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23 Years of You por Fuerza Friki

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APARTAMENTO A OBSCURAS

Minho esperaba en la obscuridad del apartamento sentado en el sillón. Por alguna razón había dejado al otro par en el hospital y apresurado a casa. Pensó que llegaría y Taemin estaría ahí, aún estaba furioso por la actitud del menor en la pista de baile “¿Debía venderse moviéndose de esa manera?” La mente de Minho se inundó por un momento de los pantalones negros y rojos contorneando las piernas que se movían descuidadamente en la pista y el llamativo saco rojo que lo había ayudado a encontrar al chico delgado, pensó acercarse al instante de verlo pero se detuvo al ver que el chico levantó los brazos y por sobre el cinturón la camisa dejó ver un suave vientre de marfil con un alargado ombligo. El alto sacudió la cabeza y se despeinó mientras caminaba de un lado al otro, no podía seguir pensando en eso, no podía esperar más en la sala, tal vez los problemas de Taemin solo eran de Taemin y él se debía alejar, ya podía escuchar una alarma en su interior anunciando el peligro de acercarse más de lo debido.

Escapó a su habitación decidido a alejarse, pero sus planes volvieron a cambiar. Enfrente del edificio estaba el auto blanco del chico dueño del club con el que se había ido Taemin, tal vez por eso había acelerado a casa, mientras Takuya intentaba ayudar a Joonjae y el buscaba las llaves vio a su compañero de apartamento junto al estrambótico y prepotente muchacho que presumía de su estatus cubriendo los gastos de sus locuras. Lo que más le impactó es que subieron al auto blanco y en su momento de desesperación le preguntó a Takuya que ya le esperaba en el interior del coche si ese era el vehículo de la otra vez.

Claro que lo era, y ahora estaba ahí, fuera de los departamentos. Ahora el tipo que compraba a Taemin sabía dónde vivía, no le agradaba ni un poco la idea, así que volvió a la sala cuando vio al menor salir con paso apresurado del auto.

Se puso de pie frente a la puerta esperando en la obscuridad, acumulando su enojo, nada justificado pero ferviente y descontrolado.

Taemin intentó entrar sin hacer ruido pero soltó un suave sonido de asombro al notar la garrocha que se posaba frente a él con brazos cruzados y mirada penetrante.

-Me asustaste - dijo quitándose los zapatos en la entrada.

-¿Lo hice? - Minho se acercó más a él y golpeó ambas manos contra la puerta aprisionandolo entre su cuerpo y la sólida madera. - Vete ahora mismo de la casa.

-¿Ahora qué mosca te picó? - Taemin se giró para empujar uno de los brazos, pero estaban firmes como acero y algunas de las venas se marcaban sobre los trabajados músculos.

-No dejaré que alguien que vende su cuerpo viva en mi misma casa.

-Cuidado con lo que dices - el menor le observó furioso, no sabía cómo había llegado a esa descabellada idea.

-No eres más que una mascota barata, que se regala al mejor postor. - El alto soltaba palabras sin separar la mirada del chico que comenzaba a cerrar los puños con fuerza.

-Estás enfermo - Taemin le empujó intentando tener espacio para soltar golpes.

-¿Lastimé tu orgullo? ¿No te consideras una puta barata? - Minho sonrió antes de recibir un puñetazo directo. Esto solo le causó risa y volvió a ver al chico que respiraba con fuerza. - Eres solo el juguete del exhibicionista de un bar, tenías que mantener tu orgullo y salirte de las calles cómo fuera. - Taemin dio un segundo golpe que tampoco pareció tener efecto.

-No hables sin saber nada, yo no soy el juguete de nadie.

-Di lo que quieras a ti mismo para poder dormir.

-Bastardo - Taemin lo tomó del cuello de la playera polo - ¿Quién eres para crear historias baratas? Eres un maldito egoísta, tu vida es tan aburrida que debes venir a hacer cuentos con la mía.

-Será aburrida, pero no de puta barata.

-¡Eres un imbecil!¡¿Por qué no te preocupas mejor de tus asuntos?! ¡MALDITO EGOISTA! -El menor le soltó empujándolo de nuevo -Eres tan egoísta que no has hecho nada por tu amigo.

-¡No metas a mis amigos en esto!

-¡¿Cuánto tiempo crees que Takuya pueda seguir así?!

-¡Solo cambias el tema para parchar tu orgullo! ¡Siempre todos tienen problemas, pero tu no! ¡EL PERFECTO TAEMIN!

-¡Nunca te importa nada ni nadie! ¡PREFIERES ENCONTRAR RAZONES ABSURDAS PARA CORRERME QUE TAKUYA!

-¡¿TÚ QUÉ SABES DE NOSOTROS?! ¡SOLO ABANDONASTE TODO CUANDO TU VIDA DEJÓ DE SER PERFECTA!

-¿PERFECTA? ¡¿PERFECTA?! ¡MI VIDA ESTABA LEJOS DE SER PERFECTA! -Taemin sintió el pesado cuerpo de Minho caerle encima y terminó con la espalda en el piso mirando como el otro estaba sobre él con el deseo de plantar su puño sobre su rostro. Pero no tardó en sentir un golpe de agua helada que también escurría por el cabello del alto que se había petrificado con el puño en alto.

-¡YA DÉJENME DORMIR! ¡FUERON ESCUCHADOS HASTA EL DÉCIMO PISO!- Minho bajó la mano y volteó a ver a Minami que le echaba un segundo cubetazo de agua helada encima logrando que cayera también en Taemin que tenía los ojos como platos.

Ambos se separaron rápido y se dieron la espalda mientras Minami dejaba el balde vació al lado.

-Son un par de idiotas - la mujer que seguía furiosa no podía imaginar un peor berrinche en todos los años de peleas -¡Minho discúlpate con Taemin!

-¡¿Qué?! ¿Otra vez te pondrás de su lado?

-¡¿De su lado?! - Minami le dió una bofetada y el alto puso su mano en su mejilla asombrado, eso nunca había pasado -¿Crees qué este chico es orgulloso? ¿Sabes lo qué pudo haber hecho por una comida? Me parece que ya te has imaginado que hasta vendió su cuerpo por un lugar dónde  dormir  -Taemin miró al piso, no podía negar que había hecho cosas que no deseaba contar por un abrigo para el invierno -¿Ahora le quieres correr? ¿Después de que se tragó el orgullo que le quedaba para vivir con un animal que lo tratará como basura y pensará que es una “puta barata” como tú dices? - Minho miró al chico que giraba el rostro para ver hacía el sillón evadiendo a la madre y el hijo. Muchas veces se había sentido furioso de que pusieran a Taemin como la delicada víctima cuando él sabía que era el mismo demonio, pero ahora, ese estatus de víctima, lo ponía en una posición por la que sentía bastante lástima - ¡Tú también debes disculparte con Minho Taemin!

-¡¿Qué?! ¿Yo? - Taemin miró a Minami asombrado.

-¡Si! ¡Tu! -Minami se puso frente a él - ¡También lo tratas como basura! Minho ha madurado bastante ¿Crees qué es correcto llegar y decirle qué hacer con su vida después de alejarte por tanto? ¿Crees que no se preocupa por Takuya o Joonjae todo el tiempo? Mi hijo no es nada egoísta, al contrario, decidió vivir con la madre que tanto odia para ayudarla y poder gastar más en ese par de idiotas a los que les es leal por encima de todo. No es correcto que se entrometa en tu vida pero tú tampoco debes de entrometerte en la suya y decirle qué debe o no hacer. - Los dos se quedaron el silencio mirando al piso - ¡Me voy a dormir tontos! ¡Limpien este desastre y vayan a sus camas! - Caminó por el pasillo aún en su pijama y con el cabello enredado- ¡No habrá internet hasta que se disculpen! - Dijo desde la puerta de su habitación y ambos se miraron por un momento.

-Vete a dormir - Minho se giró - yo limpiaré. - Caminó a la cocina y regresó con un trapeador sintiéndose aún un poco aletargado, habían sido demasiadas emociones en una sola noche. Pero cuando regresó Taemin estaba aún en la sala.

-No soy un juguete - dijo y estiró los brazos entregando una revista que no tenía momentos antes.

-¿Qué es esto? - Minho tomó la revista y notó que era un catálogo de ropa. Comenzó a hojearla al ver que el menor no daba ninguna respuesta y tomaba el trapeador de su mano para empezar a limpiar. Pasó las hojas y no tardó en notar algo raro, esa chica se le hacía familiar pero al girar la página se dió cuenta que el chico era aún más familiar.

-Soy algo así como un modelo de una tienda en línea - Taemin dijo sin dejar de mirar el piso que limpiaba. - En realidad si soy orgulloso, no quería que me vieran así.- Minho volvió a ver a la chica, también era el menor, algo en su interior sintió un alivio.

-Yo no odio a Minami - él alto le quitó el trapeador de las manos y lo puso dentro de una cubeta para escurrirlo - y si soy bastante egoísta, vine aquí a pelear en lugar de estar con mi amigo en el hospital.

-No me voy a disculpar - Taemin habló mirándole fijamente - pero ya no ocultaré cosas y crearé más conflictos por los malentendidos.

-No creo que los malentendidos sean tu culpa - Minho rió pensando como su imaginación había volado demasiado, debía dejar de ver películas - pero yo tampoco me disculparé, aunque sugiero una tregua.

-¿Tregua?

-Sí - Minho dejó el trapeador y extendió su mano derecha - sé que viniste con malas intenciones pero creo que podemos estar en paz y cuando sea hora de hacer lo que tengas que hacer romperemos la tregua.

-Vengo con las peores intenciones - Taemin sonrió y tomó la mano del alto - pero tengo muchos asuntos que arreglar antes de ello.

-Está decidido, de ahora en adelante no nos fastidiaremos demasiado.

-¿Demasiado? - El alto sonrió ante la pregunta del menor.

-Tan solo tu presencia me fastidia.

-Eso es cruel - Taemin sonrió. - A mí solo me causas asco. - Minho tomó el trapeador y Taemin la cubeta.

-¿No crees que el asco sea por tu apestoso amigo?

-El huele mejor que tu - el menor lo empujó mientras se dirigían a la cocina a dejar los implementos de limpieza. - Deberías darte una ducha, hueles a orines, cerveza, gel, semen y lubricantes baratos.

-¿Cómo si hubiese tenido una pelea en un bar gay?

-Sí, así de mal.

Minho sonrió y dejó el trapeador - entonces entraré a la ducha primero - palmeó el hombro del menor, - tira el agua enano.- Caminó con prisa con una sonrisa de victoria por haber ganado la ducha. Taemin observó la cubeta con agua y el distorsionado reflejo “¿Yo tenía una vida perfecta en la mente de Minho?” Sonrió levemente, Taemin siempre había pensado que Minho era… no, no debía ni pensarlo, no pensaba caer en la misma trampa dueña de su adolescencia.



NECESIDAD DE REHABILITACIÓN

Takuya giraba de un lado al otro en la silla de ruedas que estaba en el pasillo. Estaban tardando demasiado para tan solo unos cuantos vendajes, ahora que lo pensaba parecía que a Joonjae le dolía demasiado para lo que había sido el golpe. Por un momento cuando lo vio en el piso abrazando su mano pensó que era porque era su fuente de ingresos, pero era su mano izquierda, y el chico era diestro, bueno aunque para los videojuegos se utilizan ambas manos. Takuya ya no quería seguir en sus enredados pensamientos.

-Por favor bájese - una enfermera algo joven de cabello negro le habló y se le quedó viendo, tenía el pintalabios demasiado rojo y los ojos muy delineados, en la mente del chico rubio las enfermeras debían ser tiernas y amorosas pero con un toque sexy, así que esperaba verlas con labios rosados y maquillaje discreto - ¿Puede dejar de mirarme y bajarse de la silla? La necesito para un paciente.

-¡Ah! ¡Cierto! - Takuya se levantó y la enfermera tomó la silla.

-No le voy a repetir que vaya a la sala de espera, pero si quiere seguir aquí deberá estarse quieto.

-¿Por qué tardan tanto? - Takuya miró hacia las cortinas de emergencias, hace rato que habían ido a radiografía.

-Están haciendo pruebas con su mano derecha.

-¿La derecha? - Takuya inclinó la cabeza.

-Si sigues preguntando te mandaré de patadas a la sala de espera - el alto afirmó fingió cerrar un cierre sobre su boca mientras que la pequeña enfermera salió empujando la silla de ruedas.

Algo no andaba bien, pasaron otros largos minutos y el doctor salió de detrás de la cortina, para este momento ya se había sentado en el piso lleno de fastidio pero al verlo saltó para ponerse de pie y corrió directamente.

-¡Doctor! ¡Doctor! - Agitaba los brazos exageradamente.

-No corra - el doctor se retiraba los guantes de nitrilo verdes.

-Perdón, ¿cómo está?

-Terco.

-¿Terco?

-No puedo hablar hasta que llegue su contacto.

-¡No! ¡No lo llame!

-¿Por qué?

-¡TAKUYA! - El chico se escondió detrás del doctor al escuchar la ronca voz.

-¿Señor Jang? - El doctor extendió su mano para saludar cordialmente, pero el hombre recién llegado solo miró la mano y luego al hombre que servía de escudo.

-¿Dónde está Blazer?

-¿Blazer? - El médico estaba confundido.

-Es el apodo de Joonjae, este hombre es su manager - el rubio le susurró.

-Se encuentra descansando, quiero hablar sobre su condición con su familia.

-No están - Takuya dijo serio, la familia de Joonjae no era lo que se pudiese llamar una familia, él había crecido con una sirvienta mientras sus padres estaban en diferentes países con sus amantes. Nunca les importó el niño; una niña rica y su novio fueron obligados a casarse cuando ella quedó embarazada y tan pronto fueron libres de sus familias, hicieron lo que pudieron para alejarse de todo. Su abuela había cuidado de él más que sus progenitores, pero había muerto años atrás y ahora vivía solo y de su propio dinero mientras sus padres gastaban el dinero de su abuela. Aunque Joonjae no veía nada de ese dinero, ese tiburón de lentes negros siempre pagaba todas las cuentas y comida para el chico, mientras que su compañía se enriquecía de su popularidad.

-Yo soy su familia - el hombre cruzó los brazos - hable rápido que no tengo tiempo. -El doctor miró a Takuya que estaba viendo con molestia al hombre ¿No tenía a su jugador estrella en el hospital?

-Bien, ambos síganme.

-¿Eso también? - Señaló a Takuya.

-Se que me amas Jin-kun - el rubio le mandó un beso, si había alguien a quién deseaba fastidiar en verdad era a ese hombre.

-Si, está listado como el contacto de emergencia por el propio chico.

-Nuestra agencia puso mi nombre como…

-No me importa su agencia, me importa mi paciente aunque tenga a este idiota por contacto.

-Oiga doc - el chico pasó de estar alegre porque ponían al asqueroso empresario en su lugar a ofenderse por ser llamado idiota. Llegaron a un dispensador de agua y el médico tomó uno de los vasos para servirse.

-Bueno, su mano izquierda tiene una luxación menor, solo la vendaremos y pedimos un poco de reposo.

-¡Rayos! Deberé mover algunas cosas y tenemos un torneo dentro de 23 días, ¿cree que pueda hacer algo para que juegue?

-No - el doctor dijo de golpe dejando callado al hombre de negro.

-Jin-kun esto no es sobre su mano izquierda -Takuya observó al doctor afirmar.

-El joven Lee Joonjae se rehúsa a hacerse cirugía.

-¿De qué? - Takuya le preguntó.

-El chico tiene síndrome de túnel carpiano - el señor Jang suspiró y tomó su teléfono. -No puede...

-Buscaré a un experto - se alejó llamando mientras Takuya volteó a ver al doctor con una sonrisa.

-¿Y eso con qué se come? - El doctor golpeó su frente con la mano abierta.

-Es una enfermedad que se desarrolla de la Nintendinitis en el caso de tu amigo.

-Está jugando, ¿verdad? ¿Qué enfermedad se puede llamar Nintendi...eso? - El doctor deseaba golpearse la cabeza contra el muro, pero solo respiró profundamente y pensó que estaba frente a un niño pequeño. - Tu amigo se la pasa todo el día jugando videojuegos, lo que ha hecho que uno de sus nervios esté aplastado dentro de su muñeca, esto hace que le duela, posiblemente el dolor sea insoportable en las noches y en las mañanas le cueste hasta utilizar la mano. Por su actitud sé que el joven Lee ya sabía que su mano está en el peor estado, pero en este punto siente calambres constantes, le cuesta cerrar los puños, no siente calor o frío con el tacto y me asombra que aun pueda realizar actividades manuales o jugar. Si no se trata pronto sus músculos se atrofiaran.

-¿Está bromeando? - El hombre de negro le tomó de la bata amenazante.

-No estoy jugando, ya lo discutí con él una y otra vez y no quiere someterse al tratamiento.

-Conseguiré un masajista para el chico y objetos ergonómicos.

-Ya es muy tarde para eso - el médico acomodó su bata al ser soltado. - Su mano esta por no funcionar. - El de traje se quedó en completo silencio.

-¿Qué opciones existen? - Takuya le miraba asombrado, Joonjae nunca había dicho nada del dolor, tampoco había hecho ni una sola mueca.

-Por ahora que deje de jugar, las compresas, los ejercicios, las inyecciones, los medicamentos y hasta el láser han sido inútiles.

-¿Han sido? - El manager le miró acusante.

-Ya lo ha intentado todo, lo sabemos por sus registros médicos.

-¿Entonces? - La preocupación del rubio aumentaba a cada instante, esto no terminaría bien.

-Debemos hacer cirugía para darle más espacio al nervio, muchos no creen que esta enfermedad sea un problema real y se descuidan, tenemos violinistas e ilustradores que han destruido sus manos completamente pero con la cirugía la mayoría se han recuperado.

-Llamaré a la compañía - el hombre se alejó de nuevo.

-Pero ha de haber una razón por la que Joonjae no quiere hacerlo - el rubio comenzaba a sentir que sufriría un ataque, no se había enterado nunca, creía que sabía todo de Joonjae, pero había luchado con esto por sí solo sin que nadie se enterara. Tal vez Minho sabía, no, no era posible, Minho ya lo habría hecho operarse.

-Bueno durante la cirugía puede dañarse el nervio mediano o simplemente debilitar las manos, en algunos casos no se recupera la movilidad. Y de seguro tendrá que realizar fisioterapia - el doctor notó que Takuya lo veía con cara de confusión - tendrá que ir a rehabilitación para recuperar su movimiento y tacto, deberá ser por mucho tiempo ya que se ha descuidado demasiado y puede que los síntomas sigan ahí.

-¡¿No volverá a jugar?!

-No he dicho eso.

-Pero podría pasar - Takuya miró hacía el cuarto de emergencias dónde estaba Joonjae.

-Haremos todo lo posible para que no sea así, aunque si se deja de seguro no podrá volver a jugar, le costará hasta abrir una manija.

-Si no lo hace no volverá a jugar y su mano morirá, pero si lo hace su mano vivirá aunque aún hay probabilidades de que no lo haga.

-¡Haremos la cirugía a Blazer! - el Señor Jang llegó diciendo en tono demandante - Tal vez no participe en los torneos pero aún lo usaremos para campañas y desarrollo. Aunque no queremos que nadie se entere de su condición, será mal visto si los videojuegos fueron la causa.

-No es su decisión, yo solo les dije para que hablaran con él, su compañía no me puede decir a quién debo operar, mi paciente es el que decide.

-Pero él le pertenece a mi compañía, así que debe obedecer lo que la junta decida.

-No me importa, hasta que él me lo diga no me importa - el médico se alejó mientras que el rubio seguía callado.

-¡Iré a hablar con él! ¡Tú vete! - Takuya solo negó con la cabeza y esperó de nuevo fuera de la sala de emergencias. Algunos gritos resonaron y las enfermeras comenzaron a entrar corriendo. Fue hasta que pasó la pequeñita con maquillaje marcado que los gritos se detuvieron y logró sacar al hombre del traje mientras torcía su brazo en su espalda. En ese momento notó que traía unas botas tipo militar blancas también. Entró tan pronto vio al tiburón ser echado y se encontró a Joonjae poniéndose la chaqueta que apestaba a alcohol.

-No digas nada - dijo de espaldas a Takuya.

-Iba a decir que había sido una noche de locos, pero bueno. -Salgamos para que pueda llamar a Minho.

-No le cuentes.

-¿Qué tenías una luxación en tu mano izquierda porque el gigante ese se pasó de bruto? - Takuya le pasó su identificación y llaves de una mesa contigua.

-No juegues ahora, sé que no puedes ser serio, por eso te pido que estés callado. - Joonjae salió por delante mientras Takuya le siguió en silencio, era verdad nunca podía ser serio, no tardaba en volver todo una broma.

 

CUATRO AÑOS ATRÁS

-¡Takuya me gustas! - El grito de Joonjae en la playa vacía hizo que los pájaros salieran volando. Era invierno, nadie iba a la playa con ese frío y viento, pero ahí estaban los dos escapando. Lo hacían cada vez que algo salía mal, se sentaban recargados en el muro de piedra sobre la arena y fumaban un poco de marihuana para relajarse mientras veían las olas romper. Pero hoy Joonjae estaba de pie mirando fijamente al chico de 19 años que estaba sentado apenas encendiendo el primer churro.

Solo pudo sonreír - tú también me gustas, por eso eres mi mejor amigo - encendió el cigarrillo y aspiró - pero no le digas a Minho, se pondrá celoso.

-Eres un idiota - se dejó caer a la arena. - Te digo las cosas enserio y me mandas a volar.

-Sí soy bastante idiota - se acercó a pasarle el cigarro de bordes torcidos. - Pero si no lo fuera dejaría de ser adorable. -Joonjae fumó más molesto.

-¿Sabes lo qué te estoy diciendo? ¿O de verdad eres tan tonto?

-Ya relájate - se estiró y se recostó en la arena. - Deberíamos de ir por una hamburguesa luego que salga Minho de clases y posiblemente podamos colarnos al concierto después, me subiré al escenario de seguro y le quitaré el collar de picos a ese cantante maleta ¡A cabrón! ¡Se me metió arena en la raya! - Se sentó de golpe y comenzó a meter la mano dentro de su pantalón por la apertura de la espalda.

Joonjae seguía hincado y con el gusanito en su mano, lo miró y aspiró de nuevo. -Eres insoportable. - Se puso de pie. - Ya me largo hombre.

-¡Espera Joon Joon! - Takuya saltó después de encorvar la espalda para ponerse de pie en un rápido movimiento. -Vinimos en mi motocicleta.

-¡Déjame solo! - Joonjae se apresuró pero sabía que aunque corriera siempre era más lento que Takuya, siempre le veía la espalda, siempre era el aburrido, siempre era el feo, siempre era el raro, siempre era el invisible. Solo uno más, no era como Takuya y Minho, llenos de vida y compartiendo esas amplias sonrisas, él solo se colgaba de ellos. Ni siquiera su momento de mayor tenacidad en la vida le había dado frutos.

-Ya no corras - Takuya lo abrazó de la cintura evitando que siguiera pero el chico empujaba los brazos hacia abajo intentando escapar, si le veía llorar sería lo peor. Tenía que alejarse antes de que las lágrimas salieran -¿Huelo tan mal?

-Apestas, ya suéltame viejo. - Se quedó quieto.

-No puedo ser serio - Takuya le dijo aun en su espalda. - Sé a lo que te referías, pero yo no puedo ser serio y menos si voy a tener que golpear al que te romperá el corazón, más si voy a ser yo mismo.

-Takuya…

-Aún no me puedo imaginar intentando golpearme.

-Takuya…

-Tal vez si corro con mucha fuerza en dirección a una puerta de vidrio, eso duele.

-Takuya…

-Me sangrará la nariz de seguro, mancharé mi playera favorita, creo que deberé cambiarme antes.

-Takuya…

-Podría ponerme la playera roja con hoyos, pero pensándolo bien la sangre es café cuando se seca.

-¡TAKUYA! -Joonjae llegó al punto de desesperarse.

-¿Qué pasó? - El chico por fin guardó silencio.

-Usa la playera negra con el logo de Bloody Day así parecerá que es parte de la decoración.

-¡Eres brillante!

-Lo soy - Takuya lo soltó por fin y Joonjae ya no tenía ganas de llorar. -Aunque hoy fui un tonto.

-No lo fuiste - el chico regresó corriendo por el casco que había quedado en la arena - desearía ser tan valiente como tú, te enfrentaste uno a uno con el campeón nacional de Starcraft y además dices lo que sientes tan fácilmente. Yo aún no puedo admitir que él idiota que se quedó con mi banda canta mejor que yo y no puedo ni desafiarlo.

-Tu cantas mejor, hasta le quitarás su absurdo collar con picos - Joonjae tomó el casco de las manos de Takuya y se lo puso.

-Si, debemos ir por el campeón para lograrlo. - El rockero se subió a la moto y el otro detrás de él. -Joonjae tu sabes yo…

-Sí, sé que te gustan las féminas, como tu dices.

-No es que seas feo o algo así, eh. De hecho eres bastante guapo si dejas de encorbarte y te quitas los lentes yo si te daba, bueno si fuera… tu sabes.

-Puedes decir gay u homosexual idiota, no me ofendes. - Takuya arrancó la moto y Joonjae se abrazó de él recargándose en su espalda.

-¿Joon joon?

-¡No digas nada, solo por hoy déjame viajar así! - Comenzó el viaje de regreso a la ciudad.

-¡Está bien viejo, pero si nos cruzamos con alguien conocido me debes soltar!

-¡No, ni lo sueñes, me aferraré más!

 

MAÑANA EN LA CASA DE LOS MIN

-Me asustaste - Minami saltó al llegar a la cocina y encontrar su hijo que lavando los trastes.

-Exageras - Minho cerró el agua y sacudió sus manos.

-¿Qué haces despierto tan temprano? ¿Y en domingo? - Minami observó el reloj en la pared, eran las siete de la mañana y el chico ya estaba vestido, raro en el caso de su hijo.

-Tengo que terminar un proyecto pronto y tengo prohibido el internet. - Salió de la cocina mientras dejaba asombrada a Minami.

Taemin caminaba por el pasillo mientras frotaba uno de sus ojos cuando Minho se detuvo frente a él y se giró a verle por un momento y luego siguió hacia la puerta. El menor inclinó su cabeza confundido y se dirigió a la cocina.

-Creo que sigo dormido.

-No, sí pasó, Minho se levantó temprano en domingo. - Minami tomó la taza de café y bebió un poco. -Ayer, yo tal vez me pasé de mis límites.

-No - Taemin se sentó frente a la mujer sonriendo también con una taza de café.- Fuimos ruidosos e infantiles. Además - bebió un poco de café - se sintió bien el regaño materno.

-Bueno, si fueron infantiles, quieren seguirse tratando como niños, pero ahora se dicen cosas horribles. - Taemin suspiró.

-Era más sencillo cuando niños - Taemin sonrió y se puso de pie - debo cambiarme para ir a trabajar.

-Todo es más sencillo cuando niños, los insultos duelen menos, los golpes duelen menos y nada es serio. Pero ahora todo lo que se digan les dañará bastante.

-Minami noona...

-Ni lo intentes, no puedes ser lindo y escapar de todo, eso ya no sirve. Seguirán castigados hasta que se disculpen.

-No lo intentaba esta vez, solo quería decirte que Minho no te odia - Taemin le sonrió.

-Lo sé - Minami le sonrió de regreso - tampoco a tí. - El menor se quedó quieto en la entrada de la cocina mientras la mujer pasaba con una sonrisa y su taza de café.


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