Movió el mullido tapete de <<Bienvenidos>> de la entrada y ¡Bingo!, la llave de su departamento. Era tan predecible.
Entró y recorrió todo el departamento, de todas formas, ya lo conocía de memoria (Bueno, no era la primera vez que sobornaba al guardia). El departamento estaba desarreglado, sucio, con ropas tiradas por doquier y notablemente descuidado.
Steve no estaba por ningún lado; Abrió la puerta de su habitación, encontrándose con una desagradable sorpresa; el piso estaba sucio, rodeado de basura, había más ropa tirada por todos lados. Unos rayos de luz se colaban por la ventana, cayendo encima de Steve, quien estaba tapado con las frazadas hasta la cabeza, y unas cuantas jeringas se encontraban esparcidas por el piso.
—¡Steve! ¡Carajo! — Steve pareció reaccionar, y se sacó las frazadas se encima, tenía los ojos rojizos y un aspecto enfermizo.
—Lo siento Tony, lo siento tanto, pero yo...No pude, Soy un maldito perdedor — su voz estaba quebrada y se escuchaba algo ronca. Tony se acercó a Steve en la cama, las lágrimas se deslizaban por su rostro—Lo lamento, lo lamento mucho—
—No te preocupes Cap, saldrás de esta— Steve se molestó.
—¡No!, Y un carajo Tony, deja de fingir que te preocupas por mí, no soy más que un puto drogadicto—
—No eres eso, simplemente cometiste un error— se quedó en silencio, no sabía cómo continuar—Eres humano, aunque no lo parezca— soltó una risita— Los humanos también se equivocan, y estoy seguro de que volverás a levantarte—
—No creo poder volver a levantarme esta vez—
—Te ayudare— dijo decidido— te ayudare a salir adelante, lo juro Cap— Steve soltó una risa sarcástica.
—¿En qué vas a ayudarme?, Si apenas puedes hacerlo tú mismo. Eres un alcohólico, también necesitas ayuda. Necesitas salir de ese jodido cuento de hadas mental que creaste; La vida no es así, un ciego no puede ayudar a otro ciego—Intentó reaccionar lo mejor que pudo, porque ni siquiera estaba seguro de cómo hacerlo.
—No, pero puedo ayudar a levantarte... o eso creo, y dejaras de estar ciego, y vamos a casarnos y a vivir en las vegas, en una mansión con juegos de azar y mujerzuelas— se golpeó mentalmente, definitivamente no era bueno para este tipo de situaciones,
—¿Podrías tomarte las cosas en serio una vez en tu vida?, las cosas no son así, quieras o no. Estamos demasiado dañados, apenas puedo soportar tu dolor, y no creo que tú seas capaz de tolerar el mío. Dos personas rotas no pueden amarse, terminaremos estropeándonos más, hasta que las cosas toquen un punto de donde no van a poder volver a ser como eran—
—Steve...Ehm—
—Se lo que quieres intentar decirme, pero creo que esta vez no va a funcionar. Terminaremos deteriorando esta relación tarde o temprano, yo soy un drogadicto y tú eres un mujeriego sin remedio—
—¿Ahora tú también vas a sacarme en cara mis errores? ¡Deja de lado de una puta vez tu egoísmo Steve!, Yo intento mejorar por ti, Ya tengo suficiente con Pepper y los medios, ¿tú también vas a reprocharme? —
—No soy egoísta, soy realista—
—Y una mierda, te estas complicando demasiado por cosas que no están en nuestras manos; no eres más que un tonto melodramático y llorón—Tony se arrepintió al instante, Steve lo miró con odio.
—¡Lo ves! ¡Eres un jodido bastardo!, no sirves ni para tener una relación estable. Engañaste a Pepper con una chica que apenas conocías, tiraste un año de relación a la basura, ¿Crees que no harás lo mismo con lo nuestro cuando tengas la oportunidad? —
—¿¡Porque no me crees!? ¡Cambie! ¡Ya no soy como era hace tiempo! —
—Eso no te lo crees ni tú, las personas no cambian de un día para otro—
—¿Qué fue lo que te sucedió? —
—Ya lo sé todo— respondió simplemente, Tony ladeo la cabeza.
—¿Qué cosa? —Steve rio, Tony se ponía cada vez más nervioso.
—Volviste a beber, Coulson me lo contó todo, si apenas puedes contigo mismo, mucho menos podrás ayudarme—
—¿De qué hablas? —
—No te hagas el inocente Tony, te descubrieron tomando tequila en el baño—Tony palideció.
—Eso fue hace un mes, desde entonces me di cuenta de que no valía la pena. El delirium tremens me lo hizo recordar, realmente ahora no quiero volver a tocar una botella de alcohol en mi jodida vida, la pase terrible— Steve suspiró.
—No lo sé, lo siento, pero los ataques de ansiedad y las pesadillas volvieron. Pero ahora son mucho más fuertes, n-no puedo ni siquiera dormir—
—¿Que sucedió esta vez?, porque no creo que vuelvan de la nada—
—Cuando eres Oncólogo la muerte es algo cotidiano, la mayoría de los pacientes nunca mejoran— suspiro—Tuve un paciente de ocho años, se llamaba Demian, tenía leucemia. Era muy amistoso e increíblemente optimista. Luego ya sabes, lo típico, empezó a empeorar y un día falleció, sus padres me echaron la culpa, me dijeron cosas horribles. Pensé en Peggy y en mi hija y l-las cosas se salieron de control, otra vez—
Tony suspiró.
—lo más seguro es que te haga daño con mis fragmentos, y tú me lastimes con los tuyos. pero no perdemos nada con intentarlo. Tal vez un ciego no pueda curar a otro ciego, pero puede ayudarlo a levantarse y a llevarlo hacia alguien que, sí pueda curarlos, para que así ambos se recuperen— hizo una pausa para mirarlo a los ojos—Entonces... ¿Dejarás que éste bastardo alcohólico te ayude? —
—Tu tu positivismo es una cosa que adoro de ti— sonrió a duras penas— dejaré que me ayudes si tú también sales adelante—
—¿Juntos? —
—Juntos— afirmó para besarlo, y aprovecho para toquetear el trasero.
—¡Oye! — Tony soltó una carcajada.
—Entonces, ¿Volverás al centro? —Steve suspiró con pesar,
—Me temo que si—