Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fines específicos por deep desire

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Heey! bueno, muchas gracias por sus reviews, agradecerles por leer... y sólo quiero decirles que ya nos queda un sólo capítulo :c espero que disfruten del penúltimo cap y nos leemos en los reviews! ;9

Capítulo 11


 


 


Les quito las amarras de las manos y las mordazas. De inmediato se acomodan en el suelo del camión. Mi madre se apoya en los brazos de mi padre y éste le acaricia la cabeza. Ella gimotea entre llantos, mi padre sólo se mantiene mirando al vacío.


– Dejen de ser tan dramáticos –les digo sentándome frente a ellos, apoyándome en la pared contraria– Será mejor que hablen ahora.


– No tenemos nada que decir, Luke –gruñe mi padre dedicándome una mirada ácida.


– Henry, Catherina –digo llamándolos por sus nombres– Creo que deberían de explicarme qué es lo que pasó. Qué es lo que hicieron y por qué lo hicieron –.


Ambos me miran. Mi madre luciendo dolida, mi padre con su rostro lleno de desprecio.


– No te preocupes, Henry. Luego de esto, no volverás a verme nunca más –murmuro bajando la mirada. Abrazo mis piernas y apoyo la barbilla sobre mis rodillas– Catherina… no sé si pueda verte otra vez. Preferiría mantener la distancia por un largo tiempo si es posible.


– Hijo… –susurra mi madre con un rostro sorprendido– Tú… no puedes hacernos esto. Somos tus padres –su mirada se endurece con frialdad en sus rasgos expresivos– Nos debes la vida entera. Te hemos mantenido por diecinueve años viviendo como niño mimado, y ahora piensas que puedes irte, alejarte de nosotros como si nada. Eres un malcriado.


– Por mí no hay problema en que te vayas y te pierdas en algún lugar –gruñe Henry– No podría importarme menos –.


Auch. Eso realmente me dolió. Mi padre, el que siempre me cuidó, me amó, me protegió, me ha dado la espalda de un momento a otro como si nada. Lo peor de todo es que actúa como si nunca hubiera estado conmigo, como si no tuviera sentimientos hacia mí, su hijo, al que cuidó por diecinueve años.


– Está bien –murmuro con los ojos ardiendo– Está bien… Henry –me cuesta decir su nombre en reemplazo de su título de padre– No volverás a verme si eso es lo que deseas.


– Maricón –masculla.


– Henry, ya basta –gruñe mi madre lanzándole una mirada de advertencia. Henry chista molesto, pero se queda en silencio– Luke, hijo, tú no puedes tomar ese tipo de decisiones.


– ¿Por qué no?


– Porque no lo permitimos. Somos tus padres, nosotros te mandamos, tú nos debes la vida. Hemos invertido dinero en ti. Se supone que debes devolvernos todo lo que invertimos en ti –.


No. No puedo creerlo.


Oculto el rostro en mis rodillas. No puedo creerlo. La risa que se me escapa no se detiene.


– Esto… –la risa no me deja continuar. Tomo un poco de aire para tranquilizarme– Esto es tan divertido –levanto la cabeza para encontrarme con la seria e imperturbable mirada de mi madre– Entonces yo no soy más que una inversión.


– Sí –responden ambos a la vez.


– Ya veo. Una inversión en la que gastaron millones de dólares para obtener esos millones después ¿Me equivoco?


– No –responde Henry ya que mi madre pestañea cambiando un poco la intachable mirada fría– Catherina quedó embarazada cuando tenía dieciséis años, pero ese bebé no lo podíamos tener a esa edad, mucho menos podíamos cuidarlo. Éramos demasiado jóvenes. Lo regalamos. Se lo llevaron y nunca volvimos a saber de él.


– Hasta ahora –dice mi madre– Que apareció un día en nuestra casa, raptándonos para traernos aquí. Nunca tuve la necesidad de querer buscar a mi hijo –continúa diciendo. Su rostro está neutro, la mirada perdida en el vacío– Jamás me sentí realmente conectada a ese bebé, por eso no sufrí cuando lo regalé. Ni Henry ni yo nos sentimos conectados a ese bebé. Cuatro años después, cuando Henry comenzó a estudiar y obtuvo un buen trabajo, planeamos tenerte. Planificamos todo. Desde dónde ibas a estudiar, hasta qué doctores te iban a atender en caso de que enfermaras. Planificamos cuidarte como nuestro tesoro ya que teníamos un futuro planeado para ti. Ibas a estudiar leyes, o ser un médico. Así ganarías bastante dinero para sustentarnos en el futuro. De esa forma podíamos dejar de trabajar cuando tú te hubieras establecido en algún trabajo fijo.


– Vivirían a base de mi trabajo –murmuro asombrado.


– Por supuesto. Nada es gratis en este mundo. Tú tienes que devolvernos todo el dinero que invertimos en ti. Después de todo planeamos toda tu vida –responde ella.


– Pero yo no seguí sus planes cuando me marché de casa. Por eso trataron de retenerme con todas sus fuerzas –acoto entendiendo hacia dónde va todo.


– Sí, por eso tratamos, pero no hiciste caso y como ya eras mayor de edad no podíamos hacer nada más que vigilarte. Contratamos a un detective que te mantuvo vigilado por un tiempo. Nos daba informes sobre si estabas trabajando, cuánto dinero ahorrabas, dónde vivías… y un día desapareció. Nuestro detective desapareció. No supimos más de ti. Quisimos contratar otro, pero Henry decidió que no porque era un gasto innecesario. Esperamos un par de meses, hasta que se convirtieron en años. Fuimos a buscarte a ver cómo progresabas y en ese entonces, ya no estabas en donde vivías.


– Ya veo –murmuro– Entonces… luego de eso, Renner los raptó y aquí están ¿cierto?


– Sí –responde Henry.


Me aclaro la garganta. Sonrío a pesar de que todo lo que me dicen es triste y doloroso. Sonrío porque no puedo creer todo esto. Toda esta mentira tan bien elaborada por ellos. Toda esa mentira del amor y el cariño que me tenían, todo era un fachada para… esto. Dinero.


– Así que todo por el dinero –murmuro sonriendo.


– Sí.


– Y… –me aclaro la garganta de nuevo. Miro el techo y pestañeo varias veces para aliviar el ardor en mi ojos– ¿Alguna vez me amaron? –.


Se quedan en silencio, por lo tanto los miro en busca de una respuesta. Los dos me miran como si estuviera loco.


– Hmm… –dice mi madre– Creo que sí. En algún momento debí de sentir amor hacia ti. Pero muy pocas veces.


– Lo mismo digo –levanta la mano Henry.


– ¿Qué hay de todo ese llanto antes? Las expresiones de preocupación… todo el sentimiento en sus palabras –digo con los ojos entrecerrados mirando de uno a otro.


– Sólo manteníamos nuestro rol de padres, eso es lo que hacen los padres ¿no? Todavía no sabíamos qué hacíamos ahí, así que… bueno, ahora que se aclaró todo, ya no importa. Para qué fingir más –murmura mi madre– Lo siento, Luke. No somos lo que aparentamos ser. No somos las mejores personas como puedes ver. Supongo que hemos roto todas tus ilusiones de unos padres perfectos.


– Sí, lo han hecho –sonrío– Muchas gracias por la experiencia, Catherina, Henry. Muchas gracias… –apoyo la frente en las rodillas y me mantengo ahí un instante.


Dios. Dios. Dios… por qué esto. Yo ya he pagado bastante ¿no? Por todo ¿Debo pagar algo más? ¿Qué son estas personas? ¿Son personas?


¡No puedo creerlo! Que alguien me lo explique por favor.


– Me pregunto… –suelto unas risas divertidas– Me pregunto si alguno de los dos tiene un corazón –sigo riendo a pesar de que hay lágrimas corriendo por mis mejillas nuevamente– También me pregunto por qué son de esta forma, tan cruel. ¿Tuvieron malos padres? ¿Qué les pasó? ¿Perdieron a alguien importante para ustedes cuando eran niños? ¿Mataron a alguien en frente de sus ojos? ¿Los torturaron? ¿Los violaron cuando eran niños? ¿Qué? ¡¿QUÉ?! ¡¡¿Fue algo de eso?!! –termino gritando. Me levanto caminando hacia ellos hasta que me detengo a medio metro– ¡¡¿Qué les hicieron?!! ¡¿Qué les hice yo?! ¡¿Qué les hizo Renner?! Qué… qué hice mal –termino hablando en susurros.


Camino apoyándome en la pared del vehículo en movimiento. Me arrodillo en una esquina y me siento en el suelo agarrándome la cabeza entre las manos. Tiro de mi cabello mientras me pierdo en los recuerdos. Recuerdos que eran bonitos… pero ahora que conozco todos estos detalles, los recuerdos agarran un sabor y un color distintos.


Veo a la madre de mis recuerdos, que siempre sonreía cuando le pedía que jugara conmigo. Sonreía forzosamente, y trataba de deshacerse de mí cada vez que podía. A veces me hablaba con una sonrisa, sin embargo sus palabras eran órdenes de advertencias. Como un perro que ladra furiosamente antes de morder.


Lo mismo con mi padre. Lo veo en mis memorias, siempre en su habitación de estudio, donde yo no podía entrar porque o si no me gritaban, a veces me zamarreaban con fuerza, otras veces levantaban sus manos, pero luego me abrazaban, me decían que era mi culpa por no obedecer. Me regalaban algún juguete nuevo para que lo olvidara, o simplemente me daban comida.


– Ahora lo veo –murmuro abriendo los ojos como platos– Ahora puedo ver todo lo que no podía ver antes.


– Luke… supongo que no tienes la culpa –dice la voz de mi madre– Pero naciste de mí, así que no hay nada que hacer. Ya no se puede cambiar nada –.


Asiento en silencio sin decirle nada a sus tan brillantes frases de madre.


– Sin duda no estaría aquí sin la ayuda de ustedes dos. A fin de cuentas, son mis progenitores. Así que ¿Cuánto dinero les debo? Ah, olvídenlo, no me importa de todos modos –limpio las lágrimas que no dejan de salir– Ya no importa. No… importa… vo-voy  a irme lejos de aquí. Lejos de ustedes, lejos de toda esta historia que se ha vuelto tan cruel de un momento a otro. No merezco esto, soy una persona, merezco ser feliz. Voy a ser egoísta por una vez en la vida y me voy a ir. Eso no va a cambiar. No quiero… –me trago el nudo que no quiere dejar salir las palabras– No quiero saber nada de ustedes. Estoy muerto para ustedes. He muerto de todos modos –.


Son horribles. Personas horribles con un rostro amable y una sonrisa cautivadora. Los quiero lejos de mí. No quiero saber de ellos ahora. Ni siquiera puedo verlos más. No lo soporto. Pensar en todo lo que dijeron me hace sentir asco y repulsión hacia ellos, pensar en todo lo que Renner vivió por culpa de ellos y su irresponsabilidad, me revuelve el estómago y me quita el aire.


No más.


Esto ya ha llegado a su fin.


Se acabaron los secretos.


– Les deseo una buena vida. Los dejaré en algún lugar donde puedan tomar algún bus para ir a su casa. Espero no tener que verlos pronto. Yo… de verdad los amo… los quise… los recordaré, pero no creo poder amarlos más. Con todo lo que me han dicho, ya no quiero ni verlos.


– Nos volverás a ver, hijo, siempre te estaremos vigilando –dice mi madre con una sonrisa afable– Espero que dejes esa enferma relación que tienes con ese tal Renner, más que mal es tu hermano.


– Catherina… no te preocupes por mí. No vas a volver a saber de mí. No mientras yo no quiera… ah, y no debes decirme qué hacer, porque no tienes derecho. Yo haré de mi vida lo que quiera. Después de todo ustedes ya no son mis padres. Ustedes sólo me tienen a mí como hijo, pero estoy muerto después de todo este tiempo desaparecido, así que… no hay problema de amar a Renner. Somos… sólo dos personas abandonadas que se han juntado para vivir de una mejor forma –.


Dejo de hablar porque no vale la pena gastar energías. Estoy agotado. He sobrepasado mi límite de tolerancia hace mucho tiempo.


Le digo a Frank que detenga el camión para bajar de allí. Ignoro por completo todas las palabras gritadas de mi madre. El padre que una vez tuve se levanta frente a mí para luego darme una bofetada que me hace girar todo el rostro. Saboreo la sangre pero no importa. Le doy una mirada llena de dolor, y me bajo del camión con la ayuda de Frank.


Subo al camión sentándome en el asiento del copiloto. Giro la cabeza para mirar el paisaje, pero no veo nada. Me abstraigo en mí mismo.


“No voy a derramar ni una lágrima por ellos nunca más”


Cierro los ojos abandonándome al agotamiento acumulado, esperando no tener pesadillas disfrazadas de sueños, con aquellas personas en las que tanto confié, como protagonistas.


***


Frank me zamarrea para despertarme. Me doy vuelta hacia el lado contrario y me acomodo para volver a dormir, pero Frank no se rinde.


– Señor Luke –dice sonando desesperado– Señor Luke, despierte.


– No quiero –murmuro.


– Es ahora o nunca –esa frase me alerta los sentidos y me levanto de un salto, olvidando por completo que estoy sobre un camión, por lo tanto me golpeo la cima de la cabeza– Auch –digo masajeando el lugar donde me pegué.


– Señor Luke, he conseguido todos los documentos necesarios para que abandone el país –comienza a bajarse del camión– Sus padres ya han sido dejados en una estación de autobuses. Me encargué de que tomaran el primer bus con dirección al lugar donde viven.


– Eh… muy bien –murmuro un tanto desorientado. Bajo del camión tal como él hizo. Cierro la puerta y le sigo el paso a donde sea que vaya– ¿A dónde vamos ahora?


– A cambiar su identidad –.


No pregunto nada más. Sea lo que sea que venga, no quiero saberlo de antemano, prefiero simplemente abordar un avión sin saber la dirección del lugar a donde voy.


Caminamos internándonos en una casa un poco vieja y pequeña. Dentro está todo iluminado por luces de focos en todos lados. Hay un hombre sentado frente a un escritorio que está lleno de papeles desconocidos para mí.


– ¿Qué hay de nuevo, Frank? –dice el hombre que no conozco– Hace tiempo no tenía noticias de ti ¿Cómo está Renner?


– Todo bien –responde Frank sin entrar en muchos detalles– Luego hablaremos sobre eso, ahora tengo un poco de prisa ¿Tienes lo que te pedí?


– Sí, lo tengo. Fue todo bastante rápido, Frank, hace tiempo no tenía trabajos como esos, pero aquí están –abre un cajón y saca un fajo de documentos que están amarrados por una liga de goma– Supongo que el que va a escapar es él ¿no?


– Sí –dice Frank respondiendo por mí, estoy demasiado sorprendido como para formular algo con coherencia– Ha pasado por mucho en el último año… le vendrá bien un cambio de lugar. Empezar una nueva vida.


– Por supuesto –suspira el hombre mirándome– Supongo que nunca es tarde. Te deseo buena suerte, muchacho.


– Gracias –susurro.


– Ahora ven aquí, necesito sacarte unas fotos para terminar todo y te puedas ir –.


Frank me lleva a una pieza que hay en la esquina. Está llena de ropa colgada en barras. Hay un mueble en donde hay un espejo y tijeras de distintos tamaños, peines, pinzas para el pelo… implementos que se verían menos extraños en una peluquería.


– ¿Q-Qué es esto? –pregunto tartamudeando. No sé qué hace todo esto aquí. Creí que el sujeto que estaba en el escritorio sólo quería mi foto.


– Debemos cambiar tu ropa –murmura Frank buscando algo que ponerme.


Levanta ropa y la pone frente a mi cuerpo, cuando encuentra lo que parece querer, lo deja sobre una silla. Busca un par de zapatos que se ven demasiado elegantes para usarlos con un jean negro y una camisa blanca, pero no replico nada.


– Vístete –ordena.


Se va de la habitación y me cambio de ropa rápidamente. Amarro los botones de las muñecas y salgo del lugar, pero cuando Frank me ve, me hace volver adentro nuevamente.


– Hay que cortarte el cabello, lo tienes muy largo, deberías de peinarte, de esa forma no saldrás igual que en tu antigua identidad –dice.


Sólo asiento con la cabeza. Lo que sea que haya que hacer, lo haré.


Agarra unas tijeras advirtiéndome antes que no es un peluquero y que solo va a recortar el cabello más largo. Después de varios mechones de cabello en el suelo, al fin dice que ha acabado. Me veo en el espejo… y mi rostro se ve irreconocible.


No sé si se deba a que la última vez que me vi en un espejo fue por muy corto tiempo o simplemente es que he cambiado demasiado en un año.


Mi rostro ahora se ve más delgado con el cabello corto. Los rasgos que antes se veían más rellenos, ahora están más delicados. Incluso mi cuello se ve más delicado. Ahora me veo mucho más delicado que antes. Además de demacrado. Las ojeras bajo mis ojos y las mejillas un poco hundidas… sin contar el moretón de un golpe en mi mejilla.


– Te ves completamente diferente –murmura Frank.


Volteo para verlo con una tarjeta en alto. Es mi tarjeta de identidad. La tomo de su mano y observo la foto en ella. Luego me miro en el espejo. No reconozco a la persona que me devuelve la mirada.


En la tarjeta de identidad me veo demasiado inocente. Un rostro alegre, unas mejillas redondas, unos rasgos suaves, una mirada distinta a la que tengo ahora.


– Definitivamente nadie va a reconocerme –murmuro leyendo mi nombre “Luke Reaser” – ¿Cuál será mi nuevo nombre?... no, no importa, Frank, no quiero saberlo –niego con la cabeza.


Le entrego de nuevo la tarjeta de identidad. Salimos de la habitación, el hombre que estaba en el escritorio ahora está fumando con una cámara en la mano. Me da indicaciones para que me ubique en el lugar para sacar la foto. Frank le entrega la tarjeta de identidad y el hombre la ve con el ceño fruncido. Me mira varias veces y me remuevo incómodo.


Se levanta con un bufido, agarra un frasco que hay sobre el escritorio, me lo entrega y espera de pie frente a mí.


– ¿Qué? –le digo sin entender lo que quiere que haga.


– Ponte eso en el cabello y péinate, muchacho –dice lanzándome todo el humo de su cigarrillo.


Abro el frasco y saco un poco de gel para el cabello. Lo echo en mi cabello totalmente ajeno a cómo debo de utilizarlo. El suspira y deja la cámara de lado. Esparce el gel por mi cabello de manera profesional. Lo observo con el ceño fruncido, entonces veo su cabello brillante peinado hacia un lado. Sin duda es un hombre con estilo, incluso la ropa que lleva está pulcramente limpia y bien combinada.


El hombre se aleja con un rostro complacido. Frank sonríe detrás de él y yo sólo los observo con el ceño fruncido.


– Esa expresión sería perfecta si quisiera la foto de un matón –bromea el hombre con el cigarrillo en la boca– Suaviza esos rasgos, necesito la foto de un hombre inofensivo que no llame la atención de la policía cuando te controlen el pasaporte –ordena.


Compongo una mejor expresión y espero a que saque la foto. La sonrisa imperceptible que debo poner realmente me incomoda.


– Listo –murmura el hombre con la cámara. Frunce el ceño y se voltea a trabajar.


Frank me pasa una chaqueta de traje negra. Me entrega una tarjeta que pertenece a una cuenta de ahorro en el banco.


– Aquí tienes todo el dinero que ahorraste. No es sospechoso. Realicé las transacciones de forma que nadie se diera cuenta de que fueron retiradas –acota.


– Gracias –murmuro mirando la tarjeta con el nuevo nombre en él. Frunzo el ceño por el nombre que se lee– ¿Estás seguro?


– Sí. Nadie va a encontrarte de todos modos, ya has muerto legalmente –responde.


Me encojo de hombros. Realmente me tiene sin cuidado. Mantengo el mismo nombre, simplemente cambia mi apellido, por mí bien, de todos modos, no me sentía muy vinculado a mi familia como para querer mantener el apellido de mis parientes.


***


Aproximadamente una hora después nos estamos yendo del lugar. Llevo una cartera con nuevos documentos, y un bolso con un computador en él. Frank dijo que era para aparentar que iba a viajar por negocios.


Hace un par de llamadas de camino al aeropuerto. Cuando llegamos allá un hombre nos encuentra y nos entrega unos pasajes con mi nombre. No leo la dirección del vuelo. Frank lee el lugar a donde debemos dirigirnos y vamos.


Nos despedimos cuando ya he realizado todos los detalles antes del vuelo y están llamando a los pasajeros para que aborden el avión. Le doy un fuerte abrazo agradeciéndole todo lo que hizo por mí, a pesar de saber que ese era el trabajo que Renner le encomendó.


– Muchas gracias, Frank –murmuro alejándome de él– Recuerda no mencionar de esto a nadie, ni siquiera a Renner. Procura que no trate de buscarme. Quiero que, si nos llegamos a encontrar de nuevo, sea algo al azar. Es tonto, pero creo que cuando volvamos a vernos, estaré listo para afrontar lo que sea.


– Por supuesto. No se preocupe, señor Luke. Que tenga un buen viaje… y una buena vida de ahora en adelante –se despide.


Camino sin mirar atrás. Entrego mi boleto y me subo al avión.


Espero que las cosas mejoren.


Me voy lejos de la única persona que amo. Lejos de la única persona que me amó de verdad, pero sé que nos encontraremos. Y cuando lo hagamos, ambos habremos solucionado los problemas que nos agobiaban, y también habremos cerrado los capítulos inconclusos del pasado para crear nuevos en el futuro.

Notas finales:

El próximo capítulo será el final :c así que... bueno, ahí nos estaremos leyendo... no olviden dejar su review! <3 besooos :)


https://www.facebook.com/DeepdesireFic


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).