Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Demonically angelic por DNA

[Reviews - 114]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Casi no lo logro jajajaja

Disfruten~

Han fue el primero en despertar al día siguiente, sus ojos miraron con demasiada atención a la persona frente a él, grabándose cada detalle de su hermoso rostro, se levantó sin hacer ruido y salió de la habitación para ver a Lu que ya había despertado, para él era fácil saber eso después de todo.

Los pasillos estaban desiertos a esas horas de la mañana, no tenía prisa por llegar así que se tomó su tiempo grabándose cada  detalle de los lugares por los cuales pasaba hasta que llegó a la enfermería.

La rubia que había intentado detenerlo estaba profundamente dormida en una silla recargando su cabeza sobre sus brazos que estaban sobre la única mesa del lugar, la ignoró olímpicamente y se adentró a la habitación donde se encontró con el pequeño mirando fijamente en su dirección.

-La próxima vez que te diga que corras deberías obedecerme-habló fríamente.

“Lo siento, pero… no podía abandonarte”-se excusó algo apenado.

-Eres simplemente un estorbo para mí en ese tipo de situaciones así que me ayudas más si haces lo que te ordeno-explicó seriamente viendo como el pequeño agachaba la cabeza-De cualquier forma eso ya no importa-restó importancia al asunto.

Lu levantó la mirada y sonrió sin poder contenerse, era la primera vez que el mayor demostraba algo de aprobación hacía él y eso lo hacía feliz.

-¿Cómo te sientes hoy?-preguntó aparentando indiferencia.

“¡Bien!”

-Supongo que eso es algo bueno-suspiró-Tengo algo que decirte.

“¿Qué pasa?”

-Vamos a quedarnos aquí-anunció con algo de fastidio en su voz.

“¡¿De verdad?!”-preguntó sin disimular ni un poco su felicidad.

-Sí-asintió-Pero habrá reglas-sentenció.

“¡Entendido, Hannie!”

-Por ahora la primera y la más importante es que nadie puede saber lo que somos, ¿entendido?

“Entonces que…”

-Para ellos somos simples humanos, aunque claro que tú no estás muy lejos de eso-sonrió de lado.

“Está bien Hannie, yo no diré nada a nadie.”-prometió.

-Buen chico-lo felicitó y le revolvió el cabello como si fuese su mascota-Mientras estemos aquí debes obedecer todo lo que diga mientras yo encuentro la forma de abrir el portal que nos llevara a casa-Lu asintió de nuevo.

Golpes en la puerta llamaron su atención y Han no tardó en apartar su mano del pequeño niño, ambos miraron hacia la puerta encontrándose con Suho y Sehun que con dos grandes zancadas ya estaba al lado de la cama revisando al pequeño en ella.

-¿Cómo te sientes pequeño? ¿Te duele algo?-preguntó preocupado.

Lu simplemente negó ya que al no tener su cuaderno a su lado no podía responder de otra forma, Han suspiró pesadamente antes de abrir uno de los cajones que había en el único mueble del lugar del cual sacó el cuaderno blanco y se lo tendió al menor.

“Muchas gracias Hannie.”-sonrió divinamente.

El castaño no se molestó ni en tratar de responder, se encaminó hacia la puerta y abandonó la habitación sin dirigirle la palabra a ninguno de los tres, logró escuchar la voz de Sehun ordenándolo volver y eso solamente hizo que acelerara el paso hasta que se topó con aquel hombre de cabello rojo que le sonreía amablemente.

-Hola-lo saludó.

-Mmm.

-¿Te sientes mejor hoy? ¿Dormiste bien anoche?-preguntó amablemente.

-Algo-lo miró con desinterés preguntándose el porqué de que continuara sonriéndole-¿Podrías conseguir ropa para mí?

-Claro-asintió sin problemas-Ven conmigo-indicó y él no dudo en seguirlo.

***

-Ese mocoso es imposible-gruñó Sehun.

-Ya te dije que deben llevarse bien-sentenció Suho mostrándole su ceño fruncido.

-¿Llevarnos bien? ¿Cómo mierda esperas eso cuando ese mocoso es imposible?-exigió saber.

-Es obvio que no confiara en ti si continuas tratándolo de esa forma-señaló Suho.

-Ahora resulta que es mi culpa-bufó.

-¡Sí!-exclamó Suho alzando los brazos al cielo.

Sehun estaba listo para contradecir aquella ridícula acusación cuando sintió que alguien tiraba de su camiseta, se giró para mirar a Lu que sostenía en alto su cuaderno y lo movía con insistencia pidiendo su atención.

“¿Por qué estás tan enojado con Hannie?”-preguntaba el pequeño rubio.

-Bueno yo…

-Anda-habló nuevamente Suho-Explícale a Lu porque eres así de molesto con Han-lo señaló.

-Cierra la boca Suho-gruñó.

“Sé que Hannie tiene un mal genio pero él es bueno.”-aseguró.

Un largo y pesado suspiro abandonó los labios de Sehun antes de sonreírle levemente al menor, era ese pequeño quien era extremadamente bueno al defender a alguien tan molesto como Han, revolvió su cabello escuchando con satisfacción como reía alegremente.

-Trataré de llevarme bien con él-prometió.

“Muchas gracias Hunnie.”-sonrió más ampliamente luego de escuchar eso de Sehun.

-De cualquier forma, debemos encontrarle algo que hacer a ese niño-le recordó Sehun al mayor de los tres.

-Lo sé-Suho asintió comprensivo-Él tiene la edad suficiente para comenzar a entrenarse como un soldado más.

-Está bien por mí, también es un buen luchador y seguro lo hará bien. Además, de esa forma será problema de Baekhyun y no mío-se encogió de hombros.

Lu frunció el ceño tras las palabras que de Sehun que le sonrió algo apenado, no había entendido mucho de lo que los mayores estaban diciendo pero tal vez convivir con otras personas ayudaría a que Han estuviera más a gusto estando ahí o por lo menos eso esperaba de todo corazón.

***

-Wow-fue lo único que pudo decir el pelirrojo luego de que el menor saliera de su habitación ya con la ropa que le había conseguido.

-Exacto Max-sonrió arrogante-Wow es la palabra perfecta.

Sí, sabía lo vanidoso que era y le fascinaba, sabía lo que su impresionante belleza provocaba en todos y había aprendido a usarla desde pequeño aunque también tenía que admitir que algunas veces era como una maldición también pero nada podía hacer, no era como si pudiese arrancarse el rostro de cualquier forma.

Su mirada traviesa fue al más alto viéndolo tragar duro y eso simplemente lo hizo sonreír antes de por fin empezar a caminar de esa forma tan suya que podría volver loco a quien fuera y lo sabía, sentía la mirada de Max sobre su trasero que era perfectamente resaltado por los pantalones de cuero negro.

Varias miradas se pegaron a él mientras caminaba hacia el comedor inflándole mucho más el ego. Los humanos eran demasiado fáciles de atrapar por alguien como él después de todo; no importaba quien fuera iba a terminar a sus pies porque no existiría en la Tierra criatura más seductora que él, era una característica única entre los suyos. La seducción era su especialidad y la atracción inmediata que tenían hacía él era el más poderoso de los hechizos para seres tan inferiores como esos.

-Max-llamó al embobado hombre que prácticamente babeaba sobre él-Se amable y tráeme algo de comer-ordenó.

El asintió sin chistar y se marchó rápidamente para cumplir la orden del precioso ser que estaba tentándolo como nunca nadie lo había hecho, ni siquiera Cho Ah había logrado ese efecto sobre él y se suponía que estaba enamorado de ella, todo eso era una locura total.

Han casi deja ir una carcajada al ver lo contrariado que el pobre hombre se encontraba, miró a todos lados  al notar todas las miradas indiscretas que lo devoraban y no pudo estar más complacido, tal vez era contradictorio que las odiara tanto como le gustaba recibirlas pero nada podía hacer para tratar de darle una explicación, esa era su naturaleza y él siempre había sido alguien confuso y complicado.

Su sonrisa dejó sin aliento a más de uno, ellos no se atreverían a acercarse por mucho que quisieran hacerlo lo cual era el más divertido de los entretenimientos que había tenido, el sonido del metal contra la madera de la mesa que había ocupado llamó su atención y al mirar al frente se encontró con el nervioso pelirrojo.

-Oh vamos hombre, relájate un poco-pidió.

-Y-yo…

-¿Te doy miedo acaso?-preguntó con malicia mientras su delicada mano sostenía suavemente la barbilla del mayor para hacer que lo mirara a los ojos.

-N-no pa-para n-nada-tartamudeó sintiendo el corazón listo para salirse de su pecho luego de las miles de corrientes eléctricas que recurrieron su cuerpo entero, además de ese familiar cosquilleo en su zona más intima.

Una sonrisa seductora se dibujó en sus labios haciéndolo sentir un escalofrío, comenzó a sudar cuando el menor se inclinó sobre la mesa para verlo mucho más de cerca sintiéndose más que confundido por la creciente necesidad de besarlo y por sentirse horrorizado al pensar algo como eso.

¡Han era tan sólo un niño!

-Iré a comer afuera, gracias por todo Max-susurró suavemente antes de pararse correctamente dejándolo totalmente aturdido, lo vio tomar la charola con comida y finalmente se fue sin mirarlo ni una sola vez más.

***

-¿Dónde carajos se ha metido?-gruñó Sehun que caminaba a toda prisa mientras miraba en todas las direcciones en búsqueda del caprichoso chiquillo castaño que se suponía estaba cuidando.

Había planeado ignorarlo y dejar que hiciera lo que quisiera pero no se había podido quedar quieto luego de que lo que todos decían llegara a sus oídos, aparentemente habían un ardiente ángel paseándose por toda la Fortaleza suplicando con su solo caminar que lo follaran, conocía a sus compañeros y alguno iba a cometer un estupidez así que debía encontrar al maldito mocoso antes de que se metiera en un lío y Suho terminara por culparlo por todo.

-Sehun-llamó Baekhyun con una enorme sonrisa.

-Ahora no tengo tiempo Baekhyun-masculló haciéndolo a un lado para seguir su camino.

-Espera-pidió tomando su mano-¿Por qué te portas de esta forma conmigo?-preguntó haciendo un puchero.

-Baekhyun, de verdad que no tengo tiempo para esto-advirtió.

-Oh vamos, sé que puedes tomarte unos minutos-sonrió de forma seductora-¿No tienes ganas?-preguntó con voz sugerente mientras sus delicadas manos acariciaban su pecho.

Su fría mirada recorrió el cuerpo ajeno y dudo unos instantes, Baekhyun usaba ese día aquellos pantalones que le quedaban como una segunda piel acentuando los lugares correctos, había estado en abstinencia por algún tiempo y no podía negar que aquella propuesta no estaba tentándolo.

-¿Pensé que no te gustaban tan fáciles?-soltó con burla aquella irritante voz.

Sehun gruñó y empujó sin cuidado a Baekhyun para girarse hacia aquel chiquillo fastidioso y al verlo casi se atragantó con su propia saliva. Hermosos y brillantes orbe castaños lo observaban atentamente, sus llamativos labios color cereza estaban extendidos en una seductora sonrisa ladina, su cabello estaba ligeramente despeinado, el polo sin mangas dejaba demasiado a la vista y aquellos jodidos pantalones de cuero negro... daría igual que no los llevara porque aunque no podía verlo todo se notaba vívidamente.

Su pequeña y traviesa lengua salió para humedecerle los labios de una forma demasiado sugerente y Sehun lo maldijo mil veces cuando su cuerpo comenzó a arder y sus propios pantalones comenzaron a ser muy incómodos en la entrepierna.

-Supongo que esta es la parte donde me dices que no me incumbe y exiges que me largue, no hace falta y te haré el favor de no hacerlo necesario-se encogió de hombros disponiéndose a continuar su camino.

-Tú no vas a ningún sitio-su manos atrapó el brazo del menor y tiró de él con fuerza provocando que chocara con su cuerpo.

El menor le envió una mirada de odio que luego cambió a una de suficiencia al descubrir su problemita, todos esos insignificantes seres eran iguales a fin de cuentas.

-Lo lamento pero yo no voy a ayudarte con eso, los chicos como yo necesitamos a un hombre de verdad-dijo mordaz.

La mirada de Sehun se ensombreció y sin molestarse en responderle apretó mucho más fuerte el brazo del menor y comenzó a arrastrarlo con él, las quejas no se hicieron  esperara pero como siempre las ignoró y siguió caminando.

-¡Suéltame!-ordenó el rabioso chiquillo-¡No finjas que no me estas escuchando imbécil!

-¡Basta!-gritó haciendo temblar al menor-Estoy hartándome de tu actitud de mierda, vas a quedarte donde yo pueda verte-sentenció antes de empujarlo al interior de la enfermería.

-Tú no eres absolutamente nadie para darme órdenes, yo no voy…

-Lo harás-declaró sujetando con fuerza su mentón ignorando el quejido de dolor del menor-Y más te vale tener una maldita sonrisa cuando Lu te vea-advirtió antes de comenzar a empujarlo hacia la habitación donde el niño los estaba esperando.

La sonrisa que el menor puso al verlos entrar logró borrar todo lo enojado que Sehun se sentía, se acercó hasta donde él estaba y acarició su mejilla con mucho cuidado recibiendo una dulce risita a cambio acompañada de esa preciosa mirada gris que lograba que todo fuera mejor sin explicación alguna.

-¿Tienes hambre?-preguntó con voz dulce.

“No, Cho Ah ya me dio de comer.”

La sonrisa tonta que el pelinegro puso hizo que el estomago de Han se revolviera, era tan irritante verlo actuar de esa forma con ese pequeño niño mientras a él lo trataba de aquella otra forma, no estaba celoso, por supuesto que no, lo que lo molestaba era que fuera así de falso.

Sintió la mirada de Lu fija en él y se la devolvió con la misma nula emoción que siempre le dedicaba, él quería decirle algo pero ni se molesto en averiguarlo y se dirigió a otra de las camas para sentarse y permanecer en silencio mientras estaban ahí.

Sehun y Lu hablaron durante lo que él sintió como horas hasta que el pequeño rubio se quedó dormido, Sehun se dedicaba entonces a acariciar delicadamente su cabello aún con una sonrisa idiota en el rostro. Hizo una muela de fastidio ante la tonta escena, se acomodó en la cama dándoles la espalda y cerró los ojos, empezó a quedar dormido al poco tiempo, recuperando rápidamente la conciencia cuando la puerta de la habitación se abrió dejando ver a Suho y a ese estúpido e irritante chico del cual no recordaba su nombre porque no le importaba en absoluto.

-Que bueno que estás aquí-dijo Suho regalándole una amable sonrisa-Tenemos que hablar.

-¿Hablar?-inquirió desconcertado.

-Sí, es importante-aseguró.

-Te escucho.

-Bien-asintió-Hemos hablado seriamente de esto y decidimos que formaras parte del grupo de entrenamientos aquí en la Fortaleza-informó.

-¿Grupo de entrenamientos?-repitió confundido.

-Es un grupo de jóvenes cuidadosamente seleccionados para formar parte los escuadrones de la resistencia, Sehun me ha dicho ya que eres un buen luchador así que serás entrenado junto con los demás-explicó.

-No lo soy-sentenció-Que haya podido defenderme de él no significa nada, es obvio que es un inútil-afirmó con desprecio recibiendo una mirada fulminante de Sehun.

-Pues vaya que no lo conoces, él es mi mejor soldado y sí pudiste hacerle frente a él puedes hacer esto sin duda-aseguró sonriente.

-No-respondió al instante.

Él no podía hacerlo de ninguna manera, era peligroso para ellos, perdía la cabeza demasiado rápido y eso solamente traería problemas además de que algunos iban a terminar muertos, no podía aceptarlo de ningún modo.

-No puedes negarte, ya está decidido-agregó demasiado feliz Baekhyun.

-No lo haré-repitió entre dientes.

-Nadie estás preguntándote, nada aquí es gratis, todos trabajamos por igual, harás lo mismo-sentenció Sehun.

-¿Entonces harás que Lu también se gane su comida?-preguntó mirándolo fijamente.

-Él es un niño, no pude hacer lo mismo que los mayores-explicó Suho.

-¿Entonces yo tengo que pagar por ambos, verdad?

Sehun y Suho se quedaron sin saber que decir porque de alguna forma era eso, ambos vieron al menor apretar los puños pero ninguno dijo nada, Baekhyun bufó fastidiado y sin esperar alguna otra palabra tomó la mano del menor y comenzó a arrastrarlo al maldito campo de entrenamiento.

-¡Déjame ir!-ordenó rabioso mientras tiraba de su mano para liberarse.

-Esta no es tu maldita casa, harás lo que se te diga porque estás aquí para obedecer-sentenció antes de empujarlo dentro del espacio que era ocupado como campo de batalla.

Sus ojos recorrieron lentamente la enorme y despejada área que era el campo de entrenamiento, cuatro enormes rejas de hiero lo rodeaban y solamente se podían apreciar dos entradas; una era la que daba del campo al edificio donde todos vivían y la otra daba a las afueras de la fortaleza.

Un único pensamiento fue lo que Han tuvo luego de ver aquel lugar; era una jaula. Se incorporó lentamente del suelo, sacudió sus manos que entonces ardían ligeramente, las miró notando que había algunos raspones en las palmas causados por  tratar de evitar la un golpe peor luego de que Baekhyun lo empujara, su desafiante mirada chocó con la satisfecha de Baekhyun que parecía haber obtenido el más grande de los regalos.

-Chicos-llamó a los jóvenes que ya se encontraban ahí mucho antes que ellos-Conozcan a su nuevo compañero-sonrió con mucha más malicia.

-No voy a hacer esto, no voy a pelear-sentenció entre dientes aún con su mirada desafiante clavada en Baekhyun.

-Ya veremos-sonrió ladino-Muy bien muchachos, comenzaremos con una demostración de combate.

-¿Usted nos asignara a nuestros oponentes?-preguntó uno de los jóvenes ahí.

-Por supuesto-sonrió divinamente-Jerry-llamó al más grande de todos-Tú lo harás primero y te enfrentaras al nuevo-indicó.

-No lo haré-repitió Han.

-Haz lo que te plazca, no te defiendas si no quieres-rió-Comiencen-ordenó.

Han vio venir el primer golpe pero no metió ni las manos, cayó al suelo con fuerza sintiendo el sabor de su sangre impregnándose en sus papilas y lo siguiente que registró fue un nuevo golpe seguido de una patada, no se movió y los recibió ambos a pesar de que podría matar a ese tipo con únicamente un suspiro.

-Ponte de pie-ordenó Baekhyun.

Obedeció sin chistar esa orden simplemente para terminar en el suelo luego del siguiente ataque y el siguiente y el que vino después de ese, él nunca paró y cada nuevo golpe dolía más que el anterior pero no iba a rendirse, era demasiado orgulloso para considerarlo siquiera por mucho que le doliera todo.

-¿Cómo es posible que alguien tan débil como tú este aquí?-preguntó con burla Jerry mientras lo miraba con desdén-Deberías mejor aprender a usar esa bonita cara tuya y hacer el tipo de trabajo adecuado para personas como tú-soltó haciendo reír a todos los demás.

-Sí tu entrenador que es mucho peor que yo puede estar aquí… creo que yo tengo una oportunidad-dijo sarcástico.

-Deja de hablar y defiéndete-gruñó Jerry dándole un nuevo golpe en el estomago.

-¡Baekhyun!-llamó fuertemente alguien más-¡¿Qué rayos estás haciendo?!-preguntó alterado Max al ver como los temblorosos brazos del menor intentaban volver a levantarlo.

-No intervengas, aquí yo doy las órdenes y él es mi alumno-dijo seriamente-Continúen-ordenó al ver que Jerry se había detenido.

Han sonrió de lado y logró ponerse de pie con el rostro en alto esperando lo que viniera sin intentar mover un musculo, él había dicho que no iba a hacerlo y aunque lo mataran no iba a hacerlo, su fuerza de voluntad era más fuerte que todos ahí e iba a demostrádselos sin importar cuánto le tomara hacerlo.

Un bostezó abandono los labios de Baekhyun y luego miró hacia el cielo, el sol estaba ocultándose ya y no era bueno que ellos siguieran en el campo de entrenamiento cuando la luz del sol ya no estaba presente , además, también se había aburrido ya de ese mocoso.

-Suficiente-ordenó cuando creyó que Han ya no podía levantarse-El entrenamiento terminó por hoy, vayan a descansar y tú-señaló al chico en el suelo que se sujetaba uno de sus costados intentando parar el dolor en sus costillas-Ve a que te revisen-indicó antes de dar media vuelta y marcharse.

-¿Tan… rápido te diste por vencido conmigo?-inquirió con burla el menor que intentaba ponerse de pie con dignidad.

-Han, detente ya-pidió suplicante Max.

-No-respondió fríamente Baekhyun-Tan sólo dejó de ser divertido pero tú tranquilo que mañana seguiremos-aseguró sonriente.

-Haz como quieras, no voy a participar en esto aunque me rompas todos los huesos del cuerpo-sentenció.

-Bien-se encogió de hombros y siguió su camino ignorando al menor.

-Han-llamó preocupado Max e intentó ayudarlo.

-Yo puedo solo- masculló y comenzó a caminar tambaleante pero con la cabeza bien en alto.

Los murmullos y burlas no se hicieron esperar mientras lo veían cojear con cada paso que daba, a lo lejos sus ojos se encontraron con los de Sehun que hablaba tranquilamente con Baekhyun, se enderezó lo mejor que pudo y alzó bien la cabeza mientras pasaba con orgullo junto a ellos.

-¿Qué rayos te pasó?-el pelinegro de ojos inusuales sujetó con fuerza su brazo para detenerlo mientras le preguntaba aquello y lo miraba desconcertado.

-Nada-respondió fríamente.

-¿Estás hecho mierda y dices que nada te pasó?-dijo incrédulo.

-Sí-reiteró-Ahora si puedes soltarme y dejar que vaya a bañarme de una maldita vez-gruñó y tiró de su brazo con fuerza para seguir adelante.

-El niño es un inútil, ni siquiera trató de defenderse allá afuera-soltó burlón Baekhyun.

-¡Baekhyun!-llamó enojado Suho-¿Qué rayos le has hecho?-preguntó mientras miraba con preocupación a Han, a su lado estaba Max así que no fue difícil descubrir quien le había ido con el chisme a su superior.

-Yo no le he hecho nada-se defendió el pelinegro de seductores ojos-Mis métodos de entrenamiento siempre han sido así y no voy a cambiarlos ahora solamente porque tú no quieres que tu bonito mocoso se rompa las uñas, si esto no te gusta tómalo y ponlo a hacer otra cosa-dijo molesto.

-Baekhyun-gruñó Suho.

-Déjalo así-intervino el menor de todos-De cualquier forma tengo que ganarme mi comida y la de Lu por lo que tu mejor soldado me ha dicho, ¿qué más da si para eso tengo que romperme algunos huesos?-habló mientras miraba fijamente el ceño fruncido de Sehun.

-Pequeño, nadie ha dicho eso, lo que yo…

-No me interesa-lo cortó-Ahora, si me disculpas debó ir a ducharme-se abrió paso entre los cuatro hombres que lo miraban y caminó un metro antes de detenerse y girarse a mirar a Suho-Por cierto, muchas gracias por protegerme como lo prometiste-dijo con desdén antes de seguir caminando ante la mirada estupefacta del mayor.

Al llegar al baño su enojo precariamente contenido solo fue en aumento, el lugar estaba llenó por los que eran sus compañeros y en cuanto lo vieron las burlas no demoraron en hacerse presentes, un bajo gruñido salió desde lo más profundo de su garganta cuando uno de ellos invadió su espacio personal e intentó tocar su rostro, sus ojos cambiaron volviéndose totalmente negros consiguiendo asustar a los estúpidos que lo fastidiaban.

-¡Largo!-rugió y todos abandonaron la habitación como animales en estampida.

Un suspiro de cansancio salió de sus labios y con parsimonia comenzó a desvestirse, frunció el ceño al encontrarse con todos los hematomas que rápidamente habían comenzado a tomar su inconfundible coloración en su blanca y tersa piel, odiaba lo delicada que esta era.

Se dio la vuelta rápidamente al percatarse de una segunda presencia en la habitación, una sonrisa retorcida se dibujó en sus labios cuando sus ojos se toparon con los atónitos ojos de Jerry, lo vio abrir y cerrar la boca cuando se hubo girado por completo y comenzó a caminar hacia él.

-Hola-susurró por lo bajo cuando estuvo lo suficientemente cerca para tomar lo que quería.

Tenía hambre y lamentablemente para Jerry también era un jodido rencoroso que no iba a pasar por alto lo que había sucedido minutos atrás, así que lamentablemente le tocaba ser la víctima y en esa ocasión no se iba a molestar en hacerlo del buen modo.

-¿Q-qué rayos te pasa?-preguntó nervioso, el castaño estaba demasiado cerca, estaba desnudo y aunque nadie podía negar lo hermoso que era, a él no le iban los hombres.

-¿A mí?-cuestionó con falsa inocencia provocando que una mueca extraña se formara en el rostro contrario-A mí no me pasa nada Jerry, pero... no podría decir lo mismo de ti-sonrió con malicia y sus ojos se volvieron negros.

El horrorizado joven al ver eso intentó salir corriendo de ahí pero ni siquiera dos pasos pudo dar antes de ser estampado fuertemente contra la pared, una espeluznante risa llegó a sus oídos y sus pies dejaron de tocar el suelo, quiso gritar pero fue inútil, se había quedado sin voz luego de apreciar los agudos colmillos que se asomaban de la boca ajena. Estaba inmóvil, mudo y lo único que podía hacer era mirar muerto de miedo esos pozos negros que lo miraban a él.

-Veamos si te quedan ganas de jugar al valiente conmigo luego de esto-dijo con una grave y diabólica voz.

***

Sus hermosos ojos grises se abrieron de golpe luego de aquel horrible sueño, la sensación de peligro era palpable en el aire y eso significaba una cosa, él estaba comiendo. Se puso de pie rápidamente y salió corriendo a toda prisa buscando a Han con desesperación, no podía permitir que dañara a nadie. La noche ya se había hecho presente y aunque no era tarde no había nadie en los pasillos.

Sabía que todos estarían comiendo al igual que él, su corazón golpeaba violentamente contra su pecho, el sonido de sus pies descalzos contra el frío suelo y su agitada respiración era lo único que se podía escuchar, miraba a todos lados buscándolo desesperadamente y por eso no vio a la persona que venía de frente con la que chocó y terminó enviándolo duramente al suelo.

-¡Lu!-la voz alarmada de Sehun lo obligó a abrir los ojos y en un segundo él ya lo tenía en sus brazos y muy lejos del suelo-Lo siento tanto pequeño, no te vi. ¿Estás bien? ¿Te he lastimado?-preguntó preocupado.

Abrió su pequeña boca pero nada salió de ella recordándole que había olvidado su cuaderno y que de esa forma no podía comunicarse, comenzó a revolverse entre los brazos del mayor que no paraba de pedirle que se calmara y no se detuvo hasta que él lo puso en el suelo. Tomó su mano entonces y comenzó a tirar de ella desesperado.

-Lu, detente-pidió el mayor y él rápidamente negó con su cabecita frénicamente, necesitaba su ayuda.

“Lo matara”-trató de decirle con la mirada pero no funcionó porque Sehun no podía escucharlo, Sehun no era Han.

-Estás muy nervioso, debemos volver a la enfermería-sugirió angustiado y nuevamente quiso levantarlo del suelo pero el rubio retrocedió y sin más se echó a correr-¡Lu!-lo llamó y rápidamente corrió tras él.

Lu sabía que Sehun pronto lo alcanzaría así que tuvo que obligarse a ir más rápido, estaba muy cerca de llegar pero entonces Sehun lo atrapó y lo cargó sin esfuerzo, pataleó desesperado estirando sus manitas hacia el baño pero no parecía funcionar.

-Lu, basta por favor-suplicó el pelinegro-¿Qué sucede pequeño?-preguntó angustiado.

Lu gritó y comenzó a llorar con fuerza, Sehun trababa de tranquilizarlo pero todo era inútil, su corazón se sentía adolorido al ver así al pequeño rubio y no poder hacer absolutamente nada para ayudarlo, estaba sufriendo y Sehun se sentía inútil.

-Bájalo-le ordenaron y al girar su rostro hacia la voz se encontró con Han-Eso es lo que él quiere, ponlo en el suelo.

Sehun obedeció rápidamente a lo que el castaño le decía, Lu permaneció inmóvil sin dejar de llorar dejando a sus manitas limpiar con torpeza las lágrimas, el pequeño rubio se giró lentamente hasta estar de frente a Han que también lo observaba con mucha atención.

Lu sollozó con fuerza entonces, era capaz de saber lo que el mayor había hecho, antes su apariencia era de alguien cansado pero eso ya no estaba, su hermosa presencia era lo que veía y también estaba ese dulce aroma que desprendía y con el que engañaba a todos, el aroma nunca se iba pero era mucho más débil la última vez que lo había visto pero ahora estaba más presente y fuerte.

Han se acercó a él y él no se atrevió a moverse, el mayor se puso a su altura y con mucho cuidado acarició su mejilla limpiando las lágrimas que la ensuciaban, lo miró a los ojos y más lágrimas rodaron al darse cuenta de ese macabro brillo en ellos que se combinaba con la culpa.

-Lo siento mucho-susurró Han para que solamente él lo escuchara.

El pequeño supo entonces que no iba a poder, traicionar a Han y decirle a Sehun lo que el mayor hacía era algo imposible para él, tenía que callarse por mucho que quisiera detenerlo, más lágrimas cayeron y sin pensárselo dos veces su alejó del tacto de castaño y corrió a abrazarse a Sehun.

-¿Qué le has dicho?-preguntó amenazante el pelinegro mientras con su brazos le proporcionaba al menor un refugió.

-Nada que sea de tu incumbencia-masculló el castaño.

Sehun intensificó la mirada de desprecio que le lanzaba notando entonces algo demasiado difícil de ocultar, antes el menor había estado muy herido, había golpes en su rostro además de uno que otro rasguño pero ya no había ni rostros de ellos, su hermoso rostro lucía perfecto e incluso más bello si es que eso podía ser posible, había un dulce y seductor aroma emanando de su cuerpo y era imposible que un simple baño lograra todo eso.

-Tú estabas lastimado-señaló.

-Me curo rápido, siempre lo he hecho-respondió encogiéndose de hombros como si fuese algo de lo más normal.

Sehun se quedó con la boca abierta luego de la respuesta, lo vio alejarse pero no hizo nada para detenerlo. Ningún humano a excepción suya era capaz de hacer algo como lo que Han decía, era obvio que él era diferente y tal vez él tenía las respuesta a algunas preguntas que él tenía desde hacía años.

Sintió un ligero apretón en su cuerpo y bajó la mirada encontrándose con lo humedecidos ojitos grises del rubio, lo cargó dejándolo esconder su carita en su cuello, besó suavemente su cabello y se dispuso a llevarlo hasta la enfermería, sus dudas podían esperar.

***

La fría brisa de la noche lo recibió cuando salió al exterior de aquella azotea, la Luna lo saludaba enorme desde el cielo iluminando cada rincón del lugar, avanzó hasta estar nuevamente cerca de los barrotes de la reja metálica que le daba una maravillosa vista del paisaje y recargó los brazos en ella.

El recuerdo de esos preciosos ojos grises llenos de decepción lo hicieron suspirara. ¿Acaso creía que no lo sabía ya?, él ya sabía que era un monstruo, incluso entre los suyos él sería una abominación.

-Lo siento-susurró-No es mi culpa ser lo que soy.

***

La lúgubre habitación era ocupada por tres hombres que no despegaban la mirada de aquella enorme mesa de metal, sobre ella había un enorme cuerpo cubierto con una tela blanca y bastó una rápida mirada para darle la señal de que descubrirá el cuerpo sobre la mesa al tembloroso hombre de bata.

El hombre de ojos color ámbar silbó al ver el estado del cuerpo y una sonrisa divertida curveó sus labios al ver la cara de rabia de su compañero.

-Mi cervatillo sea vuelto fuerte-comentó risueño.

-¡Tu puta no se ha vuelto fuerte!-escupió rabioso, su único ojos se volvió negro logrando que el hombre de bata se desmayara y el otro se echara a reír.

-Tranquilo bonito-sonrió ladino.

El pelinegro gruñó en respuesta y volvió a poner toda su atención sobre el cuerpo en la mesa, su Cazador tenía la cabeza totalmente aplastada y también varios impactos de bala, era obvio que esas pequeñas ratas estaban con alguien más y tenía que averiguar con quién.

-¿Qué harás ahora?-preguntó desinteresado el de ojos ámbar.

-Nada, seguiré buscando, enviaré más Cazadores y los escuadrones humanos. No tengo prisa, todavía tengo tiempo de sobra-respondió.

-Esto no estaría pasando si hubieras permitido que yo marcará a Hannie-refunfuñó cual niño.

-Él está aquí para que yo me divierta, no para vivir felizmente a tu lado-le recordó.

-Dices eso porque obviamente estás celoso-aseguró con un tono seductor, sus brazos rodearon firmemente la cintura ajena y dejó que sus labios rozaran la suave piel de su cuello.

-¿Celoso yo, de tu perra?-soltó ofendido-Él es basura a mi lado y si todavía no lo he matado es porque eso arruinaría mis planes-dijo antes de empujar al más alto.

-Sí tú lo dices-se encogió de hombros.

-Mejor deja de perder el tiempo y búscalo-ordenó.

-En eso estoy, hasta ahora he podido meterme en sus sueños pero hay algo que me impide verlo con claridad-su rostro se tornó sombrío entonces dejando algo confundido al otro, él no solía comportarse así.

-Tal vez no sea algo sino alguien-soltó buscando provocarlo y lo logró, él le estaba lanzando una mirada mortal en esos momentos.

-Han es mío-gruñó y sus ojos se volvieron negros.

-Encuéntralo entonces.

-Lo haré-sentenció y sin más se fue dejando al otro solo con el cadáver.

Su fría mano tocó el cuerpo sobre la mesa. De esa forma no le servía de nada, no podía ver nada para obtener una pista y nada de eso le gustaba, tenía un mal presentimiento.

Notas finales:

Pobre Hannie u.u


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).