Capítulo 12
¿Qué yo que?
Despertó algo confuso, le dolía todo el cuerpo, no estaba seguro de donde estaba, todo estaba demasiado blanco, había ruidos raros… Trato de enfocar la mirada, olía a medicamentos y desinfectante, un hospital… Seguramente estaba en un hospital, intento moverse pero no podía, solo respirar dolía, cerró los ojos un poco, pero oyó a una enfermera entrar así que los volvió a abrir de inmediato, la chica apenas darse cuenta que había despertado salió por un médico, al fin alguien que pudiera decirle algo
-Buenas tardes joven Nathaniel…- traía unas hojas entre las manos, lo miro desde la cama
-¿Q-Quien me trajo…?- susurro sintiendo su abdomen punzar
-Un joven pelirrojo… Dijo que eran compañeros en el instituto…- intentó sonreír a pesar del dolor, al parecer si había llegado primero… Agradeció a todos los dioses conocidos, miró al médico con las ansias reflejándose en sus ojos dorados
-¿Dónde está?- era su primera preocupación, necesitaba verlo, quería verlo…
-Me parece que volvió a casa… No podía quedarse al no ser familiar, me parece que vendrá mañana en horario- se sintió algo decepcionado por eso, sin embargo trató de relajarse lo más posible en la cama del hospital –Necesito que nos proporcione el número de sus padres o tutores… Hay algunas cosas que deben firmar- palideció solo de escuchar eso, llamar a sus padres era probablemente la peor opción posible, estaba por responder cuando el doctor volvió a hablar –Además hay algunas cosas que nos gustaría que usted nos aclarará, el chico que lo trajo no pudo hacerlo...- no quería hablar mucho para disminuir el dolor constante pero asintió ligeramente -¿Cómo se hizo todo ese daño?- tensó cada músculo de su cuerpo por aquella pregunta
-Me asaltaron…- fue su respuesta rápida, de nuevo estaba protegiendo a ese hombre pero no se sentía tan fuerte como para decir la verdad en ese punto, el médico tenía cara de no creerle mucho pero asintió
-Entiendo…- susurro anotando algo en el expediente que llevaba en las manos –Te dejaron bastante lastimado, tienes suerte de que no te hayan matado…- cerró los ojos escuchando eso –Por cierto…- alzó la mirada cuando volvió a hablar –Se te hizo un chequeo general para determinar el daño y encontramos algo extraño…- frunció un poco el ceño por eso ¿extraño? ¿Qué podría ser eso? –Es algo poco común… De hecho es la primera vez que veo un caso…- lo estaba poniendo nervioso –En parte por eso quiero hablar con tus padres… Necesito saber si ya se había detectado tu condición antes…- ¿condición?
-¿Qué… Qué tengo…?- susurró al fin bastante preocupado, ¿acaso se iba a morir o algo por el estilo?
-Tienes un curioso caso de hermafroditismo….- alzó ambas cejas a pesar del dolor que eso le causo, conocía el término superficialmente y no le gustaba por donde estaba yendo la cosa –Nunca había visto uno tan completo, por decirlo de algún modo- oficialmente ya no estaba entendiendo a que se refería –Para ser más claro… Tu cuerpo exteriormente es el de un hombre pero tus órganos reproductivos internos son femeninos…- parpadeo varias veces como asimilando eso
-¿Qué yo que….?- susurro confuso, el médico puso una expresión de cierta frustración como si estuviera explicando algo muy sencillo a un niño que no entendía
-Pues si… Tu cuerpo por dentro es el de una mujer funcional… De hecho en teoría podrías gestar una vida- casi podía jurar que los ojos del doctor relampaguearon de emoción, estaba totalmente conmocionado ¿Cómo se debe reaccionar a algo como eso? -¿Tomas algún medicamento? Tu cuerpo en teoría debería ser un desastre de hormonas pero no pudimos encontrar nada extraño en ese aspecto- ¿un medicamento? Tomaba uno hacia un par de años, una de las sirvientas siempre lo dejaba junto al jugo de su desayuno, tenía entendido que eran vitaminas pero su madre era bastante insistente en que debía tomarlo
-Creo que si…- susurro al final sintiéndose cada vez más desolado, todo aquello no podía ser en serio, no podía ser cierto
-Lo supuse…- lo oyó murmurar mientras escribía de nuevo en el dichoso expediente, se veía tan tranquilo y él estaba a punto de entrar en desesperación, quería salir corriendo de ese lugar pero por obvias razones era imposible.
-¿Puede… Puede dejarme solo?- susurro, no podía dejar que el pelirrojo lo supiera, no podía dejar que nadie lo supiera.
El médico solo se retiró en silencio dejándolo a solas con sus pensamientos, tenía demasiado que pensar, tenía que encontrar a alguien que no fueran sus padres que firmará los papeles del hospital, ese era el problema principal, además que tenía que esconderse de sus padres… No quería volver a ese lugar, estaba que le explotaba la cabeza y Castiel… Por dios… Castiel lo había estado ayudando pero lo más probable es que no se olvidaba del incidente con Melody, seguramente seguiría realmente celoso de la castaña
No sabía cuánto tiempo iba a aguantar de ese modo, cerró los ojos, se iba a volver loco encerrado en ese lugar sin poder moverse ¿Cuánto tiempo lo tendrían ahí? Tendría que haber preguntado, pero el médico ese solo se había puesto a hablar de su extraña “condición”, sus pensamientos no estaban ayudando, solo se estaba atormentando de más.
Lo mejor era dormir un poco más, tal vez eso podría ayudar a calmar su alma inquieta, su cuerpo y mente estaban tan molidos que se quedó dormido sin darse cuenta siquiera, sus sentidos se embotaron de forma inmediata dejándolo sumido en un descanso sin sueños, lo mejor en su situación actual, posiblemente la medicación contra el dolor que le habían aplicado tuviera mucho que ver con eso.
Una enfermera lo despertó, parecía que ya era de noche, le llevaba la cena, al parecer lo harían comer en sólido, no le hacía ni pizca de gracia, la enfermera lo hizo medio incorporarse y le puso la bandeja enfrente, podía mover uno de sus brazos así que se puso a comer en silencio, la chica se había ido al ver que podía por su cuenta, miró a su alrededor con un poco más de atención ahora que estaba semi-sentado.
Una habitación blanca y sencilla, no había más que la televisión frente a la cama, el suero y los aparatos que controlaban sus signos vitales, además de un pequeño buro, localizó su teléfono celular encima de este pero no tenía la fuerza para estirarse hasta allá, así que volvió su atención a la insípida cena que ya llevaba por la mitad, se comió el resto de mala gana y aparto la bandeja en la medida de lo posible, apoyo la cabeza en la cabecera volviendo a cerrar los ojos.
-Buenas noches joven Nathaniel ¿Se siente mejor?- Oh no… Ese maldito médico de nuevo no
-Buenas noches…- susurro de mala gana, no quería seguir hablando con él, al menos no por ese día, quería que lo dejará seguir durmiendo -¿Cuándo me podré ir?- el dolor había disminuido, probablemente su cuerpo estaba asimilando los calmantes mejor
-Tendrá que quedarse por lo menos un mes aquí… Después podrá volver a su casa aunque deberá permanecer en reposo una semana más para estar seguros…- ¡Demonios! Era mucho tiempo
-Entiendo…- quería volver a dormir
-Mañana me gustaría que nos diera el número de sus padres…- por el tono y mirada del médico parecía que empezaba a sospechar algo –Necesitamos su historial médico para saber que medicación ha estado llevando por su condición… No podemos permitir que se desestabilicen sus hormonas o podría tener problemas…- suspiro y cabeceo de forma casi imperceptible
-Entiendo…- repitió –Ahora… Ahora quiero dormir un poco…- susurro queriendo que lo dejará, el doctor hizo una leve inclinación y salió de ahí, se recostó como pudo y se dispuso a dormir, necesitaba tanto a Castiel… Se sentía desvalido