El sol salía sobre la bella ciudad de Konoha, un rubio abría sus azules orbes, todo lo ocurrido la noche anterior le vino a la mente de inmediato, comprobó que todo aquello era verdad al ver a su tierno novio, quien se encontraba abrazándolo recostado a un lado suyo.
Naruto contemplo al castaño, no lo podía creer, todo ese tiempo, todo ese sufrimiento, toda esa espera había valido la pena, se acercó aún más dio una profunda inhalación para poder oler la esencia de su chico.
-Naruto- El castaño mostro sus colmillos producto de su gran sonrisa.
-Buenos días dormilón- Ambos chico estrujaron aún más su abrazo, no querían levantarse de aquella cama, pero debían ir a la escuela.
Kiba fue el primero en salir de la cama, Naruto no puedo evitar echar un ojo de lo que ya conocía pero que visto con calma era aún mejor, el cuerpo de Kiba. Se incorporó sintió un profundo dolor en su parte trasera lo que provocó que sus primeros pasos fueran con pequeñas cogidas.
Kiba se acercó hasta su novio, lo abrazo por la espalda, había notado que el rubio estaba adolorido.
-Lo lamento mucho, tu trasero debe odiarme- El castaño bromeo.
-Si de momento está molesto contigo, pero ya tendrán muchas más oportunidades para conocerse mejor, quizá te perdona-
Ambos chicos rieron por sus bromas y se dirigieron al baño de la habitación de Naruto para darse un largo y merecido baño, en la ducha los besos y las carisias sobraron, ambos deseaban un buen encuentro en el baño, pero por falta de tiempo tuvieron que contenerse.
Ya vestidos se disponían a dirigirse a la escuela, pero Naruto tenía que comprobar algo antes de salir de su habitación, si sus padres estaban en la casa, salió de su habitación grito el nombre de su padre y madre, pero estos no respondieron, busco por toda la casa y solo encontró una nota de sus padres donde le decían que tuvieron que salir muy temprano por motivos de trabajo, pero que regresando querían conocer a su “amigo”.
-Mis padres quieren conocerte- El rubio reía y pasaba su mano por su nuca.
-Pues vamos, almorcemos con ellos y en la noche cenaremos con mi madre-
-Ellos no se encuentran ahora-
-Sera en otra ocasión-
-Mi padre es algo estricto-
-Yo sabré lidiar con Minato-Sama, por ti estoy dispuesto hacer lo que sea- Se acercó y planto un besos en la frente del rubio, aquella simple acción basto para inicia una sesión de besos.
Salieron de la casa agarrados de la mona y llegaron al instituto de igual forma. Llegaron hasta su salón son romper la atadura, algunos los miraba extrañados otros les pareció genial otros ya no les extrañaba.
-Viste eso Sakura dos de los chicos más candentes son pareja-
-Ya lo creo Ino son tal para cual, me alegro por ambos-comentaban las chicas por lo bajo.
Hinata miro la nueva pareja, pudo notar de Kiba se veía realmente feliz y que decir de Naruto, una sonrisa se formó en su rostro estaba feliz por sus dos amigos.
Sasuke se encontraba en el fondo del salón presenciando aquella escena, si bien había estado enamorado del rubio sentía alegría sincera de que Naruto podía estar con la persona que amaba. Él estaba intentándolo con Suigetsu y todo marchaba de maravilla.
Los dos chicos se acercaron a los amigos del rubio, Shikamaru tenía su sonrisa de “Estaba en lo correcto” y Sai pensaba en las amenazas que le diría a Kiba para que este no pasmara así amigo.
-Hola amigos-
-Hola chicos- El castaño saludo
-Pero mira, son los nuevos tortolitos, parce que te has divertido mucho esta noche Naruto-
-Sai por favor, tú también la pasaste muy bien- Shikamaru se burló por lo bajo, solo de recordar su noche.
-No lo divulgues- Las mejillas de Sai se tiñeron de rojo.
-Y bien Kiba, pudiste resolver lo que te pregunte-
-Si Shikamaru, estoy agradecido, gracias a tus palabras y a las de otra persona, esto ahora es real- Abrazo al rubio.
-Ni lo menciones, solo has feliz a Naruto-
-Si, por que como le hagas algo te las veras conmigo, escuchaste Kiba-El chico pálido formaba un pucho mientras le decía aquello.
-No tienes que advertírmelo Sai, es are te lo juro-
Sai tomo la mano Shikakamru aquello le resultaba muy tierno, las clases transcurrieron, el deber era el deber así que los chicos dejaron el romance por un rato. Pero Naruto sabía que todo lo que no entendiera siempre podía explicárselo su novio y de paso pasar un buen y calido rato.
-Donde están- Hana se encontraba en su casa con una cámara en la mano, para cuando la nueva pareja entrara a su casa ser ella quien tomara la primera fotografía. Sabía que al su hermano no haber regresado anoche todo debía haber salido bien.
Kiba y Naruto salieron del instituto tomado de la mano, después de recibir los buenos comentarios de la abuela Tsunade a quien le habían llegado las noticias y los invito a beber para celebrar y es que cuando dos chicos tan candentes llegan con esas nuevas, las noticias corren.
Los dos chicos caminaban por un parque llegaron hasta el pequeño lago artificial, se sentaron en el césped bajo un árbol primero el castaño y luego el rubio, para poder estar sentados y abrazados.
La apuesta de sol estaba por llegar, el ambiente era de lo mejor Naruto estaba absorto en sus pensamientos, recordó aquel juramento que se había hecho así mismo, sobre siempre estar para Kiba, ser su confidente, ser su apoyo ahora podía hacerlo realidad, fue sacado de su trance por el beso que el castaño deposito en su cabello.
-Kiba-
-Si amor- El castaño aspiraba el aroma de su novio.
-Juro amarte bajo todo concepto-
-Es una promesa- El castaño estaba convencido.
-Lo prometo-
-Gracias por creer en nuestro amor-
Finalmente los dos podían estar juntos, todo lo demás quedo atrás, ahora solo se dedicarían a mirar por su futuro, velar por su amor y hacerse felices el uno al otro.
Acercaron sus labios para poder darse lo que inevitablemente estaba destinado a ser un beso el cual se concretó justo al momento de la puesta de sol. Naruto miro los ojos del castaño y se dio cuenta de que Kiba efectivamente era su amor imposible, porque hora sería imposible separase de él, Kiba era el amor de su vida.
FIN