Capítulo 1º: El despertar de un nuevo amanecer por Thiara

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Notas del capitulo: Ohayooo!!!! Buenos días a todos y todas. Soy yo, Thiara de nuevo, lista para subir mi primer fanfic por capítulos (algo que me va a costar horrores por que yo no tengo término medio, ya que, o hago un fanfic muy largo o un capítulo muy corto) Pero bueno, no importa, me esforzaré para rendirle honor a mi querida koibita Arima-san y que se sienta orgullosa de mí.

AVISO IMPORTANTE: Lea las instrucciones de este medicamento y consulte a su farmacéutico. xDD Noooo, lo que quería decir es que se me ha ido un poco la olla y hay partes que están basadas en la película (Conqueror of Shambala) pero cambio algún suceso por otro o lo mezclo con otras partes de dicha película. Así que, si habéis visto la película no os toméis muy a pecho lo que escribo, y si no la habéis visto y preferís que no os revele nada (tampoco cuento nada irrelevante u_U) mejor no lo leáis. Y si os da igual todo, ¡adelante! Espero que os guste y que disfrutéis del fanfic tanto como yo.

“¿Dónde me encuentro? Está todo oscuro y no consigo distinguir nada de lo que hay a mi alrededor, si es que realmente hay algo... ¿Y ese olor? Es... el perfume de una flor... ¿cuál? Parece... el de los narcisos... ese olor tan embriagador... Siento que en cualquier momento podría quedarme dormido... para apaciguar ese peso indescriptible y desconocido que cae sobre mí... ¿Qué es ese sonido? ¿Agua? Sí, es agua. Una luz... A lo lejos veo una luz y, a medida que me acerco, se vuelve más intensa... Todo a mi alrededor se va aclarando. ¡¿Qué?! ¿Un jardín? Oh, hay una persona regando narcisos, de allí viene ese olor y ese susurro de agua... Pero, no se le ve la cara... No puedo distinguir de quién se trata, aunque, es extraño, esa silueta, me es tan familiar, tan...”

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Capítulo 1º: El despertar de un nuevo amanecer

- Buenos días, Alphonse. ¿Cómo te encuentras? Ya era hora de que despertaras, has dormido durante tres días. Tienes una visita.

La voz de la abuela Pinako sonaba distorsionada dentro de mi cabeza. ¿Dónde estaba? No recordaba nada...

- Buenos días, Alphonse Elric, me alegra verte mejor. Traigo esto para tí.

Esa voz... ¿quién será? [NdA: ¿vosotros lo sabéis? Yo sí, para eso soy la autora jajaja] Y ese olor... ¿Son narcisos? ¿Sigo en el jardín? No... Estoy en una habitación... Todo ha sido un sueño, pero... ¿quién me habla?

Poco a poco, fui abriendo los ojos, acostumbrándome a la luz del sol que se colaba entre los cristales de la ventana. Estaba en una habitación. La abuela Pinako y Winry estaban a mi lado, y enfrente mío había alguien más...era... ¿Quién era?

- Al... ¿No recuerdas nada ni... A nadie?

- No... No tengo ni idea de lo que hago aquí, Winry. Disculpe, pero... ¿Quién es usted?

- Uhm... Deberás disculparme por no presentarme, soy el Coronel Roy Mustang, Alquimista Nacional. Traje flores, narcisos. Espero que te gusten.

- ¿Coronel Roy Mustang? No... No le recuerdo... Mis más sinceras disculpas Coronel pero... No consigo recordarle...

- Eso no tiene importancia ahora...

El Coronel Roy Mustang, al cual acababa de conocer pero tenía la extraña sensación de haberlo visto antes, miró a la abuela Pinako con una expresión muy dolorosa. Sólo de mirarle a los ojos se me turbaba la mente.

- Alphonse... Edward...

De pronto lo recordé. ¡Mi hermano! ¿Dónde estaba? ¿Se habría ido a visitar la tumba de mamá?

- Ed... ¿Dónde ha ido? Está oscureciendo ya...

- Al... Verás... Ed...

Winry también tenía la misma expresión que el Coronel Mustang y la abuela Pinako. ¿Qué sucedía? ¿Le había pasado algo a mi nii-san?

- Alphonse... Edward ha desaparecido...

Había pasado mucho tiempo ya... No recuerdo exactamente cuánto... La abuela Pinako me contó que Edward había desaparecido sin dejar rastro. En aquel entonces, yo tenía 14 años, pero mi cuerpo era el de un niño de 10. Había conocido a mucha gente extrañamente familiar, incluido el Coronel Mustang. También empecé a leer libros sobre la alquimia. Estaba seguro de que si aprendía alquimia podría encontrar a nii-san y traerlo de vuelta.

La tumba de mamá estaba igual que siempre. Yo me ocupaba personalmente de mantenerla limpia y de que nunca la faltaran flores. “Trisha Elric, murió esperando a su amado esposo, con dos hijos bajo su cuidado: Edward y Alphonse Elric. Era joven, y bella, y una estupenda madre para los dos... Sin embargo...” Una lágrima recorrió mi mejilla mientras me imaginaba la inscripción que podría estar grabada en la lápida de mi madre. Era una extraña costumbre, quizás hasta un poco macabra pero... Siempre quise rendirle el mayor de los honores. Se lo merecía todo y más... Recuerdo que Edward odiaba a papá por no haber asistido ni siquiera al funeral. A partir de los días siguientes a la muerte de mamá, mi mente se nublaba y no conseguía recordar nada más. Me desesperaba intentando buscar recuerdos, hurgando en lo más profundo de mis pensamientos, pero no encontraba nada. Winry y la abuela Pinako intentaban distraerme todo lo posible para que no me parara a pensar en estas cosas y no me entristeciera pero es imposible llenarse completamente de felicidad, y más cuando, sin saber el motivo, tienes a un hermano desaparecido, rondando por cualquier lugar.

- Al, ven, la cena está lista y se va a enfriar como tardes mucho.

Winry me llamaba desde lejos... La verdad es que no tenía hambre... No tenía ganas de nada... Ni siquiera de vivir...

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“Hoy hace un día precioso. Otro día más en este lugar... Tengo que estudiar a fondo para conseguir avanzar. Debo volver al lugar que me corresponde, pero de mientras, me ocuparé de mi vida aquí, junto a Heidrich. Es un jardín hermoso, debo cuidarlo... Aunque tiene algo de nostálgico y triste a la vez... Es como si viera la tumba de mamá, rodeada de narcisos... ¿En qué estoy pensando? ¡¿Cómo puedo tener una mente tan retorcida y macabra?!” ¡¿QUÉ?! ¡¿Quién anda ahí?! ¿Quién es? Espera... Es... no puede ser... ¡No puede ser él! ¿Qué hace él aquí? No... No es posible... Debo estar soñando. ¡Eso es! El aroma de los narcisos y los rayos de sol deben haberme vencido y me he quedado dormido regando las plantas... Seguro que es eso... ¡Tú! ¡Tú no puedes estar aquí! Tú eres...

[ pause ]

- Ed, despierta, vamos. ¡Hay mucho trabajo que hacer! Venga, no seas vago. Aún tienes que desayunar y es tarde ya. ¡DESPIERTA BAKA!

Abrí los ojos de repente y me encontré con la cara malhumorada de Heidrich intentándome despertar. Todo había sido un sueño, era previsible, por fuerza tenía que haber sido un sueño.

- Vamos Ed, es tarde y debemos ir a trabajar. Aún nos queda mucho por hacer y tenemos poco tiempo, tienes el desayuno sobre la mesa, tómatelo rápido y vente a la fábrica.

Heidrich salió disparado por la puerta de casa, dirigiéndose a la fábrica donde estábamos trabajando en un cohete. Yo me quedé mirando el desayuno que él había preparado.

“La verdad es que no tengo hambre, pero ya que lo ha preparado, debería comérmelo... ¿Qué debería significar ese sueño? ¿O quizás no significaba nada...? Bueno... mejor me termino esto y me voy a trabajar de una vez.”

En la fábrica estaban todos muy ocupados y concentrados en lo que hacían. Fue un día muy largo y cansado.

- Ed, ¿Te encuentras bien?

- ¿Eh? ¿Por qué me preguntas eso, Heid?

- Tienes mala cara, no has hablado en todo el día, y has comido muy poco también. ¿Seguro que no estás preocupado por algo?

- Si te dijera que no, te mentiría. Es obvio que estoy preocupado... Mi hermano, mis amigos, mi familia está al otro lado de una puerta que oculta otros mundos. Es un poco surrealista, ¿no?

No pude hacer nada más que ofrecerle una sonrisa débil y llena de preocupación. Heid lo notó claro está, pero no me dijo nada más. Esperaba no haberle preocupado mucho... Pero es que ese sueño... Me tenía enfrascado... No me lo podía quitar de la cabeza... Deseaba tanto que se hiciera realidad... Aunque por otra parte, anhelaba con todas mis fuerzas que Alphonse nunca llegara allí, ya que eso implicaría cruzar la puerta y, al mismo tiempo, dar algo a cambio. Me horrorizaba la idea de ver a Alphonse cruzar de nuevo esa puerta. Ese sueño me estaba enfrentando a mí mismo. ¿Qué podía hacer?

- Ed...Sabes que siempre me tendrás a tu lado, cuidándote y protegiéndote en todo momento. Por encima de todo, yo estaré a tu lado. Procura no olvidarlo nunca, ¿entendido?

- ¿Na...nani? ·_________·

- Nada... Simplemente quería que supieras que puedes confiarme todo lo que te preocupe, yo te escucharé. Eso es todo, me voy a dormir. Buenas noches, hasta mañana.

- Du... Dulces sueños Heid.

“¿Qué había sido eso? ¿Qué significaba esa expresión de Heidrich? Era... Era como si realmente no... No quisiera decirme exactamente eso...Sus ojos brillaban con intensidad, y sus mejillas estaban coloradas. Eso no... ¿Eso no sería una declaración de amor? No... Era imposible,... ¿Cómo iba a serlo? Seguramente sólo lo dijo porque es mi amigo y se preocupa por mí, nada más. No puede haber dobles sentidos.”

Nii-saaaaaan..................................... Nii-saaaaaan..................................... ¡No te vayas! ¡No me dejes!

[................... silence ...................]

[ clapuuf ] NdA: Sonido de la puerta cerrándose (¿a qué es original? xDDD)

- ¡ALFHONSEEEEE!

- ¿Edward? ¿Qué ocurre? ¿Una pesadilla? Perdón, yo sólo he entrado para ver si seguías durmiendo. Tranquilo... Ya ha pasado todo, estoy aquí.

- ¿Heidrich? ¿Qué...? ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde estoy? Mi hermano... Al... Alphonse...

- Tranquilo, ha sido todo una terrible pesadilla, estás en casa, en tu habitación, y yo estoy contigo. No tienes por qué preocuparte, aquí me tienes.

Heidrich me tomó entre sus brazos y me sujetó con fuerza. Su abrazo era tan cálido. Con sus tiernas palabras me tranquilizaba. Era una sensación tan agradable. Sentía como su aura me envolvía, como latía fuerte su corazón, pegado al mío. Cerré los ojos y empecé a llorar.

- Edward-kun... ¿Por qué lloras? Debes tranquilizarte... No llores... ¡No llores, por favor!

- Heid... Heidrich... Yo... Ya no sé qué hacer...

De pronto, Heid me soltó. Tenía una cara muy seria y me miraba. Sus ojos penetraban en mí agudamente. Era una mirada tan profunda que incluso me dio un poco de miedo.

- Edward... Yo... No sé... Hasta cuando podré... resistir...O incluso si... Podré hacerlo ahora...

- Heidrich... ¿Qué te suced...?

Heidrich me silenció con un beso.

“¿Qué está ocurriendo aquí? ¿Es otro sueño? Mi... Mi primer sueño húmedo... ¡No! Esto es real... Heidrich... Me está besando... ¿Qué... Qué está haciendo con la lengua? Es extraño pero... No... No me desagrada... Al contrario... Me gusta pero... ¿Y ese cosquilleo? ¡No puede ser! No será que... ¡me estoy excitando! Pero...Pero...Yo...No puedo separarme de él, me gusta demasiado esta sensación. Ese beso...su lengua jugueteando con la mía...No... No puedo resistirme... Yo... le... ¿quiero?”

·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-··-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-·

Seguía sin saber cuanto tiempo ha pasado ya. Estos últimos años me estuve entrenando con Izumi-sensei. Ella me enseñó mucho sobre la alquimia, pero me advirtió seriamente de las prohibiciones que conllevaba saber utilizarla. Por alguna extraña razón, mi mente ya tenía claro desde el principio que no iba a quebrantar ninguna de esas prohibiciones. ¿Pasó algo que no recuerde después de la muerte de mamá? Nadie me lo quiso explicar, pero tenía la certeza que Edward despareció a causa de la alquimia, y por eso debía aprender más y más para poder encontrarle. Izumi-sensei no estaba bien de salud y poco después de concluir con mi enseñanza murió. Yo seguí mi camino en busca de nii-san y acabé en Lior.

- ¡Alphonse-kun! Cuanto tiempo sin verte. Este es el Comandante Ambstrong.

- Encantado de conocerle, Comandante.

- Alphonse-kun...

En ese momento, un círculo de transmutación se dibujó en el suelo de la ciudad de Lior. De allí salió de repente un gran aparato, como una nave. Dentro había miles de armaduras, dispuestas a atacar. Salieron todas corriendo y empezaron a disparar y a golpear a cualquiera que se interpusiera en su camino. El Comandante y yo nos dispusimos a actuar.

- Alphonse-kun, tú vigila este lado, yo les atacaré por la retaguardia.

- ¡Entendido!

Había muchísimas. Algunos aldeanos de Lior también se armaron de valor y a base de bastonazos fueron abriéndose paso y ayudándonos a reducir el número de armaduras. El ataque fue detenido a tiempo. No hubo ninguna víctima mortal, sólo y por suerte, unos cuantos heridos, pero no eran graves.

- ¿Pero quién ha podido hacer algo así en esta ciudad?

- No tengo ni idea, Rose, pero esto...

Tenía una corazonada... No sabía por qué, pero debía cruzar ese círculo. La puerta se había abierto, de eso no había ninguna duda. Los oficiales del ejército se movilizaron muy rápido y apilaron todas las armaduras juntas.

“Tengo que hacerlo, algo me dice que mi nii-san está en el otro lado, debo ir con él. Debo encontrarle y para eso tengo que cruzar esta puerta... Pero... viendo el estado en el que ha quedado esta nave ... Deberé protegerme si no quiero llegar al otro lado a pedazos... Veamos...”

Corrí hacia donde había el montón de armaduras y me llevé una que parecía estar en bastante buen estado, teniendo en cuenta como habían quedado las otras. Era una armadura muy alta. En la parte superior del casco tenía un pincho con una tira incorporada que parecía la cola de un caballo. A la altura de la cintura, llevaba atado un pedazo de tela, a modo de taparrabos. Creí que esa iría bien. Junto con la armadura, también me lleve la nave, utilizando una mano de piedra que hice aparecer con la alquimia. La necesitaba. Estaba dispuesto a cruzar esa puerta para ir con mi hermano.

Pasaron los días, y yo buscaba una manera de abrir la puerta otra vez. Estaba enfrascado en mis pensamientos, encerrado en mi habitación. Seguramente estaba preocupando a Winry y a la abuela Pinako, pero, sinceramente, eso no me preocupaba lo más mínimo en esos instantes. Sólo tenía en mente buscar la solución para poder abrir la puerta. Necesitaba trasmutar algo para que la puerta se abriera. Además, también había otro problema, la nave estaba averiada y debería arreglarla para cruzar la puerta sin sufrir daños físicos, aunque esto ya tenía solución. Con un poco de alquimia y los cacharros viejos que Winry había desechado podría reconstruir las partes dañadas. Me levanté de la silla donde estaba sentado y me dirigí al sitio donde había ocultado la nave para poder restaurarla. No costó mucho trabajo. Más tarde, volví a casa y me senté de nuevo en la misma silla de antes. Miraba fijamente al horizonte, intentando encontrar la manera de poder abrir la puerta. De repente, vi una sombra que se movía entre las cortinas de la ventana. Mi primera reacción fue pensar que Ed había vuelto y que me estaba gastando una broma pero luego me di cuenta de que la figura que se movía tenía una cabellera larga y morena. Lentamente, mostró su rostro.

- ¿Quién eres? Me suena tu cara pero... no te recuerdo.

- Soy un homúnculo. Un ser fruto de una mala transmutación humana. Me llamo Wrath. Quiero que me sigas...

- Pero... Así, tan de repente... No tengo por costumbre seguir a desconocidos.

- No hay mucho tiempo, tú quiere abrir la puerta, ¿no es así?

- Sí, así es pero... ¿Por qué me ayudas?

- Aún no consigo convencerme a mí mismo del por qué de mi actitud, pero la cuestión es que mi corazón me lo dice y no tenemos mucho tiempo.

- Está bien, guíame, pero antes, debo llevarme una cosa conmigo.

Nos dirigimos de nuevo hacia el escondite de la nave y, tal y como lo había hecho para traerla hasta allí, me la llevé, junto con la armadura, hacia donde me guiaba el homúnculo. Ese tal Wrath me llevó a un sitio muy extraño. Se trataba de una especie de cueva subterránea donde había edificada una ciudad, muy parecida a Lior. En el suelo, se hallaba dibujado un círculo de transmutación.

- ¿Qué? ¿Dónde... dónde estamos?

- No te molestes ni en preguntar... Sólo sé que desde aquí podrás abrir la puerta.

- Entiendo... Pero... Ni siquiera sé cóm...

[ Barrabuuuuuummm ]

En ese preciso instante, uno de los rincones de esa especie de sala-cueva se derrumbó y apareció una bestia horrible, amorfa y con una fuerza abrumadora.

- ¡Glutony!

- ¿Glutony?

- Sí, es un homúnculo como yo.

Wrath corrió para distraer a Glutony. Se adentraron en una encarnizada lucha. Glutony sangraba pero esa sangre se convertía en pequeñas piedrecillas rojas, parecidas a los rubíes. No recuerdo muy bien que pasó, pero me perdí en un momento determinado de la lucha y cuando me quise dar cuenta, Wrath estaba a cuatro patas encima de círculo de transmutación y Glutony le había atrapado con sus mandíbulas, sujetándolo por el tronco.

-¡WRATH!

- De... Debes transmutarnos ahora para po... Poder abrir la puerta. No... No te queda mucho tiempo.

- Pero... No... ¡NO PUEDO HACERLO!

- Apresúrate, para eso he venido hasta aquí. Colócate la armadura y transmútanos. Luego sube rápidamente a la nave y dirígete al lugar donde debes ir. ¡Rápido!

Wrath estaba perdiendo mucha sangre. Los afilados dientes de ese homúnculo le estaban perforando los órganos. No sabía qué hacer... Yo... Yo no podía dejar que acabara de esa manera con lo que me había ayudado...

[ Crash ]

Fin del capítulo 1º
Ante todo, gracias por haber leído este capítulo. Es la tercera publicación que subo a esta maravillosa web, y espero que os haya gustado. En el próximo capítulo quizás habrá lemon (o quizás no) xDD No, no, seguro que hay. Bueno, aun no soy muy conocida por aquí (tampoco creo que lo sea nunca), ni siquiera conozco a much@s ficwriters, pero me gustaría dedicar este capítulo a Ignis. He de reconocer que no la conozco mucho, a decir verdad, sólo la he firmado una vez y era para contestar a su review (gomen) pero me han hablado muy bien de ella y le prometo que, cuando disponga de Internet en mi propia casa (me dejo el dinero en los cibers ^^U) leeré todo lo que haya escrito (será largo pero lo leeré). Bueno, sólo deciros que muchas gracias a todos los que os habéis leído este capítulo (por segunda vez os doy las gracias) y que me voy a esforzar muchísimo para que me quede una historia bien bonita, apasionada e interesante.

Espero volver a subir algo pronto. ¡Arigatoooooo!

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