Lo sabía. Minseok sabía que estaba a poco de conseguir que Luhan cayera en su trampa y se dejara. Había estado otros cuantos días intentándolo, repitiéndole de manera disimulada que él le haría feliz, que su felicidad era estar a su lado, fuera él o el otro Minseok, que sino pasaría toda su vida sin ser feliz, al lado de una persona que jamás podría amar o desear, con un hijo al cual amaría, pero con una vida por delante insegura y negra.
Y sabía que sus palabras estaban causando el efecto deseado, por como Luhan se dejaba ahora tocar, se dejaba besar e incluso correspondía, aun cuando no habían hablado aun de ser algo más que solo amigos que se besaban, aunque Minseok lo consideró suyo desde el momento en que despertó en esa dimensión, como consideró suyo a su Luhan cuando se enamoró de él, hace años, cuando su corazón frío comenzó a latir solo por una persona.
Posesivo, quizás; no mentiría, pero poco le importaba a él si no era sano, si los celos y la posesividad no eran el camino correcto, si después de todo eso era lo que le ayudaba a retener a ambos Luhan a su lado.
Bienvenidos los celos y la posesividad, pensó.
Y bueno, que podía decir, Luhan era el doble de celoso que él, y eso que jamás pensó que pudiera haber alguien más celoso de lo que era él – sí, el admitía lo celoso que era – y es que cualquiera que se acercara a hablar era un enemigo para Luhan, sobretodo si era Heechul el cual, pensó Minseok, no cambiabani en esa dimensión, obsesionado con Sohee y con él. Había cosas que nunca cambiarían, pensó sonriente, y en las dos dimensiones él no le daba una sola oportunidad.
Era gracioso, al menos, para él porque a Luhan no le parecía nada gracioso.
Y mientras, EXO continuaba con sus actividades con él de líder de EXO M en las sombras, mientras que las fans pensaban que lo seguía siendo Kris, cuando él había tomado ese puesto sin pedirle permiso siquiera, y es que a él le encantaba ser líder, no iba a renunciar a eso. Además, ya había amenazado más de una vez a los mánagers por sobreesforzar a Kris, el cual tenía unas semanas de descanso, al parecer, problemas de salud.
Nadie discutía con Minseok, todos en la directiva le habían cogido un miedo horrible desde que, para conseguirle las vacaciones a Kris, amenazó al mismísimo Soo Man con asesinarle.
Ahora, Soo Man evitaba a Minseok, cosa que les parecía graciosa a todo el mundo, incluso a Minseok, aunque Luhan y algunos otros prefería no saber porque diablos le evitaba aun cuando muchos se podían hacer una idea aproximada de lo que tuvo que pasar dentro de su despacho para que ahora le evitara con tanto esmero.
-¿Qué programas deseas que visitemos? –Le preguntó el mánager de EXO M, Minseok sonrió de lado.
-Este de aquí no, lo odio. –Dijo –Este programa de radio estará bien, y este también. Este programa de televisión que reclaman a dos miembros de EXO que sea uno y sea Chanyeol, dice que siempre ha querido ir a roommate, y este programa que vaya solo EXO K, EXO M tiene que viajar a China en poco tiempo.
-Claro, que sea así entonces.
Y en silencio se fue, dejando a Minseok sentado, viendo la televisión, al lado de Luhan, el cual sonrió al ver cómo, aunque serio y frío, se preocupaba por todos en el grupo, asegurándose de escoger los mejores programas y que fueran solo quienes quisieran o pudieran ir, sin sobreesforzar demasiado a nadie para que no pasara como con Kris, el cual tuvo que cogerse vacaciones.
Era un gran líder, pensó orgulloso.
-¿Crees que en la otra dimensión, Baozi pueda manejar el liderazgo? –Le preguntó Luhan, Minseok se lo pensó antes de contestar.
-Mm… No sé. –Dijo con sinceridad –En mi más sincera opinión, por lo que creo, tendrá que ayudarle mi Luhan que sabe que programas suelo escoger y como es mi método.
-Bueno, Baozi es de por si alguien muy responsable, yo creo que podrá manejarlo.
Minseok sonrió de lado, viendo la clara confianza que Luhan tenía hacia su Minseok.
-Se te ve confiado –Comentó como si nada -¿Tanto crees que pueda manejarlo?
-Que digas eso es como si no confiaras en ti mismo –Respondió, sonriéndole –Sé que confías en ti mismo. Eres Kim Minseok ¿No es lo que dices?
-Sí, somos Kim Minseok después de todo, aquí o allá podemos con todo lo que se nos venga encima, incluso con ciervos que no admiten lo que quieren.
Luhan puso mala cara.
-No me presiones –Protestó –Estoy en ello, prometo que estoy en ello. Tengo miedo de mi familia, pero tienes razón en que tengo que pensar en mí mismo, porque solo se vive una vez después de todo y no podemos desperdiciar nuestra única vida…
-Entonces…
-Entonces… Bueno… -Luhan miró a otro lado, nervioso –Si quieres… Podríamos comenzar a ser algo más que amigos.
-¿Novios?
-Por ejemplo…
Sonriente, con un repentino buen humor que sabía a qué se debía, se pegó más a Luhan y obligó a este a que se sentara encima suyo, de frente, aun cuando el de origen chino estaba nervioso y sonrojado porque sabía que tendría que ser pasivo y la idea de serlo le era tan tentadora como aterradora, y consolarse con que su Minseok sería pasivo era estúpido porque ese Minseok le dijo que su Luhan, su esposo, el del otro lado, estaría encargándose de eso.
Mierda de vida, aunque quizás podríamos ser versátiles, pensó, mientras colocaba sus manos en el torso de Minseok intentando así mantener una distancia de seguridad.
-Oye… Vamos muy rápido y estamos en la sala, puede…
-Mente sucia –Rió con burla –No haré nada ahora, querido. Eso será esta noche, ahora solo quiero tenerte encima para contemplarte.
-Ah… Bueno, entonces supongo que está bien, aunque la posición es extraña.
-Lo sé, lo hace más emocionante.
-Si tú lo dices…
-Mírame a los ojos, Luhan –Ordenó, y Luhan lo hizo, quedándose embobado por el infinito cielo que sus ojos mostraban, o era él, no sabía.
Minseok levantó una mano, posándola sobre la mejilla de Luhan, acariciándole el rostro lentamente, mirándolo con una adoración infinita que cautivaba a Luhan, una adoración que vio otras veces en su Minseok, y se dejó acariciar, cerrando sus ojos porque le encantaba el tacto de aquella suave mano sobre su rostro. Sintió, entonces, unos labios posarse sobre los suyos y Luhan no dudó en corresponder dicho beso, con lentitud.
Al separarse, abrió los ojos y sonrió cual tonto enamorado a Minseok, olvidándose de todo lo que había anteriormente en su mente, olvidándose de que estaban en la sala de estar y que juraría haber visto a Kyungsoo pasearse antes por ahí con Kai y Sehun, que podrían entrar los mánagers, olvidándose de sus padres y de las explicaciones que tendría que darles, por haber escogido antes su felicidad que sus deseos.
Porque no quería estar más tiempo sin Minseok y consideraba que su estupidez les había hecho perder mucho tiempo.
Porque Minseok era Minseok, fuera de esa dimensión o de la otra, como si era un extraterrestre.
El resto del día la pasaron acaramelados, cosa que sorprendió a todos allí presentes porque hasta ahora solo habían visto el lado más frío y serio de ese Minseok, pero ahora estaban viendo una versión un poco dulcificada, aunque quizás no tanto como el que ellos acostumbraban a tener día a día. Pero era, aun así, sorprendente ver como abrazaba a Luhan por la espalda, le susurraba cosas con una sonrisa ladeada y este sonreía cual tonto enamorado, o como Luhan le manoseaba – porque un Luhan que no manoseara a Minseok, no era Luhan – y Minseok se dejaba con la misma normalidad que el otro.
Quizás, no eran tan diferentes como aparentaban a primera vista, aunque seguía odiando a Jongdae por una razón que aquí, no había.
Pobre Jongdae.
Y seguía preguntándole a Kyungsoo sobre las bacanales que no hacía, por si había suerte de escuchar alguna buena historia, aun si era inventada.
Pobre Kyungsoo.
Y esa misma noche, después de ducharse, en la habitación compartida por ambos, Luhan se vio a sí mismo debajo de Minseok, contemplándole. Ojo con ojo, contacto de miradas intensas y brillantes, que se perdió cuando comenzaron a besarse. Un beso que comenzó siendo lento y amoroso, con armonía, sus manos acariciando el cuerpo del otro por encima de la ropa, pero que poco a poco, quizás porque sus cuerpos se calentaban, deseando al otro, se fue volviendo más fuerte, fiero, deseoso y con una lujuria que Minseok no sentía desde que había acabado en esa dimensión y que Luhan jamás tuvo la oportunidad de sentir.
Y comenzó a besar su cuello, escuchando como Luhan soltaba pequeños jadeos y acariciaba su cuerpo, por debajo de la camiseta que no tardó en desaparecer, dejándose llevar porque no tenía otra alternativa y no quería llenar su mente de miedos sobre la primera vez. No era momento para eso, porque confiaba en Minseok.
-Minseok… -Jadeó cuando este le quitó la camiseta y lamió su pezón izquierdo –Yo…
-Shh, lo sé –Susurró, dándole otro lametazo a ese rosado pezón –Solo déjate llevar, gime cuanto desees, muévete como desees y haz lo que desees.
Siguió lamiéndole aquellos rosados botoncitos y fue bajando por su estómago, volviendo a subir directo a sus labios. Luhan, con manos temblorosas, desabrochó los pantalones de Minseok y se los quitó con lentitud, dejándole solo en ropa interior. Se quitó sus propios pantalones entre besos y jadeos y sus erecciones, tapadas por los bóxers, comenzaron a rozarse, queriendo estimularse, sentir placer.
Minseok observó como Luhan, con sus ojos cerrados, se dejaba llevar, guiar por él, totalmente inexperto y no pudo evitar sentirse como un maestro, porque con su Luhan, experimentaron juntos sin saber que hacían realmente, pero aquí era el experto.
Bueno, así debía de estar sintiéndose su Luhan con Minseok allí.
Se tumbó, dejando a Luhan encima, y este eliminó todas las prendas de ropa que faltaban, dejándolas tiradas por el suelo. Sus labios, cual imán, volvieron a juntarse y Minseok, tanteando con la mano, consiguió llegar a la botellita de lubricante, donde metió tres dedos. Mirándole a los ojos, volvió a besarse, y distraído metió un dedo dentro de su entrada, sabiéndola virgen.
Se tensó, y paró el beso.
-Duele… -Murmuró.
-Lo sé, sé que duele –Susurró –Pero pasará.
Luhan le miró, tenso, intentando relajarse. Metió un segundo dedo dentro y Luhan gimió de dolor.
-Joder… -Apoyo su cabeza en el torso de Minseok intentando así aguantar el dolor, y Minseok le embestía con ambos dedos, tratando de dilatarle bien la entrada porque perdió práctica, ya que en el otro lado, lo hacían tanto y a su Luhan le gustaba tan rudo, que muchas veces ni le preparaba más que metiéndole dos dedos de golpe, un rato pequeño, y poco más.
Metió el tercero cuando escuchó gemidos de placer, y se tensó de nuevo, pero resistía. Luhan era un hombre, no una muñeca de porcelana.
-Dios… -Murmuró –Duele… Pero… Comienza a sentirse bien.
Lo puso en cuatro, porque en esa posición sería más fácil para Luhan y para él y, acostumbrado a usar preservativo porque su Luhan es doncel, se lo puso y entró lentamente. Luhan reprimió un grito, sujetando las sábanas con fuerza y respirando con dificultad.
-Ah… Duele mucho…
-Puedes con ello –Replicó Minseok, aunque preocupado.
-Puedo… Joder, claro que puedo…Joder… Soy un jodido hombre.
Minseok sonrió de lado, claro que podía. Cuando entró completamente dentro, se movió en pequeñas y lentas embestidas para acostumbrarle mejor, y no comenzó a ir más rápido hasta que no escuchó verdaderos gemidos de placer. Aumentó la velocidad, con una mano en las caderas de Luhan y la otra en su hombro, marcándole quien mandaba ahí, gimiendo con libertad, por fin librándose de aquella abstinencia odiosa pero que estaba valiendo la pena ahora.
Sin que Luhan se diera cuenta, cogió el móvil y continuando con las embestidas, hizo una foto a Luhan ahí, en cuatro y gimiendo. No podía olvidar su fetiche.
Luego le dio a video y grabó un vídeo de apenas diez segundos, con Luhan gimiendo en alto, reclamando por más en chino, moviendo sus caderas a la par que Minseok, y este aumentando la velocidad un poco más, gimiendo un poco más bajito que Luhan.
Dejó el móvil a un lado y giró a Luhan, penetrándole de nuevo de golpe, yendo ahora a su máximo ritmo y agradeciendo que no hubiera muchos preliminares porque ese cuerpo era virgen y sabía que no duraría tanto como estaba acostumbrado a durar. Bueno, podía decir que perdió la virginidad dos veces también.
Que cosas.
Juntó sus frentes, y observó como Luhan le miraba a los ojos. Se besaron apasionadamente y terminaron casi a la misma vez. Luhan acabó tumbado, cansado, con un dolor de trasero enorme mientras que Minseok estaba tirando el preservativo. Se sentó en la cama y acarició los cabellos de un recién dormido Luhan.
-Siempre serás tierno cuando duermes, sea aquí o allí –Comentó, sonriendo con sinceridad –Pero… No puedo evitar echar de menos a mi Luhan… Espero que no te lo tomes a mal –Susurró.
Miró la grabadora y sonrió, sin que Luhan se diera cuenta, había grabado todo el acto en su cámara de vídeo.
Sería un buen material.
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Minseok había estado pensando en maneras de hacer que Luhan fuera más seguro de sí mismo y fuerte mentalmente. Empezó con cumplidos como que había sido capaz de enamorar a dos Minseok, el de su dimensión y él, cosa que aumentaba el ego de ese adorable chino; continuó con confesarle que aunque ese cuerpo no era virgen, él sí lo era y que, por lo tanto, esa había sido su primera vez y que estaba muy contento de perderla con él, lo que aumentó un poco más el ego de Luhan.
Pero no era suficiente.
Y Minseok, después de mucho pensar, encontró algo que pudieran hacer juntos.
-Luhan –Le llamó, este le miró con sus ojitos y haciendo un tierno puchero.
-¿Pasa algo, amor?
-Tengamos juntos una salida–Propuso -¿Cuánto hace que no sales con Minseok, incluso antes de que estuviera aquí yo?
-Mm… Por culpa de los ensayos, meses. –Puchereó –Comenzó a pensar incluso que no me amaba… pero él me prometió salir un día, aunque poco después sucedió todo esto.
-Pobrecito. –Dijo abrazándole, comenzando a besar su cuello, y es que ahora parecían conejos, todo el día dándose amor, besándose y teniendo relaciones sexuales, vamos, como era normal en ellos, al menos para Luhan. –Hoy tenemos el día libre, hemos estado estas semanas ocupados pero podemos salir al cine, por ejemplo.
-¡Claro! –Dijo emocionado, saltándole encima -¡Te amo, cariño! ¡No sabes cuánto te amo!
Comenzó a llenarle la cara de besos y Minseok rió, feliz de estar así con él.
-Mm… Yo también te amo –Rió –Vamos, vistámonos ahora mismo, aprovechemos lo que nos queda de día y luego terminaremos la cita como tú quieras –Comentó con un tono pervertido, Luhan sonrió como un niño pequeño.
-En la cama.
-En la cama será.
Después de vestirse, fueron directos al cine, compraron algunos snacks y Minseok pagó por Luhan, aunque este de manera muy linda y con pucheros trató de pagar él, pero Minseok hizo oídos sordos. Al entrar en la sala, habiendo escogido una película de terror con el presentimiento de que Luhan se asustaría, se sentaron al final.
Cuando la película comenzó, todo parecía ir bien, aunque entre los anuncios del principio se terminaron los snacks y las bebidas estaban abandonadas en el suelo. Mediante iba avanzando la película, Luhan se iba tensando y ahora se encontraba abrazado a Minseok con fuerza, con su rostro escondido y Minseok, sonriente, acariciaba sus cabellos. La película no le daba nada de miedo, de hecho, la encontraba bastante entretenida, pero más entretenido era ver a Luhan así de asustado.
Ni su Luhan era tan asustadizo.
Que tierno.
Cuando una escena muy fuerte llegó, Luhan se le subió encima, asustado.
-Sabias que me daría miedo –Murmuró, temblando -¿Verdad?
-Lo sabía, quería ver cómo sería.
-Estúpido… -Murmuró.
-Pero tenerte sentado encima es lo mejor de todo –Le susurró sonriente, Luhan le miró fijamente, sonrojado, cosa que podría ver Minseok si no fuera por la oscuridad del cine –Me encanta tenerte sentado aquí.
-Te amo. –Le dijo, abrazándole –Pero me tienes que compensar con un restaurante chino.
-Te compensaré con esto y todo lo que tú desees. –Le prometió –Porque te amo muchísimo.
-¿De verdad? –Preguntó.
-De verdad.
La película terminó con pocos incidentes, y aunque Luhan no se movió de su regazo, fueron a un restaurante chino donde pagó Minseok de nuevo a pesar de las protestas de Luhan que decía que eran igualitos los dos Minseok, siempre queriendo pagar ellos. Minseok supo cómo contestar.
‘’ Es porque ambos queremos lo mismo, que ahorres y te gastes tu dinero en cosas que de verdad desees ‘’
Cuando Luhan le preguntó cómo podía estar tan seguro de que el otro Minseok podría querer eso, también supo responder.
‘’ Porque aquí o allí, somos Kim Minseok, e igual que no hay un Minseok que no ame a un Luhan, no existe un Minseok que no quiera lo mejor para Luhan ‘’
Decir que con eso, se había ganado a Luhan era decir poco, porque estuvo el resto de la cena acaramelado, haciendo reír a Minseok, pensando en que el otro Minseok debería de decirle a Luhan más veces que lo amaba si no quería que fuera inseguro, porque en parte, era su culpa.
Y pensó como decírselo, y no era cara a cara porque trató de que aquello del espejo sucediera de nuevo, pero nunca volvió a pasar.
Después de una noche maravillosa con Luhan, antes de dormir, se levantó y cogió un papel y bolígrafo.
‘’ Hago lo que puedo para hacer que sea seguro de sí mismo, pero si eres como dicen que eres, Kim Minseok de esta dimensión, eres el que está fomentando todo eso. No te digo que cambies, pero dile más veces que le amas, ir a citas más a menudo. Dicen que las acciones valen más que mil palabras, pero no son suficiente a veces ‘’
Escrito eso, lo escondió donde sabía que guardaba el pendrive con los vídeos que tenía guardados, al lado.
Cuando todo volviera a la normalidad, si un día eso pasaba, él podría leerlo.
Miró a Luhan dormir y se metió a su lado, en la cama, abrazándole. Jamás se sintió tan bien estar con alguien al lado, pensó. Con Luhan a su lado, todo estaba genial, aunque echaba de menos a su protestón, masculino y maniático Luhan.
No podía evitarlo.
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