Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Laurel por LDvd99

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Laurel


Quiero curar las heridas de mi frágil corazón, quiero que dejes de aprovecharte de mi ingenuidad, porque por tanto tiempo quice que fueras mía, pero ahora eres más lejana, finges amor cuando solo son anhelos que antes descargabas en soledad. Soy como un muñeco que manejas a tu antojo, con el que dejas fluir tu pasión desbordante, quizá dedicada a otra persona. He perdido tanto tiempo tratando de ocupar un espacio en tus sentimientos que dejé mis sueños atrás, me dejé llevar.
Y hoy, me encuentro en nuestra cama esperando el momento de tu llegada como muchas noches, ¿sabes?, muchas chicas quisieran tener el lugar que ocupas junto a mi, pero estás al tanto de lo que eres para mi y con eso te das el derecho de engañarme sabiendo que jamás me alejaré, pero ya me harté, de todas las desiluciones que has causado en mi, de todas aquellas veces que me pisoteaste ante nuestros seres queridos, de todo en lo que me convertiste, ¿ridiculo no?, amor mío, eres una rosa roja que a clavado sus espinas en mi, en vez de adornar mi cabellera cual princesa lo merece. Nunca me consideré debil, pero ahora has desarmado mi armadura de plata, soy vulnerable a ti...

- ¿Sigues despierta? - no notó tu llegada, estás parada a lado de la cama mirándome, hueles a alcohol, ¿de nuevo seguirás con este tonto juego?
- No puedo dormir -
- No te preocupes por mi, estoy bien - no te preocupas por mi, no te importa si a mi me duele el que no llegues un día... eres sin duda, el efecto de mis malas decisiones.
- Siempre que no estás conmigo, ya lo sé -
- Pones palabras en mi boca que jamás mencioné -

Te quitas tu ropa dejandome ver tu cuerpo, sobre él veo marcas rojas, y en tus caderas pequeños moretones, no quiero ver más, así que giro mi vista mientras lágrimas traicioneras ruedan por mis ojos, no hay sonido, solo tú que entras a la ducha para quitar el sudor digno de una noche de sexo furtivo... ¿Tan poco soy para ti?...

Llega un nuevo día, no estás a mi lado como ultimamente a sido, voy a la cocina y encuentro el desayuno hecho con una nota pequeña tuya: "Tuve que salir, te recompensaré después".

- Tan fría, al igual que el invierno con las flores, no te interesa si yo aun te amo como ayer - suspiro, me sirvo un poco de café con huevos revueltos... como mientras vagos recuerdos surgen en mi mente...

Hace algunos meses.....


Tus manos apretaban mis senos mientras embestias mi vagina con tu pelvis, el rozar de nuestra piel me encendía, y tu rostro, antes blanco, ahora se encontraba con un tono rosado cubierto por pequeñas gotas de sudor que habitaban en todo tu cuerpo... mis manos sugetaban tus muñecas, pues la presión que ejercias sobre mi cuerpo era demasiada, aunque... ¿por qué negarlo?, era demasiado exitante el que estuvieras dándome placer de esa manera...

- Me vendré pronto... - dijiste al momento que acelerabas tus movimientos, tanto que incluso el sonido de nuestros cuerpos chocando hacía eco dentro de la habitación.
- Yo tam... yo también... - enrede mis piernas a tu cintura haciendo crecer el roce de nuestros sexos, tu clitoris se encontró con el mío, y el extásis no se hizo esperar... no hubo necesidad de más, el gemido que salió de tus labios señalaba el final, te habías venido, y parte de aquel nectar se encontraba en mi entrepierna e imagino que manchaba nuestras sabanas... - Te...Te amo...

Me miraste a los ojos profundamente, queriendo transmitir algo que no pude entender... tus labios se posaron sobre los míos y simplemente dejé de pensar. Como un niño que observa una pequeña mariposa, con ese nivel de hipnotismo, caí a tus pies... sin saber el verdadero significado de aquella acción, cosa de la que después me enteraré...

Actualidad......


Me encontraba en el departamento de una amiga de ambas, sí, aquella que sabía nuestras versiones de lo que sucedía, conversabamos con una taza humeante de té verde, como en otras ocasiones le contaba lo que pasa entre nosotras, parecía no estar asombrada en lo más mínimo de tus acciones, y lo entiendo, no es nada nuevo el que hicieras eso. De nuevo, mi mente se desvanecía al hablar de ti, hasta que...

- ¿Qué tan indispensable es ella para ti?, ¿Qué tiene ella para que no puedas alejarla de ti? -

¿Indispensable?, quizá desde el momento que te conocí te convertiste en aquello que necesité, siempre me impulsabas a ser mejor en todo, para que me notaras, eras lo que necesitaba para poder brillar como lo hacía, para tener los espacios de mi vida completos en diversos ámbitos, eras mi oda a toda poesía que leyera o escribiera, te tenía en un grado alto de estimación tal que nunca dudaba en defender tus ideales o tu persona, jamás me perdoné el que te lastimaran pues ya eras parte de mi y eras un tesoro que debía proteger, siempre te consideré como una obra de arte, pues todos te admiraban y ninguno te podía tener o enteder, y aunque suene posesivo, tu siempre fuiste mía y cada curva de ti lo entendía... siempre has sido aquello que necesitaba para co- existir, para avanzar, aunque ahora ... no sé que pensar...

- Ella es mi rosa, y yo su ruiseñor, aun si sus espinas estén en mi corazón, de mi pecho brotará la fragancia dulce de lo que una vez existió, como bellos recuerdos que se llevan los pétalos al caer, es un ciclo de inicio a final... -

No hubo más que decir, jamás dejaría de quererla aun con tanto daño causado, jamás dejaría de lado lo que me costó obtener, desde el inició yo quería pertenecerle y quería que me perteneciera como debe ser....

Minutos después...


Regresaba a nuestra casa, eran las ocho de la noche así que dudaba que ella estuviera ahí, pero, no pude evitar sentir un poco de emoción y sorpresa por ver su auto estacionado en frente. Entré sigilosamente quitándome los zapatos, las luces de la sala se encontraban apagadas, la alfombra se encontraba algo desordenada y tenía una extraña mancha roja, temí lo peor, asi que tomé un bat que estaba a lado de la puerta, y con cuidado subí las escaleras, deslizaba mi mano por la pared fría y gris, mi respiración se entre cortaba a cada paso que daba y mi estomago se hacia nudos al mismo tiempo, y justo cuando llegué a la puerta, pude notar que se encontraba mal cerrada, pero cual fue mi sorpresa al abrirla y caer en cuenta de lo que realmente estaba pasando...

- Pero qué... - apenas pude pronunciarlo aquellos dos cuerpos pararon de meserse en la cama.... sí, el amor de mi vida se encontraba montando a un hombre que jamás había visto en mi vida. Con hira fluyendo por todo mi cuerpo, caminé a paso rápido hacia ellos, empujé su cuerpo y sin pensarlo golpee al tipo en el pecho, automáticamente el emitió un gemido de dolor, ella gritaba tratando de tranquilizarme, ¿pero cómo podría?, con tanto dolor acumulado esto sólo fue lo que lo liberó. Trataba de alejarme tomándome por los hombros, a lo que solo respondí empujándola haciendole caer en el piso, el chico aprovechando el tiempo tomó lo que pudo y corrió a la salida del lugar, no sin que antes yo le gritará de lo que se iba a morir.
Tiempo después me dirigí hacia el armario y saqué una maleta que comencé a llenar con ropa de ella, que se encontraba en el suelo arruinada, no me sentía orgullosa de lo que pasó, pero no podía dejar que se burlara más de mi; al llenarla la tiré frente a ella, junto con un poco de dinero que tenía en la bolsa de mi pantalón, me miraba incrédula.

- ¡¡Lárgate de aquí, soporté por tanto el que me humillarás, pero se te acabo, vete y jamás regreses, jamás, ¿me escuchaste?!! - le grité, podría decir que incluso la ventana vibro con la fuerza que ejercí.
- L-Lo siento... - agachaste la cabeza, sé que estás arrepentida, pero no me sentía benevolente, asi que tome unos pantalones y te los lancé.
- No me interesan tus sentimientos, así como a ti no te interesaron los mios asi que...-
- ¡Nunca te he dejado de amar, ni una sola vez lo pensé!, ¡No me dejes sola por favor!, es solo que... no me siento bien - esta vez ella no podrá derretir mi corazón, esta vez seré yo la que tomará el control, esta vez... comenzaré a vivir para mi... aunque me cueste... la dejaré atras
- Jamás has sido rapida, ¿verdad? -me inqué a su lado- sólo quiero que sepas que te amo y dudo que deje de amarte, porque para mi tu eres Atenea, eres la noche estrellada, eres el aroma de las rosas, eres la oda de Ada Luz, eres mi odisea, eres mi remolino de recuerdos, eres el calor en mi pecho, eres los latidos de mi corazón... y siempre, siempre seremos Apolo y Daphne, porque eres inalcanzable, porque eres mi primer amor, porque a pesar de tu presencia eres lejana a mi... eres el árbol de Laurel que abrazaré por el resto de mi vida... jamás podré olvidar lo que siento por ti.

Con delicadeza tomé su rostro entre mis manos y deposité un suave beso en sus labios, el cual fue correspondido con efusividad, las lágrimas salían de nuestros ojos y se entre mezclaban dejando un sabor amargo, sabíamos que esta era la última vez... sabíamos que... era nuestro eterno adiós...


El destino... al fin nos separó...






Fin
Notas finales: Gracias por leer b25;

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).