HACIENDO UN CATÁLOGO
-¿Cuantos atuendos nos faltan? - Taemin preguntó mientras estaba dentro del incómodo vestido plateado con lentejuelas que le causaba picazón debido a las decoraciones, era algo corto y traía unas botas de nieve negras, por lo menos no eran tan incómodas como los tacones que debía usar a veces.
-Terminamos - el mayor dijo mirando en la cámara - voy a tener que modificar muchas fotos ¡¿Por qué tienes tan grandes los pies?!
-¿Perdón? - El chico con peluca se disculpó inclinando la cabeza algo confundido.
-¡Vamos! -Tomó las cosas que quedaban. -Queda mucho por editar.
-¿Todo está bien? - Key definitivamente era una montaña rusa de emociones, había estado feliz, serio, enojado, ansioso, risueño, lloroso, y ahora estresado, todo en menos de veinticuatro horas.
-¿Ese chico en verdad es tu amigo?
-¿Quién? - Taemin tomó la mochila y otros de los trajes para subirlos al auto blanco.
-El del hospital.
-¿Takuya? - Suspiró y se recargó en el auto. -No sé cómo decirlo. - Key se puso a su lado, se había preocupado de estar reteniendo al menor toda esa mañana y que no le pidiese que lo dejara ir a verlo. - Es a la persona a la que más miedo le tengo.
-¿Miedo? ¿Taemin le tiene miedo a algo que no sean los insectos?
-No es miedo en sí, pero Takuya sabe mucho de mí, es fastidioso y a veces hasta me chantajeaba para que hiciera cosas por ellos. - Key sonrió picaramente.
-Lee Taemin fue un adolescente muy normal.- Tomó la cámara y caminó alrededor del auto.
-¿A qué te refieres? - Ambos subieron en los asientos delanteros.
-Cuando veo televisión hay momentos en los que digo, “¡Ah!, eso es ser un adolescente” creo que el Taeminnie de antes era así, enamorado de alguien en secreto y sin deseos de que nadie se enterara, un hogar cálido y amigos fieles que nunca contaron el secreto pero hacían todo lo posible para pasar tiempo con él.
-No es así, él era tan fastidioso, siempre nos metía en problemas y debía estar corriendo tras de él para evitar que se matara.
-Suena como tu - Key arrancó riendo con fuerza.
-¡¿Cómo yo?!
-Sí - dijo serio por un momento y luego volvió con sus sonoras y exageradas carcajadas - te la pasas haciendo lo que quieres, me fastidias usando la ropa que te digo que no uses, vas por ahí buscando empleos a medio de la noche y te peleas a cada rato. Tengo que ir a vigilarte a bares de mala muerte - se quedó en silencio un momento - para que no dañes mi ropa. - Taemin sonrió, el mayor siempre intentaba recalcar que no le importaba, pero no era así. Aunque su rostro cambió rápidamente mientras pensaba en lo que Key hacía, él también se la pasaba diciendo que no le importaba pero al final siempre tenía que ir tras de ellos.
DIEZ AÑOS ATRÁS
-¡Taemin! - Una chica se le acercó corriendo con una gran sonrisa y él se la devolvió.
-JangSoo - dijo sosteniendo su mochila.
-¿Vas a venir a nuestro campamento de final de cursos?
-No creo poder - Taemin suspiró, estaba por terminar la primaria y empezaría la secundaria en unas semanas, aunque era en otro distrito, por lo que no podría volver a ver a sus compañeros.
-¿Irás con tu tía?
-Si, mi madre me obligará a ir de nuevo.
-No es justo - la chica de cabello negro trenzado tomó su mano - ¿Cuándo te volveré a ver entonces?
-Luego iremos a los videojuegos.
-¿Seguro? - Taemin afirmó con una sonrisa -¡Eres tan lindo! - La chica presionó sus cachetes.
-¡Ya déjalo JangSoo! - Un chico separó sus manos - estás dañando a Taemin.
-Es que no vendrá este fin de semana.
-¡¿No?!
-Mi mamá…
-¿Otra vez estarás en casa de tu tía? - Afirmó. - No es justo - el otro chico de ropa un poco desalineada pateó al piso - quería que estuvieses en mi equipo para las actividades.
-¿Por qué querría estar en tu equipo? - La chica volvió a hablar.
-Somos el mejor equipo, he reclutado a los más rápidos, fuertes y ágiles.
-No puedo creer que estés tan desesperado por ganar. - Taemin solo podía reír mientras veía discutir a ese par, pero al girarse vio que el coche de su madre se acercaba.
-¡Ya me voy! - Dijo despidiéndose con la mano abierta y luego corrió hasta el auto mientras los otros seguían con su discusión.
-¿JangSoo y SungMin irán al campamento? - Taeyeon preguntó al verlos aun discutiendo en la acera.
-No - Taemin bajó la mirada - creo que no irá nadie de los que conozco. - Taeyeon acarició su cabeza.
-¿No quieres mejor invitarles este fin de semana a casa? Será como una fiesta de despedida para todos.
-Pero debes ir a ver a la tía Minami y papá estará de viaje- le sonrió.
-Ya eres un chico grande que entrará a secundaria, estoy segura que puedes encargarte de la casa tu solito. - Bajó la vista un poco desganado, no entendía por qué estaba haciendo todo esto.
-Es cierto, estar en casa es mejor que tener que aguantar al tonto de Minho y sus tontos amigos.
-Taemin- Taeyeon lo miró seriamente mientras estaban detenidos en la luz roja. - Si quieres ver a Minho y a los otros solo debes decirme.
-¿Por qué querría verlos? - Cruzó los brazos molesto.
-En ese caso te puedes quedar en casa. -La voz de la madre fue severa y contundente, en ese momento se sintió como un idiota, tenía semanas mintiendo, pero, ¿para qué? Cuando llegó a su hogar caminó hasta su habitación con una marcha sonora y cerró su puerta con un golpazo que retumbó en toda la casa.
-¿Qué pasó? - El señor Lee preguntó con su característica sonrisa.
-¡Llegó a la secundaria y entró directo en la adolescencia! - Taeyeon estaba muy molesta, aunque tampoco entendía la razón.
-Eso es lo normal.
-Pero antes era más sencillo entenderlo.
-Supongo que él se siente igual, antes era más sencillo entenderse a uno mismo, ¿no recuerdas lo confusa que es la adolescencia?
-Intento no recordar mucho - el señor Lee se sintió conmovido por el rostro de su esposa y se acercó a acariciar la larga cabellera rojiza - ¿Hace cuánto que no ve a los tres chiflados?
-¿Tu también con los apodos?
-Minami les dice el bueno, el malo y el tonto - el señor Lee se atacó de risa.
-Pobrecito Takuya - la mujer lo abrazó. - Desde que Minho y Minami se mudaron solo los vemos una vez al mes.
-Y eso es suficiente, los tres chiflados corriendo por la casa es demasiado para mi salud.
-Creí que a Taemin no le agradaban.
-Taemin cree que no le agradan - golpeó suavemente la cabeza de su esposa. - Ahora hazlo empacar para que vea a los otros tres mosqueteros, no logran nada sin D’Artagnan.
-Ese apodo me gusta más - besó su mejilla al separarse del abrazo.
-Creo que solo lo dices porque no has leído los libros.
-Leer cosas me causa malestar estomacal. -Taeyeon se dirigió a la habitación del chico confundido pensando decirle que de castigo debía ir con ella a casa de Minami.
UN ATAJO
-Key, ¿me puedes llevar al hospital? - Taemin habló después de estar un largo rato sumergido en sus pensamientos.
-Ya casi llegamos, supuse que irías tan pronto te quedaste callado.
-Gracias - no dijo nada más, seguía recordando cosas que pensaba que no volvería a pensar y Key entendía. Él de mirada felina siempre había odiado esas imágenes de los adolescentes promedio, pero sentía que la vida de Taemin era mucho más cruel si había experimentado esa vida tan tranquila y aburrida, para luego perder todo rastro de ella.
-Ya estamos aquí, iré a casa a seguir con el catálogo, tómate tu tiempo.
-Solo vengo a decirle algo.
-Dije que te tomaras tu tiempo - Key soltó con una mirada asesina y el menor solo pudo afirmar antes de ser dejado en la entrada del hospital.
Caminó algo nervioso hasta el escritorio de la recepción e intentó preguntar por la habitación de Takuya.
-¿Takuya? - La enfermera algo mayor sentada frente al monitor preguntó sin levantar la vista.
-El señor Kaganami, disculpe. - Taemin dijo con su voz un poco más suave, en este momento ya había notado que seguía siendo Taeyeon, no se había cambiado al terminar y ahora venía con el fastidioso luciendo así, solo eso le faltaba.
-¿Una chica? - Alguien más preguntó de las enfermeras que estaban atrás y una de ellas algo bajita y con botas militares blancas le dió un codazo bastante visible.
-Enfermera Jung, ¿puede llevar a la señorita? - Preguntó y la chica con botas se giró y tomó unas carpetas.
-Por supuesto, por favor sígame.
-Gracias - Taemin siguió metiendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta roja que estaba sobre el incómodo vestido.
-¿Eres amiga del tonto… digo el señor Kaganami? - La chica preguntó y Taemin solo pudo afirmar moviendo la cabeza.
-Si es un tonto - dijo sonriendo.
-Perdona a mis compañeras, no esperaba que ninguna chica viniera, todas las demás dicen que es un playboy o un coqueto.
-Si, es bastante fastidioso, aunque deben cuidarse más del de cabello obscuro y ojos redondos.
-¿Minho? - Taemin sintió una descarga eléctrica al escuchar que le llamaba por su nombre - ¡Lo sabía! - Dijo en un tono victorioso. - Todas dicen cuan amable y atento es, pero eso me da mala espina.
-Exacto - sonrió orgulloso - por lo menos Takuya solo bromea, pero la cara de rana va enserio con todas las chicas.
-Esos son los más peligrosos.
-¿Qué hay del señor Lee?
-¿Joonjae? - Taemin se quedó en silencio y sonrió lijeramente. - Es la persona más confiable que puedes conocer.
-Cierto, de entre esos tontos puede que sea a quien más respeto. - La enfermera era bastante directa.
-Yo también. - Una voz detrás de ellos los hizo girar deprisa.
-¡Señor Kaganami vuelva a la cama!
-Pero es muy aburrido estar en cama todo el tiempo.
-¡Eso debió pensarlo antes de poner una jeringa con un contenido desconocido en sus venas!
-La enfermera Jung es tan cruel Tae Tae - se recargó en el hombro del chico recién llegado fingiendo un drama.
-¡Takuya! - Joonjae apareció entre la gente del pasillo resaltado por su altura - ¡Ve a recostarte ahora!
-Pero mi novia modelo vino a verme - se abrazó de los hombros del menor que suspiraba agobiado, de verdad esos tontos no cambiaban.
-¡Solo vino porque mandaste un mensaje como si fueses a morir!
-¡Creí que iba a morir en tus manos por todos los gritos y regaños!- La enfermera pateó la pierna del paciente haciendo que se cayese.
-Señor Kaganami le recuerdo que estamos en el hospital, la ansiedad es parte de los síntomas relacionados con el abuso de ciertas sustancias - la chica se inclinó un poco despidiéndose y luego caminó por el ajetreado pasillo.
-Algún día me voy a casar con ella - Takuya dijo al ponerse de pie.
-¿Crees que alguna chica se querrá casar contigo? - Joonjae miró al menor del que se sostenía Takuya.
-Volvamos a la habitación ya - tomó la oreja del rubio y tiró de ella para guiarlo por el pasillo.
-¡Espera! ¡Duele, duele! ¡Joon Joon por favor! - Taemin les siguió negando con la cabeza, aún eran ese par de tontos de siempre.
Llegando a la habitación Takuya saltó en la cama y se sentó cruzando las piernas y Joonjae se fue a sentar a un sillón en una esquina. Taemin se quedó de pie en medio de la habitación.
-¿Deberíamos ordenar comida? - Takuya preguntó tomando el teléfono.
-Taemin vino a decirte algo. - Joonjae dijo tomando una revista sobre videojuegos y la comenzó a hojear.
-Yo creo que Taemin tiene una pregunta mayor desde hace un rato. - El rubio dejó el teléfono y se sentó derecho en la cama. - Se pregunta por qué traes la ropa de un paciente de este hospital desde que te vió en el pasillo, ¿verdad?
-Eso no importa. -agregó en su tono habitual.
-Joonjae tendrá cirujía en su mano derecha.
-¡¿Está todo bien?! - Taemin se acercó a ver su mano -¿Qué pasó? ¿Fue en el bar?
-No es nada - El de cabello obscuro cubrió su mano con la otra.
-Pero eres jugador profesional, necesitas cuidarte mucho. - El chico con la larga peluca rubia dijo algo preocupado.
-Exacto - Takuya se recargaba otra vez en el menor.
-Solo te estoy dejando que te recargues porque has estado en el hospital - Taemin amenazó.
-¿No vienes a darme un poco de amor porque estoy enfermito?
-Ni sueñes - el menor lo empujó y se sentó en la otra esquina del sillón.
-¿Por qué nadie me da cariño? Solo le importo a Minho. - Comenzó con el drama improvisado una vez más.
-No lo mereces - el moreno dijo aun hojeando la revista sin siquiera voltear a verle.
-Eso es cruel Joon Joon. -Taemin revisó la habitación mientras estaba sentado, era bastante amplia y cómoda.
-¿Buscas a Minho? - Takuya tenía su rostro frente a él, tan cerca que lo incomodaba.
-Claro que no.
-¿No fuiste tu quien lo llamó? -Joonjae pretendía que leía, pero ponía tanta atención como podía a los otros.
-Es cierto - Takuya caminó hasta el buró y tomó un pedazo de papel.
-Tengo esto aún. - El menor se puso de pie deprisa, no creyó que eso aun existiera.
-¿Y eso qué? - Taemin giró el rostro fingiendo no estar interesado en el pedazo de papel - ¿Les dirás a todos en la preparatoria sobre esa lista?
-Exacto, esto no es tan efectivo si no eres popular.
-¿Qué es eso? - Joonjae se levantó a ver.
-Una tontería de cuando era un niño. -El menor dijo acercándose a tomar el papel pero el rubio movió rápidamente el pedazo de papel para que no lo alcanzara.
-Pero aún es efectivo con una persona…
-¡Hey Kaganami! - Joonjae lo empujó - esto es sucio hasta para ti.
-No lo estoy chantageando - le entregó el papel a Taemin que estaba bastante confundido - es una ofrenda de paz, - guiño un ojo, - a cambio de un favor.
-¿Un favor? - El moreno estaba confundido con la extraña petición de Takuya.
-Necesitamos que alguien se encargue de Minho.
-¿Cómo? - La confusión también se notaba en el rostro del menor.
-Joonjae hará un especial para MBC games sobre su terapia física, y yo estaré un poco indispuesto.
-¡Hey! ¡Yo no he dicho que haré ese absurdo especial!
-¿No me amenazaste de que no harías terapia si no iba a rehabilitación? -Taemin se dirigió hacia la puerta mientras seguían discutiendo.
-¡¿La harás?! Si no piensas hacerlo no digas, no aceptaré hasta que te vea empezar.
-¿Cómo sé qué no me harás ir y luego te encerrarás en casa sin lograr nada? - Abrió la puerta intentando ser silencioso. -¿A dónde vas Taemin?
-Me da dolor de cabeza solo escucharlos.
-¡Vez! Ya fastidiaste al chico.
-¿Yo? - Takuya se señaló.
-Este par de tontos - Taemin susurró con una sonrisa.
-Yo solo quería pedirle que cuidara al campeón, es algo denso y no suele entender a las personas que lo rodean. - Takuya siguió.
-Ni a sí mismo - Joonjae suspiró - cree que cuida de nosotros pero solo lo hace porque es muy solitario.
-¿Quieren que me encargue del cara de rana? - El menor comenzó a reír.
-Solo por un momento - el moreno dijo suspirando - entiendo las intenciones de Takuya y creo que te pediría lo mismo, aunque no de esta manera tan rara y guardando un pedazo de papel por años.
-Si, eso es torcido hasta para él. - Taemin dijo desde la puerta sin dejar de reír esporádicamente intentando cubrir su boca.
-¡Estoy aquí! - El de cabello amarillo se señaló algo indignado.
-Si, por lo que escuché, eso es pura suerte - miró a los chicos un poco mayores por un momento. - espero que ya no seas tan tonto, solo venía a decir eso - comenzó a salir.
-¿Espera? - Se detuvo al escuchar la voz del chico que apenas había burlado a la muerte, - lo vigilarás por lo menos, ¿verdad?
-No tiene por qué importarme lo que hace ese imbécil. -Taemin salió dejándolos en silencio.
-Tal vez no debí pedirle eso - pasó a recostarse en la cama.
-Si, no debiste pedírselo - Joonjae se sentó en el sillón.
-¿Y ahora?
-Minho es un chico grande, además Taemin no dijo que no fuera a vigilarlo.
-¿Crées que lo haga?
-No lo sé - el gamer sonrió mientras volvía a la revista - pero creo que deberías pedirle a Minho que cuidara de él.
-¿Por qué? - Takuya se sentó a verlo.
-Tenía la frase “voy a hacer algo peligroso” escrita en su rostro.
-¡¿Y lo dejaste ir?!
-Creo que con una persona siguiéndole basta.
-Cierto, ahora le mando un mensaje al admirador - tomó el viejo y estrellado celular que tenía en la mesa de noche.
-Cuando se entere les aseguro que los hará trizas - no separó su vista de la revista al decirlo, pero había escuchado al ex-novio del chico hablar con el tarado que tenía por amigo antes y estaba algo enterado de la situación. No actuaría hasta que algo pareciese peligroso, porque también debía aceptar que le tenía un poco de miedo a la personalidad explosiva del menor.
UN HOGAR QUE NO ES HOGAR 2
-¿Estás cocinando más? - Minami preguntó cuando pasó por la cocina después de tomar sus cosas para ir a trabajar.
-No, solo termino de empacar todo. -Minho seguía en la cocina, limpiando los últimos trastes después de haber guardado lo que había cocinado - ¿Trabajarás en otro lado esta tarde?
-Si, debo ir al estudio.
-Tal vez debería mandarle un mensaje a Taemin, Cinnamon sigue actuando raro, tal vez debamos vigilar al anciano.
-No es necesario - Minami dijo bajando la cabeza.
-Es cierto, llega muy tarde a casa. Tendré que volver temprano del hospital.
-Minho - la madre dijo seria dejando al alto un poco estático de la impresión. - No es nada. - Se giró para salir y en eso el alt
o miró hacia la habitación que aún era más como una oficina. Caminó deprisa y abrió de golpe mirando al interior, el sofá-cama no estaba abierto, ni tenía las sábanas y las prendas del chicho no estaban esparcidas en todas las direcciones.
-¡Espera! - Minami llegó con un solo zapato, debido que estaba preparándose para salir, pero notó la acción de su hijo llegando demasiado tarde.
-¡¿Dónde está?!
-Tranquilo Minho, me prometió que volvería.
-¡¿Cómo la otra vez?! - Minho miró alrededor, simplemente no había ningún rastro de Taemin, se quitó el delantal y lo lanzó al piso lleno de rabia.
-¡Minho! -Minhami lo llamó al ver que salía con pasos ruidosos a la cocina. Al llegar comenzó a tomar contenedores del refrigerador, abrirlos y tirar la comida al bote de la basura -¡Minho! - Minami corrió hasta el lugar intentando detenerlo - ¡Es un desperdicio!
-¡Lo és! - Lanzó uno de los recipientes de plástico vacíos al piso con furia - ¡No sé por qué desperdicio mi tiempo por una persona así!
-¡Ya basta! -Le arrebató otro contenedor lleno de comida antes de que lo desechará.
-¿Yo? - Minho se señaló y le sonrió de lado a la mujer que le veía un poco aterrada con un solo zapato sosteniendo el recipiente con ambas manos. - Claro que soy yo, siempre seré yo quién hace las cosas mal.
-No me estoy refiriendo a esto. - Minami bajó la cabeza observando la comida en sus manos.
-Ni yo - Minho se agachó a recoger el contenedor que había lanzado al piso. - Me refiero a qué siempre has visto a ese mocoso con muy buenos ojos, al principio creí que era porque escondía su lado obscuro, pero conforme fui creciendo lo supe.
-¿A qué te refieres?
-Ese niño, todos terminan adorándolo, no solo los profesores y otros chicos en la escuela, incluso mis amigos y mi propia madre.
-No digas tonterías.
-Y él nunca piensa en nadie, solo hace las cosas cómo quiere, hasta me tenía a mi comiendo de la palma de su mano esta vez, soy un idiota.
-Si lo eres - Minami dejó el contenedor en la barra.
-¿Le diste dinero?, ¿compraste su boleto de avión?
-Dinero - la mujer rió.
-¿Solo se fue porque se aburrió entonces? - Minho se sorprendió ya que después de decir esto su madre golpeó su mejilla con fuerza dejando el manotazo marcado y un ardor.
-Debes aprender a expresar tus sentimientos - se giró y se dirigió a la puerta bastante decepcionada de su hijo.
Minho se quedó de pie tocando su mejilla, algo aletargado, mirando la comida que había tirado en el bote de basura ¿Desde cuándo desperdiciaba comida así?, ¿por qué se sentía culpable?, ¿por qué tenía él deseo de correr a buscarlo cómo su madre lo había hecho años atrás? Otra vez sentía odio, un infinito odio por él.