Después de aquel incidente Naruto llevó a Sasuke para que Tsunade pudiese revisar su estado pero al llegar al hospital esta le pidió que permaneciera en la sala de espera.
Fue bastante frustrante para él puesto que quería saber si su amigo se encontraba bien, después de todo fue su culpa que Sasuke fuese atacado por aquel hombre, si tan solo hubiese reaccionado un momento antes no estaría en esta situación, incluso después de escuchar del Raikage que nada malo le ocurría simplemente no podía tranquilizarse. Finalmente después de varios minutos tortuosos la hokage salió de la habitación.
-Tsunade ¿Sasuke se encuentra bien?- preguntó angustiado, esperando una respuesta positiva.
-Él está bien- suspiró con una ligera sonrisa -Lo único que puede explicar el que aun siga dormido es que esta exhausto- eso tranquilizó al rubio.
-Entonces ¿Puedo pasar a verlo?- la hokage dio su permiso e inmediatamente el rubio entró a la habitación, pudo observar al pequeño Sasuke que se encontraba profundamente dormido, ahora aparentaba alrededor de seis años -¿Tiene alguna idea de cuándo despertará?
-Al parecer sus reservas de chakra se volvieron iguales a las de un niño de esa edad por lo que podría tardar un par de horas- contestó la hokage –Naruto necesito que me cuentes los detalles de lo que ocurrió- este se dedicó a contar lo que había sucedido durante la misión y lo que el Raikage le dijo acerca de que no era permanente, esto la tranquilizó –De acuerdo, mandaré un mensaje al país del rayo para que me informen de esto, además necesito que hagas un par de cosas.
-¿De qué se trata?- preguntó curioso, él quería ayudar lo más posible.
-Puesto que Sasuke tiene esta condición tu trabajo será vigilarlo, técnicamente serás su niñera- ante esto el rubio se sorprendió, él nunca había tenido que cuidar de un niño –También, consigue algo de ropa para él- dicho esto dejo la habitación dejando a un Naruto con un ligero sonrojo, en todo el camino no había notado que el pequeño no tenía ropa de su medida, lo único que usaba era su uniforme de la misión, pero este le cubría bastante bien por lo que no tuvo que preocuparse con anterioridad. Soltó un suspiro de seguridad al saber que la piel del menor no había sido expuesta.
Tsunade sugirió que lo mejor era dejar al pequeño en el hospital hasta que recobrará la conciencia, Naruto no se negó y aceptó quedarse hasta que este despertara. Después de intentar quedarse despierto toda la noche para vigilarle se quedó dormido sentado al lado de la cama, al parecer el que haya utilizado el chakra de Kurama para regresar más rápido le hizo sentirse cansado.
Estaba entre sus sueños cuando sintió una pequeña mano tocando su rostro, primero lo ignoró hasta que escucho una pequeña voz a su lado que le llamaba.
-¡Sasuke por fin despertarte!- exclamó aliviado pero notó la cara de confusión del menor.
-¿En dónde estoy?- fueron las primeras palabras que articuló.
-Estamos en el hospital, ¿Recuerdas lo que sucedió?- se dedicó a preguntar, tal vez pudiera ser algo difícil de procesar para él.
-No puedo recordarlo- el pequeño puso una expresión de tristeza que hizo sentir culpable al otro.
-Lo lamento Sasuke, te prometo que todo estará bien- le dedicó una sonrisa provocando un rubor en las mejillas del menor –En unos momentos podrás salir del hospital.
-Naruto, entonces ¿Puedo ir a casa? Quiero ver a mi hermano- al decir eso parecía feliz pero eso le sorprendió, ¿acaso no recordaba lo que había ocurrido con Itachi? Indeciso de qué hacer con un rápido movimiento le dejo inconsciente.
-¿Qué fue lo que hice?- se preguntó preocupado, inmediatamente fue por Tsunade la cual al escuchar lo ocurrido le regaño por lo que había hecho –No tuve otra opción- se defendió.
-¿Qué tan torpe puedes ser?- exclamó molesta.
-No podía decirle la verdad- estaba a punto de las lágrimas de la preocupación -¿Qué es lo que le sucedió a Sasuke?
-Temía que ocurriese esto- declaró –Al parecer todos aquellos bajo el control del jutsu terminaron como niños pero solo algunos de ellos recordaban lo que les había sucedido, el resto creía que realmente tenían esa edad.
-Entonces ¿Sasuke no recuerda nada de lo que ha ocurrido?
-Me temo que no, Sasuke no recuerda lo que ocurrió con su hermano y el resto del clan Uchiha- el rubio se sintió realmente mal, ¿Cómo lo tomaría Sasuke si se lo dijera? –Lo único que podemos hacer es mentirle hasta que recupere su forma normal, por ahora lleva a Sasuke contigo y por nada del mundo dejes que se acerque al distrito de los Uchiha.
-De acuerdo- Naruto tomó entre sus brazos a Sasuke y lo llevo a su hogar, cuando entro le recostó en la cama y se dedicó a observarlo -¿Qué se supone que debo hacer?
Después de un par de horas el pelinegro despertó, estaba asustado puesto que no reconocía el lugar en donde estaba, valientemente decidió inspeccionar el lugar, camino descalzo para evitar hacer cualquier ruido y se dirigió a la sala donde no encontró algo que pudiese servirle, cambio su objetivo a la cocina, se acercó sigilosamente y observó a una persona ahí, no podía estar seguro de quien era así que decidió atacarle y después saber de quien se trataba, dispuesto a realizar su plan se acercó a gran velocidad pero para Naruto no fue difícil evadir el pequeño golpe que le mandaba, estaba algo irritado, ¿Por qué atacarlo? Él solo quería ayudar, no era necesaria la violencia, suspiró y le observó, se preocupó al ver el temor que sentía el menor así que se puso a su altura y le sujeto de las manos.
-Sasuke no tengas miedo, soy yo- el mayor intentó que abriera los ojos ya que los había cerrado al ser sujetado, después de un par de segundos el llamado le observó.
-¿Naruto?- su rostro se llenó de asombro pero inmediatamente sus ojos se llenaron de lágrimas, el rubio no pudo reaccionar ante eso –Pensé que estaba solo- el pequeño empezó a sollozar. Incapaz de decir algo el mayor le abrazó con cariño.
-Tranquilo- se separó de él y con sus manos limpió los restos de las lágrimas que se atrevieron a caer de sus ojos -Se supone que lo más importante del clan Uchiha son sus ojos, ¿Qué dirían de ti si te vieran en ese estado?- intentó animarle cosa que sucedió.
-No estaba llorando- dijo frotando sus ojos, aquello provocó que el mayor soltara una risilla, se notaba claramente la evidencia de que había llorado pero eso solo le hacía ver lindo.
-Entonces ¿Quieres comer algo? Preparé algo para ti- el pequeño asintió, le cargo en sus brazos y lo deposito en la silla del comedor, lo acercó a la mesa y le colocó una servilleta para que no se ensuciara.
-¿Qué fue lo que preparaste?- preguntó entusiasmado.
-Veamos, ¿Qué es lo que más te gusta?- respondió intentando que el menor olvidara lo de hace unos instantes, lo cual pareció funcionar de inmediato.
-¿Preparaste onigiris de atún?- Naruto no pudo evitar sentirse conmovido por el pequeño.
-Pero no son simples onigiris de atún, les puse tu ingrediente favorito- al decir aquello sus ojos se iluminaron, el mayor colocó un plato frente a él con los onigiris pero a un lado había un poco de salsa de tomate -¿Qué estas esperando? Puedes empezar- sonrió a lo que el menor asintió, el solo le observó mientras comía pero fue sacado de sus pensamientos por el sonar de la puerta, se levantó dispuesto a atender.
-Parece que eres realmente bueno con los niños- se escuchó una voz divertida cuando abrió la puerta.
-Kakashi sensei- se sorprendió al verlo -¿Qué está haciendo aquí?
-La hokage me envió por si tenías problemas pero parece que tienes todo bajo control- ambos pasaron a la sala donde tomaron asiento – ¿Cómo se encuentra Sasuke?
-Él se encuentra bien, ahora está comiendo en la cocina- respondió.
-Naruto, ya terminé- se escuchó a un feliz Sasuke saliendo de la cocina, el rubio se acercó a él y acaricio sus cabellos.
-¿Te gustaron?- el menor asintió, al verle sintió la necesidad de cargarle entre sus brazos a lo cual el otro no se opuso.
-Sí que están muy unidos- el tercero dentro de la habitación habló provocando que el menor se pusiera en guardia.
-¿Quién es usted?- preguntó de manera desafiante.
-¿No sabes quién es él?- el menor negó con la cabeza, ambos adultos se sorprendieron.
-Parece que él está hablando enserio- respondió el mayor de los presentes, intentó acercarse pero le fue negado por el pequeño.
-No se acerque a Naruto- el rubio se preguntó qué es lo que estaba ocurriendo mientras el otro encontró la razón para esto con tan solo observarle lo cual provocó en él algo de nostalgia.
-¿Acaso estas celoso pequeño?- al decir aquello el menor se sonrojo, al parecer había acertado con eso, no quería que él menor se molestara así que decidió aclararlo -No debes preocuparte, no voy a alejar a Naruto de ti, puedes estar tranquilo- pero no convenció al pelinegro, le seguía mirando de una manera imponente, realmente se trataba de Sasuke –Con eso aclarado, será mejor que me vaya.
-Espere un momento- el rubio le llamó pero este solo camino hacia la puerta abriéndola para salir.
-Le informaré a Tsunade que tienes todo bajo control, nos vemos- con ello salió cerrando la puerta detrás de él. El rubio suspiro, era difícil tratar con ese hombre.
-¿Estas bien?- el pequeño le preguntó a lo cual asintió.
-Sera mejor que vayamos a dormir- tomó eso como la mejor opción para el pelinegro puesto que estaba anocheciendo, el menor había tardado en despertar después de que este le pusiera inconsciente, lo bueno fue que no pregunto nada acerca de su hermano o su familia.
Mañana seguramente sería un día bastante complicado.