Ultimo fragmento del libro de las sombras:
“Cuando morimos de una forma trágica, cuando no podemos tan siquiera despedirnos… es cuando una parte de nosotros queda junto a la persona que en vida, significo mucho. Sin poder evitarlo, incluso los mismos dioses comparten aquel destino tan humano y simple. Nada escapa del amor, inclusive el creador de todo no puede jactarse de sucumbir frente a la ternura de sentirse querido.
La tristeza es un sentimiento que a nadie le gusta experimentar, pero sería aun más triste perder a alguien y no sufrir. Todo lo que sentimos… absolutamente todo… están ahí para recordarnos… cuan vivos aun estamos”
La existencia de Loki no era más que una pequeña parte del dios que fue enviado al mundo de las sombras ya hace muchos años, siguiendo esa lógica, su poder era limitado y sobre todo, efímero. Al usarlo corría el riesgo de desaparecer como al final lo hizo todo lo demás. ¿Desaparecer?... en verdad no era algo malo, al contrario… tal vez… podría volverlos a ver.
¿Podemos proteger algo que ya no existe?, tal vez… en el final de los tiempos… solo debemos procurar de resguardar lo que alguna vez fue. Su Madre, sus amigos… su amor… todos ellos hace que valga la pena del último intento porque todo esto acabe.
“… Lo único que me queda es esto” –susurro Loki mientras llevaba sus manos por sobre su corazón provocando que su sueño brillara de una forma encantadoramente tierna— “Necesito sellar esta oscuridad” –cerro los ojos y antes de que pudiera usar aquel poder…
“¡No lo permitiré!” –El Reflejo aprisiono aquel brillo con su mano provocando que el pequeño sufriera ya que este intentaba arrancárselo del cuerpo con brusquedad— “Tú morirás conmigo” –dijo mientras extraía y destruía definitivamente aquella esperanza de una vida mejor.
Loki abrió los ojos de par en par, al hacerlo noto como miles de diminutos destellos floraron frente a él para finalmente desaparecer en el manto oscuro. Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar lo que una vez pudo imaginar, toda su existencia, lo poco que tenía se basaba en que aquella fe la cual necesitaba más que nada que se volviese realidad. Pero al ya no tenerla… ¿qué le espera?... ¿qué queda? Retrocedió unos pasos sin poder tan siquiera decir nada, sus labios ocultaban las palabras que en su desesperanza debía susurrar.
“Ya no hay nadie que pueda detenerme” –el Reflejo sonrió de forma ambiciosa y nefasta, en sus ojos no solo habitaba la oscuridad sino que también el caos.
Después de ser el responsable de que la luz fuese absorbida, el Reflejo abrió un portal al mundo de las Sombras provocando de en sí, ellos tomaran el control de él. No había vuelta atrás, no cuando el mal estaba por ganar.
El pequeño dios no pudo evitar ocultar su rostro con sus manos en un acto casi reflejo y desesperado, todo su ser estaba intranquilo producto del miedo, estaba solo y en frente de alguien que ya no era solo su Reflejo, no… los últimos momentos que le quedaba los estaba compartiendo con la reencarnación del caos-- “… ¿Por qué?... ¿por qué no existe la más mínima bondad dentro de ti?” –Susurro con tristeza
“Estoy cansado de hacer todo esto por ti y que tú no lo valores… prometí destruir a todos los que estuviesen en mi contra… y tal vez… ¡eso te incluye a ti también!” –grito molesto al tiempo que de su mano una emergió una ráfaga de energía oscura que golpeo el cuerpo del pequeño causándole aun más dolor y daño
Loki sollozo para terminar abrazándose a sí mismo como el último recurso para encontrar algo de consuelo en el fin de los tiempos. Agacho el rostro y cerró los ojos, no pudo evitar que en su mente lamentara de no ser fuerte, de no poder hacer algo… odiaba no poder luchar como lo hicieron ellos en más de una oportunidad.
“¿Por qué me abandonaron?” --se pregunto mientras pequeños cristales se desprendían de sus brillantes y trasparentes ojos verdes para caer sobre el hielo que cubría en su totalidad a toda la superficie terrestre
“Veo que por fin aceptas que tu sueño nunca tuvo valor alguno” –acuso el Reflejo mientras disfrutaba que Loki por fin viviera en la realidad— “nadie te salvara… nadie te protegerá… por culpa de ellos es que sufres de esta forma y yo hago esto tratando de hacerle pagar sus culpas”
Al escuchar eso, el pequeño dios recordó su vida, la vida seria perfecta tan solo si ellos estuviesen con él, la verdad… no necesitaba más que eso para ser feliz. Al no tener aquel sueño dentro de sí, no pudo evitar preguntarse: “¿Acaso, todo aquello estaba prohibido?... ¿acaso, era un imposible?... ¿acaso… nunca podía ser real?” Levanto la mirada y pese a que sus lágrimas le dificultaban ver con claridad, aprecio como su otro yo, estaba jactándose de lo banal que es imaginar una vida mejor.
“Mi sueño no era tan solo un sueño… era… una promesa que me hice a mí mismo y a todos los demás” –sonrió levemente— “tu también… debería de saber que tan maravilloso es no estar solo”
“¡No digas tonterías!... no tienes la fuerza de luchar por nadie y por nada” –volvió a atacar a Loki con la energía oscura proveniente de su propio interior causando que este se debilitara aun mas— “…Ahora entiendo que no mereces mi completa devoción…. no mereces todos los sacrificios que he hecho… no mereces nada” –sonrió satisfecho al no ver más que un dios derrotado y sumergido en una profunda tristeza
Mientras Loki presentaba una fragilidad que pronto le costaría su propia existencia, el último deseo antes de morir del dios del Trueno fue el motivo por el cual Mjolnir se apartara de Thor y fuera a donde se encontraba el pequeño con el fin de brindarle protección. Lo único que podía hacer el mítico martillo era generar estática y después truenos los cuales tenían como única misión de atacar al Reflejo. El impacto de aquella energía, provoco que el hielo se fracturara en grandes bloques y después en partes más pequeñas, de pronto Loki perdió el equilibrio y al caer al suelo, pudo apreciar de forma asombrada como Mjolnir luchaba como si Thor estuviese ahí en verdad.
“¡Insolente!” –grito el Reflejo mientras la luz segaba su visión provocándole una furia incontrolable— “… Te hare desaparecer” –respondió el ataque con la fuerza de su propio odio, provocando que legendario martillo se quebrara en miles de pedazos.
“…No… nooo” –susurro de forma inconsciente al tiempo que no podía controlar sus pequeñas manos temblorosas -- “… Nunca imagine… que esto… pudiese en verdad ocurrir… ¿por qué?... basta por favor… esto debe ser una pesadilla… es solo una pesadilla… por favor… que alguien me diga que esto no está pasando” –lloro con desasosiego
Cuando por fin el decimo mundo ya esta creado, su propia existencia provocaba que se autodestruyera. La leyenda dice, que el creador de todo, puede conformar un planeta el cual alberge el origen de los demás mundos, de las galaxias, de los seres vivos e incluso, contener el tiempo y espacio, poderes, almas, así como también a la propia muerte y oscuridad. Si aquel mundo es destruido, todo regresara a su lugar de origen y como tal, se crea una dimensión carente de todo.
Desde el extremo sur del legendario mundo, una explosión emergió con fuerza provocando que todo en cuestión de segundos, fuese arrasado a su paso. Aquel destello en tonos cálidos era la representación de la intensa energía destructora que se estaba liberando. Mientras ciudades, personas, animales y plantas estaban siendo exterminados, Loki mantenía su vista en sus puños que cerrados con fuerza, reflejaban su frustración. Era un niño pero a la vez, sentía que debía comportarse como un adulto y enfrentar esta situación como tal… eso quería pero… ya no tenía nada… estaba solo y pronto… todo desaparecía. Cerró los ojos y por un segundo, pensó que lo mejor era tan solo esperar lo inevitable.
Controlar el dolor es imposible, mas aun cuando sabes que no hay futuro alguno esperando por ti. Todo lo que se ha perdido, ya está perdido, todo lo que una vez se amo… es solo un recuerdo, todo lo que nos hace feliz se ha convertido en una ilusión… al final, la única solución es que todo acabe para que también acabe nuestro sufrimiento.
“Mi querido Loki… no debes perder la fe” –susurro Frigga con suavidad
“No estás solo” –confeso Stark mientras sonreía de forma segura
“Seguimos estando a tu lado” –comento Steve con voz tranquila muy habitual en el
“…Nunca dejaremos de amarte” –acoto Thor mientras sus ojos claros brillaban de forma especial
Loki abrió los ojos de forma brusca, ¿será que la necesidad de no sentirse solo provoco aquella ilusión? Pero… de todas formas observo a su alrededor con la esperanza de verlos junto a él, pero no fue así. No había nadie y prácticamente en nada en que creer pero… aun así… sentía como ellos aun tuvieran fe en él. ¿Podía ser eso posible?, ¿acaso aun después de la muerte ellos seguían estando a su lado? Sus delicadas manos se aferraron al cristal que no era más que el agua congelada provocándole dolor aquel tacto, ¿cómo? –se pregunto y lo supo, una pequeña parte de él seguía con vida.
Una imagen de un Iron Man volando por el cielo vino a su mente y un Capitán América que con su escudo protegía a los demás, provoco que sonriera levemente. Un dios del trueno junto con Mjolnir velaban por mantener la paz en los nueves mundo… al tiempo que Frigga, quien en su sabiduría y delicadeza, tenia esperanza de que su adorado hijo Loki regresara ser el mismo que fue de pequeño. Cada imagen, era un tesoro mas valioso que el poder de controlarlo todo, el amor no solo sirve para hacernos feliz, no… el amor es una necesidad del alma, de la vida… e incluso en la propia muerte.
Quizás el horizonte se torne carmesí pero aun había tiempo, tiempo para intentarlo… aunque eso signifique…
“Estas tan solo como yo… estas…” –susurro el Reflejo mientras se disponía a volver a atacar a Loki pero…
“… Ellos no me han abandonado… no… ellos creen en mi… es por eso que yo también debo tener fe… estoy seguro que podre sellar esta oscuridad” –de forma lenta y torpe se puso de pie, pero su pequeño rostro mostraba la seguridad de sus palabras pese a que sus ojos reflejaban el dolor de tantas heridas emocionales del último tiempo o tal vez, de su vida entera
“Es demasiado tarde” –dijo el Reflejo pero aquello no persuadió al pequeño
“Tal vez así sea” –sonrió levemente— “Pero… luchare como ellos siempre lo hicieron” –susurro mientras cerraba sus ojos y trataba de olvidar el sonido de la onda explosiva que pronto los alcanzaría. Nuevamente se llevo sus manos hacia su pecho y desde allí, extrajo el último poder que le quedaba, es decir, su propia alma en sí. Al exteriorizarla, su propia imagen se volvió más borrosa y débil pero así mismo, un bello resplandor deslumbro al propio Reflejo que le veía con recelo. Manteniendo toda la concentración que necesitaba para conjurar un último hechizo, Loki de pronto abrió los ojos y así con voz firme grito: “¡Sello de cristal!” –extendió sus manos hacia adelante provocando que su alma se fracturara y liberara toda su luz
“¡Sello oscuro!” –Vocifero el Reflejo sin dudarlo en lo absoluto, confiaba en que la oscuridad era lo suficientemente fuerte para absorber aquel resplandor
El enfrentamiento mitológico del bien y de mal se basaba en una mezcla de magia y en la energía vital de sus propias almas, pensamientos, deseo y sobre todo… fe. El suelo tembló al verse nuevamente en medio de una lucha que pudiese ser vista como el juicio final.
“¡Ríndete!” –Dijo el Reflejo mientras veía que la situación le favorecía abiertamente— “ya lo has perdido todo, ¿por qué no te das cuenta de que no vale la pena seguir luchando?“
“¡No!... tengo fe en que aun puedo protegerlos” –El pequeño Loki hablo desde lo más profundo de sus sentimientos
“¿Proteger?... no me hagas reír… todo termino” –incremento sus fuerzas causando que Loki temiera perder la batalla en cualquier momento
"Quiero luchar hasta el final... como ellos lo hicieron"
"Tonto, no lograras nada" -se burlo
El choque de fuerzas era brutalmente fatal para ambos, al liberar sus energías lo único que lograrían eran destruirse mutuamente. Tanto Loki como el Reflejo estaban perdiendo nitidez, a cada segundo se convertían en fantasmas hechos tan solo de neblina y nada más.
"... No puedo perder...no puedo" -susurro Loki con desesperación. Cerrando los ojos Loki tan solo pudo susurrar: “Por favor… por favor Gemas del Infinito… ayúdenme a tener la fuerza necesaria para luchar por los demás”
Toda su vida, Frigga estuvo ahí para él. Ella con una ternura propia de una madre, le sentaba en su regazo y le explicaba cómo estaba conformado el espacio y tiempo.
“Si puedes ver las estrellas… ¿quién nos dice que ellas no nos puedan ver a nosotros?” –sonreía mientras la brisa movía sus largos cabellos de forma suave
Mientras escuchaban la canción The perfect life, Steve reto a Tony para que la cantara y este le miro diciendo: “¿crees que no me atrevo?... la cantare y atente a las consecuencias””
Tanto Stark, Roger y Loki reían mientras los demás pensaban que sencillamente estaban locos, pero a ningunos de los tres les importo, tan solo seguían divirtiéndose y comiendo sus deliciosos helados.
Cuando Thor le confesó que le quería, aquel día fue un día realmente perfecto e inolvidable. Sellaron aquella promesa de amor mediante un beso el cual, nadie jamás podía disolver. Entrelazaron sus manos y eso era más fuerte que cualquier cadena, ambos estaban seguros de quererse por siempre.
“Amo todo de ti Loki… no hay nada que no me guste” –sonrió al decirlo
“¿Amas todo?... ¿incluso mi Reflejo?” --pregunto Loki
“Por supuesto, mi amor… amo hasta tu reflejo”
"Ahora que la oscuridad esta liberada, no tienes la mas minima oportunidad... ¡Desaparece!" --Grito el Reflejo
La sensación de pérdida no era más fuerte que su deseo de seguir adelante, el pequeño abrió los ojos y con la última oportunidad que tendría antes que la estela de la explosión se acercara a ellos, volvió a dirigirles unas palabras a las Gemas pero esta vez, lo hizo en un tono fuerte y decidido:
“… Gemas del Infinito… ¡escúchenme!” –grito mientras sus fuerzas estaban a punto de sucumbir
Desde el agujero negro, estas se remecieron al sentir como una voz se elevaba por sobre toda lógica, no era solo la voz de un niño, al contrario, escucharon la voz del verdadero Rey
“¿Qué es lo que desea?” –susurraron las dos Gemas al mismo tiempo y esperando cumplir la voluntad de este.
El hielo se fracturo y comenzó a elevarse por los aires ya que la fuerza de gravedad ya no existía en todo el mundo. El cielo se torno de un color muy similar al de las hojas de los arboles en otoño, la explosión los amenazaba desde horizonte faltando solo una pequeña porción por destruir del decimo mundo.
Sin miedo de lo que pueda pasar, Loki sello su destino y del Reflejo al decir: “¡Les ordeno que sellen esta oscuridad!”
El Reflejo se sorprendió que en tan solo un segundo, el agujero negro se convirtiese en un destello capaz de absorber todas las sombras que de forma inimaginable cubrían cada centímetro del universo. Las Gemas habían obedecido sin dudar por lo cual no se detendrían, sencillamente liberaron la luz contenida con anterioridad por lo que de pronto, el resplandor de las estrellas y todo lo demás estaban ahí como si nunca hubiese sucedido nada, el cielo nocturno era realmente hermoso.
El Reflejo que sin entender como había sido derrotado, observo a Loki por ultima vez, bajando los brazos con pesar se dedico a esperar su nuevo destino... si, al final... él tambien sería sellado en aquel mundo pero no podía evitarlo, no cuando Loki era quien controla las Gemas. Cerrando los ojos, tan solo espero. Finalmente fue sellado en el mundo de las sombras junto con toda la oscuridad que había liberado anteriormente.
Aquel resplandor tan cálido, provoco que Loki se sintiese protegido. Era realmente hermoso ver las constelaciones y todos aquellos colores en el cielo nocturno, era como un sueño... un sueño que no pudo volverse real. Sonrió al imaginar que podría reencontrarse con ellos y así… tal vez… estar juntos por siempre. Sin poder evitarlo sus ojos se cerraron al tiempo que el resplandor lo envolvió causando que se desintegrara.
El poder de las Gemas competían con la destrucción propia del decimo mundo, ambas fuerzas se enfrentaron pero el resplandor que Loki había invocado fue mayor. Continúo cubriendo el lugar y al ir alcanzando los cuerpos de Thor, de Frigga, de Steve y finalmente de Tony, estos desaparecieron junto con todo lo demás.
Finalmente, al ya no existir aquel mundo, de pronto una dimensión sin fin y vacía emergió como reemplazo de todo lo que una vez fue.