Yoongi lo había dejado solo en el salón. Jimin solamente se quedó en blanco por algunos segundos, tenía planeado decirle al mayor que no quería tener una relación así con él. Pero su cuerpo se dejo llevar por completo y de nada había servido lo que había pensado. Sabía que lo quería, era una reacción natural la que había tenido, ese hombre le gustaba y no había nada que pudiera hacer contra ello. Tomó sus cosas, y salió del salón bastante confundido, sabía que terminaría por aceptar la oferta del pelinegro, lo sabía porque realmente disfrutó lo que había vivido allí dentro.
Nuevamente se encontró a Jongin en la misma posición que la vez pasada. ¿Todo ese tiempo espero? Se sorprendió de tener un amigo tan leal, y se sorprendió de que los otros fueran tan desleales con él.
–¿Otra vez se fueron? –Jimin parecía desilusionado.
–Taehyung dijo que tenía que pasar a comprar unas cosas y como estaba cansado, iría a casa directamente. Jungkook dijo que iría a casa, pero como sabe que tú y yo vivimos cerca, no estaba preocupado porque sabía que yo te cuidaría –Explico el rubio –Además tenía la sensación de haber olvidado algo, dijo que tal vez estando solo podría recordar que es.
–Ya veo, así que ¿Ahora me encargan contigo, eh? –Dijo Jimin en broma. Aunque por dentro intentaba olvidar todo lo ocurrido en el salón.
Aún tenía en su cuerpo la sensación del aliento de Yoongi, su aroma, su toque. Todo lo que había pasado en el salón se encontraba grabado en su mente. No lo olvidaría fácilmente, eso lo sabía muy bien.
–Vamos a casa –Le dijo Jongin.
–Vamos a casa –Le respondió Jimin.
–Sabes, la primera vez que entre al salón, tú fuiste la primera persona que me llamó la atención –Después de haber estado un buen rato en silencio, Jongin sacó un tema a colación.
–No tenga nada en especial, ¿Por qué me mirarías a mí? –Jimin parecía sorprendido.
–Tus ojos tienen un brillo que me atrapó ese día, hay algo en esa mirada, no era tan profunda como la de los otros chicos, pero realmente tiene ese algo que te llama mucho la atención.
–Mis ojos… –Jimin comenzó a recordar.
–No te puedes negar y lo sabes –El castaño decía burlonamente.
–Lo sé, así que golpéame rápido –El pelinegro parecía molesto, pero simplemente ese era su tono de voz.
–Bien, aquí voy –Jimin golpeó con sus dos dedos la frente del mayor, como acostumbraba a hacer cada que perdía.
–¿Sabes por qué nunca puedo negarme ante ti? –Habían hecho una apuesta para ver cuál sería la calificación de evaluación que le pondría el profesor Sungdeuk a Yoongi.
Jimin fue el más cercano a la predicción y entonces ganó. Aunque al principio Yoongi se negó ante aquella apuesta, Jimin termino ganando porque como siempre, al ver el baile de Yoongi, pudo predecir la calificación que recibiría el mayor por parte del profesor.
–¿Por qué? –Preguntó Jimin, siempre había estado curioso porque nunca había recibido un ‘no’ por parte de Yoongi. Y no es que él fuera una persona amable con los demás, incluso con Taehyung y Jungkook era difícil que pudiera dialogar simpáticamente.
–Tus ojos tienen algo que me llaman mucho la atención. Cuando me pides algo, tus ojos me incitan a aceptarlo. Es imposible negarme cuando te veo a los ojos. No sé porque, quizás eres la única persona que me puede controlar en ese sentido –Yoongi lo dijo intentando restarle importancia. A decir verdad, le importaba, porque le parecía increíble como solo una persona podía hacerlo aceptar sin rechistar. Nunca había conocido una persona así.
–Sí, tus ojos –Respondió Jongin.
–Entonces es cierto –Dijo Jimin al descubrir una nueva revelación.
–Es cierto –Contestó Jongin. Aunque no sabía que Jimin se refería a otra cosa.
–¿No quieres ir a comer? –El rubio de repente se acercó a un puesto, y al parecer tenía mucha hambre. Jimin sonrió ante tal gesto y se aproximó también al puesto.
En el puesto se encontraban Namjoon y Jin comiendo. Cuando Jimin los vio, se puso nervioso. Pensando que Yoongi podría estar con ellos, cuando intentó salir del puesto chocó con una silla y la tiro por completo. Cuando ellos voltearon, saludaron a los chicos, y los invitaron a sentarse junto a ellos.
Ambos aceptaron la invitación, pero Jimin miraba continuamente a diferentes lugares esperando que en cualquier momento se apareciera Yoongi.
–Él no viene, venimos por nuestra cuenta –Le dijo Jin después de haberse hartado al ver que Jimin no podía comer tranquilo.
–No estaba preocupado por Yoongi-hyung si eso es lo que piensan –Lo decía mientras le daba un gran bocado a su sopa, pero su tono de voz decía totalmente lo contrario.
–Te creemos –Le dijo Namjoon, aunque contenía su risa. Porque ver a un chico tan vulnerable por su amigo Yoongi, o más bien, ver al amigo de su amigo tan vulnerable, era algo muy divertido de ver.
Los cuatro estuvieron platicando un buen rato. Para Jimin, era la primera vez que hablaba con chicos más grandes que él exceptuando a Yoongi. Y para ellos, era la primera vez hablando con alguien tan joven. Estuvieron muy cómodos con la conversación, y cuando fue hora de despedirse, Namjoon pago la cuenta de los cuatro y otras cuantas cosas que había roto. Esa platica dejó satisfecho al castaño porque aunque él y sus amigos no estuvieran con el mayor, al menos sabía que su Yoongi tenía buenas personas a su lado que lo cuidarían hasta entonces.
–Jimin parece buen chico, ¿No crees? –Jin lo decía mientras veía a los otros dos chicos alejarse.
–Me preguntó porque Yoongi se alejó de ellos, me gusta que sea amigo nuestro pero ellos me dan buena impresión –Le contestó Namjoon.
–Tendrán sus problemas, solo que espero que se resuelvan, quizás así podríamos salir todos juntos –Jin parecía más ilusionado al imaginarse una salida de ocho chicos en un futuro.
–No parece mala idea –Le dió la razón, aunque poco le duro ese pensamiento porque se percató de que ambos se encontraban solos.
–Amor… Sabes, aún es temprano para irse –Namjoon tenía algo en mente –¿No te gustaría ir a mi casa?
–Mañana hay clases –Jin sabía muy bien que era lo que quería hacer Namjoon en su casa, y no tenía que ver precisamente con dormir. Pero quería que este le rogara un poco más antes de ceder, para darle más drama al asunto.
–Bebé, creo que me falta Jin.
–¿Te falta Jin?
–Me faltas tú para tener energía, ¿Entiendes a lo que me refiero?
–No entiendo.
–Te necesito en mi casa, o más bien, te necesito en mi cama.
–¿Por qué no empezaste desde ahí? –Jin sabía muy bien desde el principio lo quería el alto, solo le gustaba darle más vueltas al asunto para hacer drama. Sonrío pícaramente mientras lo decía, tomó de la mano a Namjoon y se retiraron del lugar rápidamente.
Jongin acompañó hasta su apartamento a Jimin, se quedaron platicando durante algún rato en la puerta. Y Jimin no dejaba de reírse con los chistes que sacaba súbitamente el rubio.
–Ya me tengo que ir Min~ –Le dijo el rubio, porque ya era tarde y había clases al día siguiente.
–Lo sé, sería bueno que te quedaras otro rato más –Jimin parecía afligido, porque hace mucho tiempo no platicaba así con alguien, desde que Yoongi se fue con los otros chicos.
–Me gustaría quedarme, pero dormiríamos en la misma cama, no soporto dormir en un sillón –Le dijo en juego.
Jimin se sonrojó por primera vez, no sabía que el chico podía ser tan directo a veces, pero tampoco sabía si podría tomar en serio sus palabras.
–Te ves bien cuando estás sonrojado, de todos modos tengo que irme Jimin, otro día será –Jongin acercó sus labios a la frente de Jimin suavemente, le dió un ligero beso y se retiro del lugar sonriendo. Jimin estaba sorprendido, definitivamente no esperaba que el nuevo hiciera eso, y mucho menos a él.
–¿Qué fue eso? –Preguntó, pero el rubio ya se había retirado del lugar.