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Amor Paralelo... por yue_kori

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Notas del capitulo:

Hola a todos, disculpen la demora, aquí esta la continuación.

Los perdonajes aque aquí aparecen son propiedad de Fujimaki Tadatoshi.

 

Extraño Destino... 




-Kuroko... -apoyo sus manos en el marco de la puerta mientras jadeaba signo de su cansancio.- ¿Tú sabes donde esta Aomine verdad? -entrando a la casa del celeste.- Ayer  me dijo que se quedaría en la estación y hoy en la mañana lo pase a buscar pero me dijo que se había tomado un par de días libres, no esta en la casa y no contesta a su celular, por favor dime que tú sabes en donde esta. -tomo al más pequeño de los hombros y bajo su mirada.- ¿Crees que me este engañando?  




Los ojos del más alto llenos de preocupación se encontraron con los orbes celestes que reflejaban confusión, se quedaron en silencio en esa posición hasta que oyeron el sonido de algo caer, fue cuando ambos voltearon a ver al moreno ahí parado con lagrimas en los ojos. 




-¿¡Yo!? ¿¡Engañándote!? ¡No juegues conmigo! -lanzo uno de los discos que tenía en la mano.- ¡Tú eres aquí el único que me engaña! -dijo con ojos llorosos y la voz llena de ira.- 




-¿¡De que demonios hablas Ahomine!? ¡Yo jamás te engañaría! -replico furioso.- 




-¡No seas sínico y por lo menos admítelo! -aventando los discos a su alcance.- se que pediste  una semana en el trabajo, y que te quedaste de ver con una rubia exuberante ayer en el centro comercial.... -las lagrimas y sollozos no paraban mientras dejaba caer su cuerpo de rodillas al suelo.- 




-¿Rubia exuberante? -su voz reflejaba el estado de confusión en el cual se encontraba.- Demonios –con una de sus manos se pego en la frente mientras se acercaba a su novio tirado en el suelo.- Aomine eso no... 




-alejo al de cabello bicolor con un manotazo y le dirigió una mirada llena de ira y dolor.- "No es lo que parece" ¿¡Con eso me vas a venir!? Yo te vi...te vi besándola.... 




-Yo se lo que paso.... -se acerco al moreno aprisionándolo en un sofocante abrazo.- y se que esto simplemente te sonara e excusa, pero realmente nada de eso fue lo que pareció créeme. 




-¿¡Y qué!? ¿¡Crees que simplemente voy a decir "si esta bien" y continuar con esto!? -removiéndose entre aquellos fornidos brazos.- 




-Es por eso que te pido que me escuches, aquello fue simplemente un saludo y no es como si te hubiera querido ocultar lo del trabajo, es simplemente que quería darte una sorpresa. -aquello lo dijo con una voz tranquila mientras acariciaba los cabellos azul rey de su pareja.-  




-¡Como si fuera a creerte esa maldita mentira! ¡Suéltame! -separándose un poco de aquél cuerpo quedando cara a cara con su pareja.- 




-Ella es mi mentora, prácticamente es mi segunda madre –hizo una pausa para poder tomar aire.-ella es la persona que me enseñó basketball llego de visita hace algunos días y quería presentártela pero estaba preparando  una sorpresa, solo quería que todo fuera perfecto y que  nunca.. -hizo una pequeña pausa y tomo aire.- nunca quise hacerte daño, te amo y lo único que quiero es verte feliz, de haber sabido que esto iba a pasar yo nunca lo hubiera hecho jamás -termino por separar al moreno y con ojos llenos de devoción a su pareja, se arrodillo y saco una caja de su pantalón.- Aomine Daiki te casarías conmigo. 




-¡¿Qué?! -su rostro paso a ser uno lleno de dolor a ser de completa sorpresa.-  




-Maldición Ahomine –poniéndose de pie y con la cara totalmente sonrojada.- Te amo cásate conmigo. -estiro su brazo para acercar la pequeña caja presumiendo su contenido.- 




Al prestar más atención a la pequeña caja frente a él pudo ver una argolla plateada con toques negros brillar dentro, sus ojos se abrieron de manera desmesurada para quedarse en total silencio observando al pelirrojo. 




-¡Contesta algo no solo te quedes callado!  




-Pero entonces la otra mujer.... -termino por decir aun en shock.- 




-Que ella es mi maestra, es solo que siempre besa a todos los de su alrededor no importa si es hombre o mujer, es una mal habito suyo. -rasco su cabeza y aparto su mirada algo avergonzado.- ¿Entonces? ¿Te gustaría pasar el resto de tu vida junto a mi? 




-Si... -se escucho en un murmullo.- 




-¿¡Eh!? ¿Dijiste algo? -volteando en dirección al moreno y acercándose un poco más a él.- 




-Si... ¡Qué si maldición! -en un rápido movimiento se abalanzó sobre al hombre cerca a el en un abrazo lleno de lagrimas de felicidad.- Por supuesto que si Bakagami. 




De en momento a otro aquel moreno se acerco a los labios del pelirrojo y los aprisiono en un beso lleno de amor y pasión, se podía ver como con cada movimiento de ambas bocas demostraban el alivio y el profundo amor que sentían el uno por el otro, las manos del moreno se fundieron en aquel rojo cabello de raíces negras haciendo mas intimo el contacto boca a boca, mientras que las manos de aquel trigueño que estaba siendo devorado se posaron en la espalda del más alto tomando un posesivo agarre, subió lentamente aquellas manos disfrutando el tacto de toda su espalda, de igual manera al llegar el cuello bajo aquellas traviesas manos regresando a la espalda baja. Un extraño gruñido salió de aquellas gargantas al separarse, el aire faltaba, jadeaban y se miraban a los ojos sin decir palabra alguna, no lo necesitaban, sabían perfectamente lo que pensaban, lo que querían y justo cuando estaban a punto de fundir aquellos sentimientos en un beso ambos sintieron un agudo dolor en las costillas. 




-¡¿Qué  demonios fue eso?! -profirió un molesto moreno mientras llevaba una de sus manos al lugar dolorido.- 




-¡Maldición, eso dolió! -maldijo por lo bajo el otro fornido hombre imitando el movimiento de su ahora prometido.- 




-Lamento la interrupción chicos, pero no quiero que mi sala y mis ojos aún vírgenes queden traumados por su apasionante reconciliación. -dijo una suave voz que venia justo frente de ellos.- 




-Te.. Testu -aquel moreno se sonrojo y repentinamente recordó en donde se encontraban.- 




-No... nosotros jamás hubiéramos llegado tan lejos. -evito la mirada  celeste intentando ocultar la vergüenza que inundaba su rostro.- 




-lanzo una mirada llena de incredulidad a la pareja.- Si claro Kagami-kun. 




-¿Y qué es que la comida nunca llego? -intento cambiar el tema un nervioso peliazul.- 




-Claro que llego Aomine-kun, fue unos minutos después de que Kagami-kun comenzará a hablar pero estaban tan enfrascados en su discusión así que solo la acomode en la mesa, no te preocupes .-se dirigió a su asiento para comenzar a comer.-pedí más comida ya que hay que celebrar, ¿no es así? -una pequeña pero hermosa sonrisa se dibujo en aquel rostro normalmente inexpresivo.- antes de eso Kagami-kun ¿podrías abrir la ventana por favor? Hace un poco de calor aquí, Aomine-kun pon algo de música por favor. 




-sonriendo de manera divertida. -Por supuesto Kuroko. -se acerco a la ventana para poder abrirla y se percato de  cierto movimientos en la jardinera que se encontraba frente a esta.- Kuroko, ten cuidado cuando dejes la basura fuera de tu casa, al parecer hay gatos callejeros cerca. 




-De acuerdo, por lo mientras comencemos a comer, la demás comida no debe tardar. 




Así los tres hombres e sentaron a comer en un ambiente lleno de felicidad acompañados por un poco de jazz suave, una charla amena llena de anécdotas y planes para el futuro, risas, momentos vergonzosos y mucha comida, pasaron un par de horas hasta que por fin aquellos dos decidieron retirarse. 




-Bueno Tetsu –aun con una radiante sonrisa.- gracias por todo y lamento que hayas visto una faceta tan vergonzosa de mi. 




-No te preocupes Aomine-kun, ahora se me vienen a la mente algunas más,, por cierto ¿Cuándo les dirás a los demás?  




-Bueno... -rascando su nuca.- tendremos libre el viernes ¿quizás podamos reunirlos? 




-Tengo una idea –interrumpió el más pequeño con su cara de poker. -así matare a 2 pájaros de un solo tiro. 




-Kuroko ¿seguro no quieres que te ayudemos a limpiar?-algo preocupado.- 




-No se preocupen,, el último tren esta apunto de pasar y se que ustedes quieren llegar a casa lo más pronto posible. 




Ambos hombres se quedaron callados, no podían negar aquello, en verdad estaban desesperados por llegar a su casa, desde aquel beso tenían tantas ganas de continuar y reconciliarse como se debía, volearon a verse uno al otro y de la puerta decidieron que era lo mejor, después se lo recompensarían a su amigo y se dirigieron. 




-Bien Tetsu, nos vemos .-alzo la mano y se despidió.- hablamos luego. 




Después de aquello se adentro en su casa, cerro la puerta y suspiro cansado aquello había sido simplemente agotador, se dirigió al comedor y comenzó a recoger todos los trastes sucios para llevarlos al fregadero y aunque estaba cansado no podía simplemente dejarlos ahí a la mañana siguiente tendría visitas y conociendo a aquel rubio llegaría temprano, aunque en el fondo esperaba que su novio le hiciera reconsiderar esa idea, suspiro de nueva cuenta y comenzó a lavar aquellos trastes, al terminar volteo a ver su sala, volvió a suspirar, su sala siempre arreglada tenía algunas cosas fuera de su lugar consecuencia de la pasada pelea, se dispuso a hacer un poco de limpieza, vio el reloj eran cuarto para las 12 si se apuraba podía terminar a las 12 e irse a dormir, así que tomo todo lo necesario y comenzó con su tarea; quince minutos después había terminado, aquello lo había hecho sudar y aunque lo que mas anhelara en ese momento era su cama debía darse una ducha, fue a su cuarto pero en ese instante se sintió observado, volteo de manera brusca con dirección a la ventana pero solo pudo observar la oscuridad de la noche, sacudió su cabeza y se dispuso a entrar al baño. 




Una vez fuera de la regadera y debido a que se había bañado con agua un tanto caliente el calor, este solo se había intensificado, decidió ponerse una playera que le quedaba realmente grande (antes perteneciente a Aomine)y sus boxers, salió del cuarto del baño y mientras secaba su cabello se dirigió a la cocina, necesitaba un poco de agua; mientras pasaba por la sala sintió de nueva esa sensación de ser observado y recordó lo que Kagami le había dicho más temprano, quizás era algún gato callejero afuera de su ventana, vio a su perro que lo seguía muy de cerca y sintió la fresca brisa que dejaba entrar aquella ventana abierta, se acerco a ella aun con el cabello mojado, asomó su cabeza y por un momento considero el dejar la ventana abierta, pero pensándolo bien no quería ser regañado de nueva cuenta por el rubio, ni por los otros dos al ser tan descuidado, suspiro mientras mantenía casi la mitad de su cuerpo fuera mientras sentía la suave brisa y se refrescaba, de su cabello mojado caían pequeñas gotas de agua que resbalaban por su cuello, cerro los ojos y respiro profundamente mientras su mente se mantenía en completa paz, no fue si no hasta que escucho cierto ladrido que lo saco de su estado de relajación, dio un sonoro suspiro y entro a la casa cerrando la ventana junto con la cortina, apago las luces de la sala y viendo a su querido perro sentencio. 




-Vamos Nigou, es hora de dormir. -abriendo la puerta de su dormitorio, entrando al mismo.- 




Pasaron cerca de 20 minutos cuando los arbustos frente a la ventana del celeste comenzaron a moverse y de entre ellos salió un hombre vestido totalmente de negro con una cámara colgada al cuello, comenzó a revisar el material que había conseguido esa noche, saco su teléfono celular e hizo una llamada. 




-Habla. -espeto una voz demandante.- 




-Señor, tengo lo que me pidió, enviare todo en máximo dos horas. -colgando el teléfono y suspirando pesadamente.-  




Volteo a ver por ultima vez aquella casa, no sabía que había hecho aquel chico para llamar la atención de su jefe pero ya estaba hecho, miro de nueva cuenta las fotografías en la cámara, su mirada quedo clavada en aquella ultima foto a la luz de la luna. 




-Aunque realmente es bello....  




Se fijo en la hora y se apresura a llegar a casa, debía enviar esas fotos máximo en 2 horas como había prometido, después de todo ,no quería hacer enojar al Emperador. 




 




La mañana llego y el pequeño celeste se encontraba envuelto en sus sabanas blancas mientras que la luz del sol entraba por las rendijas y le despertaba gentilmente, su fiel compañero lo acompañaba estirándose, si esa era un perfecto amanecer... o eso esperaría sin embargo la realidad era totalmente diferente; se podía escuchar el timbre de su puerta sonar como si no hubiera mañana, reviso su celular el cual marcaban las 8:32 de la mañana y varios mensajes recibidos, cubrió su cara por completo con la sabana y respiro profundamente mientras su perro se acercaba y lamia los dedos que salían de aquel capullo. 




-Nigou ¿por qué tan temprano? -soltó resignado.- 




Se puso de píe y antes de salir cambio sus ropas por algo más presentable, un pantalón delgado de algodón color azul junto con una playera de manga corta color blanca , respiro profundamente ya resignado pues algunos gritos ya comenzaban a escucharse, se acerco a la puerta y justo antes de abrirla se mentalizo para lo que le esperaba. 




-tocando el timbre desesperadamente. -!Kurokocchi! Buenos días, despier.. 




-¡Maldición Kise! ¿¡Es que acaso no puedo dejarte solo unos momentos?! 




-Kasamatsu- sempai, que cruel ¿por que me patea? 




-¡Vas a despertar a los vecinos con tanto escandalo! 




Saco el aire acumulado dentro de su pecho y antes de que se pusieran más escandaloso abrió la puerta, lo único que pudo distinguir fue un borrón amarillo y la sensación de ser aplastado, si, las cosas siempre eran así. 




-Kise-kun me asfixias.-dijo mientras palmeaba la espalda del que lo apresaba.- 




-Kurokocchi te extrañe tanto. -ignorando olímpicamente al celeste e intensificando el abrazo.- 




-golpeando la rubia cabellera. -Kise suelta al niño lo vas a matar. -entrando a la sala.- 




-Eso duele Kasamatsu-sempai. -soltando lagrimas de cocodrilo.- si estas celoso solo debes decirlo. -lanzándose a abrazar a su novio.- 




-¡¿Ahh?! ¿Quie... quién demonios estaría celoso? -sonrojándose de sobremanera.- 




Mientras esta escena se desarrollaba Kuroko paso a lado de aquellos dos cerrando la puerta de su casa mientras observaba como su perro ladeaba la cabeza ante aquella escena., aquello era típico de aquella pareja, el rubio tenía por nombre Kise Ryota con una altura de 1.89 m ojos color del sol y cabello rubio era un famoso modelo, su representante y novio un año mayor qué ello se llamaba Kasamatsu Yukio con una altura mayor al de él y menor a la de su novio, con cabello negro corto y unos ojos azules platinados. Se habían conocido en el instituto cuando el azabache era el capitán del equipo de basket y el rubio el As, ambos fueron a la misma universidad y el amor simplemente se dio, él sospechaba que todo había sido debido a la insistencia y perseverancia de su amigo. 




-Mhh mhhh –carraspeo levemente su garganta para llamar la atención de la pareja.- Disculpen interrumpirlos pero ya hacía son las 9 de la maña ¿les gustaría desayunar? 




-¡Por supuesto Kurokocchi! -intento abalanzarse sobre su amigo pero este previendo la situación desapareció.- 




-Entonces pasemos a la mesa, yo preparare algo sencillo. -yendo a la cocina.- 




-No, yo te quiero ayudar a prepáralo Kurokocchi .-alzo la mano animosamente.- 




-Gracias, pero debo rechazar tu ayuda amablemente. -hizo una ligera reverencia para después darle la espalda a su amigo.- si te dejo ayudar nos tardaremos más de lo necesario así que mejor acomoda la mesa por favor Kise-kun. 




-¡Kurokocchi eres cruel! -comenzó a hacer un puchero mientras lagrimas de cocodrilo rodaban por sus mejillas.- Yo podría ser de ayuda y acabaríamos el doble de rápido ¿Verdad Kasamatsu-sempai? -volteando a ver  a su pareja con ojos de cachorro abandonado.- 




-cruzando los brazos y viendo seriamente a aquellos dos. -Sabes creo que él tiene razón. 




-¿Kasamatsu-san? -en tono sorprendido.- 




-Sempai. -con ojos llenos de alegría y brillos saliendo de su espalda.- 




-Si Kise el chico tiene razón, si tu entras a aquella cocina solo estarás jugando y demoraran demasiado haciendo el desayuno, así que mejor le ayudo yo.-deshizo el nudo de sus brazos y acompaño al más pequeño a la cocina mientras una sonrisa burlona se hacía presente en su rostro.- 




-Sempai, ¿por qué juega con mis sentimientos? -casi grito en tono chillón.- 




-Solo digo la verdad así que es mejor que te apures y vayas preparando la mesa.-lavando sus manos.- 




-Mo~~ pero espero una compensación a cambio –soltó en tono juguetón.- 




-sonrojándose.- Calla Kise.- 




Aquello era divertido, ver a sus amigos y disfrutar de su compañía en realidad le hacía sentir afortunado a pesar de ser tan temprano, abrió el refrigerador el cual esta lleno de ingredientes para preparar comida, esto se debía a que a pesar de que él normalmente no comía mucho frecuentemente tenía visitas, sobre todo de cierta pareja que juraría tenía un agujero negro en lugar de estomago; saco huevos, tocino, leche y jugo de naranja, esa mañana desayunarían hot cakes y huevos revueltos acompañados de tocino, el peli negro se encargo de los panqueques mientras que él de los huevos, Kise llevo el jugo a la mesa y comenzó a acomodar los platos y cubiertos así como los acompañamientos. El desayuno estuvo listo en 20 minutos así que se dispusieron a comer mientras todo estaba caliente aún y mientras disfrutaron de una amena charla. 




-¿Qué tal les fue en la sesión de fotos? -pregunto para hacer platica.- 




-Estuvo muy bien la locación fue en un onsen que... -el azabache se vio interrumpido.- 




-Es hermoso, deberíamos ir alguna vez. -soltó tremendamente animado.- y las aguas termales son tan relajantes. -recordando.- 




-Me imagino, -comiendo.- aunque realmente soy muy malo soportando el calor. 




-Lo sé siempre te sueles desmayar, pero Kurokocchi -señalándolo con el tenedor y viéndolo de manera sospechosa.- cuando te llame me preguntaste por algo ¿no es así? 




-miro con curiosidad la reacción del celeste.- ¿Cuándo te escapaste de la sesión? 




-Si, si, Kurokocchi me pregunto sobre si dos personas sin relación sanguínea podían ser iguales –mirando a su azabache novio con emoción para  volver a mirar a su anfitrión.- ¿acaso conociste a alguien? 




-No... no sé de lo que hablas Kise-kun. -intento esconder su cara mientras pensaba en la manera de evadir el tema.- 




-Vamos Kurkocchi ¿es que acaso no confías en mi? -puso su ojos de cachorro abandonado.- 




Miro atentamente la cara de su amigo sabía que a pesar de ser un juego si no le decía la verdad a su rubio amigo este se sentiría lastimado . 




-suspiro rendido.- Es solo que conocí a dos personas –bajo la mirada y comenzó a jugar con el vaso en sus manos.- ambos son casi idénticos, son ligeramente más altos que yo, ambos tienen cabello rojo, pero sus ojos. -cerro los ojos evocando los recuerdos de cada encuentro.- Seijuro-san los tiene de color dorado, mientras Akaai-san los tiene de un color escarlata... -haciendo una pequeña pausa.- 




El rubio veía atentamente todas les pequeñas y casi imperceptibles expresiones que hacía su amigo y por un momento trago duro, lo sabía y de alguna manera lo presentía desde aquella llamada telefónica pero sinceramente esperaba que no fuese así, volteo a ver a su novio el cual no quitaba la mirada del más pequeño, ¿quizás él también lo había notado? 




-proseguido –Yo hubiese pensado que eran hermanos gemelos pero...  




-¿Pero? -alentando al menos y con cara angustiada.- 




-Es solo que el aire que les rodea se siente tan distinto que no creo que ese sea el caso, -cerro de nueva cuenta los ojos invocando  en su memoria aquel primer encuentro. -Akaai-san a pesar de que al principio tenía una soberbia actitud cuando hablas con él puedes notar  que en realidad es una persona muy amable, en cambio Seijuro-san-un escalofrió recorrió su cuerpo al recordar aquellos dorados ojos  fijos en él.- se nota que es muy imponente y demandante, seguramente le gustan que las cosas siempre vayan de acuerdo a sus deseos, yo simplemente no puedo imaginar a aquellas dos personas con actitud tan diferente siendo educadas en el mismo ambiente. 




-¿Y por qué no simplemente les preguntas? -dijo directamente el azabache, mientras cruzaba los brazos.- 




-Ka... Kasamatsu-sempai, seguro que Kurokocchi nona tenido la oportunidad de hacerlo, ¿verdad? -preguntaba casi asegurando lo anterior.- 




-Bueno no es exactamente eso, es simplemente que perdí la oportunidad de hacerlo, además no es como si pudiera simplemente a él y decirle "Hola Seijuro-san conozco a alguien exactamente  igual a ti ¿a caso tienes un hermano gemelo?" 




-Tienes un punto –concedió el azabache.- eso sería algo realmente raro. 




El rubio solo pudo ver con un poco de preocupación la manera de expresarse de su mejor amigo, tenía curiosidad de saber como en aquellos hombres que habían provocado tan asombrosa y peligrosos brillo en esos ojo, debía hablaron Aomine y Kagami de este tema, hacía realmente  demasiado tiempo desde que veía esa chispa los celestes ojos, sonrió, de alguna manera le gustaba ver a su amigo tan feliz y entusiasmado con una persona pero en el fondo le asustaba y le preocupaba.- 




El azabache miro a su novio y por un instante pudo distinguir como la cara de su novio paraba de la felicidad a la preocupación, volteo a ver a Kuroko y pudo distinguir en esos ojos que se asemejaban al cielo un destello, si, sabía muy bien que esa era la razón de la preocupación de su novio a pesar de que no comprendía completamente el porque, solo una vez había tocado aquel tema, si mal no recordaba había sido casi después de que su novio los presentara. 




---- Flash Back----- 




Habían llegado al apartamento que ambos compartían desde antes de que se graduaran de la universidad, sinceramente estaba muy sorprendido por la personalidad del pequeño celeste, tan tranquila y seria que en realidad contrastaba mucho con la de su animoso amante  el cual era al parecer era el mejor amigo de aquel chico. Suspiro cansado, al parecer no le había caído nada bien a aquel muchacho ya que no había cambiado su expresión en toda la velada, su novio por otro lado estaba encantado de que ellos tres se hubiesen encontrado por fin, se quito su abrigo algo pensativo ¿Qué podría hacer para caerle bien a aquel muchacho? Si bien no era como si le importase mucho quería hacer lo posible por llevarse lo mejor posible con los amigos de su pareja, sabía que esto le haría feliz así que en vez de torturarse mentalmente decidió preguntar. 




-Creo que no le caí bien a tu amigo ¿Eh? -soltó en tono casual.- 




-¿De que hablas Kasamatsu-sempai? Si le caíste muy bien, se veía en su rostro. -mirándolo algo confundido.- 




-vio a su novio estupefacto. -¿Pero que dices Kise? Su cara estuvo seria todo el tiempo. 




La dulce mirada de su novio se torno en una triste y llena de melancolía, se quito la bufanda y el suéter mientras en voz baja decía. 




-Si, lo estaba.  




-algo preocupado -¿Es que acaso nunca cambia su expresión?  




-arrugando con fuerza las prendas en su mano y ocultando la mirada. -Ya no... no después de él... 




------- Fin del Flash Back --------- 




Después de aquello no había vuelto a tocar el tema y al parecer nadie en su circulo de amigos lo hacía, al convivir más con ese pedazo de cielo se acostumbro su casi inexpresivo rostro así como a su falta de presencia además de que se había vuelto habilidoso al leer las expresiones y gestos del mismo y aunque no lo dijese en voz alta le había tomado mucho aprecio a aquel pequeño, aún ahora había veces en que estaba tentado a preguntar más sobre "él" pero simplemente no había  encontrado el momento, sin embargo al ver ahora aquella chispa en los orbes celeste así como aquel atisbó de preocupación en los ojos de su novio tal vez era tiempo de aclarar algunas cosas, tomo el ultimo sorbo de jugo que le quedaba cuando su celular comenzó a sonar. 




-Disculpen un momento. -volteando con los otros dos.- Habla Kasamatsu Yukio ¿con quién hablo? 




-Disculpe las molestias, Vicepresidente de A.C Enterprices, a cargo del departamento creativo, nos gustaría saber si es posible cambiar  nuestra reunión del miércoles para hoy en la tarde. -dijo en tono divertido la voz al otro lado del teléfono.- 




-¿Ah? ¿Por qué tan repentino? 




-Bueno es debido a que nuestro presidente quiere conocer personalmente a quien será la nueva cara de nuestra empresa y esta tarde es la única que tiene disponible, disculpen las molestias. -aún en tono relajado- 




Miro la hora de su reloj, eran cerca de las 9:30, quizás si se apresuraban, pero eso significaría un berrinche magnánimo por parte de su novio, después de todo le había prometido ese día libre. 




-suspiro.- De a cuerdo pero nosotros pondremos la hora de la reunión. 




-Esta bien, es lo justo ¿a que hora sería?  




-Creo que lo mejor es que sea a las 4:30 en su oficina ¿les pareces bien? 




-De acuerdo a las 4:30n en nuestra oficina, los veremos entonces. 




Colgó el teléfono y se preparo mentalmente para lo que venía. 




-Oi Kise –interrumpiendo su conversación con el celeste.- 




-¿Si Kasamatsu-sempai? -volteando a verlo con unos ojos brillantes y una sonrisa radiante.- 




-Se... se que te prometí el día libre hoy pero cambiaron una de las reuniones del miércoles para hoy a las 4:30... 




-Pe...pero sempai –comenzando a llorar-lo prometiste, prometiste que hoy pasaría el día con Kurokocchi.-abrazando al mencionado.- 




-Lo sé y lo siento, pero no podía rechazar a A.C Enterprices sabes que es una campaña muy importante para tu carrera. 




-Pero.. Yo...Kurokocchi.... -llorando aún más.- 




-Kise, prometo que te lo compensare, además no nos iremos de inmediato, podemos irnos a las 2 para prepáranos. -tono conciliador.- 




-No es justo Kasamatsu-sempai, yo no voy, no voy, no voy. -haciendo un berrinche tirándose al piso mientras lloraba.- 




-abrazándolo de manera tierna mientras palmeaba su cabeza. -Ya, Ya sabes que te lo compensare ¿si? -tomo la cara del rubio acercándola a la suya para fundir sus labios en un beso lleno de cariño y amor.- 




-Sem... pai.-susurro para dejarse llevar por aquel beso lleno de sentimientos.- 




-Ajam.-carraspeo el de pelo celeste, que al parecer experimentaba un deja vu.- No es que quiera interrumpir su momento pero no quisiera que mi sala deje de ser virgen. -finalizo en tono de burla.- 




-Per.... perdón Kuroko-kun, -se disculpo un avergonzado sempai empujando a su novio y poniéndose rápidamente de pie.- 




-No te preocupes Kasamatsu-san. 




-Kurokocchi mo~~ nosotros jamás haríamos algo así, además de que no te opusiste a la idea de Kasamatsu-sempai. -algo triste.- 




-Kise-kun, aunque quisiera no podría haber pasado todo el día contigo, tengo el último turno el día de hoy que también comienza a las 4 así que no hay problema, además necesito que me ayudes con algo y debes estar libre el viernes. -sonrió de manera dulce mientras recordaba aquella propuesta de matrimonio y dejaba sorprendidos a los ahí presentes.- 




-¿Qué pasanKurokocchi? Es extraño que tu necesites ayuda con algo.-sorprendido.- 




-Bueno en realidad me gustaría que tengas un Hanami, la temporada esta a punto de terminar y aún no hemos tenido ninguno, me gustaría que me ayudes a planearlo y ya que mi día de descanso es el viernes sería genial poder hacerlo, además Aomine-kun y Kagami-kun nos darán una noticia muy importante.-alzo sus hombros en un gesto desinteresado.- 




-¡Oh bien si es por Kurokocchi yo me apunto! -dijo emocionado el rubio mientras abrazaba con fuerza a su amigo.- 




-¿¡Kise qué te dije sobre abrazar al niño!?-dio un fuerte golpe a la cabeza de su novio haciendo que este soltara al que parecía su presa.- 




-Kasamatsu-sempai, ya le dijo que mi amor a si ti es incondicional. -abrazando al azabache.- 




-Kasamatsu-san, lamento hacerle esta proposición en tan poco tiempo pero me gustaría saber si es posible darle a Kise-kun ese día libre. -haciendo una reverencia.- 




-Sera un poco complicado pero tenlo por seguro.-sonrió confiado mientras alejaba al rubio.- 




-Además de que esta vez sin falta tiene que asistir a este evento. 




-Claro. 




Continuaron con su amena tarde, Kise platicando como la próxima vez él y Kasamatsu irán juntos en un viaje romántico, hablando de tonterías para finalizar con su regalo, las cuales resultaron ser un set de sales para baño, las cuales al parecer era un tanto especiales o al parecer eso le dijeron al rubio por otro al pequeño perro le compraron golosinas especiales, las cuales al parecer le habían encantado. Cuando dieron las tres de la tarde tanto el rubio como el azabache se retiraron a su casa pues necesitaban cambiarse ya que  sus ropas no eran las adecuadas para una reunión de negocios, así se retiraron del lugar dejando al pequeño en compañía e su fiel perro, el cual se metió a bañar para prepararse e ir al trabajo,  una vez listo se dirigió a la librería esperaba que fuera un día un poco más tranquilo pero cierta parte estaba expectante pues deseaba por encontrarse con aquellos misteriosos pelirrojos.  




Mientras tanto en otro lugar se veía a cierto ex capitán de basket ya con un traje color gris puesto, debía estar presentable para aquella reunión pues su imagen representaba a su cliente (Kise), mientras tanto el rubio usaba un pantalón de vestir color negro entallado que realzaba su figura, junto con una camisa color azul celeste la cual delineaba su torso bien formado. Llegaron con 15 minutos de anticipación por lo que los hicieron esperar por un momento en la sala de espera de lo que parecía ser la oficina presidencial, algo de ahí les inquietaba pues realmente todo estaba perfecto. 




-Tranquilo Kise, no digas nada que pueda arruinar tu imagen. -advertía en tono un tanto severo el azabache.- 




-Eres cruel sempai, sabes que yo siempre he sido muy serio con el  trabajo. -dijo en tono un tanto enojado mientras cruzaba sus brazos.- 




-Bueno nunca esta de más una advertencia.  




Pero sabía que aquello era cierto, su rubio novio podía ser muy infantil en cuanto a su vida privada sin embargo cuando se trataba de trabajo este siempre había sido serio al respecto, así mientras organizaba la agenda de esa semana para poder libera el viernes una señorita de cabello castaño perfectamente peinado les aviso que podían pasar a aquella oficina. Ambos se pusieron de pie y ordenaron su ropa, al abrirse la puerta pudieron ver a tres personas dentro, una de ellas podía reconocerlo como Mibuchi Reo  pues se habían encontrado alguna veces, el se encontraba parado a la derecha de la personas que  se encontraba sentado, a la izquierda del mismo estaba un hombre delgado de tez pálida y cabello gris, si no ponías atención podrías pasarlo por alto pero debido a que ya estaba acostumbrado a la falta de presencia de Kuroko lo pudo ubicar fácilmente, mientras tanto en el centro como una figura imponente aún sentado se encontraba de espaldas a ellos, se acerco junto con su novio al escritorio y antes de sentarse hizo una pequeña presentación. 




-Buenas tardes, mi nombre es Kasamatsu Yukio, representante de Kise Ryota, es un gusto estar aquí. -hizo una rápida reverencia mientras saca una tarjeta de presentación. 




-Mucho gusto, yo soy Kise Ryota, estaré a su cuidado. -también hizo una rápida reverencia, mientras les dirigía una flamante sonrisa.- 




-volteo su silla y mientras mostraba una sonrisa de negocios comenzó a decir-Mucho gusto, es un placer tenerlos aquí a pesar del poco tiempo de antelación, tomen asiento por favor, mi nombre es....

Notas finales:

Espero leshaya gustado, hasta la proxima. 


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