Un gruñido de frustración vibró en su pecho luego de fallar una vez más, todos los músculos le dolían ya, el sudor le pegaba el cabello a la frente y su respiración estaba agitada, estaba ya muy cansado y de todas formas volvió a iniciar desde cero.
«Lo hace muy bien su alteza... »
Susurró esa reconfortante y familiar voz dentro de sus memorias mientras él volvía a poner los pies en punta y comenzaba a danzar dejándose llevar por imaginaria melodía de una canción que tarareaba, siempre teniendo en cuenta lo que Kris solía decirle durante sus prácticas.
«No soy un experto pero su alteza lo hace excelente, seguramente hubiera sido un gran bailarín entre los humanos... »
La melodía se su cabeza se ralentizó mientras su cuerpo se encontraba de perfil, se apoyó en una de las puntas de sus pies mientras que su otra pierna que se encontraba en alto extendida hacia atrás mientras mantenía las manos colocadas en una armónica posición para de esa forma crear la línea más larga posible desde la punta de los dedos de la mano a los dedos del pié.
Cambió la postura con delicadeza y a continuación dio un giro utilizando la fuerza de la pierna izquierda mientras que la derecha soportaba impulso para así poder girar y mantener el equilibrio.
Sus movimientos continuaron igual de fluidos y elegantes que siempre, estaba tan perdido en sus acciones que no se percató del nuevo espectador que tenía hasta que finalmente terminó la melodía imaginaría y abrió los ojos encontrándose de frente con Sehun que parecía maravillado.
-¿Se te ofrece algo?-preguntó seriamente.
-Mmm, no en realidad. Es sólo que venía a buscarte ya que no has bajado a comer-comentó con un tinte de preocupación en sus palabras.
-No tengo hambre-respondió con simpleza.
-Hace varios días que no tienes hambre-comentó seriamente.
-Lo sé-murmuró-No tienes nada de que preocuparte porque de todas formas realmente yo no necesito su comida.
-¿Entonces?
-Para estas alturas seguramente ya deberías tener una idea pero si no es así... no esperes que te lo explique.
Sehun frunció el ceño pero decidió no hacer algún otro comentario al respecto, sus ojos buscaron los del agitado y cansado castaño que tenía las mejillas sonrosadas seguramente a causa del esfuerzo físico.
-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar con Lu?-preguntó irritado el menor.
Sehun no respondió de inmediato y en su lugar su cuerpo se tensó visiblemente y luego de ver eso, Han tuvo una idea de que estaba sucediendo y aún así esperó que Sehun respondiera con sus propias palabras.
-Él está entrenando-masculló entre dientes.
-Y supongo que es por eso que decidiste venir aquí para así no tener que ver a Suho levantándole la mano a tu valioso niño y ser incapaz de frenarte para no aplastar la cabeza de Suho con tu fuerza superior, ¿verdad?-soltó burlón.
Sehun lo miró mal durante los siguientes tres minutos antes de dejar ir un profundo suspiro y considerar volver a hablar esperando que todo fuera en paz entre ambos.
-Es de cierto modo admirable lo mucho que luchas por protegerlo-se adelantó de nuevo el más joven.
-Deseo hacerlo-aseguró.
-Y no me queda la menor duda, además... debes hacerlo-dijo seriamente dejando desconcertado a Sehun pero algo le dijo que no iba a decirle más en esos momentos.
-¿Qué hacías antes de que llegara?-preguntó cambiando de tema, tratando de continuar la conversación con el menor.
-Bailar, creo que era bastante obvio-bufó.
-Ya sé que estabas bailando-farfulló algo irritado-Me refiero a que clase de baile era, nunca había visto algo así-explicó.
-Se llama Ballet, es algo que ustedes los humanos crearon pero fue olvidado luego de tantos años tras el Suceso.
-¿Y cómo fue que tú lo aprendiste?-inquirió curioso aprovechando que por fin estaban teniendo una conversación civilizada con el menor.
-Mi maestro me enseñó-respondió.
Había una bonita sonrisa sincera y tranquila en sus labios, su mirada también cambió luego de la mención de esa persona, volviéndose una más pacífica y brillante, todo él parecía diferente en realidad y Sehun se descubrió embelesado por esa nueva imagen.
-¿Sabes?-musitó aún con esa sonrisa adornado sus labios-Él era muy raro, siempre estuvo muy interesado en tu mundo y sabía muchas cosas de él. Traba de enseñármelas a mí pero en realidad no me interesaban mucho a excepción del ballet, luego de que me mostrará esto yo inmediatamente le pedí que siguiera enseñándome.
-Tú eres al único que he visto bailarlo pero creo que lo haces maravillosamente-aseguró.
Han rió ligeramente luego de escucharlo decir aquello, su risa fue algo que tomó al pelinegro por sorpresa pero que definitivamente podía verse deseando escucharla más a menudo.
-Él decía lo mismo-dijo sonriente.
-¿Por eso lo haces?-interrogó curioso-¿Es por qué te hace sentir más cerca de él?
-Un poco, sí-aceptó con honestidad-Sin embargo, también bailo porque de verdad me gusta y porque me ayuda a olvidarme de los muchos malos momentos que estar aquí implica.
-¿Tanto odias a los humanos?
Han le dio una mirada indescifrable antes dejar ir un largo suspiro y por fin decidirse a responder a la interrogante del hombre que no dejaba de observarlo expectante.
-Lo dices como si fuese distinto a lo que ustedes hacen-murmuró.
-¿Qué?
-Casi todos aquí me desprecian tanto como yo lo hago y únicamente porque decidí defenderme-masculló entre dientes-Anteriormente yo era el saco de boxeo de Baekhyun pero nadie decía nada porque se tratando de él, pero cuando yo finalmente me defendí... entonces fui yo quien fue llamado monstruo.
-Casi lo matas-le recordó Sehun.
-¿Y él?-inquirió-Lo que me hacía no eran juegos inocentes y tal vez de no ser lo que soy, habría muerto.
-Baekhyun nunca...
-Eso es lo que ustedes dicen, así como también dicen que soy una abominación y que debería ser ejecutado en lugar de ser tratado como un aliado, y es justo así que también decidieron que Lu se convirtió en algo horrible aún cuando está rompiendo una y mil reglas de Incendium sólo para evitarles pasar por una guerra.
Él sabía bien que Lu estaba metiéndose demasiado con las leyes de su pueblo y de seguir de esa forma, tal vez él no iba a poder regresar y por muchos problemas que tuvieran, no le deseaba algo así porque él ya había escuchado lo cruel que podía ser el destino de los desterrados.
-Ustedes siempre son los que quieren decidir sin preguntar o escuchar razones-murmuró con un hilo de voz.
Sehun sólo se quedó mudo tras aquellas palabras porque en realidad no tenía argumentos para defender a los humanos con los que convivía.
-Incluso antes de todo esto ustedes ya habían tomado una decisión a cerca de nosotros, ustedes nos ven como un arma nada más-susurró.
-Yo... -musitó sin saber que decir.
Han se dio cuenta de la lucha interna que él estaba manteniendo luego de que el pelinegro agachara la mirada y apretara los puños, se sintió culpable aunque una parte suya le siguiera diciendo que estaba en lo cierto y aún así abrió la boca para así hacerlo sentir mejor.
-Pero no importa y ahora sé que no todos los humanos son así, tú no lo eres, por ejemplo. Eres fastidioso pero ahora sé que no eres malo-afirmó con una sonrisa.
-Gracias-sonrió de vuelta.
Un agradable silencio se instaló entre ambos, los dos con la vista estaba fija en el hermoso paisaje que rodeaba la Fortaleza y el viento meciendo gentilmente el cabello de ambos. Han esbozó una sonrisa y abrió la boca para decirle algo a Sehun pero al girar para mirarlo se quedó paralizado.
El pelinegro tenía la mirada pérdida en el horizonte, una pequeña sonrisa se asomaba en sus labios y se veía tan atractivo como se lo había parecido desde la primera vez que lo había visto, porque sí, Han no podía negar que Sehun le parecía físicamente atractivo pero su magnética belleza no era el problema en esos momentos, el problema era el delicioso aroma que desprendía.
Uno que le hacía agua la boca y que había hecho a sus colmillos emerger, tenía tanta hambre en ese preciso instante y lo peor era que sentía el desesperado deseo de tomar a la fuerza eso que necesitaba. Una punzada de dolor en uno de sus costados lo hizo tambalearse y antes de perder el equilibrio Sehun lo sostuvo para mantenerlo de pie.
-¿Estás bien?-preguntaba Sehun con voz preocupada.
El apetecible aroma que el cuerpo de Sehun desprendía lo golpeó con fuerza tentándolo, supo el momento exacto en el que sus ojos se vivieron rojos advirtiéndole que estaba por perder el control sobre la bestia y empujó a Sehun rápidamente, no quería lastimarlo, no a él.
-¿Han?-llamó desconcertado.
-No es nada, es sólo que he practicado mucho-dijo sin mirarlo a los ojos ni una vez-Me iré a duchar y luego a la cama-informó dando la media vuelta y comenzó a andar hacia la puerta.
El hambre apenas lo dejó avanzar como quería y tuvo un momento difícil cuando su cuerpo se detuvo en la puerta negándose a obedecer sus órdenes de seguir avanzando para poner la mayor distancia entre Sehun y él.
-Sehun-llamó sin poder detenerse.
-¿Qué sucede?-cuestionó angustiado.
Apretó la mandíbula y ahogó un gruñido mientras cerraba los ojos luchando por retomar el control y después de un largo silencio por fin fue capaz de hablar.
-¿Sabías que mañana Lu cumple once años?-le dijo medio para justificar que continuaba ahí y medio porque quería decírselo de todas formas.
-¿En serio?-soltó sorprendido el pelinegro.
-Sí-musitó-He escuchado que la fecha que marca un nuevo año de vida es algo muy importante para los suyos y que es importante celebrarlo con la familia-comentó aparentando desinterés aún cuando dentro suyo se estaba desatado una pelea.
Aunque también había una pequeñísima parte que estaba conforme al estarle diciéndole eso a Sehun, él sabía mejor que nadie que Lu ya no tenía a nadie después de todo, y tal vez Sehun podría ayudar a darle un poco de alegría ese día.
-Gracias por decírmelo-lo oyó decir.
Asintió en respuesta y sin perder un minuto más, salió corriendo hacia los baños comunes sintiéndose más que agradecido cuando al llegar ahí se encontró completamente solo. Fue sólo entonces que se atrevió a levantarse la camiseta para ver que era lo que le provocaba tanto ardor y no le gusto para nada lo que halló.
-No puede ser-murmuró atónito.
Sus ojos miraban horrorizados la herida que aquel Cazador le había hecho, una herida que en lugar de estar totalmente curada estaba inflamada y de color rojizo. Sangre y un poco de pus botaron de ella cuando presionó suavemente con sus dedos y él ya sabía que estaba infectada.
No supo cómo actuar ante algo tan desconocido para él y simplemente corrió a una de las duchas y se bañó cómo le había dicho a Sehun que haría, tras eso se fue directo a su habitación y se encerró en ella todo le que quedó del día, aunque al final ni siquiera lo había notado ya que en cuanto había tocado su cama, se había quedado totalmente dormido.
La conciencia no volvió a él hasta el día siguientes cuando los primeros rayos del sol apenas se filtraban por su ventana mientras él vomitaba un espeso líquido negro por todo el suelo de la habitación.
Sentía su piel ardiendo y todo se veía rojo, le estaba costando respirar y el hambre era tanta que se había convertido en un agonizante dolor que se combinaba maliciosamente con el dolor palpitante de la herida.
Su cuerpo estaba temblando de frío aún cuando estaba sudando como nunca. Un gemido de dolor fue ahogado en su almohada cuando la sensación de un martillo golpeándole el cráneo lo atacó, sabía que sus ojos estaban rojos, sus colmillos le habían roto el labio inferior el cual mordía para no gritar y también estaba seguro de que las garras pronto aparecerían.
«Tienes que comer, no puedes evitarlo, no sirve de nada luchar.»
Habló burlona la desagradable voz de esa criatura con la que estaba obligado a compartir su cuerpo y no pudo detener el profundo gruñido que escapó de su garganta.
-No lo haré... no es el momento-masculló casi sollozando.
«Tienes que hacerlo si quieres combatir la infección.»
Tenía razón y Han lo sabía, pero no le importaba, estaba dispuesto a hacer lo que fuera para no verse obligado a comer.
-N-no-gimió agonizante.
« ¿Es por Lu y ese humano? »
La imagen de ambos volvió a su memoria justo cuando su cuerpo convulsionó debido al ardor en su interior, era como estar quemándose de adentro hacia afuera y no sabía cuánto más podría aguantarlo.
«No te preocupes por ellos, ambos salieron muy temprano.»
-N-no… lo ha-haré-balbuceó.
«Pero tú también te mereces un regalo de cumpleaños.»
Su cumpleaños número dieciséis, un día que le descubrieron como el más grande acontecimiento de su vida, el día que se suponía debía esperar con ansias y más sin en cambio él se encontraba ahí llorando de dolor y luchando contra la bestia en su interior.
-¡No!-chilló/sollozó desesperado por imponer su autoridad.
«Resistirte es inútil, eres demasiado débil y al final terminara haciéndolo.»
-Ca-callat...
El sabor amargo del espeso fluido negro que fue expulsado de su boca le provocó una segunda arcada y con ella esa cosa negra salió de su boca por segunda vez.
«Esto se terminara una vez te alimentes.»
-Jo-jodete-lloró de frustración.
«Es sólo cuestión de tiempo para que te desmayes y entonces seré yo quien tomará el control.»
Han lo sabía ya maldición, sabía que de no poder hacer algo iba a terminar siendo manejado por esa cosa y entonces terminaría haciendo eso que tanto se negaba en aceptar y hasta esos instantes lo único que estaba haciendo era llorar de rabia.
-Kris, por favor sálvame-suplicó.
«Él no vendrá, no puedes escapar."
-N-no… yo te-tengo el control... y n-no… te d-dejaré ganar-prometió con firmeza.
«Eso ya lo veremos, pronto vas a rendirte, eres una falla después de todo.»