“… Entonces, eso pasa cuando fallecemos” –Explico Astrid para satisfacer la curiosidad de Loki
“¿Incluso yo?” –Pregunto el pequeño con algo de asombro
Astrid guardo silencio y no respondió aquello como lo haría cualquier otra persona, ella, tan solo guardo silencio ocultando con recelo su verdad. Lentamente volvió a fijar su mirada con aquellos ojos verdes los cuales le miraban con ternura y furia a la vez. Si, aquellas gemas parecían un portal de este con los demás mundos. Se sentía tan a gusto observándolos que sus manos viajaron de su regazo hasta el cuerpo del pequeño, y así, le abrazo para hacerle cosquillas, resultando en que él se riera sin poder detenerse. Feliz, Loki era feliz, tenía todo lo que un príncipe podía tener e incluso más de lo que podía imaginar, eso era un consuelo para Astrid, era un consuelo para su devoción.
“Es hora de dormir, pequeño travieso” –Repuso acercándose aún mas y dándole un sonoro beso sobre su frente.
“Mañana, mi mamá me enseñara magia” –Comento alegre
“Me parece muy bien” –Sonrió y nuevamente, le quedo viendo fijamente como si quisiera decirle algo, pero sin atreverse hacerlo— “… Descansa cariño” –Susurro convencida de que ya era hora que dejarle solo
Se levantó de la cama con suavidad y caminando hasta la ventana, deslizo hacia un lado la cortina para permitir que algo de luz nocturna se colara hacia el cuarto. De esa forma, volteo y le dedico la última sonrisa del día al príncipe antes de apagar la luz y abandonar el cuarto.
Camino por el pasillo manteniendo sus brazos cruzados por delante de su pecho, casi como si deseara protegerse de algo. En sus pensamientos, se atrapaba la idea de que es una excelente idea de que Loki aprendiera usar magia, porque sin duda, tenía aquel talento.
Mirando la puerta de la habitación de Thor, fugazmente tuvo un sentimiento que con esfuerzo tuvo que alejar, entrecerró los ojos y resistiendo con todo su corazón, continúo alejándose hasta que pudo salir al jardín. Todo estaba bien a no ser por la presencia le Heimdall quien la estaba esperando con una actitud bastante grosera, al menos, eso le pareció a ella.
“No me gusta perder el tiempo, no cuando se trata de temas importantes… perfectamente sabes que puedo ver todo, pero a su vez no puedo ver nada relacionado contigo… eso me preocupa, más aún cuando estás tan cerca del príncipe Loki” –La miro de forma seria
Astrid tan solo podía pensar en que Heimdall tardo cinco años en tener esta conversación, eso decía mucho viniendo de él, entonces todo este tiempo había hecho todo lo posible por solucionarlo, por ver algo aunque sea, pero como su orgullo era tan grande, recién ahora se daba por vencido. Era una burla que después de tanto tiempo recién se atreva a cuestionarla, esto era una mala señal.
“No sabía que la preocupación se manifestara con efecto retardado” –Se burló y el dios la miro con poca paciencia— “…Bueno, supongo que esperas que responda, pero justamente ahora me siento muy cansada, además de que no es correcto que me busques a estas horas ni en este lugar” –Lo miro decida
“Cualquier cosa que ponga en peligro la vida del príncipe, merece mi atención sin importarme la hora y el lugar, tan solo responde” –Exigió de misma forma
“Tu preocupación es genuina y me gusta que sea así, pero te daré un consejo…” –Se acercó hasta Heimdall y mirándole de frente, termino por decir: “Enfócate en otras personas que están igual de cerca de Loki, porque son más peligrosas que yo, créeme”
Heimdall abrió los ojos de par en par al entender, o eso creyó, que ella sabía sobre el pasado de este mundo y de Loki. Sin duda le hubiese gustado preguntárselo, pero Astrid ya se había alejado rápidamente, casi escapando de la noche y del frio que comenzaba a caer.
Al día siguiente.
“Hermano” –Susurro Thor mientras removía con cuidado al pequeño, que debajo de toda la ropa de cama, dormía profundamente— “Hermano” –Insistió otra vez
“Nooo” –Se quejó el menor con pereza
El rubio sonrió, sin duda le gustaba ser el quien despertara a Loki porque de esa forma, obtenía lo que pocos podían ver, y eso era un despeinado príncipe que, con una carita de sueño, lucha contra las ganas de acurrucarse y seguir en la cama por todo el día. No era difícil despertarle, pero si lograr romper el vínculo con las sabanas, por eso, siempre había que tomarle en brazos y llevarlo al baño, para iniciar el día.
“Cuando Astrid llegue, vera que estás listo sin su ayuda” –Explico y extendió sus brazos para tomar las piernas y la espalda de Loki, con fuerza, lo arrastro por el colchón hasta el borde de la cama, para sí, levantarlo y caminar con él en brazos hasta el cuarto de aseo.
Era un niño cuidando de otro niño, perfectamente podía estar haciendo el ridículo al creerse capaz de organizar la vida del pequeño, pero, de todas formas algunas veces lo hacía muy bien y con resultados excelente. Continúo caminando y sintiéndose realmente poderoso, cuando Loki buscaba refugiarse en su pecho, casi como si buscara su almohada, casi como si el contacto de ambos le fuera muy relajante.
“Es hora del baño” –Dijo mientras lo observaba y para su suerte, Loki ya estaba un poco más despierto y orientado
“Bueno” –Repuso bostezando a los pocos segundos, después, repaso sus ojos con sus pequeñas manos, para terminar abriéndolos de par en par, lo cual era capaz de eclipsar la luz sol o de cualquier astro alejado años luz de aquí.
Thor lo dejo de pie en el suelo, mientras abría las llaves del agua caliente y cuando la tina estaba llena, ajusto la temperatura con un poco de agua fría. Busco algunas cosas que su hermano usaba para entretenerse durante el baño y las dejo flotando en aquella tranquila superficie. Agrego un líquido que hacer burbujas y listo, tan solo faltaba el pequeño príncipe.
Sus ojos celestes miraron a su hermano, quien seguía de pie en el mismo lugar pero con los ojos cerrados, si, Loki tenía la habilidad de quedarse dormido incluso apoyando todo el peso de su cuerpo en sus piernas. Con cuidado lo abrazo, dejo que su hermano apoyara su cabeza en su hombro como si otra vez fuese su almohada, la cercanía causo que los suspiros llegaran hasta la piel de su cuello y eso, le hacía sentir culpa de tener que interrumpir aquel sueño tan tranquilo.
“Eres como un bebé” –Susurro divertido y con cariño
Desabrocho el pijama, contorsionando logro quitárselo al igual que todo lo demás, tomándolo en brazos lo ingreso al agua con la precaución de que su rostro quedase en la superficie. La sensación acuática que envolvía su cuerpo, siempre despierta a Loki, nuevamente era consciente de que estaba en el baño y que era la hora del baño.
“Buenos días” –Saludo Thor mientras se acercaba y besaba la mejilla de su hermano
“Buenos días” –Respondía de forma animada
Buscando un asiento, quedo junto a la tina y listo para iniciar su trabajo, lo primero era lavar aquel cabello y después todo lo demás, ya lo había hecho antes así que tan solo tenía que mover sus manos de una buena vez, pero antes de llegar hacer algo, la presencia de Astrid en la puerta lo interrumpió. Loki sonrió feliz de verla y ella también hizo lo mismo a modo de respuesta, pero después le dedico una mirada penetrante al mayor de los príncipes.
“Veo perfectamente que intentas alejarme de mis deberes, pero lamento decirte que no puedes hacerlo, esto y todo lo demás, es mi obligación Thor… así que amablemente, te pediré que vayas a tu cuarto y ordenes tus juguetes, porque sencillamente eres y sigues siendo un niño”
Thor la miro con odio, odiaba que siempre recalcara que era un niño al igual que su hermano, odiaba que al ser un niño no estuviera apto para cuidar debidamente de Loki. No era así, claro que no, pero la niñera se esforzaba en decir lo contrario. Aparto la mirada de ella y la enfoco en el menor, este estaba tan alejado de aquella discusión que no captaba que ambos, no se llevan bien. Quería contradecirla, pero discutir frente a su hermano no era bueno porque se pondría triste y eso era algo que no quería, entonces, solo por eso se puso de pie dando por entendido que obedecería. Antes de irse, acaricio la cabeza de su hermano y dijo que lo estaría esperando afuera para ir a desayunar.
Astrid siguió con la mirada la retirada de Thor y suspiro de forma cansada, siempre tenían que tener este tipo de encuentro y todo producto de que el rubio deseaba tener a Loki para él solo, casi como si fuese de su propiedad.
“Buenos días pequeño, ¿cómo amaneciste?”
Ese era el pie para una divertida conversación entre ambos, Loki cerraba los ojos cuando ella masajeaba su cabello negro, luego se movía a medida que ella iba limpiando su cuerpo y finalmente, dejaba que le sacaran de la tina y que lo envolvieran en una gran toalla.
“Hoy mi mamá me enseñara a usar magia” –Repuso mientras que ella estaba arrodillada junto a él y le secaba el cabello
“Sin duda serás el mejor hechicero de los nueve mundos” –Dijo causando que el menor se riera divertido ante la idea de ser el mejor
Una vez seco y con una toalla protegiéndolo del cambio de temperatura, lo tomo en brazos para llevarlo de regreso a la cama, por lo que dejándolo de pie sobre ella, Astrid busco rápidamente las prendas del menor en los muebles y así, poco a poco, el príncipe Loki ya estaba formalmente listo. Inspeccionando su obra de arte y sonriendo, se agacho a la altura del menor, sin poder evitar mirarle con dulzura, tan solo dijo: “¿A quien quieres con todo tu corazón?”
“…A mi mamá, a mi papá, a mi hermano…” –La miro travieso y haciéndola esperar por su respuesta a lo que ella, tan solo hizo un divertido gesto sobreactuado de angustia— “… ¡A ti!” –Se rio y la abrazo por el cuello con fuerza
Astrid tan solo se aferró aquel cuerpo con gratitud de poder estar ahí para él. Besando la mejilla infantil del menor, supuso que Thor debía estarle esperando en el corredor y solo por eso, lo bajo de la cama y le giño un ojo para decirle: “Nos vemos más tarde, diviértete travieso”
Loki solo corrió por su cuarto y abrió la puerta de este, sonrió feliz de ver a su hermano quien, recargado en la pared, mataba el tiempo de todas las formas posibles, pero sin éxito alguno, era evidente que estaba aburrido.
“Por fin, ella se demora mucho alistándote, yo lo haría mucho mejor.” –Se quejó y tomándole la mano a Loki, tan solo dijo: “Vamos”, ambos comenzaron a desplazarse por el corredor
“Hoy mi mamá me enseñara magia” –Repuso mientras saltaba con un pie y después con otro, siempre hacia eso porque caminar le parecía aburrido
“Mamá trato de enseñarme, pero no aprendí” –Recordó y al hacerlo se sintió algo frustrado, en verdad le serviría en batalla, por lo menos, saber algún truco
“¡Yo si aprenderé!” –Grito mientras seguía jugando con sus pies
Thor le miro y por la seguridad que se dibujaban en aquellos ojos verdes, tuvo la certeza de que así sería. Recorrieron todo el corredor y llegaron al salón, Frigga ya estaba esperando a sus hijos por lo que, al verlos llegar, causo que sonriera y esperara que el menor, corriera a sus brazos para darle un amoroso beso en la mejilla.
“Veo que estas muy emocionado el día de hoy, ¿por qué será?” –Pregunto fingiendo desconocer la causa mientras, lo tomaba en brazos y lo sentaba en su regazo
“¡Porque me enseñaras magia!” –Extendió sus brazos de par en par acompañado de una radiante sonrisa
“Ah, pero que pequeño tan entusiasta… ¿lo has visto cariño?, tu hijo muestra interés en las artes ocultas” –Miro a Odín y él sonrió
“Lo veo Reina mía, lo veo” –Repuso mientras Thor se sentaba a su lado en la mesa
Loki estaba enfrentando en un momento de su vida en donde aprender era la base de todo, el genuino interés por instruirse a leer lo antes posible, era algo que a Frigga le maravillaba, porque fue todo lo contrario con Thor, recordaba que apenas abría un libro, su primogénito suspiraba aburrido y desconforme. Ahora todo era diferente, su dedicación daba buenos frutos a pasos rápidos porque sin duda, aquella pequeña mente estaba ansiosa por absorber todo y ella, aspiraba en brindarle la mejor educación.
Primero, repasaron lo que habían aprendido ayer, y después, continuaron con dos letras más. No quería exigirle mucho, pero se sentía apasionada, él era como si fuese su verdadero hijo y en el fondo, lamentaba que no lo fuera. Con cariño, repaso aquel cabello peinándolo hacia atrás, casi como buscando la misma apariencia de Padre de Todo.
“Mira mamá, ya aprendí” –Extendió la hoja de papel y demostró que ya podía escribir aquellas letras
“Maravilloso amor, sin duda eres un lindo intelectual” –Repuso ella buscando la mejilla del menor y le beso con amor
“Inte… inte… ¿qué dijiste?” –La miro confundido
“Inte… lec.. tual” –Repitió de forma lenta para que lograra también decir aquella palabra
“Inte… lec.. tual” –Dijo y seguía mirándola del mismo modo
“Eso define a una persona que trabaja con su inteligencia, por ejemplo, alguien que sabe muchas cosas” –Entonces recién Loki pudo encontrar sentido y le agrado aquella definición
“¿Yo soy un inte… lec… tual?” –Pregunto con esperanza de que le dijera que si
“Intelectual” –Dijo y cuando su hijo, la pronuncio correctamente, ella sonrió y le afirmo que lo era
Terminada la lección de lectura, venia la de magia y aunque Loki demostrara impaciencia por iniciarla, ella prefirió tener un momento de ocio que se traducía en comer algo. Ambos disfrutaron estar en medio del jardín y sentados en frente a una mesa circular de color blanca, el día era un día perfecto y como una brisa viaja de aquí para allá, el aroma de las flores volvía inolvidable estar ahí.
“¿Sabes cariño?, Astrid me ha hablado mucho de la relación que tienes con tu hermano… ¿alguna vez sientes, que Thor te molesta?” –Le pregunto de forma simple y esperando obtener una respuesta igual de simple
Loki dejo de morder su galleta y miro a Frigga, la pregunta de que si Thor le molestaba le parecía tonta, ¿por qué Thor le molestaría?, no, no lo hace, al contrario, siempre es bueno con él, juegan, ríen, hacen bromas… su hermano siempre lo ayudaba, siempre lo cuidaba.
“No, Thor me quiere” –Respondió naturalmente y ella dejo escapar una expresión que reflejaba que no le gustaba aquella respuesta
“Sé que es así, pero… por ejemplo, ¿Thor ha demostrado ese cariño mediante un beso?” –Pregunto de forma más directa
Frente a eso, otra vez repaso su corta vida, a decir verdad, Thor siempre le besaba, lo hacía cuando lo saluda o cuando se despedía, cuando ambos estaban contentos o cuando sencillamente el mayor quería.
“Si, él me besa” –Respondió volviendo a comer su galleta que estaba deliciosa
“Cariño, ¿puedes mostrarme en donde te besa?” –Otra vez tenía que jugar al detective, pero esta vez, ya estaba algo preocupada por el rumbo que estaba tomando la conversación
“Lo hace aquí” –Respondió rápidamente señalando su mejilla
Frigga deseo ocultar lo tonta que había sido, pero prefirió no decir nada más, era evidente que Loki no sabía cuál era el fin de aquellas preguntas y era mejor así. Espero un rato más y cuando su pequeño termino su merienda, le sentó sobre su regazo para que, de ese modo, ambos tuvieran la misma perspectiva de lo que tenían al frente.
El libro era muy antiguo y entre sus páginas, había dibujos sobre algo que Loki nunca había visto antes y eso era las esencias. Poderes que se adherían al alma de su poseedor y que da como resultado, una habilidad. Frigga tardo algunos minutos en explicar cada termino, pero, de todas formas, su hijo le seguía el ritmo, Loki trataba de hacerlo porque algo en su interior, se agitaba con fuerza por la emoción de entrar en el mundo de la magia.
Siguieron así hasta que el tiempo se tornó en algo efímero.
“Es todo por hoy, entonces… la primera tarea que tienes, es intentar descubrir de qué color es tu esencia y para lograrlo, debes permanecer mucho tiempo en silencio y pensando en lo mucho que quieres saberlo… cuando lo logres, no importa cuento tiempo te lleve, puedes dibujarlo y así, ambos lo veremos… ¿te parece?”
“Si mamá” –Contesto y se refugió entre sus brazos algo cansado
“Mi pequeño, creo que te exigí demasiado” –Susurro al verle luchar por mantener los ojos abiertos
Al medio día Thor ya estaba libre de sus obligaciones, por lo que como siempre, se dedicó a buscar a su hermano. Primero en su cuarto, después en los pasillos, en el jardín y fue allí donde, en la lejanía podía distinguir a madre e hijo sentados debajo de un gran árbol. Sin dudarlo, camino hasta ellos y con cuidado, hablo en voz baja ya que Loki estaba dormido.
“Cariño… ven aquí” –Le ofreció el lugar que estaba a su lado, pero su hijo prefirió sentarse al lado de Loki.
Aquello era exactamente lo que Astrid le había comentado y era la primera vez que reparaba en aquello. Observando atentamente aquel comportamiento, fue que su preocupación la volvió a invadir.
“Thor… estoy segura que quieres mucho a tu hermano, pero es justo eso, tu hermano y como tal, no deberías ser tan posesivo con él, porque mamá, papá y Astrid…”
“¿La niñera?... la niñera no sabe nada, es mala conmigo… y estoy seguro que pronto será mala con mi hermano” –Repuso molesto
“¿En qué sentido es mala contigo?” –Le miró fijamente
“Me dice que soy un niño, que ordene mi cuarto, que no puedo ni siquiera ayudar a Loki a vestirse o algo por el estilo… me prohíbe todo, además ella si es posesiva con mi hermano, por eso… por eso yo trato de estar pendiente de él para que nada malo le suceda y ella intente ocultarlo” –Y como si fuese un adulto, se cruzó de brazos y frunció el ceño
Todo era lógico, no había algo más, Thor tan solo velaba por la seguridad de Loki, como lo haría cualquier hermano mayor. Eso la alegro y también la enorgulleció, en verdad eran una linda familia y esperaba que siempre fuera así.
“Hablare con ella, no te preocupes” –Sonrió y él también lo hizo, relajo su tensa postura y sencillamente se acorruco junto con su hermano para intentar dormir, aunque sea un poco.
Durante la tarde, los hermanos jugaban en el cuarto de Loki, inventaban juegos infantiles que a cualquier otro niño de 10 años le aburriría, pero Thor no era de esos, al contrario, ponía mucho esmero en ser divertido, en ser un carismático líder que demostrara que, frente a cualquier eventualidad, perfectamente podría protegerle.
“Estoy entrenando… mira esto” –Se levantó la camisa y mostró su brazo, que según él ya estaba trabajado y tonificado.
Loki le miro y no encontraba diferencia entre un antes y después, fue sincero al decirlo a lo que el rubio le miro molesto.
“A la distancia en que estas, no puedes apreciarlo… ven, toca mi brazo” –Le pidió y estaba satisfecho que siempre, frente a eso, Loki le obedeciera
El menor acaricio el brazo de su hermano, el cual era delgado y delicado, no muy distinto de cómo lo tenía él.
“¿Lo ves?” –Pregunto agregando una sonrisa
Entonces, como era muy pequeño, no sabía mentir, otra vez dijo que estaba igual que siempre y eso causo que la sonrisa de Thor se apagara. En lo único que pensó el rubio era en que seguramente la niñera estaba hablando mal de él a su hermano, eso debía ser. Entonces, lo que ella busca es separarlos, que Loki no le quisiera y eso, jamás, nunca jamás iba a ocurrir.
“¿Estás enojado?” –Pregunto Loki al ver el rostro serio de Thor
“No lo estoy” –Repuso inmediatamente y se sintió más tranquilo de ver que su hermano era muy perceptivo en cuanto a las emociones, por lo que, si la niñera le hiciera algo malo, Loki no podría ocultarlo— “Quiero que me prometas, que si alguna vez alguien te hace sentir mal, sea quien sea, debes decírmelo… ¿está bien?”
“Si” –Respondió de forma segura
“¡Eres el mejor hermanito que alguien pudiese tener!” --Dijo Thor y sus manos atraparon el rostro de Loki, para que sea más fácil besarle la mejilla un millón de veces
“Noooo… hermano” –El pelinegro se reía divertido por el actuar del otro
“Eres tan lindo” –Beso— “...Tierno” –Otro beso— “...Eres mío” –Esta vez abrazo a Loki y lo sentó en su regazo sin mucho esfuerzo, porque el menor estaba en otro mundo producto de la risa incontrolable— “… Eres mío” –Volvió a repetir de forma inconsciente, casi como si lo estuviese jurando frente al mundo entero.
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