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Si el plan A no funciona (Versión Editada) por HeartBreakerGirl

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Notas del capitulo:

Buenas noches.

Tenía que haber actualizado ayer, pero simplemente no se me dio la gana. ¿Saben? Fue un fin de semana sangriento y triste, empezando por el Viernes por el velorio, luego el Sábado alguien a quien admiraba murió y para coronar todo, la espantosa tragedia en Orlando. No sé, este tipo de situaciones me hacen pensar demasiado. Ocuren crímenes todos los días(incluso ahora mientras les hablo), ni uno es más importante que otro, pero es horrible ver como la gente ha dejado de ser humana, dejándose dominar por el miedo, el odio, el racismo. Murió gente joven con una vida por delante. De 19, 22 años así como así, dejando en dolor a sus familiares. Y esto me hace pensar de que futuro le vamos a dar a nuestros hijos si seguimos así. Tengo 22 años, soy muy joven, ni tengo hijos y quizá me esté adelantado demasiado, pero son cosas que te hacen pausar y ver que hay en esta situación. Sabemos que el mundo es horrible, pero también puede ser bonito. Y aun así si me lo digo, es un poco dificil encontrar la positividad. De todas formas al final sé que voy a terminar diciendome que mientras dé mi grano de arena, contribuiré en hacer un mundo mejor. Algo muy idealista, pero sincero de mi parte. No obstante confieso que a veces me dan ganas de traspasar fronteras, dejar de alguna manera huella en el mundo de una manera positiva, dando amor en lo que hago. Pero veo a los políticos, hienas y demás cosas, y se me hace pesado. So... Soy de esas personas que practica que cada cosa que hagamos debe ser hecha con amor, es la mejor manera de ser persona, defender al que no puede hacerlo y no temer miedo a decir lo que piense/haga. Estoy de parte más de la humanidad, de los que nos hace bien. Quizá por eso tengo afinidad a personajes/personas extrañas o con ideales parecidos, y ahí pararé porque como dice mi amiga Leti: Fátima tú siempre lanzas mucho más que la Biblia. Entonces me detendré en este tema.

Y segundo, tampoco actualicé por los reviews. Sé que es una edición y que siempre les dejo el libre albeldrío para que me comenten, jamás les voy a obligar. Sin embargo esto solo tiene 3 reviews en 2 capítulos y no sé realmente cuál es su opinión. Si encuentran mi escritura confusa, si les gustó o si piensan que he mejorado mi escritura o por lo contrario, retrocedí o no les aporta nada. No lo sé. Por supuesto, seguiré publicando, pero esto me desmotivó un poco más.

Ahora les dejaré que lean. Quiero dedicarle este capítulo a theaureasempai  ~

 

“Disfruta de la vida.

 Hay mucho tiempo para

estar  muerto”

Hans Christian Andersen



Un estrepitoso ruido se escuchó por todo el departamento. No era para menos, si el causante de todo este alboroto había sido el líder de BIGBANG. Y tenía motivos para hacerlo, caminar apresurado hacia la sala con un objetivo.

 

Necesitaba alcohol… ¡¡Ya mismo!!

 

Rebuscó como loco, como si no hubiese probado ni una gota de agua en días, revolviendo de aquí, allá.

 

La primera botella de alcohol que encontró la tomó y sin ni siquiera sacar un vaso para vaciar su contenido, procedió a beber directamente de la botella, escogiendo en gran ironía el alcohol que menos le gustaba.

 

 ¡¡Estaba bebiendo ron!! ¿A él le importaba eso ahora? Pfff... ¡Claro que no!

 

Sentía que podía ahogar sus penas en ello. Aunque sabía que probablemente estaba cometiendo un estupidez descomunal. Después se arrepentiría de ello,  por mientras solo necesitaba olvidarse de lo patético y estúpido que era como persona.

 

Si bien había planeado pasar el fin de semana en la montaña., solo lo hizo por esa noche. Al día siguiente temprano decidieron bajar  y regresar a la villa.

 

Se habían mantenido todo el día callados, evitándose la mayoría de veces. Aunque Ji Yong siempre tenía que estar alerta por si a Seung se le ocurría hacer otra estupidez. Por lo tanto el domingo lo pasó en constante tensión. Ni siquiera durmió decentemente, el insomnio se apoderó de él sin remedio y sobre todo, tuvo el corazón encogido durante el día. Sus ligeras ojeras eran notorias, incluso cuando Young Bae llegó a hacerle el relevo, le preguntó por ello, regañándole. Él solo se limitó a pasar de largo, no sin antes pedirle que cuidara bien de Seung Hyun.

 

Así que como alma que lleva el diablo había salido de la villa y llegado al departamento en un tiempo impresionante, terminando en la sala bebiendo sin detenerse ni un milisegundo. Siendo los hilos de alcohol que escapaban por las comisuras de sus labios que avalaban su desdicha.

 

Solo quería olvidar todo. Todo, solo por unas horas. Si lo hacía, eso era suficiente. Olvidar que amaba a Seung, olvidar el beso, olvidarse de sí mismo sonaba bien. Porque sentía que estaba luchando contra Seung a cada segundo y momento. Jamás en su vida se hubiese imaginado que tendría que luchar en contra de él solo para que siguiese viviendo.

 

Gritar, empujar, intentar.

 

 Porque definitivamente lo que Seung tenía ahora no era vida.

 

Llegaba inclusive a dudar algunas veces de lo que estaba haciendo, no sabía si era lo suficientemente cercano a Seung, no sabía si podía entrar su corazón y decirle que sea feliz, que no sea un sonámbulo en vida consumido por la oscuridad.

 

¿Era algo malo aspirar a todas esas cosas?

 

No podía evitar pensar si a este punto era una persona terriblemente egoísta.

¿Lo hacía por Seung o lo hacía por él? Pregunta que invitaba a un debate interno en regla y que no quería, ni deseaba tener nunca. ¿Tener la cabeza hecha un bombo? No, gracias.

 

 Ahogado era la palabra exacta para definir cómo se sentía en esos momentos. Estaba ahogado porque estaba tratando de contener la maraña de sentimientos en su interior y le daba miedo ver cuando iba a explotar

 

¿Y si lo hacía en el momento equivocado? ¡Mierda! Estaba muy fregado… ¿Por qué...?

 

El sonido de unos pasos le hizo levantar su rostro y detener sus lamentaciones internas. Era el maknae, frente de él con un vaso de sidra de manzana en una de sus manos mirándole con curiosidad.

 

-¿No es temprano para tomar hyung?

 

-Para mí no lo es. Vete.

 

-Hyung… ¿pasó algo, verdad?- SeungRi ignoró las palabras, mirándole preocupado.

 

-No es de tu incumbencia, Ri.

 

-Hmmm.

 

Tomó un poco de su sidra.

 

-En ese punto si tienes razón. Apuesto que algo pasó en la villa y TOP hyung tiene que ver en lo que tienes, como andas enamorado de él.

 

Habló como si acabara de leer algún periódico matutino en voz alta. No había reproches, ni burlas, ni pena. Nada emocional, solo abrió la boca para decir un hecho, según él y por supuesto que Ji Yong se dio cuenta y esto no lo ayudó en su estado porque terminó atorándase con el licor.


-Cof cof cof

 

Se supone que nadie lo sabía y él se aseguró de ello. ¿Cómo era posible que el maknae soltara palabras, de esa manera tan campante? No podía concebir la idea de que había sido descubierto. ¿Acaso había sido tan obvio? No lo creía… ¿Cuando se había descuidado? ¿Acaso se había vuelto un idiota en estos cuatro meses?

 

Una red de distintos pensamientos empezaron a entrelazarse en su cerebro. El alcohol no le dejaba sacar algo claro para buscar un ancla dónde sujetarse, el sabor del licor denigrante aumentaba más su cuota de estrés y ese ligero escozor amargo traspasando por su garganta, que no le era nada placentero, contribuía a enaltecer el nudo formándose ágilmente en su estómago.

 

¡Viva la libertad de expresión!

 

Y Ji Yong por primera vez en su vida empezó a odiar la primera enmienda mientras SeungRi le daba palmadas en su espalda con la obvia intención de ayudarle. Algo mínimo que debía hacer el desgraciado por haberle arruinado la vida, y de paso también sus planes de emborracharse, en un instante.

 

-Cof cof cof… ¿Có...mo di… ces? Cof cof cof.

 

Su plan de negación estaba en marcha.


-Hyung no hables hasta que se te pase.

 

 Ji Yong rodó los ojos, abstuviendose a bufar.

 

¿En serio le pedía eso? ¡Bastante se iba a calmar! A él le importaba un comino su persona en ese preciso momento.

 

-¿Quieres un poco de esto? Tal vez así se te pase hyung- ofreció su sidra y Ji Yong negó la propuesta rotundamente- ¿Seguro?


-Si… cof cof. Ya se me pasará pronto… cof cof cof.

 

-Si tú lo dices…

 

SeungRi esperó que se le pasara, sabía que el líder solía ser muy terco cuando se lo proponía.

 

-¿De dónde sacas tanta tontería junta?

 

Ya calmado, Ji Yong pretendió tener una expresión que decía que el menor del grupo se había vuelto un completo idiota.

 

-¡Oh, vamos hyung! ¿Lo vas a negar?

 

-No voy a negar o afirmar algo que no existe, maknae.

 

-Hyung, insultas mi inteligencia con ese comentario.

 

-¡¿Qué?! ¿Qué insulto tu inteligencia? ¡Hazme el favor, SeungRi!- sarcástico e impetuso contestó.

 

Por dentro sentía nervioso. ¿Precisamente ese muchacho tenía que ser el que se diese cuenta de los sentimientos mártires que tenía por Seung?

 

-No me mires con esa cara, hyung. Me di cuenta el mismo día que lloraste abrazado de hyung-volvió a tomar un sorbo de su bebida- No te preocupes jamás se lo diré a alguien.

 

Ji Yong tuvo ganas de romperle los dientes.

 

-Ten un poco de fe en mí, ¿no?-comenzó a retirarse de la habitación- Si quieres seguir negándolo por mí no hay problema.  Es cosa tuya, hyung.

 

Acto seguido desapareció del lugar.


-¡¡Sigo sosteniendo que lo que dices son puras fantasías tuyas!!

 

 Alzó la voz para que el maknae lo escuchara claramente, no se iba a dejar amedrentrar.

 

-¡Lo que digas, hyung! ¡Lo que digas!

 

¿Y ahora qué hacía?

 

Bueno, iba negar hasta la muerte sus sentimientos por Seung. Lo haría.

 

¿No había problema, verdad? Al final de cuentas solo era una persona, un molesto y equivocado individuo, pero UNO de todas formas. Peor sería que fueran más, el día que sucediera eso el mundo iba a dejar de existir.

 

¡Já!

 

Agitado dio un buen trago a la botella y decidió no pensar en la posibilidad, las divagaciones solo conseguirían hacerle más miserable la vida.

 

Solo necesitaba vaciar su mente y distraerse. Sin embargo parecía que no lo lograba por más que tomaba un poco más de alcohol. La confesión imprevista de cierta persona le hacía pensar por más quisiera o no. Básicamente tenía una rueda girando sin parar dentro su cabeza y era tan irritante que con toda resolución, a modo de hacer su última carta, hizo lo primero que se le venía a la mente cuando entraba en pánico.

 

Significando en otras palabras llamar a su amigo del alma, Young Bae. Era algo tan natural el hacer esa acción que rápidamente marcó las teclas, pero cuando se dio cuenta de un detalle.

 

Era demasiado tarde.

 

¿Qué diablos le iba a decir? Algo así cómo: “Oh! Hola, Bae. Uhmm, te diré que siento un dolor profundo aplastando mi garganta porque me enamoré como un idiota de Seung. Sí, ese el que todos conocemos”

 

 ¡Obvio que no! ¿Entonces...?

 

-¿Ji?

 

Gracias a su diatriba interna la voz de Young Bae casi le arranca el corazón.

 

-¿Ahhh...?

 

¡Jesús, definitivamente él estaba muy mal!

 

-¿Ji? ¿Estás bien?- habló en voz baja.

 

Mentalmente él acababa de golpear su frente contra la pared inumerable veces.

 

-Sí, ¿por qué hablas bajo?

 

Se concentró en distraerse en otros detalles, era una buena opción para empezar, a pesar de la obviedad y si no le tembló la voz fue por…

 

Bueno, en realidad ni lo sabía y ni le buscaría sentido.

 

-Porque no quiero despertar a hyung. Espera un minuto, ¿vale?

 

-OK.

 

Ji Yong suspiró, no le decía nada nuevo. Nada de que por sí su loca cabeza no hubiese deducido, lo bueno es que Young Bae le estaba dando tiempo y si lo pensaba no tenía que actuar como un estúpido, simple y llanamente no le decía.

 

Solo hablaría de cualquier cosa con tal de sentirse algo mejor.

 

-Listo, Ji. Salí al pasillo. ¿Qué pasa?

 

Ji Yong respiró profundo y tranquilamente contestó.

 

-Nada, solo quería saber cómo estaba Seung.

 

-¡Ahh eso! No sé porqué, pero te noto extraño. ¿Estás bien?- cuestionó Young Bae preocupado.

 

¡Perfecto! ¡Mierda!

 

Ji Yong metió su puño en su boca por un par de segundos.

 

-Sí, solo un poco agotado. Dentro de un momento descansaré.

 

Técnicamente no mentía. La belleza de las palabras era como podías usarlas, por eso muy pocas personas se daban cuenta del poder de ellas.

 

-¡¡Deberías hacerlo!! Ji Yong eres lo suficientemente grande para saber las cosas, temprano te veías fatal.

 

Él no quería ser un adulto en este momento, aun así eso no significaba que le encantase recibir amonestaciones, las odiaba.

 

-¡¡Heyy… no me regañes!! ¡¡Soy el líder del grupo!!

 

-Pues a veces no lo pareces, no te cuidas- respondió, causando que Ji Yong frunciera el ceño.

 

-¡Aishhhh!

 

-¿Ya estás mejor?

 

¡Demonios!

 

-¿De qué hablas Bae?

 

-Solo pregunté, Ji. Te conozco.

 

-Te digo que te llamaba por Seung.  No sé por qué el Panda y tú andan preguntándome cosas. Ni cansado puedo mostrarme, ¿eh?

 

-¿Ri está ahí?- Young Bae inmediatamente centró la conversación completamente en él. A Ji Yong le venía como anillo al dedo- Hmm… ¿Cómo está?

 

-¿Está bien? Supongo que lo viste hoy antes de venir ¿Entonces, por qué me preguntas?- inquirió extrañado- ¿Hay algo que quisieras compartir?

 

-No lo vi hoy-mintió Young Bae, confuso ante su propio comportamiento.  

 

Una gran mentira porque sí sabía. No es que hubiese sucedido que algo grave con SeungRi, pero solo quería ocultar el porqué de su pregunta y tampoco iba a alarmar a Ji Yong por una sospecha que si las exponía dentro de un punto de vista era algo bueno. Tal vez malo, en lo concerniente a lo emocional. Ya ni siquiera sabía explicarse, el punto era que hasta que no estuviese seguro, él no hablaría.

 

-Simple curiosidad.


-Oh, bueno.

 

Ji Yong no le creía, pero no indagaría más. Si Young Bae estaba dejando pasar su evidente estado de alteración, él como su amigo bien podría hacer lo mismo. Ambos se beneficiaban, por decirlo de alguna forma.

 

-Entonces, dime.  ¿Cómo está Seung?

 

-Sigue igual, aunque he notado un pequeño cambio en él. Me pidió un vaso de agua- Young Bae pausó por unos segundos-  Eso es raro, teniendo en cuenta que hace cuatro meses ni siquiera quería tomar o beber algo. Ji, ¿ha pasado algo?

 

-Digamos que sí, más adelante te lo contaré.

 

-Está bien. Esperaré por eso, bro.

 

-Eso era todo lo que quería saber. Nos vemos en un par de días, Bae.

 

-Sí, Ji. Hasta entonces- Young Bae colgó.

 

El moreno cuando lo hizo no pudo evitar suspirar y tenía sus razones para hacerlo. Lo que no sabía es que Ji Yong, a miles de kilómetros de distancia, igualaba su mismo accionar otros motivos. Se recostó en la pared del pasillo, cerró los ojos pensando en lo que había sucedido hace una semana.

 

Últimamente eso rondaba en su mente y todo porque su cerebro estaba relacionando la escena A con la B, pues así lo había bautizado,  generándole ocasionales dolores de cabeza. Desde luego las probabilidades que exagerara llevaban un buen porcentaje afirmativo.

 

FLASHBACK

 

Young Bae caminaba hacia la sala de entrenamientos de la agencia. Quería despejarse un poco, al igual que los demás se sentía frustrado al no poder ayudar a su hyung. Era lamentable y daba impotencia verlo en ese estado, creyó oportuno que bailar descargaría la mala energía que llevaba consigo mismo.

 

Al abrir la puerta de sala se encontró con una agradable sorpresa, un hermoso piano de cola blanca refulgía al final de la habitación. No tenía idea de qué hacía en ese lugar y mucho menos iba a importarle, así que se encogió de hombros mientras caminaba lentamente.

 

De inmediato, al llegar, un sentimiento de añoranza se instaló dentro de él al pasar sus dedos delicadamente sobre las teclas.

 

Pensó que hace mucho, pero mucho tiempo que no tocaba. Tal vez era el momento adecuado de volver a ejecutar alguna pieza, sentía la conexión llamándole, tirándo de él y diciéndole: ¡Hey, ven atrévete!

 

Echando una pequeña risa ante el pensamiento porque no había podido ser más preciso, para él no pasó desapercibido esa corriente eléctrica que brotó ni bien tuvo contacto con el piano. Algo tan familiar y lo más normal que tenía después de siglos, lo más normal que podía ser su vida claro está.

 

Sentándose, cerró los ojos y con parsimonia empezó a tocar, unas hermosas notas inundaron la habitación en ese instante dando lugar a una melodía sumamente agradable  y él voló exquisitamente con ellas, dejándose ir con la serenidad inundando su alma. A tal punto que una sonrisa terminó por surcar por su rostro, completamente lleno de paz.

 

Tan absorto se hallaba en su labor que no reparó a una persona sentándose a su lado, ni siquiera por el sentido básico de intuición que tenían desarrollados los humanos.

 

Al escuchar notas que él evidentemente no tecleaba, pero que sin embargo hacía que la melodía fuese perfecta, abrió los ojos y lo primero que hicieron fue capturar al maknae ipso facto, en una pose totalmente despreocupada dedicándole una pequeña sonrisa para luego dedicarse a seguir haciendo lo suyo. Dejando de lado el asombro, a Young Bae el pequeño gesto le originó unas ganas inmensas de matarlo y en vez de cumplir su objetivo, su mirada se desvió hacia sus manos dándose cuenta que ambos, en ningún momento, habían dejado de tocar.

 

Desconcertado todavía por la pequeña revelación no pronunció ni mu, ni siquiera manifestó su contrarierdad. Él no se atrevería a interrumpir la pieza, no cuando sonaba tan perfecta y melodiosa con el crecendo de las notas en su punto más álgido, sería un sacrilegio o una completa locura el plantear detenerse.

 

Se limitó a volver a cerrar los ojos y reconectarse nuevamente con la música. No le costó mucho, otra vez se halló disfrutando como lo había hecho desde el comienzo. Es como si estuviera nadando en medio del oceáno, no para cansarse o ahogarse, sino para ser libre o plantar árboles nuevos en un bosque algo deforestado y aquella sensación le encantó hasta que murió la última nota.

 

Tan pronto acabó, por un par de segundos, permitió que las esquinas de su boca se curvaran en una diminuta sonrisa, para que luego un pensamiento relampagueante le recordara gritarle a cierta persona.

 

Principalmente por haberle asustado de esa manera.

 

No tardó en dirigir su vista ahora despierta hacia el culpable, augurando su próxima acción a efectuarse con éxito.

 

-¡Esto sonó perfecto! ¿Cierto, hyung?- habló entusiasmado con una sonrisa de oreja a oreja.

 

No importaba cuántas veces las cosas inauditas que podían salir de la boca de SeungRi, siempre le descolocaban y hoy no era la excepción. ¡¿En serio?! ¿En vez de pedirle disculpa, le decía…? Pero,  ¿qué esperaba? Estaba pidiendo mucho al ser SeungRi el causante de su ligera molestia, solo su nombre explicaba todo el asunto como si fuera una palabrota dicha en susurros por lo peligrosa que era.  

 

Tragándose las inmensas ganas de tener su mandíbula descolgada por más que el muchacho tuviera razón y al no gustarle cómo procedió aparecer frente a él, Young Bae resolvió su frustración dándole un certero golpe en la cabeza.

 

-¿Tú qué haces acá? ¿Asustando a tu hyung, eh?


-Todavía que te halago.

 

SeungRi deslizó su mano por la zona afectada y Young Bae atinó a entrecerrar los ojos pensando seriamente si aquel coscorrón había sido adecuado. Dándose cuenta de la clara advertencia SeungRi se apresuró a hablar rápido, por más que su pecho rugiera ofendido, antes que se ganase otro golpe.

 

Uno había sido suficiente, gracias. Además su cabeza era preciosa, un bien que debería ser cuidado, después de su garganta y piernas, por supuesto.

 

-Vine a bailar, pero te encontré tocando piano y no me atreví a interrumpirte. Hace tanto tiempo que no te escucho tocar, hyung. No sé, me sentí atraído por la melodía que terminé tocando a tu lado.

 

-¡Vaya manera de entrar!- acusó sarcástico.

 

-¡Aishh, hyung!  No te molestes.

 

Quejumbroso respondió, recostando su cabeza en el hombro del más grande para la sorpresa de este.

 

-Esto me relajó- dijo con su voz sosegada- Han pasado tantas cosas estos meses, todos están mal por la situación de TOP hyung, aunque creo que Ji Yong hyung lo está más.

 

SeungRi sabía de lo que hablaba con respecto a su líder, solo para él se reservaba el verdadero significado detrás de sus palabras.

 

-Ya que también fue amiga de él, a veces ser el maknae es cansado. Muchas cosas pasan ante tus ojos, animar no es tan fácil.

 

-¡Hey! ¿Quién te dio permiso de recostarte en mi hombro? ¿Y a qué te refieres qué cosas pasan antes tus ojos? ¿Sabes algo que yo no sé?

 

 Enarcó una ceja al preguntar intrigadísimo.

 

-Me refiero a las situaciones que se nos presentan, no a un asunto en particular.

 

SeungRi de inmediato arregló la situación buscando explicar con seguridad.

 

-El accidente, el velorio, la depresión de hyung, el proceso de cuidarlo, más cumplir nuestras responsabilidades porque no las podemos dejar de lado.  En algunas ocasiones desearía que la vida fuera fácil, pero no lo es. Supongo que tenemos que remover las grandes y pequeñas piedras que se encuentren en nuestros caminos- creyendo que ya era suficiente exposición, cambió de tema- Y déjame descansar un rato en tu hombro, es cómodo y estoy tan cansado. Tamp…

 

Como si no fuera suficiente indicio la interrupción de su propio monólogo, Young Bae constató al ladear su cabeza que SeungRi había terminado dormido.


Impresionado por las palabras, Young Bae sonrió. ¿Desde cuando Seungri se había vuelto tan listo? Él había dado directo en la diana con las palabras justas y precisas, definitivamente el mocoso maduró. No podía creer que aquel chico, que conocía desde que tenía 15 años hablara de esa manera.

 

Ganas de sacarlo de su hombro no le faltaban, pero inexplicablement no se atrevió a interrumpir sus sueños. Sabía que estaba cansado, notaba las enormes ojeras que tenía, pues todos habían tenido que trabajar mucho más para cubrir el hueco de Seung.

 

Si bien el maknae trabajaba como MC en Japón, había detenido la mayoría de sus actividades en el país nipón y se había trasladado a Corea. Se encargó de modelar para marcas de ropa o salir en comerciales, de vez en cuando aparecía en programas coreanos y ocasionalmente cada periodo de tiempo viajaba a Japón -cada quince días grababa programas especiales de un día-  Luego inmediatamente regresaba al país.

 

Es por ello que él solo cuidaba a Seung un día a la semana, valoraba mucho el esfuerzo que estaba haciendo por lo que dejó que durmiera todo lo que quisiera mientras tocaba una canción suave para que acompañara sus sueños.

 

FIN DEL FLASHBACK

 

Y esa había sido la escena A y el menor dolor de cabeza, por supuesto que tratándose de alguien como SeungRi tenía que hacer las cosas por la puerta grande y no contento con eso, tenía que endosarse algo más.

-No entiendo como terminó durmiendo en mi hombro, fue tan raro- farfulló en voz baja- Pero me sentí bien.

Sin embargo lo que más le irritaba era lo acontecido el miércoles y todo por algo tan absurdamente simple.

 

FLASHBACK

Tener una gimanasio privado dentro del edificio donde vivían a Young Bae le parecía perfecto y más que oportuno cuando no podía dormir con su cuerpo negándose a estar un segundo más en la cama. No rompía su rutina y se ahorraba el tener que ir a la YG al no ser una hora propicia, además en esos días no le apetecía dar señales de su presencia por la agencia a no ser que fuera realmente necesario.

Es por eso cuando regresó al departamento de BIGBANG, cansado, pero satisfecho con el desgaste físico pensó camino a la cocina que esto era lo que necesitaba y ahora por el resto del día podría disfrutar de una tranquilidad relativa, aunque sea por un corto periodo de tiempo.

Todavía era muy temprano para desayunar, pero él moría de sed así que planeaba saciarla lo más rápido posible. Tan pronto alcanzó entreabir el frirogrífico escuchó el crujir de algo contra la pared o suelo, no identificaba la procedencia exacta y justo cuando iba a hacerse, internamente, la evidente pregunta, unas maldiciones llegaron rápidamente a sus oídos.

Ya no tenía porqué tener dudas, conocía perfectamente esa voz.

-¡Mierda! ¡Ah, joder! ¡Uff! ¡Demonios estoy tarde! ¡Tarde, tarde, tarde!

Consideró llamarle la atención, pero no iba a despertar a Daesung. A diferencia de SeungRi, él tenía decencia y solo le quedó tomar la botella, de una vez por todas, mientras una sonrisa burlona escapaba de sus labios.

No llegó a dar ni un paso ni aspirar a otro más, dado que un torbellino llamado SeungRi apareció en la cocina bloqueándolo mientras se colocaba su reloj.

-No, olvídalo hyung.

Young Bae se encogió de hombros, sabiendo perfectamente que el maknae aludía a que no quería recibir ni un regaño y decidido a mantenerse fuera de su camino, trató de rodearle, pero no pudo. El mocoso fue más rápido y en un parpadeo logró arrebatarle su botella todavía no estrenada.

Eso que sí no lo toleraría, frunció el ceño.

-¡Justo esto necesitaba para el camino, gracias hyung!

-¿Disculpa?- enarcó una ceja- ¡Dámelo!

-Faltan cinco minutos para la siete de la mañana y no creo que quieras perder el tiempo discutiendo, mucho menos cuando alguien va a terminar por desaparecer, es decir yo.

Young Bae apretó los labios en una línea recta, sacó lo último que tenía de paciencia y decidió por hoy no llevarle la contaria. Tenía que recordar su meta de ese día, tranquilidad relativa. Con enojarse temprano no lo iba a conseguir, todo lo que había que hacer por el bien de su sanidad mental.

-Bien, haz lo que quieras- claudicó.

Y giró su cuerpo para ir directo al refrigerador por otra botella.

-¡Hey, hyung! ¿Estás bien?- pretendió sonar inocente, pero obviamente Young Bae no era tan crédulo y no mordió el anzuelo- No sueles ser así. ¿No te habrás golpeado la cabeza, no?

 Le fulminó con la mirada al maknae y este al captarlo, emprendió la retirada.

-Me hago tarde, nos vemos después hyung.

Definitivamente SeungRi cumplió su palabra porque en un tiempo extremadamente corto huyó sin dejar rastros de su presencia, quedando nuevamente el departamento en un estado solitario al oír la puerta cerrarse.

Arrástrandose con la botella en mano Young Bae desplomó su cuerpo sobre el sofá, unos cuantos minutos de reposo le vendría bien. Al intentar acomodarse sintió algo duro contra su muslo, palpando aquella zona no dio resultado, por lo que tuvo que inclinar su torso para poder tomar lo que sea que le ocasionaba molestias y pronto, su mano estuvo ocupada con un objeto plano y rectangular.

-Se olvidó su celular.

Murmuró pensativo, haciéndole recordar los tiempos que Ji Yong y él monitoreaban el aparato para evitar que los metiera en problemas. Ahora ya no lo hacían, en un punto SeungRi exigió respeto a su privacidad y al ver que ya había crecido algo, lo permitieron. Él solía decir constamente que ahí estaba toda su vida, pues solo necesitaba de eso para encontrar toda su lista de contactos.

A Young Bae le parecía exagerado, sin embargo nunca se molestó en manisfestar su pensamiento.

Como sea, al muchacho le iba a dar un infarto cuando se diera cuenta que no tenía el dispositivo consigo, ni iba a avisarle. Total, él pensaba en serio cuando estableció que tendría su día relajado.

Haciendo una mueca se dispuso a dejarlo sobre la mesa y olvidarse de aquella cosa, sin embargo un segundo antes de cumplir su cometido, el celular vibró. No lo hizo a propósito, pero pudo ver las notificiaciones de Kakao Talk donde unos mensajes cortos aparecían diciendo: “Hace tiempo que no nos vemos.  ¿Vas a venir a la inauguración? ”, “Si no me contestas, te llamaré miles de veces”, “Y sí aun así te me escabulles“ e “ Iré personalmente a buscarte”

Por la foto dedujo que era una de los amigos de SeungRi, ni tenía idea de quien fuera y lo ignoró volviéndose a recostar en el sofá. Él sabía cuál sería la respuesta del maknae y cerró los ojos para relajarse.

Cuatro minutos después escuchó cómo abrían la puerta. Evidentemente SeungRi se había dado cuenta, a tiempo, que no tenía el celular. Unos pasos ligeros y rápidos rebotaron como ecos en el departamento. No se turbó con ellos y siguó con los ojos cerrados hasta que una voz, cuyo dueño se encontraba a su lado, lo consiguió.

-¡Oh, Dios! ¡Casi lo olvido! ¡Ahora sí m…!- SeungRi interrumpió su discurso.

Young Bae dedujo que había leído los mensajes.

-¡Maldición!

Bien, esa respuesta no se la esperaba. ¿Qué estaba pasando? Estuvo tentado a abrir los ojos, pero con fuerza de voluntad no lo hizo.

-Listo, ¿tú mensaje es?- SeungRi había dado el primer paso, no le sorprendía- Sí, si los leí todos. ¿Y qué? Fácil, no iré. No, no me estoy convirtiendo en un vejestorio, solo que no tengo ganas. Sé que han pasado meses, podemos ir a comer por ahí en estos días cuando logre despejar mi agenda. Vale, así quedamos. Adiós.

Oficialmente Young Bae ya no podía hacerse el de la vista gorda. ¿SeungRi no yendo a una fiesta o algún evento parecido de aquella índole? Era muy raro. ¿Qué estaba mal con él? Abrió discretamente un ojo y observó que tenía la mandíbula tensa.

Definitivamente muy extraño.

-¿Has peleado con alguien o lo haces por respeto?- Young Bae terminó de abrirlos por completo- Puedes salir, te lo has ganado.

-No, ninguna de las dos. No me interesa por el momento.

-¿Qué?- arqueó una ceja- Tú amas las fiestas. ¿De qué hablas?

-Lo hago, pero no me apetece ir y ya.

SeungRi hablaba despreocupado, en sus ojos Young Bae podía atisbar que realmente estaba siendo honesto.

-¿Y ya? ¿Te estás escuchando?

-Hyung, ¿no deberías estar feliz en vez de estar cuestionándome?

-Tienes un punto- admito a regañadientes.

-Entonces, aclarado eso, me voy. Tengo mucho retraso.

Agilizando sus piernas SeungRi le dedicó un ligero asentimiento y con una sonrisa confiada se dirigió rumbo a la villa de su hyung, dejando a Young Bae con la mente totalmente en blanco, ya que no le había permitido darle una respuesta.

FIN DEL FLASHBACK

Él había establecido hace unos días que el mocoso había madurado, ¿por qué al tener aquella revelación de la escena B lo sentía diferente? Es decir concordaba con su pensamiento anterior y tenía lógica. ¿Por qué se empeñaba en verlo cómo una alarma o algo malo?

Su cabeza era un lío, así de literal. No creía que hubiese llegado a extremos de estar loco. Suspiró y luego, negó suavemente.

- Mejor iré hacer la cena, espero que hyung coma.

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-Tengo algo que decirte.

 

La voz fina de Seo Hwa habló.


-¿Qué?

 

-Hahah Seung deja de jugar con mi pelo.

 

-Pero me gusta jugar con tu pelo.

 

El mayor hizo un tierno puchero y haciendo caso omiso a las palabras de su novia continuó con su actividad.

 

-¿Por qué eres tan travieso?- habló divertida.

 

-Porque me encanta serlo.

 

-¡¡Oh, ya veo!!- una pequeña risa por parte de Seo Hwa se escuchó, inmediatamente una sonrisa apareció en el rostro de Seung- Te decía… ¿adivina quién presentará una pieza en solitario en la próxima gala en honor a la Cumbre Nuclear?

 

-¿Tú?-Seo Hwa asintió- ¡¡Felicidades Seo Hwa-sshi!!

 

El júbilo era evidente en el tono de voz del mayor


-Gracias, pero eso no es todo.

 

-¿Hay más?

 

-Sí.

 

Seung abrió los ojos rápidamente, el ruido del teléfono de Young Bae le había despertado.

 

 ¡Oh… no!

 

Otra vez había soñado con ella por lo que se dispuso a dormir nuevamente. No pudo, por más que lo intentó ya no podía pegar un ojo y eso es lo que más le frustraba.

 

Esa era la razón por la cual prefería pasar todo el día durmiendo, solo así podía verla a ella en sueños y podía estar en paz. Pasaba un momento efímero, pero prefería mil veces eso a sentir dolor. Ni siquiera había tenido una despedida decente con ella. Solo las cosas sucedieron cuando menos se lo esperaba.

 

¿Qué le quedaba? Nada.

 

Estaba en un punto vacío en que ya no podía decir las palabras: “Ya nos volveremos a ver otra vez” Sabía que jamás iba a volver a decir eso a ella, ya no iba a tener las ansias de esperarla hasta su próximo encuentro porque no estaba aquí, en este mundo.

 

Unas lágrimas empezaron a bañar su rostro sin cesar, otra vez las malditas le traicionaban y él no podía hacer nada.

 

Es por ello que cuando cerraba los ojos sentía que las millas no les separaba y a la vez tan cerca, como si pudiera cobijarla entre sus brazos después de un largo día, luego cuando despertaba,  caía en cuenta de su realidad. El ardor oprimiendo su pecho lo hacía más real. ¿Por qué cuando estaba soñando no parecía que estuviesen tan lejos? ¿Por qué...? Ya no tenía noción si los días parecían más lentos o más rápidos.

 

Todo le era igual para él.

 

No había algo en especial que le hiciese notar la diferencia, solamente quería estar dónde ella estuviese, nada más. Incluso si era algo tan lejano como el cielo. Imaginar que la tendría a ella después de un solitario día, le aliviaba un poco, después tendría tiempo para torturarse.

 

-Ven a mí… Dame la oportunidad de fingir que estás aquí- murmuró.

 

Se removió de su cama, no quería seguir llorando. Así que se limpió las lágrimas y luego dirigió la mirada hacia la enorme ventana que poseía en su habitación, desde ahí podía ver un poco de Seúl con su cielo totalmente despejado. Se limitó a observar sin saber cuánto tiempo lo estuvo haciendo, trataba de mantener su mente en blanco, no sabía cómo sacarse esa apatía profunda que tenía.

 

Pensó en el plan de Ji Yong y estaba seguro que aquello iba a ser un desastre, pero al menos prefería que sea con él.

 

Recordó la conversación que sostuvieron en la montaña hace un par de días.

 

FLASHBACK

 

Seung Hyun luego de llorar lo suficiente y de haberse calmado, miró a Ji Yong. Todavía se hallaba recostado en su hombro.

 

Su mejor amigo hace minutos, se había serenado. Su mirada era triste, pero su rostro apacible a la luz de la luna le hacía contradicción. Ambos no habían hablado durante tiempo que estuvieron llorando juntos, había sentido el dolor de Ji Yong por la pérdida de Seo Hwa y nunca le había visto derrumbarse así. Tal vez había subestimado su fortaleza, un hecho era que Ji Yong es una persona sensible. Sentía su mente un caos y eso lo orillaba a no soportar un segundo más ahí.

 

-¿Ji?

 

Habló con una voz deprimente y pausada.

 

-¿Sí?- respondió tranquilamente sin mirarle a la cara, abstraído mirando la luna.


-No quiero estar más aquí.

 

-Estoy de acuerdo Seung- suspiró- Mañana volveremos a la villa.

 

-Gracias, Ji.

 

-De nada.

 

Después de unos minutos de profundo silencio, se atrevió a hablar nuevamente.

 

-¿Te puedo decir algo?- aún tenía la voz melancólica.

 

-Adelante.

 

-No quiero pasar el próximo fin de semana contigo. Tu plan…- Seung calló.

 

A Ji Yong le dolió escuchar la derrota tan rápido en Seung Hyun, pero entendía perfectamente lo que sentía.

 

-Está bien.

 

-Gracias- murmuró sorprendido de lo rápido que había accedido el rubio.

 

Si hace unas horas se había mostrado irremdiablemente terco como solía ser.

 

-No agradecería tan rápidamente las cosas, Seung. ¿Acaso no me conoces?- el rubio volteó a verlo, enarcando una ceja - Si no quieres pasar el fin de semana conmigo haciendo el plan que accediste a cumplir no hay problema, tengo otra solución.

 

-¿Qué?-tartamudeó confundido el rapero- ¿Solución de qué hablas?

 

-Seung, hablaba en serio cuando decía que planeaba sacarte de esa depresión. Bien, si no quieres estar conmigo. Dime, ¿con quién de los chicos te quieres quedar? ¿Bae? ¿Ri? o ¿Dae? No necesariamente tengo que ser yo, con tal que salgas me es suficiente.


-¿Qué?

 

 Seung aún procesaba la información que le acababa de dar el líder de BIGBANG.

 

-Te dije Seung. No puedo arreglarte, estar a tu lado sí. Ahora, si tú no quieres que sea la persona que te acompañe, está bien. Por tu recuperación, en mí no habrá problemas. Todo depende de ti. ¿Quieres al menos intentarlo aunque no tengas fe...? ¿Qué pierdes...? ¿Qué te detiene?

 

Seung quedó callado ante el argumento de Ji Yong, le había llegado profundamente a su alma, sabía que era juicioso y por lo tanto, tenía la razón. Pero entre decirlo y hacerlo, había que dar un gran paso, aunque sonara tan fácil como lo planteaba.


-Entonces, te vuelvo a preguntar. ¿A quiénes de los chicos quieres que acomode su horario? Ellos lo harán con todo gusto, no te preocupes o agobies por ello.

 

Le entró el pánico. No quería, pero sabía que debía hacerlo.

 

Suspiró.

 

Se puso a pensar y obtuvo la respuesta muy rápido. Era tan claro y conciso. No quería que fuese Young Bae porque él era demasiado tranquilo para su gusto. ¿Daesung? Era probable que le intentase animar todo el tiempo  y le afectara seriamente con su estado de ánimo depresivo. Con el maknae, ni hablar.Demasiado ruidoso. Era obvio que con la única persona que estaría cómodo siempre era con Ji Yong y tal vez se debía a la íntima amistad que los unía desde niños.

 

-Solo quiero que seas tú, nadie más- dijo el mayor con un susurro.

 

Ji Yong al escuchar esas palabras no pudo evitar que su corazón latiese rápido por unos segundos, sabía que el mayor no lo decía con intenciones románticas y decidió calmarse por su propio bien.

 

-Así será, entonces- respondió y volvió a mirar el cielo nuevamente.

 

FIN DEL FLASHBACK

 

 

Era increíble ver la terquedad de Ji Yong, ya no sabía que esperar de él.

 

Suspirando profundamente dio un vistazo a la mesita de noche que se encontraba al lado de él, quedó admirándola un buen rato, como si aquello le fuera a dar fuerzas. Cuando, de hecho, era todo lo contrario. De nada servía pelear consigo mismo, negarse a contrarestar las grietas que buscaban abrirse junto a otro centenar sobre su deshicha.

 

¿Lo hacía o no lo hacía?

 

Era la pregunta que efectuaba cada noche porque siempre, después de mucho pensarlo, terminaba cediendo, extendiendo su mano cuidadosamente para abrir el primer cajón como lo hacía ahora mismo y rebuscaba a tientas, a deliberada lentitud en un intento realmente patético de relantizar el tiempo. A pesar que sintiera la acidez elevarse por sur garganta mientras transcurrían esos interminables segundos hasta el punto de experimentar los primeros estragos de mareos, él seguía pujando y en el momento que sus dedos tocaban aquella superficie lisa que buscaba con ansias, el alivio venía deteniendo casi todo a su paso. Casi.  El dolor jamás se iba, siempre estaba ahí latente. Hace cuatro meses, la semana pasada, ayer y aquí, envolviendo con su mano tan pequeño cubo, pero valioso para él.

 

Si su estado se alteraba de aquella manera ¿Por qué continuaba haciéndolo, por qué quería torturarse? La respuesta era simple, se había convertido en su ritual de día a día, parecido a un drogadicto consumiendo heroína en un estado puro y en el fondo de su mente sabía que la comparación decía cuán mal estaba, cuan de jodidas eran las cosas. Él era un adicto que sufría cada vez más peor los efectos del consumo.

 

Ignorando un poco sus pensamientos no tardó mucho en quedar frente a él, observando plenamente, a sus ojos acostumbrados ya a la oscuridad, la caja de madera descansando sobre su pecho. Podía ver su respiración subir y bajar, mientras un par de dedos acariciaban una de las cosas que atesoraba hace mucho tiempo, desde la primera vez que lo vio. Era muy sencilla, pero fina a la vez.  Tal como lo era ella, inmediatamente una sonrisa nostálgica se apoderó de sus labios y por poco vuelve a cerrar los ojos para perderse en los recuerdos. Al no hacerlo inspiró profundo, decidido a no perder tiempo, el valor y porque lo necesitaba, abrió la tapa. Un click se escuchó a lo largo de la habitación, siendo el único testigo al sacar el contenido.

 

Un precioso aro, que una vez tuvo dueño. Correción, que esperó verlo puesto a alguien y que jamás se cumplió, la destinataria nunca supo de su existencia. Entonces, nunca tuvo realmente una propetaria, ¿no? Un objeto que el poseía, pero a la vez no. Era de nadie y tampoco sería de alguien, totalmente inservible para ningún propósito. Algo que debía estar olvidado en el rincón de un desván o enterrado en algun lugar o quizá botado en el tacho de basura.

 

Sus labios empezaron a temblar y como siempre  un par de lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas, este punto no podía evitar preguntarse. ¿Lloraría siempre? ¿Por qué aún conservaba aquel….?

 

Solo hubiese deseado recibir una señal de advertencia, lo que sea del desastre que iba a acontecer en su vida. Se deshizo de sus lágrimas, volvió a poner la caja en su lugar e hizo el amago de dormir nuevamente, no llegó hacerlo porque una voz conocida le llamó.

 

-¿Hyung? Hice la comida… ¿quieres comer?

 

Young Bae albergaba pocas esperanzas de que esta vez la respuesta fuera diferente.

 

-Un… poco- admitió susurrante.

 

Al menos se distraería con ello y quizás así podía dormir de nuevo.  Irónico, hace tres meses su situación eral diamentralmente opuesta a la de ahora. Solía quedarse todo el día mirando el techo, bloqueando totalmente su alrededor hasta que en algun momento su cuerpo se rendía y dormía unas ínfimas cuatro horas.

 

-De acuerdo.

 

Tuvo que agudizar el oído para escucharlo, pero Young Bae no tuvo necesidad de pedirle que le repitiera las palabras. El mensaje había sido claro y él no podía creer que su hyung hubiese accedido. Literalmente era un milagro y si bien se palpaba lo raro de la situación, tuvo que apretar los labios para no decir todas las preguntas de mayormente preocupación que cruzaban por su mente y agarrarse del marco de la puerta para no dar unos pasos más allá para comprobar el estado de Seung Hyun. No iba a arruinar la oportunidad de que él comiera algo bueno, aunque la ración fuera poca, era la primera vez que lo hacía por su propia voluntad y si él sin querer lo molestaba, orillándole a que se cierre en banda, habrían perdido un gran avance. Decir que estaba sorprendido era una nimiedad

 

-Te la traeré, espera. ¡Ahh! Y gracias, hyung. Eres el mejor.

 

Fue lo más sincero que pudo decir de corazón y de forma modulada a duras penas sin que se notara el enorme alivo en él.

 

Seung no respondió, ni reaccionó ante ese halago. Lo que no sabía es que en la parte más profunda de su corazón, aquellas palabras habían hecho efecto. Young Bae salió de toda prisa de la habitación pensando en que Ji Yong le tenía que decir en cuánto antes lo que había pasado el fin de semana.

 

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Los días pasaron de una manera rápida.

 

Así lo veía Ji Yong, entre las diversas actividades que había tenido que cumplir, el tiempo se le había pasado volando. Todavía no lo podía creer parecía como si hubiese sido ayer un lunes, sin embargo aquí estaba un Sábado en la mañana frente a la puerta de la villa de mayor.

 

Sus sentimientos se encontraban calmados por el momento, lo que era algo bueno. Toda la semana se había pasado pensando en la siguiente cosa que iba hacer con el mayor. Esta vez se obligó a pensar más debido a que tenía que ser una actividad acorde con su estado de ánimo. Después de tantas ideas que rondaron por su mente, al final escogió una e implicaba compañía.

 

Lo hacía por dos motivos, por más que intentase ocultar uno de ellos o mejor dicho no admitirlo. Uno: Era por el bien de Seung, después de meses de que todos estuvieran intentando animarlo, necesitaba relacionarse con la gente.

 

Dos: Esta era la idea que más peso tenía. Algo simple, no quería estar a solas con Seung.

 

A raíz de lo que había sucedido el fin de semana anterior, no quería que el mayor tuviese una oportunidad de preguntarle por eso. Imaginaba, una vez pasado el caos, tomaría en cuenta lo que realmente sucedió.¿Por qué había sido tan estúpido en corresponderle? ¡¡Aishh!! Ganas de golpearse la cabeza no le faltaban, tampoco ayudaba que el maknae tuviera conocimiento de su secreto.

 

El segundo motivo le había llevado a tener que traer a Young Bae y a SeungRi a la villa, no hubo necesidad de recoger a Daesung porque él ya se encontraba allí por ser su día de turno.

Todos estaban completos.

 

-¿Ji? ¿Estás seguro que funcionará? ¿Y si nos rechaza?- preguntó Young Bae inseguro.

 

-No lo hará, no te preocupes. ¿No dijiste que notaste pequeños cambios esta semana?- señaló tranquilo - Estuve investigando.

 

Cosa que realmente hizo hace tres meses, pero él se había obligado, la noche anterior, a tratar de despejar su mente haciendo un repaso de ciertas cosas puntuales. Información que no daría ni muerto, por supuesto.

 

 -Y es momento que cambie de aires, no puede seguir aislado todo el tiempo- siguió con su alegato naturalmente- Han pasado 4 meses, Bae.

 

-Lo sé. Aún así, espero que tu plan funcione.

 

-Yo también, estoy jugando mi última carta en esto.

 

 Ji Yong confesó suspirando.

 

-¡Hyungs! ¿Voy a cargar todo esto? Necesito ayuda, ¿saben?- dijo el maknae del grupo quejándose.

 

-Eishhh, siempre tan ruidoso- Young Bae expresó ligeramente fastidiado.

 

Ji Yong rió suavemente.

 

-Encima que estoy ayudando en este plan que tuvo, Ji Yong hyung. Solo pido ayuda- continúo prostestando, no iba a empezar ahora a tirar la toalla rápido- Estas cosas pesan demasiado.

 

-Bae tiene razón, agradecemos tu ayuda, pero evita ser escandaloso, ¿sí?- SeungRi frunció el ceño- Y también tienes razón, hay que ayudar. Es mucho por subir.

 

-Eso me gusta. Ahora si nos entendemos,  hyung-sonrió ampliamente.

 

A lo que el duo restante no tardó a prorrumpir a carcajadas, siempre había algo en cualquier gesto procedente de SeungRi, que hacía imposible tomarlo en serio.

 

-Ya, ya maknae. No vas cambiar, ¿no?

 

Young Bae se acercó a ayudarlo, continuaba riendo a pesar de su buena acción.

 

-Obvio que mi personalidad adorable no va cambiar hyung.

 

El bailarin enarcó una ceja desafiante, después de varios años a veces le seguía desconcertando la soltura con la que SeungRi se manejaba, como si dijera que el sol es azul desde una base contundente y de una manera casi creíble. Ese a medias se debía a que ellos existían y lo habían aprendido a conocer, él apostaba que fuera del círculo de BIGBANG le funcionaba el truco con sus conquistas de turno o gente que necesitaba convencer.

Ji

 Yong viendo que Young Bae no se iba a quedar callado, cogió una de las bolsas y decidió adelantarse, no necesitaba perder más tiempo.

 

-Mucha charla, entremos- apuró.

 

Sultilmente les dio un pequeño empujoncito para que avanzaran, funcionó porque de un segundo a otro, seis piernas empezaban a moverse con la agilidad pemitida debido al peso que llevaban  y ni siquiera repararon cuando llegaron a la puerta. Ji Yong había tecleado la clave con una precisión envidiable y deslizado la puerta grácilmente, dando el pase a los otros dos y así llegaron a la sala.

 

Daesung les recibió con una sonrisa esperanzadora  y ojos brillantes, tenía bastante tiempo desde que no veía esa expresión, ocasionando que él y sus amigos desplegaran las comisuras de sus labios.

 

Nadie se sorprendió por el hecho, Daesung tenía ese poder.

 

El de tener una sonrisa contagiante, más cuando era sincera y provenía desde su corazón. No necesitaban palabras, el sentimiento confortante palpitando en ellos cuatro reunidos en la habitación bastaba. Era como si de esa manera se estuviesen mandando fuerzas y energías. ¡Y por todos los cielos, lo necesitaban! Porque aunque cada uno no supiera todos los efectos de la situación del otro, ya sea por omitir cosas o no haber podido dialogar tendido del tema, ellos estarían el uno para el otro siempre y los pocos rayos de sol eran bienvenidos, todo sea por seguir adelante.

 

 La sonrisa no se les borró de sus rostros por unos minutos hasta que decidieron romper el silencio.

 

-Dae, estás aquí. Pensé que estarías con Seung- habló el líder.

 

-Como sabía que vendrían, decidí esperarlos y ayudarlos. Espero que esto funcione.

 

-¡Por fin alguien dijo que ayuda por su propia voluntad!

 

 Ri aliviado irguió el brazo que tenía menos peso.

 

-¡¡No seas exagerado, Ri!!

 

Young Bae jugetonamente, usando su hombro, dio un golpe ligero al suyo.

 

-Supongo que Seung está en su habitación, ¿cierto?

 

Daesung asintió tomando las bolsas de Ji Yong, a este la repuesta no fue de su agrado. Él tenía la ilusión, de al menos, encontrarle por los jardines de la villa. Ahora sacarle del lugar iba a ser algo difícil. En realidad era muy complicado, ¡pero vamos!  Maquillar un poquito las cosas, le daría más determinación, ¿no? Trató de no suspirar, pero su inconciente le ganó la partida.

 

-Entonces ayuda a los demás a armar esto, dentro de unos minutos vendré.

 

Ahí voy.

 

-¿Hyung?- soltó SeungRi- ¡¡Fighting!!

 

-Ni que fuera a la guerra maknae- divertido, Young Bae cruzó sus brazos.

 

Había dejado su cargamento en el sofá cercano.

 

-No me importa- sacó la lengua- Por cierto. ¡¡Yo quiero el negro!!

 

-Ni empezamos y ya estás escogiendo colores, Ri. Entonces, me quedo con el amarillo- dijo Daesung.

 

Ji Yong no volteó ni sonrió ante ello, pero agradeció el apoyo del maknae y sabía la causa detrás de eso. Decidido, empezó caminar hacia la habitación con el sonido del característico barullo armado por sus amigos a sus espaldas.

 

Sonrío ante ello, la escena de antaño le dio más fuerza. Cuando volvieran a ser cinco haciendo lo que más amaban en el mundo, serían imparables, se hizo la promesa en ese momento y la iba a cumplir.  Sus pasos firmes hasta llegar a la habitación de Seung Hyun, se convirtieron en los ecos de sus pensamientos y como siempre la encontró completamente a oscura, demasiado densa y si no se ahogó fue por puro milagro. Conociendo la villa de Seung Hyun de memoria -para algo servía vivir meses allí -ubicó donde estaban las cortinas y las abrió con suavidad.

 

Para su sorpresa encontró al mayor acurrucado en la cabecera de la cama, estaba despierto y abrazaba sus rodillas como si eso le fuese a salvar o calmar a todo lo que llevaba dentro. Ignorando el milésimo quiebre de su corazón, se dirigió a la cama. Al menos,  ya se había acostumbrado a que le doliera el pecho cada vez que encontraba a Seung en un estado lamentable. Poco a poco lo había hecho, por lo que le era un poquito más fácil de llevarlo.

 

-¿Seung? Estás despierto.

 

-Sabía que venías, por eso lo estoy. No quiero hacerlo, pero sé que si no pongo de mi parte, no funcionará, ¿verdad?

 

Susurró con la barbilla apoyada encima de sus rodillas y hundiendo su mirada en él. Ji Yong se enfocó en las palabras de Seung Hyun, una dulce sonrisa brotó de sus labios.

 

-Te acabas de responder, Seung.

 

Su corazón latía ligeramente rápido. Tal vez, poco a poco había forma de sacar al mayor de ese agujero negro en qué estaba sumido.

 

-Ahhh… -suspiró tristemente- ¿Adónde me llevaras?

 

-Oh, no tienes que moverte. Solo ponte ropa cómoda, nada más, te espero en la sala-Ji Yong caminó hacia la salida con la misma sonrisa- Traje a los chicos.

 

Se giró a ver al mayor una vez más antes de desaparecer de la habitación completamente

 

-La letra B, creo que es fácil.

 

Inmediatamente Ji Yong desapareció del lugar dejando solo al mayor del grupo. Seung con la mirada resignada empezó a cambiarse. No le quedaba de otra, ¿verdad?

 

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-¿Y qué fue hyung?

 

La postura de SeungRi era ansiosa, Ji Yong llegaba de la habitación de Seung.

 

-Vendrá.

 

Se reservó el derecho de acallar su alegría.

 

-¡Sí! ¡Lo sabía! Solo tú puedes convencerlo- decía el maknae emocionado.

 

Chocó las palmas con Daesung.

 

-Es cierto. Tú idea fue buena al parecer, hyung.

 

-Ojalá sea cierto

 

 Musitó algo inseguro, su mente no borrraba en el estado que encontró a Seung.

 

-¡¡Ten confianza Ji!!- animó Young Bae.

 

-¿Ya está todo listo?

 

 Ji Yong ignoró sus palabras, no quería ilusionarse demasiado y terminar al final por quebrarse en pequeños pedazos

 

- ¿Ya saben lo qué tiene que hacer, verdad?

 

-Todo listo, hyung- dijo Daesung.

 

-Nosotros nos encargaremos que todo salga bien y animarlo- dijo confiado el maknae.

 

-Muy bien. Ahora solo a esperar que Seung salga, les quedó bien la sala. Dae, ¿Seung ha desayunado?

 

-No. ¿Sabes? Solo esta semana ha comido una vez al día y solo una pequeña ración. Es bueno eso, ¿verdad? Así que supongo que almorzará con nosotros o cenará contigo.

 

-Espero que se anime- otra vez la preocupación volvió a Ji Yong.

 

-¡Lo hará!

 

Young Bae seguía en la tarea de no permitir que los ánimos de los integrantes de la sala flaqueara.

 

Después de unos minutos. Seung, el causante de todo lo que estaban haciendo, apareció por la sala haciendo su acto de presencia. Había hecho caso a la sugerencia de Ji Yong, vestía algo cómodo. Unos pantalones holgados y un sweater. Si bien su andar era desganado y  pausado, la cara de sorpresa que se formó en su rostro al entrar fue de alguna manera épica.

 

Él no era el único que se encontraba en esa condición. También a los demás miembros del grupo, excepto Ji Yong pasaban por lo mismo. Sabían por el líder del grupo que había salido y comido un poco el fin de semana pasado,  aún así se encontraban anonadados porque una cosa era escucharlo y otra muy diferente verlo en vivo.

 

Ji Yong no sabía si a ese punto reírse o no, era tan raro el ambiente en que se había sumido la habitación. Por primera vez en su vida no sabía qué hacer.

 

-¡Hyung! ¡Hyung! ¡Estás aquí!

 

SeungRi corrió a abrazar al mayor. Este ni se inmutó ante el gesto, ni siquiera correspondió el abrazo

 

- ¡No lo puede creer! ¡Siempre he sabido que eres el mejor!

 

-Oh… Dios. ¡¡Aishh… maknae!! Ven acá.

 

Young Bae lo cogió del cuello separándolo de Seung y meneó su cabeza ligeramente en señal de desaprobación.

 

-Contén tu emoción un poquito.

 

-Tengo tanto amor para dar.

 

-Y ya empezaste, Ri- Daesung rió entre dientes- Aunque estoy de acuerdo con hyung.

 

-¿Qué… es esto?- inquirió Seung, aún consternado con voz rasposa.

 

Hace tiempo que no escuchaba el ruido y no sabía cómo reaccionar al respecto, más le sorprendía ver en lo que había convertido su sala.

 

-Te dije, Seung. Hoy es la B de bowling como ves- Ji Yong tomó la palabra- Así que, ¿listo?

 

 -¡Yo quiero hacer equipo con Ji Yong hyung y TOP hyung!

 

Inmediatamente SeungRi jaló de la mano a Ji Yong y se puso en medio de sus hyungs, los abrazó poniendo sus brazos alrededor de los hombros de ellos.

 

-Quiero estar al lado de los mejores.

 

-¿Estás insinuando que somos malos para esto, maknae?- Young Bae entrecerró los ojos.

 

-No. Bueno… es que…

 

-También lo vi así- dijo Daesung.

 

Lo hacía por fastidiarlo.

 

-¡¡Ustedes también son los mejores!! Solo que me quedo con lo mejor de lo mejor- SeungRi intentó arreglarlo.

 

-¡Olvídalo! No sirves para arreglar las cosas.

 

Young Bae bufó y SeungRi frunció el ceño.

 

-¡Heyy! No han dejado a hablar a Seung.

 

Ji Yong intervino, se había dado cuenta del mutismo y eso para él no era nada bueno, tenía que interactuar con los demás. Él no se iba a olvidar de los objetivos de esa semana.

 

Seung escuchaba todo, no sabía qué hacer, qué sentir, qué hablar. ¿Era bueno, divertirse? ¿Era bueno sonreír en un momento como ese? No lo sabía, era consciente que el tiempo había pasado. Pero no era fácil hacerlo, parecía un pez fuera del agua. Solo el hecho de haber caminado hacía su propia sala había sido toda una hazaña, así definía todo el esfuerzo que había puesto. No se sentía bien consigo mismo y no podía evitarlo, el sentirse la peor basura o alimaña sobre la faz de la tierra, trataba de obviarlo, aunque era duro y ahora todo el mundo esperaba una respuesta de él.

 

¿Cuál sería la correcta? ¿Era correcto esto?

 

-Eres buena persona, Seung.

 

Ji Yong habló sacándole de sus pensamientos. Él se sorprendió, aunque no mostró ni un signo de emoción, sus habilidades actorales le ayudaban. No podía creer que Ji Yong le conociera hasta ese punto de básicamente leerle la mente

 

-Entonces, ¿qué dices?

 

-Te apoyaremos hyung- Daesung habló en tono tranquilizador.

 

Mientras los demás asentían de acuerdo con lo dicho por él.

 

-Está bien- habló con tono carente de voz.

 

-No te arrepentirás, hyung. ¡¡La vamos a pasar genial!! ¡¡Hasta asaré carne para ti!! –explotó un sincero y emocionado SeungRi.

 

-Últimamente te gusta hacer eso- Ji Yong rió entre dientes.

 

-¡¡Solo lo hago para personas especiales y hyung lo es!!

 

El maknae se sentía feliz, no importaba que los demás se rieran a su costa.

 

-Ya que Ri habló, le tomo la palabra- Daesung apuntó- Ahora sí, ¿empezamos?

 

-¡Vamos!

 

Young Bae habló y los demás no tardaron en seguirle.

 

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La noche cayó sin remedio mucho antes de lo esperado, para Ji Yong el tiempo había pasado rápido y quería alargar lo más posible la estadía de los demás en la villa, a propósito se estaba demorando en despedir a cada uno de ellos. Se encontraba a las afueras del reciento viendo como sus amigos entraban a sus respectivos autos.

 

No quería que se vayan.

 

-El Lunes te haré el relevo, bro.

 

-Vale, te espero temprano.

 

-Hoy fue un bonito día. Gracias, hyung- habló Ri- Aunque TOP hyung estuvo más o menos esquivo. Agradezco su esfuerzo.

 

-No te des por vencido- Daesung habló.

 

Estaba en el carro del bailarín del grupo.

 

-Lo haré, los veré entre la semana. Adiós.

 

 Ji Yong se forzó a decir, por más que no quería.

 

Automáticamente los carros arrancaron perdiéndose en la penumbra de la noche. Ji Yong sonrió nostálgicamente. Ahora se quedaba a solas con Seung y solo tenía que seguir adelante. Buscar hacerlo de cualquier forma. Sea cual sea, el resultado de la noche.  No toda la vida iba a evitarlo.

 

Caminando con pesadez entró a la villa. Se dirigía directo a la cocina, dispuesto a prepararse algo de cenar y luego se iría a la habitación de Seung a descansar en el sofá como siempre. Rogaba que él estuviese dormido. Ni bien entró a la cocina, una voz le sobresaltó.

 

Tan centrado estaba en si mismo y en su problema que no se percató de la presencia de Seung Hyun.

 

-¿Ya se fueron?- su característica se escuchó en la habitación.

 

-¡Seung! ¡Es la segunda vez que me asustas! – gritó sobresaltado y no solo por su aparición.

 

-Lo siento.

 

-Ya se fueron. Voy a prepararme la cena, si eso es lo que querías saber. Tu curiosidad está resuelta, puedes ir a descansar. Seguro lo necesitas.

 

Habló normalmente listo para pasar de largo, rezando por dentro. Sin embargo no lo consiguió.

 

-Parece que me estuvieses botando de aquí- Seung agarró su mano.

 

Eran un claro: No te atrevas a moverte de aquí. Mensaje captado, ¿quería recibirlo? No. Tragó saliva.

 

- ¿Por qué los trajiste? ¿Fue por mí, verdad?

 

Seung preguntó las cosas de manera directa, tenía que sacarse la duda que le venía rondando por la cabeza durante todo el día.

 

La habitación se tornó de manera silenciosa, Ji Yong de espaldas de Seung, mientras su mano era sostenida por este. Igualmente a espaldas de él, aferrándose fuertemente a su palma. El acto le tomó por sorpresa poniéndole nervioso y en blanco, al punto de no saber cómo huír.

 

¡Al diablo, salir adelante! ¿Qué le iba a responder?

 

Su corazón latía tan agitadamente en ese momento, al punto que creía desfallecer. ¡Mierda! ¿Por qué había sido tan estúpido? ¿Por qué no había tenido una señal de advertencia?

Notas finales:

Personalmente a mi me encantó escribir este capítulo, sobre todo la nueva escena. Sentí que tenía más coherencia armando esta historia. Si se dieron cuenta cuál es, espero que me lo digan en sus reviews.

La inspiración de hoy fueron la canciones: Bring Me the Night- Sam Tsui ft- Kina Grannis y Just A Dream- Sam Tsui ft. Christina Grimmie.

Hasta el próximo capítulo ~


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