Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Don't ~ por BicthLVL100

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

POV'S Guillermo~

Y las cosas se volvieron más difíciles, por no decir pesadas e incomodas en mil y un formas distintas, no quería hablar, no quería confrontarle para saber una respuesta que no quería, o lo que es peor... un sermón.

La verdad es que quisiera que "aquello" que creí que en ese entonces sentía, hubiese sido amor, algo de verdad y no simples fantasías de un inexperto e inmaduro chico como yo en plena pubertad.

He de decir que estoy celoso, aun a estas alturas lo estoy... y me repugno...

Me pregunto si aún piensa en ella, cuando me empujo contra las sabanas y me sedujo con aquella mirada

¿Recordara su nombre?

Cruzando nuestras miradas, en aquella llama que logro detonar aquel calor dentro de nuestros cuerpos...

¿Sintió la misma chispa que con ella?

No puedo evitar sentirme idiota y culpable mientras estoy aquí como un niño, esperando una reprimenda por algo en lo que yo no tengo que ver.

¿Él sabe que lo llevo aun en mi corazón?

Sé que puedo intentar luchar contra ello, y juro por dios que desde que aquel incidente nocturno ocurrió he intentado a muerte que sea así, conseguí un trabajo que me sacaba de casa cada que me era conveniente y si no era así, a los padres de Frank les importaba un reverendo carajo si me quedaba ahí días, incluso semanas.

Y aun así no puedo dejar de pensar en él, que lo que he hecho no fue un error y que de alguna manera el siente lo mismo que yo, porque ha dejado su huella en mí.

Porque sé que estoy enamorado...

Ella podrá no estar aquí, podrá quedarse su recuerdo en la mente de ambos, al igual que su cariño y amor el cual era cien por ciento verdadero, pero eso no significa que fuese más que lo que yo siento por ti.

Pero se que, ella no soy yo...

¡Ella no soy yo!... Y no hay nada que pueda hacer...

-Hey Guille, tierra a Guille...- el chasquido de unos dedos a pocos centímetros de mi rostro me sacaron de aquel trance.

-Lo siento, yo estaba...-

-Soñando despierto... No me digas...- se encogió de hombro y suspiro, vale creo que se ha acostumbrado ya a esto.

-Sé que te dije que te ayudaría y no me molesta para nada tenerte aquí, pero no crees que deberías ir a hablar con el hombre... ya son casi dos meses que están así, y que tu vienes y vas...- en eso tenía razón, las veces que iba a casa eran en las que yo sabía que él no se encontraba y podía tomar un poco de ropa y salir de nuevo a casa de Frank.

-Lo sé, lo lamento... yo...- a decir verdad pienso que me estoy comportando algo egoísta, pero... no quiero verle a la cara.

-¿Por qué no simplemente aclaras las cosas y decides que hacer? – seria vergonzoso, por no decir que incómodo para ambos. Solo quiero olvidar y que esto pase... solo eso.

-Puedes estar aquí, a mis padres les importo menos de lo que creí que te quedaras aquí por lo que, si no quieres vivir más con él. No habría problema en arreglarte una de las recamaras de visita.- que él me olvide, al fin y al cabo con lo de madre me dejo claro que él es de los que olvida rápido.

-No quiero ser una carga yo... es que, no sé qué hacer...- pero a todo esto, Frank no tenía necesidad de cargar con esto, con mis decisiones torpes y estupidez.

-Amor...- de nuevo su voz logro llamar mi atención, ¿a qué se refiere ahora?

-Cuando actúas como un imbécil y estúpido desorientado por la más mínima briza tiende a significar que estás enamorado... eso o tienes un tumor creciendo en la cabeza, y por tu salud espero y no sea eso.- ¿Por qué siento que un tumor dolería mucho menos?

-Solo ve y dile lo que piensas de él, que te gusta y esas cosas...- sentí una palmada golpear mi espalda, seguida de una sonrisa amable.

-Al final ¿Quién sabe? Tal vez te folle otra vez y...- reaccione casi de inmediato lanzado una revista a su rostro.

-Cállate...- la cual fallo por milímetros antes de que este saliera por la puerta riéndose de mí.

-El amor es una magia b35;b35;~- y con ese tono burlesco se fue de la habitación cantando esa horrible cancioncita.

Sea como sea, él tiene razón, tengo que terminar con esto de una vez por todas... he pasado por cosas peores, puedo con esto.

Puedo despedirme de alguien a quien alguna vez ame mucho....

Después de todo lo hice ya dos veces, con madre y con papá...

La diferencia de Samuel y madre, era que a ellos nunca los dejaría de amar, nunca, por nada del mundo... jamás.

 

~~~~~~~~~~~~

 

-¿Y Guillermo?- pregunto el hombre a su mayordomo mientras colgaba su saco en aquel perchero a un lado de la puerta principal.

-Vino ayer en la tarde y tomo algunas cosas, de nuevo parecía muy ansioso por saber si usted no se encontraba aquí...- contesto tan elegante como siempre, aquel hombre llevaba años trabajando para su familia, era como un segundo padre.

-Mierda...- maldijo para sí mismo, haciendo una cuenta mental de los días que habían pasado sin mirarse si quiera a la cara, casi se cumplían tres meses y era ridículo.

-He de decir que no pensé que aquel pleito suyo llegara a tales alturas y extremos...- volvió a comentar este con aquel tono elegante pero a la vez tan serio que le caracterizaba.

-Ni yo... no entiendo a los chicos...- bufo enfadado, era algo molesto ponerse a pensar que la razón por la cual se desvelaba todas las noches era un chiquillo que no pasaba aun ni la mayoría de edad.

-Le recuerdo Samuel que usted era igual, solo que un poco más grande y con admiradoras por doquier.- no pudo evitar que una pequeña sonrisa nostálgica se posara débilmente sobre su rostro.

-Ni me lo recuerdes...- bien sabía que un día esto pasaría, quedaría como un viejo ante alguien que fue como o mucho peor que él.- Esta bien, gracias de todos modos...-

-Por cierto, alguien llamo a la puerta el otro día, estaban buscando a la señora y al joven.- alzo la mirada, ¿Quién podría venir después de... aquello?- Al parecer no sabía sobre el fallecimiento y mi noticia no la tomo muy bien...-

-¿Alguien?- la curiosidad se hizo mucho mayor cuando el hombre mayor continuo.

-Un hombre mayor, diría que unos cuarenta o más... de cualquier modo le dije que si quería hablar con alguien usted podría atender su llamada en cuanto pudiese.- le entrego del bolsillo de su saco una pequeña tarjeta de presentación.

-Gracias Bruno, yo...- la cual no pudo siquiera mirar antes de que la voz de su mayordomo le interrumpiese.

-Es un placer tenerlo aquí por más de unos segundos joven Guillermo...- fijo su mirada a la entrada donde aquel muchacho se dejaba ver, con una mochila en su espalda y una pequeña maleta de mano las cuales dejo de lado dando paso a un pequeño silencio mientras que su mirada se encontraba con la suya, aquella mirada tímida y esquiva, justo como la primera vez que le vio.

-Iré a prepararme para salir, que tengan una buena noche...- el silencio fue roto por el anciano que simplemente se retiró hasta el cuarto de huéspedes.

 

POV'S Samuel~

Ojos negros hacia el suelo, su mirada apagada mostrando nada más que vergüenza, ¿Por qué? ¿De qué?

Extraño su sonrisa, la luz que radiaba su sola presencia cuando estaba conmigo, el calor de su cuerpo que hacía que mi piel se erizara aquella noche.

¿Dónde estaba ese chiquillo que tanto me desesperaba?

No veo nada, no puedo ver nada a través de esa barrera que insiste en poner entre nosotros ¿Por qué? ¿Por mí?

¿Hice algo mal?

Intente con todo mi ser hablarle, convertirme en su amigo... en su padre, incluso fue su amante por una mísera noche, en la que pude ver algo más que pena en su rostro...

Pero ahora, ya no está... se ha ido, y al igual que mi paciencia... esto está por terminar conmigo.

-Yo, iré a mi cuarto y...- dijo aun con la mirada por los suelos, paso frente a mí ignorándome por completo, entonces antes de que pudiese subir un escalón lo tome de la mano.

-No, quiero hablar contigo...- esperando, rogando en mi mente que no me rechazara de nuevo.

-Ahora mismo no quisiera...- pero sus secas palabras no hicieron más que herirme, la indiferencia era como el peor de los venenos.

-De hecho vine a decirte que, voy a irme... - y esta te mata lentamente, la culpa me invade y no sé porque.- No seré mas una molestia...- dijo al momento en que soltaba mi mano y se giraba a mirarme.

-¿A qué te refieres? Yo te dije que...- ahora por lo menos tenía su atención, sin embargo no significaba que tuviese contacto visual con él.

 

~~~~~~~~~~~~~~

 

-Sí, lo sé, y lo agradezco pero creo que me sentiría mejor si yo ya no estuviera aquí.- titubeo un poco, intentando esconder el temblor en su voz, no quería tener esta conversación, de hecho deseaba irse de aquel lugar antes de que algo le hiciese cambiar de opinión.

-¿Y dónde se supone que vas a quedarte?- antes de que el dijese algo que le hiciese caer a sus pies como el imbécil y torpe chico manipulable que es.

Sin embargo no quería, no deseaba ser un segundo, un plato aparte... una opción más.-

-Con Frank, el arreglara una...- comenzó a hablarle al hombre que simplemente le miraba sin decir una palabra, hasta que ese silencio se quebró.

-Por supuesto que no...- dijo severo, con esa voz llena de autoridad y esa mirada fría, el hombre dejaba muy en claro su desprecio ante los amigos de Guillermo, en especial aquel chiquillo cara bonita; de hecho lo odiaba con su vida... Estaba celoso, de su juventud, de su tiempo con Guillermo, de las veces en que él lo había visto alegre y el no...

-Pero porque siempre lo... ¿Qué es eso?- la furia invadió las cabeza del joven, y en su pequeña ira al levantar la mirada para confrontar a aquel hombre no pudo evitar notar aquello que sostenía en su mano derecha.

-Oh, esto... es solo una... ¿Guille?...- aquella pequeña tarjeta lo dejo sin aire, estático... la conocía, conocía ese nombre grabado, ese teléfono...

-Tira eso... no lo toques...- casi grito, intentando arrebatar aquel pequeño trozo de cartón de las manos del adulto pero simplemente no pudo.

-¿Qué sucede contigo...?- respondió Samuel aun sin saber lo que ocurría exactamente. Pero la actitud del chico no mejoro.

-¿¡Podrías escucharme de una maldita vez y hacer caso de algo de lo que te digo?! – de hecho aquel grito fue casi tan fuerte como para que todo Beverly Hills le escuchara.

-Yo no entiendo porque...- trago saliva el mayor mientras notaba la expresión de su chico cambiar, de molesta a paranoica en tan solo un par de segundos.

-¿Estuvo aquí?... ¿Habló contigo?- nervioso, con sus manos y piernas temblando y una gota de sudor recorrer su frente, hizo su puñado de preguntas-

-Olvídalo, tengo que irme... antes de que el venga, tengo que irme...- antes de caer en cuenta de que lo que hacía era por lo menos ridículo, decidió abandonar el lugar, pero esta vez unos golpeteos en la puerta congelaron sus movimientos.

-Guillermo, espera... ¿y ahora quién?- maldijo Samuel antes de acercarse a la puerta.

-No, por favor puede ser él...- advirtió con aquel tono paranoico de nuevo, quería irse de ahí, huir pero sus piernas no se movían.

-Deja de hacer eso, es solo la puerta...- ignorando al chico, abrió la puerta topándose con un hombre.

-Buenas noches, ¿El doctor De Luque? – de su altura, bien vestido y con un aura tranquila y relajada, parecía el tipo de sujetos que conoces en los casinos y tienen una racha de suerte que flipas.

-Sí, soy yo...- sin embargo no importa que tan buena impresión diera, la sonrisa que llevara puesta en su sonrisa al igual que ropa elegante en su piel.

-Lamento venir tan de repente, mi nombre es Manuel Díaz y si no le molesta me gustaría tener una charla con usted...- no cubría el hecho de que Guillermo le miraba desde aquellos escalones con los ojos abiertos, como platos, sus pupilas contraídas mirando con horror.- Oh, ¿eres tu Guillermo? Hace tanto...- como si estuviese viendo al mismísimo demonio, uno amable que solo le miraba tranquilo.

-¿Guille?...- pregunto él, intentando saber lo que estaba pasando, ¿Cómo había llegado aquí el hombre? ¿Por qué se comportaba de esa manera con él?

¿Porque el chiquillo salió corriendo después de cinco segundos y unas palabras amables?

 

POV'S Guillermo~

-Guillermo...- al principio no me moví, de hecho me costó reaccionar en el momento adecuado, pero no fue mi culpa.

Lo vi, lo vi de nuevo a los ojos, esos oscuros agujeros negros que no hacían más que arrastrarme al infierno directamente cuando se posaban sobre mí.

Y de nuevo me transportaron a esos días, esas noches en las que me la pasaba despierto, esperando a que aquello pasara... a que eso terminara.

Esa sonrisa, hace tiempo empecé a temerle a esa sonrisa, a esa boca que soltaba tanto veneno y odio...

Un verdugo, un mal hombre... mi padre ¿Qué está haciendo aquí?

Corrí un par de escalones mientras llegaba hacia mi habitación, poco me importaba si caía o tropezaba, da igual... prefiero cualquier cosa a estar un minuto cerca de él.

Me moví tan rápido como pude, y es gracias porque a mis diecisiete años lo primero que hice al entrar  a mi cuarto fue esconderme bajo la cama, como un crio pequeño esperando a que en cualquier momento sus gritos comenzaran a retumbar por la casa...

Y eso era lo que más temía porque, ahora madre no está aquí... no hay nadie que me saque de esto...

Solo me queda quedarme aquí, esperar... patético, escondiéndome porque después de todo y aun ahora...

Tengo miedo, estoy aterrado...

Sé qué hace tiempo lo "perdone" deje de lado todo aquello, para centrarme en madre y su felicidad, pero aun así... por alguna razón sigue causándome ese impacto, esa voz, ese hombre...

Estuve a punto de sumergirme dentó de ese abismo, solo que ahora no tenía a nadie que me ayudase a salir... mi único consuelo era que ahora ella no estaba aquí para tener que volver a verlo.

Entonces escuche la puerta abrirse, seguida de unos pasos que poco a poco se acercaban, sentí mi corazón acelerarse y mis lágrimas salir mientras cerraba mis ojos e intentaba pensar en alguna otra cosa.

-Guillermo...- el suave susurro de Samuel mientras me tomaba del brazo y sacaba de ahí de alguna manera me tranquilizo, su voz cálida y el calor reconfortante al envolverme en sus brazos cuando por fin logro tenerme fuera.

No hice más que recargarme en su hombro, ocultando mi rostro lloroso sobre su hombro;

-Todo está bien...- dijo él, mientras acariciaba mi cabello, mientras me reconfortaba con aquel calor que alguna vez ella me dio,

-Samuel...- llore, ahora mismo no podía controlar lo que salía de mí, mis emociones, mis pensamientos, mis recuerdos...

No me importo nada de eso, yo simplemente reaccione, y de la manera más idiotamente extraña me separe, alejando mi rostro para poder verle bien.

-Ya, ya ha pasado...- su mano se posó sobre mi mejilla, limpiando aquellas gotas que aun podían verse caer; él ha sido tan amable desde siempre...

Y sé que aunque nunca ha sido de la manera en la que yo quiero él me ha querido, sin condiciones... sin nada más en medio que nosotros, él me ha amado.

Y yo sé que he estado viajando desde muy lejos... he estado intentándolo tanto durante todo este tiempo, olvidar y ser feliz...

Y cuando finalmente llega el, las cosas no son tan simples como creí...

Intente tanto no meterme en problemas, pero tengo una guerra dentro de mi cabeza que no me permite reconocer lo bueno de lo malo...

Estoy cansado de sentirme como una maldita loca, estoy cansado de ir de aquí para allá sin rumbo perdiéndome en tus recuerdos hasta ver estrellas en mis ojos...

 

~~~~~~~~~~~~~~~~

 

-Samuel...- hablo casi en un tono inaudible el chico mientras sostenía la mano de este entre las suyas, le miraba diferente.

Como si le suplicara, como si le rogara algo más que un simple consuelo...

Y eso lo hizo, el hombre se acercó lentamente a sus labios, regocijándose en el calor, en aquella pasión que obtuvo como recompensa.

-Te amo...- dijo él mientras volvía a rodearlo en sus brazos, lo protegería con su vida si de eso dependiera, porque después de todo era lo único que tenía.

Amaría a ese chico con todas sus fuerzas sin importar que desde ahora fuese el peor padre del mundo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).