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Six Degrees of Separation por LuuOkita

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Hacía días o quizás semanas que no se cruzaba ni una sola palabra con nadie que no fuese Hank para pedirle el suero que había fabricado meses atrás. Se apretó bien la goma en el brazo izquierdo con ayuda de los dientes para luego inyectarse el suero, suspirando casi aliviado, las voces se desvanecían en su cabeza poco a poco y la sensación de ser un inútil se iba poco a poco de su cabeza.
Se pasó una mano por el pelo, sirviéndose un trago de whisky antes de ponerse de pie con una leve sonrisa por aquella pequeña victoria cuando oyó la voz de Logan desde la puerta.


-¡Deja el whisky y sal a desayunar! -Exclamó con un ligero gruñido ya que todo aquello no le gustaba demasiado puesto que sabía que podría salirse de control en cualquier momento.


-¡Voy! -Exclamó mientras se cambiaba aquel pijama por una ropa algo más cómoda, como unos vaqueros con una camisa, no tenía ánimos para demasiados colores ese día por lo que decidió ponerse una de color blanco saliendo de la habitación.


Miró las escaleras antes de empezar a bajar, sintiendo que los laidos de su corazón se aceleraban cada vez más, miró el reloj de pared de reojo, nueve de la mañana, hora de desayunar lo que también quería decir que todos estarían allí, ¿pero todos incluía a Erik? Llevaba días sin aparecer cuando era la hora del desayuno dudaba que fuera a aparecer ese día precisamente. Llegó al comedor dispuesto a fingir que no había pasado nada, que quizás aunque ya no se besasen, se abrazasen ni si quiera se hablasen todo seguía exactamente igual. Sabía que Jean iba a decirle algo al verla acercarse a él de reojo cuando se sirvió un poco de té y alzó una ceja.


-Ya lo has visto por ti misma -Respondió dando un sorbo al té cuando se apoyó en una de las paredes del comedor sin querer sentarse a comer, cuando sintió un aire frío pasar por su lado, seguramente sería Pietro de nuevo.


-El desayuno es muy importante! -Exclamó entonces la voz de Pietro que había parado en medio del comedor y se cogía una galletas con chocolate mirando a Erik con una mueca.


Erik solo miró a su alrededor con una ligera jaqueca que le daba cada vez que Pietro usaba sus poderes y fue entonces cuando sintió aquella mirada sobre él y levantó la vista viendo a Charles, que sujetaba la taza de té algo tembloroso sin saber si quiera donde meterse en ese instante deseando poder tener la mutación de desaparecer y dejó el té a un lado antes de salir corriendo ante la mirada de prácticamente todos sus estudiantes.


Su corazón parecía querer salirse de su pecho al igual que las lágrimas de sus ojos, solo pensar en él dolía pero verlo era como si le estuviesen desgarrando vivo y caminó por el pasillo hasta llegar a la salida del patio trasero, quedándose en la pequeña terraza apoyando las manos en la barandilla, pasándose una mano por el pelo algo nervioso aún. Cuando oyó unos pasos que bien conocía acercarse a él y se giró pensando que podría enfrentarle pero solo con encarar su rostro sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.


-Charles…yo…-Comenzó a decir el alemán, dudando un poco de sus propias palabras viendo la reacción del moreno sin saber como seguir y se mordió el labio.


-¡¿Tú qué!? -Exclamó casi con un grito, sentía que su voz se quebraría en cualquier momento con un penoso llanto, pero siguió hablando.- ¡No pienso dejar que acabes con todo otra vez! -Exclamó de nuevo sintiendo sus manos temblaban.


-¡Yo no soy el que se droga! -Exclamó en respuesta, sabiendo que esta vez había ganado su temperamento al hablar y cogió aire intentando auto corregirse pero la voz de Charles le interrumpió.


-¡No haberme dejado en una puta silla de ruedas! -Le gritó, aunque sintió como su garganta quemaba y le empujó sabiendo que no le detendría para poder irse de nuevo, subiendo a encerrarse en su habitación como un adolescente.


Las lágrimas no paraban de bajar por sus mejillas y se abrazó algo más a sus propias rodillas sintiéndose la peor persona del mundo, ni si quiera le echaba la culpa a Erik de lo que pasó en aquella playa, sabía que no había sido culpa de nadie en aquel momento pero lo había dicho para hacerle daño y ese pensamiento le hacía sentirse aún peor. Se secó las mejillas con cierta brusquedad, echándose el cabello hacia atrás antes de servirse otro vaso de whisky, bebiéndolo de un trago, quemando su garganta y se quedó sentando en la cama sintiéndose un completo imbécil. Incluso Hank le había dicho que tenían que arreglar las cosas que estaba destruyéndose el uno al otro, él no había dejado de querer a Erik nunca había dejado de quererle ni un solo minuto y aunque dijera las cosas para hacerle daño solo quería protegerlo de sí mismos alejándole más de él para cuando más lejos estaban más dolía. Eran varias las ocasiones donde los alumnos los arrinconaban y Erik intentaba disculparse, sonrió con cierta amargura, siempre intentaba disculparse y al final solo se echaban cosas en cara, una tras otra hasta que uno de los dos salía corriendo.


Ahí había quedado todo, ahí se había quedado una relación que duró a pesar de las dificultades, que a pesar de la visión que tenía cada uno consiguieron superarlo pero poco a poco las discusiones fueron cada vez más frecuentes hasta que no había relación pero sí discusiones. Se sirvió otro vaso de whisky intentando evadirse de sí mismo cogiendo uno de los viejos libros de genética que tenía en su cuarto y volvió a la cama, intentando concentrarse en leer.


Eran casi las dos y pico del medio día y lo supo porque el griterío de abajo era el usual cuando estaban almorzando, sabía que ahora era el turno de Hank de ir a decirle que bajase a comer, solían turnarse ya que pensaban que así se enfadaría menos. Suspiró cerrando el libro, cuando tocó alguien su puerta y ese toque no sonaba como Hank frunció el ceño sentándose en la cama ladeando la cabeza.


-Pasa – Dijo con voz tranquila alzando las cejas al ver a Pietro.- ¿Qué haces aquí? Deberías estar comiendo con los demás -Preguntó mirándole viendo como el chico cerraba la puerta tras de sí, jugando con sus propias manos algo nervioso.


-Siento lo que pasó en el desayuno…yo solo quería ayudar -Murmuró bajando la mirada, a sabiendas de que le gritaría que no era asunto suyo lo que pasaba entre su padre y él, pero los gritos no llegaron.


-No pasa nada Pietro, sé que solo querías ayudar -Respondió con una leve mueca en algo parecido a una sonrisa, si bien al principio cuando le conoció le había llamado incluso cleptómano, le resultaba tierno que guardase tanta admiración por Erik y se puso en pie acercándose despacio al chico.- Pero esto es algo que tenemos que arreglar solo nosotros dos -Dijo intentando sonar comprensivo, a pesar de que la palabra arreglar no se la creía ni él mismo.


-¡Pero no puedes dejar que se vaya! -Exclamó al oírle decir sintiéndose frustrado por un momento, dándose cuenta de que había alzado demasiado la voz y al ver la mueca de desconcierto de Charles siguió hablando.- Dijo que quería irse…que aquí no tenía nada y que prefería irse -Murmuró con un leve suspiro mirando luego a Charles.- No dejes que se vaya por favor…-Pidió casi que con mueca de cachorro.


-No te preocupes Pietro, anda ve a comer ¿hm? O sino no te dejarán nada -Dijo fingiendo una sonrisa viendo al chico salir corriendo y cerró la puerta apoyándose en la puerta.


Sabía el momento exacto en que su corazón se había roto aún en más pedazos, ¿no le quedaba nada en la escuela? Eso significaba que no tenía intenciones si quiera de terminar aquello en una amistad, pero que tampoco parecía importarle…Nada…Esa palabra se repitió en su cabeza y trató de calmarse sirviéndose otro vaso de whisky sintiéndose la frustración y le dio un golpe seco a la pared con el puño izquierdo, cogiéndose la mano casi de forma inmediata con la derecha con un leve quejido. Reaccionó al par de segundos, yendo al baño a lavarse los nudillos algo rojos y con una leve herida y suspiró mirándose en el espejo unos segundos, daba pena, daba muchísima pena si quiera con solo mirarle, ni si quiera le importaba su cabello estaba desarreglado al igual que su barba.


No supo si fue la determinación del alcohol o quizás la iniciativa propia por las palabras de Pietro pero decidió que tenía que enfrentarse a Erik y aclarar aunque fuera las cosas y aunque para él no fuesen nada. Cogió la cuchilla de afeitar, quitándose la barba y se lavó la cara, parecía incluso más joven. Miró su cabello, un desastre al completo, suspiró abriendo la ducha para entrar lavándose lo primero de todo el pelo aun algo torpe debido a que su mano aún le dolía un poco y se permitió relajarse al menos los minutos que pasó en la ducha.


Los minutos pasaban y bajo la mirada de Raven vio como comieron, terminaron de comer, se fueron el comedor quedó vacío pero no llegó Charles y se temió lo peor, sabía que la situación era delicada y subió las escaleras a toda velocidad, abriendo la puerta de la habitación sin ni siquiera tocar.


-¿Charles? -Preguntó al no verlo por la habitación, con la cama deshecha y se preocupó aún más llegando al baño, viendo la cuchilla en el lavabo y abrió las cortinas de la ducha entre sorprendida y agradecida de que no le había pasado y volvió a cerrarlas ante el grito de sorpresa de Charles.


-¡Raven! ¿¡Pero qué haces!? -Preguntó algo molesto intentando quitarse todo el jabón lo más rápido que podía saliendo mientras se ponía un albornoz mirándola algo avergonzado.


-¡No bajaste a comer! -Exclamó como si fuera motivo más que suficiente y luego sonrió de lado alzando las cejas.- Así que te has quitado esa barba -Dijo al darse cuenta sonriendo algo más.


-También me ducho ¿sabes? Además no tengo hambre -Dijo con una mueca secándose un poco la cara y alzó las cejas.- No me mires así -Dijo pero sin poder retener una sonrisa leve, Raven siempre conseguía hacerle sonreír.


-Vístete y baja que conseguí que te dejasen algo de comida pero si tardas mucho me la comeré yo -Dijo divertida mientras salía del cuarto de Charles, sintiéndose más que aliviada al darse cuenta de que no le había pasado nada malo y que quizás fuera el comienzo del fin de ese ciclo de autodestrucción.


Se vistió con cierta pereza, ducharse siempre le daba algo de sueño y se secó un poco el pelo con la toalla, poniéndose su dosis de suero antes de bajar despacio a la cocina, era la primera vez en meses que él y Raven no discutían al hablar, pero sabía que ella no sacaría el tema cosa que agradecía en parte y sonrió de lado al verla sentándose en una de las sillas de la isla de la cocina a comer, pensando en como hablar con Erik.  


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