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Como un juguete... por FujoshiTakanoLover

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Notas del capitulo:

Hola :D
¿Qué tal están..? :3

Bueno, primero agradecer la aceptación que tuvo el fic, en verdad que me alegra ver que les ha gustado <3

Y ahora, una pregunta, ¿les gustaría que reanudara las historias que tenía antes..?

Si es así, entonces por ustedes lo haré :3 

Bueno...

¡A leer..! <3

Una vez que me aseguré de que él ya no me seguía más, fui a un parque que estaba cercano, tomé asiento en una de las tantas bacas que habían por la zona y contemplé el paisaje, era un día claro, y los niños iban corriendo y jugando de un lado a otro, con grandes sonrisas en sus rostros, era algo digno de admirar, todo el mundo lucía tan feliz, que de cierto modo me hacían sentir más deprimido.

El simple hecho de haber encontrado a Takano de esa forma... me rompió el corazón, simplemente fue como revivir el dolor que sentí por su causa hace algún tiempo, algo horrible, que no hubiese querido que volviera a pasar. Heché mi cabeza hacia atrás, mirando al cielo, contemplando las formas de las nubes, algo que siempre me había relajado y de alguna manera, también divertido; después de un rato cerré mis ojos, pensando en lo que había pasado, y dejé las lagrimas correr por mi rostro, finalmente llegué a una conclusión, "¿Y si en realidad yo tengo la culpa de que esto haya ocurrido? Es decir, supongo que si anoche no me hubiese ido esto jamás hubiese pasado, después de todo Takano-San ya estaba ebrio..." Mantuve mi cabeza dando vueltas y vueltas con el mismo pensamiento, "¿Y si realmente él no tuvo la culpa...?" De inmediato recordé lo que había visto, él estaba abrazando a aquella chica, mientras la besaba, lo hubiese comprendido de haber sido ayer, cuando él estaba ebrio y no medía sus acciones, pero en ese momento estaba sobrio, y consciente de lo que hacía, ¿no es así? Entonces, ¿realmente la culpa es mía?

"No, definitivamente no lo es, puede que lo que sea que haya pasado ayer fuese un error, pero esto en definitiva no era un error, Takano-San solo me utilizó, al parecer prefiere a las chicas..." Ante este pensamiento las lágrimas brotaron de mis ojos aún más, y mis sollozos se hacían cada vez más prsentes, agaché mi cabeza, cubrí mi rostro y cerré nuevamente los ojos.

***Tiempo Atrás***

- ...Onodera- Me dije a mi mismo al marcharse corriendo, relamente no era mi intención asustarlo, pero en verdad lo amo, y no puedo contenerme a mí mismo, sé que aún no estoy ebrio, y todo esto fue hecho por mi cuenta, supongo que me porté demasiado rudo...

- ¿En qué diablos estaba pensando?- Me dije a mí mismo en voz alta, a decir verdad, el hecho de que Onodera negara y rechazara terminantemente que tenía sentimientos por mi, hacía que una opresión se formara en mi pecho.

¿Cuánto le costaba admitir que realmente me amaba, y demostrar sus sentimientos? A veces la idea de que él solo me quiere para "compañeros de sexo" cruza por mi cabeza, y me deja pensando, "¿Será acaso que Onodera solo me utiliza...?"  

Esa ridícula idea sale de mi cabeza, y me digo a mi mismo que Onodera jamás haría eso, lo conozco, y a pesar de no demostrar su amor hacia mi con palabras, lo hace con acciones, y es lo que más aprecio de él, en cierto modo me mantiene con la esperanza de que en verdad me ama, y me he prometido que le daré el tiempo que necesite para aclarar su mente y decir que me ama.

Tomé una copa más del licor que estabamos tomando, pensando en Onodera solo me perdí, y sin darme cuenta ya estaba ebrio, había servido una copa, y otra, y otra, y otra... En algún momento de la noche ya no actuaba por mí mismo, y en realidad no supe si perdí el conocimiento o seguía de pie, haciendo cosas de las que verdaderamente me arrepentiría.

 

 

Y bueno, ahí estaba Takano Masamune, salió de la habitación privada en la cuál había pasado la noche bebiendo con sus compañeros de trabajo y fue al bar-discoteca que se encotraba en el exterior, probablemente buscando a Onodera, o algún acompañante para pasarla bien, lo que solo podía significar algo: Problemas.

Debido a su gran atractivo físico, no tardó en encontrar a una persona con quien estar, ya que no necesariamente tuvo que buscar, todos le buscaban, desde atractivas mujeres y jovencitas, hasta hombres que a la vista de algunos podrían pareces muy guapos.

La ventaja de él era que tendría de donde escoger, ¿no? Depués de todo, él solo buscaba diversión, ya que parecía no buscar a Onodera más, esto era malo, el licor siempre trae problemas, y parece que ahora no sería la excepción, una chica de pequeña estatura, ojos redondos verdes y una hermosa cabellera negra se acercó a Takano, su rostro lucía como el de un ángel, y tenía un cuerpo muy esbelto, era el ejemplo de lo que se podría llamar "Chica perfecta".

- Hola- dijo timidamente a Takano, sosteniendo una copa en su mano.

- Hola- respondió Takano, admirando la belleza de aquella chica, en este punto al parecer ni siquiera recordaba a Onodera, aunque lo que verdaderamente hechizó a Takano fueron ese par de ojos tan bellos, que le recordaban a los de su "amante".

Comenzaron a platicar, muy cómodamente, y mientras continuaban bebiendo aquella chica tan linda, de nombre Saku, se enteró de varias cosas de Takano, las cuales la dejaron aún más encantada, si era eso posible.

Después de una larga noche de plática, Takano ofreció a la ebria chica que fuese a su departamento, aunque a pesar de todo una voz interior le decía a Takano "Despierta, no hagas estupideces", él ni siquiera reaccionaba, esto acabaría mal.

Afortunadamente a pesar del estado de ambos, no ocurrió nada en el camino hacia el departamento, era algo bueno en cierto modo. Ambos se dirigieron directamente a la cama, Takano se dejó llevar, estando ebrio no midió las consecuencias de sus actos, al igual que Saku, ambos se comportaron inconscientemente, tuvieron relaciones hasta que el sueño los venció.

***A La Mañana***

El sonido de las aves cantando por fuera de la ventana, y el calor que me invadía me hicieron finalmente despertar, pero era extraños, por alguna razón estaba en mi departamento, sintiendo un calor corporal en mi pecho, "¿en qué momento llegué aquí...?"

Voltee a todos lados, buscando una respuesta de qué era lo que estaba pasando, miré a la persona que estaba recostada a mi lado con la esperanza de encontrar a Onodera, pero para mi desgracia no fue así, era una chica con el cabello muy largo y rasgos faciales muy finos, a pesar de ello, no era mi tipo, pero lo más importante ahora era saber "¡¿En qué maldito lío me he metido?!" pensé de inmediato, mientras me levantaba bruscamente de la cama, despertando a la chica con la que me encontraba, ella lucía muy confundida, y en cuanto se dio cuenta de la situación sonrió descaradamente, aunque de inmediato su rostro cambió a uno lleno de pánico, se levantó igualmente de la cama y me dijo levemente sonrojada

- P-ponte algo de ropa...- Voltee a ver mi cuerpo, y estaba desnudo, rápidamente me puse ropa interior y le ofrecí darse un baño, lo cual aceptó con cierta vergüenza, esto era un problema, un GRAVE problema. 

- ¿Qué hice...?- me dije a mi mismo, la chica me miró y por un momento mostró una expresión de tristeza, luego se dirigió al baño y se dió una ducha, "¿cómo se lo contaré a Onodera?  No, ¿debo contarselo a Onodera...?" me dije a mi mismo. Estaba en un debate mental, entre si ser sincero y decirle todo lo que ocurrió hasta donde yo recordaba, o mantenerlo como un secreto, hasta que finalmente decidí que le diría la verdad, no quería tener secretos con él de los que tarde o temprano se enteraría, le pediría ayuda a aquella chica y que no me buscase de nuevo, era lo adecuado, ¿no?

Fui a sentarme al sofá de la sala, y esperé a que la chica saliera para poder hablar de esto con ella, no quería ser rudo, después de todo no soy un patán, hasta que finalmente salió y le invité a sentarse, le expliqué todo lo que estaba sucediendo, o al menos traté.

Repentinamente tocaron a la puerta, le supliqué que guardara silencio y fui a abrir, era Onodera, esto era un SERIO problema.

- B-Buenos días... Takano-San- dijo él, lucía muy lindo, maldición, he hecho un estupidez...

- Buenos días- respondí de inmediato, ocultando mi nerviosismo, lo cual al parecer estaba saliendo a la perfección.

- Verás, yo... quería disculparme por haberte dejado ayer en ese bar, no debí haberlo hecho, de verdad lo lamento mucho.

- No, no te disculpes, yo... lamento haber actuado como lo hice.

Onodera sonrió ante mi comentario y dijo - No te preocupes, me alegro que hayas regresado a salvo- dio unos pasos atrás y dijo- Takano-San, tengo algo qué decirte, y-yo...- Sus manos temblaban y sus mejillas habían tomado un leve color carmín, muy bello, estaba perdido en su mirada, hasta que por estúpido y olvidando a Saku en el interior de la casa, le dije que entrara, me adelanté, y estando distraído me encontré a Saku, quien me dio un beso en los labios, el cual de alguna manera correspondí, al momento reaccioné y la alejé, volteando a ver a Onodera, quien nos miraba con enojo y bastante molestia, al momento que salió corriendo, traté de detenerlo y corrí hacia él.

- Suéltame, ¡no me toques!- gritaba enfurecido y notablemente herido

- Por favor espera Onodera- grité al mismo tiempo que lo jalaba, él corrió hacia las escaleras y salió del edificio, a pesar de que traté de detenerlo no lo logré, regresé a mi departamento y le dije a aquella chica que se fuera de mi departamento, y que no me volviera a buscar de nuevo.

- P-pero yo...

- Por favor, vete de una vez, te lo pido de buena manera... ¿entendido?

- Lo siento...

- Simplemente no vuelvas, no me busques de nuevo, ¿bien?

- S-si...- dicho esto la chica se fue de mi departamento, estaba decepcionada y parecía deprimida- Lo siento- dije antes de que cerrara la puerta y se fuera.

Fui a recostarme a mi cama, pensando en la forma en que le explicaría todo a Onodera, esto no era bueno, y quería seguir siendo algo para él. por ahora debía darme un baño y apresurarme para ir a trabajar, ahí lo vería y podría aclarar todo con él.


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