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(HOPEMIN/JIHOPE) Almost Love You... Almost por BANGLOVETHEM7

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Padres anti-híbridos.

 

Hoseok no quería lidiar con eso ahora. Lo había hecho por años y todos los de su vida.

 

Venia de pelear con sus padres por teléfono de camino a casa y eso estaba devolviendo viejas rabias. Tomando el elevador antes de que cerraran las puertas, presionó el botón que le llevase a su departamento y se alejó al otro extremo del medio de transporte. Se enfocó en sacar su pañuelo, y limpió sus lentes; asegurándose en que quedaran lustrosos y claros para poder finalmente usarlos, eran nuevos. Ya que alguien con quien recién vivía se los había rayado la última vez.  Sus lentes de contacto se habían vencido y no se había preocupado en pedir unos nuevos para la fecha. 

 

Era un día muy agotador y se le pasaba la hora de ir a alimentar a su hibrido gato. El mestizo le había llenado de mensajes, y Hoseok no sabía porque le hizo caso al hombre de la tienda cuando dijo que si quería comprarle un localizador-teléfono apto para ellos.

 

Más bien, por qué le compró un híbrido.

 

Tanto como la homosexualidad fue un caso de repudio y cambio de mentalidad. La llegada de los híbridos y genes fue un golpe mucho más fuerte. En el caso de Hoseok, su familia nunca aprobó y siempre le alejó de cualquier contacto con este tipo de seres vivos. Realmente hasta le hicieron estudiar en una escuela particular y solo prometieron pagar su matrícula universitaria si iba a una lejos de la nueva sociedad implantada de híbridos.

 

Hoseok tuvo padres un poco controladores. Actualmente les catalogaba de maniáticos obsesivos controladores.

 

Cuando Hoseok acababa de terminar la universidad y aunque no terminó con los mejores honores y con alguien, sus padres le dijeron que tenía que buscar a esa persona con quien estar. Tenían una constante presión sobre ese asunto, y llevaron muchas chicas. A un extremo donde le pagaron a una en especial para que saliera con el recién graduado. Lo doloroso para Hoseok era que él pensó que la chica estaba enamorada de él, pero viendo que los planes de la chica iban menos allá que la de los padres del alto peli-castaño, esta le dejó una carta y se llevó el dinero de sus padres confesando todo el asunto.

 

Hoseok en vista de que sus padres no tenían escrúpulos y le destrozaron las ganas de ver a las chicas e incluso las personas de la misma manera, actuó por instinto y se compró un medio felino.

 

Aun así.

 

El pequeño hibrido le había llenado el buzón de mensajes con emoticones de animales, específicamente gatos. Diciendo que le extrañaba y que su estómago dolía mucho. Recordándole que viniera pronto.

 

Caminó por el pasillo de su lugar y saco sus sonantes llaves. Cuando llegó a su puerta, oyó un sonido extraño y constante con alaridos de un ronroneo.

 

-¡Hoseok! –El chico gato salto básicamente encima de él apenas este abrió la puerta, y le nubló la vista cuando le comenzó a lamer la cara. –¡Te extrañe! Mucho... muchoooo. ¿Por qué no contestas mis mensajes? –El mitad-chico se aferró a su cuello y básicamente le dejaba sin respiración por tanto aprieto.

 

-Jimin, no puedo respirar... –Hoseok dijo esforzándose en mantener el equilibrio de la vida con un medio-felino encima de el.

 

-Oh. –El nombrado Jimin, le sonrió mostrando sus pequeños pero prominentes colmillos. Pero nunca se bajó y miraba fijamente a los ojos a Hoseok mostrando emoción.

 

-¿Puedes bajarte?

 

-Lo siento. –El chico se bajó de encima y el peli-castaño cerró sus ojos. Una mascota común tal vez no hubiera sido tan ardua. Arregló el medio de sus anteojos y cerró la puerta.

 

-Jimin.

 

-¿Si? –Jimin dijo expectante a lo que fuera que Hoseok quisiera decirle mientras jugaba con su cola que se movía a de un lado a otro.

 

-¿Estabas rayando la puerta antes de que llegara...?–Hoseok veía como profundas y largos destrozos de su puerta estaban hechos.

 

-No... –Jimin bajó su cara y escondía sus garras.

 

-Jimin... –Hoseok insistía en su tono de voz y el minino parecía no resistir la culpa y en un dramático acto de contar la historia más triste, se aferró a sus pies y soltó todo en un llanto casi falso. Que le salvaría de su previo acto de que Hoseok no le culpara.

 

-¡Esta bien! ¡Estabas llegando y quería que ya abrieras la puerta! –Jimin gritaba en llantos como un niño. –¡Estaba aburrido y no me contestabas! ¡Por favor no me sacrifiques y me reemplaces por un gato común!

 

-Jimin...

 

-¡No lo volveré a hacer! ¡Seré un buen minino!

 

-¡Jimin! –Volvió con un tono de voz más fuerte sacando al gato de su típico drama.

 

-¿Si? –Dejo de gritar mirando arriba, esperando que sus gritos exagerados hayan funcionado. 

 

-Solo no vuelvas a hacerlo ¿Podrías? Solo no rayes mis cosas ¿Bien? –Hoseok dijo reprendiendo al menor, quitando su chaqueta y lanzándose en el sofá. Jimin básicamente siguiendo sus pies se tiró al lado muy cerca, viendo al mayor fijamente. Hoseok no lo tomó mucho en cuenta y trato de relajarse, hasta que sintió una peluda sensación en su cara.

 

-Jimin... –Hoseok dijo en su tono ya un poco cansado de las peculiaridades del felino.

 

-Juega conmigo. –Dijo sonriendo dulcemente pero las miradas de Jimin eran un caos entre sí era dulce o demasiado juguetón.

 

-Te compre una bola de lana… ¿Por qué no juegas con ella?

 

-Pero solo tengo eso y ya sabes que me aburro de todo rápido.... –Jimin agarró su larga cola y la apretó, excusándose con un puchero.

 

-¡Tienes un castillo a la medida de juguete para aruñar! –Hoseok dijo en una voz de no creerlo.

 

-Ya no me gusta...–Jimin se sentó y cruzó sus brazos. Hoseok arrugó con su mano izquierda su propia cara para quitar el estrés de encima que se formaba.

 

-Jimin, solo llevas una semana con ellos y tú mismo lo escogiste...–Hoseok trató de explicarle y sacarle algo de sentido.

 

-Pero yo quiero jugar contigo ¿Por qué no quieres jugar conmigo? ¿Estás viendo otro gato? –Jimin se le acercó seriamente a la cara.

 

Cuando Hoseok compro a Jimin, nunca lo tuvo en mente. Se suponía que compraría una mascota pequeña, tal vez un hámster, pero Hoseok fue básicamente seducido por los encantos gatunos del pequeño minino y le compró, junto con una lista de exigencias. No había pasado una semana y ya Hoseok estaba volviéndose loco.

 

-¿Viendo otros gatos? –Hoseok lo repitió pero termino riéndose solo un poco de la barbaridad. Era simplemente ridículo. Hoseok ni siquiera tenía tiempo para sí mismo, ahora que lo pensaba, debió primero haber salido de los problemas de su trabajo antes de complicarse con uno en casa.

 

-Los veo en las calles de abajo, Hoseok… son sucios y callejeros, esos te atrapan más... seguramente usan sus ojos gatunos para tenerte. –Jimin dijo como si contara una especie de historia de algo feo y sucio, usando sus dedos.

 

-¿Y tú no lo haces? –Hoseok le miró sin creerle ni un tanto cuando este negó con su cabeza.

 

-Yo uso mi cola. –Jimin lanzo dicha cola a la cara del peli-castaño, pegando en su nariz y haciéndole lamentar porqué pregunto, Jimin siempre jugaba con esa cola. –Vamos, juega conmigo. –Se lanzó en su regazo, estirando su cuerpo cual medio-gato.

 

-Ji-Jimin, creo que es mejor que juegues con tu bola de lana, estoy cansando. –Hoseok se volvió tenso y Jimin pudo sentirlo, aunque no sabía por qué. El simplemente quería jugar, pero fue abandonado en la sala

 

Estas eran las cosas que le molestaban al felino de su dueño. Era aburrido y siempre decía no cuando se trataba de hacer cosas juntos. Fue extraño porque cuando vio a Hoseok por primera vez, se veía como una persona muy divertida, además de su única esperanza de ser adoptado. Ahora se preguntaba si realmente rogarle a Hoseok que le llevara con él había sido buena idea. A él le enseñaron que si no haces a tu amo feliz, pues fallaste como gato.

 

Jimin no jugó, simplemente tomó una siesta hasta que fuera hora de comer.

 

~

 

 

 

-Jimin, hora de comer. –Hoseok estaba recién duchado, y Jimin podía sentir el aroma, haciendo que sus orejas hicieran 'tick'. Su amo tenía un especial aroma y eso le activaba los sentidos, sin embargo haber dormido hasta la noche, le había vuelto perezoso y no se quería mover. –Jimin....

 

-¡Ah ya voy! –Jimin hizo un quejo gatuno y se levantó malhumorado. Hoseok debería cargarlo y darle de comer o algo parecido. Se sentó en la mesa de la cocina y vio que esta vez la mesa estaba completamente llena. Jimin abrió sus ojos hasta donde pudieran y humedeció sus labios en antojo.

 

-Puedes comer lo que quieras, pero...–Hoseok estaba tratando de educar al felino, así que puso pautas. –No en exceso, debes no ensuciarte, y debes ser cuidadoso Jimin. –El peli-castaño entregó los cubiertos y se dedicó a sentarse. Jimin simplemente se preocupó en comer hasta lo más mínimo. –Esta es mi disculpa por haberte dejado sin comer.

 

-¿Disculpa? –Jimin dijo con una boca llena y Hoseok le reclamó por hablar con la boca de esa manera. –Lo siento... –Este tragó volviendo a comer en silencio. No había nada que él no pudiera comer.

 

 Lo malo fue que cuando pensaba que comer todo le haría muy feliz, no se percató que comer mucho le haría sentir a explotar. Incluso Hoseok le miró preocupado cuando sólo miraba la mesa y no tenía expresión en la cara. Como esas personas que se pasaban de tragos y eran del tipo de quedarse en un estado de quietud un tanto terrorífica.

 

-Jimin... ¿Te sientes mal? –Hoseok le veía mientras lavaba los platos, terminando de fregar el último. –Te dije que no comiera en exceso.

 

-¡Pero nunca dijiste que dolería! –El felino se quejaba en molestia, apretando su estómago.

 

-Te lo advertí...

 

-¿Por qué hiciste todo eso si querías hacerme daño? –Jimin estaba dolido de su estómago y solo esperaba que su cuerpo aguantara. Era cierto que nunca había comido tanto en su vida, pero nadie le dijo que comer le haría daño, la comida es amor ¿Cierto? El amor no duele.

 

Tal vez Hoseok quería matarlo y comprarse un gato común de mascota. Debía ser eso.

 

-¿Intentas matarme, cierto? –Jimin dijo dolido, pensando en sus últimos días como gato híbrido e imaginando su despedida más trágica.

 

"Híbrido gato, muerto por envenenamiento de su amo en comida"  ese sería un buen título de prensa para el medio-felino.

 

-No exageres, vamos toma esto. –Hoseok apareció con un vaso que tenía burbujas y Jimin lo aparto en asco. No quería ver con nada que quisiera ir a su estómago. –Jimin, esto te hará sentir mejor. Tómalo.

 

-Tú solo quieres matarme. –Jimin se arrimó a otro lado como si se arrastrara. Hoseok rodó sus ojos y volvió a insistir.

 

-No quiero matarte, y si tomas esto te sentirás mejor, lo prometo.

 

-¿L-lo prometes? –Jimin lo pensó por un momento cuando Hoseok dijo que lo prometía. A él le enseñaron que debía confiar en su amo.

 

-Ven aquí... –Hoseok arrimo al felino hacia él y le dio el vaso de burbujas con sumo cuidado. Jimin no podía decir que en el instante que tomó el líquido se sintió mejor. De hecho sentía que explotaría, pero mágicamente, sintió algo en el fondo, y la presión en su estómago parecía bajar por cada minuto.

 

El menor abrió sus ojos, y miró a Hoseok haciendo una cara de sorpresa, ya no sentía dolor y la presión ya no le molestaba. El peli-castaño hizo una cara de sabiduría y se levantó a llevar el vaso a la cocina.

 

-¡Gracias! ¡Gracias! Me has curado. –Jimin corrió hasta él y le dio un abrazo detrás de su cuerpo, aferrándose a él. Hoseok sintió que él ahora era quien le explotaría del estómago.

 

-Jimin no es nada, pero me estás haciendo daño.

 

-Oh lo siento... –Jimin se separó, sin embargo se quedó allí balanceando su cola. Hoseok conociendo el personaje, le vio de arriba abajo y exhaló.

 

-Dime que quieres ahora Jimin...

 

-¿Puedo comer?

 

Hoseok definitivamente se negó, no le daría más comida. Estaba mal acostumbrando a Jimin a un gran extremo solo por sus terribles ataques de pucheros y balanceante cola. Pero fue hablarle al inodoro. Dijo que no, pero eso no cambió el hecho de que terminó dándole botanas al felino, dejándole comer en el sofá mientras veían tv.

 

Hoseok no tenía respeto de parte del gato.

 

~

 

Si dicen que los híbridos son una gran carga, muchos también dicen que son una gran ayuda. Hoseok se iba por lo primero. Jimin era un chico felino al que había que enseñarle todo, incluso como cepillar sus dientes. Hoy era un ejemplo de ello cuando Hoseok estaba cepillando los dientes frente a espejo del baño. Jimin mostraba sus caninos sin molestia mientras veía como su amo le limpiaba.

 

-No todo el tiempo estaré para hacer esto, será mejor que aprendas y comiences desde ahora. –Hoseok dijo terminando. Pasando un vaso de enjuague bucal. Jimin lo miró en asco, el enjuague bucal era desagradable y picaba. –Vamos, debes hacer gárgaras.

 

Jimin hizo todo y Hoseok se fue atrás, a buscar ropa. Anteriormente Jimin solía estar desnudo la mayoría del tiempo y así recordaba Hoseok como le recibió. Cosa que Hoseok trató de evitar ver cada vez que Jimin quería iniciar conversación.

 

-Odio esos pantalones, son muy ajustados y no me puedo mover. –Miró en desagrado.

 

-Qué mal, pues te los tendrás que poner.

 

-¿No te gusta mi forma gatuna? –Jimin decía mientras desabrochaba su pijama.

 

-Yo no diría eso...–Hoseok trató de obviar la conversación. Viendo que otra cosa podría colocarle al felino, Jimin era quien había escogido su propia ropa. Pero él chico cambiaba de opinión por gusto cuando le daba la gana.

 

-¿Qué dirías? –Jimin estaba completamente desnudo y su cola se enredada en él. Hoseok cuando fue a verle cerró sus ojos inmediatamente.

 

-No lo sé, ahora vístete, iré a preparar el desayuno. –El peli-castaño salió del cuarto y Jimin hizo una cara de insatisfacción, Hoseok era demasiado corto de palabras a veces. El medio felino siempre estaba soñando con hacerle feliz de alguna manera.

 

Pero se distraía mucho o era ignorado.

 

Jimin se acomodó, sacando su cola en el agujero de su ropa que le ajustaba las piernas y trasero. Ahora que se los veía puesto, no eran tan malos los pantalones, de hecho se le veían bien. Su piel era blanca y su cabello negro, así que hacían contraste. Colocó su suéter crema cuidando de sus orejas y sonrió al espejo con sus colmillos.

 

Se sentía hermoso, de hecho amaba mirarse al espejo y ver sus diferentes ángulos. Él amaba su cuerpo, pero parecía ser que Hoseok no. Y eso le hacía muy inconforme consigo mismo.

 

-¡Jimin! –Jimin supo que ya se había tardado y seguro preocupó al mayor.

 

-Aquí estoy. –Jimin camino un tanto bajo de ánimo, pero Hoseok prefirió seguir leyendo el periódico. Aunque no pudo dejar de notar que Jimin solo tocaba la comida y no específicamente la ingería. El hibrido cambiaba de ánimo como de ropa interior.

 

-¿No es de tu agrado? –Hoseok preguntó aún interesado en el periódico.

 

-No...

 

-¿No? Pero antes de ayer lo amabas. –Hoseok tomó un vaso de leche y Jimin respondió tristemente.

 

-Pero tú no amas mi cuerpo...

 

Hoseok escupió la leche. Si no, se le hubiera metido por la nariz.

 

-¡¿A qué viene eso?! –Hoseok trató de limpiar el desastre con miles de servilletas. –Jimin, llevas solo dos semanas aquí. –Hoseok arreglaba sus lentes y limpiaba su boca. –Y nunca dije tal cosa, solo quiero que vistas ropa y te acostumbres a la civilización... Además... no necesito verte en tu forma gatuna todo el tiempo.

 

-¿Por qué no? –Jimin protestaba haciendo señas con sus brazos abiertos.

 

-Porque no es correcto. –El mayor dio su argumento y Jimin solo cruzó sus brazos no tomando sus palabras. –Y no me mires así.

 

-Pues estoy molesto. –Hoseok supo de estas cosas de Jimin desde el primer momento cuando lo compro, los vendedores le advirtieron. Sabía que si le decía eso, traería consecuencias. Pero no sabía por qué siempre terminaba complaciendo al minino.

 

-Tienes un hermoso cuerpo gatuno, Jimin... –Hoseok dijo es un exhalo estando al borde de seguir la conversación, y Jimin sintió que su alegría de gran exageración volvía a él. Como si la vitamina de su cuerpo hubiera sido inyectada, sin embargo cuando el mayor dijo aquello, ya sabía que eso traería efectos secundarios en el menor. Y siendo la verdad, el mayor caminó a su habitación. Jimin le siguió esperando poder ronronearle y expresarle su afecto, pero Hoseok cerró la puerta en la cara del felino y Jimin se quedó exhalando, intentando hacer algún sonido para que pudiera comunicar sus ganas de dar cariño.

 

Pero Hoseok básicamente le ignoro toda la tarde y cuando se acercaba, le empujaba su frente haciendo que el felino perdiera el equilibrio. El peli-castaño no hizo más que esquivarlo.

 

Jimin no podía decir que estaba triste, Hoseok dijo que tenía un hermoso cuerpo gatuno, así que ese día se dio afectó el mismo abrazándose y sonriendo mientras rodaba en el sofá.

Aunque la bola de lana se veía muy abierta a jugar con él, Jimin en su interior solo quería vivir escenarios con su amo.

 

Vivir con Hoseok no sonaba tan mal.

Notas finales:

BIIIEEEN BIENVENIDOS AL MUNDO DE HOSEOK Y JIMIN COMO GATO lol como siempre esto debía ser un one shot y no una historia larga asi que lo tuve que dividir XD tendrá como 4 o 5 capitulos como máximo. Si va bien y me animo tal vez lo alargue pues seguramente habrá un extra sugamon :v

 

HA PASADO TANTO TIEMPO digo ya queria actualizar XD tengo otras historias adelantadas pero aun no estoy segura de publicarlas si no están terminadas… en fin

 

ESTE JIMIN ES AMOROSO penoso e insoportable si lo tienes por mensajes XD ya verán por qué… solo imagínenlo dramático pero siempre con energía a coquetear y jugar :3

 

También veo que hay bastantes historias de gatos estos últimos días pero esto lo escribi hace meses XD waaaah debi adelantarme LOL

 

 espero estén bien y esta vez será un final feliz después de todo con Creating You… XD lo prometo :3

 

DEJEN REVIEWS! Cuídense Peace Out! ^^/

 

 


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