Taehyung había llegado temprano a la primera clase. Hoseok también llego temprano para irlo a visitar a su salón a platicar como normalmente lo hacían.
–Así que tú y él ya comenzaron a salir –Dijo Hoseok con un tono de voz desganado.
–Sí. Lo siento Hoseok-hyung. Él todavía me gusta y yo le gusto. Siento haberte ilusionado –Se disculpó el menor.
Hoseok comenzaba a recordar el momento en el que se declaró al castaño. Lo recordaba a la perfección como si hubiera sido ayer. Pero también recordaba que tenía la misma sensación que sentía en estos momentos.
Ambos se encontraban preparando la presentación en la que tanto habían trabajado. Hoseok se encontraba haciendo unos cuantos arreglos en el baile y estaba pensando que mas agregarle mientras Taehyung intentaba escribir algunas letras para la canción que tendrían que componer después.
Cuando Hoseok hubo terminado el baile se lo mostró al menor para ver que opinaba. El chico intento copiar el paso que Hoseok le enseño pero cayo patéticamente cuando intento levantarse y hacer una vuelta mientras lo hacia.
–De acuerdo, ese no lo vamos a hacer –Rió el mayor mientras intentaba levantar al castaño.
Taehyung se impulsó desde el suelo con la ayuda del pelinegro hasta quedar frente a él. Hoseok lo miraba y no soltaba su mano. Esta totalmente perdido en su mirada pero el castaño se empezaba a sentir incomodo con la situación.
–Hoseok-hyung puedes soltar mi mano –Le sugirió mientras intentaba liberar su mano.
–Lo siento Taetae. Tu mirada me atrapó por completo –Se sonrojó el mayor.
–Lo noté hyung… –Contestó apenado el castaño.
–Taehyung, si dijera que me gustas… ¿Cuál sería tu reacción? –Preguntó repentinamente el más alto.
Taehyung lo miró sorprendido pero pudo articular unas cuantas palabras.
–Lo siento hyung, aún me gusta Jungkook. Tal vez pueda darte una oportunidad cuando lo olvide. Simplemente necesito tiempo para olvidarlo por completo –Alegó el menor.
–Entiendo. Cuando olvides a Jungkook podríamos intentarlo. Vayamos poco a poco –Sonrió el pelinegro, pero algo en su corazón le daba un trago amargo mientras lo decía.
Conforme el tiempo fue pasando se dio cuenta que Jungkook buscaba con la mirada constantemente al castaño. Además el hecho de que Taehyung conviviera con el menor lo hacía todavía más difícil. Hace tiempo se había dado cuenta, así que secretamente esperaba que el chico algún día lo rechazara formalmente.
–No te preocupes. No te voy a pedir tiempo. De todos modos ya me lo imaginaba desde el principio –Contestó el mayor.
Jungkook iba entrando al salón y los vio juntos platicando. El chico lo divisó desde la distancia y saludó con una mano a Jungkook. Bufó algunas palabras indescifrables para después buscar un asiento cerca de Taehyung.
–Hola Jungkook –Sonrió el castaño con esa sonrisa cuadrada que lo caracterizaba.
–Hola bebé –El menor dijo enfatizando la última palabra.
–Creo que aquí hago mal trío –Rió nervioso el mayor.
–H-Hoseok-hyung –Contestó débilmente Taehyung.
–No te preocupes Taetae, tú siempre serás mi primera opción –Le guiñó un ojo mientras se levantaba de su asiento.
Jungkook se enfureció cuando el mayor dijo eso pero no dijo nada. Hoseok sintió la mirada retadora que el menor le estaba proporcionando y simplemente sonrió ante aquel gesto. El chico sabría cuidar al castaño, siempre fue así solamente que no se había dado cuenta antes.
–No te pongas celoso Jungkook. Simplemente somos amigos –Gritó el mayor mientras se retiraba de la habitación.
–Creo que soy afortunado –Se alegró Taehyung.
–¿Por qué hyung? –Le preguntó el menor.
–Porque alguien tan talentoso como tú se pone celoso por mí –Se burló sacando la lengua aunque el chico lo decía en serio.
–Cállate. No te lo tengas tan creído –Le respondió Jungkook también sacándole la lengua.
Yoongi entra al salón saluda al mayor pero se dirige directamente al menor.
–Jungkook, tú y yo tenemos una conversación pendiente –Soltó el pelinegro.
–Entiendo hyung –Se levanta rápidamente el menor indicándole a Taehyung que volvería en unos minutos.
Ambos salen del salón y se alejan de la entrada considerablemente. Mientras ellos hablaban Jimin iba llegando al salón. Inconscientemente sus ojos voltean a donde se encuentran ellos lo cual le toma por sorpresa. Ignora a los chicos que se encuentran cerca de la entrada y decide meterse al salón no sin antes echar un vistazo rápido a donde ellos se encuentran.
–Jungkook, creí que era pertinente que te dijera el motivo para cambiar mi presentación –Comenzó a explicar el mayor.
–¿Es por Jimin? –Le preguntó el más alto a modo de afirmación.
–Sí. Esta vez quiero hacer las cosas correctamente –Contestó el pelinegro.
–Yoongi, eres mi amigo y siempre apoyaré tus decisiones. No quiero que Jimin salga herido por ti. Si vas en serio entonces no tengas miedo ni te arrepientas del camino que has elegido. Sé que aún tienes oportunidad porque a Jimin todavía le importas –Le animó el menor.
–Eso lo sé muy bien. He estado reflexionando bastante sobre este tema. Quiero hacerlo como es debido –Terminó por decir el mayor.
Sin que ambos se dieran cuenta Jongin había llegado al salón y los escuchó sin querer. Se sintió agobiado cuando oyó las palabras reconfortantes que Jungkook daba hacia el mayor. El chico apoyaba por completo las decisiones del pelinegro y seguramente Taehyung estaba en la misma posición.
Además sabía que Jimin aún lo tenía en su corazón, entonces ¿Qué mierda hacia él ahí? Entró al salón un poco decepcionado. Se encontraba pensativo sobre muchas cosas. Y se desilusionó aún más cuando vio que Jimin ni siquiera le prestó atención cuando se sentó junto a él. Cuando Jimin notó su presencia le sonrió pero el rubio aún se sentía insatisfecho.
Cuando terminaron las clases Jongin le dijo al menor que se adelantara primero porque tenía que hacer una llamada importante. El chico accedió y se despidió del rubio primero para dirigirse directamente a la sala de prácticas.
Jongin lo había reflexionado durante las clases, Yoongi amaba al chico y lo mismo iba para el castaño. Lo único que los detenía era su presencia. Jimin no lo dejaría por no dañarlo. Al final todos terminarían heridos si seguían alargando lo inevitable.
–Hola Ji Soo, soy Jongin –Dijo cuando la otra persona contestó su llamada.
–Oppa, ha pasado un tiempo. ¿Necesitas algo? –Le contestó desde el otro lado del celular.
–Sí, en realidad quería pedirte un favor –Comenzó a explicar Jongin.
–Vayamos a comer, hoy tengo mucha hambre –Decía Taehyung mientras se agarraba su abdomen con mucho entusiasmo.
–De acuerdo –Le sonrió Jungkook mientras salían de la compañía.
–¡Esperen chicos! –Se oyó desde el otro lado de la calle.
Ambos chicos voltearon y vieron como Jin les hacia señas con su mano. Sonrieron ante el gesto mientras se acercaban a él. A su lado se encontraba su inseparable Namjoon.
–¿Van a comer verdad? –Les preguntó Jin entusiasmado.
–Sí hyung –Le sonrió Kookie al mayor.
–Vayamos juntos. Invito yo –Se oyó la voz de Namjoon.
–Como quieras, pero debo advertir que como mucho –Le advirtió el castaño con aquella sonrisa cuadrada.
–No creo que comas más que mi novio –Se burló Namjoon.
–Yo no como tanto –Se quejó Jin.
–Sería bueno que Jimin comiera con nosotros –Sugirió Taehyung un poco desanimado.
–Sí pero ya sabes que ese loco prefiere practicar hasta el cansancio. Confió que Jongin lo cuidará como es debido –Argumentó el menor.
–Yoongi tampoco puede por su trabajo. Es una lástima pero será la próxima vez con todos juntos –Decía Namjoon.
–Hoseok dijo que buscaría algunas cosas y nos alcanzaría después –Se volvió a emocionar Jin.
–Pues vayamos de una vez que de verdad me estoy muriendo de hambre –Inquirió el castaño nuevamente.
Los cuatro chicos se dirigieron al primer puesto que encontraron cerca de ahí. A petición de Jin porque juraba que la comida ahí era deliciosa. Como Namjoon había advertido, Jin pidió el doble de lo que había pedido Taehyung. Cosa que sorprendió al castaño pero a lo que Namjoon y Jungkook ya estaban acostumbrados. Los cuatro platicaban sobre cosas triviales mientras disfrutaban aquella comida tan placentera.
Jimin entró a la sala de prácticas esperando encontrarla vacía pero ahí estaba Hoseok buscando por toda la habitación.
–¿Buscas algo hyung? –Inquirió Jimin desde el otro lado de la habitación.
–SÍ, perdí mis llaves y creí que las encontraría aquí pero no las veo –Suspiró decepcionado el mayor.
–Yo me encontré unas en la clase del profesor Choi Seung Hyun–Argumentó el menor mientras las sacaba de su bolsillo.
–¡Esas son! –Gritó Hoseok acercándose al castaño.
Las tomó para verlas detenidamente. Estaba feliz porque las había encontrado o más bien Jimin las había encontrado.
–Sabes Jimin, Yoongi aún se preocupa mucho por ti –Soltó repentinamente el mayor.
–¿E-eh? –Balbuceo Jimin.
–Cuando estamos en la cafetería siempre esta atento a los movimientos que haces. Sé que todavía se preocupa mucho por ti. Yo creo que él es sincero con los sentimientos que tiene hacia ti –Habló mientras salía de la habitación.
–Gracias por las llaves –Se despidió para cerrar la puerta por completo.
Jimin se sintió abrumado por las palabras del mayor. Las ganas que tenía para ensayar el baile se desvanecieron por completo. Ahora Yoongi aparecía en su mente y no podía hacer nada. ¿Será cierto? ¿Yoongi habla en serio entonces?. Dispersó aquellos pensamientos debido a que a pesar de que se sentía frustrado no podía descansar. La presentación estaba a tres semanas de realizarse por lo que en estos momentos no podía ocupar su tiempo en cosas triviales. Intentó reunir las fuerzas para seguir practicando así que puso la música a todo volumen para continuar con lo que tenía que hacer.
Jongin entró a la habitación, al ver que su chico estaba tan concentrado en lo que hacia lo dejo ser y decidió no interrumpirlo. Hasta que notara su presencia practicarían juntos. Paso una media hora cuando Jimin paro su celular que tenia activada la opción de repetición. Miró a su alrededor y se encontró con Jongin sonriéndole abiertamente.
–Lo siento Jongin. No había notado que ya estabas aquí –Se disculpó el menor.
–No te preocupes Jiminie~ –Le respondió el mayor fríamente.
Jimin notó como el tono de voz que Jongin usaba era diferente al acostumbrado. Pensó que había sido su imaginación y lo invitó a practicar junto a el. El rubio se levantó de su lugar para comenzar a practicar con él durante un rato más.
–Solo queda una cuantas semanas para nuestra presentación –Decía Taehyung mientras llenaba sus cachetes de comida.
–Sí, pero creo que hemos practicado lo suficiente Taetae –Argumentó Hoseok mientras tomaba agua tranquilamente.
El chico había llegado hace escasos unos minutos pero ya se encontraba en la mesa junto a ellos.
–Lo haremos bien –Les animó Jin.
–Yo también lo creo –Añadió Jungkook.
–Y yo –Sonrió Namjoon mientras tiraba la jarra de agua que se encontraba en el centro de la mesa.
–¡Namjoon-hyung! –Gritaron los presentes.
Jimin se levantó de su lugar para ir a buscar algo con que limpiar. Estaba acostumbrado al desorden que hacía su novio.
–Eres imposible hyung –Lo miró Hoseok.
–Lo siento, no creía que podría ser tan destructor –Se defendió Namjoon.
–Por lo menos nos hace reír –Lo calmó un Jungkook muy divertido.
–Eres como un Dios de la destrucción –Sugirió Taehyung.
Jin en ese momento llegaba mientras los demás chicos hacían escándalo. Por un lado Namjoon se defendía diciendo que era casualidad que las cosas se echaran a perder cuando las agarraba y Hoseok se burlaba de su nuevo apodo.
Jungkook solo reía al ver aquella escena mientras que Taehyung se unía al bullying del chico. Jin sonrió ante aquella escena mientras limpiaba el desorden que su novio había causado. Es tan inesperado pero me gusta esa familiaridad pensó el mayor limpiando todavía el desorden.
Yoongi había salido temprano de su trabajo. Se dirigió a la compañía pues todavía quería afinar unas cuantas cosas antes de terminar la canción final. Vio que las luces de la sala de practicas seguían encendidas, imagino que Jimin estaba ahí practicando su baile como era su costumbre.
Se asomó a la pequeña ventana y vio como Jimin estaba completamente concentrado en los pasos que hacía. Gotas de sudor recorrían sus mejillas lentamente, el cabello estaba mojado por lo mismo y su respiración era entrecortada. Pero se veía tremendamente sexy de esa manera. También vio que el rubio lo estaba acompañando, pero a diferencia de otros días vio que ninguno se sonreía.
¿Habrán peleado? Pensó el rubio antes de alejarse de aquel lugar para seguir trabajando porque estaba seguro que esta vez cambiaria la mente del castaño.
Jongin recibió una llamada desde su celular por lo que dejo la practica para contestarla. Jimin siguió con los últimos pasos y después le puso pausa a la canción para que su novio pudiera hablar tranquilamente con la otra persona.
–Hola, te dije que estaría ocupado a esta hora –Sonrió Jongin cariñosamente a la persona del otro lado.
Lo sé, lo sé pero ya te dije que yo cumplo mis promesas~
Sí, ahí estaré no te preocupes~
Hoy a las 9. Donde te había dicho~
Igual te extraño. Ya verás que todo será mejor cuando nos veamos~
Nos vemos~
Jimin intentó no escuchar a Jongin para respetar su privacidad pero la forma que hablaba por celular era similar a la que usaba con él. No pudo evitar escuchar lo que el rubio estaba diciendo mientras intentaba disimular que estaba leyendo algo en su celular.
–Jimin, yo creo que lo dejamos hasta aquí. Estoy cansando y no me gustaría que te sobrepases –Le sugirió el mayor.
–De acuerdo hyung. Entonces vayamos a mi casa –Le sonrió Jimin.
El ambiente era extraño, ambos lo podían notar pero solamente el menor no sabía el motivo.
–No puedo Jiminie~ Precisamente hoy me voy a ver con un viejo amigo. Es el chico que me habló hace rato. Quede que nos veríamos hoy a las 9 –Se excusó el rubio mientras guardaba sus cosas en la mochila.
–Entiendo, no te preocupes. Otro día será –Intentó calmar el menor.
Caminaron a casa juntos pero iban en completo silencio. Al principio Jimin estaba tan sumergido en sus pensamientos que ni siquiera lo notó. Después de un rato se dio cuenta que quizás era su culpa que las cosas estuvieran y se culpó internamente. Intentó hacer conversación pero era demasiado tarde, habían llegado a casa y no tuvieron más remedio que despedirse.
Jimin entró a su casa y aventó su mochila por ahí. Preparó las cosas para ducharse mientras calentaba algo de agua para cenar un ramen. Se metió a duchar mientras pensaba en lo que había hecho el día de hoy. Algo no cuadraba, ¿Desde cuándo Jongin es cariñoso con alguien más aparte de él? Si eran solamente amigos entonces su forma de hablar era extraña.
Salió de la ducha completamente relajado para después mirar el reloj de su celular: 8:46 p.m. marcaba. Buscó en la alacena el ramen que cenaría pero no encontró nada, después busco en el refrigerador pequeño que tenía pero tampoco encontró algo útil. Decidió que tenía que salir a comprar unos cuantos paquetes para poder cenar. Tomó una chamarra y se puso los primeros zapatos que encontró. Caminó durante poco tiempo pero llegó a su destinó.
Sin embargo antes de llegar completamente a la tienda de conveniencia vio a Jongin con una chica. Ambos se sonreían mientras el rubio la tenía de la mano. Sabía que era su novio porque si el rubio hubiera volteado se mirarían directamente a los ojos. Desde la posición en la que se encontraba podía ver a la perfección su rostro.
La chica tenía el cabello largo y era delgada. Era más pequeña que Jongin, quizás por unos 20 centímetros. Traía una chamarra blanca que le cubría hasta sus muslos. Traía unas botas de color negro con un poco de tacón y usaba pantalón de mezclilla. Por otro lado, Jongin vestía más casual pues traía un abrigo de color vino y unos pantalones que combinaban con él.
Si ese chico no fuera su novio pensaría que ellos parecían la pareja perfecta. Se oían alguna que otra risa que se le escapaba a la chica, también alcanzó a oír algunas de Jongin. Se escondió detrás de un poste para verlos. ¿Por qué hacía eso? ¿Por qué se escondía? Él también se había encontrado a escondidas con Yoongi pero la escena que estaba presenciando era completamente diferente a la que él había vivido con el pelinegro.
Jongin se acercó a la cara de la chica, por la posición parecía que se estaban besando pero Jimin no haría suposiciones, no preguntaría nada. Dejaría que Jongin le contara mañana. Jimin regresó a su apartamento con hambre y con ganas de dormir. Ya no quería pensar más.
Al día siguiente fue más o menos lo mismo. Solo que su novio se comportaba como usualmente lo hacía a diferencia que que hizo una llamada antes de practicar y una después de practicar a una persona de nombre desconocido.
Algo no andaba bien pero tampoco quería preguntar. Sin embargo no creía poder soportarlo así que luego de la llamada decidió preguntarle directamente.
–¿Cómo te fue con tu amigo? –Enfatizando la última palabra.
–Me fue bien Jiminie~ Platicamos bastantes cosas –Le contestó mientras guardaba las cosas en su mochila.
–Ayer… –Se detuvo automáticamente porque Jimin no quería ser el típico novio posesivo que se encelaba por todo.
–¿Ayer? –Lo incitó a continuar.
–Ayer estaba tan exhausto que me fui directo a dormir. ¿Y tú? –Preguntó el menor.
–Ya sabes Jimin. Me encontré con mi amigo y fuimos a tomar un rato… –Contestó el rubio.
–Vayamos a casa Jongin –Le interrumpió el menor.
–Sí amor –Le contestó el mayor mientras acariciaba los cachetes de Jimin.