Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Y de pronto no supe qué pasó por Hielo carmesi

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí el segundo capitulo, espero les agrade, como ya se dierón cuenta la historia se va dando por días así que paciencia plis ;)

 

La alarma sonó esta vez, pero ¿para qué levantarse?, me sentía demasiado cansado tanto física como  mental y emocionalmente, la apague y deje que pasará el tiempo sin realmente preocuparme por  qué tan rápido o lento iba. Mi mirada no se apartaba del techo, mi mente pensaba en todo y en nada a la vez, cada  aspecto de mi vida estaba siendo recordado por lo malo que era pero no era capaz de detenerme lo suficiente  en alguno como para ser consiente al 100%  de él. La luz iba abriéndose paso poco a poco dentro de mi habitación a pesar de las cortinas que intentaban impedirlo. Comencé a oír como en la casa comenzaban a dar señales de vida, pude distinguir la  voz de Kate, papá y mamá conversar tranquilamente mientras una u otra risa salía de vez en vez, el olor de un desayuno recién hecho se coló por mi puerta hasta adentrarse en mi nariz, suspire, hacia mucho que no disfrutaba de un desayuno caliente y mucho menos en familia, aquellos momentos habían quedado en el pasado y ya no había nada que hacer.

Mi cuerpo pedía seguir tumbado pero algo dentro de mí me lo impedía, así que no me quedo de otra más que levantarme de mi confortante cama, las 15:00 vaya, si que era momento  de hacer algo.

Consiente ya del tiempo oí un horrendo rugido mientras me doblaba apretando mi estomago, aquel sonido  tan inhumano  era no más que mi ser pidiendo  a gritos ser alimentado después de tanto tiempo. Me vestí con lo primero que encontré creo eran unos jeans y una camisa de cuadros como las que tanto amaba, supongo que era eso porque mi guarda ropa estaba repleto de ese tipo  de ropa de cuando, antes, salía con amigos o simplemente era feliz viviendo.

No encontré a nadie en mi paso por la casa e ir a buscar a alguien era algo que no se me antojaba, tome algo de dinero, mis llaves y salí sin rumbo fijo  y solo una meta, comer algo para saciar mi apetito que parecía no dar tregua. Camine por las calles de la cuidad que se extendía a mi alrededor, la gente pasaba al lado mío como un borrón del que no podía distinguir nada, los sonidos eran indescifrables ante mis oídos, no sabía mi dirección ni cuanto ya había caminado o si al menos había avanzado algo, volví a ser consciente de todo cuando un peculiar sonido retumbo en mis tímpanos abriendo un pequeño espacio de mi memoria  que hacía tiempo no era explorado. Alce la vista un una pequeña sonrisa me sorprendió mostrándose en mis labios, se sentía raro, hacia mucho que no visitaba aquel lugar, no recordaba la razón de por qué no había  vuelto a ese  lugar donde a diario pasaba mis tardes y cuando no tenia de tiempo de ello al menos una  hora era de ley estar ahí, en ocasiones con un grupo de amigos, en ocasiones con otros, una que otra vez con alguna chica o chico o, simplemente acompañado de algún bocadillo que  se me antojase del menú.

Camine dispuesto a tomar asiento en un sillón que tenía en frente una mesa para 2 gentes como máximo, aquel que hacía tiempo era mi lugar preferido de aquel lugar, pero aún  no había llegado a mi destino cuando sentí un peso extra en mi espalda que me tambaleo amenazando con tirarme al suelo y pocas milésimas de segundo después algo rodeaba mi cintura como si de eso dependiera su vida, percibí el olor que emanaba aquel ser que se había colgado de mí como todo un chango y aunque no me lo esperaba no me sorprendió tanto el hecho de que mi sonrisa se engrandeciera más mientras alegría y paz comenzaban a reinar en mi interior cosa que no recordaba hace cuanto no pasaba.

Cuando aquel changito bajo su  peso de mi ser di media vuelta y le abrace tanto como me fue  posible alzándole un poco de la altura del piso debido a nuestra diferencia de estaturas, mi abrazo fue correspondió con otro igual o aun más fuerte, en ese momento nada importaba más que lo que estaba pasando, en ese momento agradecía a la  vida por no abandonarme aún cuando se lo había implorado tantas veces.

-Emm hacia tanto que no te dejabas ver que ya no sabía si seguías existiendo en este mundo- pronuncio cuando nuestro abrazo finalizo, ella volvió a poner los pies en el suelo y nuestros rostros miraban el del otro.

-Lo sé, pero vamos, no ha pasado tanto

-¡Que no ha pasado tanto! Pero si me dejaste sin saber de ti por más de tres años, creí que algo te había pasado, no contestabas mis llamadas, te fui a buscar a tu casa pero unos señores extraños me dijeron que apenas se habían mudado ahí, ¡Dios! Fui a tu escuela y no sabían nada de ti y dices tranquilamente que no ha pasado tanto

Oír esos reclamos me dejo boquiabierto *¿3 años ya?* esa no me la esperaba, con razón se me había hecho una eternidad de vida -Yo… yo… yo  lo siento, no sé qué decir a  eso

-Pues podrías comenzar pidiéndome  de rodillas perdón y comprándome chocolates y gomitas y helados y pasteles y después explicarme el por qué desapareciste del mundo, así de simple :3 

-Pues nos mudamos de casa, de escuela y de vida

La mirada que me lanzo fue tan pero tan asesina que no me quedo más que contarle que debido a un “sueño” que más bien era un  capricho de Kate ahora vivíamos del otro lado de la ciudad  y como mis padres no pensaban pagar los gastos de mi traslado a la escuela no me había quedado más que cambiarme a una escuela más cercana y que aquel capricho no  era lo más barato que se le había ocurrido así que el dinero rendía menos y que yo al ser ya “lo suficientemente grandecito” debía trabajar para mantenerme y así el dinero para la casa rindiera al excluir mis gastos.

Entre pláticas, risas  y recuerdos paso la tarde sin darnos cuenta de eso hasta que se nos corrió de aquella pequeña cafetería  dando como razón que era hora de cerrar <Pero si cierran hasta las 11 ¿por qué nos corren?> nos defendió Emili  <Justo por eso> fue la contestación de aquella atractiva chica de nuestra edad mientras señalaba el reloj que colgaba de la pared dando como hora las 11 en punto de la noche.

Salimos de ahí y en la banqueta llego el tiempo de despedirse pues cada quien debía ir por rumbos opuestos, ví que una lagrima resbalo por la mejilla de ella y la razón que me dio fue que tenía miedo de que yo volviera a desaparecer -No será así, sería demasiada mala suerte que volviera a  mudarme y en dado caso prometo venir a buscarte-

-Es que creí que habías desaparecido por…. bueno ya sabes… lo que ocurrió, y que por eso no habías vuelto, que por eso a pesar de estar en la cafetería 5 días a la semana  trabajando y los otros dos como clienta esperando verte entrar por aquella puerta en tres años no había vuelto a ver tu rostro- no sabía a qué se refería con “lo qué ocurrió” y en ese momento no tenía tiempo para descifrarlo, lo único que quería era que Emili, mi mejor amiga de la vida desde que tenía  memoria dejara de llorar más por mi culpa pues, aunque no lo dijera sabia que esos tres años habían sido con mucho dolor y llanto por mi partida.

-No te preocupes, no desapareceré, volveremos a vernos

-¿Lo prometes?

-Lo prometo

-Bien, entonces nos vemos, ten linda noche- me dio un beso en la mejilla y con una dulce sonrisa dio media vuelta perdiéndose en las calles y la gente que aun transitaba de aquí para allá dejándome detrás con una gran duda.

Al llegar a casa todos dormían y habían puesto seguro a la puerta, seguro que debía ser puesto hasta que los cuatro estuviéramos dentro; trepe por un árbol cercano a mi ventana, nunca lo había hecho, no en ese árbol así que represento un poco de desafío para mí aunque, debido a mi entrenamiento en la infancia correteando a Emili por el parque no tarde mucho en llegar a  mi destino, abrí la ventana y estaba dentro de mi habitación, me metí a la ducha, saliendo tome mis pastillas y me recosté dispuesto a dormir.

Notas finales:

Disculpen faltas de octografía ñ.ñ ya saben, comentarios, sugerencias, reclamos, enfados... todos bienvenidos 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).