Pov Draco
Esa fue la noche más larga de mi vida. Millones de pensamientos se amontonaban en mi mente; imágenes de Harry con Oliver, de Pansy conmigo, y para acabar de arruinar mi noche, de Harry conmigo.
No podía dejar de escuchar lo que ambos dijimos en nuestra última discusión. En verdad quería correr hasta su cuarto y pedirle perdón. Disculparme hasta que la palabra dejara de tener sentido; hasta que la mirada de Harry volviera a tener ese brillo tan peculiar.
A la mañana siguiente ambos teníamos unas grandes ojeras y caras de que ninguno de los dos había podido conciliar ni diez minutos de sueño.
No entiendo cómo pudo pasar esto, o cuándo pasó… sé que desde la primera vez que lo vi me pareció un chico muy apuesto, con su cabello alborotado, pero no en una mala manera, y sus grandes ojos verdes. Verdes como el césped en una tarde de verano… Recuerdo como el día en que hablamos, el día en que Harry se había estado bajo la lluvia, hubo una conexión instantánea entre ambos; como después, por culpa de un comentario mío, todo eso se había ido al traste…
Pero lo peor era saber que en estos días que habíamos pasado juntos yo en verdad había llegado a sentir algo mucho más fuerte por mi hermanastro. Justo ahora, viéndolo adormilado, me daba ganas de acorralarlo contra la pared y demostrarle todo lo que yo le podía dar que Oliver ni siquiera imaginaría. Quería besarlo pero muy en el fondo sabía que no debía, no ahora que él estaba con Oliver.
Pov Harry
Fui caminando hasta la casa de Oliver. Tenía que mantenerme alejado de Draco.
-Hola, bebé –dijo Oliver cuando abrió la puerta.
-¿Qué te dije acerca de los apodos? –reproché soltando una pequeña risita.
-¿Qué tienes? –dijo cerrando la puerta tras de sí.
-Nada, solo no dormí bien.
-¿Seguro? ¿Draco te hizo algo?
-Emm… -dije nervioso –no, solo discutimos.
-Tu hermanastro no tiene remedio, no sé cómo puede ser así con un chico como tú –tomó mi mano.
-Gracias por ser así conmigo –dije apenado –y gracias por acompañarme a la escuela.
-Lo hago porque te amo –acercó mi mano a su boca y depositó un suave beso –y porque mi turno en el café no empieza hasta las diez.
¿Qué había hecho para merecer a una pareja así? Oliver era todo lo que alguien podía desear: era cariñoso, leal, chistoso, caballeroso… poco a poco me iba enamorando. Él era todo lo que necesitaba.
Llegamos a la preparatoria y a lo lejos pude ver a Draco con sus amigos. Hermione y Ron me veían desde la entrada. Oliver tomó mis mejillas y lentamente besó mis labios.
-Nos vemos al rato –dijo.
-Sí –apenas dije y lo volví a besar.
-Te voy a extrañar.
-Yo a ti, pero bueno, son solo ocho horas.
-Harry… ¿sabes cuánto son ocho horas? ¡Es un tercio del día!
-En verdad te quiero demasiado –dije abrazándolo.
-Ten –dijo dejando algo pequeño en mi mano para después alejarse.
Mire mi mano y vi que era un dulce de mora azul. Mis favoritos. Sonreí como idiota, ¿qué estaba haciendo Oliver conmigo?
-¡Harry! –Hermione me abrazó con fuerza –eso fue lo más hermoso que he visto. ¿Es ese el chico del café?
-Eh… sí –dije a mi mejor amiga.
-Son tan adorables –los ojos de la castaña brillaban y sus mejillas estaban sonrojadas.
-¿Cómo se llama? –preguntó Ron sonriendo.
-Oliver.
-¡Necesito un nombre para su ship!
-¿Qué es un ship? –le pregunté a Ron.
-No tengo idea.
-¡Olitter! –gritó mi amiga y empezó a reírse como loca.
Estábamos en clase de química. Estaba seguro de que el profesor Snape me odiaba.
Estaba sentado junto a Ernie. Era demasiado alegre y sus chistes siempre me hacían reír.
-Pssst –dijo mi compañero –te están viendo.
Miré hacia donde señalaba Ernie y vi que Draco me observaba.
Ninguno apartaba la mirada. Habían pasado varios minutos. No tenía ni idea de lo que estaba explicando el profesor.
-Aquí vamos otra vez –dijo Snape -¿Potter puedes explicarme lo que he estado diciendo?
-Eh –lo miré y sentí miedo ¿qué se suponía que dijera? La última vez Draco me había ayudado –no lo sé –dije rendido.
-¿Y usted, Malfoy? –no sé si era mi imaginación pero al hablarle al rubio su voz había sido menos hostil.
Draco lo miró por un momento y luego miró a la pizarra.
-En 1864, Newlands observó que en la ordenación de los elementos según su peso atómico creciente, el octavo elemento contado a partir de uno cualquiera repetía las propiedades del primero. La ley dejaba de cumplirse al llegar al tercer período, en que sólo el potasio y el calcio tenían parecidas propiedades al sodio y al magnesio.
-Bueno, por lo menos uno de los dos logrará graduarse –dijo el profesor.
Maldito Draco y su endemoniado intelecto de enciclopedia.
Después de clase Oliver me acompañó a la biblioteca a buscar un libro.
-Aquí está el libro –dijo entregándome el libro que había estado fuera de mi alcance –¿ves por qué te digo que eres un bebé?
-¡Oh, cállate! Solo eres cuatro años mayor.
-Ni siquiera eres legal aún.
-Bueno, si no haces nada que amerite ser considerado “ilegal” entonces no habrá problema –dije.
-¿Si tú quieres entonces no rompo ninguna ley? ¿Eso me estás diciendo? –susurró en mi oreja.
-Eh… ¡no! Para nada. Ahora camina, tengo que hacer mi tarea.
-Vamos a mi casa –ofreció –así no tenemos problemas con tu hermano.
-Tienes razón, mejor en tu casa –dije sonriendo.
Pov Draco
Era tarde y Harry aún no llegaba. Lo había visto salir de la escuela con Oliver y, de manera exitosa, logré controlar mis ganas de atropellar al castaño. Pero conforme pasaban las horas y Harry seguía sin llegar, comenzaba a pensar que el asesinato sería la mejor solución.
Se escucharon unas llaves y la puerta se abrió.
-Buenas noches –dije cambiándole a la televisión.
-¿Sarcasmo? –Dijo yendo a la sala.
-Realmente no, solo quise ser amable.
-Bien –se sentó en el otro sillón.
Hubo un silencio incómodo.
-Harry, siento mucho los problemas y pleitos que he causado. Espero que podamos volver a ser amigos.
-Está bien –dijo Harry suspirando.
-¿Podemos volver a ser los de antes?
-¿Te refieres a antes “Soy-Draco-y-no-me-importa-hacer-sentir-mal-a-mi-adorable-hermanastro” o al antes donde comenzábamos a ser amigos?
-Harry –reproché rodando los ojos.
-Está bien, eso fue innecesario.
-Solo para que quede claro, me refería al antes “soy-Draco-y-puedo-llevarme-muy-bien-con-el-adorable-Harry-Potter”.
Harry asintió sonriendo. Sus mejillas estaban muy rojas.