Una persona enamorada es capas de hacer cualquier cosa por proteger a su amado, es capaz de dejar a su familia, a sus amigos, sus sueños, su libertad, su vida. Entonces si para proteger a mi amado tengo que entregar mi vida. Lo haré
-Miyagi - llame a Miyagi para cenar y el con su típico rostro de otra vez repollo se sentó en el comedor y cenamos, hablamos de cosas triviales y después de la cena el lavo los trastes, yo me dirijo a la habitación que compartíamos y me acosté.
-Shinobu- sentí como sus manos me tocaba el pecho. Su tacto suave me relajaba a tal punto que me sentía desfallecer.
-Miyagi - y como si fuéramos un matrimonio en su luna de miel él me tomo y me reclamo como suyo. No fue rudo ni rápido, fue tierno, lento y sencillo. Esta es mi vida perfecta y estoy seguro que la de Miyagi también.
-"¿Estas seguro de eso? " - de golpe abrí los ojos para encontrarme que no estaba en la estrecha cama que compartía con Miyagi, sino que me encontraba de pie en un lugar completamente oscuro pero que irónicamente veía claramente a un hombre de cabello negro y ojo Verde vestido con un pantalón holgado color negro, el pecho lo llevaba descubierto dejando ver un tatuaje de una luna, era hermoso a simple vista.
-¿Quien eres?, ¿Donde estoy? - pregunte, en cierta forma el me transmitía calma y nostalgia, aunque una parte de mi mente me gritaba que corriera. Que me alejara lo más posible de él.
-Yo soy el príncipe del destino y estas en mi casa, la oscuridad - dijo con una voz profunda. Sus ojos verdes y sencillos rompieron mi corazón , deseaba llorar de solo verlo.
-¿Por qué estoy aquí? - me dio una mirada que me hizo estremecer, temía la respuesta. Él solo sonrió con ternura.
-Porque tu tienes un deseo que yo te puedo cumplir -dijo mientras se acercaba y con delicadeza me tomo de las mejillas y posaba sus delgados labios sobre los míos. Cuando hizo esto en mi mente paso cada problema que le cause y causare a Miyagi, cada capricho, cada preocupación.Cada lágrima. al separase de mi, con sus pulgares, comenzó a limpiar todas mis lagrimas.
-¿Que fue eso? - la última imagen que me enseño me partió el corazón.
-El destino de tu amado si sigue contigo- no puede ser posible, no es cierto - por tu cara no me crees.
-¿¡Pero se puede evitar ?!- mi desesperación era palpable en mi voz, pero lo que me desespero mas y a la vez lleno mas de terror mi alma fue su sonrisa. Era una sonrisa Sádica.
-Claro que hay una solución - con sus manos en mis mejillas pego su frente a la mía- Cásate conmigo-
-¿Que...?-no entendía como esa acción salvaría a Miyagi.
-Si te casas con migo, te separaras de él , por consecuencia el nunca sufrirá ese accidente- lo dijo tan calmado que me daban ganas de golearlo-Si te quedas en el mismo mundo que él siempre se van a encontrar, si estas a su lado, Miyagi y sus seres queridos sufrirán. ¿Entonces que dices, aceptas?-
-....-Era por el bien de myagi, por su bien,si no lo aceptaba él-El investigara si me separo de el dramáticamente-recordando cuando me separe de el.
-No te preocupes por el, yo le daré la vida perfecta, solo dilo-Yo no tenia otra opción, era por su bien. Era por su bien.
-Has feliz a Miyagi-dije mientras de mis ojos salían mas lagrimas, el se separo de mi y con una sonrisa trono su dedos.Lo ultimo que vi fue una figura femenina.
-¡¿Por que?!- era tan estúpido, como podía haber caído en una trampa tan idiota. Era obvio que algo no andaba bien,yo era tan estúpido. Corría por la Oscuridad buscando al maldito que me había engañado, hasta que los vi ,corrí tan rápido como pude y ahorra en mis brazos se encontraba la persona por la cual daría mi vida.-¿Porqué me separas de el?-mis mejillas se llenaban de pequeñas gotas saladas.
-Por que así lo deseo yo- se dio la vuelta dándole la espalda. El habla de esa hermosa mujer se convirtió en hostilidad y frialdad. Aunque en realidad no era una hermosa mujer -Y porque tu me perteneces-dijo una voz masculina que provenía del cuerpo de la mujer que en esos instantes se transformo en un cuerpo masculino con ropajes negros.- Así que despídete de él- diciendo esto desapareció dejando a un Shinobu envuelto en llanto mientras abrazaba a su amado.
- Lo tengo que hacer Miyagi, No te preocupes y vive. Te amo- y con lagrimas en los ojos Shinobu beso la arrugada frente del mayor, para al final quedar solo en la oscuridad. Pues había Sellado su destino como nueva Novia y reina de ese infierno helado.
- Lo siento, tanto- el llanto del niño era lo único que resonaba en el vació de ese infinito y helado reino. Pero aunque Shinobu no lo supiera en cierta forma salvaba a su viejo terrorista.
-Vamos- hablo una pequeña niña de no mas de 16 años vestida de blanco, de ojo café y pelo negro- El amo te llama- diciendo esto me ayudo a levantarme- En verdad lo siento - diciendo esto me echo un polvo en la cara, lo ultimo que vi fue el rostro de esa niña ,el cual mostraba tristeza pura.
-Me hubiera gustado que tus ojos no dejaran de brillar , pequeño - diciendo esto la niña de pelo café desapareció junto al terrorista.