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Fines específicos por deep desire

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Notas del capitulo:

Hey c: ¿qué tal? quiero agradecerles por leer la historia y haberle dado una oportunidad <3, también quiero agradecer a ese anónimo que dejó review, yo también te quiero mucho! y gracias por aceptar mi escritura <3... Bueno, si hay alguna confusión con la narración, no duden en decirme que lo aclararé de inmediato :) disfruten su lectura! <3

Capítulo 2

(Presente)

 

 

Un año después…

 

 

Verano. Siempre el verano. Trato de sentir los rayos del sol que se cuelan por la ventana entablada, pero es imposible. Cuántas veces ya he tratado de hacer lo mismo, pero sólo consigo una leve caricia de luz.

Ya no recuerdo cuántos días han pasado. He perdido la cuenta en este encierro. Ni siquiera sé si alguien habrá notado mi ausencia el día en que desaparecí. Estar aquí es… una tortura. Es una tortura no tener nada que hacer y sólo pensar en Renner. En nuestra relación, que al principio todo era tan bonito, y luego todo se transformó en algo tan horrible.

Las lágrimas siempre me vienen cuando recuerdo. El dolor en mi pecho no se esfuma e inevitablemente siento el dolor de las heridas cicatrizadas.

Exhalo un suspiro tembloroso y apoyo la mejilla en el suelo mirando hacia la puerta. Trato de mover mis manos, pero es imposible con la cuerda que ata mis muñecas. Quiero ir al baño, pero no puedo. Tengo hambre, pero no tengo nada de comer.

¿Hasta cuándo voy a seguir aquí? Es denigrante no poder asearme, no poder ir al baño por mí mismo. Es denigrante y asqueroso. Me siento tan sucio.

– ¡Hora de la comida! –exclama uno de los bastardos que me tiene aquí como un animal.

– Púdrete –mascullo cuando entra y me deja la bandeja en el suelo junto a la puerta.

– Gracias –responde el bastardo riendo– Disfruta tu comida, pequeña rata. Nos vemos mañana a la misma hora –.

Gruño y me golpeo la frente contra el suelo. Estoy tan agotado. Agotado de estar aquí en el suelo, agotado de tratar de mantenerme con vida para nada. Me pregunto cada día, qué es lo que hago aquí, cómo es que llegué aquí y para qué me tienen encerrado.

Mi familia no es millonaria. Son personas normales con un sueldo promedio, sin embargo soy su único hijo. El único hijo que no quiso estudiar en la universidad porque para ellos era un gasto demasiado grande, por tanto ése hijo decidió irse a vivir a otra ciudad, lejos de ellos para no ser un gasto.

Decidí irme de la ciudad para encontrar un trabajo por mis propios medios, y lo hice. Encontré un trabajo y encontré un novio… maldición… Renner siempre llega a mis recuerdos quiera o no, porque él es el único que ha estado en mi vida por tanto tiempo y me ha cuidado. Me cuidó. Tiempo pasado, porque la relación… se acabó un día… a pesar de todos mis intentos por mantenerla a flote.

Entonces, siguiendo el hilo de los recuerdos, me fui, encontré una pareja que me mantuvo económicamente para que mi sueldo fuera a los ahorros que quería obtener para ir a la universidad, en algún momento. Un sueño que ahora se ve tan lejano como imposible. De  un día a otro esa pareja se fue de mi vida y ahora estoy aquí.

No sé cómo llegué a esto. Yo… tenía un trabajo. No soy alguien destacable en nada. No entiendo qué hago aquí. Les dije los primeros días… ¿o los primeros meses? No sé cuánto tiempo ha pasado, pero les dije a aquellos que me capturaron, les dije que yo no era el sujeto correcto. Yo no era la persona que ellos creían que era, no obstante, no me escucharon. Me subieron a la camioneta en medio de la noche y me trajeron aquí.

He sido golpeado. Maltratado… abusado… pero no me han violado… aún… es algo que agradezco a los dioses. Realmente agradezco que no me hayan violado. De ser así no podría superarlo. De ser así preferiría morir a seguir viviendo.

Estoy tan mal. Cada día que pasa me vuelvo más loco. Pierdo la coherencia de las cosas y mi mente me juega malas pasadas a veces. Sobre todo teniendo en cuenta que no he logrado dormir bien desde… desde Renner.

Tocan a la puerta dos veces y me tenso. Ya sé quién viene ahora. Estoy acostumbrado a la rutina de todo esto. Dos toques en la puerta, es el bastardo que busca algo de mí, como que lo masturbe con mi boca… tres toques en la puerta, es el bastardo que trata de cuidarme dándome la comida y llevándome al baño. El primer bastardo que me trajo la comida nunca llama a la puerta y sólo entra hablando en voz alta.

– Aquí está mi chico preferido –dice el bastardo entrando relajadamente.

Me dan ganas de responderle, pero por experiencia ya sé que no debo si no quiero recibir un golpe.

– Me encanta que me escuches, eres muy atento, por eso eres mi preferido –.

Se acerca y camina varias veces a mí alrededor, se detiene, se acuclilla a mi lado y levanta mi barbilla para mirarme a los ojos. Siempre utiliza esa máscara inexpresiva que le tapa todo el rostro, por tanto no he podido verle nada, al igual que el primer bastardo y el tercero. Todos usan máscaras para ocultar sus identidades.

– ¿Estás listo para recibirme? –pregunta sin esperar respuesta.

Me hace ponerme de rodillas agarrándome del cabello. Gimo y me quejo pero no sirve de nada. Se baja la cremallera del pantalón y saca su miembro. Quiero vomitar, pero no tengo nada en el estómago para devolver, así que sólo me niego a recibirlo.  Me alejo lo más que puedo pero me sujeta con fuerza y tira de mi cabello sacándome un grito de dolor y aprovecha para meterme su miembro en la boca.

Embiste mi boca con fuerza y yo debo soportar lo mejor posible. Me vienen arcadas cuando se empuja contra mi garganta, pero él no me suelta.

– Eso. Sí, tu sabes cómo se hace… así… ahhh… –gime.

En unos pocos minutos acaba y me obliga a tragarme su asquerosa esencia. Se sube los pantalones y me arroja al suelo como si fuera un trapo, las lágrimas se deslizan por mi rostro pero me digo que cualquier cosa es soportable mientras no me viole.

– Una obediente perra –dice riendo, me da una patada en el estómago que me hace quedar sin aire por unos segundos– Que conste que sólo te estoy preparando para…

– Fuera de aquí –gruñe alguien en la puerta. No sé quién es, pero a juzgar por el tono de voz autoritario, es el tercer bastardo, el que siempre viene cuando ya es de noche.

– Parker… –el sujeto abusivo se nota sorprendido y da un paso atrás cuando el tercer sujeto, o sea Parker, cruza la puerta– ¿Qué haces aquí?

– ¿Esto es lo que hacías cuando yo no estaba? –gruñe otra vez sonando más molesto de lo que yo creía.

– N-No… te equivocas –retrocede otro paso y su talón me aplasta el brazo. Trato de ahogar el grito de dolor, pero al parecer Parker igual lo escucha.

– Fuera de aquí –dice– Rápido si no quieres que te vuele los dientes ahora. Más vale que no trates de huir, porque será peor para ti.

– Parker… no es lo que tú crees…

– ¡He dicho que te largues de aquí! –grita exaltándome, haciéndome llorar con más fuerza. Ahora tengo miedo.

El sujeto abusivo se marcha corriendo y Parker cierra la puerta con fuerza… pensándolo bien, ésta es la primera vez que sé el nombre de uno de ellos. Esto no está bien, si conozco el nombre de uno de ellos, significa que me van a matar en vez de dejarme ir con vida… esto está muy mal.

– Por favor… no me mates. No lo hagas. Por favor –gimoteo llorando sin parar. Cierro los ojos y niego con la cabeza, negándome a mirarlo. Su sola presencia siempre me ha infundido miedo. Me bastó sólo escuchar su voz para tenerle más que respeto. Tiene este aire de líder que nadie le puede quitar.

Escucho sus pasos acercándose y gruñe golpeando algo, creo que la pared. Golpea y golpea insistentemente mientras gruñe y masculla palabras que no entiendo. Me encojo cada vez más y sólo gimoteo como un niño asustado. Ruego por mi vida aunque sé que ya estoy perdido.

– Por favor, olvidaré t-tu nombre, lo olvidaré, pero no me mates. No he visto tu rostro, jamás p-podría delatarte… por favor –ruego.

Escucho un suspiro y luego los golpes se detienen. Se acerca deteniéndose a mi lado, yo sólo cierro los ojos con fuerza y trato de mantenerme en silencio para no sacarlo de quicio. Aprieto más fuerte los ojos cuando siento que su mano aparta el cabello de mis ojos, su mano toca mi mejilla y con fuerza limpia la comisura de mis labios.

Él… Parker nunca me habla. Cada vez que me visita siempre lo hace en silencio. Nunca he visto su rostro, pero de alguna forma siento que tuviera compasión de mí. Le he preguntado por qué no me dejar ir si me tiene compasión… pero nunca he tenido respuesta a ninguna de mis preguntas. Si es el líder, tiene el poder de dejarme ir… sin embargo, no lo hace. He escuchado sus órdenes a través de las paredes, su voz siempre es fuerte y hasta a mí me hace temblar de miedo… pero nunca lo había escuchado directamente como hoy.

– No me mates –susurro abriendo los ojos. Trato de ver sus ojos a través de esa máscara, pero sólo veo oscuridad y frialdad en ellos. Como siempre.

Me obliga a quedar sentado y ahí comienza a limpiar mi rostro un poco más brusco que otras veces, imagino que debe de ser por la escena anterior. Supongo que se debió de haber enfadado porque le desobedecieron y el bastardo estuvo haciendo cosas que no debía conmigo. Espero que Parker lo mantenga vigilado para que no vuelva a visitarme otra vez. De verdad lo espero.

Parker se levanta y me da la espalda, se queda ahí un buen rato y yo no me muevo más que para arrodillarme. Lo observo sin parar, esperando a su próximo movimiento. Mi corazón late desbocado y en el fondo sé que algo no está bien. Las lágrimas no dejan de fluir por mi rostro. Ya siento los ojos hinchados.

Mis muñecas duelen mucho y arden, trato de girarlas, pero la sangre ya se ha secado y sólo duele, así que no lo hago. Mis tobillos también duelen pero no digo nada. Quiero decir algo, pero este no es el momento.

Él se gira rápidamente y saca su arma. El pánico me invade logrando que sólo me paralice. El aire deja de circular y sólo escucho el latido de mi corazón en los oídos. De todas las personas en el mundo, tuve que ser yo al que secuestraron en medio de la noche, mientras caminaba por la calle para tratar de relajarme y encontrarle un sentido a la vida. Sé que mi vida no es tan perfecta, mucho menos luego de que quedé solo, pero no quiero morir. No quiero morir. No quiero morir.

Mis ojos le suplican en silencio y mis labios temblorosos quieren decir algo, pero nada se formula coherentemente.

Parker sujeta el arma tan firme que sé que no va a desistir. La levanta hasta que llega a la altura de mi frente, justo en el medio de mis ojos… quita el seguro… observo, con un sudor frío corriéndome por la espalda, cómo es que voy a morir en los próximos segundos. Cierro los ojos y se me escapa un sollozo.

“No quiero morir”

– No quiero morir –susurro– No quiero morir –.

Escucho el disparo antes de recibir el impacto, pero es sólo en una milésima de segundo, menos que eso en realidad. Arde, arde como el infierno debería de arder… pero no duele debido a la adrenalina. No sé dónde me ha disparado, pero creo que es en algún lugar cerca del pecho. El impacto me hace caer al suelo y me retuerzo allí gritando.

– ¡Aghhhh! –grito moviéndome en el suelo.

Gimo y grito sin parar, el ardor está quedando de lado para ser reemplazado por el dolor insoportable. El hombro me late insistentemente. Siento un líquido caliente correr por mi cuello y luego, entre mis gritos y quejas, Parker se cierne sobre mí, observándome como si fuera un experimento.

Con su arma presiona el lugar donde la bala impactó, y el cañón caliente quema la carne abierta. Sus ojos me observan con curiosidad y veo algo de diversión en ellos que me pone intranquilo. Algo en su mirada delata su placer por causar dolor.

Mis gritos de dolor aumentan mientras más presiona contra la herida de bala. Quiero suplicarle que me deje en paz, que haré lo que quiera mientras no haya más dolor…

– Espero que entiendas que yo no soy tu amigo –murmura con voz calmada– Sólo te mantengo con vida para fines específicos. No importa que tengas conocimiento de mi nombre, porque de todos modos, no vas a terminar con vida, Luke –.

Me muerdo los labios para no gritarle todo lo que quiero decir. Por qué estoy aquí, quién me mantiene aquí, qué es lo que quieren de mí… un grito desgarrador se me escapa cuando saca el cañón del arma e introduce sus dedos, hasta que ya no sé si siento dolor o no porque no soporto más y termino desmayándome. 

Notas finales:

Poco a poco los hechos tomarán su rumbo... <3

 

Besoos! nos leemos pronto ;) Les quiere mucho,

 

Deep desire.

 

https://www.facebook.com/DeepdesireFic


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