Melody
“He perdido muchas cosas, dentro de una grieta están ocultas.”
La vida puede dar giros inesperados, giros que pueden costarte años de esfuerzos depositados en la construcción de tus sueños.
¿Quién iba a decir que las cosas se darían de esta manera? Ni yo aún puedo creerlo, después de doce años, todo se ha ido abajo y no ha dejado rastros de sueño alguno, simplemente recuerdos de sueños y metas alcanzadas.
¿Debería realmente conformarme? Girugamesh era mi vida y desde aquel año, siento que cada acto que hemos cometido, han sido intentos de suicidio.
— ¡No! No llegas a la nota, a ver si comienzas a esforzarte más Satoshi.
— Lo intento ShuU…
— ¡Pues no es suficiente! –gritó fuera de sí-
— Lo siento –dijo quedamente mientras observaba el micrófono-
— Tus disculpas no cambiarán nada, estupideces ¡tiempo perdido! –con vesania se dirigió a la terraza, no quería seguir gritando-
¿Sabes? También estaba agotado… El camino que transitábamos no era lo que queríamos, estábamos atados, esclavos de cadenas que nos impedían seguir.
2012, peleas, choques, gritos, desacuerdos, rabia, tristeza, indiferencia… todo se mezcló, volviendo un sencillo “hola” el comienzo de una nueva pelea.
Las cosas iban de mal en peor y tu… Tu…
“Mis sentimientos se superponen ¿qué esperabas oír?”
Fueron hirientes momentos.
— ¡No, Satoshi!
— ¿Sabes? Antes eras bueno cantando. –dejó su bajo muy enojado-
— … Háganlo ustedes entonces –apretó sus puños y dientes-
— Apuesto a que Fukutaro hace mejores guturales –escupió el bajista-
— Con un demonio ¡cierra la maldita boca ShuU, me estoy esforzando!
— ¡No es suficiente, ere un inútil!
Su puño se estrelló contra el rostro del bajista, dejándolo inconsciente.
Esa noche le pidió que se quedara con él a ver la inquietante urbanización de Tokyo que daba la ventana de su cuarto.
— Hoy… Lo has hecho bien.
— No, no fue así.
— Satoshi, no les hagas caso, solo están cansados.
— Ryo… -miró sus profundos ojos-
— Dime –lo miró, sintió un gran calosfrío al ver aquellos tristes ojos acompañados de aquella hermosa sonrisa-
— Te amo –tomó su mano, nuevamente ese calosfrío, estaba fría… congelada-
— Satoshi… -la tristeza comenzaba a inundarlo igualmente- … Yo también te amo –el mayor unió sus labios con los del menor-
— Todo… estará bien –sonrió nuevamente-
“Ni si quiera conocía la verdad que se desplegaba de aquel día roto, ni veía la cicatriz detrás de tu cara sonriente.”
Con el pasar de los días, todo empeoraba, las peleas se hacían cada vez más frecuentes, incluso tu y yo…Todo se hacía cada vez más difícil, tu aspecto y tus palabras cada vez se destruían más.
Girugamesh iba de mal en peor.
“No es una buena canción.”
“No quiero eso.”
“Cállate, esto es malo en verdad.”
“No es lo que somos.”
Todo empeoraba y los conflictos iban aumentando minuto tras minuto, arrasando con todo lo bueno.
— Es todo –soltó en seco el bajista mientras separaba al vocalista del guitarrista, quien estaba por darle un puñetazo al primero- Hasta aquí ha llegado mi paciencia. No seguiremos actuando como si todo estuviese bien.
— ShuU…
— Será este el último show de Girugamesh. –tomó su bajo, le tiró las baquetas al menor y salió al escenario-
Fue allí donde las cosas empeoraron aún más. Todo se quedó en la nada. ¿Qué pasó con Girugamesh, qué pasó con ellos, donde están?
Hundidos en la desesperación, solo nos veíamos para saber si alguno tenía las herramientas para cerrar aquella grieta que se fue formando con el tiempo.
— -paró en seco, y cayó de rodillas al piso, hacía varias lunas no comía bien.-
— ¡Satoshi! –el menor lo sostuvo-
— Oye… -débilmente sus lagrimas se asomaban y su sonrisa se presentaba ya muy pálida- ¿No podemos renunciar al sufrimiento?
“Cada vez que miento mi consciencia se ríe de mi.”
¿Recuerdas cuando intentaste escapar de los problemas, cuando el llanto ya no era el aliado de ninguno de los cuatro?
— REDMAN ¿¡qué mierda tienes en la cabeza Satoshi!?
— No puedo seguir hundido ShuU, la presión me está asfixiando.
— ¿¡Sólo a ti!? Que egoísta eres, Girugamesh se nos está viniendo abajo y tu formas una nueva banda ¡Menos mal que no te entran las letras! –gritó un Nii muy sacado-
— ¿…egoísta? –preguntó ingenuo y quedo-
— ¡Si, eso, no eres más que un egoísta! –agregó ShuU-
— ¡Maldita sea! ¿¡Realmente creen que no me duele lo que está pasando, en verdad!? Soy el que más está sufriendo, la presión está toda sobre mi “Satoshi debes esforzarte más”, “Satoshi no llegas a la nota”, “Satoshi aún esperamos las canciones”, “Satoshi concéntrate”, “Satoshi eres un inútil”, “no sirves para nada”, “egoísta” ¡Un maldito minuto pónganse en mi lugar! He pasado días sin dormir, sin comer, sin salir de mi casa. Navidad y año nuevo me la pasé encerrado escribiendo cosas que, ustedes mal agradecidos, no le tienen una pizca de consideración, nada les conforma. He pasado mi cumpleaños solo, encerrado pensando en que mierda sería de nosotros. Mi garganta me ha estado matando, me he enfermado, me he desmayado incontables veces y a ustedes no les ha importado
— Sato…
— ¡NO! Estoy harto Ryo, estoy realmente cansado –sus venas se hacían notar, al igual que las lagrimas en sus cansados ojos- REDMAN me ha enseñado a valorarme ¿saben? Fueron canciones que allí lo demuestran todo, cosas que aprecio y tomaré en mis manos como demostración de que hay personas que si valoran lo que hago. –sus lagrimas salían sin aviso, una tras otra acompañadas de aquellos gritos ya desgarradores- REDMAN me ha dado otra perspectiva, algo diferente a todo esto. Cantar lo es todo para mí y Girugamesh es parte de mi vida ¡malditos egoístas lo son ustedes!
Te marchaste azotando la puerta con la vesania que entonces te manejaba.
Las relaciones se iban consumiendo, volviéndose tóxicas y dañinas. Tú y yo nos estábamos convirtiendo en algo tóxico.
…
Una luz logró iluminar al fin el camino, no fue más que a un Girugamesh desangrando lo que se encontró, heridas abiertas, lagrimas derramándose, corazones y mentes vacías. Cuerpos cansados y relaciones casi destruidas que tuvieron que ser delicadamente tomadas para ser reparadas.
Giruhamesh repuntó con el gran recordatorio de quienes eran, y de lo que debían hacer.
Las cosas mejoraron ¿verdad? O eso era lo que se veía.
Nuevos discos y inminentes giras fueron las que se vinieron, las risas extrañadas comenzaban a presentarse nuevamente. El amor renacía.
10 años de lucha fueron celebrados.
Pero ¿sabes algo? Heridas de tal gravedad no sanan tan fácilmente. Y esta, no fue la excepción de ninguna de ellas.
La tensión después de 4 años seguía estando ahí. Las relaciones, a pesar de haberlas mejorado, volvían a ir en declive.
— Satoshi esto es como antes –le dijo mirando a la ciudad, posando su cigarrillo en sus labios-
— Cállate, Ryo. –soltó en seco, mirando a la nada-
— Que necio. –expulsó el humo de sus pulmones con un suspiro- Chimera será lo último que ayudaré a editar para una banda que está pintando ser algo que no es.
— Tu eres parte de esa banda que pinta ser algo que no es
— ¿Y? soy consciente de lo que sucede. –tiró su cigarro- tiempo perdido, peleas, estupideces
— Estoy sufriendo un déjà vu, Ryo…
“No quieras sacrificar las cosas importantes.”
— GIRUGAMESH SE SEPARA. –soltaron en seco los cuatro-
Todo estaba decidido, aquella reunión fue lo que le puso fin a doce años de sueños. Y para todos estaba bien ¿de qué servía seguir mintiendo, de qué servía seguir mintiéndonos? Los cuatro sabíamos que todo esto estaba consumiendo cada partícula, ya no quedaba nada prácticamente.
La destrucción de cada corazón llegó el 24 de marzo, con tantos “Feliz 12avo aniversario chicos”.
¿Qué podíamos ver alrededor? Cada miembro con su celular en mano, sonriendo ampliamente, con lágrimas empapando cada rostro y un aura de nostalgia inmensa. ¿Era realmente injusto sacrificarlo todo? Quizá sí, pero era necesario.
Llegó el 2 de mayo, donde para miles de corazones, todo se fue abajo.
“Eres débil, esto es duro y doloroso.”
— Nos deben de estar odiando –soltó con la vista perdida en el techo de su habitación-
— Tal vez… Pero su apoyo está ante todo odio, te lo juro –tomó su fría mano debajo de las sábanas-
El mayor posó sus ojos en los del menor, la luz de la luna que entraba por el gran ventanal iluminaba tenuemente dos cuerpos desnudos bajo blancas sábanas que los escondían. Pero ni las mantas lograban esconder la tristeza y enojo que cada uno llevaba.
Las ganas de llorar y el querer que todo esté bien, no eran huían de su ser.
— No quiero esto Ryo –sus ojos se cristalizaron y su voz se quebró, apretando fuertemente la mano del menor-
— Lo sé Sato, yo lo sé. Pero es lo mejor que hemos encontrado, lamentablemente –los ojos de este también comenzaban a cristalizarse, y su gruesa voz comenzaba a fragmentarse-
— “Levántate y limpia este sucio lugar” ¿recuerdas?
— Este lugar ya está destruido, se ha convertido en una pocilga gracias a la espera y el correr del tiempo… No hay nada que hacer…
— Aunque no quiera creerlo, en verdad es así –soltó desesperanzado, sabía que no había vuelta atrás- Ryo… -acarició su mejilla-
— ¿Si?
— No te vayas… Estoy aquí.
El mayor apretó fuertemente su mano, bajando la vista comenzó a llorar como un niño de cinco años al cual acaban de regañar. El baterista lo abrazó, entregándole toda la seguridad posible.
— Te amo, te amo más que a nada en este mundo, idiota –lágrimas tras lágrima adornaban su blanco rostro-
Nuestro amor en esos años no había cambiado, con cada caída se fortalecía más. Juntos aprendimos a sobrellevar los problemas, a pesar de que los momentos difíciles de la banda nos llevaron a múltiples peleas, supimos reponernos y juntos salir adelante.
Lástima no ocurrió lo mismo con los demás miembros.
Lazos que quizá antes eran de esos que no logras romper ni con tijeras, ahora estaban deteriorados, viejos y ya no eran más que trapos usados. Es doloroso ¿verdad?
Todo el camino recorrido durante doce años, llegó a su fin.
Risas.
Amor.
Música.
Felicidad.
Fuerza.
Sueños.
AMISTAD.
“¿Ya estás cansado?
¿Buscas el final?
Pues está empujándote la espalda.”
Girugamesh ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, después de él, es todo lo que tenía y sé que para él no es diferente; cantar lo es todo para él y luego de esto, la inseguridad que lleva encima por volver o no a la música después de Girugamesh, es inminente y simplemente me aterra.
¿Saben lo que es verlo llorar sin que lo sepa? Puede sonreír, pero solo es una sonrisa vacía detrás de los latidos de un corazón completamente vacío.
Te has esforzado tanto. Lo sigues haciendo.
En la gira, tu… pretendiendo ser fuerte y mostrarte con una imagen firme que sobrelleva todo esto con actitud y ni una pizca de dolor. Entregándolo todo en el escenario, mostrando una sonrisa colosal y dejando todo dolor en cada canción…
Pero jamás verán al Satoshi que veo yo desde la gira por Europa, ese que llega a su casa cansado, triste y con una sonrisa que hasta el más idiota notaría que es falsa.
Dejaste de ser fuerte, pero no lo querías demostrar porque ya no había mojón para sostenerte más que la mentira.
Últimamente lo único sincero que oigo de él es:
“Te amo Ryo, no me dejes, estoy aquí.”
Decirte que no estés mal es en vano, ridículo hasta para mí. Girugamesh lo era todo para nosotros. Ver lo que construimos con gran esfuerzo durante años, destruirse frente a nuestros ojos y no poder hacer nada es… Simplemente horrido y lacerante.
Algo murió en cada uno de nosotros.
Las miradas se hicieron tímidas y las manos se escondieron en los bolsillos, como queriendo ocultar allí todo el dolor.
El 10 de julio será el adiós oficial. El tiempo ha sido tan diligente y exiguo con nosotros…
En primavera ¿por qué no vimos los pétalos de cerezo de la misma manera que antes?
Es verano ¿por qué el frío es quien cala nuestros corazones entonces?
Todo en la vida da un giro inminente cuando menos lo esperas, a veces para bien, otras veces para mal. Lo importante es tomar en nuestras manos lo bueno y dejar lo malo como un amargo trago y, quizá, una lección más.
Satoshi, Nii, ShuU… tantas veces, juntos, lo hemos dicho;
¿Qué importa? Importa seguir adelante a pesar del dolor, la caída no será nada si tienes un par de brazos que estén dispuestos a levantarte, sino, el levantarse será una tarea intrincada, pero no imposible.
Hemos querido transmitir eso al mundo entero ¿por qué darle la espalda a eso ahora?
Tomemos en nuestras manos todo, absolutamente todo, lo que la música, las personas y lo que entre nosotros, nos hemos y nos han dejado. Risas, estupideces.. ¿Lágrimas, enojos..? También.
La vida más allá de todo, sigue.
Nos hemos divertido y pretendo hacerlo hasta el final, dándolo todo de mi, dejando todo mi agradecimiento y mis más sinceras disculpas… Ustedes, chicos, son mi familia, aún contando a Nii, son mi familia, no importan las peleas que hayamos tenido ni los golpes que nos hayamos dado, todo sigue, mi frente está en alto y estoy orgulloso del camino que tomé y tomaré, porque si, porque aquí no acaba todo, aquí no acabaron mis sueños, ni mucho menos mis metas.
Allá afuera hay gente que sigue apoyándonos, aún viéndonos en caminos separados.
Toma mi mano, estás aquí y no te dejaré… no te dejaré nunca.
Aún queda un último suspiro.
Aún queda un último Girugamesh para dar.
Aún quedan muchos caminos diferentes para tomar… Simplemente esta ha sido la más desgarradora manera que encontramos de separar los caminos…
Esta ha sido la manera más lacerante de decir “No puedo más.”
Guarda en tu corazón estas palabras y esta melodía; “Uno no elije la dirección del camino de la vida...” Pero no te rindas.