Yoongi lo primero que hizo es aventar su mochila al entrar a su habitación, se sentía completamente frustrado y harto del día, el simple hecho de ver el sol ya le producía suficiente fastidio. Primero se sentó en su cama, se quedo viendo a la nada pero después se sintió inquieto y mejor optó por acostarse sobre su cama, comenzó a agarrar su cabello suavemente pero en algún momento ya lo estaba jalando más fuerte, comenzó a preguntarse porque se había comportado tan mierda el día de hoy.
La respuesta le llegó no mucho tiempo después, como era de esperarse se debía al nuevo, el motivo no estaba tan claro aunque tal vez si lo era, pero el pelinegro era testarudo así que no estaba dispuesto a aceptarlo tan fácilmente.
Yoongi estaba celoso del chico, pero no tenía nada que ver con Jimin, ¿O sí?, la maldita forma en la que este chico fue tan amable con el castaño no le gusto para nada. Pero a estas alturas ya no podía echarse para atrás, rechazó al castaño sin dudarlo, pero algo no se sentía bien, es más, nada se sentía bien después de aquella escena. Oírlo llorar fue lo más incomodo que pudo haber escuchado en su vida, no soportaba hacerlo o incluso verlo.
Desecho esos pensamientos de su mente, Yoongi no estaba celoso por Jimin, sino porque el chico era más alto que él, más musculoso y tenía miedo que también fuera bueno bailando o cantando, aún no conocía las habilidades del chico pero no era mentira que se encontraba muy ansioso con la situación.
Enamorarse definitivamente no estaba en los planes del pelinegro, por supuesto que quería a Jimin pero no de esa manera. No podía querer a nadie de esa manera. Rechazarlo le dolió, pero más que nada porque sabía muy bien como le afectaría al chico. Estos últimos días habían sido incomodos entre ambos, aunque era algo que no se podía evitar, después de todo uno se declaró y el otro lo rechazó. El castaño intentó con todas sus fuerzas hacer como si nada hubiese pasado, y él agradeció aquel gesto, después de todo Jimin era un valioso amigo que no quería perder, un amigo que no podía perder.
Jimin salió de su apartamento más temprano de lo usual, hoy sería el día en el que por fin se encontraría con su amigo Taehyung después de casi dos semanas de no verse, ambos quedaron de encontrarse en la parada de autobuses para irse caminando juntos a la compañía donde aguardaban sus clases. Cuando salió a la calle, del otro lado un chico alto y rubio movía su mano en señal de saludo, al principio el castaño se quedo extrañado pero después reconoció el rostro, Jongin se encontraba del otro lado saludando muy animadamente.
Cuando por fin los dos se encontraron, ambos se quedaron sorprendidos cuando descubrieron que vivían uno frente al otro, de hecho el día anterior Jimin se había ido antes que los otros dos chicos porque su casero le habló, el plomero había llegado para resolver su problema de desagüe en su baño, motivo por el cual tuvo que irse primero, por eso para ambos era una sorpresa, aunque seguramente Jungkook se lo había imaginado ayer cuando acompaño al nuevo a su apartamento, y como siempre, no le dijo nada a Jimin para darle una sorpresa.
Se encontraban platicando muy amenamente cuando de repente Jimin se hizo para atrás y casi pierde el equilibrio, rápidamente alcanzó a recuperarlo con su pie derecho y tomó la fuerza necesaria para alejar un poco al otro chico que lo había abrazado tan efusivamente, lo miró con una cara de desaprobación pero luego le sonrió mientras acariciaba su cabello. Taehyung hablaba demasiado y solo miraba a Jimin, ni siquiera notó la presencia del rubio, cuando por fin se calmó se sorprendió al ver al otro chico. Jimin fue quien los presentó.
–Se llama Jongin, y acaba de llegar ayer, además vive frente a mi apartamento– Dijo Jimin señalando a Jongin con su mano izquierda.
–Mucho gusto Taehyung, soy Jongin –Dijo el rubio de manera amable y calmada.
–Vaya, muchas cosas pasaron mientras no estaba, mucho gusto Jongin –Dijo el castaño agarrándose su cabello y muy entusiasmado, algo que era muy característico de él –Soy Taehyung, pero llámame Taetae –agregó con una gran sonrisa cuadrada.
Todos se encontraban comiendo las fresas que Taehyung les había traído mientras él los ponía al tanto de todo lo que había vivido mientras estaba fuera, incluso hizo algunas escenas cómicas intentando ser lo más preciso posible. Sus esfuerzos no fueron en vano y los tres chicos pudieron sentir lo que el chico había vivido durante su estadía en Kojang, incluso el nuevo se sintió parte de ese círculo gracias los cálidos tratos de todos los chicos.
–¿Kookie, ya viste quien va a…? –Dijo Taehyung casi gritando e interrumpiendo su historia, en ese momento Kookie reaccionó rápidamente y le tapo su boca, pero como el castaño la tenía abierta le había dejado baba en toda su mano.
–Por supuesto que lo veo idiota, no necesitas gritarlo –Dijo Kook limpiándose la baba y mirándolo con una mirada molesta.
–Tranquilo, no te alteres, él solo quiere asegurarse que lo ves –Dijo Jimin intentando calmar las cosas pero muy poco convencido de que eso funcionara.
–¿Me perdí de algo? –Dijo el rubio alzando una ceja, porque sentía que se había perdido algo importante y no sabía que era.
–Ese chico me gusta, Jongin, no tienes problemas con ello ¿Verdad? –Kook lo dijo susurrándolo más calmado,
–Claro que no Jungkook, o ¿También puedo llamarte Kookie? –Le dijo el rubio y regalándole una sonrisa.
–Sí, como sea, no entiendo porque te gusta ese chico si ni siquiera puede bailar bien –Dijo Taehyung haciendo un puchero mientras veía como el chico castaño iba sonriente al lado de otro de cabello negro y más alto que él.
–Menos yo Taetae, pero así son las cosas –El tono de Jungkook sonaba más a suspiro, pero también veía al chico mientras esté recogía mucha comida en su plato y el otro lo regañaba para que no comiera tanto.
Por otro lado, Yoongi estaba en una esquina del salón semi recostado, pues había decidido quedarse a dormir, argumentando que la clase de baile lo había dejado exhausto. Aunque era cierto, se sintió bastante decepcionado de su pobre desempeño durante la clase.
Taehyung que había llegado dos semanas después y además conociéndolo no había practicado nada durante sus mini vacaciones que se había tomado, pero terminó adaptándose a la coreografía más rápidamente de lo esperado, una de las grandes habilidades del niño, puesto que podía recordar coreografías muy rápidamente si ponía empeño. No sólo eso, sino que Jongin resultó ser extremadamente excepcional para el baile, cosa que molesto en extremo a Yoongi, porque lo terminaron pasando en la primera fila junto a Jimin y a Kookie, mientras que el pelinegro y el castaño hiperactivo se quedaron en segunda fila.
Se sentía mejor cuando veía en el espejo a dos de los trainees de la fila de atrás esforzarse al máximo pero como no eran tan ávidos al baile siempre estaban en la parte de atrás, no recordaba sus nombres pero le parecían muy sorprendentes porque a pesar de los gritos y regaños que daba el profesor Sungdeuk cuando se hartaba de enseñarles mil y un veces la coreografía, sacaban una sonrisa.
Durante el transcurso de las demás clases Taehyung se percató que Yoongi los estaba evitando a toda costa, en un descuido le preguntó a Jungkook si sabía el motivo aunque por dentro ya se lo imaginaba. Cuando se enteró que Jimin se había confesado pero había sido rechazado, lo volteó a ver instintivamente a lo que el chico le contestó el gesto con una sonrisa.
Se sintió decepcionado porque sentía que las cosas entre Yoongi y Jimin realmente iban a funcionar. Además sintió ese instinto protector hacia su amigo porque veía que seguía inquieto por la situación, seguramente estaba culpándose por la actitud del pelinegro y él no podía hacer nada. Jungkook también tenía esa desesperación por ayudar a su amigo, pero la única persona que podría hacerlo era Yoongi, y no parecía dispuesto a resolver las cosas pronto.
Cuando por fin las clases terminaron, ambos chicos miraron a su amigo para incitarlo a hablar con Yoongi en privado, se llevaron a Jongin del salón y en menos tiempo de lo que esperaba, Yoongi y él se encontraban solos en el aula. Justo como los chicos pensaban, el castaño se culpaba de su actitud que el chico frente a él tenía. Yoongi fingía dormir en su pupitre esperando a que todos salieran de salón pero Jimin no dejaría que continuará así, con mucha dificultad y valor habló primero.
–¿Te sientes bien Yoongi-hyung? –Dijo precavido y con la voz baja.
–Sí Jimin, ¿Puedes dejarme solo? –Contestó el pelinegro, aun con su rostro escondido entre el pupitre.
–No quiero, si te sientes bien, explícame ¿Por qué te alejas de nosotros? –Volvió a hablar Jimin, esta vez con el tono suficiente para que el pelinegro lo escuchara.
–Si piensas que es por ti, estás equivocado Park –Yoongi levanto la mirada, vio directamente los ojos del castaño. Cuando el pelinegro le decía Park, significaba que estaba siendo muy serio con lo que decía, lo que tomó por desprevenido al menor, y el salón con eso se quedo en completo silencio.
Después de algunos segundos de meditación, el castaño volvió a pronunciar la palabra.
–No pienso que sea por mí, solo quiero ayudarte como amigo –Esta vez lo miro, esperando una respuesta del mayor.
–No necesito tu ayuda, de todos eres del que menos necesito ayuda –Dijo Yoongi secamente.
–Tampoco necesitas ser tan mierda –Esta vez Park levanto su tono de voz, y sonaba molesto. Estaba harto de tener sentimientos por aquel chico que parecía importarle una mierda su amistad y él como idiota intentando recuperar lo poco que quedaba de ella.
–La única mierda eres tú Park –Esta vez Yoongi se paró de su lugar, sin dejar de mirar al castaño y dispuesto a tomar su cosas se dio la vuelta.
–Eres un idiota Yoongi –Le gritó el castaño.
–Lo sé –Dijo irónicamente el mayor.
Jimin corrió delante del Yoongi, lo miró otra vez frente a los ojos y dijo –¿De verdad quieres dejar las cosas así? –El castaño se sentía bastante frustrado por la actitud del pelinegro, pero tampoco podía hacer mucho más que intentar solucionarlo.
Yoongi no se lo esperaba. Jimin tampoco se lo esperaba. Pero sin previo aviso, Yoongi tomó la muñeca del castaño y lo atrajo hacia su cuerpo bruscamente, con la otra mano que estaba libre le agarro su mejilla mientras lo miraba intensamente a sus ojos. Primero sus ojos, luego su labios, y maldijo internamente por lo que estaba a punto de hacer pero lo hizo rápidamente.
Junto su boca con la del castaño bruscamente, y este último se sorprendió por el repentino movimiento, sin embargo se dejo llevar, cerró sus ojos y abrió la boca para que comenzará el beso. Al principio el pelinegro lo besaba con fuerza, pero repentinamente se detuvo, al parecer estaba dudoso de lo que estaba haciendo pero decidió continuar con el beso y se dejo llevar por la tensión del momento, pronto el beso se convirtió en algo más profundo. Sus lenguas comenzaron a juguetear la una con la otra mientras se quedaban sin respiración.
Jimin se sentía en el cielo, aunque no entendía exactamente que estaba pasando pero sabía que le gustaba sentir aquel aliento caliente que emanaba de la boca del pelinegro. La habitación quedo ensordecida por los ruidos que ambos estaba creando, Yoongi agarró la cabeza de Jimin para atraerlo más de lo que ya estaba, su toque se hizo más fuerte y Yoongi pronto comenzó a saborear la boca del castaño a todo su esplendor. Los labios de ambos se encontraban hinchados por la fuerza del beso, en algún momento a Jimin le faltó respiración por lo que se despegó del mayor pero este se aferraba fuertemente hacia él, apenas y lo dejo tomar aire para poder atraerlo a su boca nuevamente.
Yoongi tenía muchos pensamientos en su mente, sabía que no era lo correcto pero no quería soltar a Jimin por lo que disfruto cada momento. Pronto las cosas fueron elevándose de tono, y al parecer los cuerpos de ambos lo sentían, así que el pelinegro paro el beso en seco.
–¿Por qué? –Dijo el menor muy confundido.
–Hasta aquí podemos llegar Park –Esta vez Yoongi estaba más convencido. Soltó a Jimin y dejo la habitación.
Jimin estaba muy confundido puesto que no sabía que acababa de pasar, no comprendía las palabras de Yoongi y tenía miedo de hacerlo.