiento trasero del Charger de Kiba. A pesar de que ambos habían compartido ese asiento en innombrables ocasiones, de repente se sentía incómodo estar uno al lado del otro.

Los autos se alineaban en las calles, algunos incluso se estaban estacionando sobre el césped. La Guarida – como acostumbraban llamar los miembros de la hermandad a la Casa – estaba a reventar de gente y aún seguían llegando más gente, caminando a la fiesta desde los dormitorios. Kiba se estacionó sobre el césped en la parte posterior. Naruto y Hinata siguieron a los chicos al interior de la casa.

Naruto estaba un poco intimidado con todo el ambiente festivo, la música ensordecedora, las luces de tonos íntimos y los pasillos demasiado atestados. Vio a Sasuke acercarse de pronto, llevando en cada mano un vaso de plástico rojo con cerveza. Le cedió uno de ellos y después se inclinó para hablarle al oído.

-No tomes nada de nadie que no sea Kiba o yo. No quiero tener cargo de homicidio por disecar al imbécil que le puso algo a tu bebida.

Naruto puso los ojos en blanco- nadie le va a poner nada a mi bebida, Sasuke.

-Sólo no aceptes nada que no sea de mí. Ya no estás en Wisconsin, polluelo.

-No había escuchado eso antes- respondió sarcásticamente, tomando un trago de cerveza.

 

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Una hora y media pasó y no había señales de Sasori por todo aquello. Naruto se paró de puntitas, tratando de buscar la melena pelirroja por encima de las demás cabezas. Kiba y Hinata bailaban una canción lenta. Naruto los vio y estuvo a punto de suspirar cuando sintió un repentino jalón en su brazo. Era Sasuke.

-¿Quieres bailar?

-No gracias.

El rostro del moreno se ensombreció, o tal vez solo fue un efecto de la luz.

Naruto tocó su hombro- sólo estoy cansado.

Sasuke puso una mano sobre la suya y estuvo a punto de decir algo, pero cuando Naruto vio más allá de él, notó que Sasori estaba caminando en su dirección. Uchiha se dio cuenta de su expresión y se volteó con el ceño fruncido.

-Hola Naruto. Me alegra que hayas venido- saludó el pelirrojo.

Naruto retiró su mano del agarre de Sasuke antes de responder- sí, hemos estado aquí alrededor de una hora.

Sasori lo miró un segundo y sonrió- te ves increíble.

-Gracias- el rubio terminó sonriendo avergonzado. Luego miró al moreno en un gesto frío. Los labios de Sasuke eran una línea recta en su rostro y una arruga apareció entre sus cejas.

Sasori asintió con la cabeza hacia la sala y sonrió- ¿quieres bailar?

Naruto arrugó la nariz y sacudió la cabeza- no, estoy un poco mareado.

Sasori suspiró, pero siguió sonriendo. Entonces cambió la dirección de su mirada y miró a Sasuke- Creí que no vendrías.

-Cambié de opinión- fue la escueta respuesta del moreno. Parecía irritado por el hecho de tener que dar explicaciones.

-Ya veo- respondió el pelirrojo, mirando ahora a Naruto- ¿quieres ir a dar un paseo? El aire fresco te haría bien.

Naruto asintió con la cabeza y luego siguió a Sasori por las escaleras. Se detuvo de pronto, tomando la mano del áureo mientras se dirigían al segundo piso. Cuando llegaron a la parte superior, Sasori abrió un par de puertas francesas hacia el balcón.

-¿Tienes frío?

-Un poco- respondió, sonriendo cuando vio que el pelirrojo se quitó la chaqueta y cubrió sus hombros- gracias.

-¿Estás aquí con Sasuke?

-Viajamos juntos.

La cara de Sasori se expandió en una amplia sonrisa y luego miró hacia el césped que bailaba con el viento nocturno. Un grupo pequeño de algunas chicas y dos donceles, estaban acurrucados en la parte de abajo, con los brazos alrededor de ellos para competir contra el frío. Papel crepe y latas de cerveza estaban sobre la hierba, junto al grupo de chicos, algunas botellas coca y otras de licor vacías. Entre el alboroto, los hermanos de Akatsuki estaban de pie alrededor de su obra maestra: una pirámide de barriles decorados con luces blancas.

Sasori meneó la cabeza, sus risos bailaron por el movimiento- este lugar estará destruido por la mañana. El equipo de limpieza estará algo ocupado.

-¿Tienen un equipo de limpieza?- preguntó sorprendido.

-Si- sonrió- los llamamos: estudiantes de primer año.

-Pobre Kiba.

-Él no está en el equipo. Kiba obtiene un pase porque es primo de Sasuke. Además de que no vive en La Guarida con los demás hermanos.

-¿Tú vives en La Guarida?

Sasori asintió con la cabeza- los últimos dos años. Necesito conseguir un departamento. Ya sabes, un lugar tranquilo para estudiar.

-Déjame adivinar- Naruto sonrió ladinamente- estás estudiando para Negocios.

Sasori sacudió la cabeza- Biología. Especialidad: Anatomía. Me falta solo un año más, tomar el examen computarizado de medicina y después espero asistir en Harvard Med.

-¿Ya sabes si has sido aceptado?

-Mi padre fue a Harvard. Quiero decir- tartamudeó un segundo- no estoy seguro, pero él es un ex alumno generoso, si sabes a lo que me refiero. Además, tengo una puntuación perfecta. No he dejado de estar en los primeros cinco lugares desde…- lo meditó un momento- ¿el kínder?

-Que modesto- burló Naruto.- entonces, ¿tu padre es médico?

Sasori lo confirmó con una sonrisa- es cirujano ortopedista. Crea prótesis y las implanta. Ese es mi sueño. Tal vez incluso pueda crear un cuerpo completo algún día.

-¿Frank Stain?- Naruto se volvió a burlar- es imposible, sólo sería una marioneta.

 El pelirrojo se encogió de hombros- ¿quién sabe? Tal vez exista un modo de darle vida- hizo una pausa, respiró una bocanada de aire y luego se giró hacia el blondo- ¿y tú?

-¿Yo? Pues… aún no me he decidido.

-La típica respuesta de un estudiante de primer año- burló el mayor.

Naruto resopló de manera dramática- supongo que he arruinado mi única oportunidad de ser excepcional. Aunque he de admitir que me inclino un poco hacia la Dirección de Cine

-Interesante- admitió- pero no debes preocuparte por ser excepcional. Captaste mi atención desde el primer día de clases.

Permanecieron un rato conversando. Sasori no dejaba de sonreír y Naruto no dejaba de juguetear nerviosamente con una mecha de su flequillo. Las conversaciones variaron los primeros minutos hasta que terminaron debatiendo cómo fue que Naruto se hizo amigo de Sasuke.

-Es raro para Sasuke. Él no crea amistades con donceles, ni con mujeres. Él tiende a ser el enemigo la mayoría del tiempo. O sólo un ídolo inalcanzable.

Naruto bufó, recordando a Sakura- He visto unas cuantas que tienen pérdida de memoria a corto plazo o son demasiado indulgentes cuando se relaciona a él.

Sasori se echó a reír.- La gente simplemente no entiende su relación. Tienes que admitir que es un poco ambigua.

Naruto frunció el ceño- ¿estás preguntándome si me he acostado con él?

El pelirrojo sonrió- No estarías aquí con él si lo hicieras. Lo conozco desde que tenía catorce años y soy muy consciente de la forma en que opera. Sin embargo, tengo curiosidad sobre su amistad.

-Eso es lo que es.- Se encogió de hombros-. Salimos, comemos, vemos T.V., estudiamos y discutimos. Eso es todo.

Sasori rió ante la honestidad del blondo- He oído que eres el único con el derecho de poner a Uchiha Sasuke en su lugar. Eso es un título honorífico.

-Él no es tan malo como todo el mundo le hace ver.

El cielo se puso morado y después rosa cuando el sol se abrió paso por encima del horizonte. Sasori miró su reloj, mirando por encima de la barandilla a la pequeña multitud en el césped.- Parece que la fiesta ha terminado.

-Será mejor que encuentre a Kiba y a Hinata.

-¿Te importaría si te llevo a casa?- Preguntó.

Naruto trató de controlar su emoción- No, me encantaría; se lo haré saber a Hinata- salió por la puerta, encogiéndose un poco cuando se detuvo y se dio la vuelta- ¿sabes dónde vive Sasuke?

Sasori levantó sus finas cejas- sí, ¿por qué?

-Ahí es… dónde me estoy quedando- le dijo, preparándose para su reacción.

-¿Te estás quedando con Sasuke?

-De hecho, perdí una apuesta, así que estaré allí por un mes.

-¿Un mes?

-Es una larga historia- se encogió de hombros tímidamente.

-¿Pero ustedes son sólo… amigos, verdad?

-Si.

-Entonces te llevaré a casa de Sasuke.- sonrió.

Naruto trotó por las escaleras para buscar a Hinata, pasando por el lado de un sombrío Sasuke, que parecía estar molesto con la chica borracha que hablaba con él. Cuando advirtió la figura revoloteadora de Naruto, lo siguió hasta la sala sin dejar de fruncir el ceño. Naruto tiró del vestido de Hinata.

-Si quieren pueden adelantarse. Sasori ofreció llevarme a casa.

-¿Qué?- dijo la ojiperla con el entusiasmo en sus ojos.

-¿Qué?- dijo Sasuke, sonando algo enojado.

-¿Hay algún problema?- Le preguntó Hinata.

Sasuke le dedicó a la ojiperla una mirada furibunda, luego atrapó el brazo de Naruto y lo arrastró hasta una esquina. Naruto lo miró, viendo como los músculos de su mandíbula temblaban bajo la piel- ¿Es en serio, Hiyo? Ni siquiera lo conoces.

Naruto sacó el brazo de su agarre con un rápido movimiento- esto no es de tu incumbencia.

Sasuke se acercó un par de pasos, su nariz casi roza la de Naruto- repite que no es de mi incumbencia y despertarás un lado de mí que nunca has visto- mantuvo la mirada unos minutos, pero al ver como los hombros de Naruto se estremecieron bajo su amenaza, dio un paso atrás y resopló para calmarse- No dejaré que viajes a casa con un completo extraño. ¿Y si trata de aprovecharse de ti?

-No tienes de qué preocuparte- respondió, desviando la mirada.

La expresión de Sasuke se fue transformando hasta llenarse de ira. Naruto se encogió en su propio cuerpo, preparándose para otra amenaza- Sasori…- susurró- él no te conviene, no deberías acercarte a él.

-¿Por qué? ¿Es otro violador del que debes salvarme?- ironizó- deja de comportarte como si fueras mi dueño, yo me acerco a quien quiera.

-No lo hagas, Naruto- su voz sonó fría, contenida.

-¿Qué no haga qué?

-No… me desafíes- se estaba conteniendo, por dios, todo el mundo en el lugar se dio cuenta que Sasuke se estaba conteniendo. Menos Naruto.

-Y si lo hago…, ¿qué?

Sasuke no pudo más. Agarró a Naruto por los hombros y lo estampó contra la pared. Su respiración se escuchaba fuerte, como la de un depredador en frente de una presa desprotegida; acercándose lo suficiente como para hablarle al oído, dijo- lo mataré si te toca- era un susurro que sonaba a promesa, erizando los bellos de la nuca del rubio.

Naruto lo miró con los ojos muy dilatados cuando se separó lo suficiente, pero no tenía miedo, sólo estaba sorprendido. Frunció el ceño y separó los labios lentamente para hablar- Me. Gusta. Sasori.- enfatizó en cada palabra.

Sasuke parecía estar en shock por tremenda confesión, pero lo ocultó debajo de una mirada indiferente y dijo- Está bien.- resopló.- Si terminas debajo de él en el asiento trasero de su coche, no vengas llorando conmigo.

La boca de Naruto se abrió, ofendida y furiosa al instante.- No te preocupes, no lo haré.- dijo, alejándose de él.

 

Sasuke le agarró del brazo de pronto y suspiró, mirándolo sobre su hombro.- No quise decir eso, Hiyo. Si él te lastima, si tan sólo te hace sentir incómodo, sólo házmelo saber. Tampoco me gusta amenazarte, fue un impulso. Lo siento.

 

 

La ira se desvaneció y Naruto dejó caer sus hombros con agotamiento.- Sé que no lo quisiste. Pero tienes que ponerle un stop a este exceso de sobreprotección que tienes al estilo “hermano mayor”.

 

Sasuke se echó a reír de repente.- No estoy jugando el papel del hermano mayor, polluelo. No es nada de eso.

 

Sasori apareció en la esquina y se metió las manos en el interior de los bolsillos, ofreciéndole a Naruto su codo.- ¿Todo listo?

 

Sasuke apretó la mandíbula y el rubio se vio obligado a dar un paso hacia el otro lado de Sasori para distraerlo de la expresión del moreno.- Sí, vámonos.- Tomó su brazo y caminó con él unos pocos pasos antes de volverse para decirle adiós a Sasuke, pero él estaba taladrando con la mirada la parte posterior de la cabeza de Sasori. Sus ojos se deslizaron hacia Naruto y sus rasgos se suavizaron.

 

-Ya basta.- dijo a través de sus dientes, siguiendo al pelirrojo entre la multitud hacia su coche.

 

 

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-Es ese plateado.- Los faros del coche parpadearon dos veces cuando Sasori presionó la llave inalámbrica. Abrió la puerta del pasajero y el rubio no pudo suprimir la risa.

 

-¿Conduces un Porsche?

 

-Ella no sólo es un Porsche. Ella es un Porsche 911 GT3. Hay una diferencia.

 

-Déjame adivinar, ¿es el amor de tu vida?- satirizó, citando la declaración de Sasuke acerca de su motocicleta.

 

-No, es sólo un coche. El amor de mi vida será quien firme junto a mí frente a un altar.

 

Naruto se permitió una pequeña sonrisa, tratando de no parecer excesivamente afectado por su declaración. Sasori tomó su mano para ayudarlo a entrar en el coche y cuando él se sentó al volante, apoyó la cabeza en contra de su asiento y le sonrió.

 

-¿Qué harás esta noche?

 

-¿Esta noche?

 

-Ya es de mañana. Y quiero invitarte a cenar antes de que alguien se me adelante.- Una sonrisa se extendió en la cara del blondo.

 

-No tengo ningún plan.

 

-¿Te recogeré a las seis?

 

-Está bien.- respondió, observando cómo Sasori tomaba sus dedos entre los suyos.

 

Continuará…

Notas finales:

Buenos, lady’s and gentleman’s, hasta aquí llegó el capitulo. Espero que les haya gustado. Yo disfruté escribirlo y espero que ustedes hayan disfrutado leerlo.

Muchas dificultades, sinceramente, Sasuke avanza un paso y retrocede dos. Pero bueno, es él, siempre está metiendo la mano donde no debe y por eso… bueno, ha decepcionado a Naruto. Peeeeeero, esto no se quedará así. Como ya se podrán dar cuenta, Naruto siente algo por el moreno, sin embargo está dolido por lo que hizo.

¿Creen que hará algo al respecto? Ya saben, alguna venganza, tal vez se desquite usando a Sasori. Ustedes que creen??

Quiero saber lo que piensan en sus comentarios, nos leemos!!!


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