Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿QUIERES APOSTAR? por Kuroyami Mirai

[Reviews - 284]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No me odiéis!!! Si aún queda alguien para leer esta historia, espero de corazón que no quiera lanzarme del London Eye. No quiero morir tan joven. Tal vez parezca que esté happy, pero en realidad llevo muchos días deprimida. Mi novio decidió terminar conmigo porque le dedico mas tiempo a mi profesión que a él. Y me entristece, saben?


Bueno, ustedes están aquí para leer, no para agobiarlos con mis problemas y mi síndrome de depresión. Para compensar por tanto tiempo de tardanza, les traje un capítulo bien picante. Espero sea de vuestro agrado…

 


A pesar del exceso de velocidad y la infracción de señales, el paseo hasta el apartamento parecía no tener fin. Cuando finalmente llegaron, Sasuke cargó a Naruto por las escaleras. Éste se rió contra sus labios mientras intentaba abrir la cerradura. Cuando se puso de pie y cerró la puerta detrás de ellos, observó como Sasuke dejaba escapar un largo suspiro, aliviado.


 


-No ha parecido como un hogar desde que te fuiste.- dijo, besando sus labios.


 


Jirô correteó por el pasillo y meneó su pequeña cola, pateando las piernas de Naruto. Éste le sonrió mientras lo levantaba del suelo.


 


La cama de Kiba chilló, y luego sus pisadas resonaron en el piso. Su puerta se abrió mientras entrecerraba los ojos por la luz.- ¡A la mierda no, Sasuke, no estás haciendo esta mierda! Estás enamorado de Na...- sus ojos se enfocaron y reconoció su error,- ...ruto. Hola, Naruto.


 


-Hey, Kiba.- sonrió, dejando a Jirô en el suelo.


 


Sasuke pasó en silencio junto a su, todavía sorprendido, primo, y pateó la puerta cerrándola detrás de ellos, tirando del rubio en sus brazos y besándolo sin pensarlo siquiera, como si lo hubieran hecho un millón de veces.


 


Naruto le quitó la camisa sobre su cabeza, y Sasuke se atrevió a deslizar la chaqueta por sus hombros. Dejó de besarlo el tiempo suficiente para quitarse el jersey y camiseta, y luego se estrelló contra él.


 


Se desnudaron el uno al otro, y en cuestión de segundos estaban enredados sobre la cama. Sasuke se recostó y observó el intenso fuego que brillaba en los penetrantes ojos azules. Él ya estaba duro, conteniéndose con los dientes apretados para no tomar el control de manera violenta y profanar a su polluelo. Lo que no sabía era que a Naruto no le hubiese importado en lo más mínimo. Deseaba a su compañero, con esa aura salvaje y animal que exudaba cada uno de sus poros.


 


Lo quería ya, en su interior.


 


El moreno soltó un gruñido cuando Naruto se alzó para lamerle la oreja. Tenía los delgados brazos alrededor de su cuello mientras se daba un festín con su lóbulo y todo el camino de la mandíbula hasta encontrarse con sus labios. Había algo dentro de él que se calmaba con su contacto y a la vez lo excitaba como ninguna otra cosa lo había hecho.


 


Sasuke apretó las manos sobre la tersa piel de su espalda, tiró de él y se irguió. Se arrodillaron en la cama. Explorando cada milímetro del cuerpo ajeno, dejaron que los minutos corrieran mientras se tomaban su tiempo. Uchiha deslizó las manos por toda su espalda hasta terminar en los globos de su trasero, haciéndolo gemir contra su oreja.


 


El blondo jadeaba quedamente ante el camino de pequeñas mordidas que Sasuke dejaba sobre su cuello hasta el pecho, atrapando entre los dientes sus sensibles pezones. Las rodillas le temblaron cuando agarró su miembro con una mano para masturbarlo, el calor casi lo ahoga. Cayó de espaldas con Sasuke encima, riendo como niños pequeños. Alzando su brazo por encima de la cabeza para abrir el cajón y sumergir la mano en el interior, Naruto buscó algo.


 


-Mierda- dijo Sasuke, jadeando y frustrado.- Me deshice de ellos.


 


-¿Qué? ¿De todos?


 


-Pensé que tú no... Si no estaba contigo, no los necesitaría.


 


-¡Me estás tomando el pelo!- chilló, dejando caer la cabeza contra la cabecera.


 


Sasuke apoyó la frente sobre su pecho.- Considérate lo opuesto a una conclusión inevitable.


 


Naruto dejó escapar una sonrisa- ¿Nunca has estado con nadie sin uno?


 


Él negó con la cabeza.- Nunca.- Naruto se mantuvo en silencio unos segundos, meditando y susurrando algo. Alzó la vista al techo para concentrarse mejor. Sasuke se echó a reír ante su expresión tan centrada.- ¿Qué estás haciendo?


 


-Shh, estoy contando.- lo miró por un momento, y luego se inclinó para besarle el cuello.- No me puedo concentrar, mientras tú estás haciendo esto...- suspiró- veinticinco… y dos días…


 


Sasuke se echó a reír.- ¿De qué diablos estás hablando?


 


-Estamos bien- respondió, deslizándose directamente debajo de él.


 


Uchiha le dedicó una mirada abrazadora.- ¿Estás seguro?


 


Naruto lo miró directamente a los ojos, sonriendo, le demostró toda su determinación. Abrió las piernas, haciéndole espacio mientras el moreno lo observaba sorprendido. Sorpresa que duró un suspiro cuando decidió acomodarse sobre él, besarlo, envolverlo entre sus labios y profanarlo despacio, lentamente, se tomó su tiempo en lo que se deslizaba hacia su interior. Sasuke cerró los ojos y dejó escapar un gemido largo y profundo.


 


-Naruto…- jadeó. Se balanceó contra él de nuevo, otro gemido emanó de su garganta.- Mierda, te sientes increíble.


 


-¿Es diferente?


 


Lo miró a los ojos.- Es diferente contigo, de cualquier modo, pero…- tomó una respiración profunda y tensa de nuevo, cerrando los ojos por un momento.- Nunca voy a ser el mismo después de esto.- Sus labios buscaron por cada centímetro del cuello moreno, y cuando encontraron el camino a su boca, Naruto enterró las manos en los músculos de sus hombros, perdiéndose en la intensidad del beso.


 


Sasuke agarró sus muñecas, llevándolas encima de su cabeza y entrelazó los dedos, apretando sus manos con cada embestida. Sus movimientos se hicieron un poco más duros, Naruto clavó las uñas en sus manos, tensando su cuerpo con una fuerza increíble.


 


Un alarido se escapó de su boca, mordiéndose los labios y apretando los ojos.


 


-Naruto- susurró, sonando compungido- necesito...


 


-No te detengas.


 


Se balanceó en su interior otra vez, gimiendo tan fuerte que Naruto se estremeció. Después de unas cuantas respiraciones, lo miró a los ojos, y lo besó una y otra vez. Las manos de Uchiha acunaron cada lado de su cara y luego otro beso, más lento, más tierno. Tocó con su boca los hinchados labios, las mejillas enrojecidas, la frente sudada, la pequeña nariz y, finalmente, volvió a sus labios.


 


Realmente nadie debería ser tan irresistible.


 


Naruto le dio un suave empujón por los hombros, dejándolo sentado sobre la cama. Abrió las piernas y se sentó a horcajadas sobre sus muslos. Sasuke en cambio, lo estrechó contra su cuerpo, despacio, deslizó la nariz por la sonrosada mejilla, saboreando su olor.


 


-Me encanta tu aroma, Hiyo.


 


El rubio sonrió, lo apartó de golpe, dejándolo acostado de espaldas con la respiración entrecortada. Deseando probar una faceta de su mente que acababa de conocer, se empaló a sí mismo.


 


Gruñeron al unísono.


 


Sasuke levantó sus caderas, enterrándolo más en su interior. Naruto se mordió los labios, viendo como su placer se reflejaba en las abisales pupilas. Su cuerpo vibró y ardió, deseando más mientras el mayor lo sostenía por las caderas para ayudarlo con los sentones. Cada vez más rápido y fuerte, completamente fuera de control.


 


Naruto no sabía que su cuerpo extrañaba tanto a ese fiero depredador hasta que se supo invadido por esa dura verga. De repente no quería estar en otro lugar que no fuera allí, unido a Sasuke en cuerpo y alma.


 


Encontraron el orgasmo al unísono con un alarido que rebotó contra las paredes. Ni siquiera les importaba que Hinata, o Kiba, o incluso Jirô pudiera escucharlos.


 


Sonriendo y suspirando, Naruto soltó una risita satisfecha. Sasuke lo puso a su lado de un tirón, colocando las sábanas sobre sus cuerpos desnudos. El áureo apoyó la mejilla contra su pecho y él le besó la frente una vez más, aferrando el agarre. La bestia de su interior ansiaba devorar a su escurridizo polluelo de a poquitos.


 


Naruto jugueteó con las puntas del largo flequillo azabache mientras el aliento de Sasuke cosquilleaba a través de su piel. Amaba el calor de su presencia y la sensación de su cuerpo todavía unido al suyo. Era caliente y duro.


 


Y no quería volver a moverse.


 


-No te vayas esta vez, ¿vale? Quiero despertar tal como ahora en la mañana.


 


Con un beso y los parpados apretados, Naruto se sintió culpable porque tuviera que pedirlo.- No iré a ninguna parte.


 


 


<><><><><><><><> 


Naruto despertó sobre su estómago, desnudo y enredado en las sábanas de Sasuke. Mantuvo los ojos cerrados, sintiendo como sus dedos acariciaban su brazo y espalda.


 


Sasuke suspiró profundo, contento, y habló en voz baja.- Te amo, Naruto. Voy a hacerte feliz.


 


La cama se hundió al moverse, y luego sus labios se movieron en lentos y cortos besos hacia la espalda del menor. El áureo se quedó quieto, y justo cuando Sasuke iba a alcanzar la piel debajo de su oreja, lo abandonó y caminó hacia el baño al otro lado de la habitación. Sus pasos se escuchaban tranquilos por el pasillo, y las tuberías chillaron con la presión del agua en la regadera.


 


Naruto por fin abrió los ojos y se sentó, estirándose. Cada músculo en su cuerpo dolía, músculos que ni siquiera sabía que tenía. Sostuvo la sábana en su regazo y miró hacia la ventana, viendo como hojas amarillas y rojas caían en espiral desde las ramas hasta el suelo.


 


El móvil de Sasuke vibró en algún lugar del suelo, después de buscarlo torpemente por el desastre de ropa, lo encontró en el bolsillo de sus jeans. En la pantalla sólo aparecía un número, sin nombre.


 


-¿Hola?


 


-¿Se encuentra… Se encuentra Sasuke?


 


-Está en la ducha.


 


-Claro que lo está. Dile que Ino llamó, ¿podrías?


 


Sasuke entró, amarrando la toalla alrededor de su cintura salpicada de agua. Uzumaki sonrió antes de darle el teléfono.


 


-Es para ti.


 


Él le dio un beso antes de mirar la pantalla, y luego negó con la cabeza.- ¿Si? Era Naruto. ¿Qué necesitas, Ino?- Escuchó por un momento para después sonreír.- Bueno, ¿Qué te puedo decir? Hiyo es especial.- Luego de una larga pausa, rodó los ojos. Naruto sólo se podía imaginar lo que ella estaba diciendo.- No seas una perra. Escucha, no puedes llamarme más… Bueno, el amor hace eso.- dijo, mirando cariñosamente a su polluelo.- Sí, con Naruto. Es en serio, no más llamadas… Hasta luego.


 


Lanzó el teléfono a la cama, y se sentó a su lado.


 


-Estaba un poco molesta. ¿Te dijo algo?


 


-No, solamente preguntó por ti.


 


-Borré los pocos números que tenía en mi teléfono, pero supongo que eso no les impide seguir llamándome. Si no averiguan pronto lo nuestro, yo se los aclaro.


 


Le dedicó una mirada curiosa, y Naruto no pudo evitar sonreír. Nunca había visto ese lado de él.- Confío en ti, ¿lo sabes?


 


-No te culparía si esperas que me gane tu confianza.


 


-Tengo que ir a la ducha. Ya me perdí una clase.


 


-¿Ves? Ya estoy siendo una buena influencia.


 


Naruto le sacó la lengua.


 


-Ino dijo que este fin de semana va haber una fiesta de Halloween en Red Door. Fui con ella el año pasado, estuvo divertido.


 


-Estoy seguro de ello.- atacó el rubio con sarcasmo, levantando una ceja.


 


-Sólo digo que hubo bastante gente. Tienen torneos en la piscina y bebidas baratas… ¿Quieres ir?


 


-En realidad no soy… No soy de los que se disfrazan. Nunca lo he sido.


 


-¿Te parece que yo soy de los que se disfrazan?- preguntó, enarcando una ceja. Naruto soltó una risita mientras negaba con la cabeza-, simplemente voy. A veces suceden cosas interesantes.


 


-¿Todavía vamos a los bolos esta noche?- preguntó, cuestionando si la invitación era sólo una excusa para pasar tiempo a solas, lo cual ya no era necesario.


 


-Claro que sí. Y te voy a patear el trasero, también.- Sonrió con voz melosa, tratando de intimidarlo.


 


-No esta vez. Tengo un nuevo súper poder. Lo llamo: “El ataque de Uzumaki Naruto”. ¿Qué te parece?


 


Se rió.- ¿Y cuál es? ¿Lenguaje rudo?


 


El áureo se inclinó para besar su cuello, luego movió su lengua hasta su oreja, besando su lóbulo. El moreno se congeló en su lugar y lo miró sorprendido.


 


-La distracción.- Murmuró en su oído.


 


Sasuke agarró sus brazos y lo empujó sobre la espalda.- Vas a perderte otra clase.


 


Naruto se echó a reír.


 


 


<><><><><><><><> 


 


 


Finalmente, luego de hacer el largo proceso de convencer al Uchiha de abandonar el apartamento a tiempo de ir a la clase de Historia, corrieron al campus y se deslizaron en sus asientos justo cuando el profesor Sarutobi comenzaba. Sasuke levantó los lentes de sol por encima de su cabeza y plantó un beso en los labios de su polluelo, justo en frente de todos.


 


En el camino hacia la cafetería, sostuvo su mano, entrelazando los dedos mientras caminaban. Se veía tan orgulloso de mantenerlo cerca, anunciándole al mundo que finalmente estaban juntos.


 


Haku lo notó, miró hacia sus manos y le mostró a su amigo rubio una ridícula sonrisa. Y no fue el único. La simple muestra de cariño provocó miradas y murmullos de las personas mientras iban pasando.


 


En la puerta de la cafetería, Sasuke inhaló su cigarro una última vez y miró a su polluelo, notando su desconfianza. Hinata y Kiba ya estaban dentro, y Haku había encendido otro cigarro, dejando a Naruto y Sasuke solos al entrar. El blondo estaba seguro que el rumor había alcanzado todo un nuevo nivel al momento en que Sasuke lo besó en plena vista de todos en la clase de Historia, y su miedo de entrar a la cafetería no lo abandonaba.


 


-¿Qué sucede, Hiyo?- preguntó, jalando de su mano.


 


-Todos nos están mirando.


 


-Se les va a pasar. Solamente es el shock inicial. ¿Recuerdas cuando empezamos a salir juntos? Su curiosidad murió luego de un tiempo. Vamos.- dijo, jalándolo hacia adentro.


 


Una de las razones por la cual había escogido Konoha fue por su modesta población, pero el desesperado interés por escándalos que venía con ello era extenuante a veces. Era un completo chiste; todos eran conscientes de cuan ridículo era el rumor, pero aun así, todos participaban en él.


 


Se sentaron con la comida en los lugares de siempre. Hinata le dio una sonrisa intuitiva. Ella conversó como si todo estuviera normal, pero los jugadores de fútbol en la otra punta de la mesa lo miraban como si se estuviera quemando.


 


Sasuke estiró el brazo sobre la mesa, alcanzando su manzana con el cubierto.- ¿Vas a comerte eso, polluelo?


 


-No, puedes tenerla, nene.


 


Naruto sintió que sus orejas ardían cuando la cabeza de Hinata se giró bruscamente para verlo, cual niña del exorcista.


 


-Simplemente salió.- dijo, encogiéndose de hombros. Miró a Sasuke, y su expresión era una mezcla entre amor y diversión. Habían utilizado ese término unas cuantas veces esa mañana, y no se le ocurrió que era nuevo para todos los demás hasta que salió de su boca.


 


-Acaban de alcanzar el nivel de irritantemente lindo.- Hinata sonrió.


 


Kiba tocó el hombro del rubio.- ¿Te quedarás esta noche?- preguntó, sus palabras se mezclaban con el pan en su boca.- Prometo no salir de mi cuarto a insultarte.


 


-Estabas defendiendo mi honor, Kiba. Estás perdonado.


 


Sasuke mordisqueó la manzana y masticó, luciendo más feliz de lo que alguna vez lo había visto alguien. La paz en sus ojos había regresado, e incluso cuando docenas de personas miraban cada uno de sus movimientos, incluyendo los de Naruto, todo se sentía… correcto.


 


Pensó en todo el tiempo que había insistido en que estar con Sasuke era una mala decisión, y cuanto tiempo había perdido tratando de ignorar todo lo que sentía por él. Viéndolo del otro lado de la mesa, a sus suaves ojos negros, y el hoyuelo bailando en su mejilla mientras masticaba. No recordaba de qué estaba tan preocupado.


 


-Se ve espantosamente feliz. ¿Te rendiste finalmente, Uzumaki?- dijo uno de los futbolistas, codeando a sus compañeros de equipo.


 


-No eres muy inteligente, ¿verdad?- le dijo Kiba frunciendo el ceño.


 


Instantáneamente la sangre subió por las mejillas del áureo. Las pupilas cerúleas viajaron hacia Sasuke, quien tenía una mirada asesina en sus ojos. La vergüenza se deshizo a la vista de la ira de Sasuke; Naruto sacudió la cabeza.- Sólo ignóralo.


 


Luego de unos tensos segundos, sus hombros se relajaron un poco, tomó aire y asintió una vez. Luego de un momento miró al Uzumaki y le guiñó.


 


Naruto estiró su brazo en la mesa y deslizó los dedos sobre la mano de Uchiha.- Fue en serio lo que me dijiste anoche, ¿no?


 


Empezó a hablar, pero la risa del futbolista llenó la cafetería.- ¡Dios Santo! ¿Uchiha Sasuke está siendo controlado?


 


-¿Fue en serio cuando me dijiste que no querías que cambiara?- le preguntó, apretándole la mano.


 


Naruto miró al imbécil que no paraba de reír, incitando a sus compañeros a que lo acompañaran en la diversión, y luego se volvió hacia Sasuke.- Absolutamente. Enséñale a ese idiota algunos modales, teme.


 


Una sonrisa diabólica se extendió por su cara, y caminó hacia el final de la mesa, donde el equipo de fútbol se sentaba. El chico se tragó su risa y el silencio se apoderó de la habitación.


 


-Oye, solo te estaba haciendo pasar un mal rato, Uchiha.- dijo mirándolo.


 


-Discúlpate con Hiyo.- dijo Sasuke, fulminándolo con la mirada.


 


El chico miró a Naruto con nerviosismo.- Sólo… Sólo estaba bromeando, Naruto. Lo siento.


 


Naruto le dedicó una mirada gélida y él subió la cabeza hacia Sasuke, esperando su aprobación. Cuando Sasuke se alejó, el chico se rió y luego le susurró algo a Yahiko. Naruto sentía el corazón fuera del pecho cuando Sasuke se detuvo abruptamente y sus manos se cerraron en puños a sus costados.


 


Yahiko sacudió la cabeza y bufó.- Cuando despiertes, Ryo, sólo recuerda… que tú solito te lo buscaste.


 


Sasuke levantó la bandeja de Haku de la mesa y se la pegó a Ryo en la cara, tumbándolo de su silla. Ryo trató de meterse bajo la mesa, pero Sasuke lo sacó por las piernas y comenzó a golpearlo. El chico se cubrió y Sasuke lo golpeó en la espalda. Se arqueaba y volteaba, levantando sus manos al aire, permitiéndole a Sasuke golpear varias veces su cara. Cuando la sangre comenzó a fluir, el Uchiha se levantó jadeando cual animal rabioso.


 


-Si te atreves a siquiera mirarlo, pedazo de mierda, te voy a romper tu jodida mandíbula.- rugió. Naruto se estremeció cuando Sasuke pateó a Ryo una última vez.


 


La mujer que trabaja en la cafetería corrió hacia fuera, sorprendida del desastre sangriento en el suelo.


 


-Lo siento- le dijo Sasuke, limpiándose la sangre de la mejilla. Naruto estiró el brazo para tocarle el rostro. Sasuke se apartó.- No es mía.


 


-Lo sé.


 


Muchos de los estudiantes se levantaron para ver mejor, otros permanecieron sentados mirando entretenidos. El equipo de fútbol sólo miraba el cuerpo lánguido de Ryo en el piso, sacudiendo sus cabezas.


 


Sasuke se volteó y Kiba se levantó de inmediato, agarrando a Naruto del brazo y la mano de Hinata, y arrastrándolos por la puerta, detrás de su primo. Caminaron la corta distancia hasta Konoha Hall, la ojiperla y el áureo se sentaron en los escalones de enfrente, mirando a Sasuke caminar de aquí para allá como un león enjaulado.


 


Hinata se acercó a Naruto para decirle algo al oído- No me lo tomes a mal, enano. Pero me da que Sasuke necesita un bozal, ya.


 


El rubio soltó un suspiro- No es un bozal, Hina. Solo necesita acostumbrarse a mantener el control. Siempre se ha dejado llevar por la ira y el impulso, pero si no aprende… le daré un par de ostias.- Aseguró, frunciendo el ceño cuando sus ojos se detuvieron en la sangre de sus nudillos.


 


La ojiperla sonrió- bien dicho, rubio. Así se habla. Después de todo, tanto Kiba como yo creemos que tú eres el único capaz de frenar a ese lobo.


 


-Espero tener la fuerza, de veras.


 


 


Continuará


 


 

Notas finales:

En fin, eso es todo por ahora, trataré de volver pronto con la actu. Gracias por leer hasta este punto y de nuevo, perdónenme por la tardanza.


 


Nos leemos pronto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).