Un grito de gol... Un abrazo... Nada podía salir mal ese día.
El rival estaba derrotado y ellos... Clasificados para la semifinal del Mundial de fútbol...
Leo se abrazó con fuerza a Gonzalo, casi llorando. No podían creerlo, su amada selección clasificaba para la semifinal del Mundial después de muchos años en que eso no sucedía. El rival que se vendría no sería nada fácil, pero eso aún estaba en el futuro. Lo único que importaba ahora era que iban a jugar la semifinal de un Mundial por primera vez en sus jóvenes vidas.
Cuando el partido término después de un agonizante alargue, los cansados chicos se fueron a los vestuarios, conversando animadamente entre ellos. La Copa del mundo y la consagración de sus sueños parecía cada vez más tangible y la posibilidad de hacer esos sueños reales se volvía cada vez más cercana...
-Lo hiciste bien hoy...- comentó Gonzalo a su amigo mientras se sacaba la camiseta de la selección con una sonrisa.
-No pude anotar- le recordó Leo con una sonrisa algo cansada y contrariada, pero una sonrisa al fin.
-Eso es lo de menos.. Entre los dos estamos logrando hacer que el equipo brille no te parece?- dijo Gonzalo acercándose para codear un poco a su amigo.
-Entre los once del equipo- corrigió el otro sabihondamente, sabiendo que su humildad, a pesar de ser el mejor futbolista del mundo como muchos le apodaban, hacia enfadar un poco a su ligeramente egocéntrico amigo.
-Oh ya callate. Sabes que somos los dos mejores de aqui- repuso Gonzalo algo fastidiado.
-Necesitas una cura de humildad señorito- se burló Leo antes de tirarle un poco del pelo a su amigo.
-Dejame...- dijo Gonzalo sacando la mano de su amigo aunque con una sonrisa. La sostuvo un momento con la suya antes de soltarla -Vamos a las duchas entonces o que?-
-Hay que apurarnos, los otros apestosos ya debieron haber terminado y no quiero que el DT nos vuelva a dejar en el estadio- dijo Leo terminando de sacarse la ropa rápidamente. Realmente parecía como si estuvieran solos allí.
Gonzalo se rió al escuchar eso de "apestosos" sobre sus compañeros, sabía que Leo lo decía en plan bromista por que después de un partido y encima uno con alargue, todos los jugadores acababan con un aroma poco menos que desagradable. Por otro lado también se sintió algo incómodo por lo que dijo su amigo.
-El DT no va a dejarnos tirados en el estadio ahora que somos famosos... Eso pasó cuando estábamos en las juveniles...- murmuró Gonzalo con una leve sonrisa tratando de no recordar ese día que le parecía tan lejano, habían pasado ya 10 años de eso.
-Pero no me lo olvidaré- respondió Leo en un grito mientras caminaba hacia las duchas.
Gonzalo se terminó de quitar la ropa también y fue detrás de su amigo, lo agarró por la cintura y lo levantó varios centímetros del piso, ya que el otro era mucho más liviano y pequeño que él.
-Te acuerdas de eso? Tuve que levantarte justo así para saltar la valla aquel día...- dijo con una sonrisa antes de soltarlo. Ahora fue el turno de Leo de sentirse algo incómodo. Realmente... Había algunas cosas de ese día que preferiría borrar de su memoria...
-Me acuerdo...- apenas murmuró Leo, estaba algo sonrojado aunque ni él ni su amigo se daban cuenta de esto.
-Pero ahora que somos tan famosos no volverá a pasar- dijo Gonzalo abriendo el agua de la ducha, dio un buen sobresalto al sentir que el primer chorro salía helado, por lo que su amigo soltó una risotada.
-Te lo mereces por egocentrico- le recordó Leo antes de apartarse un paso y abrir la llave de la ducha contigua. Estaban uno al lado del otro, en las duchas todavía quedaba vapor de el reciente baño que se había dado el resto de sus compañeros, pero no había ni rastro de ellos.
-Realmente acabaré pensando que se fueron sin nosotros...- murmuró Leo preocupado mientras dejaba que la suave lluvia de la ducha empezará a empaparlo y a mojar su cabello, llevándose rastros de tierra y pasto que habían quedado en él tras el agobiante partido.
Gonzalo suspiró algo exasperado aunque también divertido por esa preocupación que su amigo no era capaz de sacarse de la cabeza desde que eran mucho más jóvenes que ahora.
-No puedo creer que veo al mejor futbolista del mundo preocupado por eso...- dijo no sin cierto tonito de burla, acercándose a su amigo. Sabía que él no decía nada cuando los medios y la gente lo trataban como "El mejor del mundo" pero le fastidiaba mucho cuando su amigo lo llamaba así.
-Te dije que no me llames así!- exclamó Leo tirándole a su amigo lo que tenía más a mano, que era un jabón.
Tenía buena puntería, se lo dio a Gonzalo en la cara. Por suerte él otro lo agarró antes de que se callera al suelo.
-Que bueno que no se te cayó el jabón, ya sabes lo que dicen sobre eso- dijo Leo levantando una ceja de manera insinuante aunque obviamente en broma. Logró que él otro le arrojará el jabón, bastante enojado. Pero no fue tan rápido para atraparlo como su amigo y se le terminó por caer.
-No me hago responsable de nada si lo levantas- dijo Gonzalo aprovechando la oportunidad para devolverle la broma.
-No pienso levantarlo- replicó Leo con voz que pretendía sonar ofendida pero en realidad sonaba muerta de risa. No podían hacer ese tipo de bromas cuando estaban rodeados del resto de sus compañeros.
Gonzalo suspiro y lo levantó rápidamente. -No creo que nos dejen, pero como sigas demorándote en bañarte vamos a estar todavía acá para el próximo partido.- dijo acercándose a su amigo para pasarle el jabón enérgicamente por la espalda, que tenía llena de tierra pegada todavía. Leo dejó que su amigo lo enjabonara, él no podía llegar hasta algunos lugares de su espalda con tanta facilidad y rapidez como él. -Si ahora mismo entrara el DT o algún compañero nuestro, definitivamente pensarían algo raro- comentó Leo con una sonrisa mientras sentía las fuertes y algo rudas manos de su amigo cubiertas de jabón y lavando su espalda metódicamente.
-Saben que tengo buenos gustos- replicó con sarcasmo Gonzalo.
-Que malo eres... Y en primer lugar debiste decir algo como "me gustan las chicas"- dijo Leo clavando el codo en el estómago de su amigo aunque sin mucha fuerza.
-Pues claro, saben que tengo buen gusto para las chicas-
Leo se volvió de inmediato, mirándolo con los ojos entornados.
-Me acabas de llamar chica y además.. Fea?-
-Eso hice exactamente... Mira donde me llegas y lo delgado que eres. Eres toda una dama- dijo el otro con muchísimas ganas de molestarlo. Tenía un poco de razón, le sacaba más de 14 cm de estatura a Leo. Y para peor el otro era algo delgado en comparación a su amigo que tenía un físico bastante desarrollado.
-Pues esta señorita juega mejor que tú..- dijo Leo sabiendo que con eso molestaría realmente a su mejor amigo.
Gonzalo se lo quedó mirando un largo momento mientras sostenía aún el jabón. -Vamos a ver...- dijo al fin dejando caer el jabón. -El jabón es la pelota, tu arco está allá y el mío allá- dijo con una sonrisa algo malvada mientras señalaba uno y otro extremo de la ducha.
-No voy a...- empezó a decir Leo, pero su amigo lo ignoró y pateo el jabón, haciendo que chocara contra la pared que era el "arco" de Leo.
-Gooooool!!!- cantó aplaudiéndose a si mismo con una sonrisa.
-Así que quieres ir en serio eh?- dijo Leo alejándose a buscar el jabón, un desafío era un desafío. No importaba que eso fuera un baño y no una cancha. No importaba que estuvieran desnudos y definitivamente no importaba que fuera un partido de sólo dos y el jabón fuera el balón... No podían evitar a veces ponerse competitivos el uno con el otro.
Para cuando llegó al lado del jabón su amigo ya se había acomodado en la pared opuesta para defender su "arco" que era bastante amplio teniendo en cuenta el tamaño de la "pelota".
-Y aquí viene Leo, tan malo con la pelota como siempre, seguro le dará a la ducha...- relató Gonzalo con una sonrisa aunque su voz se escuchaba tan seria y profesional como la de un auténtico relator.
Leo pateó el jabón en su dirección con fuerza como si en verdad fuera la pelota y ese fuera un partido decisivo... disfrutando al ver como por más que el otro se tiraba al suelo para evitar el "gol" no lograba detenerlo.
-Ese es un gol de verdad- dijo Leo con una sonrisa satisfecha, mientras su amigo lo miraba con algo de mala cara.
-Yo te voy a mostrar un gol de verdad...-
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Se quedaron en el baño mucho más tiempo del que pensaron, mucho más del que debían, pero se la estaban pasando tan bien que eso era lo de menos. Iban ya 20 contra 20 cuando en medio de un juego entre ambos por sacarle la "pelota" al otro entre fuertes agarradas, término por suceder algo que era más que esperado. Leo resbaló un poco sobre el piso de losa mojado que para peor había quedado bastante cubierto de jabón mientras jugaban y se tuvo que sujetar a los fuertes brazos de su amigo. Lo que no sabía era que el otro también estaba algo mal parado y terminaron los dos cayendo, con Gonzalo encima de Leo.
-Estas bien?- preguntó Gonzalo preocupado de inmediato.
-Auch... Si... No fue nada...- dijo Leo con una ligera mueca de dolor.
-No deberíamos estar jugando así... En tres días tenemos el partido por la semifinal... Dios mío si te hubieras lesionado por mi culpa...-
-Ya cierra la boca... No tengo piernas de cristal como para no poder divertirme algo peligrosamente con mis amigos cuando tengo ganas...- dijo Leonel disgustado. -Además tampoco soy todo el equipo, lo harían fantásticamente sin mi-
-No es así y lo sabes, ya deja de ser tan modesto- dijo Gonzalo disgustado antes de darse cuenta que seguía en una situación bastante comprometedora con su amigo.
Estaban los dos desnudos y Leo había caído de espaldas con las piernas bastante abiertas, mientras que el había caído justo en el medio, apoyándose con sus manos a los costados de Leo.
El otro chico aún seguía agarrado de sus brazos, como lo había estado mientras intentaba salvarse de la caída, y lo rostros de ambos estaban a escasos centímetros el uno del otro.
Realmente ahora si que cualquiera que los encontrara pensarías cosas extrañas sobre ellos...
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