Miró el marcador este apuntaba que eran 10:30 de la noche. Suspiró con resignación y pesar. Lo habían dejado plantado.
Otra vez.
Su cuerpo se estremeció, golpeaba repetitivamente sus dedos contra la mesa. Y cayó una gota sobre el brillante mantel rojo. Era nuevo, de una tela muy lujosa y costosa, él lo había comprado especialmente para la ocasión.
Cayó otra gota.
Había sacado las velas aromáticas (blancas) que había comprado en otra ocasión (que también sucedió lo mismo).
Pero en esta ocasión estaban totalmente consumidas.
Cayeron dos gotas más...
Ni que decir del carísimo champagne que ya estaba a temperatura ambiente o mejor dicho, lo poco que quedaba de él.
Suspiro cerrando los ojos y cayeron varias lágrimas más.
Había puesto mucho esfuerzo a esa cena, miro su plato, revuelto y comido hasta la mitad, le dolió alzar la mirada y ver el plato de al frente... INTACTO.
Y fue esto la gota que lleno el vaso, y se echó a llorar. El dolor que invadía su ser le pesaba... a pesar de sentirse vacío.
¿Por qué? ¿Por qué? ¡¿Por qué le hacía eso?!
Joder... se había... se había arreglado especialmente para esa noche. Una camisa fina, color vino que hacia buen contraste con esos pantalones caros y oscuros, zapatos... maquillaje. Pero de nasa servía eso ahora. Todo se iría a la mierda.
Se cubrió los ojos para evitar las lágrimas traicioneras, pero fue imposible. Se desplomó en la mesa de cristal que sonó al contacto con su cuerpo. Gimió con dolor y rompió en llanto.
Una vez más.
"Seung..."
"¿Si? ¿Qué me decías?"
"¿E-esta noche... po-podemos hablar?"
Amargamente recordó cuando lo llamo en la mañana. Tomo la botella de vino tinto "su favorito...". Abrió la botella y sin ninguna delicadeza bebió de frente su contenido...
"¿Esta noche? Claro... Yongie!"
¿Yongie? Su piel se erizó cuando oyó ser llamado así por esa voz tan grave... una lágrima surco su mejilla en ese momento. Amaba cuando lo llamaba así... porque le hacía recordar que nada había pasado y todo seguía bien...
"¿Entonces quedamos así... 7:30?"
"Claro. Adiós Ji. En la noche te veo"
"Adiós..."
"Oh... y ponte guapo Yongie"
Escucho su risa tonta al otro lado de la línea y el castaño solo atino a colgar nerviosamente. Miro la pantalla del móvil "el bastardo de Seung". ¿Qué acababa de pasar? Miro su móvil y una sonrisa se grabó en su rostro.
Una esperanza...
...Una esperanza para salvar su relación...
... O lo que quedaba de ella.
Ji Yong gritó y tiró la copa que sostenía al suelo, rompiéndose en varios fragmentos más pequeños. Los observo "¿Así estaba su corazón? Probablemente sí... Se sentía roto por dentro." Y claramente esto se veía reflejado en su exterior.
Caminó con ansiedad por la sala observando con nostalgia los muebles y se llenó de melancolía al 'revivir' los recuerdos con él... con su Seung.
"Yah Hyunnie"
Reían felices mientras jugaban con los cojines.
"Ven aquí Yongie"
Tomo su brazo y lo jalo a él atrapándolo entre sus brazos y entre sonrisas lo beso...
No, no, no...
Ji Yong negó al ver esos recuerdos, esos y muchos más que pasaban y venían en su mente al caminar por su casa... la cocina (la vez en que le enseño a cocinar y también estaba la vez en que "accidentalmente" terminaron haciendo el amor ahí), la sala, su cuarto, el baño... mejor dicho, la casa entera estaba plagada de recuerdos que no quería olvidar porque era a lo que se aferraba a pesar que estos fueran dolorosos. Todos y cada uno era una estocada en el pecho, en su propio corazón ya herido...
Se terminó por beber la botella entera, y no solo esa, sino dos, tres más...
Pero, ¿de qué servía seguir bebiendo y llorando? Se veía patético, era patético...
Lo único que él deseaba en ese momento era olvidar. Olvidar TODO. Aunque fuera imposible eso... Quería olvidar, sobre todo a él, a su Seung Hyun que ya no sería más de él, porque todo se había terminado al no ir esa noche.
Ya no había nada...
***
