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23 Years of You por Fuerza Friki

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Notas del capitulo:

¿Taemin por fin se dió cuenta?

HOSPITAL EN LA NOCHE

Minho observó por la ventana del hospital, suspiró viendo los las luces de los autos pasar entre los edificios. No iba a poder dormir, no mientras Takuya siguiese sin despertar. Miró a su amigo, solo la calmada respiración lo hacía moverse.

-Eres un idiota - sintió que lloraría, había intentado estar tan estable como su cuerpo y emociones permitían, más si Joonjae estaba cerca, sabía que el castaño y pálido se desesperaría y quebraría si veía todo el temor que cargaba en él. -He estado ahorrando por años para cuando dijeras “quiero mejorar mi vida” yo pagaría tu rehabilitación -las cálidas y saladas lágrimas rodaron por sus mejillas.

-Pero que tonto - la voz se escuchó y Minho miró el rostro del chico que lo había volteado a ver con sus ojos obscuros, estaban tan fijos en él que lo asustaban - ¿Esperabas qué un día de la nada sucediera? ¿Por iluminación divina? ¿La razón llegaría a mí mágicamente? “El día de hoy ya no se me antoja inyectarme ni fumar nada, tampoco aspirar, he decidido ser un ciudadano ejemplar” -Usó una voz de aristócrata mientras le sonreía. - Minho dame tu dinero para salvar mi torturada alma.

-¿Crees qué es momento de burlarte? - Dijo enojado, estaba furioso, creyó que su vida había pendido de un hilo todo el día y se despertaba diciendo esas cosas crueles, riéndose de sus buenas intenciones como si fueran una tontería cualquiera.

-¡Si! - Dijo firmemente y sus ojos se volvieron suplicantes, los círculos obscuros se suavizaron y el deportista se sentó para mirarlo mejor. - Me tengo que burlar de tí para que lo entiendas, yo no iba a transformar de la nada, les agradezco que siempre estuviesen a mi lado aunque fuese lo que soy, pero la gente no cambia tan fácil. Y tal vez casi morir me cambie, pero también hay grandes posibilidades de que no lo haga. Puede que intente ir a rehabilitación, puede que no, puede que huya después de unos días, puede que termine todo el proceso y recaiga en unas semanas o años.

-Pero puede que todo salga bien.

-Exacto - le sonrió ampliamente - y puede que mi burla no sirva para que tomes en cuenta que es mi rehabilitación, son mis términos.

-Perdón. -Minho descansó su cabeza sobre la cama.

-No te disculpes, me alegra que quisieras ayudar, pero ahora debes regañarme por hacer algo tonto, a veces parece que tu me conscientes y Joonjae me regaña.

-No tengo energía para eso - se acomodó mejor. -Todo el día estuvimos tan asustados.

-Lo siento campeón - comenzó a acariciar su cabeza.

-Mañana Joonjae te matará el mismo. - El castaño cerró los ojos, se sentía mucho más ligero escuchando esa voz, ahora podía respirar de nuevo.

-La lluvia está anunciando mi inminente muerte de seguro.

-¿La lluvia? -Preguntó somnoliento sin desear separarse del consciente Takuya.

-Si, está lloviendo a cántaros, ¿no llamarás a casa?

-A Taemin no le dan miedo los rayos, solo los insectos.

-No me refería a Taemin - el rubio sonrió al escuchar eso, parecía que su amigo pensaba bastante en el chico -Minami-sama se siente sola cuando llueve.

-Taemin la cuidará. - Bostezó.

-Te has acostumbrado a vivir con él. - Ya no hubo respuesta, el castaño se había dormido después de que todo el estrés de ese día lo había dejado. -Bueno, era normal después de que te tomó más de dos años acostumbrarte a vivir sin él. - Suspiró pensando en qué pasaría luego, deseando tener más drogas, había pasado demasiado tiempo sin ella. No tardarían en llegar las ansias y el sudor, pero ahora debía pensar si el susto era suficiente para ir a rehabilitación o quería seguir viendo a esos dos idiotas ser consumidos más rápido que él -¿Los estoy dañando más a ustedes que a mi mismo? -Volvió a ver la ventana, tenía unas enormes ganas de ser regañado por Joonjae, sentía que debía querer cambiar, pero no tenía tantos deseos.

 

LLUVIA EN LAS CALLES

Tenía frío, sentía mucho frío, la densa lluvia hacía que el clima fuera peor. Corrió hasta un toldo arrastrando su maleta entre los charcos, el cabello empapado escurría sobre su rostro y en ese momento sintió que algo más cálido se escurría por los pómulos. Se decía “no llores, no llores” a sí mismo, recordando como Jinki hyung le había entregado comida cuando se había sentido tan perdido como en ese momento.

-¡RAYOS! - Tiró la maleta con un fuerte golpe sobre el charco que se formaba - ¡Ya no eres un niño! - Sacudía su cabello sacando el agua fría, sintiendo que ya no habría nadie que le ofreciera una mano. - Se supone que ya no me debería de doler - dijo con su voz entrecortada por el llanto y se sentó en el escalón de la tienda cerrada dueña del toldo que lo cubría del clima inclemente. Lloraba y lloraba, sentía que su madre acababa de morir, que acababa de alejarse de todo lo que conocía y que esta vez sería para siempre, antes pensó que era por un momento, pero ahora lo sabía, esta vez jamás podría volver. Y ahí estaba el niño de 16 años, empapado y con el ojo morado frente a él, ese chico sonreía mientras huía en la lluvia, porque lo hizo para que las cosas estuviesen mejor. Dejó a su mejor amigo con las dos personas a las que les confiaría la vida para protegerlo, había sido valiente, fuerte y decidido, nunca se vió como alguien egoísta hasta que Minho lo dijo, con hambre, sin dinero y sin un techo pero orgulloso de su decisión. Sentado en las escaleras estaba el Taemin de 22 años, a quien el muchacho de su pasado le sonreía, esté tenía una maleta llena de cosas preciadas para alguien, una cuenta con bastante dinero, podía rentar cualquier lugar y comer lo que quisiera, pero se sentía más desamparado que ese chico. Era un cobarde -¿De quién estás escapando? - Se preguntó mientras se ponía de pie y sacaba de su bolsillo el sobre lleno de dinero que había retirado del banco, había juntado todo para vivir con Jinki hyung y conseguir ayuda profesional, trabajado demasiados turnos con diferentes identidades y ahora lo tiraría por un desgraciado que los había puesto en esa posición primero.

Tenía ganas de arrojar el sobre, tener dinero no le servía de nada, podría volver a empezar sin problema, siempre lo lograba. Pero no lo deseaba - quiero volver con Minho y Minami - miró la lluvia de nuevo. Las cosas le gustaban así, si pudiera vivir Onew con ellos, o por lo menos estar en un lugar seguro. Estaba soñando, pero tenía mucho tiempo sin tener deseos personales, sin querer algo para él. Fue entonces cuando entendió, posiblemente ser egoísta no era tan malo. Su yo pasado afirmó haciendo más amplia la sonrisa desapareciendo de su imaginación, “has llegado lejos Lee Taemin” levantó su maleta pensando que aún podía ser ese chico, ahora debía encontrar cómo deshacerse de HyukSoo.

 

LA TRAICIÓN DE KEY 2

-Llueven perros y gatos - tomó la taza que la mano de tez blanca le ofrecía y la llevó a su boca bebiendo un sorbo del cálido café.

-¿Crees que esté en la calle? - Dijo con un quejido de preocupación.
-No lo sé -el moreno suspiró y vio el extenso rayo caer sobre uno de los rascacielos, en eso el más alto dio un paso atrás por el sonido del trueno. -No te asustes - intentó decirlo sin sonar condescendiente pero no funcionó con el chico de mirada felina, este tomaba todo de forma personal, siempre aprensivo por cada acción o palabra.

-¡Yo no estoy asustado! - Se fue a sentar en el sillón cruzando los brazos, el mayor lo siguió dejando la taza en una de las mesitas junto al sofá y se acomodó a distancia de él.

-Yo si estoy asustado - dijo encorvandose hacia adelante y recargando los codos en sus rodillas mientras entrelazaba los dedos de sus manos.

-¿Asustado? - Key se le quedó viendo.

-Ese chico - tomó aire - dijo que alguien se había aprovechado de Taeminnie y volvió para vengarse.

-¿Es a quién viste?

-Si, tenía una cicatriz bastante visible. Estoy seguro que se refería al mismo.

-¿Qué vamos a hacer? -Jonghyun volteo a ver como el chico de mirada felina lo observaba suplicante.

-No lo sé, lo primero es encontrar a Taemin y fingir que no sabemos nada.

-¡¿Fingir?!

-¿Es fácil contarle a alguien que te usaban sexualmente? - Key se congeló por la pregunta era demasiado directa, se sentía incómodo con el tema y a la vez podía entender porque su amigo no le había dicho nada antes.

-No - miró al piso entristecido, todos cargan sus fantasmas y él también tenía los suyos.

-Por eso debemos ayudar discretamente y esperar a que lo cuente. -Key hizo la cabeza hacia atrás y comenzó a sentirse inundado por el dolor, en esos días había entendido que no sabía nada de Taemin y antes decía ser quién lo conocía mejor que nadie -Tranquilo - Jonghyun pasó su pulgar por una de sus mejillas limpiando el hilo de lágrimas. -También terminaré llorando. - Le sonría dulcemente.

Key lo vió tan cálido y bello en ese momento que se sintió impulsado a enderezarse y acercarse lentamente a tocar los gruesos bordes bien formados, tan brillantes y suaves, pasó su dedo pulgar sobre el jugoso labio inferior y luego, tomando al contrario de los hombros, presionó sus labios para probar los del moreno. Cerró los ojos mientras succionaba suave. Sintió la reacción del otro que movió sus bordes intentando aumentar el contacto con los hábiles labios.

En este momento el de mirada felina sentía que Jonghyun estaba receptivo lo empujó un poco para que se recargara en el sillón y acomodó sus rodillas a ambos lados de sus piernas sentándose sobre sus caderas.

Volvió a besarlo estando sobre él sin soltar sus hombros, el moreno tomó su cintura con fuerza y mordió el labio inferior para abrir la boca del de piel pálida y comenzar a jugar con su lengua masajeando la otra sinhueso del que disfrutaba el dulce néctar de su chico de algodón de azúcar. Comenzó a mover sus caderas en círculos mientras las lenguas se frotaban con prisa, sentía que la presión del miembro del moreno aumentaba poco a poco sobre su trasero. Pasó sus manos por el cabello decolorado.

-Espera - dijo separándose el que estaba debajo y girando un poco su rostro.

-Está bien - tomó su rostro con ambas manos para voltearlo hacia el volver a saborear esos labios, para Key eran deliciosos, nunca había probado unos labios tan dulces y dedicados. El otro correspondió deseando más del diseñador que se movía con experiencia y deseo, debía aceptar que si era un experto como él se auto-proclamaba, pero tal vez eso era lo que le incomodaba.

-Espera - logró separarse de nuevo intentando recuperar el aliento que le había sido robado por el delicioso chico que estaba sobre sus piernas. Lo tomó de los hombros para que no regresara, sabía que si lo hacía de nuevo no sería capaz de detenerse.

-No quiero estar solo esta noche - le dijo suplicante con los ojos llorosos  y Jonghyun respiró profundamente.

-Exactamente, estás cubriendo tus sentimientos con sexo. - Le soltó sintiéndose un poco usado pero el de piel de porcelana se acercó a besar y lamer su cuello delicadamente. - No… - su razón se nublaba.

-Si, entiendo - dijo en su oído soplando, causando un escalofrío a lo largo de la columna de Jonghyun. - Amor verdadero - mordió su lóbulo,- unicornios - lamió detrás de su oreja, -arcoiris - succionó sobre su cuello dejando una pequeña marca - y Atlantis - besó sobre la manzana de adán que temblaba nerviosa.

-No lo haces - el moreno juntó todas sus fuerzas y volvió a separarlo, quería ver el agudo y bello rostro. - Vales mucho Kim Kibum - Lo movió a un lado con cuidado y haciendo su cabello hacia atrás, besó su frente. - No sientas que el sexo puede aliviar la soledad. -Se puso de pie y le sonrió. Key lo miraba asombrado, lo estaba rechazando una vez más y ahora lo dejaba hasta excitado en su propio sillón. Jonghyun se alejó y caminó hasta la puerta hasta que sintió que algo lo golpeaba en la nuca.

-¡Te odio! - Se giró para ver al chico delgado furioso y de pie en medio de la sala sosteniendo un cojín como el que se le había lanzado hace unos momentos -¡Si sales ahora, no tendrás ninguna oportunidad conmigo! - Sentenció mientras el otro le sonreía aún - ¡No podrás tocarme nunca más! - Gritaba con desesperación. El otro abrió la puerta y le miró con cariño.

-No quiero que vivas así nunca más mi perfecto niño - se quedó petrificado al escuchar el apodo, no era posible, esto no estaba sucediendo. Jonghyun había salido, pero él seguía pensando en las palabras “mi perfecto niño” la voz grave resonaba en su cabeza, esa no era la voz del moreno. Se sentó en el piso y abrazó sus piernas ahora la soledad y falta de cariño ya no eran su motor, si no el terror que lo congelaba y se le encajaba en los helados huesos.

Se sintió aterrado por un largo rato, sin poder levantarse, mordía sus uñas mientras el apodo no dejaba de resonar en todo el departamento “mi perfecto niño” se sentía tan solo, había pasado tanto tiempo que sentía esa obscuridad del verdadero abandono. La puerta comenzó a retumbar con golpeteos, pero esto solo hacía que las ansias y el terror lo llenaran más, cubría sus oídos intentando escapar, se sentía abrumado por el pasado. Entendía lo que sucedía, pero no esperaba que volviese a ocurrir en su vida adulta.

-¡Key! - Alguien lo llamó entre los golpeteos y sintió como era jalado de la obscuridad al escuchar su nuevo nombre, el nombre que lo había salvado, el nombre que se había dado cuando había asesinado a su yo anterior, el nombre que había convertido la fantasía en realidad. Sacudió sus ideas y se puso de pie débilmente apoyándose en el sillón. Caminaba temblando, sus manos no se podían quedar firmes ni cuando sujetó la perilla para abrir la puerta.

-¿Key? - El delgado modelo lo miraba asombrado -¿Estás bien?

-Yo… -Intentaba controlarse, diciendo que era Key, el asombroso Key, el todo poderoso Key. Taemin solo lo veía mucho más pálido de lo normal y en un estado de shock. Estaba muy preocupado así que sin pensarlo lo abrazó con fuerza.

Key se aferró a él escondiendo su rostro alterado en el fino cuello de su protegido. El otro lo pegó más a su cuerpo rodeándolo con sus brazos en su espalda alta.

-Estas mojado - dijo mientras aspiraba por su cuello.

-Estaba en la lluvia - sonrió acariciando su cabeza y desacomodando su colorido cabello sin alejarlo de su cuerpo.

-Te vas a enfermar.

-¿Quieres que me desnude justo ahora?

-¿Si digo que si me abandonarías?

-Ahora no sé si estás coqueteando o preparando un raro regaño para mi -Taemin estaba un poco confundido.

-¿Eres mi amigo?

-Claro que sí, además de ser tu pobre mal pagado empleado soy tu amigo.

-¿Te quedarías aunque no te pagara?

-Estás raro - se separó para ver mejor al más alto, ya lo había preocupado mucho.

-¿Te quedarías?

-Claro que sí, ¿qué pasa Key-hyung?

-¿Te negarías a tener sexo conmigo?

-Espera, espera - Taemin se puso bastante nervioso, ahora si, no entendía qué sucedía.

-Te estás negando - lo empujó del hombro.

-Tu y yo somos… -tragó saliva- no funcionamos así hyung, yo… - se quedaba sin palabras.

-¿Por qué no llegaste a tu trabajo? - Taemin se sintió aliviado - teníamos que terminar ese catálogo.

-Se presentó algo Key - hizo una cara adorable bajando su cabeza y mirándolo con los ojos bien abiertos.

-¿Y por qué te apareces a las tres de la mañana si no vienes a tener sexo conmigo?

-¿Me dejas quedarme por unos días? - Infló los cachetes.

-¿Pagarás la renta de nuevo? -Afirmó intentando aun ser lindo. -Está bien, pero deberás trabajar mañana temprano, si no sacamos el catálogo nos quedaremos en la calle.

-Gracias hyung - besó su mejilla.

-Ve a bañarte, si te enfermas no lo lograremos a tiempo.

-Solo dí que te preocupas por mi.

-Taemin - dijo de espaldas a él mientras el menor caminaba al baño - me preocupas mucho, ¿lo sabes?

-Lo sé Key. - El de mirada felina sonrió mientras se dirigía a la cocina, sintiendo un poco de alivio porque no estaría solo esos días por lo menos.

Key no pudo ir a su habitación, quería preguntarle a Taemin dónde había estado, pero aun así coincidía con Jonghyun, además de que el chico no le diría nada directamente.

-¿Aun no vas a dormir? - Preguntó el menor al salir del baño con su pijama que consistia en unas bermudas y una playera suelta sin mangas.

-Tengo hambre - Key estaba en el sillón con las rodillas dobladas y abrazando un cojín.

-¿No hay nada en el refrigerador? - Se dirigía a la cocina.

-No esa hambre. - Lo miró con el rostro algo enrojecido.

-No esa …-Taemin inclinó la cabeza y luego abrió los ojos como platos - ¡Oh! ¿Por eso dijiste…? ¡Ah!

-Han pasado semanas - se dejó caer de lado en el sillón.

-¿Semanas? Pero cada fin de semana por lo menos... ¿No has traído a nadie?- se sentó junto al de mirada felina.

-Traje a alguien hoy pero me rechazó.

-¿Lo trajiste hasta la casa y te rechazó? - Afirmó sintiéndose herido.

-¿Quién es ese idiota que le dice no al todopoderoso Key?

-Tu ex-novio.

-¿Cuál? - Hubo un silencio - ¿Aún? - Otra vez reinó el silencio - ¿Jonghyun te llamó para agradecerte? - Recordó el raro comentario de la cafetería ese día.

-No, yo lo llamé ¿Desde cuando soy tan patético?

-No lo eres, fue un tonto.

-Soy un calenturiento como tu dices.

-Lo eres - recibió un cojinazo.

-¿Y tú no?

-No tanto.

-¡Claaaro! Volviste con tu familia y ahora eres un niño bueno y santo.

-Hasta me puedo volver un monje - Taemin rió y recordó estar con Minho dormido besándolo y al instante, sintió sus mejillas colorearse.

-¿En qué pensaste jovencito?

-Nada, nada - negó como loco intentando olvidar lo que había hecho, según él había madurado pero ahora se ruborizaba solo por un beso en la mejilla.

-También tienes hambre.

-No es hambre - suspiró.

-¿Qué es?

-No lo sé -miró al piso algo deprimido y Key lo observó antes de volver a recordar cómo había sido rechazado esa noche.

-Tu también me rechazaste hoy.

-Pero es porque soy un monje. -Le guiñó un ojo riendo, se sentían bien juntos, habían vivido mucho tiempo como compañeros y se habían extrañado esos días, pero no habían notado cuánta falta les había hecho poder contarse todo hasta ese momento.

Esa noche no pudieron dormir, empezaron contándose cosas triviales como quienes acosaban a Taeyeon en el bar cuando Key no estaba y quienes decían cosas sobre el de mirada felina. Key le contó cómo el club Bahoo era de su tío pero él se encargó de arreglarlo un poco porque parecía un antro de mala muerte.

Y cuando casi amanecía Taemin le contó la historia de su vida, esta vez incluyendo a Minami y Minho en el relato, cosa que había omitido por años con temor de querer verles al añorarlos.

-¿Entonces se puede decir que son tu familia? - Key le sonrió al chico que ahora abrazaba una almohada intentando no verse tan triste como se sentía. Se decidió a afirmar un poco avergonzado. -Ya veo - en ese momento el de mirada felina estaba atando cabos, se estaba dando cuenta porque el menor había omitido tantas cosas, no era difícil de entender cuando ponía ciertos detalles - ¿Cuando lo volviste a ver no contuviste las ganas de volver a sus vidas?

-¡No! Ese bastardo dijo que era un egoísta y que no me importaban. -Taemin se exaltó como el primer día que Key escuchó sobre el reencuentro, en ese momento pensó que se trataba de un molesto familiar que había herido su ego. Pero ahora estaba seguro que su ego estaba intacto y había algo más ocurriendo.

-¿Cómo iba vestido esa noche?

-Chaqueta de cuero negra, playera negra y pantalones de mezclilla algo cortos porque tiene patas de araña. - El de mirada felina sonrió victorioso.

-¿Por qué me miras así? Das miedo.

-Porque nunca te fijas ni que usas tu mismo, pero puedes recordar lo que usó ese día.

-Pero es porque estaba furioso con él, ese bastardo me llamó orgulloso de todas las formas posibles.

-¿Qué llevaba yo ayer cuando me viste? - Taemin se quedó en silencio por un momento.

-Mi bufanda. - Dijo sonriendo nerviosamente.

-¿Que llevaba cuando bailaron juntos en el club?

-No seguiré con esto.

-Dime o te cobraré la ropa que hayas arruinado con la lluvia, no creas que no vi como dejaste mi maleta.

-La misma chaqueta, pero pantalones rojos cortos y playera blanca con un estampado. Y se peinó hacia atrás con cera o gel, supongo.

-¿Y to? - Se señaló con una sonrisa.

-¿Un abrigo largo?

-¿Y tú?

-La cosas en la garganta.

-¿A qué edad te empezó a gustar?

-¡No me gusta! ¡Lo odio! - Key levantó una ceja y cruzó los brazos mostrando como no creía a sus palabras. -No estoy seguro - suspiró al sentirse atrapado - pero creo que a los trece años los sabía con certeza. - Key aplaudió emocionado.

-¡Es tu primer amor! - Apretó sus mejillas y las jaló sonriendo - eres tan adorable.

-Suelta - empujó sus manos y se giró cruzando los brazos, estaba completamente avergonzado de ser descubierto tan fácil.

-¿Cuando te diste cuenta que aun te atraía? ¿Al momento de verlo? ¿Cuando bailaron juntos?

-No te pongas como si fuera una revista de chismes. -Se le quedó viendo ansioso.-La noche anterior.

-¿Tan tarde? - El asombro se notaba en el rostro del mayor.

-Es que es un odioso, de primera, solo le gusta quejarse todo el tiempo y me trata como un niño.- Se rió con una carcajada exagerada al oírlo.

-Suena como yo - se siguió riendo mientras aplaudía.

-Si, igual a tí - lo empujó.

-Pero yo me veo fabuloso y me visto mucho mejor - siguió riendo, no había forma de que Key dijera algo malo de sí mismo sin poner azúcar sobre ello.

-Bueno, mejor ve a vestirte. - Key se puso de pie aun sosteniendo su estómago por la sonora risa.

-¿Vamos a tomar fotos?

-Claro, no creas que voy a dejar mi colección de lado. Sin mí, la gente no lucirá fabulosa la próxima temporada.


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