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Fines específicos por deep desire

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Notas del capitulo:

Hey! c: que tal? bueno, pues estoy actualizando antes de lo esperado... espero que les guste y disfruten de la lectura! ;)

Capítulo 3

(Pasado)

 

 

Un año antes…

 

 

– ¿Dónde estabas, Renner? –murmuro cuando cruza la estancia principal del apartamento.

 

Se detiene en seco y voltea a mirarme entre las sombras de la noche. Los ventanales están abiertos porque la noche, como nunca, está con el aire cálido y en vez de hacer frío, hace un calor terrible. Las luces están apagadas y sólo estoy con la luz de la luna.

 

– Trabajando –responde con un suspiro.

 

Se quita la chaqueta del traje y la corbata, toma asiento a mi lado y me abraza de lado para darme un beso en la cima de la cabeza. El olor a alcohol es insoportable, al igual que el de los cigarrillos y el perfume desconocido de hombre… y de mujer…

 

– Sólo voy a preguntarlo una vez más, Renner –susurro dejándome abrazar por estos brazos traicioneros que de seguro han sostenido a alguien más entre ellos– ¿Dónde estabas?

 

– Trabajando, Luke, trabajando –responde soltándome con molestia en su voz.

 

– Está bien… está bien –me levanto del sofá y camino en dirección a la habitación– Voy a dormir.

 

– Luke… ¿De verdad quieres tener ésta conversación ahora?

 

– No.

 

– Sólo estás tratando de evitar lo imposible –murmura. Escucho el susurro de su cuerpo moviéndose y se sitúa detrás de mí pero sin tocarme– Esto ya no está funcionando. He esperado por mucho para que me digas algo pero no lo haces y sólo te conformas con ello. Te quedas con la duda de si he estado con otra persona o no…

 

– No quiero saberlo, Renner –lo corto antes de que siga y me giro para enfrentarlo, debo levantar el rostro para verlo porque siempre ha sido más alto que yo, siempre ha sido más fuerte que yo… siempre ha sido todo mejor que yo– Vamos a la cama…

 

– ¿Con quién me engañas, Luke? –esa pregunta me congela a medio camino de dar un paso, trastabillo con mis pies y volteo nuevamente a verlo.

 

“¿Qué fue esa pregunta?”

 

– ¿Quién es el bastardo que ha ocupado mi lugar en tu vida?

 

– Renner… ¿De qué estás hablando? ¿Te has vuelto loco? –lo miro con confusión.

 

– No trates de negarlo. Ya ni siquiera aceptas mis caricias. Creí que sólo era algo pasajero, por eso decidí sacarte celos, pero ni siquiera eso bastó. Te quedaste de brazos cruzados y seguiste con tu aventura. ¡¿Quién es con el que te revuelcas?!

 

– ¿De qué estás hablando? –murmuro sin fuerzas– El que me está engañando aquí eres tú, Renner. No trates de culparme por ello. Me mantuve en silencio porque no quería perderte. No quería tener que terminar esta relación porque me has engañado con otras personas…

 

– ¡No trates de cambiar el rumbo de esto, Luke! –grita. Da un paso adelante y me toma de los hombros con fuerza– ¡Me has tratado de ver la cara de idiota todo este último mes! ¡Ya basta! –.

 

El impacto de su mano contra mi mejilla es fuerte. Me lanza lejos y caigo buscando soporte en la pared. Se me rompió el labio porque siento el sabor de la sangre en mi boca.

 

“¿En qué momento ha ocurrido esto?... fue todo tan rápido… ¿Yo engañándolo? Esto tiene que ser una broma… lo amo más que a nada. Yo jamás le haría daño”

 

– ¡Dime! ¡¿Con quién te has estado revolcando?! –grita mientras caigo al suelo.

 

Continúa gritándome desde arriba, su expresión sulfurada y sus acciones alteradas por el nivel de alcohol en su sangre. Es una pérdida de tiempo tratar de calmarlo cuando no escucha nada. Va a seguir actuando como quiera aunque yo me deshaga en explicaciones.

 

– Ya detente –digo alzando la voz por sobre sus gritos, pero sin llegar a gritarle. Jamás le he faltado el respeto como él lo ha hecho ahora, y jamás lo haré, porque siempre he aprendido que si amas a alguien debes respetarlo, es lo mínimo– Renner, si no te calmas, me voy a ir de aquí.

 

– ¡¿Qué?! –grita cerniéndose sobre mí, me sujeta de las muñecas para obligar a ponerme de pie. Sus dedos se clavan en mi piel pero no me quejo. Me empuja fuertemente contra la pared logrando que se me escape el aire de los pulmones y vea manchas negras en la periferia de mi visión– Tú no vas a ir a ningún lado, maldito.

 

– Entonces cálmate.

 

– ¡Cómo me pides que me calme si mi novio me ha engañado!

 

– No te he engañado, Renner.

 

– No trates de negarlo.

 

– No lo niego, es la verdad.

 

– ¡Mentiroso! –grita en mi cara.

 

Me da un golpe en el estómago y caigo al suelo retorciéndome de dolor. Va a darme una patada… pero se arrepiente en el último segundo. Me mira con ira, pero no hace nada más. Se deja caer por la pared hasta quedar sentado y se agarra el cabello con ambas manos mientras solloza. Las lágrimas se deslizan por su rostro en silencio… es la primera vez que lo veo llorar. Es la primera vez que veo una mirada errática en sus ojos. Es la primera vez que veo esta parte irracional de él.

 

– Yo… te amo, Luke –masculla mirando el suelo con los ojos muy abiertos.

 

– Mentiroso –susurro tosiendo. Siento sangre en mi boca y no es precisamente de mi labio roto– Yo soy quien se ha desvelado esperándote. Yo soy quien ha dejado de trabajar tanto para estar aquí antes. Yo soy quien llega a casa y cocina la cena para ti. Yo soy quien vuelve a casa en vez de ir a beber a cualquier lugar y enredarse con cualquier hombre o mujer que pille. No seas mentiroso, Renner.

 

– ¡Lo hice por ti! –grita.

 

– Ya déjalo. Esto fue peor de lo que imaginé que sería –un par de lágrimas se me escapan pero no voy a dejar que me vea débil, no luego de todo lo que me ha hecho– Voy a irme mañana por la mañana. Esto se acabó –.

 

Trato de levantarme y me toma algo de tiempo, pero lo hago al fin y al cabo. Renner no se mueve de su lugar y tengo miedo, miedo de él, de que trate de hacerme algo más aparte de sólo golpearme. No puedo hablar con él cuando está tan inestable, quizá mañana podamos hablar.

 

Voy a la habitación de invitados y me encierro allí. No dejo que entre a pesar de sus insistentes golpes y empujones contra la puerta.

 

De alguna forma logro dormir… pero termino despertando horas antes del amanecer. Me mantengo dando vueltas por la habitación pensando en todo lo que pasó… tratando de convencerme de que esta relación todavía tiene arreglo…

 

Busco ropa en los cajones del mueble y encuentro una camiseta blanca y una sudadera negra. Más abajo encuentro pantalones negros, zapatillas negras, calcetines negros… y más abajo encuentro… relucientes hojas de cuchillos… armas de fuego… como un kit de supervivencia, pero en vez de tener lo habitual, está lleno de armas.

 

Retrocedo tapándome la boca. ¿De dónde ha salido todo aquello? ¿Por qué está eso aquí… en nuestro hogar? ¿Qué está pasando?...

 

“¿Son de Renner? No. No lo son. Deben pertenecer al anterior dueño. Renner compró el lugar amueblado.”

 

Reviso la talla de la ropa y… no creo que sea tanta casualidad que la talla sea la misma que la de… Renner…

 

Escarbo entre la ropa encontrando pasaportes y cédulas de identidad falsos. No sé de dónde ha salido todo esto, pero… ahora es un hecho que no puedo negar. No cuando están todos esos documentos con su foto en ellos. Todos esos documentos con distintos nombres, con distintas edades, con distintas nacionalidades…

 

¿Será que… Renner es un delincuente?...

 

Ciertamente… no… eso no puede ser posible…

 

Mi mente trae a la superficie los recuerdos de cuando nos conocimos. Yo no sabía nada de él. Nunca he sabido algo de él más que… no sé nada de él y recién ahora caigo en la cuenta de ese detalle. Renner siempre me mantuvo contento con detalles mínimos de su persona, siempre me decía la misma información de su pasado sólo que con distintas palabras. ¿Cómo pude ser tan ciego? ¿Tan… estúpido fui? Claro, mi primer amor, mi primer romance de verdad… creí que todo era tan perfecto, pero fue porque él lo maquilló para que fuera así. Su trabajo… nunca vi una limosina en casa… siempre usaba trajes de etiqueta completamente negros, pero jamás sospeché de ello. ¿Y si es un asesino a sueldo?...

 

Sea lo que sea, yo debo irme. Irme lejos de él aunque me duela el corazón y sufra. Es lo mejor. Si pudo golpearme una vez, si se transformó en un ser completamente desconocido sólo por haber bebido más de la cuenta… debo irme. Esto debe acabar con el dolor de mi alma, pero debe acabar.

 

Cierro todos los cajones del mueble y abro la puerta de la habitación en silencio. Me deslizo por el apartamento sigilosamente y de puntillas. Voy a la habitación principal donde yace Renner roncando. Me alivia que no esté despierto y esté noqueado.

 

Busco mi maleta y echo en ella toda mi ropa sin doblarla, sólo echo todo lo que me pertenece. Cuando estoy guardando mis pertenencias descubro que en realidad… no tengo nada que realmente necesite. Sólo trajes, ropa normal y demás útiles de aseo. Veo a mí alrededor, a las fotos colgadas en las paredes y no me resisto a la tentación de guardar algunas.

 

Siento las mejillas húmedas, todo el cuerpo me tiembla y estoy tan vacío. Sin Renner todo va a ser vacío.

 

No permito que esos pensamientos me impidan el irme, porque es lo que debo hacer…

 

“Es lo que debo pero no es lo que quiero”

 

– ¡Debo hacerlo! –mascullo apretando las manos en puños sobre la maleta.

 

Limpio las lágrimas rápidamente y me levanto. Cojo la maleta con suavidad y salgo del lugar dándole una última mirada al rostro tranquilo del hombre que no conozco.

 

– Te amo –susurro temblando– Pero ya no te conozco –.

 

Busco zapatos, agarro mi abrigo, y dejo las llaves sobre la mesa. Me voy dándole la espalda a todo lo que conozco y a todo lo que conocía.

 

“Es lo mejor… para los dos”

 

***

 

Logro encontrar un lugar donde pasar las horas que faltan y me quedo allí, sentado en la cama del cuarto que alquilé, mirando a la nada, recordando la escena pasada.

 

Reacciono cuando el teléfono suena con la alarma de las siete de la mañana. El sol ya ha comenzado a salir y la mañana tibia anuncia un día caluroso. Tomo una ducha y me preparo para otro día de trabajo.

 

El día pasa como cualquier otro normal, sin embargo dejo trabajo para la noche y termino durmiendo en la oficina. Por dos razones, no quiero ir a ese cuarto en donde me estoy hospedando porque estaría solo y me enfrascaría sólo pensando en Renner, la otra razón es porque aquí en la oficina puedo trabajar más y Renner no me encontrará… no sabe dónde trabajo. Sólo sabe que soy asistente… ni siquiera sabe que hago el trabajo de dos empleados y que por eso me pagan un sueldo extra.

 

Sin embargo necesito una ducha… estoy sudado y huelo mal por el día de calor, no obstante no quiero salir de este lugar. Me siento protegido bajo las puertas de este edificio resguardado por guardias de seguridad.

 

Tengo miedo, lo sé. Soy un cobarde, pero no importa, no quiero tener que llamar a la policía para denunciar a mi ex novio que busca golpearme. Porque luego de lo de anoche es más que suficiente para mí para saber que va a golpearme cada vez que pierda el control.

 

Lo que menos quiero es meter a Renner en problemas independientemente de todo, todavía lo amo, pero no puedo confiar en él. Ya no más.

 

***

 

Finalmente debo abandonar el edificio para cambiarme de ropa y asearme. Cerca de las cinco de la madrugada tomo un taxi y voy al cuarto donde estoy viviendo por el momento.

 

Mi rutina por el resto de los días se basa en lo mismo. Trabajo, trabajo, trabajo, ducha, dormir un par de horas si lo logro y seguir trabajando.

 

El verano, lo que solía ser algo que veía con buenos recuerdos, tan alegre y hermoso, pasó a ser algo tan monótono como un día de invierno. La mayoría de las cosas ya habían perdido su valor para mí porque todo me recordaba a él, sin embargo no dejé de trabajar porque era lo único que tenía claro, ahorrar dinero para pagarme la universidad y estudiar algo que me guste.

 

Los días transcurrieron volviéndose meses. Meses que pasé viviendo a duras penas. Me tambaleaba en la vida. Caminando sin rumbo a veces. Sin saber nada de Renner, ni siquiera un mensaje de texto, ni siquiera un acoso, nada. Como si hubiera desaparecido por completo… como si nunca hubiera existido en mi vida. Hubiera pensado que todo había sido algo de mi imaginación de no haber sido por las fotos guardadas en mi maleta.

 

Muchas veces me sentí tentado de pasar por el apartamento, pero no lo hice. Me mantuve alejado de allí por precaución. De seguro Renner ya se había marchado también, pero nunca lo supe. Mi jefa a veces preguntaba por él, pero no sabía qué responder más que un “está bien”. De qué me iba a servir decirle “se fue, terminamos. Me golpeó y me marché sin decirle nada”… simplemente guardé silencio porque creí que era lo mejor.

 

No le comenté a nadie aquél pequeño detalle de sus múltiples identidades falsas. Ni siquiera mencioné el hecho de que me golpeó. Los compañeros de trabajo no preguntaban por mi vida amorosa porque sabían que era un tema que no me gustaba hablar y respetaban mis deseos.

 

Entonces, una noche de madrugada, un sábado, estaba caminando tranquilamente por la acera cerca del hotel donde estaba hospedándome de forma permanente, había salido a tomar un poco de aire luego de haber tomado una ducha helada por el día agotador y caluroso, cuando de pronto una camioneta negra se detuvo a mi lado, bajaron dos sujetos vestidos con jeans oscuros, chaquetas de color caqui y capuchas negras que les tapaban todo el rostro.

 

Me paralicé en el lugar sin moverme, no sé si fue por miedo o resignación… no sé si deseaba que me hicieran algo o realmente no podía moverme… pero me sujetaron sin necesidad de amenazarme con las armas que llevaban en sus cinturas. Me retorcí, pero no lo suficiente, ya no tenía la misma vitalidad de antes, no tenía la misma energía de cuando me alimentaba correctamente y me preocupaba por mi cuerpo y apariencia porque tenía un novio al cual seducir…

 

Me llevaron dentro de la camioneta y nadie lo notó. Ni siquiera el transeúnte que iba al otro lado de acera. Ni siquiera el hombre que siempre esperaba a la entrada del hotel para abrir la puerta. Nadie lo notó.

 

Y en la actualidad, luego de tanto tiempo encerrado aquí, cuando logro conciliar el sueño, ya sea por algún desmayo o porque realmente logro dormir… siempre me pregunto…

 

“¿Por qué fui yo?”

Notas finales:

Pues... entonces nos estamos leyendo por ahí c: no olviden dejar su review para saber sus opiniones


Cuidense mucho. Besos y abrazos! 


 


Deep desire.


 


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