Pov Draco
Poco a poco abrí mis ojos, lo primero que vi fue una puerta de madera; miré mis manos, una estaba vendada y la otra con unas agujas en la muñeca. Me dolía todo el cuerpo, no recordaba nada de lo que había sucedido, solo quería saber que estaba pasando, y donde estaba Harry.
La puerta se abrió, una enfermera entró junto con un doctor.
-¿Qué paso? ¿Qué hago aquí? –pregunté asustado.
-Tranquilo hijo, no pasara nada, estás a salvo, tu hermano y tú sufrieron un accidente.
-¿Cómo está Harry? –pregunté recordando lo que había sucedido.
-Está bien, estuvo muy cerca, pero ha mostrado mejoras.
Pov Harry
Sólo olores, movimientos, imágenes, heridas y sangre; es lo único que recuerdo de aquel accidente. Recuerdo la expresión de Draco cuando estábamos por chocar, como puede ser que un momento lindo se convirtiera en esto, ahora, estoy en este cuarto, con agujas en mis venas, con una bata blanca y acostado en esta cama de hospital, todo mi cuerpo me duele, solo espero que el rubio esté mejor que yo.
La puerta del cuarto se abrió y entró mi mamá.
-¡Hijo! ¿Estás bien? –preguntó preocupada.
-Creo que sí –dije.
-Su hijo está bien, estábamos preocupados, en el camino estaba inconsciente pero ya una vez que llegamos empezó a dar signos de vida, es un chico muy afortunado –explicó la enfermera que estaba en el cuarto.
-¿Y Draco? –dije sintiendo una opresión en el pecho.
-Su hermano está bien, tiene una quemadura en su brazo, y algunas heridas, pero estará bien, mañana en la tarde podrán irse –sonrió.
-Gracias, doctor –agradeció mi mamá y volteó a verme- cuando Lucius y yo nos enteremos, salimos rápido de casa a verlos, estábamos muy preocupados por ustedes… -tocó mi mejilla.
No pude aguantarlo más y comencé a llorar.
-No llores, mi amor, todo está bien –dijo ella.
Pov Draco
Mi papá y Lily entraron por la puerta.
-Lo siento, los decepcioné, lo siento mucho, me siento muy culpable –dije triste.
-Cielo, no te sientas así, las cosas pasan, ahora lo que importa es que Harry y tú se recuperen –dijo Lily con cariño.
-El doctor nos dijo que mañana mismo saldrán del hospital, por lo mismo de que no están graves, solo son heridas, y tú que tienes el brazo quemado –me informó mi papá.
-Qué bueno que no le paso nada a Harry –suspiré -juro que no me lo perdonaría –dije enojado conmigo mismo.
-Me alegro que tu hermano y tú se estén llevando mucho mejor, tal vez eso de que vivan juntos se termina antes de lo esperado –dijo Lucius alegre.
-Sí –dije imitando su sonrisa pero sin poder compartir el sentimiento.
-Pero –Lily tomó mi brazo- ¿Cómo te paso esto, Draco?
-No lo sé.
-Lo bueno que no son quemaduras graves, con el tiempo desaparecerá –dijo mi papá.
-Bueno hijo, iremos por unas cosas para ustedes, por mientras los dejaremos descansar –dijeron ambos adultos para despedirse y salir por la puerta.
-Claro –sonreí.
Pov Harry
-¿Gusta algo de comer o beber? –preguntó la enfermera.
-No, no tengo hambre, gracias.
-Bueno, pero debe de comer –dijo seria.
-Ni ganas de comer tengo después de lo que vivimos –dije triste.
-Gracias a Dios que está bien –dije - y a su hermano.
-¿Mi hermano, por qué? –dije sentándome lentamente.
-¿El doctor no le dijo?
-No –dije nervioso.
-El impacto de una bolsa de aire, en un adolescente, puede causar fracturas de cráneo, las cuales en la mayoría de las ocasiones puede llegar a ser mortal. Su hermano puso su brazo para que la bolsa de aire no le pegara en su rostro; tiene el brazo quemado, el golpe de la bolsa es muy peligroso, es una suerte que sólo se quemara el brazo, pudo habérselo roto o dislocado.
Quedé estático al escuchar lo que me había dicho, Draco me había salvado la vida. Sentí un aire frio por todo mi cuerpo, sabía que esa quemadura era parte mi culpa.
Me tapé la cara y empecé a llorar, me sentía culpable, y junto con el sentimiento de la experiencia, me sentía de lo peor.
-Enfermera –llamé.
-¿Qué pasó?
-¿Puede llevarme con mi hermano, por favor?
-Pero necesita estar en reposo, no puedo –dijo deteniéndome.
-Necesito verlo, por favor –dije rogándole.
-De acuerdo, pero rápido.
La enfermera me venía tomando del brazo, traía aun la bata blanca, descalso, con el pelo despeinado y algunas cortadas en mi rostro y piernas, caminando despacio, realmente me dolía todo el cuerpo, pero quería ver a Draco.
-Espere aquí afuera, quiero hablar en privado con él.
-De acuerdo –suspiró resignada.
Entré, Draco estaba acostado mirando al techo, como si estuviera ido. Caminé hasta donde estaba él y lo miré con un puchero en la cara.
-Harry, estás bien –dijo reaccionando a mi presencia.
-Pero mírate, tengo la culpa –dije dolido.
-No digas eso, tú no tienes la culpa –intentó consolarme.
-No trates de esconderlo, ya me enteré que pusiste tu brazo para que no me golpeara la bolsa de aire –comencé a llorar.
-Tenía que hacerlo, te hubiera lastimado mucho, eres muy pequeño y frágil.
-Pero ahora mira como está tu brazo, me siento culpable –recargué mi cabeza en su pecho.
-Por favor, no te sientas así, fue mi culpa, todo esto está pasando por mi culpa, todo por no haber visto ese carro –me acarició el cabello.
- Pero… -volteé a verlo.
Draco estaba muy deprimido, se notaba en sus ojos, pero aun así intentaba consolarme mientras limpiaba mis lágrimas.
-Ya no quiero que llores, me haces sentir peor –suspiró el rubio.
-Pero no puedo dejar de pensar en esto, me siento mal, me siento culpable.
-Solo tiene que pasar el tiempo y las cosas mejoraran, ya verás –sonrió.
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo, Harry.
Draco me sonrió tiernamente, y siguió acariciando mi mejilla, seguía recostado en su pecho, escuchaba sus latidos, no dejaba de ver sus ojos que me daban mucha tranquilad.
Pov Draco
De nuevo sentí esa corriente eléctrica por todo mi cuerpo que me hacía desear sus labios, poderlos probar, hacia lo imposible para no besarlo. Me fui acercando lentamente a él, deseaba más que nada esos labios que me volvían loco. Cuando nuestros labios estaban por tocarse la puerta se abrió.
-Señorita, vámonos el Dr. va a su cuarto –exclamó la enfermera.
Harry se sonrojó y me dio un beso rápido en la mejilla.
-Cuídate –dijo.
Salieron de la habitación y cerraron la puerta.
-¡Soy un estúpido! De nuevo casi lo beso –pasé mi mano por todo mi cabello- pero es que no puedo evitar desear esos labios, pero… es mi hermanastro y no puedo, no debería… debo conformarme con los besos de Pansy –suspiré rendido.