Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Como un juguete... por FujoshiTakanoLover

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hey UuU

Bueno, he vuelto, y ahora con una jugosa continuación, lamento si no es lo suficientemente largo, pero lo recompensaré, es que ¡Ah!

Hace un rato estaba escribiendo la continuación de "¿Una doble personalidad?" (si, después de medio año o más xD) Y mi estupida, maldita, perra desgraciada infeliz computadora se reinnició por sí sola, y ya estaba a punto de acabar el capítulo, era muchísimo, y se guardó como una onceava parte. ;-;

Y se me quitó la inspiración, me encanijé y patee la pared y todo, y pues... Quise escribir esta continuación, ya un poco inspirada, espero poder volver a retomar mis otros fanfics, ¡los amo queridos lectores, y por ustedes lo haré! ^^

Ahora...

¡A leer! <3

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Abrí mis ojos con lentitud, casi sin ganas, solo para observar la hora, ya era algo tarde, y eso significaba que debería ir a trabajar dentro de poco, a pesar de ello no quería, no deseaba ver de nuevo el rostro de Takano-San, a pesar de todo lo que puedo decir, en realidad me siento herido, como antes, o incluso más.

Soy un idiota, eso es oficial, porque yo perfectamente sabía que una vez me falló, me lastimó, ¿qué le quitaría volverlo a hacer?, ¿por qué querría volver a lidiar con un idiota como yo? ¿de qué manera podría haberse enamorado de mi?

Miles de preguntas pasaban por mi cabeza en solo segundos, preguntas negativas, que no hacían más que lastimarme de manera más y más, al borde de hacerme soltar lágrimas sin control, obligándome a dejar mi cabeza agachada, no podía dejar a nadie ver mi rostro de esta forma, sería demasiado vergonzoso, humillante.

Con las mangas de mi abrigo sequé cuidadosamente mi rostro, medité un momento si debería ir al trabajo, estaba destrozado y eso podría afectar mi desempeño, además de que no quería verlo, pero yo me lo dije una vez, mi vida personal no debe interferir con el trabajo, decidí darme por vencido y me puse de pie, emprendiendo camino hacia el trabajo silenciosamente.

***Un rato después***

Una vez llegué a la editorial pasé directamente hacia el ascensor, saludando en el camino a las dos chicas que estaban de recepcionistas el día de hoy, ellas me dieron un saludo alegre acompañado de una sonrisa, no quería hablar con nadie, por lo cual les devolví la sonrisa más falsa que he dado en toda mi vida.

Una vez subido en el elevador me puse completamente distante, presioné el botón de el piso del departamento Esmeralda y me concentré en mis propios pensamientos, ¿que haría ahora que debo trabajar con mi ex-pareja? ¿Debería renunciar? ¿O solamente irme al departamento de edición de libros? ¿O quedarme en el departamento de manga? Nuevamente estaba pensando en mis problemas, con interrogantes que solo alimentaban a mis preocupaciones. Finalmente llegué al piso designado y bajé del ascensor, caminé hacia la oficina sin fijarme, solo mirando, o aparentando mirar al suelo, estaba pensando demasiado, ya no podía, tenía ganas de salir corriendo de ahí inmediatamente y jamás volver, desaparecer de la vida de Takano-San, y de todos quienes me conocen, irme de aquí.

Ya era demasiado tarde, llegué al departamento de las doncellas y entré sin más... Un momento, este no es el departamento donde trabajo, pero aquí debería estar, ¿no? 

Miré a todos lados, y no había un solo rastro de las paredes color rosa, ¡Maldición! Parece que al estar tan distraído presioné el botón equivocado, si así estaré en todo el trabajo, ¿que debería hacer? Fallaré definitivamente en todo el día, pero no quiero.

Estaba preocupado, asustado, ahora el nudo en mi garganta se volvía a formar, de modo que sabía que no podría retener las lágrimas por mucho tiempo, con ese pensamiento en mi mente salí disparado en dirección a los baños, rápidamente entré a un cubículo y estuve ahí llorando por unos cinco minutos, no demasiado, pero no era suficiente, el dolor no desaparecía de mi pecho, ya era oficial, nunca me volvería a enamorar de nadie, Jamás.

Sequé mis lágrimas rápidamente y salí del cubículo, lave mis manos y mi rostro, empapándome lo suficiente para al menos, aliviar el calor que se alojaba debido al coraje y tristeza que sentía. Una vezme sentí un poco más calmado dejé de mojar mi rostro y lo sequé con una toalla de papel, al terminar me encontré con el espejo, miré mi rostro un momento y el reflejo reveló a una persona que me observaba desde la entrada de los baños, me miraba curioso y un tanto preocupado, me hubiese puesto a la defensiva, pero sus ojos reflejaban dolor al verme, se acercó lentamente a mí y me abrazó con fuerza, pude sentir a su alrededor un aura de tristeza, de cierto modo me identificaba con él, nuestro dolor era igual, y aunque era alguien a quien no conocía supe que podía confiar en él, por tanto no intenté separarme de él, al contrario, lo abracé más fuerte.

Nos quedamos un buen rato así, entre un cálido abrazo de comprensión y una pizca de dolor, fue cuando me di cuenta de que su cabello era negro, pero no tanto como el de Takano-San, llevaba un tipo de loción que a mi parecer era delicioso, no quería separarme, pero debía ir a trabajar, aunque no quisiera.

Tuve que separarlo de mí, lo hice lentamente, con cuidado, como si fuera una persona frágil, ya que eso parecía, él se separó y apenado pidió disculpas, con una hermosa sonrisa en su rostro, supe que era una sonrisa real, no una fingida, ¿quién era este hombre?

- Lo siento, yo... apenas te conozco y reaccioné así, jaja... Mucho gusto, mi nombre es Ijuuin Kyo- dijo él inclinándose ligeramente- ¿Cuál es tu nombre?- pregunta curioso.

- Ah, yo lo siento, Mi nombre es Onodera Ritsu, es un placer- hago una ligera reverencia ante él- Lamento lo de hace un momento.

- No te preocupes, yo soy quien lo siente, pasa que tú... me recuerdas a alguien, es todo, mis más sinceras disculpas- habla firme y hace una reverencia.

- N-no, no se preocupe por eso...

- Disculpa mi curiosidad, sé que no es algo que debería preguntar apenas te conozco, pero pude notar que estabas llorando hace un rato, ¿estás bien?- pregunta un poco preocupado.

- Ah, eso, no se preocupe, yo estoy bien- digo con una sonrisa, falsa.

Él me mira un poco, de pies a cabeza, parece haber leído mi mente, ya que fácilmente dice- Eso no es verdad, si no quieres decirme está bien, lo comprendo perfectamente, pero no mientas sobre tu estado de ánimo al resto.

¡¿Cómo lo supo?! Esto... me pone ligeramente nervioso, parece como si leyera a través de mi, es algo incómodo...


- Bueno... realmente no quiero hablar al respecto, solo que... he sido herido por quien pensé que me amaba, por quien yo amaba, o amo...- digo de forma entrecortada, pienso en la escena de esta mañana, y el dolor vuelve a mi, fue como una estaca bañada en veneno que atravesó mi corazón, las lágrimas buscaban hacerse presentes nuevamente, mi vista se volvía borrosa nuevamente, atiné a cubrir mi rostro agachado, ¿Es que acaso nunca te voy a superar? ¿Por qué tuviste que entrar en mi vida?

- Lamento haber preguntado algo así, no debí hacerlo- dice apenado, con la mirada hacia un lado.

- No, no se preocupe, ha sido mi culpa...- respondo secando mis lágrimas. 

- Escucha, yo... he pasado por algo similar, y sé como te sientes, te comprendo, y quisiera poder ayudarte, Onodera-Kun.

- Lamento oír eso, yo, yo le agradezco al preocuparse por mi.

- ¿Sabes algo? Jamás te había visto por aquí, ¿eres un nuevo empleado?- pregunta mientras acaricia mi cabeza, esa mano... es como la de...

- N-no, yo tengo tiempo de trabajar aquí, pero venía distraído en el ascensor, y parece que terminé en el piso equivocado, jeje.

- Bien, entonces ¿te gustaría que te acompañara, Onodera-Kun? Probablemente te vuelvas a perder si te dejo- dice un poco burlón, lo cual me saca una sonrisa.

- Hey, no soy tan estúpido, Ijuuin-San- respondo levemente ruborizado.

- Bien, ¿entonces...?

- Si usted gusta- respondo dándome por vencido.

- Vale, vayamos al ascensor- dice motivado, tomo mi bolso y caminamos juntos hasta nuestro destino, él llama al aparato electrónico y subimos hasta el piso 11, platicando sobre el trabajo, en donde me enteré que él era un reconocido mangaka, creador del popular manga "The Kan", era algo asombroso, aunque también mencionó que algunas veces entraba en un estado deplorable, sin dormir, comer, asearse, ¿por qué me suena tan familiar?

Finalmente llegamos al piso correspondiente, insistí en que estaba bien si me dejaba fuera del ascensor, pero él no quería eso, fue muy insistente en acompañarme hasta el departamento de las doncellas, y bueno, eso hizo, cuando llegamos él me dejó en la entrada, para mi mala suerte ahí estaba Takano-San, debí haberlo imaginado.

- Bien, hasta aquí llego, buena suerte- dijo Ijuuin-Sensei, se acercó a mi y me susurró- ¿Qué te parece si tomamos algo hoy al salir? Vendré a recogerte- a pesar de que no quería causarle problemas no me negué, necesitaba pasar tiempo con alguien, así que solo asentí con la cabeza.

- Bueno, nos veremos después, Onodera-Kun- dicho esto, me dio un pequeño beso en la mejilla, acto que fue presenciado por Takano-San, pude notar que desde que llegué me había estado observando.

- N-no haga eso, Ijuuin-Sensei- dije tímido y levemente sonrojado, al parecer mi cuerpo lo aceptaba, ya que no hice ningún movimiento brusco para alejarlo, cosa que siempre ocurría cuando cierta persona se acercaba demasiado a mi.

- Lo siento- dijo él con una sonrisa, voltee en dirección a la oficina, donde todos me miraban discretamente, con excepción de Takano-San, quien podía ver en su mirada, estaba hecho una furia, se levantó de su lugar y vino directamente a nosotros.

- Onodera, es hora de trabajar, llevas veinte miuntos de retraso- dijo fríamente, pero claramente enojado.

- ...Ya voy- dije tratando de ignorar su mal humor, hice una reverencia ante Ijuuin-Sensei y me despedí de él para entrar a la oficina.

- Nos vemos, Onodeka-Kun.

- Nos veremos, Ijuuin-Sensei- sonreí ligeramente y fui a mi asiento a un lado de Kisa-San, quien me miraba claramente sorprendido, ya que tanto él como todo el departamento sospechaba que Takano-San y yo eramos una especie de pareja, pero... eso se acabó.

Ignorando todas las miradas sobre mí saqué mis computadora y comencé a trabajar, ciertamente debía agradecerle a Ijuuin-Sensei, ya que sin él yo no hubiese sido capaz de entrar siquiera a la oficina, lo haría esta noche cuando lo volviese a ver.

 

- Bueno, Ijuuin-Sensei, le voy a pedir de favor, que no distraiga a mis empleados, ¿le parece?- dije con una voz tranquila, a pesar de que en el interior estaba a punto de estallar, ¡¿cómo se atrevía este idiota a poner sus labios sobre la mejilla de MI Ritsu?!

- Lo siento, Takano-San, déjeme decirle que probablemente su querido empleado, Onodera-Kun, no hubiese llegado aquí de no ser por mí, bueno, por nada, yo me retiro- dijo él con una sonrisa triunfal en su rostro... Este idiota...

- ¿De qué habla?- pregunté curioso, "¿Onodera no hubiese llegado de no ser por él?" Tonterías.

- Olvídelo si gusta, tengo trabajo qué hacer, con permiso- este tipo me irrita, ¿cómo puede tenerle tanta confianza a Ritsu? ¿Cree que me lo va a quitar? Bueno, es una lástima, porque yo no lo permitiré.

- ...Bien- digo desinteresadamente, al mismo tiempo me doy la vuelta y vuelvo al trabajo, cuando volteo nuevamente a la entrada ya no hay nadie.

 

- Onodera-Kun... Misaki-Kun...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).