Hanami III...
Había sido una tarde agotadora y llena de nuevas experiencias para él, jamás se había sentido así de relajado y presionado a la vez, si bien no había tenido que aparentar ni darse a respetar como cuando tenía alguna reunion de negocios con otras empresas sentía una gran presión para no arruinar todo pues al parecer su querido anfitrión era el más preciado tesoro para todos los ahí presentes cosa que despertaba su curiosidad, por otro lado agradecía mucho el hecho de que al parecer ninguno de ellos leyese revistas de sociales o economía de otra manera pues no habría poder mantener aquella mentira.Se separo por un momento de su anfitrión pues hacia mucho tiempo que no tenía la oportunidad de estar con sus dos amigos juntos, aquel, debía aceptarlo era todo un evento.
-soltó un sonoro suspiro y se acerco a platicar un poco con sus amigos. -¿Así que ese es el famoso repostero que contrataste? -pregunto al peli lila.-
-¿Ah~? Si, el es Murochinn lamento no habértelo presentado antes, pero con tu agenda. -su boca no solo se movía debido a las palabras dichas si no también al dulce que estaba comiendo.-
-No, lo entiendo, tu agenda también es bastante ocupada con tu pastelería y pedidos que tienes pero lo que realmente me sorprendió fue aquel pequeño torbellino de energía y sonrisas que tienes por novio Shintarou, jamás lo habría imaginado. -un ligero tono burlón adorno aquellas palabras.-
-Ca.. Calla Akashi, además no, no es como si estemos saliendo o algo así. -un claro sonrojo invadió su cara.-
-Are~ pero si Takachinn te presento como su novio. -comento en tono burlón. -aún así quien más me sorprendió fuiste tu Akachinn~ -abrió una bolsa de frituras y las comenzó a comer.-
-ajusto sus lentes y volvió a una cara seria. -Murasakibara tiene razón Aakashi, ¿en donde lo conociste?
-Bueno, ¿recuerdas el libro que te regale hace poco?
-hizo un poco de memoria antes de recordar. -Si, de hecho ha sido muy entretenido y me ha servido para relajarme en mis ratos libres, pero eso ¿que tiene que ver?
-Pues él -señalo discretamente al celeste quien se encontraba platicando con su amigo modelo y el hiperactivo de Takao. -fue quien me lo recomendó, trabaja en la librería donde lo compre.
-Eso no fue hace mucho. -comento extrañado.-
-Bueno, es solo que no pude evitar sentirme atraído a él. -su mirada carmesí se poso en la delicada figura celeste.-
-Mmm~ entonces el no.. -sus palabras fueron interrumpidas antes de poder terminar.-
-Por supuesto que no, ni siquiera conoce mi nombre real, -un suspiro pesado escapo de sus labios. -yo le diré pronto todo, tampoco es que quiera echar todo a perder.
-Akashi sabes que mientras más tardes será peor ¿verdad? Además de que es algo riesgoso. -volteo ver fijamente a su amigo quien le devolvió la mirada.-
-Yo...
-¿Qué es riesgoso Shin-chan? -llego por detrás de su novio sin aviso alguno.-
-La exorbitante cantidad de grasas y azucares que consume Atsushi cada día. -sonrió cauteloso al azabache novio de su amigo.-
-Lo he conocido prácticamente toda mi vida y aún mes sorprende que no tenga diabetes. -acomodo sus lentes intentando ocultar su sorpresa.-
-Mo~ dejen de molestarme, escucho eso de Murochin también todos los días. -dijo un tanto fastidiado ocultando su sorpresa mientras metía otra papa a su boca.-
-Pues si Himu-chan lo dice debe ser por algo, por cierto Aka-chan –volteo a ver al pelirrojo quien estaba algo sorprendido.-
-aquel apodo lo desubico por un momento pero se recupero rápidamente. -¿Si?
-Creo que ya va siendo hora de que lleves a Tet-chan a su casa. -ladeo un poco su cabeza señalando a su amigo.-
Todos voltearon a ver por un momento al señalado quien se había sentado en una manta y al parecer estaba dormitando, si bien la noche ya había caído desde hacía un rato aún era algo temprano para como irse a dormir, así que todos dirigieron una mirada interrogante al azabache.
-Bueno Tet-chan nunca ha tenido un buena resistencia. -sonrió un poco. -así que deberías aprovechar ahora que los hermanos mayores estaba distraídos.
Ahora todos voltearon a ver a la pareja recién comprometida, al parecer el pelinegro novio del gigante estaba alegado algo con esos dos mientras el rubio modelo y su manager observaban la pelea entretenidos y los demás ya se habían retirado.
-Al parecer están intentando decidir quien se quedara con Alex-chan o algo por el estilo, así que aprovecha mientras puedas porque si no, bueno ellos se encargaran de él. -señalo de nueva cuneta a su seminconsciente amigo.-
-Confiare en ti, si Shintarou lo hace no veo ningún problema –canturreo en tono burlón mientras su peliverde amigo se sonrojaba de sobre manera. -bien Atsushi, Shintarou Takao-kun nos vemos. -y con eta despedida se alejo del lugar con dirección al celeste.-
Por su parte Kuroko se encontraba totalmente exhausto, no era que nunca hubiese estado en una reunión así, más bien jamás había tenido buena resistencia, ni siquiera en sus das como deportista, sus ojos se cerraban por momentos y solo la bulla en aquel parque le mantenía despierto.
-Kuroko.. -susurro cerca de su oído.-
-salto de la sorpresa. -¿S.. Si? -volteo en dirección a aquella voz que para su sorpresa se encontraba demasiado cerca de él.-
-alejo un poco su rostro del de el celeste muy a su pesar para continuar. -¿Quieres que te lleve a tu casa? -ofreció con una amable sonrisa casi imposible de rechazar.-
-¿¡Eh!? -no pudo disimular su sorpresa ante aquella propuesta. -Muchas gracias pero creo que declinare su oferta, no quisiera causarle más molestias de las que ya le di el día de hoy. -bajo un poco su mirada mientras un casi imperceptible sonrojo adornaba sus pálidas mejillas.-
-No es ninguna molestia, -se sentó a un lado del celeste. - que yo te haya traído no es una molestia y que te lleve a tu casa tampoco lo es. -tomo la mano del tono de la porcelana y lo puso de pie delicadamente. -Vamos se nota que estas cansado.
-se puso de pie naturalmente y se dejo guiar por el pelirroja sin despegar sus ojos de los de él. -Esta bien Akaai-san. -cedió finalmente.-
-Bien, -sonrió satisfecho ante aquella respuesta. -tú busca a Nigou y toma las mantas mientras yo voy por las caja de bento. -sin esperar contestación alguna fue por las mencionadas cajas.-
-Muy bien. -respondió al aire pues el otro ya se había ido a su tarea asignada.-
Primero recogió las mantas que había traído de su casa y que afortunadamente habían sido de mucha ayuda, encontrar a su perro no había sido nada difícil pues al estar entrenado este venia a él con un chiflido particular, así que al hacer ese sonido su perro llego corriendo y el aprovecho para ponerle su correa, cuando termino su tarea y tenía todas las mantas en la mochila donde las había traído se puso de pie y se dirigió a donde sus amigos para despedir, sin embargo cierto pelirrojo lo impidió.
-¿Todo listo Kuroko? -pregunto acercándose con las cajas de bento en ambas manos.- ¿Nos vamos?
-Claro, solo dame un momento para despedirme de mis amigos.-
Takao había previsto esta situación así que le busco con la mirada pidiendo por ayuda, el pelinegro al ver aquellos ojos capto lo que sucedía y reacciono se acerco a toda velocidad al tigre.
-Ne, ne ¿ya decidieron quien se queda con Alex-chan? -canturreo entono divertido. - Es decir Tat-chan no la ha visto en un tiempo y Tai-chan seguramente tenga muchas cosas que consultarle sobre su futura boda ¿no?
Y de esta manera la conversación de aquel grupo que ya se había calmado comenzó de nuevo ahora con más ánimos.
-No creo que sea buena idea interrumpirlos en este momento. -señalo a la bola de gente que con cada momento aumentaba su tono de voz.-
-Mmm... -volteo a ver a sus amigos, ciertamente tenía razón. -Si, creo que tienes razón, mejor les enviare un mensaje cuando estemos en y tu auto. -tomo la mochila con las mantas y con la correa de su perro en mano comenzó a caminar.-
-Excelente idea. -secundo tomando las cajas de bento comenzó su camino junto al celeste y su perro.-
Mientras caminaban un ambiente tranquilo los envolvió, el celeste se encontraba extrañamente cómodo con el pelirrojo cuando soltaba algún comentario casual en algunas ocasiones no podía evitar si no reírse de ellos pues a su parecer el de ojos carmesí no tenía muchas experiencias en cuanto a reuniones sociales, más bien no tenía experiencia en cuanto a la vida "normal" en general.
-Así que en verdad no has visto la película del "Principito" -reía sorprendido el pelirrojo, pues él aún con su agenda ocupada se dio tiempo para ver aquella película.-
-¿Es acaso tan divertido? -bufo un tanto molesto y avergonzado.-
-Como es tu libro favorito yo simplemente pensé que... -un tono divertido adorno sus palabras.-
-No tuve tiempo para poder verla, estaba realmente ocupado con el trabajo y otras cosas.- volteo su mirada evitando la carmesí.-
-Bueno tampoco es tan grave, es decir eso tiene solución.- sonrió coqueto a su acompañante.-
En un inicio no comprendía muy bien lo que Akaai se refería por lo cual y arriesgándose a sonar un poco tonto pregunto.
-¿A que te refieres? -lo miro con su cara de poker.-
-Me refiero a que la próxima ve que te vea traeré la película para que la podamos verlos dos juntos, ¿no te parece bien?
-desvió la mirada algo nervioso mientras un ligero sonrojo se apoderaba de sus mejillas, iban a verse otra vez. -Claro, es una buena idea.
-Entonces ya tenemos una cita.
Habían llegado ya el estacionamiento donde se encontraba el auto donde habían llegado, Kuroko subió al asiento del copiloto mientras que el contrario se dedicaba a guardas las cajas en la cajuela, al subirse por fin al auto y con ganas de charlar para conocer algo más de aquel de cabello celeste se dio cuenta de que este yacía dormido con su querido perro en su regazo, al parecer una vez se había puesto el cinturón de seguridad y acomodado Morfeo lo había llamado cerrando sus ojos.
Para él aquello era demasiado tierno, termino de subirse a su auto y comenzó a manejar, las calles estaban vacías y no había nada de transito por lo cual no tardaron nada en llegar a su destino, sin embargo para alargar un poco más aquella escena dio un par de vueltas más a la manzana alargando todo lo posible aquel trayecto, cuando media hora había pasado y determino que todo eso debía llegar a su final, muy a su pesar se estaciono frente a la casa del de menos estatura, bajo del auto y con la mayo delicadeza posible intento quitar el cinturón de seguridad del celeste sin que este se despertara, al hacer esto ambos rostros habían quedado a milímetros de separación, el pelirrojo al darse cuenta de esto se detuvo por un momento a observar los finos rasgos del contrario, su nariz perfilada, su mentón definido, aquellas pestañas largas y delicadas, las mejillas un poco sonrojadas y la respiración acompasada que era lo único que lograba escuchar, de un momento a otro sus ojos se posaron en aquellos finos pero carnosos labios perfectos para besar, su razón luchaba contra aquel impulso que en ese momento surgió, sin embargo lo último le venció y corto aquella distancia para dejar un casto beso en aquellos labios, duro un par de segundos pero para él había sido suficiente como para sentir una calidez que jamás había experimentado, quiso arriesgarse y juntar de nueva cuenta aquellos labios con los suyos, sin embargo el movimiento de un pequeño can lo saco d aquellos pensamientos, retrocedió un poco y recuperando su compostura poso delicadamente su mano sobre el hombro del celeste y comenzó a llamarle.
-Kuroko, -movió levemente su hombro. -despierta hemos llegado. -repitió la acción.-
-podía sentir como cierta calidez aparecía en sus labios para después sentir como algo se removía en sus piernas, intentaba abrir los ojos per simplemente sus parpados no obedecían. -Mmm... -se quejo, entre sueños escuchaba como alguien le llamaba de una manera tan suave, casi en un susurro, no fue si no hasta que sintió un escalofrío recorrer su cuerpo que reacciono.-
-Tet... su... ya... -susurro a la oreja de aquel que dormía para después ver su reacción.
-abrió sus ojos abruptamente al escuchar su nombre casi ser deletreado. -Ah... -contuvo un grito de sorpresa para después encontrarse con unos ojos rojos mirándolo fijamente.-
-sus ojos fueron atrapados por los celestes, sin decir nada. -…
-Akaai-san, esta muy cerca. -pudo formular al fin.
-Cierto, tienes razón. -salió de ahí. -intente quitarte tu cinturón de seguridad pero al final termine despertándote, lo siento. -completo de manera casual.-
-Lo lamento, seguro fui una molestia.. -quito rápidamente el cinturón de seguridad.-
-No, para nada, de hecho te veías realmente adorable. -rio quedamente, debía haber sacado una fotografía.-
-No.. No digas eso por favor, no es nada lindo. -sentencio en un tono neutro intentando ocultar su vergüenza.-
-Pero es cierto, sobre todo Nigou se veía realmente adorable. -se dirigió a la cajuela para poder sacar las cosas.-
-Oh dios, Nigou ¿por qué no me despertaste? -bajo del auto con el perro en brazos.-
-Akaai-san muchas gracias y de nueva cuenta disculpa las molestias. -hizo una ligera reverencia. -¿gustarías una taza de té? -abrió la puerta del apartamento y se dispuso a entrar con todas las cosas.-
-Me fasc...
-Ring, Ring, Ring.-
-Lo siento es mi celular. -contesto de mala manera. -Reo, espero que esto sea bueno.
-Aka-chan..-dijo con efusividad la voz del otro lado. - no debes de responder de esa manera, hieres mis sentimientos. -completo dramáticamente.-
-¿Para que hablas? -comenzó a irritarse, tenía cosas más importantes que responder.-
-Buu y yo que tengo la información que le pediste al de informática y seguridad. -menciono algo risueño. -y por sobre todo que lo traje a tu casa y tú no estas.
-¿En mi casa? ¿Por qué no simplemente esperaste? -comenzó a sobar sus sienes.-
-Pues el dijo que era urgente además de que añadió unos archivos más que habías pedido o dijo algo así. -sonrió del otro lado, sabía que el pelirrojo no estaba solo.-
-Maldición, ni se te ocurra abrir los documentos. -volteo a ver al celeste quien se encontraba también al teléfono. -
-¿Qué hare que hare? ¿Me pregunto que hare? -soltó en tono juguetón.-
-Voy para haya, ni se te ocurra leer esos informes.-colgó su teléfono y con una mueca algo enojada se dirigió a donde el celeste.-
Mientras tanto Kuroko había mandado un mensajea su amigo policía informándole que había vuelto a casa gracias a Aakai, al alzar la vista vio la cara un poco molesta de su acompañante.
-¿Sucedió algo? -pregunto algo preocupado.-
-No, nada importante, solo que tengo una visita imprevista en mi casa, desafortunadamente no podre tomar esa taza de té, ¿pero la próxima semana estará bien?
-Po supuesto. -dedico una sincera sonrisa. -bueno no me gustaría entretenerte más, nos vemos. -dio un paso al interior de su casa junto a su mascota.-
-Hasta la próxima semana. -se despidió, para rápidamente subirá su carro.- Maldición Mibuchi, esta me las pagaras.
Y así arranco el auto...