Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Finding true love por hannastony

[Reviews - 637]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Una vez más gracias por sus agradables comentarios y espero que a cada capítulo sigan amando mi fic, así como yo lo hago con todos ustedes <3 

No pude dormir en toda la maldita noche. El hecho de que Steve haya agarrado todo su valor para demostrarme que me quería me hacía inmensamente feliz, pero lo que me tenía frustrado y angustiado fue que no pude reaccionar correctamente en el momento ¿y si ya se cansó de mí? ¿Y si mañana ya no me quiere ni voltear a ver? Serian actitudes comprensivas pero era obvio que no era lo que yo buscaba ni mucho menos, lo que yo quería. El sueño me agarró una hora antes de la que me tenía que despertar para poder ir a la escuela, ocasionando que me quedara muerto en mi cama el poco tiempo que pude y por consecuencia llegar tarde. Si no fuera por mí talento a la hora de adquirir conocimientos estaba seguro que ya estaría expulsado desde semestres atrás. 

Cuando entré al salón algo apresurado, el profesor suspiró agotado para después regañarme un poco y mandarme a sentar. Yo solo mantenía mi mirada en Steve y él en la mía, nadie hacía expresión alguna, hasta que fue Steve el que formo una sonrisa en su rostro. Sin embargo, esa sonrisa no era verdadera, era una sonrisa forzada que por dentro reflejaba un gran dolor, era un caparazón para que no me preocupara pero yo ya había aprendido a leer todos y cada uno de sus gestos, por dentro él no tenía ganas de sonreír y muy probablemente se encontraba quebrado. Cuando llegué a mi asiento no encontré nada, ni una nota, ni un bombón, ni un detalle, nada. No sé porque en mi interior estaba esperando con esperanza el encontrarme con una de sus ridículas cursilerías y más aun después de ni siquiera asomarme por la ventana el día de ayer. Al parecer la situación era más grave de lo que pensaba y tenía que tomar cartas en el asunto urgentemente, no podía permitirme el dejar pasar esta oportunidad  y si lo hacía estaba completamente seguro de que sería el peor error de mi vida.

Al parecer llegué en el momento en el que el maestro estaba dando por terminada la introducción, ya que minutos después tomó la hoja donde se encontraba la lista de la clase y comenzó a formar equipos de 4 al azar, exponiendo nombres a lo alto para que lentamente se fueran formando las agrupaciones y de ahí comenzar a trabajar en la actividad relacionada con el tema. No me toco ni con Pepper ni con Steve, pero no era un gran problema, para este punto ya había dejado de ser un antisocial y me llevaba bien con varios del salón.  Cada quien movió sus butacas para hacer los pequeños grupitos, mientras que se podía escuchar como la quietud era suplida por el bullicio que se creaba al mover los asientos de lugar y comenzar conversaciones triviales. Paso poco tiempo, yo me encontraba hablando con uno de los integrantes de mi equipo sin ningún interés en particular. Fue cuando voltee a ver a Steve que algo me inquietó bastante.

A Steve le había tocado un equipo sin nada en especial, entre ellos se encontraba una chica la cual no recordaba para absolutamente nada su nombre ¿Por qué? Simple, era la más callada y matadita de todo salón. De hecho si yo no fuera lo increíblemente observador, probablemente ni siquiera supiera de su existencia a pesar de compartir la misma aula con ella todos los días. De hecho jamás la había visto en alguna fiesta o evento escolar y no hablaba casi con nadie, por su simple aspecto podías asumir que era en exceso tímida. Suéter de manga larga, cabello largo y cejas pobladas adornando su rostro, era un poco fea, completamente inexistente y no llamaba para nada la atención, hasta ahora. Steve, como el maldito buena gente que es, le estaba sonriendo con amabilidad mientras se veía que le decía lo que yo suponía unas cuantas palabras de apoyo para que se animara a participar. El puto problema aquí era que la estúpida se estaba sonrojando a más no poder, con una cara plenamente abstraída y embobada al ver la sonrisa de Steve en todo su esplendor. Instantáneamente me comencé a enojar y a sentir celos ¿Quién se creía la muy idiota como para quedarse viendo a Steve de esa forma? Pude apreciar como cuando Steve acababa de hablar ella asentía muy nerviosa, mientras formaba una leve sonrisa sin quitar para nada su rubor. Yo les contestaba a mis compañeros como si estuviera concentrado en la actividad, pero la verdad era que no tenían nada de mi interés.

Lo peor fue que no solo fue ese instante, sino que a continuación le siguieron muchos más en los que Steve se dirigía noblemente a ella mientras que ella a simple vista se podía ver en exceso turbada y abochornada. En un gesto totalmente casual, Steve apoyo una mano en la de ella para poder hacerla entrar más en confianza y ante esto ella reflejaba una vergüenza y felicidad a más no poder.  Pinche puta, bien dicen que las más calladitas son lo peor. Mi consciencia me decía que no debía de ser tan cruel, que ella era una simple y buena chica que no tenía para nada malos pensamientos y que incluso yo me asimilaba bastante a ella, todo extasiado solo por la atención de Steve. Aun así, mis recelos eran muchísimo más grandes y antes de que el profesor diera por terminada la clase, me paré de mi asiento y me dirigí hacía con ellos que aún se encontraban viendo las ultimas cosas del trabajo.

—¡Vaya! ¿Tanto tiempo y aún no han podido acabar? —pregunté sarcásticamente parado frente al pequeño grupito de Steve. Los otros dos chicos solo me vieron unos segundos para después seguirse concentrando en lo que estaban redactando, después de todo ellos no me hablaban mucho. Sin embargo sin capte la completa atención de Steve y de aquella rata de biblioteca que era lo que realmente me interesaba.

—¡Tony! —expresó Steve con una sonrisa ilusionada mientras se le iluminaba la cara como si hubiera visto su dulce favorito. Lo ignore, posando mi vista en la vieja esa.

—Oh cariño ¿te sientes mal? Estas muy roja —me dirigí a ella con un tono de preocupación demasiado fingido. Ella se puso aún más inquieta de lo que estaba y no escuche ninguna respuesta de su parte así que continué—. O acaso ¿es por qué Steve te pone nerviosa?

Solté la bomba para ver como sus facciones se descomponían, poniéndola en evidencia con mi comentario. Me di cuenta de cómo Steve enarcaba una ceja algo extrañado por mis palabras mientras que la pobre mujer comenzaba a sudar como puerco.

—N-no se d-de que hablas T-Tony —respondió finalmente la chica sin dejar de desviar la mirada.

—Hay dulzura…… primero que nada solo mis amigos me pueden llamar Tony, así que no seas tan descarada y segundo ¿Cómo que no sabes de que te hablo? Si eres demasiado obvia por dios —la lengua se me estaba soltando al no dejar de atacar a la infortunada y yo sabía que ahí no me iba a detener, aunque era lo que debía de hacer. Ella no me había hecho nada y yo la estaba agrediendo como una perra—. Déjame decirte algo para que te quede bien claro insignificante chiquilla….. Steve esta perdidamente enamorado de alguien más y alguien tan poca cosa como tú no puede cambiar ese hecho —escupí con rabia mientras veía como sus ojos se iban humedeciendo.

—Tony ¡BASTA! —gritó furioso Steve con el ceño fruncido, reprendiéndome con la mirada, después de todo Steve odiaba a los que molestan a los demás.

La chica se paró rápidamente de su asiento y se fue corriendo, dejando a todos una tanto sorprendidos. Pobrecita, era obvio que había salido porque la había hecho llorar, era de lo peor. Estúpido Steve, todo era su culpa. Lo voltee a ver también con el ceño fruncido al estar molesto con él y conmigo mismo. Duramos poco en una pequeña lucha de miradas fulminantes hasta que sus gestos cambiaron a una cara del todo asombrada, como percatándose de algo en lo que antes no había prestado atención.

—Podría ser que… ¿estas celoso? —preguntó mientras dejaba todo su enojo de lado para poder comenzar a formar un rostro divertido.

—No seas idiota —respondí torpemente, aunque mi contestación solo provoco que la alegría de Steve se marcara aún más. Fingí el no prestarle atención a sus expresiones y a paso algo apresurado me alejé de ahí para poder tomar mis cosas y retirarme del aula.

A donde me dirigí casi por instinto al haber salido acelerado de aquel lugar fue a mi casillero para tomar mis cosas. No quería que aquella escapada hubiera parecido como si yo estuviera abochornado o algo parecido pero mis acciones habían sido inmaduras desde el momento en el que me propuse lastimar a la chica que no tenía la culpa sobre mis alocadas hormonas y mis emociones tan explosivas ¿debía de ofrecerle una disculpa? Probablemente, después de todo cruce la línea y hasta la hice llorar. En si Steve si era el causante, su maldita sonrisa deja sin aliento a cualquiera y si él se la pasa repitiéndola por todos lados era más que seguro que uno o una caería ante él ¿Por qué tenía que ser tan jodidamente bueno?

Con una exhalación fue que ya me encontraba en la puerta de mi casillero. Cuando abrí la reducida puerta vi y escuché que algo cayó de ahí. Era la tarjeta que inconscientemente había estado esperando todo el día y que hasta llegué a pensar que el día de hoy no la recibiría. Involuntariamente se formó una sonrisa aun sin leer su contenido, porque yo sabía de quien era y que era lo que significaba.

“El mejor café para mis insomnios está en tus ojos

S. R.”

Nadie me estaba poniendo real atención, todos los que pasaban por ahí estaban en su propio mundo así que me permití el comenzar a saltar quedamente, tratando de dejar salir un poco toda la emoción que recorría mi cuerpo en estos momentos. Me tense y apreté mis dientes con una gran sonrisa, quizá en estos momentos me vería como un completo fanboy aunque no podía negar con sinceridad que no era eso prácticamente lo que era, pero obviamente no lo admitirá delante de nadie. Hasta hace poco Steve era un amor platónico para mí y a pesar de seguir teniendo el mismo cariño por él, no lo podía seguir llamando platónico. Al parecer si estaba haciendo más escándalo de lo normal ya que poco después comencé a ver que una que otra persona me volteaba a ver curiosa por mi reacción, tenía que calmarme aunque sea un poco para poder disimular frente a todos. Estaba muy alegre, no solo por lo que decía la tarjeta, sino porque eso significaba que él no se había dado por vencido conmigo. Lo más seguro era que él había metido la tarjeta mucho antes de que las clases comenzaran por una de las rejillas, porque yo estuve en toda la clase con él y no lo había visto salir del aula, además de que salí volando de ahí dirigiéndome directamente a donde me encontraba ahora, y yo que ya me empezaba a poner triste por no haber recibido la típica tarjetita que en estos días recibía, aunque ¿Por qué ahora no me la había dejado en mi butaca? Analizando mejor la situación, su sonrisa falsa y la tristeza reflejada en sus ojos pude darme cuenta de que posiblemente él me la había dejado en este sitio en especial porque no querría ver mi probable rechazo hacia él, después de todo estos días me había comportando como un completo patán.

 Di un corto beso a aquel trozo de papel hasta que una voz me hizo salir de mi mundo de una forma muy precipitada, haciendo que me asustara al instante y pegara un grito de espantado junto con un brinco.

—Oye tranquilo no te voy a matar —dijo Pepper un poco exaltada a lado mío. De la nada ya se encontraba ahí y yo ni siquiera me había dado cuenta de su presencia hasta que me llamo con su voz—, ¿Qué es eso?  —preguntó singular refiriéndose a lo que traía en mi mano. Yo pasé saliva silenciosamente, tratando de no hacer notar mi nerviosismo.

—N-nada —respondí no tan seguro como quería sonar.

—Eres todo un rarito… pero bueno eso no es lo que vengo a decirte. Déjame preguntarte algo —comenzó a hablar mientras se aclaraba la garganta para su próximo cuestionamiento—. Ejemm….. Anthony Stark ¿acaso hiciste llorar a perlita?

—¿Quién chingados es perlita? —pregunté mientras le levantaba una ceja y fruncía el ceño con algo de disgusto.

—Hazte pendejo Stark, bien que sabes quién es ¡hasta te vi hablar con ella y Steve! Se sincero ¿tú fuiste el que provocó toda la escenita? —preguntó acusadoramente con cara seria.

—Quizá —respondí mientras desviaba la mirada.

—¡¿Quizá?! ¿Qué no ves que no tiene amigos? Y luego tú vas y la fastidias, ahora mismo vas y te disculpas con la pobre niña —mandó como si realmente fuera mi mamá mientras apuntaba con un dedo hacia el pasillo.

—¿Qué? ¿Por qué? Ella fue la que me fastidio primero, NADIE se mete con mi hombre —dije algo vanidoso mientras hacia una mueca que complementara mi tono de voz.

—Ja ¿ahora si es tu hombre? Porque por lo que yo veo tú sigues en tu niñería de aun no aceptar su amor —atacó Pepper algo suspicaz mientras formaba una sonrisa maliciosa. Juntarse con Loki le estaba afectando.

 —Puede que yo esté cediendo poquito respecto a esa idea —dije con un puchero mientras volteaba a otro lado. No recibí respuesta alguna así que me volví a girar hacia Pepper para verla plenamente satisfecha, probablemente ella sabía más que nadie que yo no duraría mucho haciéndome el duro—. Te dejo, me voy a mi próxima clase.

Y me fui de ahí sin dar más explicaciones, a veces sentía como si Pepper tuviera la habilidad de leer mis pensamientos o algo parecido y me asustaba. De la nada ya estaba la hora de la salida presente. Me encontré con Thor y Loki sentados en un escaño del jardín, no se veía que estuvieran en sus momentos melosos así que me acerqué con ellos para platicar un poco acerca del día de mañana y el juego que se presentaría en el instituto. Paso un poco de tiempo y desde lo lejos yo iba percibiendo como Steve se iba acercando hacia nosotros con algo de timidez. Se sentó hasta el otro extremo y también se incluyó a la conversación que estábamos teniendo. Era una plática casual y me sentía tranquilo ya que ahí también se encontraban Thor y Loki, pero todo eso cambio cuando Loki se paró abruptamente del asiento e inventaba un pretexto de lo más falso, jalando a Thor de la mano para llevárselo con él. Thor no estaba para nada convencido de las palabras sin sentido de Loki, sin embargo no puso protesta alguna y siguió a su novio. Genial, ahora si me encontraba de lo más nervioso y al parecer Steve estaba en una situación parecida, ya que disimuladamente veía el cómo se revolvía en su propio asiento bastante abochornado. Se instaló un silencio incomodo entre los dos, nadie decía ni una sola palabra hasta que Steve no aguanto más y rompió aquel silencio.

—¿V-vas a venir mañana al partido Tony? —preguntó algo tenso posando su mirada finalmente en mi ser, yo hice lo mismo, deleitándome con su presencia y lo que provocaba en mí.

—No creo —respondí indiferente y vi como rápidamente ponía una cara de preocupado.

—¿Por qué? Siento que va a estar muy padre y en lo personal me encantaría que vinieras —soltó sin pensárselo dos veces y esa respuesta solo me hizo ponerme aún más exaltado de lo que ya estaba. Y a mí me encantaría que me follaras aquí mismo, pensé.

—No lo sé Steve.

—Por favor —suplicó poniendo una cara de cachorrito irresistible. Maldito encantador. De hecho esa mirada por un momento me hizo recordar a Capitán y su innegable método para conseguir lo que quería. Di un último suspiro resignado, sabiendo que aunque me negara a aquella hermosa cara nunca llegaría a nada.

 —Está bien….. —acepté sumiso para comenzar a apreciar como su cara comenzaba a emanar una luz cegadora. Su cara de felicidad era tan autentica, que hasta llegué a imaginarme una cola de perrito detrás de él, danzando de un lado para otro reflejando su alegría, así como lo suelen hacer los caninos. Yo solamente me quede mirando de más cerca esos ojos azules con un pequeño toque de verde que prácticamente me dejaban desarmado.

Nadie alcanzo a decir nada más, ya que un grito a lo lejos nos interrumpió a ambos de nuestro universo.

—¡Steve! El entrenador nos busca, quiere darnos un aviso —vociferó Bucky a unos metros de nosotros para poder llamar nuestra atención. Steve le asintió y se paró de su lugar.

—Ahorita vuelvo —me dijo con una sonrisa tranquilizadora para finalmente irse corriendo hacia donde Bucky lo estaba esperando y poco a poco retirarse de mi vista.

Respire un poco mejor y me talle la cara unas cuantas veces para poder calmar mi ritmo cardiaco. Después de tanto tiempo mi cuerpo seguía actuando igual cuando estaba a lado de Steve y ya sabía que ni con mil métodos lo podría evitar. Tenía la seguridad de que Steve volvería, ya que había dejado su mochila y tendría que volver por ella, aparte de que me lo había dicho y sabía que no mentía. Me estiré un poco en mi lugar para tratar de relajarme y en aquel acto sin querer la mochila de Steve cayo. Como tenia el cierre un tanto abierto, con el golpe que hizo en el piso se desparramo todo su material, haciendo que una que otra libreta saliera de ahí. Con flojera me incliné para tomar sus cosas y acomodarlas como estaban originalmente. Vi algo que llamó mucho mi atención y se trataba del bloc que yo le había regalado para que el pudiera dibujar, en este se podía observar que salían unas cuantas esquinas de hojas, revelando así su constante uso. De repente me invadió una intensa curiosidad por ver lo que aquello contenía. Quizá necesitaba primero de su permiso, pero como yo nunca había sido alguien muy respetuoso o correcto me aventure a echarle un fisgoneo a aquellas cuartillas. Fue ahí que me di cuenta que Steve tenía una habilidad impresionante para el dibujo, sus obras eran jodidamente  buenas y a pesar de que eran a puro lápiz, podrían ganarle fácilmente a cualquier tipo de creación de algún otro artista. Los dibujos en si no reflejaban nada en especial, eras cosas comunes y corrientes, un parque, un monociclo, unos pajarillos, hasta que llegué a una hoja que mostraba unos ojos. No quería ser para nada ególatra o puede que sí, pero estaba casi seguro que esos eran mis ojos. Con más impulso seguí pasando las paginas hasta que me encontré con un  dibujo ¡de mí! era yo, de eso no había duda alguna ahora que no solo eran mis ojos sino que también todo mi cuerpo entero. Estaba impactado, no era posible. Con más prisa cambie la página y volví a encontrarme con mi retrato plasmado en blanco y negro. De ahí solo le siguieron puros dibujos que trataban sobre mí, en diferentes situaciones, expresiones y posiciones pero en todas se podía ver reflejado mi propio rostro, fácil eran más de 10. Estaba demasiado conmocionado, regocijo y gozo me invadieron por completo porque aquellos dibujos estaban tan bien hechos que eran prácticamente una obra de arte y lo mejor de todo era que habían sido creados con las manos de Steve. Puede que estuviera equivocado, pero esto para mi solo significaba que Steve se la pasaba pensando en mi todo el tiempo al igual que yo con él, no quería hacerme ideas equivocadas pero estos dibujos me hacían  dejar de pensar con claridad y esparcían júbilo por todo mi ser. Podía morir de la felicidad en estos momentos, simplemente no me alcanzaban las palabras para describir toda la calidez que sentía dentro de mí.

—¡TONY! ¡¿Qué estás haciendo?! —expresó Steve atemorizado acercándose a mí para poder arrebatarme los retrataros, pero en un ágil movimiento yo esquivé su mano y los tomé con ambos brazos para poder sujetarlos bien. Súbitamente se originó un tono carmesí por todo su rostro, ni siquiera lo había visto tan rojo la ves que le había tocado hacer aquel striptease en frente de todos, ahora sí que parecía un lindo tomate—. Por favor devuélvemelos.

—No —dije mientras apretaba las ilustraciones entre mi pecho con algo de cuidado para que no se arrugaran.

—Tony no te burles de mí… regrésamelos —pidió nuevamente pero no molesto, más bien apenado, con sus cejas caídas.

—¿Por qué? Yo soy el que está en la mayoría ¿cierto? Entonces en si me pertenecen —dije bastante conmovido a la vez de que hacía más fuerza, apretujándolos contra mi cuerpo. Vi su mirada algo afectada, sin quitar para nada el bochorno que lo acompañaba en estos momentos. Me sentí un poco mal al ver esa mirada, seguramente el querría que la tierra se lo tragara pero yo no veía nada malo en la situación en la que nos encontrábamos.

—Dios ¿Por qué me pasa esto a mí? —preguntó para sí mismo mientras se dejaba caer en el asiento y se tapaba su rostro con una mano.

—Ahhh está bien está bien, te puedes quedar con este —comenté algo divertido mientras le pasaba el dibujo en donde yo me encontraba solo con el pequeño traje de baño que había llevado el día del parque acuático. Él al ver lo que le entregaba abrió los ojos de par en par y se puso aún más rojo de lo que ya estaba, tanto que hasta la punta de sus orejas mostraban ese color adorable. Reí internamente al ver su reacción, para sin permiso alguno guardar todos los demás dibujos dentro de mi mochila, joder estaba tan contento­—. Bueno, me retiro. Entrena adecuadamente para que te luzcas en el juego de mañana, te estaré observando —finalicé gustoso mientras me alejaba de ahí. No era como si quisiera irme tan rápido, pero tenía el temor de que despertara completamente de su shock y me quitara los dibujos que había tomado como mi pertenencia sin siquiera preguntar, además de que no podía ni esperar por contarles a Pepper, Loki y Bruce sobre mi mágico e increíble descubrimiento. 

Notas finales:

El Tony es toda una perra, hasta yo me sentí mal por la pobre chica pero me encanto escribir la escena (la frase del café me la robe no es mía XD). El prox cap. viene algo largo e intenso por lo que me tardare poquito. Me encanta su apoyo y sobre todo el que se tomen el tiempo para dejarme sus opiniones. Gracias por ser tan comprensivos y sobre todo darme ánimos. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).