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365 Días con él por Luluu

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Notas del capitulo:

¡Hola! Sé que tardé mucho en actualizar pero es que la escuela me está matando :) 

Y ahorita estoy en semana de exámenes pero decidí darme un tiempo para escribir este capítulo. 

 

1) Estoy casi segura que les va a gustar.

2) Casi llega a las 2000 palabras.

 

Así que creo que merezco su perdón 7u7

 

 

 

 

 

 

 

Pov Draco

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaba a punto de terminar.

 

 

 

Necesitaba aguantar unos segundos más.

 

 

 

Pero el sueño me estaba venciendo.

 

 

 

Mis ojos se estaban cerrando.

 

 

 

Me aferré a mi almohada.

 

 

 

Si me duermo habré arruinado todos mis esfuerzos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-¡Por fin! ¡Acabé el libro! –grité poniéndome en pie.

 

-¿Estás bien? –preguntó Harry asomándose a mi cuarto. ¿Seguía despierto? Eran las tres de la mañana.

 

-Terminé –dije abrazando el libro y dejándome caer en mi cama.

 

-¿Pero no lo habías comprado ayer? –preguntó Harry tomando asiento junto a mí.

 

-No me subestimes –suspiré de alegría –había querido leer este libro desde hace años.

 

-¿Qué tal estuvo?

 

-Podría casarme con este libro. O con el protagonista. O con la misma historia. Es todo lo que esperaba y más.

 

-Esperaré a que salga la película –comentó el azabache. Me apoyé en mis codos para verlo a la cara.

 

-Qué bueno que eres tan guapo, sino solo serías un grandísimo idiota e inculto.

 

 

 

 

 

Harry sonrió y me miró con cara de ternura.

 

 

 

 

 

-¿Qué demonios te pasa?

 

-Acabas de llamarme guapo

 

-Mientras te insultaba. Aparte llevamos dos semanas siendo pareja, no es la primera vez que te llamo así.

 

-Yo también creo que eres guapo, Draco.

 

-¿Me estás escuchando? –pregunté en tono molesto pero sin poder ocultar mi sonrisa.

 

-Claro, no tan guapo como yo. Tampoco te acercas a Zac Efron, pero claro, él es como un dios. Ningún mortal debería compararse a él.

 

-¿Ya acabaste?

 

-Amargado –dijo. Harry me dio un rápido beso –se me olvidaba, ¿irás a mi partido mañana? –por eso seguía despierto. Estaba nervioso.

 

-No me lo perdería por nada –dije sonriendo. Últimamente sonreía tanto que mis mejillas dolían. –también van a ir Zabini y Nott a apoyarte.

 

 

 

 

 

Harry no contestó nada pero me abrazó y, con su peso, nos hizo quedar recostados.

 

 

 

 

 

Esto era todo lo que quería y más.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

………………………………………………………

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaba sentado en las gradas. Zabini estaba junto a mí, y Nott junto a él.

 

 

 

 

 

-Hola, Malfoy –escuché que alguien decía. Al girarme, me encontré cara a cara con Ronald Weasley.

 

-Ronald –dije.

 

-¡Hola, Malfoy! –dijo una castaña junto a Weasley. Nunca había tenido una plática real con ellos así que asentí con la cabeza y miré al frente.

 

 

 

 

 

El equipo de la escuela iba entrando. Harry volteó hacia las gradas y cuando nos vio, saludó feliz.

 

 

 

 

 

-¡Vamos, Harry! –gritó Hermione.

 

-¿Percy? ¿Qué haces aquí? –preguntó el pelirrojo.

 

-Vinimos a apoyar a Harry –contestó una voz que yo conocía.

 

 

 

 

 

Me giré para decirle a ese idiota que se largara pero me quedé callado al verlo.

 

 

 

 

 

Oliver estaba tomado de la mano con un pelirrojo que, asumiendo que fuera Percy, era muy parecido a Ronald.

 

 

 

-Hola, Draco –dijo Oliver educadamente –si no miras al frente vas a perderte el juego.

 

 

 

 

 

Un poco anonadado asentí y volví a mirar el partido.

 

 

 

 

 

-¿Qué acaso no puedo estar aquí? –preguntó ahora Percy.

 

-No es normal de un exprefecto asistir a los partidos de la escuela. Y más tomando en cuenta que odias los lugares con gente –dijo Ron.

 

-¿Mamá sabe que estás aquí? –preguntó otro pelirrojo apareciendo junto a nosotros. ¿De dónde salían?

 

-Lloraría de felicidad si te viera en un evento social con tu no-vi-o –agregó otro pelirrojo.

 

 

 

 

 

 

 

Sí sabía quiénes eran ellos. Fred y George Weasley.

 

 

 

 

 

Eran una leyenda escolar.

 

 

 

No por buenas calificaciones ni por desempeño escolar. Nunca habían ganado un concurso o competencia. Eran parte del equipo de basquetbol pero no eran los mejores jugadores.

 

 

 

 

 

Eran un año mayor que nosotros pero, se contaba entre los alumnos que, durante su primer año en la escuela, la maestra de Lectura y Redacción había sido una desgraciada.

 

 

 

Su actitud socarrona y exámenes, literalmente imposibles de aprobar, habían hecho llorar a más de un alumno. Sin contar que sus “castigos”, cuando alguien echaba relajo en clase, eran extremistas.

 

 

 

Su nombre era Dolores y había intentado quitarle la escuela a Albus. Así que los gemelos, en un acto de valor, habían lanzado fuegos artificiales a mitad de uno de sus exámenes. Tiraron cuadernos, estuches e inclusive el escritorio de la maestra.

 

 

 

Habían corrido por toda la escuela, abriendo las llaves de agua del jardín hasta que se formó un pequeño pantano.  

 

 

 

 

 

Cuando la maestra fue a exigirle a Dumbledore que los expulsara, el anciano solo se rio y le dijo que no haría eso. La maestra armó un alboroto y hubo algunos problemas legales, por ser empleada del gobierno, pero Albus seguía siendo el director y ahora teníamos maestros más decentes.

 

 

 

 

 

 

 

Todo el mundo los respetaba. Sin contar que eran las personas más agradables y graciosas del colegio entero. Hasta yo estaba de acuerdo con eso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-¿Fred? ¿George? –preguntó Ron -¿y Percy? ¿También van a venir Charly y Bill?

 

-¿¡Qué acaso yo no cuento!? ¿Soy acaso hija de la vecina? –preguntó otra pelirroja.

 

 

 

 

 

Ginny Weasley. Tomando asiento junto a Luna Lovegood. Las dos chicas eran un año menor. Ginny tenía cierto renombre en la escuela. Era una de las chicas más atractivas, junto con Pansy y Cho, pero también era inteligente y… bastante masculina. Era capitana del equipo femenino de fútbol, basquetbol y voleibol.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ahora que lo pensaba los Weasley eran una familia bastante… extraña.

 

 

 

 

 

 

 

-Hola, chicos –dijo una vocecilla -¿puedo sentarme?

 

-Claro, Neville –respondió Hermione. Claro, faltaba Schlongbottom por llegar.

 

 

 

 

 

 

 

Esto iba a ser todo menos tranquilo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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En los 90 minutos que duró el partido presencié bastantes cosas.

 

 

 

 

 

 

 

Oliver podía gritar 45 minutos sin parar, apoyando al equipo de mi novio, mientras que Percy podía fingir que sus orejas no sangraban por los gritos, y seguir mirando a su novio como si fuera lo más valioso del mundo.

 

 

 

 

 

Luna era la peor persona para iniciar una plática casual. La chica había hablado sobre unas criaturas míticas sin parar cuando le pregunté la hora.

 

 

 

 

 

Pansy pasó cerca de nosotros durante los 15 minutos de descanso, y Ginny Weasley le había gritado una sarta de insultos que sus hermanos parecieron encontrar apropiados para mi exnovia.

 

 

 

 

 

Aparentemente Ronald y Hermione eran pareja. Eso no lo sabía y era un poco extraño ver a la sabelotodo del grado besándose con el chico más simple y sin gracia de la escuela. Lo único que Weasley había logrado en sus años de escuela era ganar todos los concursos de ajedrez, si eso es algo de que presumir.

 

 

 

 

 

Zabini no dejaba de ver a Neville, y eso comenzaba a ponerme nervioso. Si Neville no hacía nada al respecto, tendría que ponerle una orden de restricción a mi mejor amigo. Lo estaba violando con la mirada.

 

 

 

 

 

Y Harry. Harry era la persona más agraciada que había visto en cancha. Se movía con una agilidad y precisión que no tenía en nada más. En nada más.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-¡BIEN, HARRY! –gritó Ron cuando Harry metió el gol que acababa de asegurarle la victoria al equipo.

 

 

 

 

 

Habían ganado y el equipo había alzado a Harry. Todos gritaban su nombre. Todos los que iban en la escuela corrieron a la cancha y se acercaron a Harry.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Decidí esperarlo lejos de todo el alboroto.

 

 

 

Después de unos quince minutos Harry se acercó a mí con una sonrisa apenada.

 

 

 

 

 

-Perdón por todo eso. Este era un partido bastante importante y… -lo envolví en mis brazos y lo besé. Harry correspondió casi al momento.

 

-Felicidades –dije sobre sus labios.

 

-Draco –dijo Harry en un susurró -¿Sabes que quiero ahora?

 

-¿Qué? -pregunté sonriendo coquetamente.

 

-Que me cargues hasta el coche. Estoy muy cansado –dijo quedamente.

 

 

 

 

 

 

 

Me di la vuelta y me agaché un poco.

 

 

 

 

 

Harry dio un gritito como niño chiquito y se subió a mi espalda. Todo el camino el azabache fue jugando con mi cabello y susurrándome cosas al oído, sin importar cuantas veces le pedí que parara.

 

 

 

 

 

Al llegar al auto quité el seguro de las puertas, aún con Harry en mi espalda, y abrí la puerta de atrás.

 

 

 

 

 

-¿Draco? ¿Qué haces? –preguntó cuando lo aventé en el asiento.

 

 

 

Me subí en él y comencé a besar su cuello.

 

 

 

-Yo te pedí que te detuvieras.

 

-Pe-pero, Draco, estamos en un estacionamiento.

 

Pasé mi mano por su abdomen.

 

-¿Quieres que me detenga?

 

 

-N-no.

 

 

 

 

 

 

 

Le quité la polera y comencé a besar sus labios.

 

 

 

El azabache pasó sus brazos por mi cuello y frotó su cuerpo con el mío.

 

 

 

 

 

-Hace unos segundos estabas pidiéndome que parara –reí un poco.

 

 

 

 

 

 

 

Dejé un rastro de besos y fui bajando por su cuello.

 

-Hay muy poco espacio aquí –me quejé en alto.

 

Mordí su clavícula y sentí la erección de mi hermanastro rozar con mi abdomen.

 

-Draco –gimió Harry –no te detengas.

 

-Harry, no quiero que tu primera vez sea aquí –resoplé, tenía que hacer lo correcto aunque no quisiera –mejor vámonos a la casa.

 

 

 

 

 

Harry me miró de mala manera pero accedió.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuando llegamos a casa Harry me dijo que quería darse un baño y se fue al baño.

 

 

 

 

 

Me senté en el sillón. ¿Debería esperarlo o…?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Toqué tres veces en la puerta del baño.

 

-¿Qué quieres, Draco?

 

-Déjame pasar –pedí. Harry abrió la puerta. Solo traía una toalla amarrada a su cintura.

 

 

 

 

 

Entré al baño y cerré la puerta.

 

 

 

-Draco, en serio quiero darme un baño.

 

-Perfecto. Yo también pensaba darme un baño –dije quitándome la playera.

 

 

 

 

 

 

 

Las mejillas de Harry se pusieron muy rojas.

 

 

 

 

 

 

 

-Haz lo que quieras -se dio la vuelta y abrió el agua caliente.

 

Harry entró a la regadera cuando el vapor ya cubría por completo el espejo. También entré yo.

 

 

 

 

 

-¿Me dejarás enjabonarte? –pregunté.

 

Harry ni siquiera me veía a los ojos, así que estiré el brazo y tomé la esponja y el jabón.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pov Harry

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Draco comenzó a enjabonar la esponja.

 

 

 

La vergüenza era demasiada.

 

 

 

Mi cara entera estaba roja y estaba seguro que los vecinos sentían el calor que desprendía mi cuerpo.

 

 

 

 

 

 

 

La esponja pasó lentamente por mi espalda y cuello. Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

 

 

 

Draco me dio la vuelta y comenzó a tallar mi pecho, abdomen y brazos. Las caricias del rubio comenzaban a surtir efecto en mi cuerpo, mientras que mi autocontrol iba yéndose con el agua.

 

 

 

 

 

 

 

Cuando mi hermanastro se agacho para poder lavar mis piernas, su mano se apoyó en mi entrepierna y di un respingo.

 

 

 

 

 

-Estás muy duro, Harry.

 

-Es tu culpa, estúpido.

 

-¿Quieres que te ayude? –preguntó. Su mano comenzó a acariciar mi entrepierna y tuve que apoyarme en la pared para no caer.

 

 

 

 

 

 

 

Cuando sentí la boca de Draco cerrarse en mi punta, todo mi autocontrol se había ido muy lejos de mí. Tomé la cabeza del rubio y la acerqué más a mi cuerpo, desesperado por sentirlo por completo.

 

 

 

 

 

 

 

Draco comenzó a jugar con su lengua, mientras sus manos aferraban mi espalda baja.

 

 

 

 

 

Jalé un poco sus cabellos y el otro soltó un gemido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

...

 

 

 

 

 

-D-Draco, no voy a… ¡ah! , aguantar mucho más –dije enterrando mis uñas en sus hombros.

 

 

 

Draco mordió y sentí mi cuerpo tensarse. Conocía esa sensación.

 

 

 

 

 

 

 

El rubio tragó y se alzó para poder besarme en los labios.

 

 

 

 

 

-Ahora sí deberíamos darnos un baño. El agua sigue gastándose -dijo el rubio de manera coqueta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

………………………………………………………………………………………

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pov Draco 

 

 

 

-Te amo, Harry –dije, mi voz suavizándose contra su cabello.

 

-Yo a ti –respondió cubriéndonos con la cobija –gracias por haber ido a mi partido.

 

-Gracias por estar conmigo.

 

-Eres un cursi, Malfoy –dijo riendo.

 

-Es tu culpa.

 

-¿Mía? ¿Por qué mía? –preguntó. Podía escuchar una sonrisa formarse en sus labios.

 

-Porque… -comencé -¿Harry?

 

 

 

El azabache se había quedado dormido.

 

 

 

 

 

 

 

-Porque me haces muy feliz –dije pegándolo más a mi cuerpo. Me dejé envolver por el cansancio que me consumía. 

Notas finales:

Gracias por leer! 


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