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23 Years of You por Fuerza Friki

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ESA MAÑANA

Taemin observaba todas sus maletas en el piso, intentando averiguar si se le olvidaba algo.

-¿De verdad te mudarás? - Key preguntó bebiendo algo de café y revisando desde lejos con el temor de que el menor se llevara su ropa. Pero nada en las maletas parecía de él y los pantalones un poco ajustados y la playera blanca que traía el chico tampoco lo eran.

-No estoy jugando - Taemin cruzó los brazos las últimas tres semanas había hecho todo lo posible para poder hacer lo más egoísta de su vida, le enseñaría a ese idiota lo que era ser egoísta de verdad.

-Considero que estás algo loco, pero lo tomaré como tus vacaciones, solo recuerda venir cuando te llame.

-No te preocupes Key, no dejaré de trabajar, solo voy a vivir siendo la carga de alguien más.

-Eso suena tan bien - Key volvió a la cocina riendo por su comentario sarcástico. Taemin trabajaba duro, pero tal vez nunca había madurado emocionalmente. O por lo menos eso pensaba el chico con mirada felina de su compañero, en todo ese tiempo las relaciones de Taemin eran superficiales y terminaban rápido porque el muchacho solo le importaba trabajar y nunca había lidiado con su pasado. Solo huido.

Taemin se despidió y tomó sus cosas después de pedir un taxi. Si seguían viviendo en el mismo lugar no sería un problema encontrarles, se sentía un poco mal por Minami, pero también estaba contento de volverla a ver. Casi se arrepintió cuando estaba frente la puerta y dudoso de tocar, sentía los nervios comerle, no entendía por qué debía hacer esto, pero sentía que era una necesidad, su enojo sólo podía ser calmado dando una cucharada de su propia medicina al cara de rana.

Tocó la puerta y se sintió aún más nervioso, pensó correr, pero para su asombro la puerta se abrió deprisa y frente a ella estaba Minami impactada. Al ver a Taemin, Minami sintió desmayarse y en la sorpresa de tener a la viva imagen de Taeyeon frente a ella soltó el teléfono que tenía en las manos y este se abrió al chocar con el piso. El chico frente a ella tenía cabello negro no tan corto ni tan largo, labios gruesos y era tan delgado y pálido, pero no había cambiado casi nada desde la última vez que le había visto.

-¿Taemin? - Preguntó algo dudosa y Taemin sintió las lágrimas en sus ojos, no había estado ahí más que una vez después de huir de casa, pero no se había atrevido a tocar, solo vió al chico alto, su madre y su perro entrar juntos al departamento sonriendo y temió en ser una molestia para ellos.

-Perdón - dijo intentando retroceder y alejarse, ser egoísta no era lo suyo, debía dejarles en paz. Pero Minami tomó su brazo.

-Espera - le sonrió cálidamente más que contenta de verle bien. - Preparaba algo de té. Acomapañame. - Taemin asintió y ella salió del apartamento. - Ahora meto tus maletas - dijo intentando cargar una de las dos maletas y apenas lograrlo.

-No es necesario Señora Choi- Taemin entró con la otra intentando que Minami soltase la primera.

-Minami, ahora todos me dicen Minami - le sonrió y Taemin miró alrededor entonces sintió la palma de su mano mojada y se giró a notar un viejo perro color canela lamiendo su mano como si estuviese cubierta de dulce.

-Cinnamon - dijo bajo mientras la mujer estaba en la cocina y se dejó caer en el piso frente al animal que lamía con entusiasmo las lágrimas que chorreaban en las mejillas.

-¿Quieres ázu...? - Minami le miró y sonrió. El chico ahora abrazaba al animal y se escuchaban sus sollozos, era como un par de cachorritos perdidos en su mirada. - Al fin volvió a casa Taeyeon - dijo en un leve susurro sintiendo las lágrimas asomarse también, había buscado por el chico por años y ahora regresaba como un hombre, pero con un corazón infantil. Las lágrimas no dejaban de caer mientras veía al pequeño reunirse con su mascota y sentía que por fin había cumplido su palabra.

 

EN ESTE MOMENTO

Minho estaba agotado, ese sábado por la mañana se había juntado con más compañeros a jugar futbol recordando sus gloriosos días de la universidad, su equipo había llegado lejos varios años en el campeonato universitario, inclusive ganado en su último año. Ahora los chicos que terminaban sus cursos se juntaban a jugar de vez en cuando. Llegó hasta su piso con la intención de quitarse la ropa y tomar una larga ducha, pero tan pronto abrió la puerta su madre se paró frente a él.

-Minho, no creerás quién vino de visita.- Minho parpadeó un par de veces intentando entender qué sucedía y por qué Minami hablaba a susurros.

-¿Qué?

-Shhh - puso su dedo frente a sus labios para que el alto bajara la voz. Y luego señaló al sillón. El alto dió un paso hacia atrás espantando. En el sillón un chico delgado de pantalones de mezclilla, playera blanca y cabello negro estaba dormido junto al viejo perro.

-¿Cómo? - Minho estaba furioso, ahora llegaba a dormir en su casa.

-Pobrecito, ha de estar agotado. - Minami veía con cariño al chico que dormía en el sillón. Minho no podía decir nada mientras estuviese dormido y su madre estuviese cuidándole.

-Pobrecito… - Dijo entre dientes y se dirigió a su habitación dejando a su madre con la duda de lo que sucedía. Llegó a su cuarto y aventó sus cosas. - Maldito Taemin. -Se sacó la playera y la arrojó de la misma manera sintiendo frustración. Se metió al baño dando un portazo pero ni eso despertaría al chico del sillón, había pasado ya demasiados años sin sentirse relajado de esa manera.

Cuando Minho salió de la regadera y cruzó el pasillo, notó que su odioso inquilino seguía en la misma posición, soltó un sonido de desaprobación y siguió secando su cabello en dirección a su habitación. Taemin se había despertado hace un momento y se había dirigido al baño pero al escuchar la perilla moverse decidió correr de regreso al sillón y aparentó seguir durmiendo. Mientras el alto pasaba abrió un ojo discretamente para notar que estaba solo con una toalla en la cintura y la otra en su cabeza. Sintió el rubor encender en sus mejillas y cuando el alto cerró la puerta de su cuarto se giró para poner una mano sobre su frente y respirar profundo, por eso odiaba compartir habitación con él, siempre se paseaba por ahí sin camisa, presumiendo su cuerpo de modelo.

-¿Taemin? - La mujer de cabello negro a los hombros se asomó desde la cocina y Taemin se le quedó observando un momento. - Ordené comida, puedes lavarte antes de comer.

-Gracias - dijo levantándose despacio y dirigiéndose al baño.

Se miró el espejo, dudaba de si mismo, ya no era el pequeño y callado de antes, había cambiado mucho.. -Tu puedes Lee Taemin- lavó su cara antes de salir de vuelta al pasillo.

-¿Te crees muy listo? - Minho lo empujó contra la pared del pasillo. Taemin tragó saliva mientras Minho le miraba fijamente y se sentía más y más enojado al ver la despreocupación del menor al estar en su casa.

-No - dijo Taemin después de controlarse de la impresión.

Minho dio un puñetazo al muro junto a la cabeza de Taemin con el deseo de asustarlo. -Le dirás a Minami que todo está bien y ni pienses en llevarte a Cinnamon.

-No me llevaré a Cinnamon- Taemin sonrió y empujó al mayor. - Ahora deja de estar sobre mi que pensaré que quieres algo más. - Minho se hizo a un lado y le dejó pasar.

Taemin entró a la cocina seguido por el alto que lo miraba atentamente, tenía miedo de qué el más joven dijera o hiciese algo raro.

-Anden antes de que se enfríe la comida - Minami ponía platos sonriendo mientras tarareaba una canción.

-Gracias - Taemin hizo una reverencia y pasó a sentarse.

-No debes ser tan amable, aquí tomamos las cosas ligeramente - Minho cruzó los brazos recargándose en la silla. Estaba molesto de que no interrogaran a Taemin o lo regañaran por no haberse contactado, como siempre se salía con la suya. - Minho después de comer moveremos cosas de mi estudio.

-¿De tu estudio?

-Si, Taemin se quedará con nosotros unos meses. -Minho se levantó deprisa.

-¡¿Estás loco?! - Golpeó la mesa mientras Taemin seguía comiendo lentamente y ni lo miraba. Taemin estaba acostumbrado a los cambios de carácter de Minho, aunque no esperaba que aun los hiciera a sus 23 años.

-¡Minho! - Minami tomó una botella con atomizador y mojó la cara de Minho.

-¡Espera! - Intentó cubrirse con los brazos.

-Siéntate - Minho se sentó con el rostro y algunos cabellos mojados. Taemin sentía la necesidad de reír, nunca había visto que alguien fuese regañado como un perro o gato, y mucho menos alguien de la edad de Minho. -Solo serán unos meses en lo que se muda a California.

-¿California, America?

-Si, los Estados Unidos. - Minho lanzó otra mirada de enojo al chico que había estado comiendo en silencio. -Yo misma le pedí que se quedara con nosotros.

-¿Enserio? Después de cómo nos trató, no te contactó en todo este tiempo ¿Sabe que te consumía la preocupación?

-No digas tonterías Minho, Taemin no le hagas caso, sé que las cosas debieron ser difíciles para tí.

-¡Yo no lo permitiré! - Minho volvió a gritar y su madre levantó la botella de nuevo.
-¡Pero yo mando aquí! - Minami levantó la voz, Minho se quedó congelado, nunca había escuchado a su madre gritar ni reafirmar su calidad de madre.

-No lo puedo creer - Minho se puso de pie - estás loca, sólo porque se parece a tu amiga no quiere decir que sea buena persona. - Minho caminó hacia el pasillo. - Estoy cansado de ustedes dos, te está manipulando como siempre, es un engreído al que no le importa nadie mas - Minho seguía con sus quejas mientras caminaba de un lado al otro recogiendo ropa y otras cosas poniéndolas en una mochila. - Me voy con Joonjae hasta que entres en razón o este idiota vuelva a romperte el corazón y veas que yo no estaba equivocado. - Salió dando un portazo, aún más molesto porque ninguno de los dos en la cocina reaccionaron ante su drama.

Taemin soltó un suspiro después de un rato y miró a Minami, - tranquilo - le dijo sonriendo - estoy bastante acostumbrada, siempre le ha gustado alejarse de mí pero vuelve al final.- Taemin afirmó y miró hacia la puerta.

-Tal vez debería… -Taemin sintió un chorro de agua en el rostro.

-Silencio - Minami sostenía la botella con atomizador. -Le prometí a tu madre que cuidaría de ti así que ahora debes quedarte, si no ella vendrá desde la tumba a maldecirme.

-Es cierto, eso suena como algo que haría mi madre - Taemin sonrió.

-Claro, ella era la única que podía controlar a esa garrocha que tengo por hijo, así que ayudar a Taemin es mi responsabilidad.

-¿Sabe qué él tiene razón? No saben dónde he estado, ni a qué me dedico y mucho menos por qué aparecí aquí de la nada.

-¿Entonces nos robarás y abandonarás? - Minami se puso de pie.

-Yo… - Taemin intentó contestar, no quería hacer eso, pero tal vez era similar a lo que tenía planeado.

-En ese caso estaré más tranquila, la vez pasada nos abandonaste sin ningún centavo, ahora por lo menos tendrás algo para valerte por un tiempo. - Taemin miró al piso. - Solo bromeo - Minami se paró de puntitas y acarició su cabeza como cuando era un niño. - Taemin siempre ha tenido un buen corazón.

-Tiene demasiada esperanza en mi - Taemin le sonrió.

-Ya deja de decir tonterías - Minami lo giró y lo empujó - vamos a mover cosas en el estudio para que tengas espacio para dormir, ya mañana arreglaré con Minho.

-¿Mañana? -Taemin la miró confundido, parecía que Minho no volvería pronto por la mochila que cargaba.

-Si, Joonjae no aguanta mucho tiempo con gente en su casa. - Taemin afirmó, eso sonaba algo como al molesto chico que siempre se quejaba por todo.

-Esos tres idiotas siguen juntos - dijo bajo intentando no ser escuchado mientras Minami movía fotografías y cables del sillón.

-Lo sé, serán los chicos más molestos, pero son leales como nada - Taemin ayudó cargando cajas sintiéndose un poco apenado de ser escuchado - aunque Takuya aún me hace querer estrangularlo.

-Ese es un sentimiento común entre todos los que lo conocen. - Taemin bajó la mirada, aunque le parecían unos completos tontos, tal vez Takuya era quien lo trataba mejor aunque si tenía cualidades de fastidioso. Minami se había quedado quieta sosteniendo un albúm de fotografías de entre la pila que había movido.

-Había olvidado esto. - Minami le hizo una seña a Taemin para que se acercara y éste se adelantó un poco confuso. - A tu mamá y a mí nos gustaba tomarnos fotos en la prepa. - Abrió el albúm y estaba lleno de fotografías de ambas aunque había más de Taeyeon.

-¿Siempre pasaron tanto tiempo juntas?

-Si, yo era muy dependiente a ella. -Minami bajó la mirada. - Mejor seguimos limpiando para que puedas descansar. -Taemin afirmó y puso el albúm sobre el escritorio.

Después de limpiar Minami se marchó sonriendo y antes de cerrar la puerta tras ella notó que Taemin volvía a tomar el albúm. Taemin tomó el albúm curioso y lo abrió en una página a la mitad. En esas fotos Taeyeon tenía el cabello negro y corto en lugar del largo rojizo que era su característica - Mamá - dijo suave riendo un poco, se había pintado y cortado el cabello para no ser tan parecido a su madre mientras estaba en casas de Minho y Minami - siempre estuviste un paso adelante.

 

Minho había marchado furioso hasta la puerta del apartamento de Joonjae, desde fuera se podía escuchar el sonido de armas siendo disparadas y sirenas, de seguro estaba jugando algo violento.

Decidió mandar un mensaje antes de timbrar, había logrado entrar tras una de las vecinas de Joonjae y ahora se preguntaba si su amigo no estaba ocupado con algo serio. Si, en el mundo de Joonjae los videojuegos eran cosa seria, eran su sustento y lo que le apasionaba se había vuelto su profesión. El alto no podía dejar de admirar la pasión de su amigo, muchas veces pensó que él y Takuya frenarían su futuro, pero su decisión era mayor que la necesidad de arrastrar a los dos flojos.

La puerta se abrió y Joonjae se asomó. - No te quedes en la puerta, las vecinas se van a volver locas otra vez - Minho rió y entró.

-No puedo hacer nada al respecto, todas las mujeres que me ven caen rendidas a mis pies.

-Presumido - Joonjae cerró la puerta, Minho observó a su amigo, la verdad Joonjae no era feo, era alto y tenía buen cuerpo, además un rostro bastante atractivo, por lo que siempre tenía bastantes patrocinadores tras él. Pero, siempre se hacía menos y rara vez sonreía.

-Lo dice el príncipe de hielo de los videojuegos.

-Ese solo es un rumor barato de mis patrocinadores.

-Sí, si tus fans conocieran tu personalidad de seguro estarías en líos - Joonjae se quedó en silencio y Minho sintió que algo estaba mal, por lo general era cuidadoso con lo que le decía debido a que todo lo absorbía como esponja y terminaba sintiéndose peor consigo mismo, últimamente había estado peor. Hasta Joonjae lo había notado, todo le dolía últimamente -¿Qué es esto? - Minho encontró uno de esos objetos de metal y tela con velcro que se usan en lugar de yeso.

-No es nada - Joonjae lo aventó lejos.

-¿Aún te duele?

-Solo son ligeras molestias - Joonjae estaba mintiendo, el dolor en su muñeca era cada vez peor, subía por sus dedos y hacía que se sintieran tiesos.

-¿Has ido con el doctor?

-Ahí vas de nuevo - le arrojó un cojín a Minho, tenía un miedo extremo de ir al doctor. -Siempre me interrogas cuando no quieres que te pregunte por qué estás aquí.

-Me conoces bien - Minho se acostó en el sillón.

-Suficiente - le soltó una botella de agua en el estómago al deportista y este se encorvó del dolor. - Llamaré a Takuya. - Tomó su celular.

-No es necesario - Minho intentó quitárselo, sabía que podía evadir a Joonjae pero no a Takuya, siempre lo leía como un libro abierto. Por fin le arrebató el celular. - Taemin apareció en mi casa.  El gamer sonrió. - Así que te molió a golpes.

-No lo hizo, como si ese enclenque pudiese conmigo.-Joonjae se sentó en el piso recargándose en el sillón donde se había vuelto a acostar el alto.

-Por lo menos ahora ya no estás preocupado.

-Yo nunca estuve preocupado - Se sentó de golpe.

-Claaaro y Takuya me ama en secreto. - Soltó con sarcasmo el chico que volvía a tomar su control.

-Me preocupé pero por culpa de Minami.

-Y ahora Minami ha de estar contenta.

-¿Por qué eres un sabelotodo?

-Porque crecí con un par de idiotas, alguno debía tener cerebro. -Empezó a jugar de nuevo, - yo estaba muy preocupado.

-¿Por eso dijiste que éramos lo más cercano a un amigo? -Afirmó jugando.

-Además, me puse a pensar luego, siempre estaba cuidando de nosotros. - Minho se le quedó viendo incrédulo, ¿Taemin cuidándolos? -  cuando Takuya se rompió el brazo en la guarida secreta - el de cabello obscuro volvió a hablar - fue quién te ordenó sacarlo en tu espalda, mientras él llamaba a la ambulancia y hacía que yo respirara en la bolsa de papel controlando mi asma. -Minho estaba por quejarse - cualquier otro niño que nos odiase no hubiese protegido a nuestra guarida y a nosotros. - Joonjae suspiró. -Siempre que lo dejaban conmigo para hacer sus locuras se quedaba en silencio y cuando comenzaba a sentirme molesto me prestaba su videojuego diciendo que estaba aburrido de él y que un tonto como yo debía jugar y cerrar la boca.

-Ese idiota.

-Si, ese idiota - sonrió mientras los disparos en la televisión llenaban de ruido la habitación - me hizo odiarlo tanto.

-Conmigo fue peor.

-Lo sé, pero a lo que me refiero - Joonjae puso pausa y volteó a ver a Minho - me refiero a qué, él no era nuestro amigo, pero era parte del grupo. - Joonjae bajó la vista - por lo menos creo que Takuya siempre lo vió así.

-Bro deberías escribir libros - Minho se giró en el sillón evadiendo su vista y viendo al respaldo.

-Y tu volver a tu casa, estás dejando sola a Minami con alguien que no sabes que hizo los últimos años. - Minho se sentó deprisa.

-Es cierto, lo pensé, pero nunca se me ocurrió que era peor si no estaba ahí.

-Por eso soy el cerebro - Joonjae rió - lo mejor será que investiguemos en dónde estuvo estos años. Veré con Takuya, él tiene más conecciones.

-¿Vas en serio con esto? - Minho estaba confundido.

-Por un lado me preocupa, ya te dije y por el otro tú podrás saber si no tienes algún estafador o mafioso en tu casa.

-Es verdad, eres un genio - lo despeinó - debo volver con Minami antes de que le obsequie todo cuanto tenemos. - Tomó su mochila y salió corriendo decidido a seguirle el juego a Taemin en lo que descubría cosas sucias de su pasado para delatarlo con su madre. Por primera vez podría vencer a Taemin con pruebas sólidas.

Joonjae rió y tomó la botella de agua de la que su visitante no había bebido para tomar un sorbo. Sabía que a Minho le preocupaba, sabía que a Takuya también, por eso él había estado buscando, era lo menos que podía hacer por ellos, pronto necesitarían otro cerebro que cuidase de ellos.

 

Minho llegó a casa intentando ser silencioso pero tan pronto cerró la puerta escuchó un ruido en la cocina. Caminó en puntas y se asomó con cautela.

-¿Qué haces? - Dijo con enojo y el pobre de Taemin saltó del susto derramando el agua en la mesa y sobre el albúm.

-Tarado - dijo intentando limpiar las fotos deprisa.

-No sé que tramas pero… - Minho no pudo continuar, el rostro de Taemin estaba rojo y las fotos eran de su madre, ¿había estado llorando? La pregunta invadió la cabeza del mayor.

-No tramo nada para esta noche - Taemin cerró el albúm - vete a dormir tonto.

-Después de tí, solo volví a vigilarte, no quiero que te pases de listo. - Taemin suspiró sin ganas de pelear con Minho en ese momento.

-Mi madre era hermosa, ¿verdad? - Volvió a abrir el album y Minho se asomó.

-Muchas veces me pregunté cómo una mujer tan hermosa pudo tener un hijo tan feo.

-Yo también - Taemin sonrió - Minami es una mujer hermosa también. - Minho estaba por soltar un insulto de nuevo - ¿Cómo es que dos personas tan asombrosas tuvieron hijos tan problemáticos como nosotros?

-Dilo por ti mismo - Minho se giró para salir de la cocina, nunca había pensado que fuese un mal hijo, pero entendía el predicamento de Taemin -¿Crees que nuestras madres no fueron problemáticas en su juventud? - Dijo desde la puerta y desapareció. Taemin sonrió ante esa respuesta, tal vez conseguiría más cosas de sus padres si seguía viviendo ahí, eso era algo positivo.


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