Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Follow you. por Teme001

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Como dije anteriormente en un review, volvería con un nuevo fanfic en base a personajes propios, así que... ¡aquí está!
Espero que les guste.

Notas del capitulo:

No hay mucho que aclarar a excepción de mi poca noción en cuanto a los días en que podré actualizar, por ende, pido paciencia.

Durante años no había sido más que un escéptico del amor; considerándolo banal, un aspecto inútil e innecesario. Solía escuchar las historias de mis amigos, desesperados por una solución a sus problemas de pareja, mientras cuestionaba internamente la absurda decisión de mantener una relación. ¿Qué podría significar? Compartir tu vida con alguien que resultó ajeno en un principio, simplemente insignificante.
Mantenía constante un único pensamiento, “no requiero a nadie para ser feliz”, ¿inhumano? ¿Ilógico? ¿Frío? Prefería llamarlo realista.
Esa era mi vida, un continuo rechazo al sentimentalismo que parecía chocar con mi persona a cada paso, de tal modo y pese a mis arraigadas opiniones, conseguí el inigualable placer de ser el consejero amoroso de mis allegados.
Aquel día no prescindía de lo ordinario, me encontraba en un pequeño bar de estilo clásico y descuidado, asfixiado por la aglomeración de personas y el humo de cigarrillo. Junto a mí se hallaba un estrafalario individuo, alcoholizado y depresivo, que he de llamar John, mi mejor amigo. Mi función allí era significativa, actuaba de soporte, tanto físico como emocional; aquel hombre atravesaba un reciente abandono y, como consejero oficial, había acudido en mi ayuda. Cabe destacar que mi inexperiencia les otorgaba una perspectiva objetiva, aunque en ocasiones, un tanto ruda. Sin embargo, las palabras de aliento y reflexión habían sido en vano, después de cinco tragos de vodka que estimularon su dolor interno convirtiéndolo en llanto masivo, aquel desastre yacía medio extendido sobre la inmunda barra. Destiné como ocupación observar el lúgubre lugar, hasta que mi acompañante recobrara la conciencia; la escasa iluminación brindaba una escena cliché, hombres solitarios en sus mesas bebiendo directamente de la botella, por otra parte, un grupo de jóvenes parecía emanar alegría, aquella que conseguían luego de unas cuantas cervezas – efímero – pensé. Continué el proceso, mientras las imágenes se repetían ante mis ojos, hasta que noté cierta desentonación; en un pequeño rincón oscurecido y oculto por las masas, se ubicaba una joven mujer  acompañada por un muchacho que, a decir verdad, no parecía sobrepasar los dieciséis. Me pregunté cómo habría logrado burlar la seguridad, era claro que se trataba de un bar de mala muerte, no obstante, éste no exceptuaba la mayoría de edad como requisito ineludible. Mantuve la mirada sobre la fémina, su belleza exuberante cautivaba a cualquiera, incluso a un reacio a la atracción tal como era el caso propio; sus labios gozaban de una tonalidad rojiza tan natural como el mismo respirar, el cabello azabache le caía desordenadamente sobre los hombros y sus ojos almendrados lucían el delicado movimiento de sus pestañas. En ese instante me sentí patético, cayendo ante los encantos superfluos de una extraña, ¿acaso había abandonado mi filosofía? Imposible.
Observé nuevamente a su compañero, se veía frágil, angelical, la piel nívea enmarcaba la claridad de sus ojos miel iluminados por el único haz de luz que a su destino llegaba. Contrario a su apariencia, sus actitudes eran burdas, descaradas, rudas; una extraña combinación, sin duda alguna. Pronto giró en dirección a mi persona, de inmediato viré el rostro en un desesperado intento por disimular mi latente incomodidad, un comportamiento totalmente absurdo. Pedí un trago generando distracción al apreciar el líquido contenido en la copa, una voz suave resonó en mis oídos denotando la cercanía de su procedencia.
-¿Es bonita, no? El joven que hacía segundos se hallaba a varios metros, había tomado asiento junto a mí, hablándome de su amiga como si de un acuerdo se tratara.
Mi expresión habría sido épica, pues una sonora carcajada le inundó. Ante mi confusión reiteró su pregunta, mientras intentaba recuperar el aire.
Luego de una extensa conversación basada en las interminables y numerosas virtudes de su acompañante pude denotar ciertas cualidades de su personalidad, era simpático, misterioso y, de algún modo, reservado. En aquel momento, John comenzó a comentar incongruencias que a menudo interrumpían el diálogo, por lo cual aquella nueva personalidad decidió retirarse, obligándome a responsabilizarme de mi desgraciado amigo, no sin antes preguntar por mi nombre –Adam Parks  –respondí. Él sonrió, tomando una servilleta de la barra, seguidamente le pidió al bar tender una lapicera, presuroso escribió sobre el papel, y al finalizar me lo entregó.
Traté de mantenerme calmo hasta que se alejara lo suficiente, una vez que desapareció de mi campo de visión, revisé el contenido. Allí figuraba un número telefónico junto a su correspondiente poseedor, Chloe Evans.

Notas finales:

Sé que Dobe001 me matará por subir la historia de improvisto, pero bueno, cosas que pasan.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).