Lloyd salía de la preparatoria demasiado serio, frente a él estaba su novio Kai Smith que lo esperaba en su carro. Ambos se saludan y se meten al auto rojo.
— ¿Y cómo te fue, Lloyd?—hablo Kai mirando feliz a su novio.
—Nada interesante—dijo este mirando hacia la ventana.A lo que preocupo al castaño.
— ¿Sucede algo?—pregunto Kai por la actitud rara de este.
—No es nada, es solo que…—hizo una pausa—Mi padre no vino mi reunión…otra vez.
—Ho…entiendo, mi papa casi nunca va las reuniones jeje…
Ya habían llegado a su destino, Kai decidió dejar a Lloyd a su casa sin antes darle un beso en los labios.
—Adiós, Lloyd—dijo este despidiéndose.
—Adiós, Kai—dijo también él.
El rubio de los ojos rojos, decide entrar a su mansión (si exacto, lo que escucharon).Su familia era millonaria desde generación en generación. Y guardaban una fortuna, hasta el mismo ladrón desharía vivir ahí.
—Hola, Lloyd—se escucho a una mujer saludar a nuestro rubio.
—Buenos días, señora Díaz—hablo el saludando a su sirvienta.
— ¿Como le fue?—dijo mientras le quitaba su casaca.
—Como siempre, aburrido…
—Su padre, ¿fue?
—NO—respondió rápidamente.
—...—no respondió.
La señora Díaz conoce a Lloyd desde que era un bebe, a tratado con la familia Garmadon desde mucho tiempo, incluso su madre y su abuela. Conocía exactamente el lugar de pies a cabeza.
—Hola, hijo ¿cómo te fue?—dice la madre de Lloyd quien abrazaba a su hijo.
—Bueno digamos que… —rio un con molestia—Papá, si estuvo muy ocupado para asistir a mi reunión.
—Oh Lloyd…entiéndelo...
— ¿Entender que, mamá?...—rodeo los ojos— ¿qué me fallo otra vez como padre?
—Ay, Lloyd—niega con la cabeza viendo como su hijo se iba.
Detrás de esa puerta, un señor de 40 menos o más de edad, (lo que sea) veía cada hoja que tenía, sin darse cuenta que su propio hijo estaba frente a él.
—Hola, papá—hablo el chico.
— ¡Lloyd!—dijo este exaltado por el susto que se dio— ¿Cuánto tiempo estuviste aquí?
—Bueno, no mucho—cruzo de brazos—, tengo que decirte algo.
_Ay no—mira hacia abajo sabiendo por el rostro del menor—falte a tu reunión, ¿verdad?
El rubio solo asiente.
—Perdóname, Lloyd es que…
—El trabajo—suspira—lo entiendo.
—Prometo...—es interrumpido por su hijo.
—Papá no prometas cosas que no cumplirás.
La puerta se abre dejando ver a una señora de pelo marrón y de lentes, con una sonrisa se dirige a ambos.
—Querido, Wu y Morro ya están aquí—dijo Misako
— ¡Perfecto! —dijo Garmadon emocionado.
— ¿Qué?,¿Para que vinieron?—pregunto.
—Es una sorpresa—expreso él— ven.
Bajaron para poder ver aquellas personas (más bien familiares).
—Hola, primo—dijo un chico más alto que este y con un cerquillo verde.
—Hola, Morro—hablo Lloyd—hola, tío.
— ¿Para qué vinimos, papá?—pregunto Morro serio.
—Es una sorpresa para ambos—respondió Wu.
—Exacto—sonríe Garmadon—es hora de entregarles a ambos nuestro mayor tesoro desde nuestra generación.
_Cierto, ¿recuerdan que les mencionamos sobre el ninja verde?—este vez hablo Wu.
Los dos asintieron con la cabeza.
—Bueno, uno de los dos será el ninja verde—dijo Garmadon.
— ¿¡Qué!?